SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.44 issue102Contribution of contextual analysis to biblical exegesisFrancis, the pope of the end of the constantinian age? author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Cuestiones Teológicas

Print version ISSN 0120-131X

Cuest. teol. vol.44 no.102 Bogotá July/Dec. 2017

https://doi.org/10.18566/cueteo.v44n102.a05 

Artículo

La impronta bíblica de laudato si'. diálogo a dos voces entre la encíclica y los inicios del génesis1

The biblical imprint of laudato s'. dialogue between the encyclical and the beginning of the book of genesis

A impronta bíblica de laudato s'. diálogo a duas vozes entre a encíclica e os inícios do génesis

Hernán Cardona-Ramírez *   * 

Memo Ánjel** 

* Doctor en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín). Docente de la Pontifica Universidad Javeriana (Bogotá). Es escritor de varios artículos y libros que abordan diferentes tópicos bíblicos y teológicos. Correo electrónico: hd.cardonar@javeriana.edu.co ORCID: 0000-0003-4290-3075

** Doctor en filosofía de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín). Escritor y autor de novelas, cuentos y ensayos; varios de sus textos han sido traducidos al alemán y al italiano. Docente del Centro de Humanidades de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín). Correo electrónico: jose.angel@upb.edu.co


Resumen

La conciencia ecológica en la sociedad contemporánea, aunque en verdad ha crecido, encuentra con frecuencia voces disonantes capaces, incluso, de negar el calentamiento global y sus nefastos efectos. Consciente de esta realidad, y de otras conexas a ella, el Papa Francisco, en su carta Encíclica Laudato Si ', busca mover las decisiones de todos nosotros para hacernos responsables del cuidado de nuestra casa común. Uno de sus argumentos apunta a recuperar la sabiduría de vida contenida en los relatos ancestrales de los pueblos y culturas, entre ellos, los relatos de la creación, en el libro bíblico del Génesis. El texto fue escrito por comunidades judías hacia el s. V a.c. y asumido luego por la tradición cristiana. Para hacer propio el reto propuesto por el Papa, los autores del presente artículo, un judío y un católico, hacen un ejercicio de hermenéutica bíblica para desentrañar los criterios de vida presentes en este ancestral saber sapiencial, en un diálogo armónico a dos voces (judía y cristiana). Los textos de este tipo invitan a los habitantes de la casa de todos a tomar decisiones responsables desde la ética ciudadana, a partir de la propia experiencia de fe, pero a la vez comprometidos con una civilización capaz de generar espacios de convivencia, solidaridad, justicia y paz.

Palabras clave: Medio ambiente; Encíclica Laudato Si'; Génesis; Hermenéutica bíblica

Abstract

The ecological awareness of contemporary society, though has indeed increased during last years, frequently finds disagreement of some people, who might even deny global warming and its severe consequences. Aware of this situation, and of some others that are related to, Pope Francis in his encyclical Laudato Si' aims for developing awareness among us of the care of our common place. One of his arguments is the recovery of the wisdom of life that is found within ancestral stories of different people and cultures, among which he includes the story of creation of the Book of Genesis. The latter was written by Jewish communities approximately during the 5th century b. C. and later included within Christian tradition. To respond to the challenge posed by the Pope, the authors of the article -a Jewish and a Catholic- present a biblical hermeneutical exercise to find the guidelines of life included in the sapiential wisdom. These kinds of writings are an invitation to every inhabitant of the planet to make responsible decisions based on civic ethics and their own experience of faith, but committed to a civilization capable of creating scenarios of coexistence, solidarity, justice, and peace.

Key Words: Environment; Laudato si'Encyclical; Book of Genesis; Biblical Hermeneutics

Resumo

A consciência ecológica na sociedade contemporânea, apesar de ter crescido, se topa com frequência vozes dissonantes capazes, incluso, de negar o aquecimento global e seus efeitos nefastos. Ciente dessa realidade, e de outras ligadas a ela, o Papa Francisco, em sua carta Encíclica Laudato Si', busca comover as decisões de todos nós para nos fazer responsáveis do cuidado de nossa casa comum. Um dos seus argumentos aponta para a recuperação da sabedoria de vida contida nos relatos ancestrais dos povos e culturas, entre eles, os relatos da criação, do livro bíblico do Gênesis. O texto foi escrito por comunidades judaicas perto do s. V a.c. e assumido depois pela tradição cristã. Para fazer próprio o desafio proposto pelo Papa, os autores do presente artigo, um judeu e um católico, fazem um exercício de hermenêutica bíblica para desentranhar os critérios de vida presentes nesse ancestral saber sapiencial, em um diálogo harmónico a duas vozes (judaica e cristã). Os textos desse tipo convidam os habitantes da casa de todos a tomar decisões responsáveis a partir da ética cidadã, da própria experiência da fé, mas ao mesmo tempo comprometidos com uma civilização capaz de gerar espaços de convivência, solidariedade, justiça e paz.

Palavras-chave: Meio ambiente; Encíclica Laudato Si'; Gênesis; Hermenêutica bíblica

Introducción

El Papa Francisco, en la Encíclica Laudato Si', de manera particular, en el capítulo segundo, presenta las trazas bíblicas de su exposición1. Él es consciente del rechazo a la idea de un Creador en el campo de la política y de la cultura actual, pero, también, enfatiza las riquezas aún desconocidas de las experiencias religiosas, en orden a una ecología integral para un desarrollo pleno de la humanidad (ver No. 62). La crisis ecológica y sus múltiples causas, dice el Papa, no solo se afrontan desde un único modo de ver la realidad, sino también desde: los aportes de las culturas de los pueblos, la espiritualidad, el arte, la poesía; imposible dejar de lado ninguna forma de sabiduría (No. 63). Los cristianos, y también numerosos grupos de creyentes (entre ellos los judíos), ofrecen argumentos y valiosas motivaciones para cuidar a los hermanos y hermanas más frágiles y de manera particular la naturaleza (No. 64).

En este contexto desempeña un rol fundamental la teología de la creación, la cual no es posible presentar completa en esta ocasión, sin embargo, sí es posible preguntar qué dicen los grandes relatos bíblicos sobre la relación entre el ser humano con la creación, con su historia, con el mundo circundante. En el libro del Génesis cada ser humano es creado por amor (Gen 1,26.31); por esa razón cada persona posee una dignidad particular (No. 65). Los relatos de la creación, como narraciones llenas de signos y de lenguaje simbólico, contienen criterios actuales sobre la existencia humana y la realidad histórica; ellos sugieren cuidar tres relaciones esenciales: con Dios, con el prójimo, con la tierra (No. 66).

Los relatos del Génesis, añade el Papa, invitan a los habitantes del planeta a labrar y cuidar el jardín de la creación (cfr. Gen 2,15). Labrar implica: cultivar, arar, trabajar; mientras cuidar significa: proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar (No. 67). Por este motivo todos los seres humanos tienen una responsabilidad ante la tierra, de la cual Dios es su dueño, pero quien la entrega a las personas para hacer de la historia su espacio de salvación (No. 68). En estos relatos antiguos, marcados por la vida, la historia y los signos, está latente una convicción actual: todos los elementos de la creación están relacionados y el auténtico cuidado de la casa común, de la vida, de las relaciones con la naturaleza, son inseparables de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás. Esta conversación a dos voces, entre un judío y un católico, pretende de una manera muy sencilla, desentrañar no solo las riquezas de los antiguos relatos bíblicos, sino a la vez, poner en el escenario de nuestra historia, las resonancias actuales y programáticas de aquellas convicciones, entreveradas en los relatos del Génesis en sus inicios narrativos, para motivarnos a asumir opciones responsables con la «casa común».

1. Con un principio creó el señor

P. HERNÁN:

En las Pirqé Abbot2, una colección de máximas de maestros judíos del s. II, se lee:

Rabbi Ishmael, decía: quien estudia solo para enseñar recibe recompensa por su estudio y por su labor de profesor. Pero quien estudia para poner en práctica recibe recompensa, porque estudia, porque enseña, porque guarda la Palabra y porque pone en práctica la Torá.

Este sería un buen comienzo para acercarse al Génesis (Gen). En hebreo el nombre es "bereshit", de la raíz "reshit": comienzo, primicia, lo mejor; ya desde Génesis 1 se encuentra el fundamento del ser humano. Allí de manera breve, pero precisa y programática, se indica quién es el ser humano, qué obra ha creado el Señor: "por qué esta historia tuvo un inicio".3 "Bereshit" (comienzo o inicio) no es una indicación del principio temporal de la realidad, no se dan indicaciones sobre la formación de la historia, de la creación, de la realidad, más bien revela su origen, su sentido verdadero, su significado más profundo. Se dice "en principio" para decir no lo que ha sucedido en primera instancia, o sea, primero la luz, después, la separación, luego, la tierra...4 Este no es el objetivo del relato; dice "en principio" para señalar el origen de la revelación, de todo cuanto da sentido a la realidad. Incluso se podría traducir: "Con un principio creó el Señor los cielos y la tierra...'"5

Y ¿qué es la realidad? Para el hebreo todo se funda en el Señor. Para entender la creación debemos ir a su origen, a su identidad primera, a su sentido creador. El libro primero de la Biblia nos pone delante del sentido fundamental de la historia, de cuanto el Señor tiene para decirnos, que la creación y, en ella, el ser humano está en una relación creatural con su Señor, quien es su creador. De entrada, al ser humano debería bastarle saber una sola verdad: somos criaturas.6

Génesis 1 repite con mucha frecuencia: la creación es un "hacer" de Dios, bajo una modalidad, el ritmo de siete días, con una letanía litúrgica asombrosa: la tarde, la mañana, el inicio del día, el ocaso de la jornada. Además, el Señor (Elohim, en hebreo) crea haciendo. Dios hace. En el v. 7 se dice: Dios hizo (verbo hebreo, ásah: hacer, trabajar, producir) el firmamento; v. 16: Dios hizo las dos grandes lumbreras; v. 25: Dios hizo la fieras de la selva; v. 26: hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Y en el v. 31: el Señor vio cuanto había hecho y era muy bueno.7

Los verbos hacer, crear se repiten con frecuencia. Dios crea, otra manera de decir, el Señor hace.8 En principio Dios creó (Gen 1,1: verbo hebreo, bara), después, en el v. 21: Dios creó los grandes monstruos marinos. Luego en el v. 27: Dios da o pone (verbo hebreo, nathan) los astros. Dios puso las dos luces en el firmamento para iluminar el cielo. Seguido de crear al ser humano, Dios le otorga las plantas y esto también es un hacer, da como alimento al ser humano los vegetales. En Génesis 1, Dios hace, crea, pone, da9.

En el v. 17 Dios puso en el firmamento del cielo las dos luminarias10 y en el v. 29 se dice: El Señor da toda planta y toda semilla como alimento. Estos dos verbos traducidos en castellano como poner o dar, en hebreo son acepciones del mismo verbo «nathan». Dios pone las luces en el cielo, Dios las da para el beneficio del ser humano y de la creación. Este hecho crea un juego de palabras con el alimento vegetal que el Señor da. Las luces se ponen en el cielo, se ponen porque se dan a las personas. El cielo es el dominio de Dios. Estas luces representan el dominio cósmico de Dios porque son las luces que regulan el tiempo y las estaciones, comunes en el mundo oriental. El tiempo es un don de Dios para el ser humano, porque es el don del ritmo de la creación, el don de las estaciones que se alternan para dar vida; es el don del tiempo hecho historia. Dios da las plantas como alimento, y ese don está a la par con la donación de los astros, tanto el alimento como el tiempo, son dones de Dios desde el comienzo para el beneficio nuestro. Y así se escriben los seis días de la creación para llegar al culmen: el ser humano. Él es el punto de referencia: cuanto se crea beneficia a las personas.11

Hay dos rasgos iniciales de la acción creadora de Dios: El Señor crea separando y crea con la fuerza y la eficacia de su Palabra. La creación es una acción: separar y dividir. Dios dijo: haya luz; y la luz fue. Dios vio que la luz era buena y separó la luz de las tinieblas. Y llamó a la luz día y a las tinieblas noche. Primero separa y luego da nombre (llama). La separación es fundamental. No hay luz si no está separada de las tinieblas. En los vv. 6-7:

Y Dijo Dios; haya el firmamento en medio a las aguas, para separar las aguas de las aguas. Y Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están bajo el firmamento de las aguas que están encima del firmamento.

La creación existe porque hubo separación entre luz y tinieblas, entre las aguas de arriba y las de abajo. También se separa el mar como distinto de la tierra; y la tierra es seca porque está separada del mar, porque es diferente y así es diversa del mar.12

Los astros sirven para distinguir, para separar el día, la noche, las estaciones, los tiempos. Cuando aparece la vegetación, todo árbol debe dar su fruto según su especie. Y también los animales: todo animal según su especie.13 Hay un elemento repetido la separación, la división y la diferenciación, pero ahora se añade varias veces la expresión: "según su especie".14

Pero la separación no es fractura ni un ataque a la comunión de vida ni a la unidad, sino distinción. Y aunque parezca una realidad obvia, para el Génesis es fundamental dejar clara la separación y la distinción. Para existir es necesario aceptar la diferencia. El ser humano no existe si no acepta su diversidad -diversidad, pero no fractura- de los otros y de Dios. Y como un hecho para muchos seres humanos contradictorio, la diferencia permite la comunión.15

Además, Dios crea con su palabra eficaz,16 Él dice, Él habla y se hace realidad, la creación llega a existir. Así como es evidente la separación, ahora es visible, el hablar de Dios.17 Él dice y la realidad es histórica. La fuerza de Dios es su voz, su hablar, la Palabra eficaz de Dios crea, da la vida. Los Salmos 33 y 66 reafirman esta exposición del Génesis. Por la Palabra del Señor fueron hechos los pájaros, del soplo de su boca (otro modo de decir Palabra, voz), todo fue hecho. El Señor manda y todo existe. En el texto hebreo de Génesis 1, la expresión "Dijo el Señor" (wayyomer Elohim) se repite diez veces (Gen 1, 3.6.9.11.14.20.24.26.28.29). Quizás estas diez palabras corresponden a las diez palabras de la Torá. Buena parte de la tradición judía camina por el sendero de esta interpretación. Existe una relación con el número diez, pero no solo. Son diez "Palabras" creadoras de la entera realidad. Esta interpretación le da un enorme valor a la Torá para la vida social del pueblo de Israel y de las naciones en general.

En Génesis 1 la vida, la existencia, la realidad, dependen de la obediencia a las diez palabras proferidas por el Señor.18 En Génesis 1, la obediencia a las diez palabras de Dios genera la realidad para el ser humano individual, pero sobre todo como asamblea y como comunidad, la obediencia a las diez palabras del decálogo de la Torá le otorgan la vida. Hay relación entre los eventos y la Torá que da vida al hombre, por la Torá el ser humano vive y no lo hace de cualquier manera sino que vive la vida divina,19 la vida originaria, la vida del proyecto querido por Dios. Esta es la vida a la cual el ser humano está llamado, en la cual no existe la muerte (En Génesis 1 la muerte no se asoma).20

MEMO:

Bereshit es el origen del mundo y de D's en el mundo para la comprensión de los hombres21. Es el inicio, la cabeza, lo necesario para entender y lo posible para usar en bien del hombre y de las comunidades que este crea para lo doméstico, sea su familia, los vecinos, los animales, las plantas o las palabras, pues todo necesita de la creación para poderse manifestar en la vida. Y en este inicio lo único posible al entendimiento son los cielos y la tierra, además de las divisiones posibles para que cada elemento sea debidamente identificado, ya por el opuesto, ya por su sitio en la tierra. Así que, como dicen los cabalistas22, haciendo de Bereshit, Bará Shesh (creó seis), en esa creación de seis días con sus noches, con sus espacios definidos y actos posibles, están todas las probabilidades del entendimiento. No hay más conocimiento que el que los primeros versículos de Bereshit (Génesis) genera, pues en esas palabras están todas las demás palabras y en esa espacialidad están todos los espacios posibles, aun los que no se ven pero que el hombre de fe presume.

Y en Bereshit, D's habla después de que crea. Habla para que las criaturas y creaturas existan, para que tengan un sitio, y le permitan al hombre mirar hacia lo alto y a sus pies, a la derecha y a la izquierda, entender el adelante y el atrás, el arriba y el abajo. Así que el bará shesh, esos seis días primordiales (que a la vez son palabras primordiales porque son un Yo-Tú23), crean una situación inicial, fundamental, para que el mundo (cielos y tierra) pueda ser ordenado y nombrado, establecidos como hechura de Dios y obedientes a su orden de creación. Nada es sin un primero, nada es sin un después.

La tarea de D's es ordenar el caos, el vacío, y permitir que su Ruáj24 (espíritu de D's) mueva las aguas y que a partir de ese movimiento el tiempo comience a existir para lo creado: en días que permiten ver lo que es real e inamovible y en noches que permiten preguntar acerca de lo que está lejos y no se alcanza. Así que crea lo cercano y lo lejano, lo que se toca y aquello que no se toca, dotando a su creación de la palabra sagrado, pues es sagrado lo que Dios hace y el hombre no puede hacer. Bará Shesh, creo seis y al séptimo día descanso D's para que ya nada fuera lo que no es ni se dieran dones que hubiera olvidado. Todo se completó en ese bará shesh y no hay nada por fuera de esto, que es la vida.

Y en este Bereshit está, como dice Maimónides25, todo lo que no es D's pero si su presencia en palabras que se hicieron hechos completos y útiles, posibles para el conocimiento y las preguntas esenciales. Porque Bereshit, antes que una respuesta a una necesidad, es una gran pregunta: ¿Qué movió a D's a hacer el mundo? ¿Quizá se expandió y cuando se contrajo de lo que quedó entre la contracción y la expansión el mundo fue hecho? Los cabalistas26 le dan vueltas a estas preguntas. Porque es claro que D's para ser D's no requirió de hacer el mundo, pues el permanece en la vida y la no vida, en el tiempo y el no tiempo. Algunos rabinos dicen que D's no creó el mundo sino que lo dio, que su acto de creación fue de bondad para que la vida existiera y en ella el hombre, y que este crecería entendiendo la gloria de Dios, sería imagen de lo hecho por Él.27 Y en ese acto de bondad, lo que hizo fue perfecto y las palabras que pronunció perfectas, pues así cada cosa fue cada cosa, cada animal cada animal, cada planta cada planta, el agua fue agua y los cielos, cielos. Todo fue exacto en su forma y medida, en su ubicación y contextura, en su papel sobre la tierra y el trascurrir del tiempo. ¿Y el hombre? Fue la hechura de lo anterior, y por eso entendió, y comenzó a ser humano en la medida que conoció la bondad de D's.

Y si bien se puede aducir que D's no necesita el mundo nosotros si lo necesitamos, pues en él estamos y nos es imposible no ser en la creación que nos rodea y nos contiene, que nos dota de palabras y de conocimiento entre lo bueno y lo malo, entre lo que es posible y no lo es, entre las distinciones, y, al tiempo, las relaciones necesarias para que podamos ser unos frente a los otros.

Pero haya necesitado D's hacer el mundo o no, las únicas certidumbres son que el mundo es y que nosotros somos y estamos relacionados con él, porque antes de que nosotros existiéramos el mundo fue creado para nosotros como un bien y, como dice Baruj Spinoza28, conocerlo como extensión y entendimiento, como cosa creada por un creador y como creación dadora, pues la creación de D's no para de dar en tanto que en ella se contiene todo, lo que sabemos y no sabemos, lo que es a nuestro entendimiento y aquello que no es posible de entender.29 Y esta es la diferencia entre D's y su creación, que Él es ilimitado y la creación contiene límites a nuestro entendimiento, que es más limitado aún que la creación. D's, entonces, creó el mundo. Y el mundo es por lo que hubo en seis días y en seis noches, en el movimiento que propició el Ruáj y en la letra vav que es el hombre anclado en la tierra y a su vez la espina dorsal que lo sostiene30.

2. Dios bendice la creación

P. HERNÁN:

Otro dato novedoso en el comienzo del Génesis, es la insistencia en dar un nombre, nombrar los elementos de la creación.31 En el mundo bíblico el nombre no es una palabra convencional para señalar una cierta realidad, más bien es la fuerza real de lo nombrado, revela su sentido más profundo. El nombre revela la realidad de cada criatura.32 El nombre corresponde a quien en verdad se ama. Por tanto, conocer el nombre y, aún más, dar el nombre a alguien, o a las cosas, significa ejercitar un dominio sobre alguien, o sobre estas cosas, porque se posee el secreto, la llave para entrar en la vida más profunda de quien es nombrado.33

Si Dios da un nombre quiere decir que ejerce un dominio sobre todo; Él es el Señor; todo le pertenece y no solo da el nombre, mejor aún, Él pone el nombre a los seres; asimismo Adam (la humanidad)34 en el v. 2,22 pone el nombre a los animales; la humanidad tiene un señorío sobre los animales creados por Dios. Si Dios crea y da un nombre, entonces de él viene la identidad de la creación: dar el nombre implica crear, y con el nombre sucede el ser.

Otros textos de la Biblia refuerzan este dato. Isaías 40,26:

Levanten sus ojos a lo alto miren, ¿Quién ha creado los astros?, Él hace salir el número preciso para su ejército y les llama a todos por el nombre, grande es su poder y su vigor. No le falta ninguno.

Baruc 3,34-35: "Brillan los astros en su puesto de guardia llenos de alegría, él los llama y dicen: ¡Aquí estamos!, y brillan alegres para su Creador". Dios llama por el nombre y nos llena de gozo".

Como un momento culminante de estas primeras confesiones de fe, "Dios bendice". En 1,21-22 Dios bendice los peces y los pájaros; en el v.28 bendice al varón y a la mujer; y en el v. 2,3 bendice el shaba35, el día del descanso de Dios. Dios bendice: Dios crea, separa, elige; por eso su hablar es bueno, es eficaz, crea la bendición que dice. Jugando con la expresión bendecir (decir bien), entonces, Dios crea aquel bien que dice, conoce el bien que dice. Dios dice bien, creando todo bueno. Cada creación, cada día de la creación, Dios dirá que es bueno... El mundo bueno está bajo la palabra eficaz de Dios, quien dice el bien y por ese motivo hace el bien. Dios es bueno y hace bueno todo lo creado; sus criaturas son el resultado de su palabra eficaz.36

Al hablar bien de Dios debe corresponder el bien decir del ser humano, y, de ese modo, las personas hablan bien de quien hace el bien: El Señor. El verbo bendecir (barak en hebreo, de donde viene berakah: bendición) asoma solo tres veces, para las últimas obras de la creación, es decir, cuando la creación llega a la vida: primero la luz, luego el firmamento, el agua, la tierra con la hierba, los astros y cuando aparecen los animales y el ser humano, solo en este momento, aparece el verbo bendecir.37 Cuando aparece la vida, asoma la bendición. La bendición es inseparable de la vida. Así como sucede con el verbo crear (bard) que aparece solo al inicio "Dios creó"; y para la creación del varón y de la mujer38, en el sexto día (Gen 1,27) y en la conclusión (Gen 2,3).39

Si dividimos la semana de la creación en dos grandes bloques; el primero representa la creación de cuanto permite la vida: el ambiente, el escenario en el cual la vida crece y se multiplica; la luz, el firmamento, el agua, la tierra, y la hierba. En este mundo está la vida. Los primeros tres días permiten el mundo. Después, viene la creación de los astros y luego comienza la vida.40

El 5° día fueron creados los peces y los pájaros; el 6° día el ser humano: varón y mujer; y el 7° el día del reposo. La función de los astros consiste en separar las dos vertientes de los dos bloques. Los astros separan las obras de la vida y las obras bendecidas. En el 4° día son creados los astros y este dato tiene su importancia particular. La creación de los astros en el 4° día es un poco extraña y quizá parece poco coherente con todo el relato. Al 4° día Dios crea la lumbrera mayor y la lumbrera menor (una manera de decir el sol y la luna), pero ya Dios había creado en el primer día la luz y había separado la luz de las tinieblas y había llamado a la luz día y a las tinieblas noche, entonces ¿Por qué el sol y la luna en el cuarto día?

Para el texto bíblico ya hay luz y tinieblas, es decir, la posibilidad del tiempo; existen el día y la noche41 ¿Qué añaden los astros? Los astros están unidos a la luz y a las tinieblas. Pero, mientras el día-noche hace fluir un tiempo siempre igual, cuando son creados el sol y a la luna el tiempo cambia. El tiempo cósmico día-noche y noche-día llega a ser tiempo humano, se puede contar, tiempo en el cual existen las semanas, los meses, las estaciones, los años. El texto es muy explícito, los astros son el signo de las estaciones, los días y los años. Si se mira la luna se sabe cuándo sembrar y cuándo recoger, cuándo efectuar las fiestas agrícolas42 y las fiestas litúrgicas.

¿Cuándo celebrar la pascua? No basta contar los días, noche-día, día-noche, se debe mirar la luna. Y así, los astros (considerados divinidades en otras culturas paralelas a Israel) son aquí criaturas de Elohim,43 y tienen la función de transformar el tiempo cósmico o cronológico en tiempo litúrgico, humano, histórico, sagrado; capaz de valorar las relaciones con lo creado y, sobre todo, con el creador, uno de los objetivos del tiempo litúrgico. El tiempo cósmico llega a ser sagrado, en el 4° día, con la creación de los astros, por lo tanto, solo cuando el tiempo cósmico llega a ser tiempo sagrado aparecen la vida y la bendición.

MEMO:

Berajd y Jai (bendición y vida) son la baita (la casa), ese lugar que se habita y se ordena para vivir sin temores. Por eso, dicen los rabinos44, Bereshit se escribe con bet, la segunda letra del alefato y no con álef, que es la primera. Álef es el silencio, la letra de D's que contiene las demás letras (y al contenerlas ya todo es posible), y bet es la casa, la del hombre y la de Él (Bet-El), el mundo donde se da la vida para que las posibilidades sean continuas, y ese espacio en el que nos humanizamos en la medida en que entendemos, convivimos y nos hacemos necesarios los unos a los otros, entendiendo por otros a: el agua, el aire, las plantas, los animales y demás bienes de los que nos provee la tierra y a las que hay que corresponderles con agradecimiento.

Bereshit, entonces, habla de la casa, de lo que contiene y es un don para que la vida del hombre sea digna. Digna en entendimiento de la creación, digna en el saber que somos más en la medida que seguimos unidos a los fundamentos de la Torá, digna en hacernos para que los demás estén bien y digna en nosotros mismos, que somos los que hacemos de la casa cuando esta se convierte en bendición. Porque la bendición, berajá45, es reconocer los dones de la creación46 (de D's) y situarnos en ellos en condición de dignidad, es decir, reconociéndolos como absolutamente necesarios y benefactores, pues la casa son los bienes que tenemos (en el caso de la creación, lo que hemos recibido) y los que nos sitúan en el mundo: es el cielo y la tierra, el otro y lo sagrado, un claro en el bosque (siguiendo a Heidegger) y un estar ahí (Dasein)47 viviendo lo recibido (Lebenswelt48). O, profundizando más, el Tú permanente de Buber49, que es siempre una respuesta que nace de la creación y de D's que la contiene en sus atributos de extensión y entendimiento, como escribe Spinoza en su Ethica more geométrica.50

Carl Sagan51, el científico que quiso ser ateo, reconoce la tierra como nuestro pequeño hogar, uno donde nos situamos y transformamos en la medida en que usamos cada cosa como es debido, en el que producimos el fuego que nos calienta y el ánimo que nos hace transformadores y en el que, a la vez, vamos conformando el habla de acuerdo a las acciones que ejecutamos. Un habla que convoca, diferencia, sitúa, define y, en términos aristotélicos,52 nos provee de características: situaciones en escenarios diversos y ejecutando acciones distintas. Porque esto, la casa, es podernos mover y en el movimiento vivir, poder reposar y durante este reflexionar. Un lugar seguro, el primero al que llega el ser humano (este que se ha hecho en los fundamentos) y el último que deja, pues no dejamos de estar en la casa y en la historia que hacemos de esa casa, que es la nuestra y la de las cosas, la de nuestros actos y caminos.

Bereshit (que contiene ese bará shesh) es la casa que recibe el hombre (representado por Adán) y en la que se hace humano si sigue inmerso en los órdenes de la creación, que son la vida que se extiende y de la que damos cuenta con cada paso que damos. Pasos que nos definen, nos sitúan, nos acusan, si es del caso, o nos abrazan cuando todo se ha hecho bien. Bereshit es una conciencia, una enseñanza, un camino que propicia todos los encuentros; y el hombre y la mujer son en él en calidad de creados que contienen las palabras de la creación, que son las que nombrar el reconocer y el agradecer.

3. El ser humano creado a imagen de Dios

P. HERNÁN:

En el quinto día después de la creación de los astros viene bendición, he ahí la plenitud o el culmen de la vida. En el quinto día son creados por el Señor, los comienzos de una vida particular: la vida de los peces y de los pájaros. La palabra de Dios sobre ellos es una palabra de bendición,53 es decir, Dios los bendice: crezcan, multiplíquense, llenen las aguas del mar, y, por su lado, las aves se multipliquen en la tierra. Desde el hebreo si fuera la raíz "para "', significa dar fruto, es decir, ser numerosos; la frase ser fecundos significa "dar fruto" y la bendición no se puede separar de esta entrega de los frutos. Llenar las aguas del mar y que los pájaros se multipliquen sobre la tierra parece un mandato pero es, a la vez, una bendición.54

El hilo nuevo de la vida es bendición cuando obedece a este mandato, es una promesa, un don de gracia, tanto la riqueza de los peces como la abundancia de las generaciones. La vida se multiplica en la riqueza de las especies a pesar de ser todas tan distintas. Y la abundancia pasa de un individuo a otro, de una generación a otra; como una manera de vencer la muerte, ir más allá de ella, porque cuando alguien muere sobrevive en otro individuo que ha generado, su carne continua viva en el hijo y en la comunidad que los protege.55 Por tanto, en el momento de la generación la vida revela su condición de eternidad, mientras instaura la cadena de la vida, la típica cadena de la generación de la vida que va más allá de la muerte de la persona, por este motivo, en la riqueza de las diversas especies, en la fecundidad y la abundancia de cada generación que atraviesa la muerte la vida se muestra «bendecida», es decir, ha recibido y recibe la bendición.56

Dentro de esta trama, la bendición viene en forma de mandato, no como un imperativo moral sino en cuanto que la vida bendecida se revela como tal (como en las diez primeras palabras de Génesis 1), porque en el ejercicio de la fecundidad, se descubre el mandato de Dios sobre la vida. El Señor no deja acabar la vida.

El texto habla de los peces del mar y los pájaros de la tierra, no dice: "las aves del cielo", porque el cielo es de Dios, en cambio, los pájaros están unidos a la tierra, es decir, comparten el espacio vital de la tierra. Si bien los pájaros vuelan en el cielo, en realidad viven en la tierra, allí se alimentan y hacen sus nidos, en la tierra ponen los huevos, en la tierra el pájaro encuentra su hábitat cuando no vuela en el cielo. De los pájaros se dice "que se multipliquen en la tierra", no dice "que llenen la tierra" como se dice de los peces, porque quien debe vivir en la tierra y llenarla es el ser humano; la tierra debe ser llenada de manera distinta por el hombre.

En el sexto día, son creados los seres vivientes terrestres (animales domésticos, reptiles, fieras según sus especies) y después, en el último y definitivo nivel terrestre, el ser humano: varón y mujer.57 Y según el v. 1,28, el Señor los bendijo (al varón y a la mujer): sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla58; dominen los peces del mar, los pájaros del cielo y todos los seres vivos que atraviesan la tierra. Y el Señor añadió: Les doy una hierba que produce semilla y está sobre toda la tierra, y cada árbol cuyo fruto que produce semilla serán su alimento, a todas las bestias salvajes, a todos los pájaros... yo les doy un alimento: toda la hierba; y así fue.

Dios vio que todo lo que había hecho era todo muy bueno. La tierra produce los seres vivientes según su especie. «La tierra produce» en hebreo de manera literal se dice: "hacer salir". La tierra hace salir la hierba, pero se dice igual de los animales terrestres y Dios hace salir a los seres terrestres sobre la tierra; y hará salir al pueblo de la esclavitud de Egipto para la «vida».

Quizá detrás de esta presentación se encuentren tradiciones antiguas (¿mitos?)59, sobre la tierra como tierra madre que genera los animales.60 Por tanto, en ese contexto mítico61 los animales son el fruto del vientre de la tierra; pero aquí los animales pertenecen a la tierra, forman parte de aquella dimensión y Dios les da hierba para vivir. También el ser humano vive sobre la tierra, vive de la tierra y, en cierta medida, pertenece a aquella dimensión.62

Estamos en el punto culminante de la creación, estamos en la última obra creada por el Señor, delante del ser humano, en su condición de varón y de mujer, cumbre de lo creado a imagen de Dios, es decir, señor de lo creado, dominador de los animales, custodio y señor de la tierra. Ha nacido la obra definitiva de Dios y se asemeja como un hijo se asemeja al padre, a su imagen; el hijo de Adam es imagen de Adam, el hombre es imagen de Dios.63

La creación más bella hecha a imagen de Dios, preparada de manera cuidadosa y con toda atención, es creada el mismo día de los animales. La creación del ser humano, a pesar de ser la creación más bella, no tiene un día propio.64 El ser humano es creado el mismo día de los animales, recibe de alimento el mismo alimento de ellos y le es otorgada, al menos en la primera parte, la misma bendición de los animales, pero es imagen de Dios. Surge entonces una pregunta: ¿Por qué el ser humano es una creación especial de Dios, pero a la vez no tiene un día propio en la creación?

MEMO:

Adam (de Adamd: tierra roja) ha sido hecho de la tierra, ha nacido de ella y tiene en sí todos sus componentes, desde los más simples hasta los más complejos. Tiene de los cielos y del agua, de los animales y de los vegetales, del espacio y del tiempo, del movimiento y del entendimiento. Es una imagen completa de la creación de D's y está en la capacidad de entenderla en los órdenes prescritos. Pero Adam no es D's sino la suma de lo que D's hizo y por eso, situándose en lo creado (siendo de acuerdo a lo creado), puede gobernar la creación; estando en ella y no sobre ella, sus límites son la creación misma y por fuera de ella no es adama (la tierra que permite estar vivo) sino caos y vacío, que son el desorden y, en consecuencia, el no entendimiento.

Los libros que contienen el lenguaje y, por lo tanto, lo que se ha entendido del mundo tienen un prólogo y un epílogo: en el prólogo se determina la intención, la potencia que llevará a la acción; y en el epílogo el resultado. En la creación de D's, D's es el prólogo y el texto. Es un contenido que se hace y se define en la palabra «bueno». Y fue bueno que esto pasara y eso bueno se marcó en el tiempo: fue la tarde y el día, las palabras que hicieron posible que los contenidos existieran y fueran ellos ya por siempre. Porque la palabra es por siempre, pues tiene nombre y definición, función y acción posible. Y en la palabra que concluye la creación está el hombre, que es el epílogo y el resultado de que lo creado tenga quien lo comprenda. Y así el hombre, más que una imagen de D's, es quien debe entender a D's pues le han dado todos los elementos para hacerlo: la creación está en él y se mueve por ella, pero no como un total entendido sino de pregunta que el Tú responde. Así, el gobierno del hombre no nace de un deseo de gobernar sino de un saber gobernar65, siendo la pregunta al Tú la que contiene la respuesta, y al contenerla la mantiene como fundamento para poder gobernar sin que haya equivocación.

Los judíos jasídicos66, al plantearse el asunto del hombre como imagen y semejanza de D's, son claros en que D's no es un espejo, un ente lejano y con fronteras, sino un querer ser en D's, lo que implica que D's acoge y en la acogida el hombre es. Y para ser en Él, para habitarlo, es necesario amar la creación y alegrarse con ella. Amar la creación (el verbo en hebreo es Hajava) implica ser en ella y tener la razones y contenidos de ella. Esto es, conocer la creación, hacer parte de ella en condición de creado y lograr serlo a partir del entendimiento, que es lo que propicia la imagen. Pues somos imagen no en vernos sino en sabernos, no en desear sino en cumplir, no en referencia sino como parte, no en pensar sino en alegrarse.

El hombre (que a su vez contiene a la mujer) es el epílogo de la creación. Es un resultado final para que pueda trascender. No es un hombre haciéndose, es un hombre hecho, compuesto de todos los elementos posibles para que D's se le revele en la medida en que entiende la creación. D's no se revela en el vacío sino en lo creado, en el hombre mismo que está en relación con lo que existe y es como es y no de otra manera. La palabra que brota (lo revelado) está en la que nombra. La revelación, entonces, no es una palabra nueva, es la palabra que existe (la creada) y se amplía en ella. Y en esta revelación (que es un entendimiento mayor) se construye la imagen y semejanza; imagen en tanto que va de límite en límite, sin desbordarse; semejanza en tanto que entiende las razones de D's y las hace propias.

La conciencia del epílogo, de ser el resultado de la creación, de las palabras que al ser pronunciadas se volvieron cuerpo y en esta corporeidad establecieron límites y espacios, características y participación en el tiempo son el hombre, la potencia del hombre, el entender para que la acción sea razonable y en este punto lograr la alegría, pues no hubo confusión sino claridad. Claridad que requiere de un recorrido, así como el sol que rompe la oscuridad pero no de una vez sino avanzando. Y en la creación de D's, que es una iluminación, están los caminos, los inicios, las direcciones, los movimientos, los reposos y los encuentros. Y en estos encuentros, la imagen crece y la semejanza crece. Y el hombre se hace reconociéndose en que ha sido hecho.

4. Desafíos y tentación: hacia una ecología responsable

P. HERNÁN:

En el libro del Génesis el ser humano es paradoja y, a la vez, signo elocuente.67 Es, ante todo, la última obra de la creación, el culmen, la obra más bella, con una dignidad sin igual; y, por otro lado, es creado el mismo día con los animales. Con ellos comparte la naturaleza; recibe, al menos en la primera parte, la misma bendición y el mismo alimento de los animales (la vegetación).68

El texto insinúa cuál es la vocación del hombre: unir estas dos realidades; de entrada contradictorias, por ello es una tarea difícil, pues lleva en su venas, en sus músculos, en su dinamismo interno 'el aliento divino' y los componentes de la naturaleza, como una 'dimensión animal'. Los movimientos parecen opuestos, incluso contradictorios, pero por ese sendero camina el proyecto humano.69 Sólo así se realizará como persona: es un signo divino en el mundo, signo -de algún modo- del cielo y, al mismo tiempo, es consciente de su pertenencia a la tierra. La tentación constante del ser humano será 'huir' de esta contradicción, simplificando o eliminando una de las dimensiones: Yo soy animal, una bestia o al contrario, yo soy dios.70

La tentación de sustituir a Dios, de transformar el 'ser-imagen' de Dios en una 'igualdad' con Dios, más aún, en una superposición o sustitución, elimina a Dios y hace del ser humano el "único Señor de lo creado": yo soy como Dios, yo soy el señor de la vida, yo soy el principio de la realidad, yo soy el principio de mí mismo... Pero se olvida el origen, el hombre es creatura, imagen de Dios; ingiere el mismo alimento de los animales, es creado el mismo día con los animales, tiene su misma bendición.71

La otra tentación es: "somos bestias, somos animales", por lo tanto todo se resuelve según los instintos animales, inicia con el nacimiento y termina con la muerte; todo se resuelve a nivel horizontal, importa solo sobrevivir...

Pero, se olvida un dato, quien come el alimento de los animales es a la vez creatura, la última obra de Dios, por lo tanto tiene una finalidad particular.72

La posible contradicción entre las dos realidades en verdad es aparente, porque en la tarea de asumir un proyecto de vida, estas dos dimensiones sirven de marco a las acciones de las personas. Allí se debe buscar la unidad: el ser humano es una creatura, imagen de la divinidad, signo en el mundo y no sustituye a su creador, porque el día que lo intente se destruye, y queda sin horizonte referencial. En este punto el libro del Génesis habla de la bendición para el ser humano como: "fecundidady dominio'". Creado el mismo día con los animales, el ser humano recibe la bendición divina, al menos en la primera parte: "Sed fecundos -dad fruto- y multiplicaos y llenad las aguas de los mares..." (v.22). Y la bendición sobre el ser humano dice; "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra... " (v.28). La bendición trae a la vez el mandato y la promesa de la vida en la fecundidad.73

Asoma además una relación entre la bendición a los seres humanos y la bendición a los primeros seres vivientes creados: los peces del mar y las aves del cielo. Cuando fueron creados los animales terrestres Dios ve que todo era bueno, pero el texto no añade la bendición (v.25). Y el hecho resulta extraño. Es una manera de dar prioridad a la creación y a la bendición del ser humano en el sexto día (en la primera bendición quedaron incluidos todos los seres vivos). La bendición del sexto día es para las personas y sirve de base para hablar del dominio o la gestión del hombre sobre la creación.

En el relato literario quedan al menos tres bendiciones explícitas del Creador: los peces y las aves, el ser humano y el shabat (día de reposo, día de descanso). El número tres es importante, es un número pleno (las dimensiones del tiempo: pasado, presente y futuro), por lo tanto, la triple bendición habla de la plenitud de bendiciones sobre la vida.74 Todo lo creado es bueno, es el momento de la plenitud, de la bondad, de la belleza... Así obra Dios siempre y desde el comienzo.75

Los peces deben llenar los mares, las aves, por el contrario, no llenan el cielo ni tampoco llenan la tierra, sólo deben multiplicarse sobre la tierra. ¿Quién debe llenar la tierra? Los seres humanos y los animales terrestres. El hombre comparte con los animales su espacio vital y allí el ser humano con la bendición divina tiene su predominio.76 El hecho explicita la frase: "dominad sobre los animales". Los animales con la bendición reciben la tarea de multiplicarse "cada uno según su especie"; por tanto hay una pluralidad de especies en el mundo animal, pero no hay pluralidad de especies para el ser humano, es "una sola especie". Esta 'unicidad', en la 'no multiplicidad', lo hace 'similar a Dios' (Dios es "Uno" Dt 6,4).77

La bendición, en el caso del hombre, no se acaba en la multiplicidad y en llenar la tierra, al contrario, prosigue y esta constatación es determinante: "someted la tierra y dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y en todo animal que se arrastra por la tierra". Por lo tanto la propagación de la especie humana está unida desde el inicio al "señorío sobre la creación", pues este dominio hace al ser humano imagen de Dios; es el signo de la bendición donada al hombre. Cuando el hombre ejerce su señorío sobre la creación evidencia su condición de bendito, mientras se multiplica y llena la tierra.78

MEMO:

Bendecimos lo que hay, pues esto a lo que tenemos acceso porque la tierra y los cielos lo dan, es lo que nos permite estar vivos. Y bendecir es entrar en la casa y ver que ahí todo es bueno, pues nos protege y, a la vez, nos da una continua oportunidad. La palabra berajá (bendición) comienza por bet porque es la casa misma. Así, bendecir es estar en la casa y agradecer estar ahí. Y la casa del hombres es la creación de D's. Una casa enriquecida con el lenguaje y la inteligencia, que nacen del hombre en la medida en que se encuentra con la naturaleza, la entiende y valora. Porque la casa, contenida en la bendición, es un encuentro, en un Tú buberiano79, en el que hay una respuesta y, con base en ella, un entender a D's a través de sus obras.

Los días de la creación, que son siete, están significados en el judaísmo por la Menoráh, ese candelabro de siete brazos que proporciona luz y, simbolizando la luz, el entendimiento posible de las intenciones de D's, cifradas todas en la vida. Pero, a la vez, la Memoráh nos dice que hay un libro por leer y ese libro es lo creado, que se lee como lo creado por una fuerza superior y que nos indica que debemos hacer para continuar en el mundo como gobernantes de éste, pero no en calidad de alguien con poder sobre las cosas, sino como ordenador de estas cosas, para que en ellas la vida tenga un sentido. La creación es un libro de encuentros y, como consecuencia de esto, D's revela la Torá para que los encuentros tengan sentido, y sean mejores para el hombre en relación con lo creado.80

El siete, número que ni crea ni es creado, que en el alefato está significado por la letra zain (el hombre que trata de llegar a D's), es el D's mismo en unión a lo creado. Y este número no crea porque en él ya todo está creado hasta el final. Y no ha sido creado porque es creación permanente de entendimiento con relación a lo existente, que es una totalidad. El siete es un estando, un siendo, un viviendo; no es un final, es un existiendo. Y en la medida en que entendemos, bendecimos, pues todo entendimiento es un encuentro que nos favorece, pues en él hay una respuesta.

En Bereshit81 donde todo se dio, incluido el descanso, la totalidad es manifiesta y el trabajo del hombre es llegar a esa totalidad que, en última instancia, se contiene en Dios. Así que no gobernamos el mundo haciendo de él lo que queremos, sino que este gobierno es un reconocer para ordenar, mantener y permitir encuentros que nos hagan más digna y noble la condición de vivir; siendo la dignidad el saber que somos los otros y lo otro, y la nobleza el haber entendido que sin la creación de D's no somos.

Y en este siete, que contiene el tiempo, hay tres bendiciones de D's: sobre los peces, porque estos son posibles por el agua; sobre las aves, porque estas son posibles por el aire; y sobre el hombre y el shabat porque el hombre solo es posible en el reconocimiento a y de D's, esto es lo que los diferencia de los animales. ¿Qué significa reconocer a D's? Saber que está ahí, que no es una invención, que existimos en calidad de hombres; lo que significa que somos pensantes y que al pensar sobre la creación, lo que debemos gobernar es nuestro pensamiento para que, a partir de él, se conciba bien lo que ha sido bien creado. En esto que se ha creado en orden y completo, el hombre pueda ser en orden y completo. Esta es la bendición82.

La creación del mundo y el hombre en él, en una especie de antropocentrismo debido al lenguaje, hace posible que todo pueda a sucederse en el tiempo, lo bueno y lo malo: lo bueno, nace de un entendimiento correcto y de unos fundamentos claros para entender; lo malo que aparece cuando no se quiere entender o se carece de fundamentos y nos vamos en meros deseos. Porque en la creación, aparece también el libre albedrío83. Y en este concepto que nos coloca frente a los caminos que se bifurcan, somos en la creación o nos negamos a ella, nos sabemos creados y optamos por el bien o nos descreamos y seguimos el camino del mal. Uno es el caso de Abel y Set, otro el de Caín.

5. La fecunidad y la alimentación

P. HERNÁN:

La bendición, la posibilidad de multiplicarse y de ser fecundos, tanto por parte de los seres de la creación como de las personas, asoma en el libro del Génesis como un 'don divino'; según el texto, en este regalo se manifiesta la fidelidad de Dios a los seres humanos. De hecho, la fecundidad será después el signo de la fidelidad de Dios a su promesa y a su Alianza.84

Cuando Dios hace el juramento de fidelidad a Abraham, le dice: "te haré numeroso"' (cf. Gén.17,5-6). Con Abraham se hace historia el proyecto divino de salvación y se manifiesta la fidelidad de Dios a su palabra primaria, la de Gén.1: "sean fecundos". La gran promesa a Jacob es similar: "te haré numeroso" (Gén. 35,11). Cuando las promesas de Dios parecen olvidadas porque el pueblo de Israel es llevado al Exilio de Babilonia, y el pueblo está diezmado, ha perdido la tierra, signo de la promesa y la bendición de Dios, en este momento la intervención salvífica de Dios se resume en estas palabras: " Yo los haré retornar y los haré de nuevo numerosos". Las promesas de 'consolación' de Jeremías y Ezequiel van en esta línea, y abren el horizonte hacia las promesas futuras85.

Ahora bien, la fecundidad está en relación con el «dominio». En el v.28, se dice del dominio: "sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, y sobre todo ser viviente que se arrastra sobre la tierra". Este término arrastrarse aparece en el v.24 y se repite en el v. 25, a propósito de los "reptiles y las serpientes". ¿Y el resto de los animales? Se trata de un problema aparente, porque el término sirve para indicar el movimiento de los reptiles, pero también un modo de moverse silencioso, ligero, al acecho; es decir, significa no sólo arrastrarse sino «moverse» y allí caben muchos seres de la creación. De todos modos la insistencia en los reptiles (v. 28), y el énfasis en la serpiente, prepara la narración de Génesis 3, donde queda al descubierto la desobediencia de los seres humanos y el influjo de la serpiente.86

Sobre los animales y sobre la tierra, el ser humano debe dominar. Y el ser humano es "imagen de Dios". Pero como «imagen» no sustituye a Dios, del cual él es imagen. Por lo tanto: dominio sobre la tierra y sobre la vida, pero «dominio recibido», no poseído en propiedad, dominio en cuanto: "sólo si es vivido en obediencia al creador". En Génesis 1 el ser humano es dominador del mundo y de la vida, pero no se trata de un dominio cósmico absoluto, ni señorío totalizante, sino dominio y señorío dentro de la obediencia a su creador. Un dominio vivido no como una conquista sino como un don recibido del creador, y delante de quien se juega la responsabilidad personal y comunitaria87.

Un comentario de la tradición judía al Salmo 115 (parte integrante del Gran Hallel y por ese motivo orado en la pascua) dice: "Los hombres deben comprender y reconocer que sólo Dios es el soberano de todo, y los hombres son sus ministros sobre la tierra". Pero Rabi di Alexander da un paso adelante: "¿Qué significa esta frase? Que los cielos son ya cielos, pero la tierra, en cambio, Dios la ha dado a los hijos de los hombres para que éstos la transformen en cielo". El dominio del ser humano sobre la tierra, en obediencia al creador acogiendo su bendición, le entrega el marco dentro del cual se transforma la tierra; es un dominio dentro del Reinado de Dios; el ser humano, como rey de la tierra, ejercita el dominio del verdadero Rey, del Señor Dios.88 En este mismo contexto se debe leer y orar el Salmo 8.

La realidad de la dependencia del ser humano de su creador se afianza en otro elemento, él recibe para nutrirse el mismo alimento de los animales:

Yo les doy toda hierba de semilla que existe sobre la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; serán su alimento. Ya todo animal terrestre, a toda ave del cielo, y a todo ser que se arrastra sobre la tierra, animado de vida, yo doy en alimento toda hierba verde (vv. 29-30).

Y como dice Dios así ocurre. Por lo tanto, los seres humanos y los animales se nutren con un alimento similar: hierba (vegetales y frutas). De allí que aquí «comer» signifique: hacer entrar en nosotros de lo que está afuera (es externo) para asimilarlo y de ese modo transformarlo en carne, transformarlo en vida. Según el texto la vida de las personas está destinada a alimentarse día tras día, y con elementos o productos externos. Las personas no tenemos la vida, debemos tomarla cada día fuera de nosotros; no somos el origen de la vida, no puedo nutrir mi vida conmigo mismo, esta no se agota en mí, yo no soy el principio ni el gestor de la vida.89 Mi existencia tiene necesidad de apoyos externos para seguir en la historia. Es un bello modo de decir: todo ser humano es creatura dependiente; creerse omnipotente o eterno es una ilusión, ese falso ideal se rompe cada vez que nos sentamos a la mesa para comer.

Los momentos importantes de la vida se enmarcan, tanto en el mundo bíblico como en el mundo no bíblico, con el «banquete», en el cual se come con otros. Nos alimentamos de la vida, compartimos el mismo alimento para existir. Y este contexto podemos reflexionar sobre la imagen contraria el «ayuno». Comer significa tomar la vida de fuera; pero en realidad nos hace vivir no el alimento sino quien nos da el alimento: El Señor Dios. Vivimos porque el alimento nos viene dado. Dios nos da el alimento y ayunamos para hacer memoria de una realidad profunda: el pan no nos hace vivir sino el hecho de recibirlo de Dios,90"no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca del Señor" (Dt 8,3).

MEMO:

Abraham es uno de los personajes más interesantes de Bereshit91 (El Génesis). Su tarea es oír a D's, comprenderlo y hacer un altar en memoria de ese entendimiento que contiene la palabra fecundidad. La creación es fecunda, es una y dadora permanente; en ella son fecundos los bienes y los seres humanos, son fecundas las palabras y la conciencia. Y en esta fecundidad nos hacemos a la medida que entendemos, pues no es una fecundidad desbordada sino debidamente ordenada, es necesario entenderla para que el uso de lo que se nos da, y el agradecimiento que provoca, nos haga humanos.

Siguiendo el diálogo de El Cratilo92, la palabra crear contiene en sí todo lo creado, cada persona y cosa; a su vez contiene su destino, que no es un azar sino un camino, y este, que son los fundamentos (la esencia de lo fundante), contiene a su vez todas las posibilidades de la creación, siendo esta la vida que tenemos y en la que nos hacemos, si entendemos que es una bendición. Así, Abraham es fecundo porque está bendecido y entiende que estarlo es multiplicar los bienes para él y para otros. Sus altares, que construye en la medida en que entiende y agradece, son las señales de haber entendido a D's y la razón del camino. Un camino que le provee mientras avanza, que es fecundo en los encuentros con el Tú93, en palabras nuevas que son fecundadas por las anteriores, las primeras dichas por D's, esas que hicieron el mundo y el entendimiento posible.

Lo externo que nos llega, pues siempre estamos en condición de exterioridad dado que somos producto de lo que nos provee vida (el aire, el agua, el sol, la luna, los alimentos, el otro), es fecundo. La alteridad94 ha producido la ética, la religión, la filosofía, la ciencia, la cultura, lo que nos hace humanos. Y desde esta, D's provee sin cesar, pues Él es presencia, dador, juez, creador de conciencia y simultáneamente otorga preguntas que construyen las respuestas en torno a lo dado. Recibimos de la creación externa y al recibir creamos la interioridad, que no es un huir, ni un esconderse, sino un estar para recibir, admirar y entender el significado de estar bendecidos en el haber sido creados. La bendición es el don, lo que recibimos y nos permite ser en los fundamentos (la Torá) para que ese don primero, que es constante, no se dañe. Elmdon es la vida y esta se nutre de la vida misma, que es la nuestra y la de los otros, que es lo otro que existe y nos hace a todos en relación permanente y en situación de bendición.

Lo creado está bendito, es sagrado, proviene de D's y D's se manifiesta en ello, no como un panteísmo, sino como la razón de lo que crea.95 Todo tiene una razón y una esencia fundamental, todo contiene un camino hacia la creación y en esa creación hacia D's. De esta manera nos hacemos y, siguiendo el camino, el trazado por las palabras primeras, la bendición se extiende en el tiempo porque en la extensión que hacemos con lo que nos llega está presente siempre la bendición, que es el tiempo de vivir, el de sembrar, cosechar, el de agradecer y el de admitir que somos porque hemos sido creados.

Somos fecundos, entonces, ya para crecer, ya para entender. Y esta fecundidad que tiene como metáfora las estrellas del cielo, las olas del mar, los colores de la naturaleza, las formas de vida y las palabras dichas que contienen a su vez más palabras, nos hace en D's. No porque agreguemos a su creación sino porque encontramos en esta lo no sabido, lo que apenas estamos entendiendo, esto que nos hace frente a lo otro y el otro, fundamentados en esas palabras primordiales que Martin Buber ha llamado Yo-Tú96, siendo el tú la respuesta continuada, la que no se detiene porque en lo creado está el tiempo, las transformaciones, los descubrimientos y el ser más en condición de fundamentos y de D's, que es la fecundidad.

6. Alimentarse con hierbas y con vegetales

P. HERNÁN:

El Señor les da a los animales y a los seres humanos el mismo alimento: la hierba, los vegetales, los productos de la naturaleza. Por lo tanto, el proyecto originario del Creador, implica otra consecuencia importante: la vida dada por Dios y de la cual el hombre se apropia mientras se alimenta; no necesita matar para subsistir. Más allá de una cuestión vegetariana, la cual no asoma aquí, desde el punto de vista simbólico tiene un hondo significado: ni los seres humanos, ni los animales tienen necesidad de matar para vivir, ni deberían matarse entre sí. La vida de Dios, la vida originaria, no se alimenta de la muerte, no necesita matar al otro para afirmarse, en ese contexto respeta y promueve la vida de los demás.97

El dominio del ser humano sobre la creación, las plantas, los animales; se ejerce en el ámbito de la convivencia, la amistad, sin matar ni violentar a nadie. Las personas ejercen el dominio haciendo crecer la vida, en todas sus dimensiones y posibilidades. Esa soberanía no destruye ni mata a los otros para vivir. El relato tampoco insinúa la vida vegetariana de los primeros seres humanos, sino se refiere más bien a un proceso de humanización.98

Después del Diluvio (Gen 6-9) asoma un momento significativo en la creación cuando el ser humano mata animales para alimentarse. Por lo tanto, el proyecto primero de Dios defiende la vida, pero esa propuesta se altera por el pecado del ser humano. Y cuando el pecado toma alas o intenta llegar a su máxima expresión destruye la creación.

El diluvio99 es un signo de este dominio del pecado sobre lo creado; se configura una memoria: el ser humano debe recordar con frecuencia las implicaciones del retorno al caos. Se hace necesaria la intervención del Creador para darnos una segunda o tercera oportunidad. Dios hace una nueva creación; repuebla la tierra con seres humanos y los animales según su especie. Con Noé y su familia recomienza la creación; retornan los hombres, los animales, la vida. Retorna también la bendición, y Dios de nuevo bendice al hombre (Gen 9,2-7) como en Génesis 1, pero con una diferencia dramática y fundamental: Esta bendición comprende y acepta como un hecho la violencia; este dato era desconocido en el relato de Génesis 1.

La nueva bendición de Dios es idéntica a Génesis1 al principio y al final. Pero en el centro del pasaje se recogen los eventos y las consecuencias para los seres humanos y la creación, de los eventos sucedidos desde Génesis 3: la violencia se ha instaurado en el mundo. Después del diluvio la relación con los animales ha cambiado de raíz. Ya no hay un dominio en la cercanía y la amistad, sino el dominio de la violencia del ser humano contra los demás, ahora mata para vivir; es el fundamento de la frase "infundirán temor y miedo a todos los animales"' (Gen 9,2), esta realidad no existía en Génesis 1.100

En Génesis 1 todo es bueno, todo es vida, y la vida es tres veces bendita. Pero con el pecado101 la vida queda marcada por la muerte, las relaciones se ven afectadas por la violencia. El miedo se instaura en la relación entre las personas y los animales; una relación envuelta en la violencia y en la sangre, una relación de muerte capaz de circundar a las personas. Dios bendice a la humanidad, como en Génesis1, pero dentro de la bendición pone el aviso, la advertencia. En Génesis 1 todo era bendición, relación plena con la vida, ahora en cambio, la bendición prevé la amenaza y un castigo: "Quien vierta sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida, pues a imagen de Dios hizo Él al hombre" (Gen 9,6).102

El hecho de ser creado a imagen de Dios no solo abre a la plenitud de la vida sino que pone freno a la violencia. La muerte ahora existe, y la bendición de Dios se une a la sanción para tratar de limitar esta situación de violencia generada por la desobediencia de los seres humanos (pecado). Ahora el ser humano está marcado por: la sangre, el miedo y la muerte. El versículo (Gen 9,6) se convierte en el freno para detener esta espiral de muerte, pero sin llegar nunca a extirparla. Quiere limitar el daño, pero no eliminarlo.103

MEMO:

La creación es dadora porque proviene de un D's que ha otorgado la vida y todo lo que está contenido en ella es para que siga vivo, ya que la vida es una cadena de elementos y fundamentos cercanos, un sistema que nos hace interdependientes y nos permite estar interconectados y, de esta manera, no perdidos sino interactuando siempre. Lo que se hace en la vida se conecta con todo lo que vive y, en esta conexión necesaria e inmutable, el vivir es una permanencia en D's, pues por fuera de él nada existe. Es la idea y el hecho perfecto, el entendimiento único y la extensión única, como dice Baruj Spinoza, al hablar de los dos únicos atributos que podemos percibir de Él.104

La vida obedece a la cercanía y la amistad. Las aves son amigas del aire y los peces del agua, las plantas de la tierra, los animales de los espacios que caminan y el hombre (que es una sumatoria de todo lo anterior) está en potencia de ser amigo de todo lo que ve, siente y usa para estar en comunidad: el lenguaje, el conocimiento, las palabras del otro, los fundamentos habidos, la creación manifiesta y los órdenes naturales que son los que rigen el mundo para que este sea dador.105

Cercanía y amistad son hechos correlacionados, al igual que alejamiento y maldad, pues lo que está cerca, y en estado de filia, se nutre y lo que se aleja se dispersa y se pierde. Y al perderse aparece el pecado, que es un irse contra la naturaleza y, por extensión, contra la creación y los órdenes que la sostienen. Ese pecado contra la creación, que es el primero que aparece en Bereshit, es el de la sangre, seguido por un segundo que es el de la mentira. Caín mata a Abel y la sangre se riega sobre la tierra., esa sangre que toca la exterioridad es vida que se muere, niega la bondad y señala al criminal, que para defender su crimen miente. Así, de un pecado de sangre, nace también la mentira; en ésta las sociedades se corrompen.

Que en Bereshit la sangre sea una señal de destrucción, implica que el hombre es débil y que si no está sujeto a unos fundamentos que controlen el caos que a veces nace en él, el hombre se perderá. Ya no será parte de la creación sino sujeto de redención, o sea, alguien a quien hay que crear de nuevo. ¿Pero cómo crear de nuevo a un hombre que va a la guerra y mata animales? En Bereshit hay una primera respuesta: es necesario un diluvio que ponga al hombre en estado de miedo intenso y, así, al sentirlo, conozca el miedo que ha causado en otros; en ese miedo de sí mismo conozca el temor de D's. Porque D's no castiga, es el hombre quien se crea el castigo, quien al pecar prepara su estado de soledad intensa y así, solo entre unas aguas embravecidas, sabe que si daña la creación el peor daño acaece sobre él. En esta soledad la creación desaparece y el hombre, que ha pecado, es consciente de lo que siente sin exterioridad. Julio Cortázar decía: me siento más solo que un gato, solo que yo lo sé y el gato no.106

Luego del diluvio aparece un primer mandamiento que D's da a Noáj: No comerás carne con sangre, refiriéndose a que la sangre de un animal o de un hombre no debe estar presente en la vida. Si bien se permite la muerte de animales, se le da primacía al uso de esos animales antes que matarlos: la oveja dará la lana y la leche, la vaca la leche y su fuerza para tirar del arado, el caballo será caballo y no se podrá comer, etc. Muchos rabinos promueven el vegetarianismo, que implica alimentarse sin recurrir a la violencia. Los árboles dan los frutos y no se resienten al darlos, igual las legumbres. En la relación hombre planta no hay violencia, como si la hay en la relación con el animal que mata. Cuando los arqueólogos descubren tumbas muy antiguas, por lo común encuentran que el cadáver tiene un fémur roto, la clavícula rota, lo que quiere decir que hubo una lucha y en esa lucha mucha violencia, lo que implica la ira y el dolor, la desesperación y el perder la creación.107

Cuando aparece la muerte buscada la aceptación de ser creado se rechaza, en este rechazo la vida se confunde y pierde su sentido. Para que esto no pase aparece la palabra obedecer, que es ubicarse en situación de creación. Obedecer no es una imposición, es seguir las reglas, situarse en ellas y ser libre siguiendo un fundamento. Los animales obedecen, las plantas obedecen, el mar obedece ¿Por qué el hombre desobedece?

7. El Shabat: día de descanso, de reposo, día de la vida

P. HERNÁN:

Hola Memo, según sus valiosas apreciaciones el ser humano como varón y mujer son llamados por el Creador, en un ambiente amistoso, a ser sus testigos del dominio y de la gestión del mundo en sintonía con Él. Como últimos seres creados el varón y la mujer pueden considerarse como el culmen de la creación. Pero el ser humano no agota el momento creativo, después de él hay todavía un día: el día del descanso de Dios; el séptimo día, el shabat"108. Dice el texto: "Dios en el séptimo día dio por concluida la labor que hiciera. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que él había hecho" (Gen 2,1-3). El ser humano es el último en esta cadena, y todo lo creado ha sido hecho en vista de él pero, a su vez, las personas fueron creadas en orden al «shabat». Por lo tanto, el ser humano no agota el sentido de la creación, el significado original se revela en el séptimo día con la bendición de esa jornada (llamada más tarde por los griegos: sabbaton). Las personas son creadas en orden al día de descanso, es decir, para entrar en la dimensión divina, en el reposo de Dios en el séptimo día.

Durante seis días Dios creó, por seis días ha visto que todo era bueno, y en el séptimo el Señor contempla lo bueno de su obra. Es el día de la contemplación, del gozo, de la afirmación de la bondad en cuanto Dios ha creado. El ser humano con su alabanza, celebra como bueno a aquel Dios que ha hecho todo muy bueno. Este es el sentido del shabat para los creyentes.109

El ser humano, creado por Dios, ejercita el dominio sobre lo creado, y, por lo tanto, es también creador de algún modo, no como origen, sino en unión con el Creador. Éste interviene en el mundo en respuesta a la obra de Dios, prolongando su obra. Dios domina el mundo y, por ello, las personas prosiguen la obra creadora. El ser humano no sustituye ni remplaza al creador; el único Creador es el Señor.

En este contexto, el shabat, el día de descanso, se transforma en el momento de la celebración de Dios como creador.110 Adentrarse en el reposo de Dios quiere decir entrar en la dimensión del gozo de la creación como una obra buena; insertarse en la alabanza a Dios como origen de esta bondad y hacer fiesta por ello.111

Y Dios, quien vio que «todo era bueno», cede ahora la palabra, en el día del shabat, a los seres humanos, quienes en respuesta a aquel «todo bueno», alaban a su creador, pues creo todo bien. El hombre es el ben-decido, dice bien de Dios (he aquí la bendición), quien a su vez ben-dice (dice bien, habla bien del ser humano). El Señor por su palabra eficaz, es también bene-facente, bene-factor, hacedor del bien. Él hace buenas todas las cosas porque es bueno. Génesis 1 concluye con esta última bendición, se bendice el reposo del último día.

Después de este recorrido por Génesis 1, quedan varias preguntas, una de ellas es: ¿Cuál es la época de redacción de un texto tan significativo a lo largo de la historia? Las dataciones en este contexto son hipotéticas, sin embargo, hoy en día la mayoría de estudiosos ubica el texto en el exilio de Babilonia,112 cuando el pueblo de Israel sufre la expropiación de la tierra, ve su región destruida y el pueblo es llevado en deportación como esclavos a tierra extranjera. En el siglo VI a.C., cuando los Babilonios invaden el reino de Judá y Jerusalén.

El problema para el reino de Judá es interpretar su historia personal.113 La tentación, como siempre, es ver la historia a la luz del pecado del otro y encontrar en ello la justificación para uno mismo; Judá cae en esta tentación, en vez de interrogarse por su responsabilidad, acusan del pecado al reino del Norte. La tentación es decir: ellos han pecado, nosotros no; estamos vivos, tenemos el Templo de Jerusalén.114

Con la llegada de los Babilonios, el pueblo no es más un pueblo numeroso, porque con la invasión quedó diezmado.115 La tierra no existe porque el pueblo es deportado. El templo desaparece porque ha sido destruido. No hay descendiente de David en el trono porque la monarquía está acabada, pues el territorio de Judá se encuentra bajo la dominación babilonia. La crisis está no solo en la pérdida de la Tierra, sino en haber perdido a Dios. Dios no se ha ido, los seres humanos se alejaron de Él. Y Dios ¿qué hace?, ¿se deja vencer por el pecado del hombre?, ¿dónde está la salvación?, ¿por qué deja que las naciones digan "dónde está su Dios"? Es el dilema del exilio: ¿Dónde está Dios? He aquí la esencia de la crisis.116

En este momento de angustia, de muerte total, cuando Israel no tiene ni patria, ni reino, ni tierra, ni perspectivas de vida, porque la fecundidad se acabó -se termina en el momento en el que Israel lo pierde todo y se encuentra inmerso en la muerte-, la fe de Israel permanece viva y de ella brota Génesis 1, y allí se le canta al Dios de la Vida. Allí están la esperanza y la fe: es posible volver de la muerte; Dios nos regala una nueva oportunidad. Nuestro Dios es creador y Señor de todo. Israel es capaz de abrirse a la fe en un Dios que "con un Principio" ha puesto su palabra de vida. Ésta al borde de la muerte y próxima a desaparecer, mirando a la creación, aprende a abrirse a la esperanza de una vida que no muere; allí Israel recobra la vida y vence la muerte.

MEMO:

El shabat es el día de descanso y de renovación.117 Cumplidos los seis días de la creación D's descansó y la creación comenzó a girar en torno a Él y a ser en Él. El hombre, que es a su imagen y semejanza, recibió el fundamento del descanso. En la creación, que es movimiento que no se detiene, también se da el descanso que no para, que se regula, para que la vida sea cada vez nueva. Los planetas descansan cuando hacen su retrogradación, las plantas cuando llega el invierno, los animales cuando asumen el sueño y reposan, los peces al buscar el fondo de las aguas, el viento al detenerse. Todo se mueve y no se mueve. En éste sistema, como pasa también con el corazón que hace su diástole y sístole y se detiene, lo que se mueve es reconocido al suspenderse. La creación, así, no es una apariencia (como pensaba Parménides118) sino una realidad, que al descansar es lo que hay, y permite tomar, cuidar y reconocer como esto que nos da la vida a su vez contiene movilidad y reposo. Los físicos dirán que todo movimiento es una suma de quietudes, que lo que se mueve está quieto antes de que una fuerza lo adelante. Pasa como con la fotografía y el arte, son momentos detenidos de algo que no paraba de moverse. Y en esto de parar y seguir está el tiempo; y éste es cuando se mueve, y no es cuando se detiene, como descubrió Albert Einstein al hablar de las ondas gravitacionales.

En el judaísmo, el shabat es la fiesta principal y en ella el judío es rey. Un rey que descansa y se ha preparado para verse bien, oler bien (por esto hay que tomar un baño en profundidad y vestirse con las mejores ropas) y comer bien, con especias y pan trenzado (jalá119), pues en la festividad la comida en familia representa la vida habida, lo logrado, las bendiciones obtenidas. Y para la celebración de este sábado, que va de luna a luna, está prohibido todo tipo de trabajo y solo se puede agradecer (orar y recibir con la oración la novia del shabat), entender la base de los fundamentos (leer y discutir la parashá120), admirar lo mejor que se ha hecho, pues en esa hechura nos diferenciamos del animal, y enseñar a otros, pues en reposo el hombre es libre y sus experiencias de libertad (de haber cumplido con los fundamentos) deben ser expresadas delante de los otros.

En el Shulán aruj, el libro de José Karo, se entiende que para el hombre la mesa está servida, indicando con ello que ahí está la creación. Y esa creación se magnifica el sábado, cuando todo reposa, aun el infierno, como sugiere Isaac Bashevis Singer121, en uno de sus cuentos. Y en este reposo, aparece la renovación, pues la creación es permanente en estado de ser siempre nueva. Por esta razón, el shabat comienza con la bendición que hace la mujer frente a las velas que se han colocado en la mesa; ella es la continuidad de la vida y el fuego, el elemento transformador. La vida y la transformación se entienden en el reposo.

En Nabuco, la ópera de Verdi, que interpreta el exilio de los judíos en Babilonia, el mundo se mueve lento, se acelera y se detiene. En el detenerse la ópera se vuelve obra en estado de admiración: son las palabras y los silencios, la letra bet (la casa) que se detiene para volver a la álef (el silencio inicial). Quizá esta obra musical sirva para demostrar que el reposo es una liberación en el agradecimiento, un detenerse y ser libre porque se ha entendido la libertad de lo creado, que es un ordenarse para que el movimiento sea armónico y el descanso un volver a empezar, pero no de cero, sino de lo entendido en ese descanso.

En calma las aguas descansan, en la noche descansa la luz, en el hombre descansan los músculos, en el tiempo los días de la semana, que luego del shabat vuelven a comenzar. Y este don del descanso, que solo es entendido por el hombre, es la bendición de este sobre la creación, que está ahí y es allí cuando se asume el descanso de un día, uno que, si se vive bien, renueva seis, renueva la libertad, renueva el pensamiento y renueva al hombre. Dios descansó y ese fue su ejemplo; descansó para que lo creado fuera una renovación permanente, para que entendamos el silencio como un elemento necesario para que las palabras tengan sentido.

El primer shabat de la creación, el del descanso de D's, hizo posible al hombre en estado de bendición. Y esa bendición es cada seis días, cuando el mundo se detiene porque el hombre se detiene, cuando las palabras son las mejores y los dones de D's se entienden en la belleza.

Lista de referencias

Acosta R. Richard. (2015). Dios, hombre, creación: hacia una ecoteología bíblica. Bogotá: Editorial San Pablo. [ Links ]

Acevedo, Alfredo Raúl. (2016). Creación y palabra: la acción creadora de dios por medio de su palabra (GN1). Tesis para la obtención del título como Teólogo, Universidad Pontificia Bolivariana, Bogotá. [ Links ]

Agustín, San. (2013). Las Confesiones. Madrid: BAC. [ Links ]

Andiñach. Pablo. R. (2012). Introducción Hermenéutica al Antiguo Testamento. Estella: Verbo Divino. [ Links ]

Albertz, R. (1999) Historia de la religión en tiempos del Antiguo Testamento , vols. I-II. Madrid. [ Links ]

Alef-Jojma. El Talmud. (2009). Madrid, España; México; Buenos Aires; San Juan; Santiago; Miami : EDAF. [ Links ]

Aranda, G.; García Martínez; Pérez Fernández M. (2000) Literatura judía intertestamentaria. Estella (Navarra), España: Editorial Verbo Divino. [ Links ]

Aristóteles. (1998) Metafísica. Madrid: Gredos. [ Links ]

Auzou, Georges. (1976) En un principio Dios creo el mundo historia y fe. Estella: Verbo Divino . [ Links ]

J. A. Berman.(2008). Created Equal. Oxford: University Press. [ Links ]

BJ. Blenkinsopp. (2011). Un-creation, Recreation: A Discursive Commentary on Genesis 1-11. T&T Clark, London-New York. [ Links ]

Blum, E. (1990). Studien zur Komposition des Pentateuch BZAW189. Berlin - New York. [ Links ]

Blum, E. (1984). Die Komposition der Vätergeschichte, WMANT57. Neukirchen-Vluyn. [ Links ]

Brueggemann, W. (1982). Genesis, Interpretation. A Bible Commentary for Teaching and Preaching. Louisville, Kentucky: John Knox Press Atlanta. [ Links ]

Buber, Mordekhai Martin. Yo y tú. Madrid, España: Caparrós Editores, 2005. [ Links ]

Cortázar, Julio. (2009). El perseguidor. Barcelona, España: Libros del Zorro Rojo. [ Links ]

Cosgrove, Elliot J. (2012). Teología judía de nuestro tiempo: una nueva generación explora los fundamentos y el futuro de la fe judía. Salamanca: Ediciones Sígueme. [ Links ]

Cotter. (2003). Genesis. [ Links ]

Davies, PH. R. - Clines, D.J.A . (eds.). (1998). The World ofGenesis : Persons, Places, Perspectives. Sheffield. [ Links ]

Fokkelmann, J.P. (1991). Narrative Art in Genesis : Specimens of Stylistic and Structural Analysis. Eugene, Oregon: Wipf and Stock Publishers. [ Links ]

Francisco Papa. (2015). Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común. Bogotá: Paulinas. [ Links ]

García, F. (1988). El hombre, imagen de Dios en el Antiguo Testamento, Estudios Trinitarios 22, 365-382. [ Links ]

García, F. (2003). El Pentateuco. Estella, EVD. [ Links ]

Gibert, P. (1986). Bible, mythes et récits de commencement. Paris [ Links ]

Girón Blanc. (2002). Narraciones bíblicas de la creación. Madrid, España: Lerko print. [ Links ]

Gómez-Acebo, I., (ed.). (1997). Relectura del Génesis. Bilbao. [ Links ]

Heidegger, Martín. (2003). Ser y tiempo. Recuperado de http://www.enxarxa.com/biblioteca/HEIDEGGER%20Ser%20y%20Tiempo.pdf. [ Links ]

L. Herring. (2008) A Transsubstantiated humanity: The Relationship between the Divine Image and The Presence of God in Genesis in 26f. Vetus Testamentum 58. pp. 480-494. [ Links ]

Heschel, Abraham Joshua. (1984). El shabat y el hombre moderno. Buenos Aires: Editorial Paidós. [ Links ]

Ibáñez Arana, Andrés. (1999). Para comprender el libro del génesis. Navarra, España: Verbo Divino. [ Links ]

Jonas, Hans. (1995). El principio de responsabilidad: ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona: Herder. [ Links ]

Jonas, Hans. (2000). El principio vida. Hacia una biología filosófica. Madrid: Trotta. [ Links ]

Kaplan, Aryeh. (1994). El libro de la creación. Madrid: Mirach. [ Links ]

L'Hour, Jean. (2013). Génesis 1-11. Navarra. Editorial Verbo Divino. [ Links ]

Leibowitz, N. (1981). Studies in Bereshit. Jerusalem. [ Links ]

Levinas, Emmanuel. (2002). Totalidad e infinito: Ensayo sobre la exterioridad. Salamanca, Ediciones Sígueme. [ Links ]

Mahecha, Germán Roberto. (2011).El Shabat una estrategia ecológica de Dios. Theológica Xaveriana Vol. 61 (no. 2 [172]), p. 423-448. [ Links ]

Maimónides. (2006). Obras filosóficas y morales. Barcelona: Ediciones Obelisco. [ Links ]

Marchadour. (1982). Muerte y vida en la biblia. Navarra: Editorial Verbo Divino. [ Links ]

Martínez, Julio, sj. (24 de octubre de 2016). El cuidado de la casa común: lectura desde lo ético y educativo. Ponencia presentada en el Simposio Javeriano sobre la Carta Encíclica Laudato Si'. Recuperado de http://www.javeriana.edu.co/institucional/etica-y-educacion (13/05/17). [ Links ]

Merlo. L 'immagine di Dio. Maschio e femmina in Gn 1,26-27 e nella figura di Dio. Anthropotes 21 (2005). Pp. 105-119. [ Links ]

Mircea Eliade. (1999). Il mito dell 'eterno ritorno. Archetipi e ripetizione. Roma: Borla. [ Links ]

Navarro, M. - Fischer I. (eds.). (2010). La Torah. Estella. [ Links ]

Platón. (2002). Cratilo o sobre el lenguaje. Madrid: Trotta . [ Links ]

Rad, Gerhard von. (2008). El libro del Génesis. Salamanca, España: Ediciones Sígueme. [ Links ]

Renaud, Bernard. (2009). La alianza en el corazón de la Torá. Navarra, España: Editorial Verbo Divino. [ Links ]

Sicre. (2006). El pentateuco. [ Links ]

Römer, Thomas - Macchi, Jean-Daniel - Nihan, Christophe (eds.). (2004). Introducción al Antiguo Testamento. DDB, Bilbao, pp. 63-227. [ Links ]

Scholem, Gershom. (2001). «... todo es cébala». Diálogo cón Jorg Drews». Madrid: Minima Trotta. [ Links ]

A. Schüle. (2005). Made in the "Image of God". ZAW 117, pp. 1-20. [ Links ]

Sagan, Carl Edward. (1997). Cosmos. Barcelona: Planeta. [ Links ]

Ska J.L. (2001). La estructura del libro del Génesis. En Introducción a la lectura del Pentateuco. Claves para la interpretació n de los cinco primeros libros de la Biblia. Estella: Verbo Divino . Pp. 38-47. [ Links ]

Ska J.L. (2003). Los enigmas del pasado historia de Israel y relato bíblico. Navarra, España: Editorial Verbo divino. [ Links ]

Ska J.L. (2005). Il libro sigilato e il libro aperto. Bologna: EDB. Pp. 193-206. [ Links ]

Ska, J.L. (2012). Introducción al Antiguo Testamento . Santander, Sal Terrae Ska. [ Links ]

Ska J.L. (2013). El Pentateuco : un filón inagotable. Estella: Verbo Divino . Pp. 43-63. [ Links ]

J.L. (2015). Antico Testamento. 2. Temi e letture. Bologna, EDB. [ Links ]

Sorondo, Marcelo. (24 de octubre de 2016). El cuidado de la casa común: lectura desde lo ético y educativo . Ponencia presentada en el Simposio Javeriano sobre la Carta Encíclica Laudato Si'. Recuperado de http://www.javeriana.edu.co/institucional/etica-y-educacion (13/05/17) [ Links ]

Spinoza, Baruch. (1997). Tratado teológico-político. Barcelona: Altaya. [ Links ]

Spinoza, Baruch. (1980). Ética demostrada según el orden geométrico. Madrid: Ediciones Orbis, S.A. [ Links ]

Spinoza, Baruch. (1987). Tratado de la reforma del entendimiento. Ediciones alaleph. [ Links ]

Wenham, G.J. (1987). Genesis 1-15, Waco. [ Links ]

Wenham, G.J. (1999). "The Priority of P" Vetus Tetamentum 49. pp. 240-258. [ Links ]

Waltke, K. (2001). Genesis . A Commentary. Zondervan. Gran Rapids. Pp. 66-76. [ Links ]

Weiss. (2003). A Day of Gladness: The Sabbath among Jews and Christians in Antiquity. University of South Carolina Press, Columbia SC. [ Links ]

Wenin, A. (2001). Studies in the Book of Genesis . Literature, Redaction and History. Leuven University Press, Leuven. [ Links ]

Zubiría, Martín; Juan José Moral. (2016). El poema doctrinal de Parménides. Universidad Nacional del Cuyo. [ Links ]

Zondervan: Gran Rapids, 2001. Pp. 66-76. Norbert Lohfink. La estatua de Dios. Creatura y arte según Génesis 1. En: A la sombra de tus alas. Bilbao, DDB, 2002. Pp. 35-55. [ Links ]

1 El artículo representa un avance del proyecto de investigación titulado: El cuidado de la casa común (una conversación con Génesis 1-2), aprobado en la convocatoria de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá), sobre el impacto de la encíclica Laudato Si ' del Papa Francisco. El proyecto está registrado en la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Javeriana, registro SIAP, ID Propuesta: 00007610. El artículo es escritos a dos voces, desde la visión católica y la visión judía. Los autores ya hicieron un trabajo similar con el libro Los Salmos (Tehilim), Medellín, UPB- PUJ, 2017.

Cómo citar este artículo en APA: Cardona Ramírez, Hernán y Ánjel, Memo (2017). La impronta bíblica de Laudato S'. Diálogo a dos voces entre la encíclica y los inicios del Génesis.

1 Papa Francisco. Laudato Si'. Roma - Vaticano, 24 de mayo de 2015. Capítulo II. Nn. 62-100.

2 Tratado de los padres, libro en el cual se fundamenta la ética judía.

3 .Ver Blenkinsopp. El pentateuo, p. 77 ss.

4 Para Gen 1,1-3: Paul Beauchamp. (2005) Création et séparation. Étude exégetique du chapitre premier de la Genèse. LD 201, Paris: Le du Cerf, pp. 112-142.

5 Para posibles estructuras del libro del Génesis: Cfr. J.L. Ska. (2001) La estructura del libro del Génesis. En Introducción a la lectura del Pentateuco. Claves para la interpretación de los cinco primeros libros de la Biblia. Estella: Verbo Divino, pp. 38-47; J. L Ska. (2013): El Pentateuco: un filón inagotable. Estella, Verbo Divino, pp. 43-63; G. J. Wenham. (1987) Genesis 1-15 (WordBiblical Commentary), Word Books, Waco; G. J. Wenham. (1999) "The Priority of P" Vetus Tetamentum 49 pp. 240-258; J. Blenkinsopp. (2011) Un-creation, Recreation: A Discursive Commentary on Genesis 1-11. T&T Clark, London-New York; Felix García López. (2003) El Pentateuco. Estella: Verbo Divino; Th. Römer. J.D. Macchi. Ch. Nihan. (2007) Guida di lettura dell'Antico Testamento. Bologna: Edizioni Dehoniane, pp. 59-99. Pablo. R. Andiñach. (2012) Introducción Hermenéutica al Antiguo Testamento. Estella: Verbo Divino, pp. 81-100.

6 Ver. L'Hour. (2013) Génesis 1-11.

7 Ver. Fokkelmann, J.P. (1991) Narrative Art in Genesis: Specimens of Stylistic and Structural Analysis. Eugene, Oregon: Wipf and Stock Publishers. 1991.

8 Ver Botta. (2014) El pentateuco. 2014

9 Ver. Brueggemann, W. (1982) Genesis, Interpretation. A Bible Commentary for Teaching and Preaching, Louisville, Kentucky: John Knox Press Atlanta.

10 Sobre la posible influencia de otras culturas en la redacción del relato de la creación, ver. Ska. (2003) Los enigmas de pasado.

11 Sorondo, Marcelo. "El cuidado de la casa común: lectura desde lo ético y educativo" Ponencia presentada en el Simposio Javeriano sobre la Carta Encíclica Laudato Si'. Bogotá 24 de octubre de 2016.

12 Ver. Ska, Jean Louis S.J. Los enigmas del pasado historia de Israel y relato biblico. 2003.

13 Sobre la relación y las diferencias entre la evolución y la creación. Cfr. Gianfranco Ravasi. Darwin e il Papa. Il falso dilema tra evoluzione e creazione, Bologna, EDB, 2013. Pp. 32-34. Mircea Eliade. Il mito dell'eterno ritorno. Archetipi e ripetizione. Roma: Borla, 1999. H. Bergson. L'evoluzione creatrice. Milano: Raffaello Cortina, 2002.

14 Para una mirada narrativa del libro Génesis, es decir, esa relación entre narrativa y exégesis bíblica: Cfr. Jean Louis Ska. Il libro sigilato e il libro aperto. Bologna: EDB, 2005. Pp. 193-206.

15Sobre la dimensión comunitaria de la creación de Dios, ver: Julio Martínez, S.J. "El cuidado de la casa común: lectura desde lo ético y educativo" Ponencia en el Simposio Javeriano sobre la Carta Encíclica Laudato Si'. Bogotá 24 de octubre de 2016.

16 Acevedo. Creación y palabra: la acción creadora de Dios por medio de su palabra (GN1). 2016.

17 Ver. Auzou, Georges. En un principio Dios creo el mundo historia y fe. 1976.

18 Ver. Davies, PH. R. - Clines, D.J.A. (eds.) The World of Genesis: Persons, Places, Perspectives, Sheffield 1998.

19 El fin último de la ley es que el pueblo tenga vida, es decir, quien viva la ley y se mantenga en fidelidad a Yahvé tendrá vida en abundancia. Dios crea el universo con diez palabras, por ello en la dinámica creadora de cuanto existe está de por medio la acción de la Palabra de Dios. Ver. Renaud. La alianza en el corazón de la Torá. 2009.

20 En el primer capítulo del Génesis, Dios solo engendra vida, no muerte. De ahí que lo propio de Dios es en sí mismo la vida como un valor propio cuando Dios crea. Ver. Cotter. Genesis. 2003.

21 Los rabinos dicen: existe el mundo porque existe D's. Si hay mundo hay D's; si no hay mundo, no hay D's.

22 Ver. Scholem, Gershom. «... todo es cébala». Diálogo cón Jorg Drews» 2001.

23 Ver. Buber, Mordekhai Martin. Yo y tú. 2005.

24 Ver. Kaplan. El libro de la creación. 1994.

25 Ver. Maimónides. Obras filosóficas y morales. 2006.

26 Ver. Scholem, Gershom. «... todo es cébala». Diálogo cón Jorg Drews» 2001.

27 Ver. Kaplan. El libro de la creación. 1994.

28 Spinoza. Tratado teológico-político. 1997.

29 Al respecto entendemos claramente que el mundo es el ámbito privilegiado en donde acontece la existencia, es decir, la vida de los seres creados por Dios. El libro del génesis nos deja claro que Dios creó todo cuanto existe con su palabra, por pura gratuidad y generosidad. Y al crearnos en el mundo nos hace dependientes: existimos en el mundo, con el mundo y para el mundo.

30 Si bien el texto bíblico resalta la creación en siete días, el séptimo día Dios descanso. En sentido estricto, creó todo en seis días. Para el autor bíblico la culminación de la creación, es el día sexto, con el ser humano. Ver. Ibáñez Arana, Andrés. Para comprender el libro del génesis. 1999.

31 Ver. Aranda, G. Literatura judía intertestamentaria. 2000.

32 El nombre en la biblia revela la identidad de la creatura. Dios da nombre a las cosas para que de esta forma las cosas sean como deben ser, es decir, según la determinación nominalista de la creación. De ahí que cuando Dios revela el nombre de la creatura creada revela también su identidad, lo que lo caracteriza de otros seres.

33 Ver. Sicre. El pentateuco. 2006.

34 Ver. L'Hour. Génesis 1-11. 2013.

35 Sobre el Shabat, o séptimo día de la creación: H. Weiss. A Day of Gladness: The Sabbath among Jews and Christians in Antiquity. University of South Carolina Press, Columbia SC, 2003.

36 Ver. Acosta. Dios, hombre, creación. 2015.

37 Ver Rad, Gerhard von. El libro del Génesis. 2008

38 Sobre el ser humano en los inicios de la Biblia: A. Wenin. L'homme biblique. Lectures dans le premier Testament. Paris: Le du Cerf, 2004.

39 Dios crea y a la vez bendice lo creado por que todo lo ha hecho bien. La creación del varón y la mujer es el acto culmen del hacer-bendecir de Dios. Al crear con su palabra hace participes a sus creaturas de la vida y a su vez les da el mundo para habitarlo. Ver. L'Hour. Génesis 1-11. 2013.

40 Ver. García, F. El Pentateuco. 2003.

41 Para Agustín de Hipona, sobre la creación del primer día, Dios no podía crear fuera del tiempo y del espacio, por eso, creó primero la luz y las tinieblas, condición de posibilidad para que las cosas existan. La cuestión del tiempo en el Génesis es enigmática, sin embargo, nos queda claro que Dios crea los seres en el tiempo. Ver. Agustín. Las Confesiones. Madrid: BAC, 2013

42 Sobre el contexto agrícola y el colorido campesino de Gen 2-3. T. Stordalen. Man, Soil, Garden. Basic Plot in Genesis 2-3 reconsidered. JSOT 53 (1992). Pp. 3-26.

43 Para el autor bíblico, la creación de los astros en el cuarto día, descubre cómo estos cuerpos celestes fueron creados por Dios-Elohim y por lo tanto no constituyen ninguna divinidad como en otras culturas (sumerios, egipcios, babilonios). El Dios de Israel está por encima de las divinidades. Ver. Ska, S.J. Los enigmas del pasado historia de Israel y relato bíblico. 2003.

44 Cosgrove. Teología judía de nuestro tiempo. 2012.

45 Uno de los tratados del Talmud es Berajot.

46 Ver. Alef-Jojma. El Talmud. 2009.

47 Ver. Heidegger. Ser y tiempo. 2003.

48 Si bien se traduce como vivir en el mundo, también es vivir el mundo.

49 Ver. Buber, Mordekhai Martin. Yo y tú. 2005.

50 Ver. Spinoza. Ética demostrada según el orden geométrico. 1980.

51 Ver. Sagan, Carl Edward. Cosmos. 1997

52 Aristóteles. Metafísica. 1998

53 Ver. Acevedo. Creación y palabra: la acción creadora de Dios por medio de su palabra (Gen 1). 2016.

54 El acto creador de Dios por su Palabra es abundante. La bendición a lo creado es la prueba que todo lo ha hecho bien. En este sentido, la creación participa de la bendición del Señor y le comunica la gracia de la vida como un acto generoso y pleno. Para Gen 1, la fecundidad tanto de la tierra, como de los animales y del ser humano es la mayor bendición recibida de parte de Dios. De ahí que, en otros pasajes de la biblia, se considere una desgracia o maldición la esterilidad (Gen. 11, 29-30; Gen. 25, 21, 24, 26; Gen. 29, 31; 1Sam. 1-2; 6-11; Luc. 1, 5-7), pues no se participa de esta bienaventuranza.

55 Ver Rad, Gerhard von. El libro del Génesis. 2008.

56 Ver. Girón Blanc. Narraciones bíblicas de la creación. 2002

57 Sobre Gen 1,26-27. P. Merlo. L'immagine di Dio. Maschio e femmina in Gn 1,26-27 e nella figura di Dio. Anthropotes 21 (2005). Pp. 105-119. A. Schüle. Made in the "Image of God". ZAW 117 (2005), pp. 1-20. S. L. Herring. A Transsubstantiated humanity: The Relationship between the Divine Image and The Presence of God in Genesis in 26f. Vetus Testamentum 58 (2008), pp. 480-494. J. A. Berman. Created Equal. Oxford: University Press, 2008. B. K. Waltke. Genesis. A Commentary. Zondervan: Gran Rapids, 2001. Pp. 66-76. Norbert Lohfink. La estatua de Dios. Creatura y arte según Génesis 1. En: A la sombra de tus alas. Bilbao, DDB, 2002. Pp. 35-55.

58 Desde la filosofía, Hans Jonas destaca la responsabilidad con la creación como principio del cuidado, como se ha dicho en Laudato Si', la Casa Común. Ver. Jonas, Hans. El principio de responsabilidad: ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona: Herder, 1995.

59 Ver. Ska, Jean Louis S.J. Los enigmas del pasado historia de Israel y relato bíblico. 2003.

60 Ver. Gibert, P., Bible, mythes et récits de commencement. 1986.

61 Ver. Aranda, G. Literatura judía intertestamentaria. 2000.

62 Ver. Blum, E., Studien zur Komposition des Pentateuch. 1990.

63 Ver. L'Hour. Génesis 1-11. 2013.

64 Ver. Wenin, A., Studies in the Book of Genesis. Literature, Redaction and History. 2001.

65 Sobre la capacidad de gobernar en el contexto social y político de Colombia en relación con los aportes de Laudato Si'. Ernesto Guhl Nannetti. "La política ambiental colombiana en las dos últimas décadas y Laudato si". Ponencia presentada en el Simposio Javeriano sobre la Carta Encíclica Laudato Sì. Bogotá 16 de junio de 2016. Recuperado de http://www.javeriana.edu.co/institucional/pensamiento-ambientaleducacion (13/05/17).

66 Shmuel Yosef Agnon, Premio Nobel de literatura 1966, es quizá el mejor representante literario de los jasidim: sus personajes son en D's, no reclaman, no piden, solo se alegran en Él. Y en esta alegría, la creación es y D's es.

67 Ver. L`Hour. (2013) Génesis 1-11.

68 Ver. Wenham, G.J. (1987) Genesis 1-15.

69 En Gen 1, Dios creó al varón y a la mujer, en igual condición, les donó su Espíritu de vida para que participaran, al igual que las demás creaturas de la bendición de vida. Al crear Dios a la humanidad el mismo día que los animales afirma que todos somos "creaturas de Dios". El mundo, como lo ha dicho el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si', es nuestra casa común que compartimos no solo con otros seres humanos, sino también con los animales que de alguna manera nos posibilitan al existencia. La dimensión comunitaria cósmica que nos presenta el génesis es de gran armonía y equilibrio: todo lo creado se abastece, es suficiente y no hay signos contradictorios de muerte. Ver. Hamilton, V.P. (1994) Genesis 1-17.

70 Rad, Gerhard von. El libro del Génesis. 2008

71 Ver. García, F. (1988) El hombre, imagen de Dios en el Antiguo Testamento.

72 La responsabilidad de la humanidad, frente a lo creado es de suma importancia. La humanidad es lo último que Dios crea y por lo tanto el culmen y plenitud de la obra creadora de Dios. Al respecto, según Hans Jonas, la humanidad tiene en relación a la creación, la responsabilidad de proteger y velar por la vida. Ver. Jonas, Hans. (2000) El principio vida. Hacia una biología filosófica. Madrid: Trotta.

73 Ver. Gómez-Acebo, I., (ed.). (1997) Relectura del Génesis.

74 Ver. Acevedo. (2016) Creación y palabra; la acción creadora de Dios por medio de su palabra (Gen 1).

75 Ver. Hamilton, V.P. (1994) Génesis 1-17.

76 Según el Papa Francisco, las creaturas participan de la existencia dada por Dios en esta casa común que es el planeta tierra. Es responsabilidad de todos velar por el cuidado de la casa. En una cultura basada en el paradigma tecnocrático capitalista que arrasa con todo a su paso en pro de unos pocos, se hace difícil un cambio de mentalidad ecológico para la preservación y conservación del ambiente. Ver. Francisco Papa (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común.

77 El ser humano participa de la unidad de Dios porque fue creado a su imagen y semejanza. La fraternidad según Génesis 1, hacer pensar en la dimensión comunitaria de la humanidad creada por Dios. Al participar del proyecto divino de salvación como corresponsables de esta gran misión, somos acreedores del bienestar social, ecológico, político, cultural de lo que existe, en sus múltiples formas, en la tierra. Ver. Acosta R. (2015) Dios, hombre, creación; hacia una ecoteología bíblica.

78 Sobre el significado del dominio y el sometimiento de la creación. Ver. Jonas, Hans. (2000) El principio vida. Hacia una biología filosófica. Madrid: Trotta.

79 Para Martín Buber, hay dos palabras primordiales: Yo-Tú. Y son primordiales porque no solo tienen que ver con la creación de D's sino con el entendimiento de esta creación. Ver. Buber, Mordekhai Martin. (2005) Yo y tú. Madrid, España: Caparrós Editores.

80 Kaplan, Aryeh. (1994) El libro de la creación.

81 Leibowitz, N. (1981) Studies in Bereshit.

82 El mandato divino de dominación sobre todo lo creado no significa acabar con todo, antes por el contrario, obliga a ser corresponsables de la creación de Dios, es decir, velar por su protección y cuidado. Según Hans Jonas se ha malinterpretado este versículo de la Biblia justificando la explotación y el mal uso de los recursos naturales. Ver. Jonas, Hans. (1995) El principio de responsabilidad; ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona: Herder. Ver. Francisco Papa. (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común. Ver. Acosta R. (2015) Dios, hombre, creación; hacia una ecoteología bíblica.

83 Uno de los primeros, dentro de los Padres de la Iglesia, en tratar el tema sobre el «libre albedrío» fue Agustín. Él pregunta "¿Dios es el creador, autor del mal? Dios no ha creado el mal. Con base en Gen 1, todo lo creado participa de la bondad de Dios, de su bendición. Pero, como se afirma en Gen 3, Dios respeta la libertad del ser humano y que obre de acuerdo a sus decisiones.

84 Ska, J.L. (2012) Introducción al Antiguo Testamento.

85 Idem. (2015) Antico Testamento. 2. Temi e letture.

86 Sobre el paraíso: Ska, J.L. (2013) Nuestros Padres nos contaron. Cuaderno Bíblico 155. Estella: Verbo Divino. Pp. 21-25.

87 En los vv. 14-16 la temática es similar a la de Gén.1: "El Señor los haga fecundos, a ustedes y a sus hijos. Sean benditos del Señor, quien hizo cielos y tierra. Los cielos, son los cielos del Señor, pero la tierra la ha dado a los hijos del hombre".a Por lo tanto: creación, fecundidad, bendición, donación de la tierra, son también de Dios, pero la ha dado a sus hijos.

88 Si bien Dios ha dado al ser humano el mandato de gobernar, dominar y regir sobre la tierra, esta verdad no le da el derecho de ir en contra del orden creado por Dios. Cuidar de la tierra, la casa común, es el mandato del ser humano sobre la tierra. Ver. Jonas, Hans. (1995) El principio de responsabilidad; ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Barcelona: Herder. Ver. Francisco Papa. (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común. Ver. Acosta R. (2015) Dios, hombre, creación; hacia una ecoteología bíblica.

89 Dios da la existencia y el modo de sustentarla. Este carácter de dependencia permite reconocer la bondad de Dios al donarnos la vida y lo necesario para vivir dignamente. En Gen 1 no hay signos de muerte, exclusión, hambre, injusticia y despilfarro. Todo es creado a su medida y por ello nadie debería carecer de lo necesario. Ver. Francisco Papa. (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común.

90 Los alimentos constituyen el modo por el cual el ser humano se integra de manera arraigada a la creación: al crearnos en la tierra y al darnos la existencia nos vinculamos con todo lo creado por Dios. El alimento constituye la base para procurar la existencia: su escasez priva de lo fundamental para vivir, pero su abundancia nos puede apartar de la mirada de Dios. En Gen 1 no cabe el uso desmedido de los recursos naturales. Ver. Francisco Papa. (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común; Acosta R. (2015) Dios, hombre, creación; hacia una ecoteología bíblica.

91 Ver. Albertz, R. (1999) Historia de la religión en tiempos del Antiguo Testamento.

92 Platón. (2002) Cratilo o sobre el lenguaje.

93 Ver. Buber. (2005) Yo y tú.

94 Ver. Levinas, Emmanuel. (2002) Totalidad e infinito.

95 La creación contiene a D's en cuanto creador, y lo creado está contenido en D's en cuanto creatura. Esta dialéctica relacional existencial nos hace caer en cuenta de que la creación es el primer escenario por el cual se manifiesta o se revela Dios. En efecto, D's permite que todo lo creado participe de manera efectiva en su divinidad. Ver. Cosgrove. (2012) Teología judía de nuestro tiempo.

96 Ver. Buber.(2005) Yo y tú.

97 En Génesis 1 no hay referencia a la muerte. Y la creación vive gracias al alimento dado por Dios, un alimento común para todos: «las hierbas del campo». No hay necesidad de sacrificios, de muerte, de acabar con el entorno para subsistir. Dios da lo necesario siempre. Para el Papa Francisco, el ser humano como responsable principal de la casa común, es garante de la subsistencia equilibrada y digna de toda persona. Ver. Acosta R. (2015) Dios, hombre, creación; hacia una ecoteología bíblica.

98 Ver. Wenham, G. J. (1987) Genesis 1-15, Waco.

99 Ska, Jean Louis S.J. (2003) Los enigmas del pasado historia de Israel y relato bíblico.

100 En Génesis 1, todo está a favor de la vida, solo después del diluvio se permiten los sacrificios de animales, en la nueva creación. Y allí ahora es necesario saber administrar los alimentos del Señor. Ver. Francisco Papa. (2015) Carta Encíclica Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común.

101 Sobre el jardín de Dios y el jardín de Edén: Mario Liverani. (2003) Oltre la Bibbia. Storia antica di Israele. Bari: Latreza. Pp. 262-264; T. Stordalen. (2000) Echoes of Eden. Genesis 2-3 and Symbolism of the Eden Garden in Biblical Hebrew Literature. Lovaina: Peeters. Pp. 321-331.

102 Ver. L'Hour. (2013) Génesis 1-11.

103 Ver. Blenkinsopp. El pentateuco. P. 77 ss.

104 Spinoza. (2000) Tratado de la reforma del entendimiento.

105 Sobre la muerte y la vida: Ver. Marchadour. (1982) Muerte y vida en la biblia. Navarra: Editorial Verbo Divino.

106 Cortázar, Julio. (2009) El perseguidor.

107 La violencia es el signo de muerte más demarcado en nuestro contexto colombiano. Si desde el principio el proyecto original era la comunión vital existencial entre todas las creaturas, la violencia imprime rasgos de la no-vida, o la renombrada cultura de la muerte.

108 Ver. Navarro. (2010) La Torah.

109 Ver. Heschel, Abraham Joshua. (1984) El shabat y el hombre moderno.

110 El Shabat constituye el día por el cual se celebra la vida como don, tarea y compromiso. El sentido de fiesta de la creación permite reconocer su dimensión comunitaria como consecuencia inmediata del generoso acto de Dios al hombre. Además, cabe resaltar la dimensión ecológica del shabat en cuanto no solo descansa D's sino también todo lo creado. Ver. Mahecha. (2011) El Shabat una estrategia ecológica de Dios.

111 Ver. Mahecha. (2011) El Shabat una estrategia ecológica de Dios.

112 Ver. Römer, Thomas. (2004) Introducción al Antiguo Testamento.

113 Campbell, A.F. (1993) Sources of the Pentateuch.

114 Ver. Blum, E. (1984) Die Komposition der Vätergeschichte.

115 Ver. L'Hour. (2013) Génesis 1-11.

116 Ver. Ska, Jean Louis S.J. (2003) Los enigmas del pasado historia de Israel y relato bíblico.

117 Sobre el Shabat, o séptimo día de la creación: H. Weiss. (2003) A Day of Gladness: The Sabbath among Jews and Christians in Antiquity. University of South Carolina Press, Columbia SC.

118 Zubiria. (2016) Elpoema doctrinal de Parménides.

119La jalá es un pan trenzado para indicar que el día sábado se une lo divino con lo humano. Y al partir este pan, se le echa encima un poco de sal, para que haya paz y bienvenida.

120 Trozo de la Torá que se lee cada sábado.

121 Premio Nobel de literatura 1978.

Recibido: 02 de Mayo de 2017; Aprobado: 20 de Junio de 2017

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons