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Franciscanum. Revista de las Ciencias del Espíritu

versão impressa ISSN 0120-1468

Franciscanum vol.59 no.167 Bogotá jan./jun. 2017

 

Book review

Kasper, Walter. El Papa Francisco, revolución de la ternura y el amor: Raíces teológicas y perspectivas pastorales. Santander: Sal Terrae, 2015.

Juan Pablo Espinosa Arce* 

* Profesor de religión y filosofía con el grado académico de Licenciado en Educación por la Universidad Católica del Maule, Chile. Actualmente cursa el Magíster en Teología con especialización en Teología Fundamental en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Contacto: juanpablo.231190@gmail. com; jpespinosa@uc.cl.


El Cardenal Walter Kasper, uno de los teólogos más reconocidos del presente tiempo, nos entrega esta obra que reúne una serie de conferencias pronunciadas entre el 2013 y el 2014 cuyo tema central fue la figura del Papa Francisco. Dicen que el rostro es aquello que nos permite un acceso, aunque sea parcial, a la persona. Llevando esta imagen al título de la obra que estamos presentando, este nos aporta elementos que son interesantes de considerar. Hay tres conceptos que, al entender de Kasper, marcan el hasta ahora breve pontificado de Francisco, ellos son: revolución, ternura y amor, los cuales son pasados por la hermenéutica teológica y pastoral. Pensar en una revolución nos hace evocar conceptos tales como cambios, nuevos paradigmas, movimientos sociopolíticos, manifestaciones, luchas, proyectos a emprender que han sido desarrollados desde la ternura y el amor. Y eso es justamente lo que el Papa Bergoglio ha ido realizando con gestos más que con palabras, y es a lo que Kasper nos invita a conocer y pensar en los doce capítulos que componen esta obra: «El papa de las sorpresas» (Cap. 1), «Continuidad y reforma: no las cenizas, sino el rescoldo» (Cap. 2), «Encuadramiento en la historia de la teología: raíces argentinas y europeas» (Cap. 3), «El Evangelio: origen, fundamento y fuente de la alegría» (Cap. 4), «Misericordia: palabra clave de este pontificado» (Cap. 5), «La eclesiología del pueblo de Dios, en concreto» (Cap. 6), «Perspectivas de renovación eclesial» (Cap. 7), «Visión ecuménica» (Cap. 8), «Nuevos acentos en el diálogo interreligioso» (Cap. 9), «Una Iglesia pobre para los pobres» (Cap. 10), «El reto de la pobreza en el mundo actual» (Cap. 11) y «Europa ¿dónde están tus ideales?» (Cap. 12). Estos capítulos van precedidos por un prólogo del autor y, al final, por una síntesis «Mirada hacia delante: la alegría y la esperanza del Evangelio». Finaliza todo con las abreviaturas.

Conocer los contextos, las inspiraciones, los modelos de Iglesia que fueron haciéndose presentes en el episcopado de Jorge Mario Bergoglio, nos ayudan a comprender qué Papa es. W. Kasper lo llama «el Papa de las sorpresas»1. El inicio de su pontificado ya es sorpresivo, ya que asume luego del Cónclave que se convoca al momento de la renuncia de Benedicto XVI (11-02-2013). La decisión del Papa Ratzinger, a juicio del autor, «no dañó al papado, como algunos temían: antes bien, lo hizo más humano y, sobre todo, más espiritual»2. La renuncia de Benedicto se realizó en medio de una fuerte crisis de confianza y de credibilidad, fruto de los llamados Vatileaks, el tema del Banco Vaticano y los numerosos casos de pederastia por parte de algunos sacerdotes. Es entonces cuando se hizo necesario reunir a los Cardenales electores en Cónclave, en el cual Bergoglio no se encontraba dentro de los papables. La elección del entonces Arzobispo de Buenos Aires, a juicio de Kasper, hizo entender a muchos que «en este cónclave algo se había puesto en marcha (...) allí pudo experimentarse lo que el papa dijo después durante la audiencia a todos los cardenales: es Cristo quien, a través de su Espíritu, guía a la Iglesia»3. Al momento de saludar al pueblo romano y a los peregrinos venidos por el Cónclave, Francisco les habló como Obispo de Roma, con la cercanía paternal del que, como dijo Agustín, era cristiano con ellos y Obispo para ellos. Kasper afirma que con Francisco ha iniciado un nuevo camino nuevo en la Iglesia, y que no es otra cosa que el seguimiento de Jesucristo. Así, el autor sostiene que «lo sorprendentemente nuevo de este papa de las sorpresas no es tanto esta o aquella innovación cuanto la eterna novedad del Evangelio»4.

Francisco constantemente ha llamado a que la Iglesia ha de volver al «Evangelio, origen, fun damento y fuente de la alegría»5. Es más, su primera Exhortación Apostólica está dedicada justa mente a la alegría que de él nos viene y a la evangelización, como praxis eclesial profundamente alegre (Evangelii Gaudium). Con Francisco volvemos a recordar una y otra vez que el Evangelio es una Buena Noticia para todos y todas, especialmente para los pobres. Kasper, a propósito de Evangelii Gaudium, nos dice que este documento «aborda a fondo el problema de la Iglesia y el mundo actual. Este documento pontificio responde con el Evan gelio a la indigencia de nuestra época y a la crisis de la Iglesia»6. Es más, muchos teólogos han asumido que entre Gaudium et Spes, Evangelii Nuntiandi y Evangelii Gaudium existe una continuidad de pensamiento y de acción eclesial fundamentada en el amor, en el diálogo y en la misericordia, entendida como característica esencial del Dios de la Biblia.

Ahora bien, si intentamos buscar alguna palabra que sintetice lo que ha sido este Pontificado, debemos sostener con Kasper que esta palabra que a la vez es acción es la misericordia7. El autor sostiene que «para el Papa Francisco, el centro del Evangelio lo ocupa el mensaje de la misericordia»8, es más, el lema de su pontificado es Miserando atque eligendo, es decir, «Mirándolo con misericordia lo eligió», el cual se extrae desde los comentarios al Evangelio que realizó Beda el Venerable entre finales del siglo vn y principios del viu. La comprensión que Francisco tiene de la misericordia es eminentemente bíblica y es el rasgo característico para comprender quién es Dios y cómo actúa en favor del hombre. Ya en el Evangelio, vemos que la praxis de Jesús es una que acoge misericordiosamente y que anuncia que Dios ama a los que viven la misericordia. Para comprender cómo la misericordia ha constituido la palabra clave del pontificado de Francisco, W. Kasper sostiene que ella se entiende para el Papa argentino como «principio hermenéutico en el sentido de la jerarquía de verdades, no para reemplazar o vaciar de contenido la doctrina y los mandamientos, sino para entenderlos y realizarlos adecuadamente en consonancia con el Evangelio»9. Francisco propone revalorizar la misericordia y desde ella construir un nuevo paradigma y un nuevo relato que tenga un mayor alcance para cada persona, es más, el mismo Año Jubilar convocado por Francisco está dedicado a la misericordia y específicamente a Aquél que es el Rostro de la Misericordia, Jesucristo.

Evangelio, fuente de la ale gría permanente y la misericordia, modo de ser del Dios de Israel y de Jesús, deben ser asumidas nece sariamente por la Iglesia, la cual debe ser Madre de Misericordia.

Este tema lo asocia Kasper con «la eclesiología del Pueblo de Dios en concreto»10. La eclesiología subya cente de su pontificado es el gran legado del Concilio Vaticano II, el cual tuvo la aplicación más fuerte y novedosa en la Iglesia Latinoa mericana desde la Conferencia de Medellín (1968). La Iglesia de nuestro continente tuvo una forma de hacer comunidad creyente y de pensar la fe (teología) en las experiencias de las comunidades eclesiales de base y en la teología de la liberación y en la teología del pueblo que nace en Argen tina. Con esto Kasper sostiene que en Francisco acontece un «encuadramiento en la historia de la teología con raíces argentinas y europeas»11. Entre los maestros del Papa Francisco, Kasper re cuerda a Lucio Gera (1924-2012), al cual Bergoglio lo llamó el «pa dre de la teología argentina»12. La teología del pueblo y la eclesiolo-gía del Pueblo de Dios tienen por objetivo «escuchar la sabiduría del pueblo. De ahí que se conceda gran importancia a la religiosidad popular. Esta teología no ignora, por supuesto, los antagonismos sociales existentes; pero no se guía por la idea de la lucha de clases, sino por el pensamiento de la armonía, la paz y la reconcilia ción. Este ideal resplandece una y otra vez en los posicionamientos del Papa Francisco»13.

Desde estas influencias teológicas, podemos ver cuáles son los elementos que configuran la pastoralidad de Francisco, que no consiste en un «bondadoso casticismo ni, menos aún, barato populismo. Tras el estilo pastoral cercano al pueblo del papa hay toda una teología, más aún, está su mística del pueblo. Para él, la Iglesia es mucho más que una institución orgánica y jerárquica; es ante todo pueblo de Dios en camino hacia Dios, pueblo peregrino y evangelizador»14. Estamos en presencia de un cambio de paradigma que para Francisco se denomina «Iglesia en salida». Solo así la Iglesia será realmente el Pueblo de Dios peregrino, misionero y evangelizador alegre. Solo así la Iglesia será realmente «una Iglesia pobre para los pobres»15, expresión que Francisco utilizó en su encuentro con los periodistas luego de su elección. En sus palabras volvimos a escuchar a Juan XXIII quien también quiso una Iglesia pobre y para los pobres. Es más, el mismo nombre Francisco, en recuerdo del pobrecito de Asís, nos pone en la sintonía de que la Iglesia ha de estar en constante reforma, cambios que deben mirar necesariamente a la opción preferencial que se hace por los pobres. Kasper nos dice que «la opción del Papa Francisco por una Iglesia pobre está en último término fundada cristológicamente»16 y más adelante nos recuerda que «con la opción preferencial por los pobres y con la apuesta por una Iglesia pobre, el papa Francisco se encuadra una vez más en una larga tradición (.) retoma una aspiración del Vaticano II a menudo descuidada e inicia una nueva fase de recepción del Concilio»17.

Esta recepción de la que habla W. Kasper nos permite caer en la cuenta de que con Francisco estamos en presencia de las «perspectivas de renovación eclesial»18. La forma de iniciar el pontificado, su cercanía con los enfermos y los pobres, el llamado a Sínodo con el tema de la familia, su convocación al Año Jubilar de la Misericordia nos hacen comprender que en el Papa Argentino encontramos:

Un estilo procesual y dialógico que pretende incorporar a todo el Pueblo de Dios. No tiene nada que ver con una constitución democrática ni tampoco con un plebiscito. No se trata de tomar decisiones por mayoría, sino de escuchar en común lo que el Espíritu dice a las comunidades. En la escucha de las múltiples voces existentes en la Iglesia y en el intercambio de los testimonios de fe de todos debe cobrar expresión en el Espíritu Santo la voz única del Evangelio19.

Francisco quiere renovar la Iglesia desde las comunidades, desde la unidad en la pluralidad, desde un proceso sinodal (camino hecho en comunión), desde la vivencia auténtica del Evangelio. Este camino hecho con otros involucra también la «visión ecuménica» y el colocar «nuevos acentos en el diálogo interreligioso». Francisco, sostiene el autor, junto con sentirse cercano a los hermanos de otras denominaciones cristianas y hasta de otras confesiones religiosas, «se siente próximo también a quienes, pese a no pertenecer a ninguna tradición religiosa, se hallan en búsqueda de lo verdadero, bueno y bello, que es Dios mismo, seres humanos a los que él considera aliados en la defensa de la dignidad humana, la construcción de una convivencia pacífica entre los pueblos y la respetuosa conservación de la creación»20. Esas son simplemente las sorpresas del pontificado. Hacia allá debe caminar la Iglesia en salida. Ese ese el futuro próximo que debe abrirse desde el Evangelio y la misericordia, desde el diálogo con todos.

¿Qué nos queda al finalizar la obra de Walter Kasper? La figura de un Papa que ha ido propo niendo nuevos esquemas, pa radigmas, relatos e imaginarios religiosos y sociales, propuestas que nacen del Evangelio y de la Tradición de la Iglesia, especial mente de la Iglesia latinoameri cana, Madre y Maestra de Jorge Mario Bergoglio, y que el ahora Papa Francisco ha sabido llevar a la Iglesia Universal. Recorrer las páginas de esta obra nos permite empaparnos de toda la revolu ción de la ternura y del amor que este Papa Jesuita nos ha ido apor tando. La teología, la pastoral y la vivencia eclesial han de pasar por el cedazo hermenéutico de la propuesta vivencial de Francisco, Obispo de Roma, quien nos sor prende no con tantas palabras, sino con gestos elocuentes. Su pontificado, finaliza Kasper su obra, «es una revolución en el sentido originario de la palabra: el retorno al origen del Evangelio como camino hacia el futuro, una revolución de la misericordia»20.

1 Walter Kasper, El Papa Francisco, revolución de la ternura y el amor: Raíces teológicas y perspectivas pastorales (Santander: Sal Terrae, 2015), cap. 1, 11.

2 Walter Kasper, El Papa Francisco, 11-12.

3 Walter Kasper, El Papa Francisco, 16.

4 Walter Kasper, El Papa Francisco, 21.

5 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 4.

6 Walter Kasper, El Papa Francisco, 44.

7 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 5.

8 Walter Kasper, El Papa Francisco, 53.

9 Walter Kasper, El Papa Francisco, 58.

10 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 6.

11 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 3.

12 Walter Kasper, El Papa Francisco, 32.

13 Walter Kasper, El Papa Francisco, 34.

14 Walter Kasper, El Papa Francisco, 63.

15 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 10.

16 Walter Kasper, El Papa Francisco, 100.

17 Walter Kasper, El Papa Francisco, 105.

18 Cf. Walter Kasper, El Papa Francisco, cap. 7.

19 Walter Kasper, El Papa Francisco, 81. 20 Walter Kasper, El Papa Francisco, 96.

20 Walter Kasper, El Papa Francisco, 133.

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