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Franciscanum. Revista de las Ciencias del Espíritu

versão impressa ISSN 0120-1468

Franciscanum vol.59 no.167 Bogotá jan./jun. 2017

 

Book review

Bonilla Morales, Jaime Laurence. Educación Religiosa Escolar en perspectiva de complejidad. Bogotá: Editorial Bonaventuriana, 2015.

Ivonne Adriana Méndez Paniagua *  

* Teólogade la Pontifica Universidad Urbaniana de Roma, Especialista en Educación Religiosa Escolar por la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, y Magíster en Disciplinas Religiosas con énfasis en Espiritualidad Misionera y Pedagogía de la Religión, por la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma. Es profesora del Instituto Bíblico Pastoral Latinoamericano de la Corporación Universitaria Minuto de Dios y miembro del Grupo de Investigación Palabra, Pueblo y Vida del mismo Instituto. Contacto: ivadmepa@hotmail.com


El libro Educación Religio sa Escolar en perspectiva de complejidad presenta algunos resultados de la investigación propuestos en el proyecto «Edu cación Religiosa Escolar y peda gogías para el reconocimiento del pluralismo religioso», que se preocupa sistemáticamente por la fundamentación de la Educación Religiosa Escolar (ERE) y hace un acercamiento a las preguntas fundamentales sobre el qué y para qué de la ERE. Después de una introduc ción en la que Bonilla Morales da cuenta de la importancia del tema, su originalidad, método y presentación general, la obra se divide en cuatro capítulos.

El primer capítulo, «Confi guración de la Educación Reli giosa Escolar», lo desarrolla en dos partes. La primera inicia con la pregunta sobre la naturaleza de la ERE para comprender los fundamentos que la soportan como disciplina y como área del conocimiento, desde una visión holística, teniendo en cuenta los componentes que la integran: la educación, lo religioso y lo escolar. Allí el autor destaca los aportes que el acercamiento teórico de los tres componentes hacen a la naturaleza de la ERE. La educación la propone desde distintas definiciones, diferentes escuelas de pensamiento, las ciencias de la educación y la educación integral, presentando la necesidad de articular la ERE a la educación para que se realice una actualización, cuestiona-miento y crecimiento permanente en su fundamentación, didáctica y prácticas educativas, que res pondan a los objetivos propuestos en la educación nacional y a la pertinencia de su propia disci plina y las ciencias afines. Al presentar el componente de lo religioso, muestra la religión y el hecho religioso como elemen tos importantes que relacionan la ERE con la trascendencia, con la divinidad, con el Otro y esta blece el límite entre la relación de la humanidad y la divinidad. Además, la expresa como esa di mensión del ser humano que le permite estructurar la conciencia y, desde su experiencia religiosa, asumir posiciones críticas frente a sí mismo y sus realidades plu rales, conservando sus posturas sistemáticas y propositivas, con dicionando de esta manera la educación. Ya con el componente escolar, presenta a la escuela como el espacio propicio donde la ERE puede proyectarse y actuar en la formación inicial de niños y jóvenes, indicando los retos de la escuela y la relación que tiene con la ERE.

En la segunda parte de este capítulo presenta la ERE como disciplina y área de conocimiento, identificando como objeto de estudio al hecho religioso y como sujeto de la ERE a los estudiantes y toda su estructura cultural, social, política y religiosa, lo que le permite convertirse en una disciplina independiente con un alto potencial interdisci plinar. En consecuencia, con su investigación, identifica que el reconocimiento de la experiencia religiosa como una expresión cultural real y diversa, el reco nocimiento de los elementos que brinda la escuela para el análisis e interpretación de la realidad y la integración de la religión como cultura y de la disciplina escolar, son los tres momentos de la cons titución disciplinar de la ERE.

El segundo capítulo, «El pensamiento complejo y la Edu cación Religiosa Escolar», desa rrolla el tema de la complejidad y el paradigma del pensamiento complejo, desde Edgar Morin. Presenta la complejidad como una realidad compuesta por una perspectiva plural que reta al pensamiento lineal y a la visión unidimensional del paradigma de la simplicidad, a salir de vi siones reduccionistas, abstractas o disyuntivas y a abrirse, a en caminarse hacia una visión más holística. Reto que se propone también a la ERE, la cual ha sido vista y orientada desde un pen samiento y epistemología simple, que la ha reducido y la ha mante nido aislada del amplio universo que compone el conocimiento. Pero, para que este cambio se realice, la misma educación y la escuela están llamadas a cam biar sus propias dinámicas y a ubicarse dentro de un contexto planetario, que exige creatividad y efectividad para sacarlo de la crisis en la que está, para educar en la esperanza como horizonte de futuro que permita el giro de la educación tradicional, transmisionista, a una educación donde se generen los entramados de diálogo, investigación, recono cimiento de las dimensiones de la realidad y desde allí suscitar nuevas metodologías para la formación de seres humanos más creativos, con capacidad de inte grar las dinámicas planetarias en un mundo que presenta múltiples posibilidades desde el contacto con las diferentes disciplinas y el aprendizaje por descubrimiento de los estudiantes.

Vista la educación de esta manera, Bonilla Morales resalta las características de la ERE desde el paradigma del pensamiento complejo, que de este modo rom pe la visión tradicional y unilate ral, desde donde se ha enfocado por mucho tiempo, y amplía el horizonte para que además de ser reconocida como una disci plina, pueda comprenderse como el entramado de las relaciones de las tradiciones religiosas, las tradiciones humanas sociales y culturales, y responda con crea tividad a los desafíos del contexto planetario.

El tercer capítulo, dedicado a reflexionar sobre «La trans-disciplinariedad aplicada a la Educación Religiosa Escolar», es una propuesta de comprensión y contextualización de la transdisciplinariedad como un elemento constitutivo y dinamizador de la complejidad en la educación. Además, es presentada como un elemento fundamental para la construcción de una sociedad más humana que permite romper las barreras del conocimiento especializado que individualiza, descontextualiza y pierde de vista la integralidad de los sa beres y las disciplinas. Si bien, la especialización de los cono cimientos se ha procurado para su organización en el proceso de la cognición humana, la cual ha ayudado a la conformación disciplinar de la ciencia actual, también se ha realizado de for ma unidireccional, descontextualizada y aislada, rompiendo los puntos de encuentro de los saberes, negando la posibilidad de contemplar la realidad de una manera más integral. Una visión transdisciplinar del conocimiento permitirá compartir estructu ras y métodos entre las mismas disciplinas y abrirá el horizonte a nuevas formas integradas del conocimiento al servicio de la humanidad. Para establecer el camino hacia la transdisciplinariedad, Bonilla Morales propone una reflexión teórica a partir de autores como Piaget, Nicolescu y Morin, para la comprensión del desarrollo del término y la iden tificación de sus características en relación con el paradigma del pensamiento complejo.

Con base en las reflexiones realizadas a través del capítulo se concluye que la ERE es más que una disciplina, que requiere abrirse y entrar en diálogo con los demás saberes y ciencias para que realice su aporte fundamen tal en la construcción de un ser humano integral. Si esta apertu ra es realizada por la ERE, como área de formación, presentaría su carácter interdisciplinar con las ciencias exactas, de la educación y la religión, propiciaría encuen tros dialógicos entre fe y ciencia, y daría sentido pleno a las respues tas que puedan presentarse ante las necesidades humanas. Es así como el autor plantea el reto de la ERE a la transdisciplinariedad, para salir de la visión reduccionista a la cual ha estado sometida desde los componentes epistemológico y disciplinar, y la sitúa en el ho rizonte de lo que identifica como el «principio de interconexión epistemológica» del pensamiento complejo, para ser enriquecida por los métodos de las diferentes ciencias y por la diversidad de expresiones religiosas.

El cuarto capítulo, que con cluye esta obra, ofrece una mi rada «Hacia una Educación Religiosa Escolar como educación integral», desarrollada en cuatro momentos específicos. En el primero hace un acercamiento al concepto de educación inte gral, tomando algunos de los argumentos que la fundamentan, especialmente desde la filosofía y la pedagogía, y los relaciona con la idea de «educación holística» de Yus Ramos, para presentar la vida de forma integrada desde el presupuesto de totalidad e interconexión. Revisa, además, los componentes de la educación integral desde Sciacca, quien se centra en el desarrollo personal de la naturaleza humana y consi dera que la integridad humana es el desarrollo de su corporalidad y su espiritualidad, en relación con su entorno y las demás per sonas. Además, toma los concep tos propuestos por Seibol, quien afirma que la educación forma para la vida, y de la Declaración Universal de los Derechos Huma nos, que opta por una educación integral dinamizada a través de los valores de la comprensión, la tolerancia y la amistad, para alcanzar el pleno desarrollo de la personalidad humana.

En el segundo momento, muestra la relación entre edu cación integral y la ERE, a tra vés del cuestionamiento que se hace cuando afirma que «un ser humano educado integralmen te debería reconocer el papel que desempeña esta dimensión religiosa»1, pero que por oposi ciones o por prejuicios se des conoce en muchas ocasiones en el ámbito escolar, especialmente en la escuela pública, ya que la ERE ha sido relacionada con un ejercicio de mero adoctrina miento y no como la posibilidad de la formación en el sentido de la vida, a través de unos valores humanistas universales. Para el desarrollo de este cuestionamiento acude a las posturas teóricas de Mardones y Panikkar, para seguir cuestionando si la educación in tegral se orienta hacia la visión holística y plural de la religión de los diferentes contextos.

El tercer momento lo dedica a retomar Los siete saberes necesa rios para la educación del futuro de Morin y los relaciona con la intencionalidad de la investiga ción que enfoca en la ERE, desde el punto de vista de la compleji dad y la integralidad. Aquí devela los elementos más importantes que cada uno de los siete sabe res aporta a la resignificación de la ERE en el contexto actual y la conciencia del ser humano como ciudadano planetario. Para finalizar, en el cuarto momento, con las conclusiones a las cuales llega Bonilla Morales al situar la ERE ante los saberes para la educación del futuro, se expre san siete desafíos: reconocer el reduccionismo de la ERE, procurar un conocimiento pertinente y holístico, tender hacia la enseñanza de la condición humana, desarro llar la identidad terrenal, afron tar la incertidumbre del mundo contemporáneo, potencializar la humanización desde el desarrollo de la dimensión religiosa y asu mir en su propuesta formativa la ética del género humano.

1Jaime Laurence Bonilla Morales, Educación religiosa escolar en perspectiva de comple jidad (Bogotá: Editorial Bonaventuriana, 2015), 96.

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