SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.38 issue2The remembering subjectivityWalter Mignolo. The community between language and territory author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista Colombiana de Sociología

Print version ISSN 0120-159X

Rev. colomb. soc. vol.38 no.2 Bogotá July/Dec. 2015

https://doi.org/10.15446/rcs.v38n2.55551 

Doi: http://dx.doi.org/10.15446/rcs.v38n2.55551

Calidad y pertinencia del Programa Curricular de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia desde la perspectiva de sus egresados*

Quality and relevance of the undergraduate degree in sociology of the National University of Colombia: The perspectives of its graduates

Qualidade e pertinência do programa curricular de Sociologia da Universidad Nacional de Colombia: a percepção de seus formados

William Mauricio Beltrán Cely**
María Raquel Torres Ortiz***
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

* Se presentan aquí parte de los resultados de la investigación "Situación laboral y percepciones sobre el Programa de Sociología (de la Universidad Nacional de Colombia) según los egresados graduados entre 2000 y 2010". La investigación fue aprobada a partir de los retos planteados por el proceso de acreditación de este programa curricular, proceso que culminó a finales del 2010. El estudio fue financiado por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, como parte de las acciones estratégicas incluidas en su Plan de Acción (2012-2014).
** Doctor en Estudios sobre América Latina de la Universidad Paris III Sorbonne Nouvelle. Profesor asociado, Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, Colombia. Correo electrónico: wmbeltranc@unal.edu.co
*** Socióloga de la Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. Correo electrónico: mrtorreso@unal.edu.co

Cómo citar este artículo: Beltrán, W. M. y Torres, M. R (2015). Calidad y pertinencia del Programa Curricular de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia desde la perspectiva de sus egresados. Revista Colombiana de Sociología, 38(2), pp. 139-165.

Este trabajo se encuentra bajo la licencia Creative Commons Attribution 3.0

Recibido: 31 de octubre del 2014. Aprobado: 30 de agosto de 2015.


Resumen

Este artículo presenta los resultados de una investigación que tuvo como objetivo evaluar la calidad y pertinencia del programa de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia que estuvo vigente entre 1993 y 2008, esto con base en la percepción de los egresados de dicho programa, graduados en el periodo comprendido entre los años 2000 y 2010. Para este propósito, se analizó información cuantitativa (producto de una encuesta aplicada a 159 egresados) y cualitativa (resultado de doce entrevistas a profundidad). La investigación se desarrolló entre los años 2013 y 2014. Este programa ha mantenido a lo largo de su historia una orientación disciplinar encaminada a formar académicos e investigadores. Con este propósito ha enfatizado en el estudio de autores clásicos, como Marx, Weber, Durkheim y Parsons, entre otros. Sin embargo, solo una cuarta parte de los egresados se desempeña en la docencia, los demás han debido emplearse en actividades profesionales (consultorías, consultas previas, intervención social, recolección y sistematización de datos). Para estas actividades, las ofertas laborales no se orientan exclusivamente a sociólogos, sino a "científicos sociales" (antropólogos, psicólogos, politólogos y trabajadores sociales, entre otros), preferiblemente con experiencia en un área específica (educación, cultura, trabajo, medio ambiente, conflicto armado, problemas urbanos y rurales). Estas actividades exigen de los egresados competencias específicas (manejo de programas informáticos, conocimiento en estadística, habilidades para el trabajo en equipo, capacidad para formular proyectos, etc.). Frente a estas demandas, el componente de formación mejor evaluado por los egresados (tanto en calidad como en pertinencia) es el área de las sociologías especiales. Los componentes con más baja calificación son el área de métodos y la formación en el manejo de programas informáticos de procesamiento de datos (software). Se concluye que la formación que ofrece el programa de sociología responde de manera parcial e insuficiente a las exigencias que le impone el mercado laboral a los egresados.

Palabras clave: calidad, egresados, pertinencia, programa curricular, Sociología, Universidad Nacional de Colombia.


Abstract

This paper presents the results of a research Project whose objective was to evaluate the quality and relevance of the Sociology program of the National University. The program functioned from 1993 to 2008. The results are based on the perspectives of graduates of the program whose graduation years ranged from 2000 to 2010. For this purpose quantitative (based on 159 graduates) and qualitative (based on 12 in-depth interviews) information was used for the analysis. The project was carried out during the years 2013 and 2014. The program has maintained throughout its history a disciplined orientation designed to produce academics and researchers. To be successful it has emphasized classical authors such as Marx, Weber, Durkheim, and Parsons, among others. Nonetheless, only one-fourth of the graduates are engaged in teaching; the others are found employed in professional activities such as consulting, social intervention, amassing and categorizing data. For these activities, job offers are not oriented exclusively to sociologists but also to "social scientists" (e.g. anthropologists, psychologists, political scientists, and social workers, among others), preferably with experience in a specific area e.g. education, culture, work, environment, armed conflict, urban and rural problems. These activities demand specific skills of the graduates such as management of information programs, knowledge of statistics, skills for working on teams, capabilities for formulation projects, etc. Compared with these demands, the component for development evaluated most highly by the graduates (both in quality and affiliation) is the area of special sociology. The components with the lowest evaluation were found in the area of methods and in the development of the management of data-processing information programs (software). The conclusion is that the preparation offered by the sociology program is partially what is needed and insufficient to meet the demands placed upon graduates by the labor market.

Keywords: quality, graduates, relevance, curricular program, sociology, Universidad Nacional de Colombia.


Resumo

Este artigo apresenta os resultados de uma pesquisa que teve como objetivo avaliar a qualidade e pertinência do programa de Sociologia da Universidad Nacional de Colombia, que esteve vigente entre 1993 e 2008, com base na percepção dos graduados desse programa, formados entre 2000 e 2010. Para esse propósito, analisou-se informação quantitativa (produto de uma enquete aplicada a 159 formados) e qualitativa (resultado de doze entrevistas a profundidade). A pesquisa se desenvolveu entre 2013 e 2014. Esse programa tem mantido ao longo da história uma orientação disciplinar direcionada à formação de acadêmicos e pesquisadores. Com esse objetivo, tem enfatizado no estudo de autores clássicos, como Marx, Weber, Durkheim e Parsons, entre outros. Contudo, somente um quarto dos formados se desempenha na docência; os demais estão empregados em atividades profissionais (consultorias, consultas prévias, intervenção social, coleta e sistematização de dados). Para essas atividades, as ofertas de trabalho não são orientadas exclusivamente a sociólogos, mas sim a "cientistas sociais" (antropólogos, psicólogos, cientistas políticos, trabalhadores sociais, entre outros), preferivelmente com experiência numa área específica (educação, cultura, trabalho, meio ambiente, conflito armado, problemas urbanos e rurais). Essas atividades exigem dos formados competências específicas (conhecimento de programas informáticos, em estatística, habilidades para o trabalho em equipe, capacidade para formular projetos etc.). Diante dessas demandas, o componente de formação mais bem avaliado pelos formados (tanto em qualidade quanto em pertinência) é a área das sociologias especiais. Os componentes com mais baixa qualificação são a área de métodos e a formação no conhecimento de programas informáticos de processamento de dados. Conclui-se que a formação que o programa de Sociologia oferece responde parcial e insuficientemente às exigências que o mercado de trabalho impõe aos graduados.

Palavras-chave: qualidade, graduado, pertinência, programa curricular, Sociologia, Universidad Nacional de Colombia.


Introducción

El Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia es la escuela de sociología de mayor trayectoria y antigüedad en el país. Sus egresados constituyen el núcleo profesional que han permitido el desarrollo de la sociología en otras regiones, así como la creación y la consolidación de las demás facultades y departamentos de esta disciplina que funcionan en Colombia. A pesar su importancia, no existen estudios que intenten establecer las trayectorias que siguen sus egresados, ni la eficacia de este programa académico para satisfacer las demandas del mercado laboral.

Los pares evaluadores designados por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) (que recomendaron la acreditación del programa de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia por un periodo de 6 años) plantearon una serie de sugerencias orientadas a mejorar la estructura curricular. Entre estas se destaca: "Establecer vínculos más estrechos y orgánicos con los egresados de todas las promociones, ya que es un estamento determinante para proyectar el programa" (CNA, 2013, p. 17). Sobre esta problemática (que en la Universidad Nacional no es exclusiva del Departamento de Sociología) se pronunció también la Decanatura de la Facultad de Ciencias Humanas, en su Plan de Acción (2012-2014), en el que propuso la realización de proyectos relacionados con la evaluación de la pertinencia social y laboral de los programas curriculares, con el fin de establecer "la correspondencia entre las necesidades de formación e investigación de la sociedad colombiana y los programas de pregrado y posgrado de la Facultad" (Decanatura F. C. H., 2013, p. 14).

En este mismo sentido, algunas investigaciones ya habían señalado la importancia de la opinión de los egresados en la evaluación de los programas de estudio:

[…] los egresados deberían ser el principal factor de calidad de un programa, pero este resulta ser invisible a la hora de valorar la calidad. Las instituciones se han limitado a tener una base de datos con la información básica de los egresados, sin que ello implique un conocimiento detallado de su trayectoria laboral para poder identificar el impacto de la formación recibida en el desempeño profesional. Los egresados tampoco desempeñan un papel activo en la revisión y proyección de los programas curriculares. Ellos deberían ser los primeros invitados a participar en este tipo de actividades. (Gómez y Celis, 2009, p. 95)

La única información institucional sobre los egresados la ofrece el Plan de Egresados de la División de Bienestar (que hace parte del Programa de Egresados de la Universidad Nacional de Colombia). Este plan busca "crear redes que permitan vincular a sus graduados en los procesos de autoevaluación, planeación, mejoramiento de programas curriculares y fortalecimiento institucional, permitiendo a su vez el desarrollo profesional y personal de sus graduados" (Universidad Nacional de Colombia, 2013). Esta dependencia desarrolla programas como: 1) el Sistema de Información para Egresados (SIE), 2) la carnetización, 3) los encuentros de egresados a nivel de sede y facultad. El SIE tiene como objetivo suministrar información a los egresados que facilite su inserción laboral, este se vale de correos electrónicos masivos para ofrecer información sobre convocatorias y vacantes laborales. A su turno, el programa de carnetización intenta mantener y consolidar el sentido de pertenencia de los egresados con la institución. El carnet facilita el acceso a ciertos servicios que ofrece la Universidad: préstamo de libros, instrumentos musicales y elementos deportivos, así como descuentos para conciertos, talleres y cursos de extensión. En relación con los encuentros de egresados de sociología, los últimos tuvieron lugar en el 2009 y el 2010. La información que arrojaron no ha sido sistematizada, ni ha proporcionado un insumo para discutir los contenidos y la manera en que se enseña la sociología en la Universidad Nacional de Colombia. Así mismo, estas reuniones no han desembocado en la reactivación ni fortalecimiento de la Asociación Colombiana de Sociología. La eficacia del Plan de Egresados de la División de Bienestar no ha sido medida. Pero, según la percepción de los egresados, su alcance parece bastante limitado. En suma, este plan no se traduce en una articulación institucional entre el Departamento de Sociología y los empleadores, ni crea mecanismos que permitan evaluar el programa de estudios considerando las opiniones de los egresados y las dificultades que estos enfrentan en el mundo laboral.

La investigación cuyos resultados se presentan aquí nace en este contexto. Su objetivo principal es conocer de manera más detallada la situación de los egresados de la carrera de sociología de la Universidad Nacional de Colombia: su desempeño profesional, su trayectoria laboral y su percepción sobre la calidad y la pertinencia del programa. Se exponen los resultados del capítulo dedicado a conocer las percepciones de los egresados, particularmente, su evaluación sobre la calidad y la pertinencia de la formación que recibieron cuando fueron estudiantes del mencionado programa. Los resultados de los capítulos dedicados a la estructura socio-demográfica de los egresados y a sus trayectorias laborales se expondrán en otros productos de investigación.

Antecedentes

Si bien, la literatura especializada solo ha abordado tangencialmente la relación entre el plan curricular del Programa de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia con sus egresados y con el mundo laboral, se considera pertinente presentar algunas percepciones que al respecto han expresado los profesores de esta escuela.

El programa de sociología de 1969 se mantuvo vigente en sus pretensiones hasta el año 2008, con algunas modificaciones menores realizadas en 1993. Este, más que formar profesionales, buscaba cultivar "intelectuales" con una sólida formación teórica, que pudieran pensar los problemas nacionales desde una perspectiva científica. Concebía la sociología como una disciplina

[...] científica, nacional y política. Científica, por abrirse al estudio crítico de los grandes pensadores de la disciplina, examinados en su fuente y sin limitación a una corriente teórica. Nacional, por el compromiso de investigación de los principales problemas de la sociedad colombiana, del que se derivaría una teoría propia. Y política, por su vocación para transformar el Estado mediante el conocimiento. (Restrepo, Castellanos y Restrepo, 2007, p. 185)

Según Cataño, el plan de estudios de 1969:

Tenía un objetivo claramente político: la sociología no debe solamente describir y explicar el país desde el punto de vista funcional e histórico, sino también contribuir a formular los proyectos de planeación económica y social que comprometen la comunidad nacional. Así, en la medida en que podamos desarrollar una Ciencia Social que llegue a esclarecer los procesos sociales y colaborar en su control, tendremos una sociología con características propias que a su vez pueda convertirse en un elemento de poder. Hay que formar sociólogos capaces de pensar en el país, para que después asuman la responsabilidad de su transformación. En ningún momento se deben limitar sus posibilidades educativas a la de técnicos expertos orientados a ejecutar políticas que no lograrían entender y mucho menos discutir. (Cataño, 1986, p. 42)

Esta motivación fundamental, le permitió a los docentes del programa preocuparse muy poco por las demandas que el mercado podría plantear a los egresados. Así, las dificultades que estos enfrentaban a la hora de buscar trabajo, así como las exigencias de los empleadores, no constituyeron razones que llevaran a repensar los contenidos y la pedagogía del programa1.

La columna vertebral de este programa eran las teorías sociológicas, en particular el estudio de autores clásicos. Eran obligatorios: un curso de Durkheim, dos cursos de Weber, dos cursos de Marx, un curso de Parsons y, en algún momento, un curso de Merton; esto sin contar los cursos dedicados a Kant y Hegel (filósofos que se consideraban indispensables para comprender a los autores ya mencionados). Si bien se impartían cursos de metodología y técnicas de investigación (métodos cualitativos y cuantitativos, indicadores sociales y técnicas etnográficas, entre otros), estos no eran tan valorados como los cursos de teoría sociológica, ni por los docentes, ni por los estudiantes (que también se sumergían y asimilaban esta expectativa academicista) (Restrepo, Castellanos y Restrepo, 2002, p. 200).

Sin embargo, algunos de los docentes reconocían las limitaciones que, para los egresados, suponía una formación orientada hacia la actividad disciplinar. Por ejemplo, Uricoechea, retomando la distinción weberiana entre profesión y vocación (Weber, 1995), señala:

En cierta forma, nosotros, los miembros del cuerpo académico, vivimos, con todo derecho, para la sociología pero nada nos autoriza a que, por nuestro narciso enclaustramiento académico y nuestra concepción pretendidamente estamentalizante, impidamos que nuestros educandos vivan de la sociología. (Uricoechea, 2001, p. 22)

Más tarde, en el Informe de Autoevaluación, que con fines de acreditación se presentó a los pares evaluadores designados por el CNA en el 2009, se precisa que el programa

[…] no hace énfasis en el desarrollo de competencias profesionales que son en últimas las que hacen la diferencia en el mercado laboral, sin embargo, a partir de los pocos datos laborales con que se cuenta […] es claro que las y los egresados son recursivos y finalmente terminan desempeñándose en actividades que son congruentes con su perfil de egreso: investigación (incluida asesoría y consultoría) y docencia. (Gómez, 2009, p. 139)

El programa ha sido juzgado por profesores y estudiantes como "más propio para la formación de docentes que de sociólogos" (Restrepo, Castellanos y Restrepo, 2002, p. 199); al parecer orientó la actividad de los egresados hacia la docencia y la investigación. Si bien esta premisa no había sido comprobada empíricamente, la idea (más bien ambigua) de llegar a ser un investigador al parecer representó (y aún representa) una de las expectativas más recurrentes de los egresados.

La investigación, que aparece en casi todos los relatos como el ideal practico más valorado, es un conjunto de ideas abstractas para la inmensa mayoría. Esta exaltación de la investigación es sin duda efecto de los valores dominantes en el departamento, la facultad y la universidad, pero existe un desfase entre la retórica en torno a la investigación y el lugar que esta ocupa en el plan de estudios, las condiciones reales de la investigación social en la universidad y fuera de esta y sobre todo, las probabilidades efectivas de que las y los egresados de sociología encuentren empleo como investigadores/ as. (Arango, 2007, p. 194)

Metodología

Como ya se mencionó, el objetivo de la investigación es indagar sobre las percepciones de los egresados del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia que cursaron el plan de estudios que estuvo vigente entre 1993 y 20082. El plan de estudios que entró a funcionar a partir del 2009 planteó una serie de modificaciones que tienen la intención de corregir las debilidades del programa anterior. A la fecha, solo unas pocas cohortes han cursado el nuevo plan, y sus egresados hasta ahora empiezan a enfrentarse con el mundo laboral. Por esta razón, parece temprano realizar estudios sobre sus experiencias y percepciones. Sin embargo, es posible que algunas de las recomendaciones que se desprenden de esta investigación hayan sido implementadas en el nuevo plan de estudios.

Para garantizar que todos los egresados consultados hubiesen cursado el mismo programa se llevó a cabo una delimitación de la población, bajo el criterio del año de culminación de su pregrado. Así, se definió que la población estaría conformada por graduados entre los años 2000 y 2010. Dado que este criterio no resulta excluyente en términos del año de ingreso al programa o el tiempo de permanencia en este, se ha hallado una población heterogénea, no solo en lo relacionado con sus características socio-demográficas, sino también en términos de sus trayectorias profesionales.

La estrategia metodológica se organizó con base en los siguientes pasos:

    1) Se consolidó una base de datos con la información disponible sobre el total de los egresados graduados entre 2000 y 2010.

    2) Se diseñó y aplicó una encuesta a una muestra representativa de estos. En lo que respecta al presente informe de investigación, el instrumento de investigación indagó sobre la percepción de los egresados con relación a la calidad y la pertinencia de la formación recibida como estudiantes del programa de sociología de la Universidad Nacional de Colombia, teniendo como criterio fundamental sus experiencias laborales. Se encuestaron 159 egresados, que corresponden al 24 % del universo de estudio (661 graduados entre 2000 y 2010).

    3) Se entrevistó a una muestra de los encuestados con la intención de conocer de forma más detalladas sus trayectorias laborales y sus percepciones sobre el programa, y así recabar información cualitativa útil para interpretar los datos arrojados por la encuesta. Se entrevistó a un total de doce egresados.

    4) Por último, se procedió a sistematizar y analizar la información, y a elaborar el informe de investigación.

Algunas características sociodemográficas de los egresados

Entre los años 2000 y 2010, el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia graduó un total de 661 sociólogos: 320 mujeres y 341 hombres. Para la fecha en que se llevó a cabo la encuesta (entre los meses de junio y agosto del 2013), la gran mayoría de los encuestados tenían entre 26 y 42 años. El 83,6 % de los egresados se encontraba en Colombia, mientras que el 16,4 % se hallaban fuera del país. De los egresados residentes en el extranjero, el 8,8 % se encontraban en países de Latinoamérica, como Chile, México, Ecuador, Brasil y Argentina, siendo este último el mayor receptor de egresados después de Colombia. Solo el 4,4 % de los egresados se encontraban en Europa, en países como Italia, España, Reino Unido y Holanda. El bajo porcentaje de sociólogos residentes en Europa y Estados Unidos se relaciona, al parecer, con el bajo porcentaje de egresados que manejan con solvencia un segundo idioma3.

De las 130 personas encuestadas, cuyo lugar de residencia se encuentra en Colombia, la mayoría (el 78,5 %) se había establecido en la ciudad de Bogotá, siendo en este el lugar donde se concentra el mayor número de egresados. El resto se encuentran distribuido de manera heterogénea en otros 16 departamentos del país.

Como es bien sabido, en la mayoría de las ciudades colombianas se ha implementado un sistema de estratificación de las viviendas. Este permite mantener tarifas diferenciadas en los servicios públicos. Si bien, se reconocen sus limitaciones, se utiliza el estrato de las viviendas como indicador de la situación económica de los encuestados. Especialmente por la renuencia cultural a responder preguntas sobre el monto de los ingresos económicos4. En las principales ciudades colombianas, la escala de estratificación se extiende del uno al seis. En términos generales, se puede decir que las viviendas de estratos uno y dos están habitadas por los hogares de menores ingresos. Mientras que los inmuebles de estratos cinco y seis están habitadas por aquellos que disponen de mayores recursos. Tal y como lo muestra la Figura 1, la mayoría de los egresados (el 80,5 %) habitan en inmuebles de estrato 3 y 4, que suelen asociarse con la clase media colombiana.

Al comparar este dato con el correspondiente al estrato del núcleo familiar del encuestado en el momento de iniciar sus estudios de sociología, se observa una reducción de un 12,58 % en la cantidad de individuos pertenecientes al estrato dos y un aumento de casi la misma proporción (11,95 %) entre los egresados que ahora habitan viviendas de estrato cuatro.

Sobre el tipo de actividad laboral que los egresados están ejerciendo actualmente, se destacan, por su frecuencia, actividades como la docencia, la investigación, las consultorías y el trabajo con comunidades. Dada la cantidad de otras actividades que registran muy bajas frecuencias (como, por ejemplo, elaboración de proyectos, manejo ambiental, consulta previa, evaluación de proyectos, diseño de metodologías o de instrumentos de investigación, asistente de oficina) estas últimas se agrupan en la categoría "otros".

El tipo de investigación que desarrollan la mayoría de los egresados es aplicada y responde a demandas muy específicas de entidades públicas, ONG o empresas privadas. No se trata de la investigación propia de los espacios académicos: erudita y con estándares teóricos y metodológicos exigentes, que persiguen una cierta idea de rigurosidad y aporte al conocimiento. La actividad docente de los sociólogos se desarrolla sobre todo en universidades, ya sea en carreras relacionadas con las ciencias sociales o en el componente dedicado a estas en otras carreras (ciencias, ingenierías, derecho, artes, etc.) (Martínez et al., 2007).

Los títulos de posgrado (maestrías y doctorados) son una expectativa creciente a la que deben enfrentarse todos aquellos que desean consolidar una carrera en la docencia universitaria, mejorar su remuneración o ganar competitividad en el mercado labor. La siguiente tabla muestra la población de egresados distribuida de acuerdo con los niveles de formación posgraduada alcanzados.

En la actualidad, además de las universidades, los principales contratantes de sociólogos son ONG y entidades estatales, tanto nacionales como regionales, dato que corrobora investigaciones anteriores (Martínez et al., 2007; Cubides, 1998; Cataño, 1986). Sin embargo, las vacantes laborales que ofrecen estas entidades no están, en términos generales, destinadas a sociólogos sino a "científicos sociales" (sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales, psicólogos y politólogos) (Gómez, 2010, p. 71). Tal y como lo habían advertido estudios previos (Restrepo, Castellanos y Restrepo, 2007, p. 151), ninguno de los egresados consultados se desempeña en la altas esferas del poder público (en las ramas legislativas, ejecutiva o judicial), ni en cargos importantes de la empresa privada.

Evaluación del plan curricular de sociología

Los siete componentes que se evaluaron corresponden a las cinco áreas de formación bajo las cuales se estructuró el plan de estudios para la carrera de sociología vigente entre 1993 y el 2008; a saber: teorías sociológicas clásicas, teorías sociológicas contemporáneas, metodologías de investigación cualitativa, metodologías de investigación cuantitativa y cuantitativos, por ser un tipo de experticia demandada de forma creciente para los profesionales de las ciencias sociales. La evaluación consistió en pedirle a los encuestados que otorgaran una calificación en un rango de uno a cinco (siendo cinco la más alta y uno la más baja) a cada uno de los componentes ya mencionados. Los resultados de esta indagación se presentan a continuación.

Teorías sociológicas clásicas

Como ya se mencionó, el énfasis del programa en el estudio de autores clásicos de la sociología se mantuvo hasta la reforma del 2009. Este se basaba en el supuesto de que una sólida formación teórica les permitiría a los estudiantes abordar y proponer soluciones a las problemáticas de la sociedad colombiana desde una perspectiva científica (Restrepo, 2002,

p. 185). Los encuestados evaluaron la calidad de la formación que había recibido en teorías sociológicas clásicas con una calificación modal de cuatro (nota asignada por el 40,2 %). El 82 % le asigno valores entre cuatro y cinco. En términos generales, los egresados consideran "buena" o "muy buena" la calidad de la formación que recibieron en esta área.

Al ser indagados por la pertinencia de la formación en teoría clásica en sus experiencias laborales, los egresados otorgaron con mayor frecuencia la calificación de cinco, y con menos frecuencia las de cuatro y tres, tal y como se puede observar en la Figura 3. El 86 % de los encuestados ubicó en estos tres rangos superiores (tres, cuatro y cinco) la evaluación de la pertinencia de la formación que recibieron en teoría clásica. Esto permite afirmar que la mayoría de ellos encontró este componente en gran medida útil para su desempeño laboral.

Los egresados, en general, evalúan positivamente la calidad de la formación que recibieron en teorías clásicas. Por ejemplo, consideran que estas les han facilitado la asimilación de autores y problemáticas contemporáneas:

Cuando hice la maestría en investigación en sociología aplicada, me di cuenta [de] lo importante y bueno que fue tener una base teórica sólida, [esto] facilitaba mucho entender autores y textos contemporáneos […] porque estos siempre se remiten a los clásicos. (Érica, mayo del 2014)

Sin embargo, algunos de los entrevistados manifestaron que el plan de estudios no solo privilegia la teoría, sino que ofrece una débil articulación entre los aspectos teóricos, metodológicos y problemáticos. Por ejemplo, señalan que la forma en que se enseñan tanto las teorías como los métodos de investigación no intenta construir puentes con las problemáticas sociales concretas que perciben como cercanas en sus experiencias laborales.

La investigación que uno hace [en su desempeño profesional] es una investigación orientada por problemas sociales [investigación aplicada], pero eso no se tiene muy claro cuando uno se gradúa, porque tiene la idea de que va a hacer investigación básica, que es la de trabajo con la teoría […] es entonces cuando […] uno se da cuenta que son importantes las herramientas metodológicas, y aprender a analizar esa información a la luz de la teoría. (Diana, 7 de septiembre del 2013)

El inconveniente de la débil articulación entre la teoría, los métodos y los problemas de investigación en la formación de los sociólogos de la Universidad Nacional de Colombia ha sido abordado en estudios anteriores. Gómez y Celis (2005) consideran, por ejemplo, que los docentes deberían animar a los estudiantes a que, desde los primeros semestres, desarrollen intereses concretos de investigación, delimitados en un tiempo, espacio y población específicos. Esto facilitaría la articulación entre los elementos conceptuales y las herramientas metodológicas que aprenden a lo largo de la carrera. Al respecto, parece seguir siendo pertinente la recomendación de Cataño:

[…] los clásicos de la sociología, como los de cualquier otra disciplina o campo del conocimiento, solo son fuente de inspiración intelectual cuando sus lectores tienen vocación de investigadores; esto es cuando se leen a la luz de una problemática que demanda respuestas significativas. (Cataño, 1986, p. 55)

Teorías sociológicas contemporáneas

El programa de 1993 exigía como obligatorio un curso dedicado al estudio de autores contemporáneos. Entre los sociólogos más estudiados se encuentran Elias, Bourdieu, Habermas y Giddens. Con menor frecuencia a alguno de estos autores. Excepcionalmente se incluía en la oferta académica un curso dedicado a una escuela de la sociología y no a un autor, por ejemplo, se ofrecieron cursos sobre fenomenología, interaccionismo simbólico y sobre la Escuela de Frankfurt. En este programa, solo un curso optativo se acercó al estudio de sociólogos latinoamericanos: Sociología latinoamericana.

El 44 % de los egresados consideraron que la formación que recibieron en lo relacionado con las teorías sociológicas contemporáneas fue buena, y le otorgan una calificación de cuatro, el 19,2 % le otorgó cinco. Por su parte, la mayoría de los encuestados consideran muy pertinentes los conocimientos que adquirieron en esta área; cuando se les interrogó al respecto, el 38,9 % de los encuestados le asignó la máxima calificación (cinco) y el 38,8 % le dio la calificación de cuatro.

De las entrevistas se puede inferir que los egresados consideran que los autores contemporáneos abordan problemáticas que ellos perciben más cercanas que las que abordan los clásicos, tanto en el tiempo como en el espacio, incluso cuestiones que han debido enfrentar en sus experiencias laborales.

Métodos de investigación

En el componente dedicado a los métodos y técnicas de investigación, el programa de 1993 incluía un curso de estadística (descriptiva), dos cursos obligatorios de métodos de investigación, un taller de técnicas etnográficas y una asignatura de indicadores sociales. Ocasionalmente se ofrecía un curso optativo sobre formulación de políticas públicas. En los cursos de métodos de investigación, se incluía tangencialmente el aprendizaje de paquetes estadísticos, particularmente de Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) para el procesamiento de información cuantitativa.

La mayoría de los encuestados manifestó no haber recibido una formación satisfactoria en metodologías de investigación cualitativas. La calificación modal que le otorgaron a la calidad de la formación recibida en este componente fue de tres (asignada por el 33 % de los encuestados). Cerca de la mitad de los egresados se sienten insatisfechos con la formación que recibieron en esta área a lo largo del pregrado. Así mismo, el 46,6 % de los encuestados le otorgó la máxima calificación (cinco) a la pertinencia de una buena formación en métodos cualitativos para el desempeño profesional. Con frecuencia los espacios laborales donde se desempeñan los egresados exigen un buen manejo de métodos cualitativos.

[…] el enfoque de lo cualitativo va ganando cada vez más espacio en el mercado laboral, cada vez son más las instituciones que requieren implementar metodologías cualitativas, y las que vi [durante el pregrado] siento [que] no fueron tan buenas. [El Departamento] podría mejorar en ese sentido. (Daniel, abril del 2014)

En lo referido a los métodos cuantitativos de investigación se mantiene la misma tendencia. La calificación más frecuente, para medir la calidad de la formación recibida en esta área, fue de tres (44 %). Mientras que el 16,4 % le otorgó una calificación de cuatro, y solo el 9,9 % una calificación de cinco. Con respecto a la pertinencia de un buen manejo de métodos cuantitativos en el desempeño profesional, la mayoría de los egresados 69 % le otorgó una calificación entre cuatro y cinco.

Según los entrevistados, manejar con propiedad o contar con experiencia en métodos de investigación amplía las oportunidades laborales, por lo cual resulta estratégico adquirir competencias como: diseño de investigación, procesamiento de datos cualitativos y cuantitativos, manejo de estadística descriptiva e inferencial, diseño muestral, entre otras. A su vez, los egresados reclaman habilidades específicas que diferencien las competencias de los sociólogos de las que dominan otros profesionales que se ocupan de datos cuantitativos, particularmente de los estadísticos. En este sentido, se espera de los sociólogos perspectivas innovadoras a la hora de diseñar los instrumentos de investigación y de interpretar los datos.

Es en la consolidación de esta imaginación sociológica en la que se hace notoria la demanda de una adecuada articulación entre los métodos y las teorías, pues se supone que estas enriquecen los marcos analíticos e interpretativos del investigador.

Software de análisis de información cualitativa y cuantitativa

La mayoría de los encuestados le otorgó la mínima calificación posible (uno) a la calidad de la formación recibida en lo relacionado con el manejo de software de análisis de información tanto cuantitativa como cualitativa. Se puede inferir de estos resultados que los egresados no recibieron ninguna o recibieron una muy escasa formación en este aspecto. Sin embargo, la mayoría de ellos reconoce una amplia pertinencia al manejo de este tipo de herramientas en el mundo laboral. Entre el 58 % y el 59 % de los egresados le otorgó una calificación de entre cuatro o cinco a la pertinencia de una buena formación en paquetes estadísticos (cualitativos y cuantitativos respectivamente), siendo cinco la calificación más frecuente.

Las entrevistas confirman estas percepciones: la baja calidad de la formación que ofrece el programa en el manejo de paquetes de procesamiento de datos, la alta pertinencia de este tipo de herramientas en la formación de sociólogos y la alta demanda que tienen este tipo de competencias en el mercado laboral. Según los entrevistados, un manejo experto de paquetes informáticos que procesen información cualitativa y cuantitativa es hoy una de las expectativas más generalizadas que tienen quienes contratan a los profesionales en ciencias sociales. Esta expectativa es mayor para quienes buscan trabajo en áreas relacionadas con la investigación, pero se presenta también en cargos relacionados con la consultoría y la docencia. En general, se ha venido consolidando como un criterio específico en los procesos de selección laboral. Así mismo, quienes no cuentan con un buen manejo de este tipo de herramientas enfrentan mayores dificultades en sus estudios posgraduados, pues cada vez con mayor frecuencia se parte del supuesto de que el profesional en ciencias sociales maneja este tipo de herramientas informáticas.

La parte práctica de SPSS y Atlas-ti fue muy difícil, [al] no tener esas herramientas. Porque en la maestría tenías que aplicar modelos de análisis, probarlos cuantitativamente, con regresiones, y fue muy difícil porque no tenía ninguna formación al respecto. (Érica, mayo de 2014)

Sociologías especiales

Buscando una suerte de especialización temprana y un espacio que le permitiera a los docentes compartir con los estudiantes sus temas de investigación, el programa de 1993 incluyó el área de sociologías especiales. Se destacan, por su trayectoria y continuidad, las sociologías urbana, rural, política, de la educación, de la ciencia, de la industria y del trabajo. Los estudiantes debían cursar por lo menos tres cursos optativos de este componente. Según el informe de autoevaluación de 2009, este grupo de asignaturas tiene como objetivo principal poner en contacto a los estudiantes con desarrollos específicos de investigación sobre problemáticas contemporáneas de la sociedad colombiana y del mundo globalizado. Al parecer, es en estos cursos en los que se ha logrado la mejor articulación entre teorías, métodos y problemas de investigación, y en los que los estudiantes han hecho sus primeros ejercicios de investigación empírica (Gómez, 2009).

Más de la mitad de los encuestados le otorgó una calificación de cinco a la pertinencia de las sociologías especiales en el desempeño profesional, y más del 90 % le otorgó una calificación de entre cuatro o cinco a la hora de evaluar la calidad de la formación recibida en ese núcleo en particular. Así, entre los diferentes componentes del programa, este fue el mejor evaluado tanto en pertinencia como en calidad.

Al parecer, las sociologías especiales le ayudan a los estudiantes a identificar los temas que más despiertan su interés y a alimentarlo con nuevas preguntas y problemas. En este sentido, las sociologías especiales logran canalizar la pasión y la curiosidad de los estudiantes hacia áreas y líneas de investigación más definidas, que corresponden mejor al tipo de problemas que se abordan en el mundo laboral.

Algo muy chévere fueron las especialidades, me ayudaron a identificar las líneas en las que me parecía que me podía proyectar y en los temas que podía desarrollarme, me ayudaron a enfocar mi línea de trabajo. Así no estaba uno apuntando para todo lado sin saber al final hacia donde enfocarse a la hora de conseguir un empleo, de entrada ya podía ir definiendo hacia donde quería poner mis intereses y habilidades. (Diana, septiembre del 2013)

Desde esta perspectiva, las sociologías especiales constituyen un primer peldaño para que los estudiantes identifiquen cuál puede llegar a ser su área de especialización. Esto, a su vez, les ayuda a orientarse mejor en un mercado laboral que, de acuerdo con sus percepciones, parece demandar cada vez más especialistas en determinados problemas (rurales, urbanos, de la educación, del medio ambiente, etc.), que profesionales en determinadas disciplinas (sociología, antropología, historia, etc.).

Percepciones y trayectorias profesionales

Al diseñar los instrumentos de investigación, se partió del supuesto de que la percepción de pertinencia y de calidad de la formación variaba de acuerdo con la ocupación y trayectoria profesional del egresado. Por ejemplo, se esperaba que los egresados que se desempeñan en actividades más prácticas (como el trabajo con comunidades, la intervención y la consultoría) tendrían percepciones diferentes a las de aquellos que se dedican a actividades más académicas (como la docencia y la investigación). Sin embargo, en términos generales, la percepción que mantienen los egresados sobre la calidad y la pertinencia de las áreas de teorías (tanto clásicas como contemporáneas), sociologías especiales y software de análisis de datos parece ser independiente de la actividad que desempeñan. En otras palabras, la distribución de los resultados de la evaluación tanto de la calidad como de la pertinencia de cada uno de estos componentes es muy parecida cuando se la discrimina por el tipo de actividad laboral. Una posible explicación de este fenómeno podría desprenderse de las condiciones laborales de los egresados, en las que predominan los contratos de prestación de servicios (cuya duración rara vez supera el año) y la docencia ocasional (por hora cátedra)5. Este tipo de contratación implica una gran incertidumbre laboral y obliga a los profesionales a aceptar varios trabajos de manera simultánea6. A su vez, diversos trabajos les significan exigencias en múltiples competencias.

Como excepciones, se puede señalar que un alto porcentaje (72 %) de los egresados que desarrollan actividades relacionadas con el trabajo con comunidades precisó que en su desempeño profesional les es de poca utilidad el manejo de software de procesamiento de datos. Además, los egresados dedicados a actividades como consultorías, elaboración e implementación de proyectos, formulación y seguimiento de políticas públicas y trabajo con comunidades consideran con mayor frecuencia que la calidad de la formación que recibieron en aspectos metodológicos fue mediocre o mala. En otras palabras, su experiencia profesional los ha llevado, con mayor frecuencia, a percatarse de los vacíos que tiene el programa en este componente de la formación.

En las figuras 10 y 11, se puede observar cómo varía la percepción que tienen los egresados sobre la calidad y la pertinencia del programa, diferenciado entre quienes tienen o no estudios de posgrado. La sección inferior de las tablas corresponde a quienes tienen estudios de posgrado, la sección superior a quienes no los tienen. No se diferencian en las tablas los diferentes niveles de posgrado (especialización, maestría o doctorado). Esto obedece a que los porcentajes de egresados consulados en cada una de estas modalidades es demasiado bajo.

En términos generales, las distribuciones de la percepción sobre la calidad y la pertinencia de la formación es muy similar para ambos grupos (quienes tienen o no estudios de posgrado). Sin embargo, se puede resaltar que en el grupo de egresados que cuentan con estudios de posgrado son levemente más frecuentes las calificaciones bajas para evaluar la calidad de su formación como sociólogos. Una posible explicación para esta tendencia es asumir que el acceso a nuevas experiencias educativas le permite a los egresados juzgar la calidad del programa desde una perspectiva comparada, punto de vista que impondría nuevas exigencias a lo que debió ser su formación el pregrado.

No parecen existir diferencias sustanciales en las percepciones de egresadas y egresados sobre la calidad y la pertinencia del programa.

Otras fortalezas y debilidades del programa

Para finalizar, se incluyeron algunas percepciones en torno a las fortalezas y las debilidades del programa que no fueron monitoreadas por la encuesta, pero que salieron a la luz a través de las entrevistas a los egresados.

En cuanto a las fortalezas, los egresados reconocen que su formación les ayudó a desarrollar una buena capacidad discursiva y los adiestró en la redacción de textos. Estas competencias les han sido útiles en su desempeño profesional, en el que se espera que sean capaces de exponer sus ideas con claridad y coherencia, y se les exige redactar informes, proyectos, conceptos, actas, artículos y otros documentos similares. Todo indica que las destrezas argumentativas y de redacción son muy valoradas en equipos interdisciplinarios de trabajo, y que en estos aspectos se destacan con frecuencia los sociólogos de la Universidad Nacional de Colombia.

[…] la formación que te dan en la Universidad te da las herramientas para formar tu propio discurso […] porque en la Universidad te dan una estructura de análisis, que te permite tener […] una opinión crítica, unos argumentos con fundamento, eso es lo que te hace diferente de los demás profesionales. (Daniel, abril del 2014)

En este mismo sentido, la mayoría de entrevistados manifestaron que ser egresados de la Universidad Nacional de Colombia otorga un prestigio que sigue constituyendo una ventaja competitiva en el mercado laboral local (nacional).

Sobre las debilidades del programa, los egresados recomiendan mejorar la formación en destrezas que faciliten el trabajo en equipo, especialmente porque gran parte de su trabajo se desarrolla en el seno de equipos interdisciplinarios. Así mismo, reconocen la necesidad de actualizarse permanentemente y de estar repasando la información que recibieron en su formación como sociólogos.Para los egresados, "mantenerse actualizado"parece ofrecer ventajas adaptativas en un mercado laboral flexible y cambiante, donde no existen condiciones laborales estables, ni expectativas laborales claras y definidas para los profesionales en sociología, tal y como se ha precisado en investigaciones anteriores (Gómez, 2010, p. 71). Según Misas, la calidad de la formación de los profesionales depende en buena medida de su "capacidad para enfrentar lo nuevo, lo desconocido, de adaptarse a cambios bruscos (2004, pp. 46 y 245). Frente a esta situación, los egresados consideran escasos y de difícil acceso los espacios de educación continua que ofrece el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia.

Por último, los egresados manifiestan haber vivido una especie de "soledad" en su proceso de formación. Conocen a sus profesores solo en el aula de clase, pero desconocen las otras actividades que desarrollan. Si bien pueden conocer algunas de sus publicaciones,no saben en qué proyectos (de investigación o extensión, por ejemplo) están involucrados en el momento de interactuar con ellos en algún curso. Así, la gran mayoría no comparte con sus profesores otra actividad que no sea la propia del salón de clase. Por el contrario, los estudiantes que por alguna razón participaron en los proyectos de sus docentes (incluso desarrollando actividades operativas) manifestaron la importancia de esta experiencia en su formación. Estos espacios (como monitores, asistentes o auxiliares de investigación) no solo constituyeron su primera experiencia profesional, sino que los pusieron en contacto con los problemas prácticos y las habilidades que demanda el quehacer cotidiano del sociólogo. Así, tal y como lo sugería Luz Teresa Gómez en 1980 (citada en Restrepo, Castellanos y Restrepo, 2007, p. 200), parece pertinente fortalecer e, incluso, institucionalizar este tipo de espacios y buscar estrategias para que involucren a una mayor cantidad de estudiantes. En últimas, el programa debería constituirse en un espacio donde "la investigación se convierta en una labor cotidiana entre profesores y estudiantes" (Cataño, 1986, p.73).

A manera de conclusión

Durante la mayor parte de su historia, el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia no se planteó como algo necesario la adaptación de sus contenidos y pedagogías a las demandas del mercado laboral. Propuso una formación encaminada a preparar una élite intelectual que pudiera pensar los problemas de la nación desde una perspectiva científica. Hoy sus egresados no solo deben competir por las mismas plazas laborales con egresados de otros departamentos y facultades (en la actualidad, tan solo en Bogotá, seis universidades ofrecen el programa de sociología)7, sino que, en general, compiten por las mismas plazas con otros profesionales de las ciencias sociales (especialmente, antropólogos, trabajadores sociales, psicólogos y politólogos). Esto le impone al Departamento la necesidad de extender puentes comunicativos con los egresados y articular las demandas y experiencias del mundo del trabajo con los contenido y la pedagogía de su programa de estudios (Tobón, 2006).

Pese a las reformas que ha vivido el plan de estudios, este parece seguir privilegiando la concepción de la sociología como una disciplina, más que como una profesión. Una formación que se organiza alrededor de autores constituye un indicador de que el programa se orienta aún hacia la formación de académicos. Sin embargo, solo una cuarta parte de los egresados (véase Figura 1) logra un espacio laboral en la docencia. Además, en lo que parece ser una tendencia global, los sociólogos ya no mantienen la expectativa "de direccionar con su discurso el horizonte de la totalidad social", y son contratados fuera del ámbito universitario para hacer intervenciones y "recomendaciones técnicas y puntuales" (Parra, 2011, p. 281). Esto no significa que los egresados no valoren la formación en teoría y, en particular, en autores clásicos, pero sí que este componente del programa debe articularse mejor con los problemas de investigación que los egresados enfrentan en su ejercicio profesional. En ese sentido, se requiere de una formación teórica que "aporte a la solución de problemas concretos, la descripción de situaciones reales para generar información que permita tomar decisiones específicas" (Melo, 1992, p. 3).

Es notoria la debilidad de la formación que ofrece el programa en lo relacionado con métodos y técnicas de investigación, particularmente en el uso experto de las nuevas herramientas informáticas (software) que permiten procesar gran cantidad de datos. Asimismo es evidente el escaso conocimiento y experticia de los egresados en todo lo relacionado con el manejo de datos cuantitativos y estadísticas, situación que les resta competitividad en el mercado laboral. La formación en metodologías y técnicas no solo debe fortalecerse, sino que también requiere articularse con proyectos de investigación concretos que involucren a profesores y estudiantes, y que le permitan a estos entrar en contacto con profesionales y grupos de investigación externos a la universidad (centros de investigación, agencias, facultades).

Los egresados reconocen que las sociologías especiales les ayudaron a descubrir áreas de interés y, en buena medida, los orientaron hacia un área específica de la sociología. Además, consideran que estos cursos articulan mejor los contenidos teóricos y metodológicos con proyectos de investigación que los docentes desarrollan y con las demandas del mundo laboral. Al parecer, más que demandar sociólogos (antropólogos o politólogos), el mercado de trabajo demanda científicos sociales especialistas en un área particular, como: educación, salud, cultura, industria, trabajo, medio ambiente, mujer, género, familia, infancia, ecología, seguridad, conflicto armado, problemas urbanos y rurales, entre otros (Segura y Camacho, 1999, p. 31). Así, parece pertinente revisar y ampliar la oferta curricular en lo relacionado con las sociologías especiales. De igual modo, los egresados reclaman una oferta más amplia de cursos sobre temas que para ellos significan oportunidades laborales, por ejemplo: diseño y evaluación de proyectos, formulación y seguimiento de políticas públicas, consultas previas (con minorías étnicas o regionales), elaboración de planes de desarrollo, planeación regional y urbana, ordenamiento territorial, mediación en

Para finalizar, se considera que un criterio fundamental para definir los contenidos del programa de sociología es institucionalizar mecanismos para que el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia se retroalimente con las experiencias de sus egresados. Es necesario crear puentes entre la sociología que se predica en la universidad y su práctica profesional, para superar esa especie de desconexión histórica entre los contenidos del programa y las actividades, los saberes y las experiencias de quienes hacen sociología en espacios laborales diferentes a las universidades (Restrepo, 2002, pp. 175-176). Lo óptimo sería consolidar un mecanismo de monitoreo constante (por ejemplo, un observatorio) que siga las trayectorias de los egresados, y que sistematice información relevante, por ejemplo: empleadores de sociólogos, expectativas que impone el mercado laboral, dificultades en la inserción laboral, condiciones de contratación y trabajo, tipo de educación posgraduada que siguen los egresados, etc. Gracias a los avances tecnológicos, hoy esta empresa parece plausible. Así mismo, los egresados que no se dedican a la docencia podrían gozar de un espacio institucional en el programa, para compartir con los estudiantes dificultades y experiencias propias del quehacer cotidiano del sociólogo, así como los retos que les ha impuesto el mundo laboral. Sin duda, este tipo de espacios enriquecerían la formación de los futuros sociólogos.


Notas

1 El debate sobre la importancia de adaptar los programas de estudio a las demandas del mundo laboral sigue vigente hasta hoy. Algunos analistas consideran que esto supone un deterioro en la calidad de la formación y debilita la autonomía y el papel social de las universidades. "La universidad siempre ha vivido una tensión creciente acerca de la pertinencia de sus saberes. Si se sobreadaptara, como todos los seres vivientes, perdería sus características centrales. Si la universidad se sobreadapta, como quieren paradójicamente tanto el mundo neoliberal como el mundo radical que pretenden que se acomode a las condiciones del momento, perdería su esencia y su razón de ser" (Misas, 2004, p. 51).
2 Es decir, el anterior a la entrada en vigencia del Acuerdo 45 del 2008 (Consejo Académico, 2008). Este acuerdo hizo parte del proceso de reforma académica de la universidad, reglamentado por Consejo Superior Universitario, a través del Acuerdo 033 de 2007 (C. S. U, 2007).
3 Si bien el 44 % de los encuestados afirma dominar un segundo idioma, el 91 % de los programas de posgrado (especializaciones, maestrías y doctorados) que han iniciado los egresados son ofrecidos por universidades ubicadas en países hispanoparlantes.
4 Esta renuencia es un fenómeno generalizado en Colombia, y obedece a ciertos imaginarios sobre seguridad en un país donde el secuestro, el chantaje y la extorsión son frecuentes.
5 El contrato por prestación de servicios no implica vinculación laboral y, en lugar de contratar a un profesional, se compran productos que este vende (véase Código Civil, 2000, Libro Cuarto, Título XXVI, Capítulo IX). En las universidades, los contratos por hora cátedra son frecuentes para los docentes que no pertenecen a la carrera profesoral. Estos solo le reconocen al contratista las horas que dicta, no incluye el tiempo que dedica a la preparación de clases ni a la corrección de los trabajos. Por lo general, estas contrataciones para dictar cátedra solo abarcan cuatro meses por semestre.
6 "Siempre trabajo como en dos o en tres cosas, o algo así, trabajos pequeños al [mismo] tiempo" (Teresa, 5 años trabajando en docencia). "[Enfrenté] la necesidad de estar [aceptando contratos] paralelos. A veces uno se revienta, pero si me sale un [contrato por] tres meses no más, pues ya me saldrá algo después. Y paralelamente [acepto] algo por 6 meses" (Diana, 10 años trabajando en investigación).
7 Universidades que ofrecen el programa de sociología en la ciudad de Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Universidad Santo Tomás, Universidad Cooperativa de Colombia, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad del Rosario y Universidad Externado de Colombia.


Referencias bibliográficas

Arango, L. G. (2007). La Sociología como Proyecto profesional y de inserción social: contrastes de género y clase. En P. Quintín, Sociología en Colombia: Balance y Perspectivas (pp. 175-200). Santiago de Cali: Programa Editorial, Universidad del Valle.         [ Links ]

Cataño, G. (1986). La sociología en Colombia: balance crítico. Bogotá: Plaza & Janés.         [ Links ]

Congreso de la República. [1887] (2000). Código Civil Colombiano. Bogotá: Legis S.A. Consultado el 8 de agosto del 2013 en http://www.eaaay.gov.co/Normatividad/Codigo%20Civil.pdf.         [ Links ]

Consejo Académico, Universidad Nacional de Colombia. (2008, 24 de octubre). Acuerdo 045 de 2008. Acta Número 10. Bogotá, Colombia.         [ Links ]

Consejo Nacional de Acreditación (CNA). (2013, enero). Lineamientos para la Acreditación de Programas de Pregrado. Consultado el 8 de noviembre del 2013 en http://www.cna.gov.co/1741/articles-186359_pregrado_2013.pdf.         [ Links ]

Cubides, F. (1998). La sociología en Colombia: demandas y tribulaciones. Revista de Estudios Sociales, 1, 9-15.         [ Links ]

Decanatura Facultad de Ciencias Humanas (F. C. H.) (2013). Plan de Acción de la decanatura 2012 - 2014. Consultado el 3 de junio del 2013 en http://www.humanas.unal.edu.co/nuevo/files/2913/6481/8166/Decanato20122014_20marzo2013_PRENSA.pdf.         [ Links ]

Gómez, V. M. (2010). Sobre la formación de competencias en el sociólogo. Revista Colombiana de Sociología, 33(1), 69-85.         [ Links ]

Gómez, V. M. y Celis, J. (2005). Factores de innovación curricular y académica en la educación superior. Revista ieRed: Revista Electrónica de la Red de investigación Educativa, 1(2). Consultado el 15 de febrero del 2014 en http://revista.iered.org/v1n2/pdf/jcymg.pdf.         [ Links ]

Gómez, V. M. y Celis, J. (2009). Sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior: consideraciones sobre la acreditación en Colombia. Revista Colombiana de Sociología, 32(2), 87-110.         [ Links ]

Gómez, Y. J. (2009). Autoevaluación Carrera de Sociología. Bogotá: Departamento de Sociología, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia.         [ Links ]

Martínez, A., Anacona, A., Sevilla, T. y Cano, P. (2007). La Sociología que hacen los egresados del programa de sociología de la Universidad del Valle: nuevos perfiles. En P. Quintín, La Sociología en Colombia: balance y perspectivas (pp. 201-215). Santiago de Cali: Universidad del Valle Programa Editorial.         [ Links ]

Melo, J. O. (1992). Ciencias sociales y sociedad: notas para iniciar la discusión. En F. Gutiérrez (ed.), Programas nacionales de ciencia y tecnología. Los retos de la diversidad: bases para un plan del programa nacional de ciencias sociales y humanas. Bogotá: Colciencias. Consultado el 15 de abril del 2014 en http://www.jorgeorlandomelo.com/bajar/Ciencias%20Sociales%20y%20sociedad.pdf         [ Links ]

Misas Arango, G. (2004). La educación superior en Colombia: análisis y estrategias para su desarrollo. Bogotá: Editorial UN.         [ Links ]

Parra, H. (2011). La sociología en Colombia: ¿tareas revolucionarias o conservadoras? X congreso nacional de sociología. Consultado en 15 de abril del 2014 en http://www.icesi.edu.co/congreso_sociologia/images/ponencias/23-ParraLa%20sociologia%20en%20Colombia%20Tareas%20 revolucionarias%20o%20conservadoras.pdf.         [ Links ]

Restrepo, G. (2002). Peregrinación en pos de Omega: sociología y sociedad en Colombia. Bogotá: Editorial UN.         [ Links ]

Restrepo, G., Castellanos, N. y Restrepo, S. (2007). Los usos prácticos de la sociología. Nómadas, 27, 142-157.         [ Links ]

Segura Escobar, N. y Camacho Guizado, A. (1999). En los cuarenta años de la sociología Colombia. Revista de Estudios Sociales, 4, 23-35.         [ Links ]

Tobón, S. (2006). Aspectos básicos de la formación basada en competencias. Talca: Proyecto Mesesup. Consultado el 13 mayo del 2014 en http://maristas.org.mx/gestion/web/doctos/aspectos_basicos_formacion_competencias.pdf.         [ Links ]

Universidad Nacional de Colombia. (2013). Portal Egresados. Consultado el 08 de septiembre del 2014 en http://www.portalegresados.unal.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=80&Itemid=46&lang=es.         [ Links ]

Uricoechea, F. (2001). La sociología en Colombia: vocación, disciplina, profesión e historia. Revista Colombiana de Sociología, 6(1), 17-25.         [ Links ]

Weber, M. (1995). El político y el científico. Barcelona: Altaza.         [ Links ]

Fuentes primarias

Entrevista a Daniel, sociólogo, egresado del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, 14 de abril del 2014. Bogotá         [ Links ].

Entrevista a Diana, socióloga, egresada del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, 7 de septiembre del 2013. Bogotá         [ Links ].

Entrevista a Érica, socióloga, egresada del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, 29 de mayo del 2014. Bogotá         [ Links ].

Fuentes consultadas

Díaz, M. (2002). Flexibilidad y educación superior en Colombia. Bogotá: Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU). Consultado el 18 de mayo del 2014 en http://www.aspucol.org/14-ultimasnoticias/FLEXIBILIDAD_Y_EDUCACI_N_SUPERIOR_EN_COLOMBIA.pdf.         [ Links ]

Obregón, D., Acosta, O. y Miranda, A. (2005). Reformas curriculares. Debate. Revista de Estudios Sociales, 20, 101-107.         [ Links ]

Valencia, G. (2009). El oficio del sociólogo: la imaginación sociológica. Pluralismo epistemológico, 193-214. Consultado el 15 de abril del 2014 en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/coedicion/olive/10garcia.pdf.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License