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Acta Medica Colombiana

versión impresa ISSN 0120-2448

Acta Med Colomb vol.40 no.3 Bogotá jul./dic. 2015

 

Editorial

Medio siglo de alianza por la medicina interna colombiana

Half a century of partnership for the colombian internal medicine

Roberto Esguerra • Bogotá, D.C. (Colombia)

Dr. Roberto Esguerra Gutiérrez: MD. FACP. Especialista en Medicina Interna y Medicina Nuclear. Profesor Clínico Universidad de los Andes. Bogotá, D.C. (Colombia) Gobernador ACP Capítulo Colombia.
Correspondencia. Dr. Roberto Esguerra Gutiérrez. Bogotá, D.C. (Colombia).
E-mail: resguegu@hotmail.com

Recibido 15/X/2015 Aceptado: 16/X/2015


Un siglo de existencia completó el American College of Physicians (ACP) el pasado mes de mayo, acontecimiento que se celebró durante el congreso Internal Medicine 2015, en Boston. Llega a esta efemérides siendo la sociedad científica de especialidades médicas más grande del mundo, con 143 000 miembros, distribuidos en 85 Capítulos, 18 de ellos internacionales. Resulta interesante resaltar que de sus 100 años, durante los últimos 50, el ACP ha mantenido una sólida y continua relación con la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI®).

La medicina norteamericana vivió varios momentos importantes en los finales del siglo XIX, entre los que se pueden mencionar la creación de la American Medical Association (AMA) en 1847, los cambios liderados por Charles Eliot que realizó la Universidad de Harvard a su currículo de medicina en 1869, la introducción de la especialización con las residencias médicas, al abrirse la universidad de Johns Hopkinsen 1893 y la aparición del informe sobre educación médica realizado por el educador Abraham Flexner en 1910, hechos que modificaron la evolución, trazaron el nuevo rumbo y permitieron el florecimiento de la medicina de Norte América.

En los albores del siglo XX la mayoría de los médicos clínicos eran médicos generales, hasta la aparición de William Osler, quien publicó su obra “Principles and Practice of Medicine” en 1892, en la que define el rol y la preparación de los especialistas clínicos en medicina. Con justicia Osler es considerado el padre de la medicina interna, hasta tal punto, que el día de su natalicio, el 12 de julio, ha sido adoptado por la Asociación Colombina de Medicina Interna (ACMI®) como el "día del internista" desde hace algunos años. Osler nunca reclamó haber inventado una nueva especialidad, el entendía la Medicina Interna como una especialidad de consultoría general, equivalente al Innere Medizin alemán, con su promesa de entender mejor la enfermedad a través de la fisiología y la química (1).

En medio de ese entorno, cuando apenas comenzaba el siglo XX es que nace el American College of Physicians (ACP), por iniciativa del médico Heinrich Stein, de origen alemán, quien vivía en New York y tuvo la idea de crear una organización, similar al Royal College of Physicians, creado en 1518 por el rey Enrique VIII. Sin embargo, no se replicó exactamente su organización sino que se optó por una diferente (2). No sorprende que sea un médico con ancestro alemán quien propicia la creación de una organización científica de internistas. Sabemos que el nombre de la especialidad tiene claros vínculos con la medicina germana, en donde con toda claridad, se usó el término Medicina Interna para designar una especialidad que por entonces también se conocía como "Clínica Médica" o con el genérico "clínica" en contraposición a la “cirugía” para las disciplinas quirúrgicas.

Fue así como inició su vida el ACP, el 11 de mayo de 1915, con la misión “de promover el avance de la ciencia y de la práctica de la medicina, estimular el estudio de la medicina biológica entre sus miembros, elevar el estándar de la educación de los médicos y de la educación médica, asegurar la promulgación de leyes médicas justas por los gobiernos estatales yfederal y de una ley federal que requiera un licenciamiento médico nacional, obtener la creación de un consejo nacional de salud, promover la amistosa interacción entre los médicos, orientar a la opinión pública respecto a los grandes problemas de salud y de la medicina, y ofrecer reconocimiento a logros distinguidos en medicina”(3).

Por varios lustros el ACP dedicó sus esfuerzos a su propia consolidación, aumentando el número de sus miembros en los Estados Unidos y Canadá y en 1931 decidió que su membresía incluiría únicamente internistas de habla inglesa residentes en Norteamérica, por la dificultad para examinar credenciales de médicos de otras regiones y la limitada utilidad que podrían tener para ellos los materiales educativos en inglés (3). Aunque algunos internistas mejicanos graduados en Estados Unidos habían sido admitidos como miembros, así como algunos internistas cubanos residentes en la Florida, que incluso llegaron a crear un Capítulo que duró hasta 1964. Luego de la terminación de la Segunda Guerra Mundial el ACP estrechó sus vínculos con la región, en gran medida por las becas de la fundación Kellogg, que permitieron a muchos médicos de Latinoamérica estudiar en Norteamérica (3, 4).

Los ex becarios de la Fundación Kellogg fueron cerca de 200 que permanecían vinculados al ACP, pues esta era la entidad encargada de seleccionar a los favorecidos con las becas, que incluían un curso de inmersión en inglés yuno o dos años de práctica clínica. Como lo relata Rodríguez Portales: “aprovechando esta situación y con buena visión de futuro, a principios de los años sesenta el Boardof Regents aprobó que el Presidente, Dr. Marvin H Pollardy el Secretario Ejecutivo, Dr. Edward C. Rosenow, junto a sus esposas emprendieran giras latinoamericanas para contactar a ex becarios y organizar actividades del College en conjunto con las sociedades locales de Medicina Interna. El primero de estos viajes se hizo a Colombia en 1965 y concluyó con el establecimiento de un curso anual de posgrado en Medellín, con la participación del ACP y docentes de siete escuelas de medicina colombianas” (3). En esta cita parece existir un desfase de fecha, pues esa reunión ocurrió realmente en 1964, según está consignado en el libro “la Medicina Interna en Colombia” (5).

En la clausura del segundo de estos eventos, realizado en Bogotá, en julio de 1966, William Rojas, el primer Master colombiano y recientemente distinguido con el “Centennial Legacy Award” del ACP, afirmaba: “Culmina hoy un importante certamen científico. Los Internistas los cursos colombianos, auspiciados por el American College of Physicians y atendidos regiamente por la Universidad Javeriana, nos hemos reunido durante esta semana a dialogar sobre los avances más importantes y recientes de la Medicina Interna. Los invitados extranjeros, autoridades en los campos respectivos nos han ilustrado ampliamente y los participantes de las Facultades de Medicina del país han puesto en evidencia una vez más, la pujanza de la educación médica en Colombia y los adelantos que gracias a ella se han obtenido en el campo de la Medicina Interna. Una vez más queremos reconocer la extraordinaria labor del Dr. Pollard quien con el Dr. Ignacio Vélez Escobar, ideó, gestó y llevó a la realización los cursos de Medicina Interna en América Latina. El American College of Physicians que ha venido organizando desde hace varios años en forma periódica y en distintas ciudades de los Estados Unidos este tipo de certamen, contribuyó con su experiencia a la organización del primer curso en Latinoamérica, que tuvo lugar en Medellín el año pasado, posteriormente se efectuó otro en Rio de Janeiro y entiendo que es la intención del Colegio Americano continuar auspiciando en distintos lugares de la América Latina certámenes como el que hoy finaliza, que además de actualizar los conocimientos médicos produce un provechoso acercamiento y un magnífico incremento en las relaciones culturales entre todos los países del continente”(6).

Así se inició la historia de lo más visible y conocido de esta alianza, los que inicialmente se llamaron “Cursos ACM/ACP” y que a partir del XXV han comenzado a llamarse “Congreso ACMI®/ACP”, para ser el Congreso que se intercala con el “Congreso de Medicina interna” que organizará la ACMI®, luego de ocurrida la disolución de la Asociación Pro Congreso de Medicina Interna (APMI), que organizó los Congresos Colombianos de Medicina Interna desde su creación en 1971. Estos cursos han tenido lugar principalmente en las ciudades de tamaño intermedio y han abarcado todos los temas de la medicina interna, contando siempre con profesores internacionales invitados por el ACP. También el ACP apoyó todos los Congresos Colombianos de Medicina interna, incluyendo el Congreso mundial celebrado en Bogotá en agosto de 1986. Han sido medio siglo de colaboración estrecha en esta actividad de educación continuada que ha beneficiado a los médicos colombianos y en particular a los internistas.

El 9 de agosto de 1983 Fernando Chalem, Editor de Acta Médica Colombiana y yo, quien fui su Editor Asociado durante 17 años, entre 1980 y 1997, fuimos al 4200 de Pine Street en Philadelphia, a la hermosa casa que fue la sede del ACP hasta 1989, para visitar a Edward J Huth, por entonces Editor del Annals of Internal Medicine. Nuestra intención era estrechar los vínculos entre las dos revistas, agradecer su aprobación para la publicación de los “Requisitos unificados para trabajos presentados a revistas biomédicas”, que había aparecido recientemente en nuestra revista (7) y buscar su apoyo para que Acta Médica Colombiana fuera indexada en el Index Medicus. Huth, quién hacía parte del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas, nos ofreció todo su apoyo, mostró gran simpatía por la revista colombiana, cuya colección completa le entregamos y debe estar en la biblioteca del ACP. Esa visita nos sirvió mucho, en los meses siguientes se implementaron todas las mejoras que nos sugirió y sentimos su apoyo en la cruzada por la indexación de la revista. Ese acercamiento fue renovado recientemente, con Christine Laine, la actual editora de Annals of Internal Medicine.

La creación en Colombia, de lo que por entonces el ACP denominaba “Afiliate Region”, se contempló por primera vez en 1982, por iniciativa de Samuel Asper ex presidente del ACP, durante el X Curso ACMI®/ACP celebrado en Cartagena (8), a la vez que se realizaban esfuerzos similares en otros países de la región, principalmente en Chile en donde se organizó formalmente la primera región afiliadade Sur América en 1983, que se transformaría en Capítulo más tarde. El Capítulo Colombia tomó varios años más hasta alcanzar el número de internistas requerido y lograr su formalización en 2012.

Para mantenerse actualizados muchos internistas colombianos han empleado desde hace mucho tiempo el MKASP (Medical Knowledge Self-Assesment Program), que apareció por primera vez en 1967 y se encuentra ya en su decimoséptima edición. También debe resaltarse el Manual de Ética (Ethics Manual), cuya primera edición fue publicada en 1984, actualmente en su sexta edición que tiene una versión en español y que no dudo en recomendar a todos los colegas, especialmente a residentes y estudiantes, porque representa una guía muy útil en los dilemas éticos de la medicina actual.

Los permanentes esfuerzos del ACP por definir el campo y el papel de la Medicina Interna, han contribuido a que ante los cambios propios de la medicina a los que se agregan los de los sistemas de salud, nuestra especialidad encuentre su papel en el entorno actual. En mi opinión parecen abrirse dos grandes caminos: uno de práctica hospitalaria, el llamado Hospitalista, que para el caso de la medicina interna debería ser el médico de cabecera de la mayoría de los pacientes adultos hospitalizados. El otro de práctica primordialmente de consultorio, que debería ser el médico de todos los adultos, que de acuerdo con la definición de medicina interna propuesta por el ACP (8), debe abarcar todo el espectro que va desde la salud hasta las enfermedades complejas.

Para los dos caminos el papel dentro de los sistemas de salud es de la mayor importancia, porque el internista permite que se pueda ofrecer a los adultos una atención integral, con un alto componente humanitario y con una responsable utilización de los recursos. El primero de los elementos, el de la integralidad, hace referencia a la esencia de la especialidad, a la visión holística de la enfermedad y del paciente, totalmente opuesta a la atención fragmentada fomentada por el exceso de especialización. El segundo es el componente humanitario, encarnado en la esencia del internista desde el propio Osler y cada vez más escaso en la visión inmediatista que privilegia la atención de los clientes sobre el cuidado de los pacientes. El tercero, está basado en la responsable utilización de unos recursos finitos, que en buena parte se desperdician por la falta de una práctica médica de óptima calidad.

Los múltiples recursos que ofrece el ACP ayudan en los tres frentes. Tanto Annals of Internal Medicine, la emblemática revista que sigue siendo una de las más respetadas a nivel mundial, como otras publicaciones que incluyen“ ACP Hospitalist” y “ACP Internist”, proporcionan información actualizada e incluyente de todas las áreas que interesan para la salud de los adultos. En el mismo sentido ayudan las Guías de Práctica Clínica (“ACP Clinical Guidelines”) las Declaraciones sobre Guías (“ACP Guidance Statements”) y el asesoramiento sobre mejores prácticas (“Best Practice Advise”). También apoya la integralidad del conocimiento el DynaMed Plus, la extensa base de información actualizada diariamente, que cubre todos los tópicos que requiere un internista.

El importante componente humanitario, que en mi opinión debe ser uno de los rasgos que caracteriza al internista de este siglo, encuentra una sólida referencia en el “Ethics Manual”, en donde además el profesionalismo y la ética médica proporcionan la solidez moral que la sociedad debe encontrar en todo internista.

El programa “High Value Care”, que hemos denominado en Colombia Medicina de Óptima Calidad, no es otra cosa que una invitación a ejercer la medicina de la mayor calidad posible haciendo lo que hay que hacer (ni más ni menos) por el bienestar de nuestros pacientes. La sólida información que sustenta este programa demuestra como desperdiciamos recursos en todo aquello que ordenamos y no agrega valor para el resultado en salud. Bien por causa de la llamada medicina defensiva, o por caer y perseverar en las denominadas “rutinas” de los servicios o simplemente por desconocimiento de la verdadera utilidad o limitación de un examen o procedimiento.

No tengo duda al afirmar que lo que la sociedad reclama de sus médicos lo encarna como ninguno otro el internista, lo que nos confiere la responsabilidad de responder con la riqueza de nuestro conocimiento, con lo más elevado de nuestros sentimientos y con la responsable preservación de nuestro profesionalismo.

La celebración del medio siglo de alianza exitosa entrela ACMI® y el ACP con el XXV Congreso ACMI®/ACP de Montería, ratificó su poder de convocatoria con más de 1000 asistentes, mostró una Asociación Colombiana de Medicina Interna vigorosa, estructuralmente sólida y con su futuro despejado; con su revista, Acta Médica Colombiana, que alcanzó la madurez al llegar a los 40 años de existencia y aparición ininterrumpida, consolidada y respetada en el mundo científico y académico. A su turno el Capítulo Colombia del ACP ratificó su crecimiento sostenido, mostró la implementación exitosa de programas como el de “Medicina de Óptima Calidad”, que augura que otros programas del ACP, como el de declarar que las armas de fuego constituyen un problema de salud pública, también serán exitosos en nuestro país.


Referencias

Bryan C. The art of Medicine. Lancet 2015; 385:1720-1721.         [ Links ]

Cleaveland RC, Ralston F Jr. First 75 years: 1915-1990. En: Serving Our Patients and Profession. A centennial History of the American College of Physicians 1915-2015. Tooker J, Dale DC Editors. 2015. American College of Physicians. P 11-42.         [ Links ]

Rodríguez Portales JA. Primeros años. En: ACP El American College of Physicians, Seis décadas de colaboración con la medicina interna nacional. Rodríguez Portales JA Editor. Santiago: Editorial IKu; 2015. P 11-21.         [ Links ]

American College of Physicians. Disponible en: https://www.acponline.org/about_acp/history/timeline/.         [ Links ]

Rojas W. Relaciones de la ACMI con otras disciplinas. En: Hernández CA, Ardila E, Niño MN, editores. La Medicina Interna en Colombia. Bogotá: Asociación Colombiana de Medicina Interna: 2006. P 160-168.         [ Links ]

Rojas W. Palabras Pronunciadas en la Clausura del II Curso ACMI/ACP, Universidad Javeriana. Bogotá 1966.         [ Links ]

Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Requisitos Unificados para trabajos presentados a revistas Biomédicas. Acta Med Colomb 1983; 8: 43-47.         [ Links ]

Esguerra R. Medicina Interna. Acta Med Colomb 2013; 38:3:109-111.         [ Links ]