Pseudomonas es el nombre propio dado al género de bacilos aerobios gramnegativos de la familia Pseudomonadaceae, no termentadores de la glucosa, catalasa positivos, con flagelos polares, que no forman esporas y que causan infecciones en el ser humano. Comprende numerosas especies, entre las que cabe destacar P. aeruginosa, P. fluorescens y P. putida. Algunos miembros del género son psicrófilos (capaces de vivir a bajas temperaturas), mientras que otros sintetizan sideróforos fluorescentes con gran valor taxonómico, como P. aeruginosa que produce piocianina (pigmento azul verdoso bacteriano visto en los cultivos), fluoresceína y piorrubina (aeruginosa es el nombre latino para el cardenillo u "óxido de cobre"). Es común la presencia de plásmidos en este género de bacterias.

El nombre Pseudomonas fue acuñado en 1894 por el botánico y micólogo polaco-alemán Walter Emil Friedrich August Migula, y etimológicamente significa «falsa unidad», derivado del griego pseudo (ψευδο 'falso') y monás (μονάς / μονάδα 'una sola unidad') [el término «monada» se usaba en microbiología antigua para nombrar a los organismos unicelulares]. Parece que Migula no dejó clara la razón del uso de esa palabra, y algunos creen que más bien creó el término Pseudomonas por la semejanza de estas bacterias con ciertos nanoflagelados conocidos en ese tiempo como Monas (O.F. Muller, 1773), del latín científico Monadas, por lo que podría haberse referido a "falsas monas" en vez de "falsa unidad".

Como sustantivo femenino o nombre común, la palabra 'pseudomona' (con p inicial muda) se refiere a la bacteria del género Pseudomonas; pueden verse también las formas 'pseudomonas' (plural invariable) y 'pseudomónada' (plural "aeromónadas"), así como las correspondientes variantes sin p inicial: "seudomona", "seudomonas" y "seudomónadas".

Atendiendo a las normas de la taxonomía binominal, promulgadas en el Código Internacional de Nomenclatura de Bacterias (ICNB), y a las reglas ortográficas de nuestro idioma español, el nombre propio del género Pseudomonas se escribe en cursiva o subrayado, con mayúscula inicial, y no suele ir precedido de artículo (si lo precisa, es femenino). Son incorrectas las formas Pseudomona y Seudomonas. Cuando se menciona la "especie" ésta también debe ir en cursiva y sin mayúscula inicial (aún después del punto de abreviatura del género), por ejemplo: Pseudomonas aeruginosa, Pseudomonas aeruginosa, P. aeruginosa o P. aeruginosa.