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Acta Medica Colombiana

versão impressa ISSN 0120-2448

Acta Med Colomb vol.46 no.2 Bogotá jan./jun. 2021  Epub 16-Nov-2021

https://doi.org/10.36104/amc.2021.2041 

Trabajos originales

Impacto de la optimización del tratamiento en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico que no responden a esomeprazol

JANER NELSON LOZANO-MARTÍNEZa 

WILLIAM ALBERTO OTERO-REGINOb  * 

HERNANDO MARULANDA-FERNÁNDEZc 

aInternista. Residente de Gastroenterología, Universidad Nacional de Colombia; Bogotá, D.C. (Colombia).

bProfesor Universidad Nacional de Colombia, Hospital Universitario Nacional. Gastroenterólogo Centro de Gastroenterolo gía y Endoscopia Digestiva; Bogotá, D.C. (Colombia).

cProfesor Universidad Nacional de Colombia, Hospital Universitario Nacional. Gastroenterólogo Centro de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva. Bogotá, D.C. (Colombia).


Resumen

Introducción:

la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) afecta a una de cada ocho personas en Colombia. Sus síntomas característicos son pirosis y regurgitación. La piedra angular del tratamiento son los inhibidores de bomba de protones (IBP) con respuesta clínica en 58-80%. En quienes no responden 75-90% tienen un trastorno funcional superpuesto y se podrían tratar adicionando neuromoduladores viscerales.

Objetivo:

evaluar el impacto que tiene optimizar el tratamiento en pacientes con ERGE cuando no hay respuesta a esomeprazol (ESO).

Material y métodos:

estudio prospectivo en pacientes sin respuesta clínica (más de dos episodios de reflujo por semana) tratados con ESO 40 mg media hora antes del desayuno y simultáneamente recomendaciones para bajar de peso si IMC >25, dejar de fumar y controlar el estrés, y finalmente aumentado la dosis de ESO a 40 mg en ayunas y antes de la cena. Cuando se cumplió todo lo anterior y persistían los síntomas, se adicionó amitriptilina 12.5 mg por la noche. Cada 12 semanas se evaluaba la respuesta.

Resultados:

hubo 529 pacientes elegibles y 149 cumplieron los criterios de inclusión. Optimizando el tratamiento 111 pacientes tuvieron respuesta clínica sin la utilización de amitriptilina (74.5%; IC95% 67.2-81.4). En 22 se adicionó amitriptilina (14.8%) y de estos respondieron 15 pacientes, 68.2% (IC95% 47.04-89.32%). En ocho pacientes hubo somnolencia (53.3%). Se encontró relación entre el cumplimiento del tratamiento con IBP y la respuesta clínica (p<0.0001).

Conclusiones:

en pacientes con ERGE la optimización del tratamiento con IBP mejora el 74.5% (IC95% 67.2-81.4) de los pacientes y la adición de amitriptilina a quienes no mejoran, logra mejorar el 68.2% de quienes no mejoraban con dos dosis de ESO. Con el manejo secuencial se logró mejoría acumulativa en el control de los síntomas de 85% (IC95% 78.6-90.4) de los pacientes. (Acta Med Colomb 2021; 46. DOI:https://doi.org/10.36104/amc.2021.2041).

Palabras clave: optimizar tratamiento; IBP; cumplimiento; respuesta clínica; neuromodulador

Abstract

Introduction:

gastroesophageal reflux disease (GERD) affects one out of eight people in Colombia. Its characteristic symptoms are heartburn and reflux. The cornerstone of treatment is proton pump inhibitors (PPIs), with a clinical response in 58-80% of patients. Of those who do not respond, 75-90% have a superimposed functional disorder and could be treated by adding visceral neuromodulators.

Objective:

to evaluate the impact of optimizing the treatment of patients with GERD when there is no response to esomeprazole (ESO).

Materials and methods:

a prospective study in patients with no clinical response (more than two reflux episodes per week) who were treated with 40 mg of ESO half an hour before breakfast along with the recommendation to lose weight if BMI >25, stop smoking and manage stress; and, finally, increasing the ESO dose to 40 mg on an empty stomach and before dinner. When all of this was done and symptoms persisted, 12.5 mg of amitriptyline were added at night. The response was evaluated every 12 weeks.

Results:

a total of 529 patients were eligible and 149 met the inclusion criteria. With treatment optimization, 111 patients had a clinical response without using amitriptyline (74.5%; 95%CI 67.2 81.4). Amitriptyline was added in 22 patients (14.8%), 15 of whom responded (68.2%; 95%CI 47.04-89.32%). Eight patients experienced drowsiness (53.3%). A relationship was found between PPI treatment compliance and clinical response (p<0.0001).

Conclusions:

in patients with GERD, PPI treatment optimization improves 74.5% (95%CI 67.2 81.4) of the patients, and adding amitriptyline for those who do not improve achieves improvement in 68.2% of those who did not improve with two doses of ESO. Sequential management achieved a cumulative improvement in symptom control in 85% (95%CI 78.6-90.4) of the patients. (Acta Med Colomb 2021; 46. DOI: https://doi.org/10.36104/amc.2021.2041).

Kew words: treatment optimization; PPI; compliance; clinical response; neuromodulator

Introducción

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), se produce cuando el flujo retrógrado del contenido gástrico causa síntomas molestos y/o complicaciones esofágicas o extraesofágicas 1. Afecta 8-10% de la población mundial y 11% de la población latinoamericana 2. En Colombia está presente en 12% 3. El diagnóstico se presume clínicamente cuando hay pirosis y/o regurgitación 4 y es conclusivo cuando al hacer endoscopia se encuentra esofagitis C o D 5 o cuando la endoscopia es negativa (70%) y la impedanciometría con monitoreo de pH (impedaciometría-pH-metría) es positiva 5. Estos últimos pacientes constituyen lo que se denomina NERD (Non Erosive Reflux Disease) 5.

La piedra angular del tratamiento es inhibir la secreción de ácido con inhibidores de bomba de protones (IBP) y algunas medidas generales como disminuir el peso cuando el índice de masa corporal (IMC) es superior a 25 kg/m2 (6,7, dejar de fumar 8, y controlar el estrés 9. Otras modificaciones del estilo de vida, aunque frecuentemente recomendadas, carecen de evidencia de alta calidad que las respalde 10. Entre los diferentes IBP de primera generación, el esomeprazol (ESO) produce mayor inhibición de la secreción de ácido en el estómago y junto con el rabeprazol, tiene metabolismo independiente de actividad del CYP2C19 a nivel hepático 11,12. En Colombia más del 75% de los individuos son metabolizadores rápidos o ultrarrápidos de los IBP 13. En pacientes con ERGE y erosiones esofágicas la respuesta se logra en 85-90% y cuando no hay esofagitis en 55-60% 14,15. En los pacientes tratados con IBP, sólo el 54-68% cumplen el tratamiento 16,17. El 84% de los pacientes que responden a IBP cumplen el tratamiento en contraste con 50% de los que no responden (p<0.0001) 18. Cuando se cumple el tratamiento la eficacia es de 75% con una dosis al día y 80-90% con dos dosis 19. El 75-90% de los pacientes que no responden a IBP dos veces al día, tienen un trastorno funcional superpuesto como hipersensibilidad a reflujo o pirosis funcional 4,20-22. No obstante, ese conocimiento, en ese grupo de pacientes los expertos y diferentes guías de manejo, recomiendan realizarles im-pedaciometría esofágica con monitoreo de pH esofágico (impedaciometría-pH-metría) 23-27 y más recientemente neuromoduladores viscerales a dosis bajas 28-30, especialmente antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, imipramina) (31,32), o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como fluoxetina o citalopram 30,33,34.

Teniendo en cuenta el alto costo de la impedanciometría-pHmetría y que la mayoría de pacientes que no responden a dos dosis de IBP correctamente prescrito, tienen un trastorno funcional superpuesto, se decidió realizar el presente trabajo para determinar si la optimización del manejo de la ERGE, corrigiendo sucesivamente la prescripción incorrecta, la adopción de las medidas generales eficaces, dos dosis de IBP y finalmente la adición de neuromoduladores viscerales, podían controlar los síntomas de manera acumulativa.

Material y métodos

El presente es un estudio abierto prospectivo de intervención, basado en datos reales de la práctica clínica diaria, realizado en una cohorte de pacientes adultos mayores de 18 años con ERGE y atendidos en la consulta externa del Centro de Gastroenterología y Endoscopia Digestiva de Bogotá, adscrito al posgrado de gastroenterología de la Universidad Nacional de Colombia. Los criterios de inclusión fueron edad mayor o igual a 18 años, síntomas típicos de pirosis y regurgitación, tratamiento con ESO y falta de respuesta clínica al recibir tratamiento por 12 semanas. Los pacientes con ERGE y sintomáticos, a pesar del tratamiento, eran direccionados a una consulta especial atendida por uno de los autores (JL), quien a su vez los discutía con otro de los autores (WO). Los criterios de exclusión fueron embarazadas, falta de control de los síntomas típicos de reflujo, usar otro IBP diferente a ESO, intolerancia a ESO o amitriptilina, enfermedad psiquiátrica en tratamiento (estar tomando Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o antidepresivos tricíclicos), tener complicaciones de la ERGE (estenosis péptica, esófago de Barrett o cáncer esofágico, así mismo hallazgos endoscópicos que sugieran esofagitis eosinofílica (EE), cirugía previa del tracto digestivo alto, cáncer gastrointestinal actual o previo, trastornos motores del esófago; comorbilidad debilitante activa (enfermedad coronaria, arritmias cardiacas, EPOC, cirrosis, enfermedad renal crónica, esclerosis, gastroparesia).

Intervenciones

En la visita inicial, se identificaban las características de los pacientes y según cada caso, se corregía la prescripción del ESO y se realizaban recomendaciones generales: bajar de peso, dejar de fumar y reducir el estrés. Al lograr el cumplimiento y no obtener respuesta clínica se les duplicaba la dosis de esomeprazol y se evaluaban en las siguientes 12 semanas. Si en la evaluación de control no había respuesta al tratamiento se realizaba nuevamente la optimización y se programaba una nueva evaluación. Se consideró respuesta al tratamiento la desaparición de los síntomas o disminución de la frecuencia de los mismos a menos de dos veces por semana. La respuesta clínica se determinó mediante llamada telefónica, consulta y revisión de la historia clínica.

Análisis estadístico

Las variables cuantitativas se presentan como medida de resumen y dispersión, las variables cualitativas se presentan en números absolutos y proporciones. La prueba de Mc Nemar se empleó para evaluar la respuesta clínica y el cumplimiento, la prueba t de student para comparar variables cuantitativas pareadas y la prueba de X 2 para comparaciones entre variables cualitativas, se tuvo en cuenta un valor de p<0.05 como estadísticamente significativo. Se realizó un análisis de sensibilidad de las pérdidas y se consideró a estas como no cumplimiento o como no respuesta clínica al tratamiento. El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS-26.

Resultados

Se identificaron 529 pacientes elegibles, se excluyeron 380 y finalmente se seleccionaron 149 (Figura 1).

Figura 1: Pacientes incluidos y excluidos en el estudio. 

Características generales de los pacientes

El promedio de edad de los pacientes del estudio fue de 59.6 años ± 12.5; La mayoría estaban en el grupo de edad entre 60-74 años (43.2%) seguidos por el grupo de 35-59 años (42.3%), las mujeres correspondieron al 83.2%. La característica más común fue el sobrepeso y la obesidad (38.9 y 24.8% respectivamente). Los hallazgos endoscópicos más frecuentemente encontrados fueron la esofagitis grado A (47.0%); la hernia hiatal se presentó en 14.1% de los participantes. En la Tabla 1 se resumen las características de los pacientes del estudio.

Tabla 1  Características generales de los pacientes 

Característica Incluidos en estudio (n=149)
Media Desviación estándar
Edad 59,6 ± 12.5
Peso 67,3 ± 11.9
Talla 1,6 ± 0.07
IMC 27,0 ± 4.5
Género Número Porcentaje
Femenino 124 83.2%
Ocupación Número Porcentaje
Pensionado 62 41.6%
Docente 59 39.6%
Hogar 22 14.8%
Otros 6 4.0%
IMC Número Porcentaje
IMC normal 54 36.2%
Sobrepeso 58 38.9%
Obeso 37 24.8%
Estilo de vida Número Porcentaje
Fumadores 3 2.01%
Estrés 87 58.4%
Dosis esomeprazol Número Porcentaje
20 mg/día 20 13.4%
20 mg/2 v día 24 16.1%
40 mg/día 41 27.5%
40 mg/2 v día 64 43.0%
Esofagitis Número Porcentaje
No esofagitis 63 42.3%
Grado A 70 47.0%
Grado B 10 6.7%
Grado C 5 3.4%
Grado D 1 0.7%
Hernia hiatal 21 14.1%

El 63.1% de los participantes no tomaban de forma adecuada el tratamiento; la dosis de esomeprazol que más se asoció a una baja adherencia fue la de 40 mg dos veces al día (76.6%) (Tabla 2).

Tabla 2 Dosis de Esomeprazol y cumplimiento del tratamiento al ingresar en el estudio. 

Dosis Esomeprazol Cumplimiento % No cumplimiento % Total %
20 mg/día 10 50.0 10 50.0 20 13.4
40 mg/día 19 46.3 22 53.7 41 27.5
20 mg/2 v día 11 45.8 13 54.2 24 16.1
40 mg/2 v día 15 23.4 49 76.6 64 43.0
Total 55 36.9 94 63.1 149 100.0

Pérdidas del estudio

El total de pérdidas fue de 15 participantes (10.1%) un porcentaje menor al esperado (20%). Las pérdidas se produjeron por abandono del participante y fueron analizadas como no respuesta o no cumplimiento del tratamiento.

Respuesta general

La evaluación de la intervención de optimización se realizó desde agosto de 2019 hasta marzo del 2020. No se encontró relación entre la edad y el género con la respuesta clínica al tratamiento, ni con el cumplimiento. Dentro de las recomendaciones en la optimización del tratamiento para reflujo refractario, la reducción del peso en obesos es un objetivo clave (Tabla 3).

Tabla 3 Cambios en el peso e IMC. 

Categoría IMC Item Media Inicio Media Final p
Normal Peso 58.50 ± 7.15 58.81 ± 7.45 0.229
IMC 22.74± 1.78 22.87± 1.94 0.254
Sobrepeso Peso 66.05 ±6.07 65.55 ± 6.58 0.100
IMC 27.17±1.42 26.97±1.63 0.113
Obesidad Peso 82.3 ± 10.1 80.8 ± 10.8 0.007
IMC 33.1 ± 3.0 32.5 ± 3.1 0.007
Peso en Kg; IMC Kg/m2: normal: <25 kg/m2, sobrepeso: 25-29.9 kg/m2, obesidad >30 Kg/m2.

Los pacientes con sobrepeso lograron una reducción en promedio de 0.5 kg (IC95% -0.1-1.1) y una variación del IMC de 0.2 (IC95% -0.04-0.45). Para los obesos la media de reducción del peso corporal fue 1.43 Kg (IC95% 0.36-2.51) y del IMC de 0.6 (IC95% 0.17-1.04).

Respuesta clínica al esomeprazol

La respuesta clínica al esomeprazol de todos los pacientes, incluso aquellos que no cumplieron los criterios para el uso de amitriptilina, está detallada según la dosis empleada en la Tabla 4. Es claro que al optimizar la terapia, la respuesta clínica mejoró de forma significativa. El grupo de 20 mg dos veces al día tuvo el más alto porcentaje de respuesta clínica (93.33%) los cambios en los otros grupos se resumen en la Tabla 4.

Tabla 4 Respuesta clínica esomeprazol según dosis específica. 

Dosis esomeprazol Respuesta % Sin Respuesta % Total
20 mg día* 6 54.55 5 45.45 11
40 mg día* 19 79.17 5 20.83 24
20 mg 2 veces día* 14 93.33 1 6.67 15
40 mg 2 veces día* 72 72.73 27 27.27 99
Total 111 74.50 38 25.50 149
*Diferencia significativa después de la intervención con cada dosis (p<0.001). No hay diferencia en la respuesta obtenida entre las diferentes dosis (p=0.136).

Respuesta clínica a amitriptilina y dosis máxima de esomeprazol

Veintisiete pacientes no tuvieron respuesta al tratamiento optimizado con esomeprazol a dosis máxima. De este grupo, 5 no continuaron con el protocolo, los 22 restantes recibieron tratamiento con amitriptilina 12.5 mg noche, más esomeprazol 40 mg cada 12 horas; de éstos, 15 tuvieron respuesta clínica (68.18%; p<0.001); el evento adverso más frecuente fue somnolencia diurna (ocho pacientes 53.3%; p=0.004) (Tabla 5).

Tabla 5 Respuesta clínica amitriptilina y dosis máximas de esomeprazol. 

Seguimiento Respuesta % Sin Respuesta % Total
Primer control 13 86.67 2 9.09 15
Segundo control 1 16.67 5 22.73 6
Tercer control 1 100.00 0 0.00 1
Total 15 68.18 7 31.82 22

Con el manejo secuencial desde la optimización del IBP hasta la adición de amitriptilina, se logró mejoría acumulativa en el control de los síntomas de 85% (IC95% 78.6-90.4) de los pacientes. Al final de la intervención se observó un incremento en el cumplimiento del tratamiento de 44.3% (p<0.001). Se encontró una relación directa entre la adherencia y la respuesta al tratamiento (con o sin amitriptilina; p<0.001 respectivamente).

Discusión

El presente trabajo se ha realizado en una cohorte de pacientes de consulta externa rutinaria, en el cual no se tienen suficientes recursos económicos para estudiar exhaustivamente los pacientes con ERGE. Adicionalmente hay evidencia de que la falta de respuesta al tratamiento incluye en muchos pacientes una inadecuada prescripción de los IBPs 35,36. Otras causas incluyen falta de adherencia al tratamiento 16-18, insuficiente inhibición de ácido con una sola dosis al día 19, biodisponibilidad de los IBP 11,12, reflujo gastroesofágico no ácido 37, esofagitis eosinofílica 37, acalasia 37, obesidad 7, tabaquismo 8 y estrés 9, o también un trastorno funcional sobrepuesto o uno de estos trastornos como entidad primaria 20,21. Por lo anterior, la evaluación de los pacientes refractarios debe comenzar con una adecuada valoración de los síntomas, esófago sin alteraciones endoscópicas o con esofagitis erosiva (C o D de los Ángeles) 5. Además, determinar la presencia o no de obesidad, estrés, tabaquismo, verificación del cumplimiento de la formulación de los IBPs etc. 7-9,16-19.

En este estudio se diseñó un protocolo de intervenciones para los pacientes clasificados con reflujo refractario por inadecuada respuesta al tratamiento con esomeprazol, el primer paso fue la optimización del tratamiento, logrando una mejoría sintomática en 75% de los pacientes previamente clasificados como refractarios, con resultados similares a los reportados por Fass y Shapiro 15. La optimización tiene dos pilares fundamentales: el primero es garantizar la adherencia, con lo que se obtiene una respuesta clínica en 71.4% de los casos. No obstante, hay un porcentaje de pacientes que no mejoran y el siguiente paso es incrementar la dosis del IBP (dos veces al día), logrando mejoría en 74.5% de los pacientes, resultados más favorables que los reportados en el estudio de Fass y Murthy 38, que al incrementar la dosis a dos veces al día lograron resolución de los síntomas solo en 20% 39.

En el grupo de pacientes que no responden a pesar de las estrategias de optimización, adicionamos un neuromodulador visceral (amitriptilina), teniendo en cuenta que estudios previos han demostrado que cuando un paciente recibe dos dosis correctas de IBP, se logra una profunda supresión de ácido y en 90% de ellos la persistencia de los síntomas se debe a un trastorno funcional sobrepuesto 4. Charbel y col. 40, encontraron que cuando los pacientes reciben dos dosis de omeprazol, sólo 3.8% tenían pH-metría esofágica anormal. En otro estudio se encontró que la probabilidad de una pH-metría normal, utilizando dosis dobles de IBP es 11 (IC95% 4.3-30.1 p<0.01) 40. En nuestro estudio el 68.2% de los pacientes (15 de 22), que tenían dos dosis de esomeprazol tuvieron mejoría clínica al adicionarles amitriptilina. Resultados similares encontraron Faruqui y col 32 quienes, al adicionar amitriptilina a pantoprazol, mejoró la pirosis en 65% de los pacientes y la regurgitación en 94.2%. En ese estudio no se reportaron efectos adversos, en contraste con el presente estudio, en el cual 53% de los pacientes manifestó somnolencia leve, sin que le interfiriera con sus actividades cotidianas. Recientemente Abdallah y cols 20 encontraron que al comparar los pacientes con y sin respuesta a una dosis de IBP, la impedancio-pH-metría fue similar en ambos grupos con respecto al tipo de reflujo (ácido, débilmente ácido y débilmente alcalino), pero el 75% de los pacientes sin respuesta al IBP tenían un trastorno esofágico funcional sobrepuesto. Estos resultados justificarían adicionar un neuromodulador cuando los síntomas persisten a pesar del IBP. En nuestro trabajo, empíricamente se adicionó una segunda dosis de IBP basados en hallazgos previos de que al dar dos dosis de IBP más de 96% de los pacientes logran suprimir la secreción de ácido 40 y si no había respuesta, se adicionó amitriptilina teniendo en cuenta la posibilidad de coexistencia de un trastorno funcional 4. El abordaje de pacientes con pirosis refractaria es complejo y se han ensayado diversos enfoques y estrategias. Este año, Vaezi y cols 42, reportaron que la utilización de un quelante de sales biliares IW3718 (Una presentación especial de colesevelam que le permite mantenerse en el estómago y atrapar los ácidos biliares) a dosis de 1.5 gramos dos veces al día, a la semana ocho, logró disminución del puntaje de pirosis de 11.9% comparado con placebo (58 vs 46%) (p=0.02). En ese estudio, los pacientes incluidos debían tener síntomas de ERGE refractario a una dosis de IBP en las últimas ocho semanas 42. Esos resultados podrían explicarse por el efecto nocivo que tienen los ácidos biliares conjugados en el epitelio esofágico 43-44; sin embargo, la ganancia sobre placebo es solo 12%. Consideramos que se necesitarían más estudios para determinar si esta forma novedosa de colesevelam sería más eficaz que adicionar una segunda de IBP para una satisfactoria supresión del ácido 19-22. Otra estrategia empírica para el tratamiento de pirosis refractaria es el tratamiento quirúrgico 45. Recientemente se comparó funduplicatura de Nissen por laparoscopia versus omeprazol 20 mg en ayunas y antes de cena más baclofén (inhibidor de la relajación del esfínter esofágico inferior), más imipramina en pacientes con pirosis refractaria 45. El tratamiento quirúrgico fue más eficaz que el tratamiento médico (67 vs 28%, p=0.007); sin embargo, en cada grupo 40-50% de los pacientes tenían hipersensibilidad visceral y el resto, reflujo anormal de ácido (impedancio-pH-metría). Este último hallazgo, demuestra que no había un adecuado control de la secreción de ácido y por lo tanto, estaría indicado duplicar la dosis de IBP 19. Si la secreción de ácido no estaba correctamente suprimida, sería preferible aumentar la dosis de IBP en vez de realizar una cirugía. La pirosis refractaria a IBP, no es indicación de cirugía 12. El hecho de que casi la mitad de los pacientes tuvieran hipersensibilidad esofágica, no se descarta que la superioridad de la cirugía se deba a un efecto placebo. Por lo anterior, consideramos que los hallazgos de esa investigación no pueden ser extrapolables a otras poblaciones. Adicionalmente se ignora la prevalencia de metabolizadores rápidos o ultrarrápidos de IBP en esa población. Con esta información, estaría indicado utilizar IBPs no influidos por el CYP 11,12 si la prevalencia de esos genotipos es alta. Varios autores han destacado, que el tratamiento de la ERGE no es solamente suprimir la secreción de ácido con dosis mayores de IBP 4,32. El concepto fisiopatológico básico clásico de la ERGE, que la considera secundaria a una alteración en la relajación del esfínter esofágico, permitiendo el ascenso de ácido clorhídrico y bilis al esófago 46; sin embargo, la ERGE es mucho más compleja y hay múltiples fenotipos individuales 46.

Consideramos que nuestro trabajo, muestra una alternativa empírica para el manejo cotidiano de los pacientes con ERGE y estos resultados, adicionan nueva evidencia para no apresurarse a utilizar de manera innecesaria impedancio-pH-metría en los pacientes que no responden inicialmente a IBP, como ha sido sugerido antes 23,26,27,41.

Nuestro trabajo tiene limitaciones. No se tomaron biopsias esofágicas a los pacientes que seguían con síntomas a pesar del neuromodualor, para descartar esofagitis eosinofílica, muestra pequeña, no haber iniciado con pacientes de primera vez y haberlos seguido desde el inicio del IBP con dosis única y en adelante determinar en cada modificación del tratamiento cuánto era el rendimiento adicional de cada intervención sucesiva para poder establecer el rendimiento con este abordaje en la consulta externa, de la vida real de un país subdesarrollado. No obstante, hemos encontrado que en pacientes que no responden al tratamiento con IBP, optimizando el tratamiento se logra mejoría en 85% de los pacientes y por lo tanto consideramos que antes de solicitar impedaciometría-pH-metría esofágica, se debería optimizar el tratamiento con la estrategia propuesta en este trabajo.

Conclusión

El presente enfoque terapéutico de la ERGE representa el primer estudio en nuestro país y en Latinoamérica, que demuestra el beneficio de la optimización del IBP evitando estudios esofágicos costosos. El éxito acumulado del 85% es muy importante en manejo cotidiano de estos pacientes. Se requieren más investigaciones similares y con mayor número de pacientes, para determinar si este enfoque terapéutico sería una alternativa para un país con limitaciones económicas en salud.

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Recibido: 07 de Octubre de 2020; Aprobado: 14 de Diciembre de 2020

* Correspondencia: Dr. William Alberto Otero-Regino. Bogotá, D.C. (Colombia). E-mail: waoteror@gmail.com

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