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Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura

versão impressa ISSN 0120-2456

Anu. colomb. hist. soc. cult. v.38 n.1 Bogotá jan./jun. 2011

 

RESEÑAS

Javier Guerrero Barón y Olga Yanet Acuña Rodríguez, compiladores.
Boyacá: región y conflicto.
Medellín: La Carreta Editores, 2008. 169 páginas.


Colombia es un país de regiones, y dentro de este cuadro geográfico tan particular se han realizado investigaciones sobre muchas de estas regiones, que han enriquecido la historiografía de un país fragmentado social y territorialmente, y en el cual es posible, sin mucho esfuerzo, avizorar las regiones creadas a veces de forma natural y en otras ocasiones por las acciones de los habitantes y sus profusos conflictos. Son bien conocidos los textos que tratan la historia regional antioqueña, de la costa caribeña o de otras zonas del país. Dentro de esa misma lógica se inscribe el libro Boyacá: región y conflicto. De modo inevitable, el texto comienza a hacer parte del conjunto de estudios regionales que tanto interés causa, en especial en las esferas académicas. Puede decirse que el texto final fue producto del avance y el interés de la comunidad universitaria de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (uptc) en la historia de la región donde está alojada, y de una madura y consolidada Maestría en Historia que está enfocada en los problemas históricos regionales y su relación con los del país. Es de resaltar que las investigaciones que se incluyen en el libro fueron debatidas y presentadas en escenarios académicos, específicamente en las numerosas versiones del Simposio de Historia Regional que organiza la mencionada universidad, lo cual indica una mayor profundidad investigativa y una preocupación creciente de la institución de educación superior por el conocimiento de la compleja historia de la antigua provincia de Tunja, del gran Boyacá decimonónico, del departamento del siglo pasado y de problemáticas que lo han aquejado en los últimos años.

En el título se observan las claves que demarcan la temática abordada por los autores que presentan sus indagaciones históricas y teóricas. El título es muy concreto y de por sí delator, pues utiliza términos sugerentes que muestran la fisonomía territorial como una región delimitada pero cambiante, un departamento bautizado así por el lugar donde aconteció la batalla más reputada en el proceso militar de la independencia colombiana. Sugiere que esta entidad territorial tiene una continuidad histórica que le permite ser considerada como una región, pero no se olvida de los efectos humanos sobre ella, que producen los inevitables conflictos que se repiten y continúan en la realidad histórica de Colombia. El título denota dos características fundamentales de las investigaciones: la formación, consolidación y reconocimiento de la región como tal y de algunas subregiones dentro de ella, y los conflictos sociales, económicos y políticos que han sucedido en este territorio específico, conocido hoy como departamento de Boyacá.

A propósito de la estructura, cabe mencionar una disposición capitular compuesta por cuatro secciones. En ella se distribuyen los muy heterogéneos trabajos investigativos, que abarcan las temáticas anunciadas en los encabezados de cada capítulo. En el contenido se observa una evidente diversidad de temas y problemas que no permiten tejer un hilo conductor que guíe al lector en su interés histórico por la región. Se intenta realizar un ordenamiento cronológico de los trabajos, comenzando en la segunda mitad del siglo XVI, pasando por la última parte el siglo XVIII, deteniéndose en toda la época republicana y terminando en la primera década del presente siglo. Como se puede ver, se abarca un periodo de tiempo muy prolongado, lo cual hace que las investigaciones se vean como islas difusas no muy bien conectadas, en un mar entero con más islas que piden ser exploradas. El libro es corto, profundiza en temáticas muy específicas, pero deja muchas materias sin tratar. Sin embargo, constituye un avance y un complemento en el todavía insuficiente conocimiento de la historia regional de Boyacá.

Los compiladores de los cuantiosos trabajos investigativos expuestos en el texto poseen una meritoria trayectoria académica. Tanto Guerrero Barón como Acuña Rodríguez, profesores de la uptc, han participado en atrayentes investigaciones que muchas veces han versado sobre la historia regional de Boyacá. Además, ambos pertenecen al grupo de investigaciones sobre conflictos sociales del siglo XX, el primero como director y la segunda como una de sus más notables investigadoras, lo cual les permitió tener conocimientos precisos e idóneos para elegir las investigaciones y estructurar el contenido de Boyacá: región y conflicto. Es imprescindible mencionar que los trabajos incluidos en el libro son extractos o avances investigativos de indagaciones históricas más extensas y profundas; ello no significa que no tengan cualidades sobresalientes, es mas, el mérito está en que ofrecen un panorama general y concluyente de los temas históricos que abordan. Los trabajos fueron realizados por un grupo de estudiosos que tienen en común el interés por la historia de la región, entre los cuales hay algunos con una mayor experiencia como historiadores y otros que inician su esforzada vida investigativa.

En el primer capítulo, titulado "La provincia de Tunja como entidad política y territorial", se abordan problemas coloniales y de la época de la Independencia. En los dos primeros textos se observa una preferencia por tratar temas relacionados con los indígenas, mientras que en el tercero se aborda el panorama político y administrativo tunjano en la naciente república. Diana Bonnett muestra los factores que llevaron a la administración colonial en la segunda mitad del siglo XVIII a retomar la idea de agregar y suprimir pueblos de indios en las diversas subregiones de la provincia de Tunja, descubriendo un proceso diferenciado según cada subregión, pero siempre, y como constante, bajo un marco de austeridad en los gastos de la Corona y la presión ejercida sobre las tierras de resguardo por parte de los vecinos y habitantes no indígenas de los corregimientos provinciales. La importancia de este estudio radica en que desemboca en nuevas preguntas sobre el proceso histórico de la apropiación de la tierra y de los cambios agrarios en la Colonia tardía y en las primeras décadas del siglo XIX. Por su parte, Blanca Acuña efectúa un seguimiento histórico a la encomienda de Chita durante el siglo XVI, enfatizando en la implantación de la institución, en los problemas presentados en las encomiendas y en la observación del caso concreto de la encomienda de Chita y el cambio de su encomendero. Juan Manuel Robayo se detiene en la situación administrativa de Tunja en las primeras y convulsionadas décadas del siglo XIX, y señala que un gobierno poco comprometido, ineficiente, corrupto y de poca experiencia fue el causante de una situación financiera dramática que se agudizaría en la época analizada.

En una segunda parte, nombrada "Sociabilidad y ciudadanía en Boyacá en el siglo XIX", se presentan dos ensayos. En el primero, Jaime Tovar Borda hace una presentación del término sociabilidad como herramienta teórica en la investigación histórica de los cambios sociales del siglo XIX. Sin embargo, nunca lo aplica a un caso concreto y menos a la historia regional de Boyacá, lo cual hace que el texto se vea desubicado dentro del conjunto de las investigaciones. En un segundo momento se encuentra la investigación de Acuña, donde muestra los múltiples problemas y los esfuerzos del Estado central por construir la ciudadanía y desarrollar los territorios escindidos del Estado de Boyacá entre 1863 y 1886. En Casanare se harían ingentes actividades para integrar sus territorios a la nación y hacer de sus habitantes buenos ciudadanos, lo cual, según la autora, resultaría ser un proyecto fallido, sin que esto signifique la ausencia total de beneficios, como la ampliación de la educación y la implantación de la administración pública.

"Problemas de la política y la violencia en Boyacá" es el título del tercer capítulo, que está integrado por una sola investigación sobre el gaitanismo en Boyacá. En su contenido se observa que aquel movimiento político tuvo una gran acogida en un departamento de tradición conservadora. Su avance fue progresivo y la figura de Gaitán fue muy relevante en la política boyacense de la época. En este capítulo se hace evidente la falta de otros estudios complementarios que presenten un panorama de la política y la violencia en otras décadas.

El cuarto capítulo cierra las investigaciones del libro. En "Reflexiones en torno al conflicto" se plasman las indagaciones sobre un tiempo más reciente, mostrando las facetas y los matices del conflicto en Boyacá en las últimas décadas. En primer lugar, Guerrero Barón presenta de modo cronológico un conflicto surgido por la riqueza mineral que aún continúa afectando a la región occidental de Boyacá: la guerra de la esmeraldas. De forma clara, hace un seguimiento histórico al problema desde su inicio, pasando por sus fases más crudas, así como por los momentos más apagados y que trajeron una tensa calma a la región, en donde lo persistente ha sido la ausencia del Estado. Es de resaltar que el autor busca las complicadas conexiones del conflicto regional y su expansión y relación con otras situaciones de violencia en Colombia, como el narcotráfico y el paramilitarismo. En un segundo trabajo, Liborio González Cepeda presenta una investigación que se sale de la lógica del estudio regional en concreto. Indaga sobre las ideas políticas de las guerrillas que se incorporaron al sistema político colombiano, particularmente en la Constitución política de 1991. Demuestra que el pensamiento de los insurgentes fue tenido en cuenta en el mencionado pacto político; sin embargo, nunca se menciona a Boyacá y sus conflictos específicos. Por último, Jacinto Pineda Jiménez estudia el problema del desplazamiento forzado en los últimos años, haciendo primero un análisis del problema desde la significación del poder, del dominio territorial y los factores que producen el desplazamiento. Continúa analizando el desbordamiento y la insuficiencia de las políticas públicas que tratan el problema, así como también presenta estadísticas nacionales y aterriza el problema en Boyacá, donde existe el fenómeno, pero en menor medida que en otras regiones del país. Este último capítulo concluye con las temáticas y ratifica la ausencia de estudios que permitan identificar los procesos históricos que han desembocado en los conflictos que hoy se viven en la región.

El marco temporal del libro es muy extenso, y esto evidencia algunas falencias y lagunas temáticas. El hecho de que se tomen más de tres siglos para el ordenamiento temporal de la compilación puede entenderse como una fortaleza y también como una debilidad. En efecto, el conjunto de estudios otorga una visión general de la región y sus conflictos durante todo el periodo republicano y la parte inicial y final de la Colonia, pero eso mismo materializa su debilidad, porque algunos temas profundizan situaciones temporales y espaciales específicas dejando de lado otros tópicos y materias que pueden ser de una importancia crucial para la historia de la región. El libro es sin duda corto para la pretensión que aboga en el título, pero es un aporte significativo que induce a que más investigadores se aproximen al estudio de la historia regional boyacense. El libro y los vacíos que deja desnudan la realidad historiográfica de la historia regional de Boyacá en todas sus épocas, mostrando que existen muchos campos de investigación que pueden ampliar el conocimiento que se tiene de su historia. Boyacá: región y conflicto es sin dudarlo un gran aporte en el conjunto de textos que abordan la historia regional e indica el renovado interés de los investigadores y académicos de la región por conocer su propia historia. Los temas que deja sin tratar son el futuro material para complementar la muy rica historia de esta fracción del país; esa tal vez sea la voz silenciosa o susurrante que se oye cuando se lee el libro, un llamado para continuar los estudios históricos que aporten explicaciones a los procesos que han marcado y siguen afectando al territorio y a su componente humano.


YESIT LEONARDO SILVA MEDINA
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá
ylsilvam@unal.edu.co

 

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