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Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura

Print version ISSN 0120-2456

Anu. colomb. hist. soc. cult. vol.44 no.2 Bogotá July/Dec. 2017

https://doi.org/10.15446/achsc.v44n2.64021 

Doi: 10.15446/achsc.v44n2.64021

Historia de la interacción político-militar entre guerrillas colombianas, 1964-2015*

History of the Political-Military Interaction Among Colombian Guerrillas, 1964-2015

História da interação político-militar entre as guerrilhas colombianas, 1964-2015

LUIS MIGUEL BUITRAGO ROA**
MIGUEL ESTEBAN SUAREZ GUTIERREZ***
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá, Colombia

* Este artículo fue posible gracias al apoyo económico de Colciencias y la Dirección de Investigación de la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.
** lumbuitragoro@unal.edu.co
*** mesuarezg@unal.edu.co

Artículo de investigación
Recepción: 25 de julio del 2016. Aprobación: 6 de diciembre del 2016.

Cómo citar este artículo
Luis Miguel Buitrago Roa y Miguel Esteban Suárez Gutiérrez, "Historia de la interacción político-militar entre guerrillas colombianas, 1964-2015", Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 44.2 (2017): 199-225.


RESUMEN

El conflicto armado colombiano contiene muchos más fenómenos que la sola confrontación entre la insurgencia y el Estado. Uno de ellos es la interacción de los diferentes grupos armados no estatales, que a veces coexisten en un mismo espacio ideológico o territorial. El presente artículo busca hacer una periodización de las relaciones que han mantenido las guerrillas colombianas desde 1958 hasta nuestros días. Para llevar a cabo este objetivo, fue necesario revisar los vínculos interrebeldes, además de estudiar los cambios ideológicos y territoriales que llevaron a que las guerrillas cambiaran la forma de relacionarse entre sí. De esta manera fue posible encontrar que estas interacciones mutan de acuerdo con diversos factores económicos, políticos y territoriales.

Palabras clave: (Autor) ELN, FARC-EP, izquierda armada; (Thesaurus) guerra, guerrilla, historia política.


ABSTRACT

The Colombian armed conflict includes much more than the mere confrontation between insurgency and State. One of these aspects is the interaction among the different non-State armed groups that sometimes coexisted in the same ideological or territorial space. The article carries out a periodization of the relations among Colombian guerrillas from 1958 to the present. In order to achieve this objective, the paper discusses the links among rebel groups and studies the ideological and territorial changes that led the guerrillas to modify the way they interrelated. The conclusion is that those interactions changed depending on diverse economic, political, and territorial factors.

Keywords: (Author) armed left, ELN, FARC-EP; (Thesaurus) guerrillas, political history, war.


RESUMO

O conflito armado colombiano contém muitos mais fenômenos além do confronto em si entre a insurgência e o Estado. Um destes é a interação dos diferentes grupos armados não estatais que, às vezes, coexistem num espaço ideológico ou territorial. Este artigo procura fazer uma periodização das relações que as guerrilhas colombianas vêm mantendo desde 1958 até os dias de hoje. Para atingir esse objetivo, foi necessário revisar os vínculos inter-rebeldes, além de estudar as mudanças ideológicas e territoriais que levaram a que as guerrilhas mudassem a forma de se relacionar entre si. Dessa maneira, foi possível constatar que essas interações mudam de acordo com diversos fatores econômicos, políticos e territoriais.

Palavras-chave: (Autor) ELN, esquerda armada, FARC-EP; (Thesaurus) guerra, guerrilha, história política.


Introducción

Las guerras civiles tienen múltiples aristas. En el caso colombiano, la relación entre actores armados no estatales (AANE) ha sido un fenómeno poco estudiado, si se lo compara con el tema principal de los análisis sobre el conflicto armado que sigue siendo la confrontación entre el Estado y la insurgencia. Sin embargo, la relación entre los AANE es muy importante para el proceso de posconflicto que se avecina en nuestro país. Dentro de este universo de AANE en el conflicto colombiano, las guerrillas y las relaciones que han tenido entre sí revelan lo cambiante y compleja que ha sido la guerra colombiana. Escribir la historia de estas relaciones solo será posible si comprendemos los múltiples factores políticos, económicos y territoriales que han ocasionado la explosión de conflictos o la consolidación de alianzas entre las organizaciones subversivas.

En este artículo se periodiza la relación entre las guerrillas colombianas, desde la época de confrontación ideológica que dio inicio a múltiples proyectos guerrilleros (1958) hasta la relativa cooperación que hubo entre el Ejército de Liberanción Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante la negociación y firma de un acuerdo de paz de estas últimas con el Gobierno. En esta periodización tendremos un principal interés en las FARC y el ELN por ser las guerrillas más grandes que aún sobreviven en Colombia. Hemos decidido dividir la historia de la relación interrebelde según los acontecimientos que marcaron una evolución de su interacción. Dicho de otra manera, partimos desde los inicios de la confrontación ideológica entre organizaciones de izquierda legal e ilegal que dio paso a múltiples proyectos guerrilleros, para después ir avanzando por sus primeros encuentros presenciales y tensiones, sus intentos de alianza y la división de estos experimentos de cooperación y, finalmente, la agravación de sus tensiones político-militares. A lo largo de esta periodización expondremos los puntos de debate más importantes entre las dos organizaciones en el siguiente orden de exposición: 1) el dilema entre la vía armada y la desarmada, 2) el vanguardismo de las organizaciones de izquierda y 3) la unión revolucionaria. Estos debates atraviesan toda la historia de la relación entre las guerrillas. Sin embargo, los exponemos en diferentes periodos para facilitar la labor explicativa.

Deslindes y conflictividad ideológica (1958-1971)

La creación de varias guerrillas izquierdistas fue producto de visiones contrapuestas en un debate político-organizativo dentro de la izquierda colombiana a finales de la década de los cincuenta y principios de los sesenta. Durante este periodo distintas vertientes del movimiento revolucionario comenzaron una discusión con un claro trasfondo internacional acerca de las vías más adecuadas para llevar a cabo una transformación general de la sociedad.

En el plano internacional, el conflicto ideológico entre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y China tuvo repercusiones mundiales para todo el movimiento comunista internacional, ya que tocaba temas importantes para el desarrollo de la revolución. Las diferencias entre estas dos potencias pueden dividirse en dos grandes temas: la construcción de la sociedad socialista y la concepción de la revolución y las vías para llevarla a cabo. En torno al primer punto, la URSS declaró haber superado los antagonismos sociales propios de la sociedad capitalista y se proclamó como el "socialismo real". Ante esto, China declaró que era imposible abandonar la dictadura del proletariado, puesto que en la construcción al socialismo aún permanecía la lucha de clases. Alrededor del segundo punto, la URSS, en plena Guerra Fría, defiende el "transito pacifico hacia el socialismo" y, por ende, la "coexistencia pacífica" con el capitalismo. Frente a esta postura soviética, China declaró que era imposible la coexistencia y que las contradicciones dentro del mundo capitalista finalmente desembocarían en una resolución violenta para llegar al socialismo.1 Las desavenencias políticas entre la URSS, China, Yugoslavia o Albania propiciaron que los partidos comunistas de cada país se dividieran y formaran organizaciones con programas semejantes, pero con opiniones distintas sobre cómo llegar al poder.

Al conflicto ideológico entre los soviéticos y los chinos se sumó el triunfo de la Revolución cubana en 1959, que trajo aún mayores cambios para la izquierda colombiana. Entre las transformaciones más importantes estuvieron: 1) la formación de una "nueva izquierda", fuera del Partido Comunista Colombiano (PCC) y de las FARC, que abogaba por formas alternativas de llegar al poder, en especial por la vía armada ofensiva; 2) la influencia de su método de guerra "foquista" en guerrillas como el ELN y 3) el vuelco, ya iniciado en los años cincuenta, hacía el análisis de "la realidad nacional" para llevar a cabo la revolución en el país.

El debate de principios de los años sesenta entre los revolucionarios colombianos comenzó entonces a girar en torno al modelo que debía tener la guerrilla para ser más efectiva en su lucha contra del Estado. Los tres principales grupos con proyectos guerrilleros tomaron posición en esta discusión: el PCC y las FARC optaron por continuar con un método de guerrilla basada en la autodefensa campesina, que ya habían adoptado desde 1949; el ELN decidió seguir el ejemplo de la Revolución cubana y eligió un método militar foquista; por su parte, el Partido Comunista-Marxista Leninista resolvió seguir los pasos de la Revolución china e impulsar la guerra popular prolongada (GPP) por medio del Ejército Popular de Liberación (EPL). La figura 1 muestra la diversidad de opiniones dentro del espectro de la izquierda colombiana durante la segunda mitad del siglo XX. En especial, durante esta época, el tema más importante de discusión era el apoyo a la vía armada para conseguir el poder. En comparación, el ELN y el EPL tomaron una posición anti-electoral, privilegiando la lucha armada, mientras que las FARC, como un brazo armado del PCC, insistieron en el uso de todas las formas de lucha (aún la electoral) para llegar al poder.

El PCC nace en los años treinta del siglo XX y se erige durante las siguientes décadas como la principal organización de izquierda colombiana. En disputa con la existencia de las grandes haciendas en el centro del país, el partido se definió por la construcción de ligas y organizaciones campesinas que aspiraban a una reforma agraria estructural. Como respuesta a estas organizaciones, se genera una represión violenta que obliga a los campesinos a migrar hacia zonas de frontera agrícola. Esta represión inspiró a su vez la creación de autodefensas agrarias para la protección de las comunidades campesinas violentadas.2 Las autodefensas relacionadas con el PCC se ubicaron en el sur colombiano (Villarrica y oriente del Tolima, Cauca, y Huila) y fueron comandadas, en su momento, por diversos líderes con ideología comunista, como "Charro Negro", Pedro Antonio Marín o "Tirofijo" y Jacobo Arenas.

Desde 1966 hasta principios de los setenta, el PCC y las FARC trataron de aumentar su influencia territorial y política como respuesta a la actitud de los Gobiernos del Frente Nacional, los cuales radicalizaron su actitud frente a los campesinos armados atacando las llamadas "repúblicas independientes". La operación LASO (Latin American Security Operation)3 en contra de las autodefensas en el sur del Tolima fue el punto decisivo para que los colonos agrícolas decidieran crear un aparato armado más grande, con lo que dieron origen al Bloque Sur de autodefensas campesinas y posteriormente a las FARC. En consecuencia, el PCC adhirió a sus mecanismos políticos la lucha armada aceptando de paso la tesis de la "combinación de las formas de lucha" como el mejor método para llevar a cabo una revolución.4

Las discusiones del PCC con sus facciones internas y con grupos externos que apoyaban otras formas de utilizar la vía armada no se hicieron esperar. Entre 1958 y 1965, en el seno del Comité Central (órgano máximo dentro del PCC), se presentó una división donde el tema álgido fue la forma de ejercer la lucha revolucionaria.5 El resultado de aquella pugna fue la expulsión de Vásquez Rendón y el grupo que lo apoyaba, entre los que había miembros del Comité Central, militantes del PCC y de la Juventud Comunista (JUCO), quienes serían los fundadores del Partido Comunista-Marxista Leninista (PCC-ML), brazo político del Ejército Popular de Liberación (EPL). Por su parte, varios líderes regionales y miembros de la JUCO optaron por abandonar el partido, entre ellos algunas de las personas que fundarían al ELN, como Manuel Vázquez Castaño, Víctor Medina Morón y Jaime Arenas.

En su inicio, para el PCC la lucha armada se restringía a la autodefensa, concretamente, a la autodefensa rural.6 Esto marcaría la comprensión estratégica y táctica de las FARC. En palabras de Aguilera, esta "es una guerrilla que se mueve en estrechos marcos regionales y se mantiene inscrita dentro de la estrategia del Partido Comunista, que la considera como su 'brazo armado' y su 'reserva estratégica'".7 La participación en elecciones del PCC, así como la poca combatividad de las FARC, sería muy criticada por otras incipientes organizaciones de izquierda (Bloque Socialista, Liga ML, ELN, EPL, etc.) que veían solo en la lucha armada ofensiva la vía más adecuada para llevar a cabo la revolución.

Dentro de esas organizaciones que criticaban la participación en las elecciones del PCC y la pasividad de las FARC estaba el ELN y el EPL, guerrillas que habían decidido adoptar el método foquista y de Guerra Popular Prolongada (GPP)8 contra el Estado. El "foquismo" implementado en Cuba buscaba crear núcleos guerrilleros en zonas campesinas que se propusieran iniciar un proceso de insurrección. Este modelo privilegiaba el trabajo político-militar rural sobre el urbano, al cual veía solo como un apoyo para la logística de la organización rural y para sabotajes en contra del Gobierno.

La adopción del método foquista por parte del ELN significó dos decisiones estratégicas para esta guerrilla. La primera es que se consolidaría como una guerrilla regional, arraigándose en un territorio y expandiéndose al resto del país desde allí. La segunda fue su desprecio de la vía electoral como mecanismo para llegar al poder. En consecuencia, su posición era un apoyo único a la vía armada como forma de hacer la revolución.

En conclusión, durante esta primera etapa la relación entre guerrillas se basó en la formación de discursos de identidad propia de cada una de ellas frente a sus pares, generando así diferencias políticas que perdurarían durante toda la historia de coexistencia entre las insurgencias. Sin embargo, estas diferencias estarían destinadas a complejizarse aún más con la expansión de los grupos a nuevos lugares del país, en donde tendrían no solo que asumir el debate ideológico que ya mantenían, sino también lidiar con el problema de convivir en un mismo territorio.

Entre la cooperación y la rivalidad (1971-1986)

La relación entre las FARC y el ELN cambió a raíz del primer encuentro presencial que tuvieron en las montañas colombianas. Desde ese momento, ambas dejaron de debatir exclusivamente sus modelos de guerra revolucionaria, para acordar también cómo actuar en los territorios donde coexistían. Los primeros lugares en que ambas guerrillas tuvieron presencia fueron Santander, Norte de Santander, Arauca, Antioquia y Bolívar.

El primer vestigio de un encuentro entre las FARC y el ELN es el que registra Medina Gallego en su libro sobre la historia de estas dos guerrillas.

Allí el autor da cuenta de dos reuniones realizadas en 1971 en distintas partes del país. La primera sucedió en Santander entre los grupos del ELN comandados por Ricardo Lara y un grupo de las FARC dirigido por Martín y Argemiro.9 Según el relato, la reunión fue fraternal; las dos guerrillas incluso compartieron campamentos. Sin embargo, el segundo encuentro (en Antioquia) entre el mismo grupo de las FARC y un grupo del ELN comandado por Manuel y Antonio Vázquez Castaño fue tenso, debido a posiciones vanguardistas y sectarias de los comandantes del ELN.10

El vanguardismo es una orientación del marxismo-leninismo que busca que las organizaciones de revolucionarios se vuelvan las guías del proletariado en la lucha contra la burguesía. Lenin la explicaba de la siguiente manera: "la lucha espontánea del proletariado no se convertirá en su verdadera 'lucha de clase' mientras no esté dirigida por una fuerte organización de revolucionarios".11 Esta orientación leninista hizo que las diversas organizaciones revolucionarias colombianas se disputaran el papel de la "verdadera vanguardia de la revolución".

La cuestión de la vanguardia fue y sigue siendo crucial para las organizaciones de izquierda. Esto ha conducido a que ellas mantengan aires de prepotencia frente a las demás, pues consideran que, al ser la vanguardia de la revolución, las demás organizaciones deben acogerse a sus programas y seguir sus dictámenes.12 Al recordar la unidad del ELN y las FARC en Barrancabermeja a principios de los setenta, el comandante del ELN, "Gabino", hace una autocrítica de las posiciones vanguardistas de su grupo que más tarde crearían tensiones con las FARC:

Pienso que en ese momento no existía conciencia de la mentalidad vanguardista que caracterizaría las décadas siguientes y que se erigió sobre ese pensamiento equivocado de que yo estoy en lo correcto y la unidad es que los otros lleguen a donde yo estoy.13

Para ser la vanguardia, era necesario hacer más efectiva la guerra contra el Estado, dadas las nuevas condiciones nacionales e internacionales. Por consiguiente, las guerrillas decidieron reorientar (y, en algún punto, evolucionar) sus modelos estratégicos y organizativos. Las FARC eran una organización atada al PCC con una estrategia muy cercana a la autodefensa. Sin embargo, desde la VI conferencia de 1978 esta organización decidió convertirse en una guerrilla nacional de carácter ofensivo y adoptar un modelo mixto entre la insurrección y la GPP. Aunque los efectos prácticos de esta decisión no se verían hasta después de la VII conferencia en 1982, las FARC iniciaron un proceso de expansión militar y económica que las llevaría a gran parte del territorio nacional buscando hacerle justicia a su nuevo apelativo: "Ejército del Pueblo".14

Mientras tanto, al implementar tácticas foquistas y abstencionistas, el ELN aspiró a consolidar un gran poder militar rural donde el guerrillero-campesino era el principal sujeto político y las ciudades representaban el último paso para la insurrección final. Sin embargo, después de múltiples deserciones como la de Jaime Arenas, escisiones como la de Juan de Dios Aguilera, fusilamientos internos a miembros importantes como Víctor Medina Morón, Julio César Cortés y Heliodoro Ochoa, y de la debacle militar producto de la operación Anorí, el ELN inició un proceso de reconfiguración para evitar su desaparición. El aporte de militantes urbanos y religiosos motivó una nueva manera de acción política que impidió la disolución de este grupo guerrillero e impulsó una versión federalizada de organización. Todo este proceso de cambio se vería confirmado en 1983, en la primera Reunión Nacional del ELN que impulsó un modelo mucho más cercano a la GPP.15

La GPP es un modelo de guerra popular que requiere la participación masiva de civiles. Esta contiene tres etapas principales: la primera busca defenderse de un enemigo con gran superioridad numérica y militar; la segunda, equilibrar esas fuerzas con el apoyo masivo del "pueblo", y la tercera, superar las fuerzas enemigas e incrementar las maniobras ofensivas. En palabras de Aguilera:

La adopción de dicho modelo [por las guerrillas colombianas] implicaba desarrollar experiencias dirigidas a la construcción de formas embrionarias de poder popular que contribuyeran al proceso revolucionario y sirvieran de base al nuevo poder que se construiría con el triunfo de la revolución.16

Las FARC y el ELN iniciaron procesos de reconfiguración de su organización militar y política que pronto las llevaron a tener que afrontar proyectos de expansión en un mismo territorio. La coexistencia obligada de estas guerrillas obligó a que el diálogo entre ellas evolucionara y fluctuara entre la cooperación y el conflicto. Por el lado de la cooperación, las dos organizaciones enaltecieron la lucha revolucionaria y la necesidad de la unidad (en torno a sí mismas) para la victoria. Por el lado del conflicto, las insurgencias comenzaron a hacerse reclamos y condenarse entre sí por problemas dentro de sus territorios de coexistencia.17 Sumado a lo anterior, el ejército gubernamental intervino con la llamada en su momento "propaganda negra", divulgando comunicados falsos con los que intentaba incrementar la rivalidad entre las guerrillas.18

La cooperación entre las guerrillas durante este periodo se refiere más a una relativa coexistencia en el territorio y un dialogo político permanente en los departamentos de Santander y Norte de Santander, además de unos pocos ataques combinados de las FARC con el M-19 (Movimiento 19 de Abril) en el Caquetá.19

Mientras que la cooperación parecía lejana y complicada, el conflicto territorial y político entre las guerrillas se incrementó en varios lugares del país y entre diversos actores, según las zonas y los postulados políticos de cada una de las insurgencias. Como se puede observar en la figura 2, los primeros conflictos aparecen en 1980, pero escalan durante los años subsiguientes.

La primera confrontación relevante entre guerrillas (además de ser un reflejo de disputas político-militares internas de las FARC) fue el enfrentamiento entre el Comando Ricardo Franco (CRF) y las FARC. La creación de este grupo fue fruto del escape de su líder, Javier Delgado de las FARC, con una caleta, según las distintas versiones, de entre cuarenta y cinco mil millones de pesos. Gracias a este dinero, Javier Delgado fue capaz de crear su propia organización, conformada principalmente por integrantes de las zonas urbanas.20 No obstante, la deserción y robo del dinero de las FARC por el líder del CRF dieron inicio a una confrontación entre las dos organizaciones rebeldes.21

El CRF llegó a tener visibilidad nacional por algunas acciones militares y su vinculación a la primera Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG). Sin embargo, su macabra reputación se debe a su accionar en contra de sus propios combatientes y otras organizaciones de la izquierda legal. El grupo ganó notoriedad por la masacre de Tacueyó.22 En esta operación, Javier Delgado, comandante del CRF inició un proceso de depuración de sus fuerzas mediante el cual torturaría y asesinaría a más de cien personas, sindicándolas de pertenecer al Ejército Nacional o a la CIA. Al mismo tiempo, el CRF orquestó atentados contra algunas personalidades del PCC como Jaime Caicedo. Esta clase de acciones ocasionó la expulsión del grupo de la CNG y una división interna de la cual esta guerrilla no se repondría.23 Los últimos vestigios tanto de Delgado como del CRF, antes de su aniquilamiento militar, serían sus acusaciones de homosexualismo en contra del M-19 y amenazas de muerte a las FARC y a la Unión Patriótica (UP).

La coexistencia de las guerrillas en las distintas partes del país originó disputas territoriales y políticas. Las FARC, al ser el actor con mayor expansión territorial durante los años ochenta, fue la organización que más tuvo conflictos con los demás grupos guerrilleros. Durante la primera mitad de los ochenta, las FARC iniciaron conflictos territoriales y políticos con el EPL en Urabá y con el ELN en Huila, Antioquia, Arauca y Santander, que serían el comienzo de una larga, tensa y explosiva relación con estos grupos en cada una de esas regiones.

La creación de la CNG en 1986, y su posterior evolución en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB) en 1987, marcó una interrupción de estos conflictos. Durante los siguientes años, la CGSB funcionó como un espacio en donde los cuadros directivos de las guerrillas pudieron debatir y solucionar muchos de sus conflictos políticos y territoriales.

Cooperación dentro de la CGSB (1987-1992)

El vanguardismo y las diferencias políticas entre las guerrillas ocasionaron que los llamados a la cooperación entre insurgencias no fueran fructíferos sino hasta mediados de la década de los ochenta. En un análisis sobre los factores que dividían a la izquierda, la revista Alternativa encontró seis elementos que al parecer originaban esta situación: 1) petulancia y autosuficiencia, 2) dogmatismo y autocracia,24 3) la copia de modelos foráneos, 4) el alineamiento internacional de los grupos, 5) el idealismo teórico y 6) la posición de los grupos frente a las elecciones.25

La unidad del movimiento revolucionario fue una consigna esgrimida por cada una de las organizaciones de izquierda armada y desarmada colombiana durante toda la segunda mitad del siglo XX. La cooperación era necesaria entre las organizaciones para evitar la fragmentación de sus luchas y conseguir una mayor fuerza para conseguir sus objetivos. De acuerdo con lo anterior, una porción de la izquierda desarmada buscó y de hecho cooperó más que todo en coaliciones electorales. En contraste, las organizaciones guerrilleras se convocaron entre sí de forma infructuosa en busca de un mayor poder político-militar.

Las propuestas de unificación guerrillera eran permanentes y, sin embargo, poco escuchadas entre los proponentes. Desde los setenta, los insurgentes recurrían con frecuencia a llamados de unión entre organizaciones; en los ochenta sería una tarea impulsada por el M-19 y las FARC 26 La cooperación entre guerrillas solo fue posible hasta 1985, cuando se creó la CNG con la participación del M-19, el EPL, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el CRF, el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria-Patria Libre.

La CNG fue el primer organismo en el que las guerrillas encontraron un espacio de debate político y de organización para la cooperación militar. Sin embargo, la CNG no contaba con la participación de la guerrilla más grande: las FARC. La ausencia de la insurgencia fariana se debía a sus posiciones vanguardistas frente a las demás guerrillas. Hicieron falta dos años más de negociación de la CNG con las FARC para que estas finalmente decidieran entrar a apoyar el proyecto cooperativo.

La entrada de las FARC en 1987 a la CNG ocasionó el cambio de nombre del organismo a Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). Es de notar que las FARC nunca habían entablado una relación directa con ninguna otra organización subversiva desde sus órganos directivos. Con la creación de la CGSB, los comandantes tuvieron la posibilidad de ventilar sus diferencias y establecer por primera vez un debate directo con otros comandantes guerrilleros.27

La CGSB parece haber promovido no solamente una cooperación militar, sino también el debate ideológico y la resolución pacífica de las discrepancias entre las FARC y el ELN. El organismo creó un código guerrillero en relación con el trato a la población civil y estableció procedimientos para dirimir conflictos entre las organizaciones rebeldes que dieron frutos en lugares como Santander, donde las FARC y el ELN lograron superar sus diferencias territoriales y políticas para cooperar militarmente.28 Esta unidad, sin embargo, no alcanzó a tener una única voz ni en los diálogos de paz ni en la guerra. Su existencia no trascendió más allá unas pocas acciones y un componente simbólico.29

La CGSB no significó el final de las disputas entre organizaciones guerrilleras. Durante este periodo las FARC tuvieron que enfrentarse tanto al CRF como a dos pequeñas facciones guerrilleras: las Fuerzas Armadas para la Liberación de Colombia (FALCO), en Santander,30 y el Comando Pedro León Arboleda (una escisión del EPL), que venía atacando a varios dirigentes de la UP como Pedro Nel Jiménez Obando y Rafael Reyes Malagón.31

Los diálogos de paz de varios grupos guerrilleros con el Gobierno nacional quebraron la unidad de la nueva organización porque en su interior algunos comenzaron a condenar públicamente la "rendición" de algunos de sus integrantes. Para los grupos insurgentes de la coordinadora que no estaban pensando en negociar con el Estado, era injustificable que las guerrillas comprometidas con la revolución se involucraran en diálogos con el Estado. Aunque en su comunicado fundacional se afirmó que en la CNG solo podían hacer parte organizaciones que no dialogaran con el Gobierno,32 esto no evitó que algunas guerrillas entablaran conversaciones y, por ende, que las otras las condenaran.33 Este no fue sino el primer paso del fin de la CGSB, que no pudo durar mucho después de la desmovilización de más de la mitad de sus integrantes, como tampoco perdurar ante el vanguardismo que acompañó a las FARC y al ELN desde inicios de los noventa.

La poca unidad real que llegó a tener la CGSB se tradujo en varios hechos para el movimiento de izquierda armado y desarmado: 1) las organizaciones políticas desarmadas conectadas con las guerrillas (UP, Frente Popular, A Luchar) nunca pudieron dar el paso a la unidad al que parecían acercarse,34 2) la disolución de la CGSB después de los fracasados diálogos de paz de Tlaxcala y 3) pequeñas confrontaciones entre las FARC, ELN y la disidencia del EPL, que años después fueron escalando en diferentes lugares del territorio nacional.

Agravamiento de tensiones y conflictos regionales (1993-2010)

El final de la CGSB fue el comienzo de tensiones y conflictos entre las FARC y el ELN en muchas de sus zonas de coexistencia. El hecho de que las dos guerrillas más poderosas militar y económicamente no se desmovilizaran a principios de los años noventa con el conjunto de las otras organizaciones armadas que integraban la coordinadora trajo consigo la disolución de la endeble cooperación que se había forjado dentro de la CGSB.

Después de la disolución de la coordinadora en 1994, las guerrillas que aún seguían en armas realzarían su proyecto de querer consolidarse como las fuerzas en torno a las que las demás fuerzas guerrilleras debían integrarse. Por un lado, las FARC llamarían a

terminar con la dispersión, agrupar todas las fuerzas demócratas, progresistas, revolucionarias y de izquierda es una de las grandes tareas que nos espera, para ver como logramos unirlas a nuestro lado, teniendo en cuenta nuestros lineamientos políticos y militares, organizativos y programáticos.35

El ELN, por otro lado, proyectaría su propuesta de una convención nacional llamando a participar y acogerse a ella a

todos los sectores de la opinión nacional, las organizaciones sociales, las organizaciones políticas, los gremios, la Iglesia, los intelectuales, la izquierda, los demócratas y los patriotas. Esta Convención Nacional debe ser un encuentro de todos los colombianos interesados en un futuro diferente para la nación y abiertos desde luego a la sana participación de la comunidad internacional.36

Durante el periodo posterior a la desaparición de la CGSB en 1994 y hasta el 2010 hubo siete lugares de enfrentamientos regionales entre organizaciones guerrilleras de izquierda. La primera confrontación fue la de las FARC con los desmovilizados del EPL en el Urabá. Como se puede observar en la figura 2, el conflicto entre las dos organizaciones guerrilleras tuvo sus inicios desde 1980 y cobró la vida de varios de los integrantes y simpatizantes de estas guerrillas. Según la investigación de Suárez, y como muestra la figura 2, el origen de la disputa se remonta a 1980, tras la deserción de los núcleos marxistas-leninistas del Frente 5 de las FARC y su posterior adhesión al EPL.37

La deserción del grupo de Bernardo Gutiérrez avivó las tensiones entre las dos guerrillas que convivían en el Urabá. Durante los ochenta, el conflicto entre las insurgencias se reflejaría en las contiendas electorales y en el control del sindicato bananero.38 Su confrontación fue intermitente y, aunque entre las organizaciones hubo intentos de declarar la paz,39 la desmovilización de la mayoría del EPL, y de esta facción del Urabá en específico, le daría a las FARC la justificación para confrontar militarmente a sus desmovilizados, junto con los reductos armados del EPL que no dejaron las armas.40

Los años noventa se caracterizan por un recrudecimiento del conflicto entre las FARC y el EPL. Por un lado, dicha situación dio lugar a múltiples masacres, asesinatos y amenazas perpetradas por las FARC contra el movimiento político, surgido luego de la desmovilización del EPL, llamado Esperanza Paz y Libertad. Por otro lado, condujo a que los recién desmovilizados del EPL conformaran grupos de autodefensa, como los llamados Comandos Populares, y a forjar una alianza con los paramilitares del Urabá. Esto acarreó, a su vez, ataques contra la UP y el PCC en la zona y a que, finalmente, gran parte de los Comandos Populares terminara uniéndose a los paramilitares y desalojando a las FARC de la mayoría del territorio, no sin antes acabar con las aspiraciones políticas de esta guerrilla en la zona.41

Sin embargo, el conflicto en el Urabá entre guerrilleros y desmovilizados no se repitió en otros casos de guerrillas o facciones armadas que habían dejado las armas. Aunque las guerrillas siguieron condenando a los desmovilizados, estas no atacaron a exguerrilleros de facciones como la Corriente de Renovación Socialista, el Movimiento Armado Quintín Lame, el M-19 o el Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT). El hecho de que las FARC combatieran a los desmovilizados del EPL en el Urabá se debió más a su rencilla histórica en esta región y a que el ataque a los otros movimientos guerrilleros desmovilizados no era viable estratégica ni políticamente.

La confrontación con fracciones del EPL que no se desmovilizaron se repitió en otras regiones. La segunda región de enfrentamientos fue en Santander por el ánimo de las FARC de arrebatar el control de la región del Magdalena Medio al Frente Ramón Gilberto Barbosa del EPL.42 La tercera fue en la Guajira, cuando en junio del 2000, el Frente 56 Resistencia Guajira de las FARC y militantes del EPL se enfrentaron por el territorio de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Por su parte, las FARC también comenzaron a enfrentarse contra el ELN en algunas zonas. La cuarta zona donde se presentó un conflicto entre guerrilleros fue Barrancabermeja. Allí, en un comienzo, las FARC y el ELN habían forjado una alianza para arrebatarle la ciudad a una de las disidencias del EPL. Sin embargo, después de alcanzar este objetivo, las milicias de las FARC y el ELN que antes habían cooperado se enfrentaron por el control definitivo de la ciudad.43

La quinta zona de enfrentamientos entre organizaciones de izquierda armada se produjo en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde el desdoblamiento del Frente Francisco Javier Castaño del ELN generó la creación del Frente Domingo Barrios, que trataría de ocupar nuevos territorios. Sin embargo, esta expansión chocaba con los territorios ocupados por el Frente 19 de las FARC (planicies del río Magdalena, especialmente en los municipios de Pueblo Nuevo, Remolinos, Ciénaga y algunas partes del Cesar). Las FARC reclamaron el territorio como suyo, por lo cual el Frente Domingo Barrios se vio obligado a desalojarlo.44

El sexto lugar de confrontación fue en el oriente Antioqueño, en el año de 1999. El conflicto tuvo como aparente hito inaugural una reunión a la que las FARC citaron a cinco comandantes del ELN, entre los cuales se encontraban algunos directivos del Frente Carlos Alirio Buitrago y del Frente Manuel Hernández "El Boche". Al parecer, los comandantes del ELN fueron fusilados por las FARC sin explicación, ante lo cual el ELN culpó al Frente 9 y reclamó a las FARC, como organización nacional, respuesta ante este grave hecho.45 Fuera de este episodio, los medios de comunicación y el Ejército Nacional indicaron que la confrontación entre las dos guerrillas se había dado por el control de autopista Medellín-Bogotá y las poblaciones del oriente Antioqueño.46 El conflicto entre las guerrillas se solucionó con la intervención de los órganos directivos de las dos organizaciones ese mismo año.47

La séptima zona fue en el occidente y el Urabá Antioqueño, donde acaecieron combates en los años de 1999 y 2000. La expansión del ELN hacía zonas de presencia histórica de las FARC generó problemas entre las "bases civiles rebeldes" de cada guerrilla. Estas bases sociales propiciaron confrontaciones violentas entre las dos guerrillas, hasta que finalmente tuvieron que repartirse el territorio.48

La octava región donde se enfrentaron las FARC y el ELN fue Nariño. La razón aparente es que, a finales de los noventa, el ELN comenzó un proceso de expansión hacia la región costera y para ello creó la compañía Héroes de Sindagua. El Frente 29 (que ya había tomado posesión de esta región) atacó a la compañía del ELN, hecho que causó la muerte de ocho integrantes de esta guerrilla, entre ellos, sus comandantes José Luis y Fabián. Ante esto, la compañía elena juró vengarse y pidió refuerzos de los frentes Movimiento Revolucionario Camilo Torres y Ernesto Che Guevara. Las FARC, ante tales movimientos, decidieron atacar no solo estos refuerzos militares, sino también otras unidades elenas en la región (Alto Iscuandé, Alto Jamundí, Villacarmelo, Cali).49 Aunque el conflicto se detuvo entre el 2000 y 2005, se repitió entre los años 2006 y 2009 en el piedemonte costero de los departamentos de Cauca y Nariño.

La última zona de enfrentamiento entre las FARC y el ELN fue Arauca, que desde los años ochenta y hasta la primera década del nuevo milenio, fue escenario casi permanente de confrontación.50 A finales de los años noventa, la confrontación fue por el control de las instituciones en el municipio de Fortul. Después del presunto asesinato por parte del ELN del primer alcalde popularmente elegido en este municipio, Ernesto Celis, militante de la UP, las FARC hieren de gravedad a Jorge Eliécer Navarro y asesinan a otro alcalde más (William Jesús Méndez Jerez), con el cual, al parecer, el ELN simpatizaba.51 En su momento, los medios de comunicación explicaron que la confrontación guerrillera se debía al control del negocio del narcotráfico, además de la lucha por "recursos económicos" como la extorsión petrolera. Aunque la confrontación cesaría hacia el 2000, esta se renovaría en el 2005 y duraría hasta el año 2010.52 Durante este periodo, las dos organizaciones se enfrentaron no solo militarmente, sino también atacando a sus presuntas bases sociales.53

La mayoría de conflictos entre las FARC y el ELN se pudo solucionar mediante acuerdos entre las comandancias de las dos guerrillas en el año 2000.54 Sin embargo, el conflicto interguerrillero en Arauca y Nariño no cesó, y aunque se vivió una relativa paz del 2000 al 2005, las dos insurgencias volvieron a enfrontarse entre 2006 y 2010. Hizo falta que los órganos directivos nacionales y regionales de las dos guerrillas volvieran a reunirse para sentar acuerdos dentro de las zonas en que convivían.

Finalmente, aun en medio de todos estos conflictos, en este periodo las dos guerrillas también cooperaron en algunas zonas. Algunas de los espacios en donde las guerrillas lograron forjar acuerdos militares de cooperación contra el ejército estatal y los paramilitares fueron el sur de Bolívar, el norte del Tolima, el Catatumbo y el Chocó.55

Conviviendo en medio de las negociaciones con el Gobierno (2011-2015)

Como se ha señalado, en el año 2010 los conflictos regionales entre las guerrillas encuentran soluciones políticas. Para el 2011, las dos organizaciones parecen tomar acciones cooperativas en varios de sus territorios de coexistencia. Tanto en zonas con tradición de cooperación, como el Catatumbo o Antioquia, así como también en zonas de confrontación histórica, como Arauca, Cauca y Nariño, las guerrillas comenzaron a realizar operaciones conjuntas contra el Ejército Nacional.56 Las dos organizaciones insurgentes mostraron su interés por volver a conformar la CGSB,57 al tiempo que entablaron diálogos de paz independientes con el Gobierno colombiano.

Los dos procesos de paz, distintos entre las dos organizaciones guerrilleras, revelan las distancias que aún se mantienen en los objetivos de estos dos grupos insurgentes. Aunque las agendas de las mesas de negociación son muy similares, cada una de ellas tiene especiales intereses en distintos elementos. Por el lado del ELN, se muestra un especial énfasis en abrir la discusión sobre la extracción de recursos naturales y el cuidado del medio ambiente, además de un interés por ampliar la mesa de negociación hacia su idea de una convención nacional para la participación de la población civil. Por otro lado, las FARC muestran un mayor énfasis en el desarrollo rural y la discusión sobre el narcotráfico y los cultivos ilícitos.

Conclusión

La relación entre las guerrillas colombianas ha sido cambiante durante toda su historia. Aunque cada conflicto o cooperación debe tratarse de una manera regional, recogiendo y revisando cada uno de los factores que configuraron el conflicto o la cooperación, el estudio histórico entre las guerrillas revela tres conclusiones principales. La primera es que las zonas cuyas fricciones políticas y territoriales evolucionaron a conflictos militares serán más propensas a reproducirlos durante la historia de coexistencia entre guerrillas. Como mostraron la zona del Urabá entre las FARC y el EPL, o las zonas de Nariño y Arauca entre las FARC y el ELN, el conflicto interguerrillero se repitió intermitentemente durante la época en que los AANE tuvieron que coexistir en el mismo territorio.

La segunda conclusión es que el conflicto interguerrillero se configuró de manera diferente de acuerdo con las formas en que cada organización realizó el control político-territorial y se relacionó con los civiles en cada zona. Es por ello que, aunque los conflictos en Nariño y Arauca comparten el hecho que se configuraron por el control territorial y los recursos económicos en disputa, se diferencian en que en Arauca, a diferencia de Nariño, las bases sociales fueron una causa relevante para que las disputas políticas llegaran a ser conflictos militares.

Por último, la tercera conclusión es que los conflictos entre fracciones de las organizaciones guerrilleras no necesariamente desembocan en confrontaciones totales/nacionales entre los dos actores rebeldes. Las fricciones ideológicas entre los grupos insurgentes no terminan necesariamente en altercados militares, a no ser que esas fricciones se acoplen a otros factores como los recursos económicos regionales o la cuestión territorial en cada zona.

Es necesario iniciar nuevos proyectos académicos que profundicen sobre escenarios de la guerra colombiana hasta el momento invisibilizados. Este nuevo proyecto nos llevara a construir una paz más robusta, fundamentada en la comprensión de todos los fenómenos que aparecieron durante medio siglo de guerra.


Notas

1 Pedro H. Vásquez Rendón, Losfundamentos del revisionismo (Medellín: Ediciones Proletarias, 1973). Hay otras diferencias destacables entre las dos potencias comunistas, tales como las reformas principales para el tránsito al socialismo, los métodos de "guerra revolucionaría" o la política exterior. Solo exponemos esos dos grandes temas por ser los más importantes y de mayor interés para nuestro estudio. Hay que destacar que las posiciones chinas cambiaron conforme la dirigencia del Partido Comunista de este país se transformaba a lo largo de los años.
2 Frank Molano, "El imaginario maoísta (1965-1982) como mentalidad revolucionaria en la izquierda colombiana", tesis de maestría en Historia (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2004) 10-25.
3 Se anota aquí este plan militar puesto que gran parte de los estudios históricos sobre las guerrillas lo hacen. Sin embargo, no logramos hallar confirmación de que el plan hubiera existido efectivamente.
4 Gilberto Vieira y Marta Harnecker, Combinación de todas las formas de lucha (Bogotá: Publicaciones Latinoamericanas, 1988).
5 Molano 10-25.
6 FARC-EP, Esbozo histórico de las FARC-EP (2005).
7 Centro Nacional de Memoria Histórica, Guerrilla y población civil. Trayectoria de las FARC, 1949-2013. (Bogota: CNMH, 2014) 29.
8 Se explicará la Guerra Popular Prolongada más adelante.
9 En el texto de Medina no se especifica si son alias o los nombres reales de los comandantes.
10 Carlos Medina Gallego, ELN FARC-EP y ELN: una historia política comparada (1958-2006) (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2006) 220.
11 Vladimir Ilich Lenin, ¿Qué hacer? (Santiago de Chile: Quimantu, 1972) 83. Tomado del original: Vladimir Ilich Lenin, ¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento (Pekín: Ediciones en lenguas extranjeras, 1974).
12 Alternativa (1978): 20-23.
13 Carlos Medina Gallego, ELN: una historia contada a dos voces: entrevista con "el cura" Manuel Pérez y Nicolás Rodríguez Bautista, "Gabino" (Bogotá: Rodríguez Quito Editores, 1996) 104.
14 Centro Nacional de Memoria Histórica 115.
15 Mario Aguilera, "ELN: entre las armas y la política", Nuestra guerra sin nombre, coords. Francisco Gutiérrez Sanín, María Emma Wills y Gonzalo Sánchez (Bogotá: Norma, 2006) 208-266.
16 Mario Aguilera, "Las guerrillas y las construcciones de poder popular", Izquierda y Socialismo en América Latina, comp. Jairo Estrada Álvarez (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2008) 343.
17 Alternativa (1976): 10.
18 Alternativa (1975): 14.
19 "La guerrilla en el Caquetá: Se unen FARC y M-19", El Espectador [Bogotá] jul. 17, 1981.
20 "Jefe de Finanzas de las FARC huyó con 40 millones", El Tiempo [Bogotá] feb. 17, 1984.
21 Al mismo tiempo que hubo enfrentamientos entre guerrillas de izquierda, también hubo acciones de estas contra organizaciones desarmadas de la izquierda: ataques de las FARC contra el MOIR, del EPL y CRF contra integrantes de la UP y el PCC. Ver: "Por caos de la Universidad de Antioquia el EPL acusa al MOIR y al mur", El Colombiano [Cali]; "FARC sentencia a muerte a un dirigente del MOIR", El Heraldo [Barranquilla]; "En el sur de Bolívar MOIR denuncia régimen de terror de las FARC", El Tiempo [Bogotá]. Estos hechos son narrados por Aguilera como una venganza revolucionaria. Para más información, ver: Mario Aguilera, Contrapoder y justicia guerrillera, fragmentación política y orden insurgente en Colombia (Bogotá: IEPRI / Random House, 2014).
22 José Cuesta, Vergüenzas históricas: Tacueyó, el comienzo del desencanto (Bogotá: Intermedio, 2002); "En el Frente Ricardo Franco Matanza de guerrilleros se extendió a Medellín y Cali", El Tiempo [Bogotá] ene. 6, 1986; "Yo sobreviví a la masacre de Tacueyó", Semana. Web. Feb. 12, 2006.
23 "Cambios y juicios en mandos del Ricardo Franco y el ELN", El Siglo [Bogotá] dic. 27, 1985.
24 Según la Real Academia de la Lengua Española la "autocracia" es una forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley.
25 Alternativa (1978): 9
26 "Unificación guerrillera busca M-19", El Siglo [Bogotá] ene. 27, 1983; "FARC y ADO llaman a unificar el movimiento revolucionario", Voz Proletaria [Bogotá] sep. 13, 1984.
27 Milton Hernández, La unidad revolucionaria: utopía y realidad (Bogotá: Ediciones Colombia Viva, 1993) 65.
28 Hernández 145; "Las FARC y el ELN se unieron en San Vicente", Vanguardia Liberal [Bucaramanga] jul. 11, 1987.
29 La poca fuerza que llegó a tener la CGSB contrasta con intentos de unidad más exitosos en otros lugares de Latinoamérica, como los ocurridos en El Salvador, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN); en Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), o la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), en donde las coordinadoras tuvieron tanto éxito, que algunas incluso lograron consolidarse después de los acuerdos de paz.
30 "En Lebrija, un combate entre FALCO y FARC mató a Guarín Hernández", Vanguardia Liberal [Bucaramanga] ene. 5, 1984.
31 "EPL se atribuye asesinatos de cinco miembros de la UP", El Tiempo [Bogotá] sep. 8, 1987. El Comando Pedro León Arboleda (PLA) atacaba a dirigentes de la UP declarándolos como revisionistas, con lo que retomaba las viejas rencillas entre las concepciones del marxismo-leninismo. Este grupo llegó a indicar que el asesinato del dirigente Rafael Reyes Malagón no fue obra suya, porque se le habían adelantado los paramilitares "EPL niega crímenes de dirigentes de UP", El Heraldo [Barranquilla].
32 Coordinadora Nacional Guerrillera, Llamamiento al pueblo colombiano (mar. 7, 1985).
33 Hernández; "ELN acusa de traidor al M-19", El Heraldo [Barranquilla] jul. 28, 1988; "Revela documento confidencial. FARC buscan fracaso de proceso con el M-19", El Tiempo [Bogotá] mar. 31, 1989; "FARC y M-19 acusaron al ELN y EPL", Vanguardia Liberal [Bucaramanga] mar. 8, 1984.
34 "Por fusión de la izquierda, desaparecería la Unión Patriótica", Vanguardia Liberal [Bucaramanga] dic. 29, 1988.
35 FARC-EP, 30 años de las FARC-EP (may. 27, 1994) [Discurso].
36 ELN, Una propuesta urgente para Colombia (Feb. 2, 1996) [Comunicado].
37 Andrés Fernando Suárez, Identidades políticas y exterminio recíproco: masacres y guerra en Urabá (1991-2001) (Medellín: La Carreta Editores / IEPRI, 2007).
38 "En Córdoba cinco los muertos en combate de EPL y FARC", El Heraldo [Barranquilla] ago. 16, 1984; "En Córdoba se enfrentan FARC y EPL", El Heraldo [Barranquilla] sep. 2, 1986; "Guerra entre FARC y EPL", El Heraldo [Barranquilla] may. 5, 1983; "EPL ajustició a tres de las FARC", El Tiempo [Bogotá] abr. 26, 1980; "Asesinado por el EPL dirigente de las FARC", El Tiempo [Bogotá] oct. 9, 1980; "Las FARC mata a 7 miembros del EPL", El Tiempo [Bogotá] dic. 10, 1982.
39 "FARC y EPL firman pacto guerrillero", El Tiempo [Bogotá] abr. 16, 1987.
40 Álvaro Villarraga y Nelson Plazas Niño, Para reconstruir los sueños: una historia del EPL (Bogotá: Fondo Editorial para la Paz / Fundación Progresar, 1994).
41 Suárez.
42 "La pelea entre guerrillas", El Tiempo [Bogotá] ago. 8, 2000.
43 "Dura guerra entre las guerrillas en Barranca", El Tiempo [Bogotá] jun. 4, 1999; "Guerra entre las guerrillas", El Tiempo [Bogotá] ene. 9, 2000.
44 "La pelea entre guerrillas", El Tiempo.
45 "Guerra entre guerrillas", El Tiempo; "Ofensiva del ELN", El Tiempo [Bogotá] mar. 8, 2000.
46 "La pelea entre guerrillas", El Tiempo.
47 Gloria Inés Restrepo, "Memoria e historia de la violencia en San Carlos y Apartadó", Universitas Humanística 72 (2011): 157-188.
48 Entrevista a miembro del Frente 58 de las FARC (sep. 27, 2016).
49 "La pelea entre guerrillas", El Tiempo.
50 "Guerra entre FARC y el Domingo Laín", El Tiempo [Bogotá] mar. 7, 1995.
51 "Guerra entre guerrillas", El Tiempo.
52 ELN, Comunicado del frente de guerra oriental del ELN a la comunidad internacional, nacional y regional (may. 18, 2006); FARC-EP, Comunicado: la verdad sobre el enfrentamiento FARC-ELN (feb. 2007).
53 Dada la extensión del artículo, no podemos ahondar en aspectos más detallados de este conflicto, como la disputa por los "recursos económicos", por las bases sociales y la estrategia de los grupos insurgentes. Esto se hará posteriormente en otro artículo.
54. "Cumbre FARC-ELN en España", El Tiempo [Bogotá] jun. 13, 2000; "Guerra entre guerrillas", El Tiempo; "Se prepara cumbre FARC-ELN", El Tiempo [Bogotá] mar. 14, 2000.
55 (Sur de Bolívar) "ELN confirma su alianza con las FARC", El Tiempo [Bogotá] abr. 10, 2001. (Norte del Tolima) "FARC y ELN se fusionan", El Tiempo [Bogotá] feb. 25, 2005. (Catatumbo) Fundación Ideas para la Paz, "Dinámicas del conflicto armado en el Catatumbo y su impacto humanitario". Web. 2013. (Chocó) Defensoría del Pueblo, "Informe de Riesgo N.° 019-10A.I". Web. Nov. 12, 2010.
56 Fundación Ideas para la Paz, Dinámicas del conflicto armado en Arauca y su impacto humanitario (Bogotá: Fundación Ideas para la Paz, 2014); "Las FARC hoy en el Catatumbo". Web. 2015.
57 "Nueva entrevista a Gabino: una amplia mayoría de las FARC y ELN respalda relanzamiento de la Coordinadora Guerrillera", Voz insurgente. Web. Oct. 19, 2015.


OBRAS CITADAS

I. Fuentes primarias

Publicaciones periódicas

Revistas

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Periódicos

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Entrevistas

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II. Fuentes secundarias

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