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vol.46 issue1Public History and Collaborative Research: Perspectives and Experiences for the Current Situation in ColombiaFelipe Martínez Pinzón. Una cultura de invernadero: Trópico y civilización en Colombia (1808-1928). Madrid: Iberoamericana, 2016. 210 páginas. DOI: 10.15446/achsc.v46n1.75563 author indexsubject indexarticles search
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Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura

Print version ISSN 0120-2456

Anu. colomb. hist. soc. cult. vol.46 no.1 Bogotá Jan./June 2019

https://doi.org/10.15446/achsc.v46n1.75562 

Reseñas

Aline Helg. Plus jamais esclaves! De l'insoumission à la révolte, le grand récit d'une émancipation (1492-1838). París: Éditions La Découverte, 2016. 419 páginas. DOI: 10.15446/achsc.v46n1.75562

ALEJANDRO E GOMEZ* 

*Université Sorbonne Nouvelle-Paris 3 alejandro.gomez@sorbonne-nouvelle.fr


La historiadora suiza Aline Helg es autora de varios trabajos de gran importancia historiográfica, entre los cuales destacan dos monografías sobre las luchas de los afrodescendientes en las independencias de Cuba y Colombia, así como un sinnúmero de artículos en revistas de impacto internacional. En esta ocasión, Helg presenta un libro ambicioso en el cual aplica un enfoque metodológico transnacional, lo que le permite poner a dialogar historiografías que normalmente no se cruzan, así como analizar a la vez diversos espacios geohistóricos. Todo ello desde una perspectiva de "larga duración" y para el conjunto de América. Esto es una tarea sin duda complicada, tomando en consideración la gran diversidad económica, lingüística, ideológico-religiosa, y étnico-demográfica de los espacios que conforman ese vasto continente. Sin embargo, Helg usa esa diversidad diestramente al servicio del análisis comparativo, lo que le permite identificar y explicar las semejanzas y diferencias que existieron entre los distintos contextos estudiados. Contrario a lo que sucede normalmente en estudios similares, en los cuales el comparatismo va en desmedro de la calidad de la escritura, en esta ocasión la autora logra construir una narrativa fluida, la cual facilita enormemente la lectura. Si bien el estudio hace poco uso de fuentes de primera mano, como bien advierte la autora en la introducción, los textos secundarios consultados contienen suficientes datos como para llevar a cabo un análisis transnacional cruzado, lo cual es ya un trabajo considerable y valioso, considerando la envergadura de la obra.

En esta monografía Helg aborda el fin de la esclavitud. Sin embargo, no se aproxima al tema desde una perspectiva abolicionista, como normalmente se hace, sino aplicando un análisis "desde abajo". Es decir, como indica la misma autora, "haciendo énfasis en sacar a relucir el punto de vista de los esclavos" (p. 10). El objetivo de esta aproximación es mostrar las diversas estrategias, tanto formales como informales, de las cuales se valieron los esclavos para sobrevivir a la esclavitud, buscando alcanzar su emancipación o, incluso, su libertad. Para ello, la autora propone una clasificación de cuatro estrategias: la fuga y el cimarronaje; la manumisión; el alistamiento militar; y las revueltas. Este criterio clasificatorio de estrategias liberadoras rompe con la tradición historiográfica de ver las acciones de los esclavos meramente en términos de resistencia, lo cual constituye, de por sí, un aporte mayor de la obra. Cabe destacar que la autora no considera el suicidio un mecanismo metafísico para alcanzar la libertad. Esto es cónsono con su propuesta clasificatoria y, a mi parecer, refuerza aún más la ruptura con el paradigma de la resistencia.

La obra está dividida en cuatro grandes partes, subdivididas a su vez en capítulos. Los capítulos siguen una estructura temático-cronológica, que va desde la llegada de los europeos al Nuevo Mundo en 1492 hasta la abolición definitiva de la esclavitud en las colonias británicas en 1838. En la primera parte, constituida por un solo capítulo, se estudian las diversas facetas de la trata de esclavos hacia el continente americano, así como los distintos sistemas esclavistas que fueron instaurados en ese vasto espacio, y las diferencias que surgieron entre ellos de tipo legal, poblacional y religioso. El capítulo termina resaltando las diversas similitudes que se pueden identificar entre las distintas colonias, sobre todo en términos de las máculas que afectaban a los afrodescendientes, el estatus de los sectores intermedios y el establecimiento del principio del vientre materno como criterio para establecer la condición de los recién nacidos. Muchos de estos aspectos son retomados y profundizados en las partes subsiguientes de la obra.

En la segunda parte se estudian las cuatro estrategias usadas por los esclavos en el período que va hasta el fin de la Guerra de los Siete Años en 1763. En los capítulos que constituyen esta parte, se destacan la fuga y el cimarronaje como las estrategias más comunes. Estas estrategias dieron nacimiento a numerosas comunidades de esclavos fugados (algunas de ellas muy grandes), las cuales, para la autora, constituyeron verdaderas "victorias" sobre el sistema esclavista. También se estudian las pocas revueltas que tienen lugar en el período - aunque la autora ve en el cimarronaje una forma de rebelión-, así como los mecanismos de emancipación por vía de la coartación o compra de la libertad -más aceptado en las colonias ibero-americanas que en las demás- y por servicio militar en conflictos coloniales e imperiales. En esta parte también se abordan otros elementos de interés, como las torturas y otras prácticas brutales de castigo a los esclavos en el marco de las legislaciones coloniales, así como la aparición de temores y rumores, los cuales preparan el terreno para los futuros "escenarios" de rebeliones masivas del siglo XVIII.

En la tercera parte, curiosamente titulada "Era de las independencias" y no de las revoluciones, la autora muestra cómo diversas situaciones inéditas, como el auge del abolicionismo, las nuevas ideas ilustradas y los procesos revolucionarios, debilitaron el sistema colonial y otorgaron a los esclavos nuevas oportunidades para lograr su libertad. De tal manera, son estudiados el protagonismo de los esclavos en las independencias de Estados Unidos, en las guerras de independencia hispanoamericanas y en la Revolución Haitiana. Este último proceso es presentado como un caso particular, debido a que fue la única vez que los esclavos y los libres de color lograron imponerse conjuntamente y en forma permanente a las fuerzas coloniales; un caso emblemático que sirvió de ejemplo a muchas otras tentativas similares, pero también irrepetible, debido sobre todo a la fortaleza demográfica particular que tenían los afrodescendientes en la colonia de plantación francesa de Saint-Domingue.

La cuarta parte está consagrada principalmente al sinnúmero de revueltas de esclavos que tuvieron lugar en Brasil, el Caribe y Estados Unidos durante el siglo XIX, y al impacto que tuvieron estas acciones en la precipitación de las aboliciones de la esclavitud. En tal sentido, se hace particular énfasis en el caso británico, en relación con las revueltas masivas suscitadas en aquel mismo período en las West Indies y la manera como ellas contribuyeron a radicalizar el movimiento antiesclavista en la metrópoli. En esta parte también se estudian la adaptación de los cimarrones y las estrategias de coartación a los nuevos contextos políticos, el aumento de las poblaciones de esclavos fugados debido al recrudecimiento de la trata en algunas regiones y las nuevas posibilidades de emancipación disponibles tras la adopción de medidas de abolición gradual en las nuevas repúblicas hispanoamericanas y en el norte de Estados Unidos.

La aplicación de una aproximación metodológica de larga duración, a la vez comparada y cruzada, permite a la autora constatar, por un lado, la existencia de vastas regiones de frontera habitadas por numerosos esclavos fugitivos e individuos de otros orígenes, los cuales se fueron integrando paulatinamente a los sectores de color de condición libre. Por otro lado, la autora también constata que los esclavos no se rebelaban masivamente, sino de manera esporádica cuando identificaban, o creían identificar, fallas en el sistema de dominación esclavista, como ocurrió en la época revolucionaria y en el auge abolicionista. Entre tanto, optaban por seguir las otras estrategias de liberación o emancipación estudiadas en la monografía, a propósito de las cuales la autora también llega a conclusiones específicas de interés.

Una obra tan vasta y ambiciosa forzosamente debe tener puntos débiles y afirmaciones que se presten a debate. Empero, siendo el balance tan absolutamente positivo, baste aquí únicamente subrayar algunos aspectos que a mi parecer hubieran enriquecido el análisis: una discusión más profunda de una categoría tan ambigua como la de "libres de color" y sus relaciones con los esclavos; una reflexión comparada con las luchas por su libertad de otros sectores subalternos racializados en contra de otras formas de trabajo forzado, y, sobre todo, una cronología que fuese más allá de 1838. Si bien este punto de corte es pertinente desde un punto de vista metodológico y con frecuencia el análisis en la obra se extiende más allá de ese año, tal escogencia temporal deja por fuera la recta final de los procesos abolicionistas en el resto de América, más allá de las West Indies.

En vista de todo lo anterior, Plus jamais esclaves! tiene todo para convertirse en lectura obligatoria para los especialistas en la esclavitud y las revoluciones en el Mundo Atlántico. Es también una obra que podría ser de gran utilidad en términos pedagógicos para estudiantes de historia, sobre todo a nivel de posgrado. En efecto, muchas son las partes y fragmentos de la obra susceptibles de ser utilizados en seminarios sobre temas relacionados con la esclavitud moderna, en particular la discusión transhistoriográfica que hace la autora en la introducción (pp. 17-23). Dicho esto, solo me resta hacer votos por que este trabajo sea pronto traducido y publicado en castellano, para que pueda enriquecer de una manera más directa el marco de análisis de los estudios sobre la esclavitud en los países hispanófonos y también para continuar promoviendo entre los historiadores españoles y latinoamericanos la necesidad de las aproximaciones trasnacionales.

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