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Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura

versión impresa ISSN 0120-2456

Anu. colomb. hist. soc. cult. vol.50 no.2 Bogotá jul./dic. 2023  Epub 08-Abr-2024

https://doi.org/10.15446/achsc.v50n2.105236 

Reseñas

Silvano Gabriel Antonio Benito Moya, ed. "Agradable a Dios y útil a los hombres". El universo cultural en las bibliotecas de los franciscanos de Córdoba del Tucumán (1575-1850). San Antonio de Padua: Ediciones Castañeda, 2019. 467 páginas.

1 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina https://orcid.org/0000-0003-4133-5053 fvega@filo.uba.ar


En los últimos veinte años, la investigación de Silvano G. A. Benito Moya y de su equipo -nucleado en el Instituto de Estudios Históricos y el Centro de Estudios Históricos "Prof. Carlos S. A. Segreti" (Córdoba, Argentina)- se ha concentrado en el análisis de la cultura escrita colonial, en la historia de las universidades y en la exploración de los archivos de Córdoba y sus alrededores. Actualmente, Benito Moya es investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y profesor en la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Católica de Córdoba. "Agradable a Dios y útil a los hombres". El universo cultural en las bibliotecas de los franciscanos de Córdoba del Tucumán (1575-1850) es un nuevo producto de sus indagaciones en torno a la historia del libro y la cultura intelectual en la época colonial, redactado a partir de la colaboración con Karina Clissa, Eduardo Benitez Cardozo, María Luciana Llapur, Juan Thomas, María del Pilar Torreblanca y Enzo Cabrera. Sobre estos temas, Benito Moya había publicado anteriormente dos monografías, centradas en la Universidad de Córdoba en el siglo XVIII, que se destacaron por la atención prestada, por un lado, a la escritura y la lectura y, por el otro, a las órdenes religiosas que gestionaron la universidad en el periodo. En este sentido, "Agradable a Dios..." constituye una prolongación de esta veta de trabajo, concentrada en este caso en los libros que formaron parte de las bibliotecas del convento franciscano de San Jorge, en Córdoba, durante la época colonial y la primera mitad del siglo XIX. No es de extrañar, entonces, que el libro lo haya publicado la editorial de la orden franciscana en Argentina: Ediciones Castañeda (San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires), dirigida por fray Jorge David Catalán.

El libro reconstruye los contenidos de las bibliotecas del convento y hace un estudio general de los mismos. Está, por lo tanto, dividido en dos grandes secciones. La primera contiene el abordaje cuantitativo y cualitativo de los volúmenes. La segunda está conformada por varias secciones eruditas, que reconstruyen los contenidos de los inventarios y la identificación bibliográfica de los libros. Las fuentes principales utilizadas son tres inventarios de las bibliotecas del convento: el primero, de 1726, con añadidos hasta 1744; el segundo, de 1815, con agregados hasta 1822; y el tercero, de 1823, con incorporaciones hasta 1850. En consecuencia, los tres documentos describen el mismo repositorio bibliográfico, incorporando sus cambios con el paso del tiempo. Todos se conservan en el archivo del convento. Con la excepción de algunos artículos publicados por Benito Moya y sus colaboradores -que adelantaron los resultados de este libro-, nadie se había referido a estas fuentes con anterioridad. Aquí reside, por lo tanto, la principal originalidad de "Agradable a Dios.". De manera complementaria, la investigación recurrió -sobre todo para la correcta identificación de los registros de los inventarios- al patrimonio bibliográfico actualmente conservado en el convento de San Jorge y, también, en el de San Antonio de Padua, merced a que algunos volúmenes de Córdoba fueron trasladados allí en la década de 1970.

Benito Moya explicita que el trabajo está inscripto en un cruce de las metodologías cuantitativa y cualitativa de la historia del libro. El reconocimiento es una novedad en la investigación reciente sobre los territorios ibéricos y sus colonias de la modernidad temprana. En efecto, en los últimos lustros se generalizó una concepción según la cual los abordajes seriales o estadísticos constituirían un error o un lamentable desvío. La única forma de hacer historia del libro sería entonces valerse de las metodologías cualitativas, propias de la historia de la lectura e impulsadas desde aproximadamente 1990 por académicos de la talla de Roger Chartier, Robert Darnton y Anthony Grafton. Sin embargo, varios trabajos académicos recientes, que construyen un abolengo que los retrotrae hasta esta historia de la lectura, terminan realizando abordajes eminentemente estadísticos, similares a los llevados adelante por la historiografía francesa de las décadas de 1970 y 1980. Benito Moya, en cambio, no enmascara su marco teórico y metodológico ni pide disculpas por el mismo. Señala, más bien, que los "maestros" -Chartier, Darnton- no rechazaron fuentes notariales como los inventarios, sino que construyeron su investigación precisamente a partir de un "piso de estudios cuantitativos". Declara, entonces, que la "historia serial del libro" constituye "la base para luego pensar lo cultural" (p. 50) y que, en Argentina, esa historia serial es todavía una tarea que es necesario realizar. Al no ocultar su valoración de la investigación cuantitativa y al enlazarla con un trabajo cualitativo sobre la lectura, "Agradable a Dios." constituye una saludable -y sincera- bocanada de aire fresco desde el punto de vista metodológico.

El estudio introductorio, titulado "Huertos amenos del solaz seráfico. Historia de los libros de un convento cordobés" (pp. 11-146), podría constituir un libro autónomo. No se trata de la presentación de los documentos o de una introducción a la reconstrucción del elenco bibliográfico franciscano. Consiste, más bien, en una historia cabal de las bibliotecas del convento durante el periodo 1575-1850; al serlo, es también una historia de la cultura intelectual del catolicismo todo. Esta parte inicial está dividida en diez subsecciones. La primera constituye un estado de la cuestión; la segunda, una explicación de la metodología utilizada para el estudio y del proceso de identificación de los volúmenes; la tercera, una breve narración sobre la historia de la orden franciscana; la cuarta es un relato de la "conformación del edificio libresco"; la quinta, una presentación de la forma como estaban organizadas las tres bibliotecas que había en el convento franciscano: la "Librería Grande", la del noviciado y la de la sacristía y el coro; la sexta subsección contiene un análisis estadístico general de estas bibliotecas, centrado en su crecimiento diacrónico y en los formatos, los idiomas y las pertenencias religiosas de los autores predominantes; y de la séptima a la décima son abordajes de los contenidos temáticos de las bibliotecas, enfocados en la filosofía, el derecho (junto con la teología moral), la teología y la predicación. Para cada uno de los temas, el estudio presenta los formatos predominantes de los libros, las órdenes religiosas preponderantes de los autores y los debates más destacados, así como las evoluciones teológicas e intelectuales globales. La décima subsección, ya mencionada, es más extensa que las demás; fue redactada fundamentalmente por Karina Clissa y constituye un estudio de caso detallado sobre los libros de predicación, que entre 1815 y 1823 representaban el 17 % de todos los volúmenes.

La segunda parte del libro contiene los "elencos" de las bibliotecas franciscanas: el "Elenco de la Librería Grande" (pp. 147-392), el "Elenco de la Librería del Noviciado" (pp. 393-416) y el "Elenco de libros de sacristía y coro" (pp. 417-425), así como también una "Reconstrucción de la ubicación de los registros en los inventarios" (pp. 427-465). No se trata ni de una transcripción de los inventarios ni de un catálogo de los volúmenes actualmente conservados en el convento franciscano de San Jorge. Los elencos son, más bien, las listas -ordenadas alfabéticamente- de las ediciones de libros identificadas a partir de los múltiples registros bibliográficos contenidos en los tres documentos consultados. En todos los casos, Benito Moya y sus colaboradores aclaran si la identificación de una edición específica (con su correspondiente título detallado, lugar y año de impresión) es "segura", "probable" o "posible", así como también en cuáles de los tres inventarios existe un registro compatible con dicha edición. La consulta del patrimonio bibliográfico conservado en los conventos franciscanos sin duda facilitó el trabajo de identificación; pocos son los registros bibliográficos para los cuales Benito Moya y su equipo no pudieron asignar una edición con mayor o menor grado de probabilidad: varios constituyen manuscritos, los cuales evidentemente no se han conservado. Por otro lado, la reconstrucción final permite percibir la manera como el saber estaba organizado en los distintos inventarios.

En resumidas cuentas, el libro contiene al mismo tiempo la reconstrucción de los elencos -lo que permite pensarlo como fuente u obra de referencia que ha de nutrir investigaciones futuras- y una historia general de la cultura intelectual y bibliográfica de los franciscanos de Córdoba. En el siglo XVIII, la "Librería Grande" del convento de San Jorge era una de las bibliotecas de mayor tamaño del Río de la Plata, el Paraguay y el Tucumán coloniales, más grande que casi todas las bibliotecas privadas e incluso que las de algunos colegios de la Compañía de Jesús. La investigación que aquí reseño es, por lo tanto, un aporte de primer orden al conocimiento de la cultura intelectual en esta región, sobre todo en la época colonial. Por su metodología, por el detallismo en la identificación de los registros bibliográficos y por el análisis temático de las bibliotecas, "Agradable a Dios." es también un excelente ejemplo de cómo hacer historia del libro desde el Cono Sur.

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