Introducción

En este documento se muestran los avances del proyecto de investigación “Desarrollo de una herramienta tecnológica facilitadora de las buenas prácticas agrícolas en los pequeños agricultores”, llevada a cabo por la Institución Universitaria Antonio José Camacho (Cali, Valle del Cauca). En dicho proyecto se planteó hacer una recopilación y un análisis de la información de prácticas productivas de la cadena hortofrutícola de una muestra de agricultores del Valle del Cauca. Desde esta perspectiva, el avance que se presenta, tiene como objetivo caracterizar una muestra de agricultores teniendo en cuenta aspectos relevantes para la aplicación de las buenas prácticas agrícolas (BPA). Este objetivo se enmarca en la necesidad de fortalecer el uso de herramientas digitales que ayuden a realizar adecuadas labores en el campo y de mostrar acciones regularizadas para el cumplimiento normalizado de las BPA, aspecto que es requisito para la inocuidad alimentaria y para la protección del medio ambiente.

Como parte de los antecedentes que se encuentran de las BPA, se tiene que la inocuidad alimentaria y sus afectaciones humanas por un mal tratamiento, provocaron en España en 1981 más de 4000 fallecimientos y un número significativo de personas afectadas por el consumo de aceite de colza de bajo precio proveniente de Francia, que había sido desnaturalizado con anilina de uso industrial (^{Marcos, 2009}). Igualmente, en 1996, ocurrió la crisis de las vacas locas (^{Garcia Fajardo, 2010}), con repercusiones a escala mundial. Ante este evento, los científicos comprobaron que la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), podía transmitirse a las personas al ingerir carne contaminada con un tipo especial de proteína infectiva, causando una patología neurodegenerativa grave. El origen del problema fue la falta de control de las materias primas con las que se elaboraban los alimentos concentrados para animales.

En 1997 se presentó en Hong Kong otra crisis al transmitirse la gripe aviar a humanos que tenían estrecho contacto con aves, una enfermedad que hasta el momento solo se propagaba en este tipo de animales. Lo anterior causó numerosas pérdidas al sector avícola dado el sacrificio obligado de millones de estos animales.

Adicionalmente en 1999, en Bélgica, aparecen dioxinas en el pollo, sustancias cancerígenas que se produjeron al reciclar grasas y aceites con los que se fabricaba, a su vez, alimento concentrado para aves.

Lo anterior sustenta el origen en 1990 de las BPA a partir de una iniciativa privada de un grupo europeo de proveedores y supermercadistas con el objetivo de garantizar a los consumidores que sus mercaderías tuviesen los atributos de inocuidad, respeto hacia el medio ambiente y de seguridad y bienestar animal. Iniciativa acogida posteriormente por un número creciente de productores y minoristas de todas partes del mundo, en respuesta a la nueva tendencia del comercio globalizado (^{Ryan et al., 2020}).

De tal forma, se puso de manifiesto la necesidad de que los controles en materia de seguridad alimentaria dejaran de ser fragmentarios y surgió el lema “de la granja a la mesa” (^{FAO, 2003}) en el cual aparece la trazabilidad (^{Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, 2002}; ^{Organización Internacional de Normalización [ISO], 2015}; Rinc, 2017) como concepto clave que exige conocer todas las fases de producción, transformación y distribución de los alimentos, con el fin de garantizar un consumo seguro al permitir detectar el momento del proceso en que se presentó una desviación que originó un problema de seguridad alimentaria (^{Marcos, 2009}; ^{Herrera y Orjuela, 2014}).

Los comercializadores necesitan saber cómo se prepara el alimento, de dónde proviene, cómo fue cultivado, qué ingredientes se le añadieron, quién suministró qué y cuándo. En resumen, establecer la trazabilidad de los productos agrícolas (^{Moltoni y Moltoni, 2014}). Las BPA son un conjunto de actividades que van desde la planeación del cultivo hasta la cosecha, el empaque y el transporte del alimento, entre otros, todo con el fin de asegurar la inocuidad del alimento, el cuidado del medio ambiente, la seguridad y el bienestar de los trabajadores (^{Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación [ICONTEC], 2012}).

Existen estándares, sistemas de auditoría y certificaciones que contemplan las BPA. Estos aspectos incrementan los costos del primer eslabón de la cadena, pero se convierten en una condición indispensable para participar en el mercado (^{Cofre et al., 2012}). Ante las exigencias de competitividad, el manejo y la confiabilidad de la información, estos elementos son cada vez más relevantes y exigen que se incluyan en los nuevos sistemas de información asociados con BPA.

La certificación en BPA es un reconocimiento otorgado a los agricultores que en sus fincas implementan ciertas medidas para garantizar la producción inocua de frutas y hortalizas en fresco (^{Instituto Colombiano Agropecuario [ICA], 2020}). A través de estas certificaciones, se muestra que todo el proceso de producción cumple con los puntos o criterios de evaluación exigidos en la norma.

Las buenas prácticas agrícolas aportan a la planificación de labores en una finca y posibilitan el control de riesgos porque hay conocimiento sobre lo que debe y no debe hacerse, con el fin de tener productos de calidad (^{Mesa et al., 2008}).

En Colombia, de acuerdo con el Decreto 4765 de 2008, el ICA, es la entidad encargada de velar por la implementación de las BPA y su respectiva certificación. La Resolución ICA 30021 de abril de 2017, establece los requisitos para la certificación en BPA en producción primaria de vegetales y otras especies para el alimento humano. Además, establece los requisitos que deben aplicar todas las personas naturales o jurídicas que deseen certificar el predio productor en BPA. Para la implementación de esta resolución, se deben tener en cuenta el manual de buenas prácticas agrícolas, la lista de chequeo, los criterios de cumplimiento y la solicitud de auditoría. Adicionalmente, se contemplan todas las etapas del ciclo de vida de un producto, incluyendo el personal, el componente ambiental, el manejo de suelos, los equipos, las semillas, la nutrición de plantas, las áreas e instalaciones, la protección de cultivos, la trazabilidad, el registro y el soporte documental (^{ICA, 2017}).

También se tiene en cuenta el conjunto de normas para las buenas prácticas agrícolas, ganaderas y de agricultura (GLOBALG.A.P.) creada en 1990 (inicialmente con el nombre EUREPG.A.P.) por cadenas de supermercados europeos y sus principales proveedores. Desde entonces, es una norma privada de certificación agrícola y es la más reconocida en el mundo. Esta norma estandariza las BPA aplicables a diferentes productos, donde se definen requisitos que abarcan la globalidad de la producción, bajo los principios de inocuidad alimentaria, protección ambiental, salud y el bienestar de los trabajadores.

Los principios de GLOBALG.A.P. para frutas y vegetales están agrupados en tres módulos: Módulo base para todo tipo de explotación agrícola (AF1-AF7), Módulo base para cultivos (CB1-CB8) y Módulo para frutas y hortalizas (FV1- FV5).

El objetivo de GLOBALG.A.P. es tener un referente único de BPA para diferentes productos agrícolas y permitir sentar bases para la protección de los recursos (^{Somoza et al., 2018}).

Los documentos de GLOBALG.A.P. son públicos y se pueden descargar sin ningún costo. Actualmente, la mayoría de los mercados europeos exigen esta certificación para realizar la compra de los productos agrícolas.

Para que los agricultores puedan certificarse con GLOBALG.A.P. deben apoyarse de los Farm Assure, asesores independientes, capacitados y reconocidos por la misma, quienes aportan su experiencia y conocimiento para ayudar a los productores a implementar BPA facilitando el entendimiento de la norma y la preparación de la auditoría.

Adicionalmente, existe la norma NTC 5400-2012 que define los requisitos generales y las recomendaciones de BPA que deben seguir los productores de frutas, hierbas aromáticas culinarias y hortalizas, para entrar al mercado tanto nacional como de exportación y la agroindustria. El propósito de la norma es mejorar las condiciones de la producción agrícola, con un enfoque preventivo en busca de la inocuidad, la competitividad, la seguridad de los trabajadores y el desarrollo sostenible (^{ICONTEC, 2012}).

Aunque la adopción de las BPA es voluntaria, las mecánicas del mercado obligan a su ejecución, lo cual deriva en generar confianza en los clientes, mejorar la eficiencia produc tiva, ahorrar insumos y acercarse a nuevos mercados (Aillen y Hasbleidy, 2017).

Para que los agricultores puedan cumplir cualquier estándar de certificación, es necesario que quede el registro de sus labores de campo, donde se evidencie la aplicación de las BPA y por lo general este registro lo llevan de forma manual, de tal forma que es difícil verificar el cumplimiento de las BPA. Lo anterior indica que es casi imposible conseguir un control integral de todo el proceso “de la granja a la mesa”, sin contar con herramientas automáticas con sus correspondientes responsables en cada componente de la cadena. Por tanto, hoy en día la utilización de herramientas de software es imprescindible para controlar todo el proceso.

Lo anterior justifica la necesidad de desarrollar herramientas tecnológicas para que los agricultores puedan implementar las BPA en sus predios, con el fin de mejorar sus prácticas, y por ende, lograr una mejor competitividad.

Para el desarrollo de una herramienta tecnológica orientada a las BPA, es necesario realizar la caracterización de los usuarios que harán uso de la herramienta, junto con la revisión de las normas relacionadas a las BPA.

Después de analizar la información, se concluyó que GlOBALG.A.P. era la más pertinente para elaborar los requerimientos funcionales y para validar lo que se implementará a futuro en una aplicación como herramienta digital para BPA.

Para efectos del presente estudio, entiéndase por pequeño agricultor “la persona natural que posea activos totales no superiores a los doscientos ochenta y cuatro (284) SMMLV”, según el artículo 2.1.2.2.8 de la Ley 16 de 1990 (^{Departamento Administrativo de la Función Pública, 2018}). Esta Ley también define al mediano productor con activos no superiores a cinco mil (5000) SMMLV; y al grande productor con activos superiores a cinco mil (5000) SMMLV.

Materiales y métodos

Recopilación y análisis de la información

Para caracterizar los potenciales usuarios de una herramienta digital para el registro de labores de campo con BPA, se realizaron 30 encuestas semiestructuradas (Figura 1) con 26 preguntas a los agricultores de las regiones de Argelia, en el marco de la Gran Feria Agrícola realizada el 27 de julio del 2019.

Igualmente, se realizaron encuestas a cuatro Farm Assure de Colombia, a través de correo electrónico y/o vía telefónica. La encuesta constaba de 12 preguntas abiertas (Figura 2).

Figura 1 Documento encuesta a para la caracterización de las BPA a los agricultores de Argelia. 

Figura 2 Documento encuesta sobre utilización de herramientas digitales para la certificación en BPA. 

En cuanto a la revisión de la normativa, con el fin de establecer la más pertinente para tomarla como base en el desarrollo de la herramienta digital, se tiene que la norma NTC 5400-2012 de ICONTEC, establece solamente los requisitos generales y las recomendaciones en BPA. Esta tiene un fin más conceptual, por esta razón solo se compararon la norma del ICA (Resolución 30021 de 2017) con la GLOBALG.A.P. (Tabla 1) debido a la importancia que tienen estas normas en los procesos de implementación y certificación en BPA para Colombia.

Con base en la anterior comparación, se optó por la norma GLOBALG.A.P. debido a que es una norma de certificación internacional con alta exigencia en cuanto al cumplimiento de requisitos en BPA.

Tabla 1 Comparación entre la norma del ICA y la norma de GLOBALG.A.P. 

Al revisar detalladamente la reglamentación de GLOBALG.A.P. se tomaron los siguientes ítem considerados apropiados para elaborar los requerimientos funcionales de una herramienta digital para el registro de las labores de campo ajustadas con BPA:

Historia del sitio: AF1.1.1, AF1.1.2, AF2.1, AF4.2.1; Formación del trabajador: AF4.2.2, AF14.2; Fertilización: CB4.2.1 a CB4.2.6, CB7.1.1, CB 7.1.2, CB 7.1.3, CB 7.3.2 a CB 7.3.7; Productos fitosanitarios: FV 2.1.1 y FV 2.1.2.

Resultados y Discusión

En la caracterización de los agricultores de Argelia, a partir de la primera encuesta (Figura 1), se encontró que aproximadamente el 89 % de los agricultores entrevistados son propietarios de las fincas en las que trabajan y llevan más de 20 años en la agricultura, sus fincas cubren entre 3 y 12 ha y están compuestas entre tres y cinco lotes que son trabajados por una cantidad de dos a cuatro personas. Los cultivos principales de las fincas son el aguacate, el café y el plátano y un 81 % de la producción es vendida, un 70 % a cooperativas como ASPROAGRO, FUNDEA y Cooperativa del Café y el resto a almacenes de cadena o a intermediarios.

En cuanto al uso de tecnología, se encontró que el 72 % de las personas tienen un computador en la finca, aunque generalmente es usado por otros miembros de su familia (como los hijos) y solo el 33 % de estas personas cuentan con conexión a internet en sus fincas, lo cual implica el desarrollo de una aplicación que permita trabajar fuera de línea. En cuanto al uso de celulares, el 62 % tiene un celular inteligente. Donde el 58 % de las personas con celular lo utiliza para acceder a redes sociales y el 41 % lo utiliza exclusivamente para llamadas o envío de mensajes (Figura 3).

Figura 3 Uso de la tecnología en agricultores de Argelia. 

En cuanto al conocimiento de certificación en BPA, el 31 % de los encuestados manifestó tener algún conocimiento de esta. Aproximadamente el 88 % aplica alguna forma de BPA. El 65 % de los agricultores lleva el registro de las labores de su finca y un 58 % lleva registro de las labores solo en papel. Finalmente, el 66 % considera que una herramienta BPA le podría ser útil para la gestión de su cultivo y de apoyo en la labor de certificación de sus productos (Figura 4).

Figura 4 Conocimientos en BPA de los agricultores de Argelia. 

En general se evidencia que los agricultores tienen interés en la aplicación de BPA. Algunos pertenecen a cooperativas donde venden sus productos, y por tanto, aplican en gran medida las BPA cumpliendo dicha exigencia para que les compren sus productos. En su mayoría llevan un registro manual de las labores de campo, no conocen ni tienen acceso a herramientas digitales para llevar el registro de labores y la aplicación de las BPA. Estos agricultores en su mayoría demostraron interés por utilizar una herramienta digital que les ayude en estos asuntos. Un aspecto relevante es que la mayoría son dueños de sus fincas, lo cual les da un poder de autonomía y decisión sobre la aplicación de las BPA.

De la encuesta realizada a los Farm Assure (Figura 2), se encontró que utilizan generalmente listas de chequeo en hojas de cálculo para los procesos de certificación de los agricultores. El enfoque de trabajo de certificación se realiza principalmente en medianos y grandes productores que necesitan exportar y deben cumplir con la normatividad de GLOBALG.AP, donde el 50 % están enfocados en el cultivo de frutas y hortalizas, especialmente aguacate Hass y limón Tahiti.

Con relación a qué herramientas utilizan las personas en proceso de certificación, el 70 % de los Farm Assure respondió que utilizaban formatos en hojas de cálculo y documento de texto, y el 30 % respondió que otras herramientas de software.

Sobre las funcionalidades que deben tener estas herramientas respondieron que la información básica quede registrada, que no haya que repetir datos, que sea de fácil acceso y de uso offline, y que permita la trazabilidad de los productos cultivados. A partir de los ítems seleccionados de la norma GLOBALG.AP, se sintetizaron los requerimientos funcionales mostrados en la Tabla 2.

Tabla 2 Requerimientos funcionales del sistema en una herramienta de BPA. 

Igualmente, apoyados con los ítems de la norma GLOBALG.A.P., se listaron algunos mensajes de notificación (Tabla 3) necesarios para advertir la adecuada ejecución de las labores de campo.

Tabla 3 Mensajes de notificación. 

Como parte de la investigación se consultaron las siguientes fuentes que ayudaron a fortalecer los resultados obtenidos: ^{Mora et al. (2017)} concluyen que hay una baja utilización de las TIC en el sector agropecuario, acompañada de escasa o nula capacitación en el uso de los dispositivos. También especifica bajos niveles de escolaridad en la población del sector y señalan que el uso de TIC está asociado con la vinculación del productor a un gremio o asociación y que la ayuda entre miembros de la familia posibilita el acceso los medios de información. Estos resultados coinciden con los obtenidos en la presente investigación.

Otro estudio consultado fue el de ^{Avilés et al. (2019)} quienes argumentan que los pequeños agricultores no usan herramientas digitales, en este caso aplicaciones móviles, porque las que existen no se adaptan a sus necesidades, los costos son elevados y también porque las personas no tienen el nivel escolar para dar manejo a estas herramientas. Igualmente, se dice que el pequeño agricultor muestra interés en utilizar estas herramientas tecnológicas en sus labores. Estos aspectos coinciden como parte de las conclusiones del presente trabajo.

Por último, ^{Agatón et al. (2015)} especifican que en el manejo del cultivo, la mayoría de los agricultores no tienen adecuadas BPA como desinfección de herramientas, desinfección de colinos y falta de conocimientos técnicos frente al uso de fertilizantes. En comparación con el trabajo en cuestión, se tiene que los agricultores encuestados sí poseen algún tipo de conocimiento en BPA, básicamente por su filiación a las cooperativas de productores.

Conclusiones

Los pequeños agricultores de la región de Argelia, en su mayoría, tienen algún conocimiento de BPA debido a que comercializan sus cultivos (como café, plátano, aguacate etc.) a través de cooperativas, las cuales les exigen la aplicación de algunas normas de BPA.

Debido a la situación económica de los campesinos de la región y el poco uso del computador en los hogares, dificulta una solución que incluya el uso del computador. Sin embargo, el amplio uso de celulares inteligentes por parte de los agricultores facilita la implementación de una aplicación móvil.

Con el uso del celular se puede llevar el registro y control de las labores agrícolas, las cuales son indispensable en los procesos de certificación en BPA. Esto les permitirá a los agricultores ser competitivos con el mercado nacional e internacional.