SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.37 issue2Spinal anaesthesia for laparoscopic cholecystectomyManaging hypotension induced by spinal anesthesia for caesarean section author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Colombian Journal of Anestesiology

Print version ISSN 0120-3347

Rev. colomb. anestesiol. vol.37 no.2 Bogotá Apr./June 2009

 

INVESTIGACIÓN CLÍNICA

Intubación orotraqueal sin relajante muscular: propofol o etomidato en combinación con remifentanilo

Orotracheal Intubation without the use of muscle relaxant: propofol or etomidate in combination with remifentanil

 

Jaime A. Rincón**, Angela Hernández**, Hernán Charris**, Félix R. Montes**

* Presentado en parte al congreso anual de la American Society of Anesthesiologists (ASA), San Francisco, California, Octubre 13-17, 2007
** MD. Departamento de Anestesiología. Fundación CardioInfantil - Instituto de Cardiología. Universidad del Rosario. Bogotá, Colombia. E-mail: felixmontes@etb.net.co

Recibido para publicación marzo 26 de 2009. Aceptado para publicación julio 6 de 2009.

RESUMEN

Introducción. El remifentanilo en combinación con propofol provee adecuadas condiciones para la intubación orotraqueal sin relajante neuromuscular. Otros agentes inductores no han sido adecuadamente evaluados. El propósito del estudio fue evaluar las condiciones de intubación y los cambios hemodinámicos tras la inducción anestésica con remifentanilo-propofol o remifentanilo-etomidato.

Métodos. En este estudio prospectivo, doble ciego y aleatorio, participaron 90 pacientes con clasificación ASA I/II. Recibieron 0,03 mg/kg de midazolam y 7 ml/kg de lactato de Ringer, y posteriormente, 3 µg/kg de remifentanilo seguidos de 1 mg/kg de lidocaína. A continuación, se distribuyeron en forma aleatoria en los siguientes grupos de pacientes: los que recibieron 2 mg/kg de propofol (grupo propofol, n=29), 0,3 mg/ kg de etomidato (grupo etomidato 3, n=31) o 0,4 mg/kg de etomidato (grupo etomidato 4, n=30). Después se realizó laringoscopia e intubación orotraqueal. Las condiciones para la intubación se evaluaron utilizando un sistema cualitativo de puntaje. Se registraron la presión arterial media y la frecuencia cardiaca previa a la inducción, posterior a la inducción, inmediatamente después de la intubación y cada minuto hasta 5 minutos después de la intubación.

Resultados. Tres pacientes del grupo etomidato 3 y dos del grupo etomidato 4 no pudieron ser intubados en el primer intento. Se alcanzaron condiciones clínicamente aceptables de intubación en 100%, 74% y 80%, en los grupo propofol, etomidato 3 y etomidato 4, respectivamente (p=0,016). El descenso en la presión arterial media fue significativamente mayor en el grupo propofol comparado con el grupo etomidato 3.

Conclusiones. Para la intubación orotraqueal sin relajante neuromuscular, el uso de remifentanilo-propofol es superior al de remifentanilo-etomidato, 0,3 mg/kg o 0,4 mg/kg. Con 0,3 mg/kg de etomidato se obtiene un mejor perfil hemodinámico.

Palabras clave: Intubación, intratraqueal, relajación muscular, anestesia (Fuente: DeCS, Bireme).


SUMMARY

Introduction: Remifentanil followed by propofol provides adequate conditions for tracheal intubation without using muscle relaxants. Other hypnotic drugs have not been thoroughly evaluated in this regard. The purpose of this study was to assess intubating conditions and cardiovascular changes after induction of anesthesia with remifentanil-propofol or.

Methods: 90 ASA I/II patients were enrolled in this random, prospective, double-blind study. Subjects received 0.03 mg/kg of midazolam followed by a 7 ml/kg infusion of Ringer´s lactate. After that, 3 µg/kg of remifentanil were injected followed by lydocaine, 1 mg/kg. Then, patients received either propofol (2 mg/ kg) (Propofol Group, n= 29), or etomidate (0.3 mg/kg) (Etomidate 3 Group, n=31) or etomidate (0.4 mg/kg) (Etomidate 4 Group, n=30). Subsequent laryngoscope and intubation were performed. Intubating conditions were assessed using a quality scoring system. Mean arterial pressure and heart rates pre-induction, post-induction were recorded immediately after intubation and every 1 to 5 minutes after intubation.

Results: Three patients in the etomidate 3 Group and two patients in the etomidate 4 Group were not able to be intubated in the first attempt. Clinically acceptable intubating conditions were observed in 100%, 74%, 80% in the Propofol, Etomidate 3 and etomodate 4 groups, respectively (p=0.01 6). The decrease in mean arterial pressure was significantly higher in the propofol group as compared to the etomidate 3 group (p<0.05).

Conclusions: The use of lydocaine-remifentanil-propofol for tracheal intubation without muscle relaxants is superior to 0.3 or 0.4 mg/kg lydocaine-remifentanil plus etomidate. However, etomidate 0.3 mg/kg produces a better hemodynamic profile when compared to propofol.

Key words: Intubation, intratracheal, muscle relaxation, anesthesia (Source: MeSH, NLM).


INTRODUCCIÓN

Una adecuada intubación orotraqueal requiere que el paciente sometido a este procedimiento permita la manipulación de las estructuras cervicales, maxilo-faciales y faringo-laríngeas, con el propósito de visualizar directamente la glotis.1 El uso de relajantes neuromusculares es de gran ayuda para conseguir este objetivo.2 Su utilización se ha generalizado de tal manera que es prácticamente la única técnica conocida y enseñada a los anestesiólogos, intensivistas y médicos de urgencias.

Dicha generalización llevó a que por muchos años no existieran alternativas a las cuales recurrir en los casos en que el uso de relajante neuromuscular estaba contraindicado o no era recomendable, típicamente, aquellos pacientes en quienes se quiere evitar los efectos secundarios de los relajantes neuromusculares o de los medicamentos empleados para su reversión.3

Tratando de superar esta deficiencia, en los últimos años se han desarrollado técnicas que implican la conjugación de agentes anestésicos inhalados, medicamentos inductores y opiáceos, aplicados de diferentes formas sin el uso de relajante neuromuscular. 1 El tiopental y el propofol han sido los agentes inductores más estudiados y este último ha demostrado tener una mayor capacidad de relajación mandibular y atenuación de los reflejos laríngeos.4-11 La literatura disponible sugiere que el remifentanilo es el opiáceo más adecuado para acompañar al inductor, debido a sus especiales propiedades farmacocinéticas y a su excelente potencia.7,9-11

Otros agentes inductores que podrían ofrecer ventajas adicionales respecto al considerable efecto hipotensor y cardiodepresor del propofol, han sido escasamente estudiados.7,12 Entre ellos, el etomidato aparece como una alternativa razonable, debido a sus mínimos efectos sobre la función cardiovascular.13,14

El propósito de este estudio es evaluar el desempeño del etomidato asociado a remifentanilo como agentes para proveer condiciones adecuadas de intubación orotraqueal, comparándolo con el esquema convencional de propofol-remifentanilo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Luego de la aprobación del Comité de Ética e Investigaciones de nuestra institución, y de la obtención del consentimiento informado de cada uno de los participantes, se estudiaron 90 pacientes adultos, de ambos sexos, con ASA I-II, programados de forma electiva para cirugía con anestesia general que requiriera intubación orotraqueal. Se excluyeron aquéllos con historia de abuso de etanol o drogas, enfermedad cardiovascular, hepática o renal, historia de reflujo gastro-esofágico, hernia hiatal, hiperreactividad bronquial, índice de masa corporal de 30 o mayor, así como los pacientes clasificados como de vía aérea difícil.

Los pacientes se distribuyeron en forma aleatoria por medio de una tabla generada en computador, en tres grupos:

  • Grupo propofol: grupo control, 2 mg/kg de propofol y 3 µg/kg de remifentanilo por vía intravenosa.
  • Grupo etomidato 3: 0,3 mg/kg de etomidato y 3 µg/kg de remifentanilo por vía intravenosa.
  • Grupo etomidato 4: 0,4 mg/kg de etomidato y 3 µg/kg de remifentanilo por vía intravenosa.

Los pacientes fueron llevados a salas de cirugía, donde la presión arterial, el registro electrocardiográfico continuo, la oximetría de pulso y la capnografía se monitorizaron de manera convencional no invasiva. Recibieron 0,03 mg/kg de midazolam por vía intravenosa, oxígeno al 100% por máscara facial durante un periodo de 5 minutos y se les administró una cantidad de 7 ml/kg de solución de lactato de Ringer. Al finalizar estos cinco minutos, se registraron los signos vitales previos a la inducción y se procedió a la inducción anestésica de acuerdo con el siguiente esquema:

  • Remifentanilo, 3 µg/kg en 90 segundos por vía intravenosa, seguido de
  • Lidocaína, 1 mg/kg por vía intravenosa en 5 segundos, seguida de
  • hipnótico por vía intravenosa (propofol o etomidato) en 5 segundos.

Los medicamentos fueron preparados por una enfermera jefe de las salas de cirugía, quien no tomó parte en el estudio. Se determinó el nivel de inconsciencia por pérdida de la respuesta a órdenes y la ausencia de reflejo palpebral. En ese momento, se intentó dar asistencia respiratoria con máscara, usando una cánula orofaríngea de Guedel, a discreción del anestesiólogo. A los 45 segundos de colocado el agente hipnótico, se registraron los signos vitales posteriores a la inducción. A los 90 segundos de colocado el agente hipnótico, se intentó la laringoscopia con una hoja MacIntosh 3 y un tubo endotraqueal, de 7,5 mm en las mujeres y de 8 mm en los hombres.

El anestesiólogo, sin conocer el grupo al cual pertenecía el paciente, calificó la facilidad de asistencia respiratoria con la máscara facial, el grado de relajación mandibular, la laringoscopia según la clasificación de Cormack-Lehane15 y evaluó la posición de las cuerdas vocales, la respuesta del paciente (Los, movimientos de extremidades o ambos) durante la intubación orotraqueal y al inflar el manguito neumotaponador; este último se realizó en un periodo de 5 segundos. Las condiciones de intubación se calificaron de acuerdo con la tabla 1.

Las condiciones se clasificaron como excelentes, si todos los criterios se calificaban como 1; buenas, si la asistencia respiratoria con máscara se calificaba como 1 y los demás criterios como 1 o 2, y malas, si algún criterio se calificaba en 3 o 4. Los pacientes que no se pudieron intubar en el primer intento, recibieron 1,5 mg/kg de succinilcolina y 30 segundos más tarde fueron intubados.

Para efectos de análisis, se siguieron las recomendaciones de la Conferencia y Consenso de Copenhague, en las cuales las condiciones de intubación clasificadas como excelentes o buenas fueron denominadas clínicamente aceptables y las malas condiciones de intubación o la imposibilidad de realizarla, como clínicamente inaceptables.16

La frecuencia cardiaca y la presión arterial media fueron registradas en los siguientes puntos:

a) al ingreso a la sala de cirugía,

b) inmediatamente antes de la administración de medicamentos inductores (antes de la inducción),

c) 45 segundos después del bolo del agente hipnótico (posterior a la inducción),

d) inmediatamente después de la intubación (posterior a la intubación), y

e) cada minuto durante los siguientes 5 minutos.

Además, se registraron otros eventos, como la presencia de mioclonías y fasciculaciones, o complicaciones, como laringoespasmo, broncoespasmo o rigidez de la pared torácica. Posterior a la inducción y durante el tiempo de evaluación de las variables hemodinámicas, se administró 6 mg de efedrina en bolo por vía intravenosa, cuando la presión arterial media disminuyó más de 30% del valor inicial de ingreso, o 0,5 mg de atropina por vía intravenosa, si la frecuencia cardiaca era menor de 45 latidos por minuto. Luego de la intubación orotraqueal, la anestesia se continuó con sevofluorano al 8% por 2 minutos y, posteriormente, a 1 MAC (Concentración Alveolar Mínima). Siempre se utilizó oxígeno al 100% y asistencia respiratoria mecánica ajustada para el mantenimiento de la normocapnia. Se evitó cualquier estímulo al paciente durante el periodo del estudio.

Tamaño de la muestra

El número de pacientes necesario para comparar los grupos de estudio y el grupo control en este experimento clínico se determinó teniendo en cuenta las siguientes premisas:

  • Que la probabilidad de error alfa (concluir falsamente que existen diferencias entre el grupo de estudio y el grupo control, cuando en realidad no las hay) fuera menor de 0,05.
  • Que la probabilidad de error beta (concluir falsamente que no existen diferencias entre el grupo de estudio y control, cuando en realidad sí las hay) fuera 0,20.
  • Los datos obtenidos en estudios previos demuestran que la administración de la técnica propofol/ remifentanilo provee adecuadas condiciones de intubación en 93% de pacientes.7
  • Consideraremos como clínicamente importante una diferencia de 20% con respecto a este valor.
  • Reemplazando estos valores en una fórmula de tamaño de muestra aceptada para comparar proporciones en experimentos clínicos, tenemos:

Por lo tanto, cada grupo debía estar integrado por 28 pacientes; como se trabaja con tres grupos, se necesitaban 84 pacientes.

Análisis estadístico

Los datos se almacenaron en una base de datos creada para tal fin (File Maker Pro 6.0). El análisis estadístico se presentó como media ± desviación estándar, cuando los resultados se distribuyeron normalmente, y como mediana y rango, cuando no lo hicieron. Las variables demográficas continuas se analizaron por medio de ANOVA. Los datos seriales para cada grupo fueron analizados por medio de ANOVA (medidas repetidas) seguido por pruebas t pareadas con corrección de Bonferroni. Para evaluar las diferencias entre los grupos en presión arterial media y frecuencia cardiaca, se aplicó el ANOVA de una vía seguido por la prueba post hoc de Tukey, cuando fue necesario. Las variables categóricas se analizaron con la prueba de ji al cuadrado. Un valor de p<0,05 se consideró estadísticamente significativo. Las pruebas estadísticas se realizaron con el paquete estadístico GraphPad Prism, versión 4®.

RESULTADOS

No se encontraron diferencias significativas en las características demográficas de los grupos (tabla 2). Todos los pacientes pudieron recibir asistencia respiratoria con máscara facial después de la inducción; sin embargo, se calificó como difícil en un paciente en el grupo propofol, en dos pacientes en el grupo etomidato 3 y en dos pacientes en el grupo etomidato 4 (p=0,83). Los factores tales como ajuste de la máscara, dentadura, etc., se descartaron como causas de la dificultad de asistencia respiratoria en dichos pacientes.

Las condiciones generales de la intubación orotraqueal se clasificaron como clínicamente aceptables en el 100%, 74% y 80% de los grupos propofol, etomidato 3 y etomidato 4, respectivamente (p=0,016) (figura 1). El análisis discriminado mostró que cinco pacientes no pudieron ser intubados en el primer intento, tres de ellos pertenecientes al grupo de etomidato 3 y dos al grupo de etomidato 4, respectivamente (p=0,24). Las razones por las cuales no pudo realizarse la intubación orotraqueal fueron: inadecuada relajación mandibular (2 pacientes) y presencia de cuerdas vocales cerradas (3 pacientes); luego de la aplicación de succinilcolina, estos sujetos fueron intubados fácilmente.

No se encontraron diferencias significativas cuando se evaluó individualmente cada de los componentes de la escala de condiciones de intubación: relajación mandibular, facilidad de laringoscopia, posición de las cuerdas vocales, presencia de tos, movimientos de extremidades y respuesta al inflar el manguito neumotaponador (figura 2).

Luego de la inducción anestésica, la disminución de la presión arterial media fue significativa en todos los grupos (p<0,001), y tal diferencia se mantuvo durante todo el periodo del estudio (figura 3). Tal como lo esperábamos, esta reducción fue significativamente mayor en el grupo propofol comparado con el de etomidato 3 (p=0,001); sin embargo, la significancia estadística desapareció al comparar los grupos propofol y etomidato 4 (P p=0,21).

A partir del ingreso a salas de cirugía, la frecuencia cardiaca disminuyó en todos los grupos, aunque solamente se encontraron diferencias significativas en la toma posterior a la inducción comparada con la toma al ingreso (p<0,001 para los grupos propofol, etomidato 3 y etomidato 4). No se encontraron diferencias significativas al comparar los grupos en los diferentes periodos de medición (figura 4).

Ningún paciente fue tratado por bradicardia menor de 45 latidos por minuto. Debido al descenso de la presión arterial media mayor de 30% en relación con el ingreso, fue necesario intervenir con 6 mg de efedrina por vía eintravenosa en cuatro pacientes del grupo propofol, dos pacientes del grupo etomidato 3 y en un paciente del grupo etomidato 4. En la totalidad de los pacientes se obtuvieron saturaciones de oxígeno superiores a 97%, en todos los estadios de la investigación.

DISCUSIÓN

Nuestros resultados demuestran que 3 µg/kg de remifentanilo asociados a 2 mg/kg de propofol proveen significativamente mejores condiciones de intubación orotraqueal en ausencia de relajante neuromuscular, en comparación con la administración de 3 ug/kg de remifentanilo y diversas dosis de etomidato, 0,3 o 0,4 mg/kg.

Estos hallazgos confirman los datos reportados por diversos investigadores, quienes demostraron que el uso de propofol (2 a 2,5 mg/kg) asociado a fentanilo, alfentanilo o remifentanilo, ofrece adecuadas condiciones de intubación orotraqueal en pacientes en quienes no se utiliza relajante neuromuscular.7,9,11,17 El propofol es consistentemente superior cuando se compara con el tiopental, pero son limitados los estudios en los cuales se compara con etomidato.7,11 La razón de estudiar el etomidato se debe a que dicho fármaco frecuentemente es el medicamento de elección en pacientes con función ventricular disminuida y en quienes la estabilidad hemodinámica es especialmente importante.

En el caso de intubación orotraqueal sin relajante neuromuscular, el etomidato en combinación con alfentanilo fue estudiado por Stevens et al.18 Ellos compararon las condiciones de intubación en pacientes a quienes se les administraron 40 µg/ kg de alfentanilo seguidos de 2 mg/kg de propofol, 4 mg/kg de tiopental o 0,3 mg/kg de etomidato, y concluyeron que 2 mg/kg de propofol o 0,3 mg/ kg de etomidato proporcionaban adecuadas condiciones de intubación orotraqueal. Por el contrario, Erhan et al. reportaron que 2 mg/kg de propofol eran superiores a 6 mg/kg de tiopental y 0,3 mg/ kg de etomidato, cuando se combinaba con 3 µg/ kg de remifentanilo.7 Dichos autores encontraron condiciones de intubación orotraqueal clínicamente aceptables en 93% de los pacientes del grupo propofol, 66,7% en el grupo tiopental y solamente en 40% de los del grupo etomidato. Nuestros hallazgos coinciden parcialmente con dicha investigación, ya que se confirmaron las ventajas del propofol, que proporcionó adecuadas condiciones de intubación orotraqueal en el 100% de nuestros pacientes.

En nuestro estudio, 0,3 mg/kg de etomidato brindaron aceptables condiciones de intubación orotraqueal en 74,2% de los pacientes, sin observarse una mejoría significativa al aumentar la dosis a 0,4 mg/kg; en este grupo, se obtuvieron condiciones clínicamente aceptables de intubación orotraqueal en 80% de los pacientes. La mejor respuesta observada con etomidato, cuando se compara con los hallazgos reportados por Erhan et al.7, puede ser consecuencia del uso de lidocaína intravenosa. El efecto supresor de la tos de la lidocaína intravenosa es reconocido, aunque el mecanismo no se encuentra esclarecido.5,19 Se ha sugerido que podría actuar al suprimir la respuesta de los receptores periféricos del reflejo de la tos, tanto en la tráquea como en la hipofaringe, por depresión de la función del tallo cerebral o por un incremento en la profundidad de la anestesia general.20,21

No conocemos estudios que evalúen una dosis de 0,4 mg/kg de etomidato en el caso de intubación orotraqueal sin relajante neuromuscular. El etomidato puede ser administrado de forma segura a una mayor dosis que la usualmente utilizada durante la inducción, en un esfuerzo por maximizar la profundidad anestésica y evitar así la respuesta a la intubación orotraqueal.20 Sin embargo, nuestros resultados no mostraron mejoría en las condiciones de intubación orotraqueal al incrementar la dosis del fármaco.

Como era de esperarse, la presión arterial media disminuyó significativamente luego de la inducción anestésica, y esta reducción fue mayor en los pacientes que pertenecían al grupo propofol. El descenso en la presión arterial media fue menor en el grupo etomidato 3, y éste fue el grupo en el que los valores hemodinámicos permanecieron más estables. El aumento de la dosis de 0,4 mg/kg de etomidato produjo una disminución de la presión arterial media ligeramente mayor, al compararse con el grupo de 0,3 mg/kg. Este hallazgo, aunque interesante, ha sido reportado previamente; las observaciones realizadas con etomidato en el rango de 0,3 a 0,6 mg/kg, han señalado modestas disminuciones (relacionadas con la dosis) de la presión arterial media y del índice de trabajo ventricular izquierdo, sin cambio en la frecuencia cardiaca, el índice cardiaco o las presiones de llenado.23

Si bien es claro que el uso del etomidato brinda unas condiciones hemodinámicas más favorables, la tendencia observada refleja su menor capacidad de proveer condiciones aceptables de intubación. Es evidente que el incremento de la dosis de etomidato, buscando aumentar su potencia hipnótica, no influyó en las condiciones de intubación y, por el contrario, afectó su capacidad de producir una mejor estabilidad hemodinámica. Tal vez, entonces, las diferencias entre la potencia hipnótica del propofol y el etomidato se centran en su mecanismo de acción y efecto intrínseco, y no en su dosis.

En conclusión, nuestros resultados demuestran la superioridad del esquema propofol-remifentanilo para proveer condiciones clínicamente aceptables de intubación orotraqueal sin relajante neuromuscular aunque producen un efecto hipotensor mayor que el observado con etomidato a las dosis usuales de 0,3 mg/kg. Dosis superiores de etomidato no aportan una ventaja respecto a las condiciones de intubación y, por el contrario, su comportamiento hemodinámico se acerca más al del propofol.

REFERENCIAS

1. Rushman GB, Davies NJH, Atkinson RS. A short history of anaesthesia: intubation of the trachea. Oxford: Butterworth- Heinneman; 1996. p. 92-7.        [ Links ]

2. Naguib M, Lien C. Pharmacology of muscle relaxants and their antagonists. En: Miller RD, editor. Anesthesia. Sixth edition. New York, NY: Pennsylvania: Churchill Livingstone Inc.; 2005. p. 481-572.        [ Links ]

3. Naguib M, Magboul MM. Adverse effects of neuromuscular blockers and their antagonists. Drug Saf. 1998;18:99-116.        [ Links ]

4. Scheller MS, Zornow MH, Saidman LJ. Tracheal intubation without the use of muscle relaxants: a technique using propofol and varying doses of alfentanil. Anesth Analg. 1992;75:788-93.        [ Links ]

5. Davidson JA, Gillespie JA. Tracheal intubation after induction of anaesthesia with propofol, alfentanil and IV lidocaine. Br J Anaesth. 1993;70:163-6.        [ Links ]

6. Hovorka J, Honkavaara P, Kortilla K. Tracheal intubation after induction of anaesthesia with thiopentone or propofol without muscle relaxants. Acta Anaesthesiol Scand. 1991;35:326-8.        [ Links ]

7. Erhan E, Ugur G, Gunusen I, Alper I, Ozyar B. Propofol, not thiopental or etomidate, with remifentanil provides adequate intubating conditions in the absence of neuromuscular blockade. Can J Anesth. 2003;50:108-15.        [ Links ]

8. Coghlan SFE, McDonald PF, Csepregi G. Use of alfentanil with propofol for nasotracheal intubation without neuromuscular block. Br J Anaesth. 1993;70:89-91.        [ Links ]

9. Klemola UM, Mennander S, Saarnivaara L. Tracheal intubation without the use of muscle relaxants: remifentanyl or alfentanyl in combination with propofol . Acta Anaesthesiol Scand. 2000;44:465-9.        [ Links ]

10. Erhan E, Ugur G, Alper I, Gunusen I, Ozyar B. Tracheal intubation without muscle relaxants: remifentanyl or alfentanyl in combination with propofol. Eur J Anaesth. 2003;20:37- 43.        [ Links ]

11. Taha S, Siddik-Sayyid S, Alameddine M, Wakim C, Dahabra C, Moussa A, et al. Propofol is superior to thiopental for intubation without muscle relaxants. Can J Anaesth. 2005;52:249-53.        [ Links ]

12. Stevens JB, Wheatley L. Tracheal intubation in ambulatory surgery patients using remifentanyl and propofol without muscle relaxants. Anesth Analg. 1998;86:45-9.        [ Links ]

13. Ostwald P, Doenick A. Etomidate revisited. Current Op Anaesth. 1998;11:391-8.        [ Links ]

14. Scheffer GJ, Voorde BJ, Karemaker JM, Ros HH, De Lange JJ. Effects of thiopentone, etomidate, and propofol on beat to beat cardiovascular signals in man. Anaesthesia. 1993;48:849-55.        [ Links ]

15. Cormack RS, Lehane J. Difficult tracheal intubation in obstetrics. Anaesthesia. 1984;39:1105-10.        [ Links ]

16. Viby-Mogensen J, Engbaek J, Eriksson LI, Gramstad L, Jensen E, Jensen FS, et al. Good clinical research practice (GCRP) in pharmacodynamic studies of neuromuscular blocking agents. Acta Anaesthesiol Scand. 1996;40:59-74.        [ Links ]

17. Prakash S, Arora D, Prakash S, Bhartiya V, Singh R. A combination of fentanyl-midazolam-propofol provides better intubating conditions than fentanyl-lignocaine-propofol in absence of neuromuscular blocking agents. Acta Anaesthesiol Scand. 2006;50:999-1004.        [ Links ]

18. Stevens JB, Vescovo MV, Harris KC, Walker S, Hickey R. Tracheal intubation using alfentanyl and no muscle relaxant: is the choice of hypnotic important? Anesth Analg. 1997;84:1222-6.        [ Links ]

19. Yukioka H, Yoshimoto N, Nishimura K, Fujimori M. Intravenous lydocaine as a suppressant of coughing during tracheal intubation. Anesth Analg. 1985;64:1189-92.        [ Links ]

20. Hamill JF, Bedford RF, Weaver DC, Colohan AR. Lydocaine before endotracheal intubation: Intravenous or laryngotracheal. Anesthesiology. 1981;55:578-81.        [ Links ]

21. Woods AW, Allam S. Tracheal intubation without the use of neuromuscular blocking agents. Br J Anaesth. 2005;94:150-8.        [ Links ]

22. Reves JG, Glass PSA, Lubarsky DA. Nonbarbiturate intravenous anesthetics. En: Miller RD, editor. Anesthesia. Sixth edition. New York: Churchill Livingstone; 2005. p. 259-60.        [ Links ]

23. Grogan K, Nyhan D, Berkowitz DE. Pharmacology of anesthetic drugs. Cardiac Anesthesia. 5th edition. En: Kaplan JA, editor. Philadelphia, PA.: Saunders Elsevier; 2006. p. 186-7.        [ Links ]