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Forma y Función

Print version ISSN 0120-338X

Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C.  no.19 Bogotá Jan./Dec. 2006

 

 

Grigoriev, Victor. (1981). Linguistique et poétique.
Moscou, Éditions du Progrès. 352 pages.

(Traduit du russe par M. Antoine García)


Miguel Ángel Mahecha
Universidad Nacional de Colombia

Con la autoridad que le confirió una corta estadía en la Unión Soviética, García Márquez en calidad de periodista -pero sobretodo de ser humano- afirmaba que los soviéticos han viajado mucho por los mapas y saben de memoria la geografía universal sin haber puesto los pies fuera de su territorio. García Márquez se hizo una idea del pueblo soviético fundamentada en sus sentidos, en su análisis crítico que no escapaba a lo comparativo y muy seguramente al conocimiento de algunos autores como Pushkin. Lamentablemente no hablaba ruso pero eso no fue obstáculo para intentar entender al pueblo soviético. Dicha actitud sólo ha sido imitada por algunos colombianos a los que el pueblo soviético atrae por su cultura, su historia y su lengua. Para los demás, que constituyen una gran mayoría, la distancia geográfica así como lingüística, las taras ideológicas de la propaganda estadounidense por sólo citar algunos casos, han provocado un sentimiento de apatía, de alejamiento y de prevención hacia las producciones científicas rusas. En el caso de la lingüística, son pocos los estudiosos rusos y por ende sus obras, de los cuales se hace mención en el hemisferio occidental. Entre ellos tenemos a Jakobson, Trubetzkoy y de alguna forma, Bajtín. Pero ¿qué sucede con los demás pensadores que han debido quedarse en su aislamiento y que a pesar de ello han hecho contribuciones importantes a la lingüística?. En la historia de la lingüística soviética se ha mantenido un interés por la determinación social del lenguaje, por el desarrollo de una poética integral y se ha hecho un seguimiento de las grandes corrientes lingüísticas de occidente con el fin de criticar posturas y proponer nuevas vías de desarrollo teórico, creando mundos posibles de reflexión y de integración. La lingüística soviética tiene como eje central el carácter social del lenguaje humano y por lo tanto es una ciencia social. En su historia, han existido períodos de auge y declive en lo correspondiente a la consideración social del lenguaje.

En nuestro medio el acceso a obras lingüísticas rusas es difícil por no decir que imposible. Son escasas las traducciones españolas de artículos y libros. La traducción se utiliza en muchos casos cuando se presenta la reseña de un texto. Es lo que hace por ejemplo el profesor José Joaquín Montes del Instituto Caro y Cuervo al comentar las obras de Budagov, Stepanov, Panfilov, Solntsev y publicar las reseñas en Thesaurus; en esa misma dirección, hay algunos artículos traducidos al español por los profesores Rubén Dario Flórez (traductor también de A. Pushkin) y Marina Kuzmina de la Universidad Nacional y que han sido publicados en la revista 'Forma y Función' o en los cuadernos de trabajo de la Facultad de Ciencias Humanas de dicha universidad. A esto hay que sumarle la actividad de difusión del pensamiento ruso por parte del profesor Justo Morales en la Universidad Surcolombiana de Neiva.

No obstante, esto no logra jalonar a los estudiosos de la lingüística a indagar en las ideas rusas o a suscitar un mero interés de búsqueda. Es por eso que la recensión que proponemos a los potenciales lectores persigue dos objetivos: 1) presentar un texto antológico ruso traducido al francés, sobre lingüística y poética (léase 'filología') y 2) invitar a un ejercicio de reflexión teórica sobre las relaciones que establece la ciencia lingüística con la cultura y la teoría de la literatura configurando, en términos dialécticos, una suerte de “filología” integral.

La lectura de cada uno de los artículos del libro nos muestra claramente los diferentes matices del pensamiento ruso. Para quien escribe estas líneas, dicho libro ha iluminado varios puntos oscuros en torno a la imagen de una lingüística integral. Es más, el contenido de este libro puede ser aprovechado por los estudiantes de lingüística, de literatura, de filología e idiomas en aras de la comprensión de las lenguas.

El contenido del libro se distribuye de la siguiente manera: un prefacio redactado por el editor del libro, un cuerpo del texto conformado por 23 artículos, una lista de abreviaciones y una noticia bibliográfica de cada autor.

En el prefacio (págs. 5-17), redactado por Victor Grigoriev (1925-), se presenta el deseo que motivó la compilación: contribuir a una mejor comprensión del otro, acercar a los filólogos en la búsqueda común de la 'verdad del lenguaje', es decir, no perder de vista el eterno problema de la relación entre el hombre y su lengua. Pasa enseguida el autor a destacar el inmenso número de traducciones y recopilaciones que se han hecho en diferentes lenguas europeas de los trabajos de poética soviéticos. Dichas recopilaciones han obedecido a un criterio arbitrario que privilegia autores y escuelas de moda, dejando de lado representantes notables. Un factor importante en la selección de trabajos de la recopilación que reseñamos, es la línea de investigación. Se privilegian aquellos escritos que siguen la perspectiva de la OPOIAZ (abreviación rusa de la “sociedad para el estudio de la lengua poética”), del Círculo lingüístico de Praga y la perspectiva semiótica general. No obstante, hay que confrontar las maneras de considerar la relación histórica y la poética con el fin de determinar -algo que no se ha logrado hacer- el tipo de dependencia que se da entre las etapas del proceso literario y los períodos de evolución de la lengua. Victor Grigoriev no pretende entrar en la polémica pero quiere ilustrar los principios en los cuales se basó para elaborar la recopilación de los trabajos. Según él, es la perspectiva histórica la que presenta mayores ventajas para confrontar las ideas filológicas (lingüísticas y literarias).

Se relacionaron aquellos trabajos que respondieron afirmativamente a la pregunta: ¿Es necesario y provechoso que la poética se acerque a la lingüística?. Añade además que los autores de los artículos están convencidos que la colaboración entre lingüística y teorías de la literatura puede ayudar a dilucidar la noción de lengua y poética como estructura significante estética. Algunos de ellos se interesan también en el estudio de la lengua y la literatura bajo el ángulo de la semiótica y del método estructural.

El primer artículo, La percepción visual de la naturaleza en Pushkin, Tiuttchev y Baratynski (págs. 18-24) cuyo autor es Andre Biely (1880-1934), se ocupa en responder a la pregunta ¿cómo ven los poetas la naturaleza?. Para responder, se centra en el trabajo del crítico. El trabajo del crítico afirma Biely, es el de darle a cada palabra utilizada por el poeta, su adecuada dimensión. Cualquier signo evocado por un poeta tiene un matiz que es difícil de percibir, salvo si se es igualmente un creador, pues un crítico que se ocupe objetivamente de un poeta, debe ser especialista y desde luego un creador.

La comprensión de la obra poética está determinada por una suerte de triángulo que se constituye en un gran fenómeno social: El poeta, el intérprete (crítico) y el lector/oyente.

Andre Biely enumera las conclusiones a las cuales llegó después de haber analizado algunos poemas de los autores citados apoyándose en estadísticas de los sustantivos, los epítetos y los verbos de cada poema. Los poetas, dice Biely, fragmentan la naturaleza, sus obras ofrecen tres naturalezas hostiles entre ellas: tres cuadros, tres mundos, tres soles, tres lunas y tres aguas; una triple representación del aire y un cielo con tres rostros. Pushkin asimila la naturaleza de manera global y coherente, Tiuttchev considera la disolución como algo coherente. Y para Baratynski su naturaleza se desdobla y se desencadenan en él los principios de la luna y del agua (los principios de la pasión) que no pueden dominarse. El autor del artículo, a través del análisis estructuralista busca penetrar en el alma de los poetas, identificar las fibras de su creación. Tal parece que las palabras esconden imágenes sublimes, las cuales serán descifradas lógicamente por el crítico.

El segundo artículo fue escrito por victor Vinogradov (1895-1969), (págs. 25-31), intitulado Tareas de la estilística. Afirma el autor que la obra literaria como un material léxico organizado debe ser estudiado por el lingüista ya que puede ofrecerle a éste último información sobre el habla de un grupo social definido (dialecto). Sin embargo, el lingüista no debe limitarse a dicha actividad, debe ir más allá con el fin de identificar el uso creador que caracteriza a un individuo, buscar en la selección de las palabras y en su organización sintáctica el sistema que gobierna el plan interno, psicológico y descubrir los procedimientos estéticos del material de la lengua. El estudio de los estilos individuales se convierte en un problema mayor de la estilística. Ésta última debería analizar las normas estéticas del lenguaje cotidiano en el marco de los dialectos. Según el autor, existen dos aspectos en donde se puede formar una estilística: 1) la estilística de la lengua hablada y escrita (en toda la diversidad de funciones) y la de los tipos de construcción que dependen de ella; 2) la estilística de la lengua poética, es decir, de la lengua que organiza las obras literarias. Por supuesto la estilística de la lengua cotidiana en sus más variadas funciones constituye el tejido de fondo sobre el cual se percibe la singularidad de la creación verbal. La individualidad poética escapa con frecuencia al marco de una escuela literaria porque recurre a diversos procedimientos de construcción verbal.

El tercer artículo se titula Poética. Lingüística. Sociología (cuestiones de método). Fue escrito por Grigori Vinokur (1896-1947), (págs. 32-42), y en él se trata de justificar la búsqueda del objeto de la ciencia literaria, pues cada ciencia posee su objeto. Lastimosamente varios historiadores de la literatura han hecho de su ciencia una especie de recipiente en donde arrojan desechos 'culturales-históricos', 'psicológicos', 'biográficos', 'sociológicos' y otros tantos. Es por eso que la historia de la literatura buscó su objetivo perdido. Pero, ¿hasta qué punto es productiva esta actividad?. Es productiva desde la perspectiva formal, pues se empieza a comprender que el objeto de la poética no es la obra literaria como un proceso verbal de la vida o como un 'diario del alma'. La ciencia literaria debe estudiar la literatura en sí misma y no otra cosa que el explorador literario tiene como objeto. Por lo tanto el objeto de la poética está lejos de ser definido y delimitado. El artículo se caracteriza por ser una especie de diálogo platónico en el que el crítico literario, el lingüista y el sociólogo dan su punto de vista sobre la ciencia literaria.

El cuarto artículo (págs. 43-58), escrito por Lev Stcherba (1880-1944), se titula ‘El pino' de Lemontov comparado a su prototipo alemán (ensayo de explicación lingüística de un poema). Allí se propone el análisis integral y contrastivo de un poema. Para ello se requiere abordar los mecanismos lingüísticos que expresan el rasgo ideológico de las obras literarias y su contenido afectivo. Tanto los lingüistas como los teóricos de la literatura deben preocuparse de tales aspectos. Es más, una formación estrictamente lingüística no es suficiente para captar todo el valor de las obras literarias, ya que ellas forman parte de un conglomerado social, de una situación histórica concreta. Un buen lingüista debe dominar estos aspectos. Stcherba menciona que escogió el poema 'El Pino' de Lermontov porque es una traducción de la poesía de Heine Ein Fichtenbaum Steht einsam. Gracias a la comparación es más fácil descubrir los medios expresivos de las dos lenguas (alemán y ruso) y a defender su tesis: el estudio de las lenguas extranjeras ayuda a comprender mejor la lengua materna.

Sobre Khlebnikov es el título del quinto artículo (págs. 59-71) redactado por Yuri Tyrianov (1894-1943). Allí se hace una semblanza del poeta ruso Khlebnikov quien se considera un 'futuriano' o 'seraniano'. Se analiza el uso de los términos en su poesía, las declaraciones en favor de hacer estallar el silencio de la lengua. Khlebnikov enseñaba que a través de sus métodos la poesía estaba más cerca de la ciencia. El poeta debe mirar las cosas desde arriba (sátira), desde abajo (oda) o con los ojos cerrados (canto). El poeta Khlebnikov no se puede clasificar en ninguna escuela o corriente. Su poesía no se puede comparar. La biografía del poeta -poeta ajeno a los libros y a las revistas literarias, feliz a su manera, desgraciado, complejo, insaciable y sociable- se terminó de una manera terrible. Ella está ligada a su rostro poético. Por extraña y sorprendente que haya sido la vida del errante, del poeta, por terrible que haya sido su muerte, la biografía no debe aplastar su poesía.

El siguiente artículo se titula Boris Yarkho y la teoría de la literatura (págs. 72-90), cuyo autor es Mijail Gasparov (1935-). En este artículo se destacan aspectos biobibliográficos de Yarkho quien es considerado una de las grandes figuras de la ciencia literaria soviética de la década de los años 20. No fue muy conocido en razón a que sus más importantes trabajos no se publicaron. El mérito de Yarkho es el de haber abordado desde un plano vasto y general el perfeccionamiento de los métodos científicos de la teoría literaria. Sus tesis fundamentales pueden enumerarse así: 1) la literatura es un fenómeno autónomo de la realidad objetiva y debe ser estudiada con los métodos de las ciencias exactas, no para lograr la misma precisión de éstos sino para obtener rigurosidad en su constitución. Así como las ciencias exactas reposan en dos métodos esenciales: observación y experimentación, la ciencia literaria tomará el primer método como su principal guía de trabajo. Así las cosas, lo que se busca es responder a dos posibilidades: qué se debe observar y cómo hacerlo. Para responder al qué, se propone que la literatura tenga como rasgo específico su acción estética, es decir, que sea capaz de apelar al sentimiento humano. Es pues el conjunto de los elementos estéticamente activos el que constituye la forma literaria de su obra. La respuesta al cómo se da en los siguientes términos: hay que partir de la impresión directa, verificarla teniendo en cuenta objetivamente todos los elementos capaces de suscitarla. La ciencia de la literatura según Yarkho debe ocuparse tan sólo del problema del qué y del cómo y para lograrlo hay que disponer de un boletín exhaustivo de estadísticas sobre el repertorio de las formas poéticas de todos los tiempos. Yarkho considera la obra literaria como una suma de procedimientos atomizados, un conjunto de elementos formales independientes entre sí.

El siguiente artículo (págs. 91-111), en consonancia maravillosa con el anterior es un texto del propio Boris Yarhko (1889-1942) : Metodología de la ciencia exacta en literatura (fragmentos del plan de un libro). El artículo se compone de un breve prefacio y del plan del libro. En el prefacio Yarhko menciona que sus aproximaciones buscan unir en un sistema único, los resultados de 25 años de trabajo sobre un material literario variado, dándole impulso a una serie de investigaciones novedosas sobre la ciencia literaria. Yarhko afirma que desde el punto de vista teórico, la literatura debe ser considerada como una estructura, es decir, como un sistema de proporciones y de relaciones entre los elementos.

Siguiendo la línea de razonamiento de la ciencia, Yarhko propone que el hombre es un producto de la naturaleza y sus obras no pueden separarse del flujo general de la vida cuyos rasgos principales son: pluralidad y variabilidad y se constituyen en la base del nuevo método propuesto. El plan del libro tratado en la segunda parte del artículo se esquematiza así:

Introducción: en donde se define el concepto de 'cientificidad', así como los objetivos y los métodos de la ciencia de la literatura y las ciencias de la naturaleza. Esta introducción constituye un riguroso análisis epistemológico de las posibilidades de la ciencia. Vienen luego dos partes: 1) análisis y 2) síntesis.

La exploración científica se hace precisamente en ese orden, análisis y síntesis. Estos dos elementos constituyen el mundo interior con ayuda del exterior. El análisis reside en la división de un conjunto dado en partes, según los rasgos e índices similares. El análisis constituye una comparación y reposa en un acto de comprensión sin el cual es imposible establecer la analogía. La síntesis combate la pluralidad de las impresiones. El hombre se esfuerza por manejar la esencia, descubrir lo esencial en la masa infinita y rechazar lo secundario, lo espurio. La ciencia de la literatura determina este punto esencial. Se pueden presentar dos tipos de síntesis: la sincrónica y la diacrónica.

El octavo artículo, La noción de lengua poética (págs. 112-118) de Grigori Vinokur (1896-1947), recoge varias nociones que intentan explicar lo que es la lengua poética.

En un sentido general, la lengua poética es la lengua utilizada sí y sólo sí en las obras poéticas. Concebida así, ésta se constituye en un estilo particular de discurso al lado de otros tantos. La lengua utilizada en las obras poéticas puede encontrarse unida a la poesía no sólo por la tradición exterior al uso verbal, sino también por sus propiedades internas. Ahora bien, esto nos lleva a considerar una nueva significación más importante. La lengua es en sí misma poesía, es la función poética del lenguaje que no coincide con la función de comunicación habitual y cotidiana. Es la lengua imaginada.

El siguiente artículo (págs. 119-134), de los autores Andrei Zalizniak (1935-), V. Ivanov (1929-) y Vladimir Toporov (1928), titulado De la posibilidad de un análisis tipológico estructural de ciertos sistemas semióticos modeladores, explora la diversidad de sistemas de signos que constituyen el objeto de la semiótica y determinan que hay diferentes sistemas que modelan el mundo de formas variadas. El sistema de signos analizado en el artículo es el de las religiones. Según los autores, es conveniente precisar que los sistemas lingüísticos deben preceder a los sistemas religiosos ya que esto permitiría aplicar algunos métodos de la lingüística y de la semiótica al análisis de los sistemas de signos de la religión. Recurrir a los métodos de análisis semiótico ligados a la experiencia de la lingüística moderna se hace necesario por el hecho de que los procedimientos tradicionales de exploración de los fenómenos religiosos y mitológicos se hacen inadecuados para la descripción funcional de los sistemas de la religión. Todos los desarrollos de la lingüística estructural son aplicados al sistema de las religiones.

El artículo diez a cargo de Mijail Panov (1920-), (págs. 135-147), titulado La estilística, no se ocupa propiamente de la teoría estilística sino de la organización estructural de los poemas rusos y franceses. Después de realizar los respectivos análisis estructurales, el autor presenta algunas conclusiones: 1)la lengua poética inserta siempre unos elementos hablados. El verso de los primeros simbolistas es de una gran diversidad libresca; los elementos de la lengua hablada irrumpen en la obra de los poetas de los años 20; 2) los textos poéticos se hacen aptos para modificar su tinte estilístico, introduciendo elementos estilísticos contrastados.

Sigue el artículo de Yuri Levine (1935-), Estructura de la metáfora rusa (págs. 148-156). Según el autor, la relación poética está caracterizada por la tendencia a manejar desde diferentes lados a la vez el objeto percibido. La metáfora es uno de los procedimientos de “duplicación del mundo”; ella se basa en el proceso de comparación, ya que es en la configuración con otros objetos que se revela la ambivalencia del objeto. Según el modo de realización del principio comparativo, se pueden distinguir tres tipos de metáforas: 1) las metáforas en donde el objeto descrito está en relación directa con el otro objeto; 2) las metáforas en donde el objeto descrito es reemplazado por otro; 3) las metáforas en donde el objeto descrito se atribuye las propiedades del otro objeto. Las metáforas se utilizan en la constitución de los textos. Se entiende 'texto' como la secuencia de palabras. Dicho texto se da en un contexto que es cualquier pareja organizada de secuencias. La estructura de la metáfora se desglosa en un análisis semántico. La significación de cada palabra está constituida por unidades elementales llamadas semas. Toda operación semántica acude a la palabra, al texto y a la metáfora.

El artículo Del empleo de los métodos exactos en el estudio de la literatura (págs. 157-170) redactado por Viatcheslav Ivanov (1929-), es un llamado a no dejar de lado los inmensos logros de la lingüística, pues ésta ciencia ha logrado elaborar métodos rigurosos de descripción de algunos aspectos del lenguaje y de exploración de su historia y poco a poco se ha acercado a la poética que es la ciencia del verbo artístico. Si la ciencia del lenguaje puede transformarse gracias a la cooperación con los matemáticos y con los especialistas en cibernética, fue porque tuvo que precisar sus conceptos fundamentales. Es por eso que se asiste a tentativas para establecer definiciones en lo que concierne la métrica de la poesía rusa, francesa, inglesa, árabe, etc. La terminología de la métrica es más precisa que la de las otras disciplinas literarias marcadas por una terminología imprecisa de tal forma que cada término se entiende de manera diferente para cada teórico de la literatura. Algunas veces esta particularidad de los estudios literarios corroe el uso de términos prestados a las ciencias exactas. Esto quiere decir que dichos términos no cuadran en el marco de la precisión de otras ciencias. El autor hace un intento por analizar y aplicar los diferentes conceptos de las ciencias exactas a poemas rusos. Exige además que se deben reforzar los lazos entre la estructura del texto literario y el telón de fondo histórico sin el cual la obra no puede ser comprendida. Ésta última condición se impone a cualquier modelo exacto de análisis.

Continua Sergei Botcharov (1929-), con su artículo La palabra 'Paz' en Guerra y Paz (págs. 171-191). En él, Botcharov examina una obra marcada particularmente por una palabra de sentido universal que cubre un vasto campo de contenido y determina la obra de una forma especial. El término 'Paz' es de una excepcional riqueza semántica y se encuentra en otras obras (poemas, novelas) reconocidas de autores como Pushkin o Goethe. Botcharov hace un recorrido analítico del texto de Tolstoi explicando lo que significa el vocablo 'paz' cada vez que es utilizado desde el ángulo de los personajes de la novela.

Pasamos ahora al artículo de Dimitri Chmelev (1926-), El paralelismo asimétrico en la lengua poética (págs. 192-204). En él se define primeramente lo que se entiende por paralelismo: es el elemento estructural de varias obras artísticas. Es reconocido el papel que juega el paralelismo en la poesía popular en la tonalidad emocional de las descripciones de paisajes. El objeto del artículo es examinar las formas elementales del paralelismo léxico-sintáctico en la poesía lírica que puede servir de modelo para sus manifestaciones más complejas.

Sigue un brevísimo artículo de Mijail Gasparov (1935-) La oposición verso-prosa en la génesis de la versificación rusa (págs. 203-204). Hasta el siglo XVIII la literatura rusa ignoraba la oposición texto en verso/ texto en prosa. Existía otra dicotomía, texto cantado/texto pronunciado. La primera categoría comprendía tanto las canciones populares como los cantos litúrgicos. La segunda, relacionaba la prosa administrativa del arte retórico. La nueva oposición 'verso-prosa' va a tender hacia una gran nitidez; el verso se distingue de la prosa por las restricciones cada vez mayores en la escogencia de las combinaciones de las palabras. Claro está que no se puede afirmar que las formas más coherentes y viables serían aquellas que se ajustarían mejor al ritmo natural de la lengua.

El artículo de Yuri Lotman (1922-1992), Sobre dos modelos de comunicación en el sistema de la cultura (págs. 205-224), es un estudio serio y profundo sobre el sistema cultural basándose en la relación lengua-cultura y en el modelo de Jakobson. La elaboración de un modelo único de las situaciones de comunicación constituyó un aporte esencial a la ciencia del ciclo semiótico y suscita un eco en abundantes estudios e investigaciones. Varias dificultades surgen sin embargo cuando se intenta transponer automáticamente en la esfera de la cultura nociones establecidas con anterioridad. La principal la constituye el mecanismo de la cultura, la comunicación. Para que la cultura exista en tanto mecanismo que organiza la personalidad colectiva, dotada de una memoria común y de una conciencia colectiva, hay que disponer de sistemas semióticos apareados que hagan posible la traducción recíproca de textos.

A la manera de los textos artísticos, las culturas reales se organizan según el principio de oscilación pendular entre estos sistemas. Tal o cual tipo de cultura muestra sin embargo una tendencia dominante a orientarse ya sea hacia la autocomunicación ya sea hacia la adquisición de la verdad bajo la forma de mensajes dirigidos del exterior. Esta orientación privilegiada se refleja con una nitidez particular en la imagen mitologizada que cada cultura segrega como una suerte de autorretrato ideológico. Los textos culturales sufren la influencia de este automodelo. En lo que concierne a la tipología de las culturas, es posible que aparezca una gramática inaplicable a los textos de la lengua que pretende describir. La experiencia histórica muestra que los sistemas más viables son aquellos en donde la lucha entre estas estructuras no conlleva a la victoria decisiva de una sola de ellas.

En el artículo de Boris Ouspenski (1937-), Problemas de composición en la poesía de Khlebnikov (págs. 225-229), se postula el carácter cifrado de dicha poesía y que puede obedecer a factores de variada procedencia como la astucia deliberada o la inconsciencia. La capacidad de cifrar se refleja en sus producciones que pueden ser criptogramas. Para ello apela al uso de formas insólitas dialectales, extranjeras o inventadas por él mismo, o incluso en la violación de normas en el texto. Es una variante de la licencia poética.

Continua Sergei Guindine (1945-) con su artículo El aporte de Valeri Briussov al estudio teórico de la lengua poética rusa (págs. 230-247). En él se menciona que Briussov nunca dejó de interesarse en las leyes de la lengua y el discurso poéticos, en la historia de los sistemas de versos y de poesía. El aporte de Briussov es considerable sobretodo en el estudio de un fenómeno tan importante como la rima. Las primeras notas “para la historia y la teoría de la rima rusa” aparecen desde 1894 en sus cuadernos. Las ideas de Briussov sobre la organización particular del plan de contenido en poesía no tuvieron eco en la ciencia de la época.

Natalia Kojevnikova en el texto Sobre los procedimientos de organización del texto en la novela de Bulgalov La Guardia Blanca (págs. 248-268), presenta un análisis estructural e histórico de la novela de Mijail Bulgalov que es una obra consagrada a la revolución y a la guerra civil. La novela revela su carácter específico desde la palabra, la más pequeña célula de su estructura y centro neural de su análisis. Precisa que la palabra más neutra y ordinaria puede determinar el motivo principal de una escena. El cuerpo del artículo está dedicado analizar fragmentos claves de la novela. Según la autora, el escritor deja sin respuesta la pregunta que se le plantea a los héroes de la novela: ¿Cómo vivir?. La obra finalizada preferiblemente sobre un plan musical que reagrupa de manera novedosa las principales motivaciones haciendo énfasis en el contraste fundamental de la novela: lo eterno y lo efímero que recubre todos los contrastes parciales y no podría tener solución. Los eventos concretos son llevados al vasto espacio cósmico. Y, contemplando la tierra, el escritor termina su construcción sinfónica compleja dirigiéndose con tristeza al pasado, al presente y al futuro: ”Todo pasará. Los sufrimientos, los tormentos, la sangre, el hambre y la peste. La espada desaparecerá y sólo las estrellas desaparecerán cuando ya no haya huella sobre la tierra de nuestros cuerpos y de nuestros esfuerzos.” No hay nadie en el mundo que sepa esto. Entonces, ¿por qué no queremos dirigir nuestras miradas hacia ellas?, ¿por qué?. La guardia blanca es el mejor ejemplo de poética existencial.

Yuri Stepanov (1930-), presenta en su artículo Afinidad de la teoría del lenguaje y de la teoría del arte a la luz de la semiótica (págs. 269-289) un truismo harto conocido: el estudio del arte debe entrar en contacto con el de lenguaje. La esencia objetiva del fenómeno estético en tanto unidad ambivalente implica -en sí misma- que se puede introducir en la teoría del arte el principio del signo como unidad de significante y de significado. El propósito del artículo según Stepanov es mostrar la afinidad ya existente, históricamente establecida entre la teoría del lenguaje y las del arte gracias a la similitud de sus objetos: el arte y el lenguaje.

Jaak Poldmae (1942-1979), en su artículo Tipología del verso libre (págs. 290-304) intenta elaborar una tipología del verso libre a partir del material de la poesía estonia que, en virtud de los numerosos sistemas de verificación utilizados, ofrecen un amplio campo al examen de las leyes generales de la correspondencia entre las diferentes formas de los versos. De tal manera que un estudio tipológico de verso libre debe partir de las siguientes tesis:

1) Dado que el verso libre es 'verso' y no 'prosa', hay que confrontarlo a las formas no libres del verso, comenzando por destacar las propiedades comunes a todos los tipos de verso.
2) La tipología del verso libre debe basarse solamente en criterios prosódicos y no en otros como los sintácticos.
3) La estructura rítmica de la poesía del siglo XX ha estado afectada por cambios importantes que implican una reinterpretación del concepto de metro.
4) La descripción exacta y rigurosa del ritmo de los versos libres choca con la falta de elaboración de los procedimientos técnicos de notación y representación del ritmo.
5) La poesía moderna recurre al procedimiento composicional de 'montaje' de secuencias de diversas medidas.

Para el autor, el verso libre es cualquier verso que pueda realizar una modificación arbitraria del número de sílabas de los acentos. Desde un punto de vista estrictamente teórico, el verso libre puede ser considerado también como un caso particular, con regulación 'negativa'. En la base de los argumentos de Poldmae se encuentra un análisis matemático importante.

En el artículo de Nina Arutiunova, Las funciones sintácticas de la metáfora (págs. 305-323), se propone examinar tres problemas interdependientes: 1) metáfora y función sintáctica (característica sintagmática de la metáfora, 2) metáfora y tropos que ocupan una posición idéntica (característica paradigmática de la metáfora), 3) metáfora y rol formador de las categorías de palabras que por su tipo de significación se adaptan a las tareas de comunicación precisas. Para la autora, existen dos funciones esenciales de la comunicación que tienen incidencia en la formación del sentido categorial y lexical de la palabra: la función del sentido de identificación o denominación del objeto de discurso, la cual es realizada en el más simple de los casos por el tema (tópico) del enunciado (por el sujeto y por otros actantes en relación con los objetos dados), y la función de predicación que corresponde al rema (comentario).

El último capítulo fue escrito por Victor Grigoriev, el editor del libro. El texto titulado La atracción paronímica (págs. 324-331) se ocupa de la paronimia del análisis lingüístico de versos. El autor lamenta que el trabajo de Ferdinand De Saussure sobre los anagramas no haya sido publicado a comienzos del siglo XX, pues hubiera arrojado luces sobre las recurrencias fónicas tradicionales y sobre la paronimia. Ésta última se define como un sistema de relaciones paradigmáticas entre las palabras de raíces diferentes pero semejantes en el plano de la expresión.

La paronimia es considerada como un procedimiento de la lengua poética y caracterizó a la poesía rusa del siglo XX. Es evidente que el contexto paronímico debe estar motivado desde las imágenes poéticas para que su carga funcional y semántica no sea reducida a un simple juego de palabras y pueda postularse como 'símbolo'. Concluye el autor afirmando que la lengua corriente está organizada de manera complicada. La paronomasia atrae a los poetas por las mismas razones que la metáfora-comparación. Evidenciando los paradigmas semánticos, la paronimia refleja los lazos entre los denotata en las representaciones artísticas individuales de esta realidad que toda producción está llamada a conocer y a transformar y que maneja solamente de manera superficial aquel que se contacta con una lengua normativa y estereotipada.

Finaliza el libro con una breve noticia biobibliográfica de cada uno de los autores de la compilación (págs. 332-348). Se encuentran allí datos valiosos de los estudiosos rusos que, si se indaga con mucho más cuidado, se puede comprender el contexto histórico y teórico de las propuestas soviéticas y su valiosa aplicación a los diversos estudios en ciencias humanas.

Apreciado lector, seguramente la lectura de este libro le hará sentirse en un diálogo semejante imaginado por Pushkin entre el 'librero y el poeta", cualquiera que sea la interpretación que se le dé.

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