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Forma y Función

Print version ISSN 0120-338X

Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C. vol.23 no.1 Bogotá Jan./June 2010

 

VARIACIÓN EN LA MARCACIÓN DIFERENCIADA DE OBJETO EN ESPAÑOL*

VARIATION IN THE DIFFERENTIAL OBJECT MARKING IN SPANISH

Glenda Zoé Lizárraga Navarro**
Armando Mora-Bustos***

**Escuela Nacional de Antropología e Historia, México
glenda.lizarraga@gmail.com
***Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (México)
amora@xanum.uam.mx

Artículo de investigación recibido 21-01-2010, artículo aceptado 25-05-2010


Resumen

Respecto de la Marcación Diferenciada de Objeto en español se han dado diversas explicaciones. Estas constituyen generalizaciones basadas en aspectos semánticos, sintácticos o pragmáticos. No obstante, en los trabajos es posible encontrar ejemplos con o sin marca, los cuales no se corresponden con las tendencias generalmente observadas. En otras palabras, no se puede dar una explicación categórica que determine cuándo un objeto debe marcarse con a. Aquí se presenta un estudio de variación gramatical que tiene por objeto establecer qué rasgos semánticos, sintácticos o pragmáticos marcan la tendencia de un objeto directo a aparecer con a. De esta manera, se distinguirán, dentro de un conjunto de rasgos, cuáles tienen mayor importancia que otros. Para este estudio se utiliza un corpus de habla mexicana espontánea. Aunque hoy día existe una gran cantidad de trabajos que intentan dar una explicación contundente del fenómeno en cuestión, ninguno lo hace desde un enfoque variacionista.

Palabras clave: marcación de objeto, rasgos pragmáticos, rasgos semánticos, rasgos sintácticos, variación.


Abstract

Concerning the Differential Object Marking in Spanish various explanations have been given. These are generalizations based on semantic, syntactic or pragmatic aspects. However, in case studies it is possible to find examples with or without a mark, which do not correspond to the general trends. In other words, there is not a categorical explanation for stating when a direct object must be marked with a ('to'). This paper presents a grammatical variation study whose objective is to establish what semantic, syntactic, and pragmatic features show the tendency for a direct object to be marked with a. In this way, we distinguish, within a set of features, which are more important than others. The corpus for this case study has been taken from Mexican spontaneous speech. Although there are now many papers aiming to give a convincing explanation of this phenomenon, none of them does so from a variationist perspective.

Key words: object marking, pragmatic features, semantic features, syntactic features, variation.


Introducción

HACE YA ALGUNAS décadas se comenzaron a presentar, desde diferentes perspectivas, las explicaciones lingüísticas de por qué ciertas entidades cuyos referentes se codifican en frases nominales que funcionan como objeto directo aparecen con y sin la marca diferenciada a. En la actualidad se cuenta con una amplísima gama de producción bibliográfica que da cuenta de la Marcación Diferenciada de Objeto (MDO) en español. Básicamente, en estas propuestas se busca describir la naturaleza del fenómeno a partir de la correlación entre distintos niveles de análisis de la lengua, solo que estas descripciones y explicaciones, como se mostrará más adelante, son susceptibles de tener ejemplos con o sin marca que no corresponden a las tendencias generalmente observadas. Dentro de este orden de ideas, hay que advertir que si bien la MDO no es completamente sistemática en su caracterización, no hay razón, al menos lingüística, para dejar por fuera un fenómeno que, tras su descripción, pueda revelar hechos de lengua interesantes para su interpretación. El motivo más sólido que ha instigado la elaboración de este trabajo obedece, efectivamente, a la falta de sistematicidad en este fenómeno. En este artículo realizamos un estudio de variación gramatical, con el propósito de establecer en un corpus de habla espontánea qué rasgos de los que se han propuesto son más significativos o cuáles muestran tendencias para que se marque o no el objeto directo. Este trabajo es exclusivamente de variación gramatical y no de sociolingüística, lo cual implica que solo se está aplicando la metodología variacionista a un corpus de datos reales; pues a diferencia de la variación fonético-fonológica, la variación gramatical no está directamente relacionada con factores sociales o estilísticos, sino con factores puramente lingüísticos. En este caso particular se da cuenta de una variable de tipo categorial que afecta directamente la sintaxis de la lengua y cuya variación implica consecuencias en los niveles semántico y pragmático (Martín Butragueño, 1994).

En particular, uno de los factores que justifican este trabajo es que la mayoría de los estudios consultados no se basan en corpus específicos (orales o escritos). A lo largo de la indagación bibliográfica, se encontraron ejemplos artificiales y recurrentes entre artículos de diversos autores que, si bien ilustran las propiedades del fenómeno, no están anclados a una ocurrencia que se actualiza en discursos utilizados por una comunidad lingüística específica. De los pocos trabajos que utilizan o recurren a un corpus para describir este fenómeno lingüístico, están los de Weissenrieder (1990), Melis (1993), Delbecque (2002), Laca (2006) y Von Heusinger y Kaiser (2007), entre otros, quienes muestran datos sólidos de esta realidad lingüística; y únicamente la propuesta de Tippets y Schwenter (2007), que toma como objeto de estudio las variedades del español de Madrid y Buenos Aires, se instaura dentro de una perspectiva variacionista.

Para dar cuenta del conjunto de rasgos, ya sean semánticos, pragmáticos y/o sintácticos, que posiblemente señalen una tendencia para que los objetos directos aparezcan o no con la marca, hemos organizado este artículo de la siguiente manera: antecedentes de las variables, consideraciones generales, metodología, resultados, análisis, conclusiones y referencias bibliográficas.

1. Antecedentes de las variables

Los estudios que dan cuenta de la marcación diferenciada del objeto en español, como en (1), han seguido diversos enfoques. Este fenómeno ha sido designado bajo los términos de objeto directo personal (Melis, 1993), complemento directo preposicional (Pensado, 1995), acusativo preposicional (Laca, 1995) o 'a' personal (Kliffer, 1995), entre otros.

(1) a. Nosotros no íbamos a verla a ella.

     b. Mi hermano sí conocía a María Paz.

     c. A las niñas nos escondían adentro de la casa.

     d. No sacrifiqué ni mi vida/ sentimental ni a mi familia ni a eso.

     e. A ver, escoge a la rata/ al chango.

Con el propósito de unificar las tendencias descriptivas y explicativas de este fenómeno, aquí se agrupan los diferentes planteamientos en cuatro grandes bloques, esto es, aquellos lingüistas que, como Comrie (1989), se centran en las propiedades semánticas de los argumentos verbales; los que siguen la propuesta de transitividad gradual de Hopper y Thompson (1980); los que, como Laca (1995), piensan que la presencia de a se debe a la topicalidad del objeto; y finalmente aquellos que consideran que existió desde siempre un grupo de verbos que rigen la marca, como Von Heusinger y Kaiser (2007).

Estas posturas no son excluyentes entre sí, ya que algunos autores privilegian uno o varios ángulos de análisis. Laca (1995), Leonetti (2004) y García (2007) destacan principalmente que la MDO se puede explicar a partir de las propiedades semánticas de los argumentos verbales tales como animacidad, marcación morfológica como medio de desambiguación sujeto-objeto o a partir de la especificidad y la definitud de las frases nominales que aparecen en función de objeto.

Para la lengua española, en la escala de animacidad, como en (2), se presenta una distinción de rasgos organizados jerárquicamente, de tal modo que las frases nominales en función de objeto directo que denotan entidades humanas aparecerán con a, mientras que la probabilidad para que se marquen las entidades animadas e inanimadas es menor.

(2) Animacidad

                    Humano > animado > inanimado

Las lenguas en general suelen hacer distinción entre entidades animadas y no animadas o entre humanas y no humanas (Aissen, 2003). La animacidad, en el español, se ha constituido como una de las hipótesis más fuertes, e incluso la más común y argumentada, para la aparición de a, condicionada por el rasgo [±animado], como se ilustra en (3a) y (3b); aunque hay que aclarar que también es común encontrar ejemplos con los mismos contextos de animacidad que no llevan la marca, como en (3a') y (3b').

(3) a. No solamente a los animales y a las plantas/ no solamente// las nombraban con/ en totonaco/.

     a'. Voy a traer un gato.

     b. Yo vi a los pacientes.

     b'. Ya teníamos pacientes.

Así mismo, Von Heusinger y Kaiser (2007) señalan que en la lengua española se distingue la marcación diferenciada de objeto igualmente entre los referentes que denotan entidades humanas, como en (4a), y no humanas, como en (4b).

(4) a. Veo a mis compañeros.

     a'. ??Veo mis compañeros.

     b. Podía ver los bichitos.

     b'. ??Podía ver a los bichos.

Sin embargo, es importante advertir que la propiedad de animacidad de las entidades que aparecen en el objeto directo no es del todo contundente en la marcación diferenciada, pues se observa variabilidad en su ocurrencia. En consecuencia, la explicación a través de este rasgo no es generalizable, como se muestra en (5):

(5) a. Empezamos a identificar algunas de las especies.

     b. Empezamos a identificar a algunas de las especies.

     c. Veía gente que llegaba a la oficina.

     d. Veía a gente que llegaba a la oficina.

Lo que subyace a estos ejemplos es que el carácter aislado del rasgo de animacidad no es suficiente para describir la marcación de los objetos, pues, como se aprecia en (5c), la entidad formalizada como objeto, aunque tiene el rasgo [+humano], no presenta la marca diferenciada, y por su parte, el referente del objeto de (5b) con el rasgo [-humano] sí la lleva. Nótese que en la escala de (2) las propiedades están jerarquizadas de izquierda a derecha, pero aún no están claras las condiciones bajo las cuales los referentes de entidades humanas e inanimadas, por ejemplo, no llevan la marcación.

Otro rasgo que se ha tenido en cuenta para explicar la MDO es el de definitud. Hemos retomado la escala que mostramos en (6) de las propuestas de Croft (1988), Comrie (1989) y Aissen (2003).

(6) DEFINITUD

     Pronombre 1.ª/2.ª > 3.ª > nombre propio > definido > indefinido específico > no específico

Una de las razones para retomar esta escala se fundamenta en que Melis (1993), por ejemplo, ha mostrado que los pronombres en función de objeto directo siempre presentan marcación seguidos de los nombres propios y finalmente de otras frases nominales. Asimismo, Laca (2006), desde una perspectiva diacrónica, señala que en la lengua española hay una tendencia a que la marcación diferenciada se apegue a la estructura de esta escala. Dicho de otro modo, se deben resaltar dos hechos básicos, el primero se refiere a que la marcación diferenciada de objeto es ya, desde hace siglos, obligatoria con los pronombres, como en (7a) y los nombres propios como en (7b); el segundo, contrario a los pronombres y nombres propios, la marcación diferenciada presenta variación, tanto con la frase nominal definida de (7c) y (7c'), como con la frases indefinidas de (7d) y (7d').

(7) a. No me quiso anestesiar a mí ni yo a ella.

     a'. *No me quiso anestesiar ni yo ella.

     b. Yo vi a Tania Libertad cantando.

     b'. ??Yo vi Tania Libertad cantando.

     c. Agarraron al estudiante.

     c'. ??Agarraron el estudiante.

     d. Conocí/ a una compañerita.

     d'. Conocí/ una compañerita.

Un segundo grupo de estudiosos ha retomado la propuesta de transitividad de Hopper y Thompson (1980) para explicar la naturaleza lingüística de la MDO. Específicamente Kliffer (1995) pone a prueba los rasgos que aparecen en (8), con los que Timberlake (1977) describe la individuación, que a su vez es rasgo de la transitividad gradual1.

(8) INDIVIDUACIÓN

      propio/común

      humano, animado/inanimado

      definido/ no definido

      referencial/ no referencial

      singular/plural

      numerable/masa

Esta propuesta presenta muchas similitudes tanto con la escala de animacidad en (2), como con la de definitud en (6), ya que algunos de los rasgos expuestos dentro de individuación están incluidos en las escalas antes mencionadas. En consecuencia, las alternancias en la marcación diferenciada de objeto son casi idénticas, como se muestra en los ejemplos de (9) a (14).

(9) PROPIO/COMÚN

     a. Tiene ahí a la Santanera.

     a'. ??Tiene ahí la Santanera.

     b. Ahí conocí a un amigo.

     b'. Ahí conocí un amigo.

(10) HUMANO, ANIMADO/INANIMADO

      a. Fuimos allá para ver a Silvio Rodríguez y a Pablo Milanés.

      a'. ??Fuimos allá para ver Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

      b. ?Más bien vamos a que ellos cultiven/ a las plantas medicinales.

      b'. Más bien vamos a que ellos cultiven/ las plantas medicinales.

(11) DEFINIDO/NO DEFINIDO

      a. ??Ella me presentó el profe.

      a'. Ella me presentó al profe.

      b. Ella me presentó un profe.

      b'. Ella me presentó a un profe.

(12) REFERENCIAL/NO REFERENCIAL

      a. ??Conoce muy bien la gente/ del Balsas.

      a'. Conoce muy bien a la gente/ del Balsas.

      b. Conoce muy bien una gente/ del Balsas.

      b'. Conoce muy bien a una gente/ del Balsas.

(13) SINGULAR/PLURAL

       a. Saluda a la doctora.

       b. ??Saluda la doctora.

       b. Yo veo a mis compañeros.

       b'. ??Yo veo mis compañeros.

(14) NUMERABLE/MASA

       a. Ella se buscó un informante.

       a'. Ella se buscó a un informante.

       b. Veía gente que llegaba a la oficina.

       b'. Veía a gente que llegaba a la oficina.

Sin embargo, como se dijo anteriormente, los rasgos que forman parte de la individuación, de la misma manera que la animacidad y definitud, no generan una condición sine qua non para que aparezca la marcación diferenciada de objeto. Además de este rasgo, Kliffer (1995) retoma de la propuesta de la transitividad gra-dual los rasgos de kinesis y afectación del objeto2. Del primer rasgo menciona que los verbos con kinesis alta están relacionados igualmente con una alta transitividad que, a su vez, está correlacionada con la presencia de a. Como consecuencia de este hecho menciona que los verbos traicionar, visitar, despedir, llamar y embellecer están asociados con la kinesis alta, como se muestra en (15); y despreciar, encontrar, tener y perder con la kinesis baja, como se puede ver en (16).

(15) a. Llamó a su hijo.

       b. *Llamó su hijo.

(16) a. Ya teníamos pacientes.

       b. ??Ya teníamos a pacientes.

Esta clasificación es el resultado de un ejercicio de variación en el uso de la marcación obtenido a través de un cuestionario, lo cual implica que efectivamente existe una tendencia para que aparezca la marca, pero, indudablemente, la alternancia sigue siendo un fenómeno recurrente.

Del segundo rasgo, afectación, además de Kliffer (1995), se ocupan Pensado (1995), Von Heusinger y Kaiser (2007), Torrego (1999) y Pottier (1968). La percepción que se tiene de la influencia de este rasgo en la marcación diferenciada es que los objetos más afectados están correlacionados con clases particulares de verbos y, en consecuencia, se presentarán mayoritariamente marcados los objetos que aparezcan con verbos del tipo matar, a diferencia de los menos afectados que aparecen con verbos del tipo tener, como se muestra en la escala de (17) propuesta por Pottier (1968).

Esta idea está directamente relacionada con una tercera postura, que sugiere que desde siempre existió un grupo de verbos que rigen la marca diferenciada -como Von Heusinger y Kaiser (2007), quienes elaboran un trabajo, dentro de su estudio multidimensional diacrónico, en el que involucran verbos del tipo poner, tomar, ver, hallar, matar y herir-. Por su parte, Laca (2006) determina que el verbo llamar y los verbos que no expresan acciones, sino relaciones, siempre rigen un objeto directo marcado con a.

Dentro de esta línea de trabajo se ha planteado que hay verbos que rigen complementos directos introducidos por a específicamente. Fernández Ramírez (1951) menciona que existen grupos de verbos que requieren complementos directos marcados con a: (I) verbos de régimen mayoritariamente personal (admirar, desconcertar, dominar, gobernar, maltratar, obedecer, sorprender, amar, adorar, matar, amenazar, besar, salvar); (II) verbos que designan una acción militar estratégica o táctica (asolar, atacar, combatir, conquistar, defender, hostilizar, sitiar), y (III) verbos que presentan alternancia (reencontrar, mandar, afligir, animar, aquietar, impeler, incitar, maltratar, perdonar, plagiar, sorprender). Para más información acerca de estos verbos, ver Von Heusinger y Kaiser (2007) Torrego (1999) y Delbecque, Buyse y Blockeel (2009 [manuscrito]), entre otros.

El último bloque de lingüistas da cuenta de este fenómeno a partir de la estructura de la información. Específicamente se retoman los conceptos de información topicalizada y focalizada. Ya Laca (1995) y Torrego (1999) habían descrito la pertinencia de la topicalización en la MDO. Para caracterizar estas propiedades informativas se retoman los conceptos de tópico y foco de Lambrecht (1994). Para el primero se hace la discriminación entre tópico activo, como en (18a), tópico accesible, como en (18b), y tópico inactivo, como en (18c). De la segunda categoría se hace la distinción entre foco informativo, como en (19a), y foco de contraste, como en (19b).

(18) a. AM: porque/ ay no/ estaba traumadísima// pero traumadísima la señora// porque tuvo un hijo/ con síndrome de Down

       A: mm

       AM: y el esposo la abandonó y pues / quedó traumada la/ la señora// entonces/ alguna/ en algunas ocasiones lo llegó a llevar/ al niño/ ¡pero el niño bien lindo!/

        b. tú haces todo lo posible/ bueno más bien/ he visto que hacen todo lo posible// y pues ya/ no se pudo y/ pues ni modo/ no se pudo// y no puedes hacer otra cosa/ más que ayudar al bien morir de tu paciente/ más que ayudar al bien morir de tu paciente// y decir "bueno ok/ pues no se pudo/ pues vamos a// a que su muerte no sea tan fea"/ es otra cosa que/ que ha cambiado mucho mi vida/ en serio el/ el valorar la vida/ la muerte/ el cómo ver eso/ mi vida// mi vida personal también/ el ser más responsable/ el / el escuchar a la gente/ yo :n-/ antes no escuchaba a la gente/ y ahora/ trato de escuchar a la gente y trato de entenderla y// y sentirla// y decir "a ver ¿pues qué pasa?"/ voy a escucharla porque antes no/ pues no y aquí en medicina sí tienes que escuchar a tu paciente para/ pues para saber qué tiene/

                c. J: entonces/ cuando tenían como tres años ya mel/ a Rafael ya me lo llevaba al consultorio/ y ahí puse un despacho de diseño grafico

(19) a. AM: me solvento mis gastos// eh / soy hija de familia todavía/ estoy con mis papás// respeto la casa donde estoy// pero pues eso no quiere decir que/ que no pueda tener ni a una pareja/ que salga con ella/ o que salga con las amigas a tomar la copa/ a platicar/ equis.

       A: claro

       b. todavía recuperas la capacidad del asombro// porque cuando eres chic-cuando eres joven/ tus hi- tus niños/ no los puedes tratar/ como los trato a los nietos/ porque estás ocupada/ porque trabajas/

Dado que ya han sido establecidos los criterios que codifican en diferentes estructuras morfosintácticas tanto el tópico como el foco (Givón, 1983; Lambrecht, 1994; Gundel, Hedburg y Zacharski, 2005 y Van Valin y La Polla, 1997), se ha decidido retomar dentro de la variable marcación de tópico y foco los factores que se ilustran en la escala en (20).

(20) Marcación morfosintáctica de tópico y foco

Como se ha mostrado hasta aquí, son muchas y muy diversas las explicaciones que se han planteado para dar cuenta de la MDO en el español. El conjunto de rasgos descritos da cuenta de este fenómeno a partir de las propiedades semánticas de los argumentos verbales, de la transitividad gradual, de la estructura de la información y de los verbos que rigen la marca desde siempre.

2. Consideraciones generales

No se debe perder de vista que en todos los intentos para explicar este fenómeno se exponen recurrentemente contextos en los que aparece la marca diferenciada. A lo largo de este trabajo se han presentado constantemente ejemplos que se ajustan a las argumentaciones que sustentan por qué aparece la marca diferenciada y, sin embargo, algunos de estos casos no la llevan.

Téngase en cuenta que en este estudio de variación probabilística no analizamos todos los rasgos de las propuestas brevemente descritas, ya que muchos de estos no son pertinentes para lo que pretendemos mostrar, por ejemplo, dentro de la variable de animacidad solo se consideraron como variantes los rasgos de humano y animado. Se descartó el de inanimado porque el análisis se restringe a los objetos directos cuyos referentes denotan entidades concretas animadas.

Debido a que la mayor parte de los rasgos de la individuación, en (8) y (9), están ya involucrados tanto en la escala de animacidad en (2), como en la de definitud en (6), solamente se consideraron de este grupo los pares singular/plural, como en (21a) y (21b).

(21) a. Tú veías ?? / a la niña.

       b. Yo veo ?? / a mis compañeros.

En la variable estructura de la información se amplió el número de variantes y se discriminó entre tópico activo, accesible e inactivo y foco informativo y de contraste (Lambrecht, 1994). De la escala de marcación de tópico y foco únicamente se retomó la información morfosintáctica pertinente para el análisis de la lengua española, esto es, pronombre acentuado o inacentuado, frase nominal definida y frase nominal indefinida. Junto a estas variables (animacidad, definitud, individuación, estructura de la información y marcación de tópico y foco) se incluyeron las de prominencia, modificador del núcleo nominal y semántica del verbo.

Para incluir la variable prominencia, que consiste básicamente en el orden de constituyentes, se partió del hecho de que la lengua española tiene un orden básico (SVO) con un amplio margen de flexibilidad, de tal manera que la FN en función de objeto puede aparecer en posición canónica como en (22a) y (22a'), o prominente como en (22b) y (22b').

(22) a. Llevamos cincuenta alumnos/ y a los cincuenta les dio de comer.

       a'. Yo/ vi a todos estos pacientes.

       b. El bicho pues lo mantienen así como calientito/ ¿no?

       b'. Yo a López Obrador lo veo como// como un desas-/ hasta como un desastre.

Finalmente, las dos últimas variables que fueron consideradas dan cuenta del tipo de modificador del núcleo nominal en función de objeto y del significado del verbo, respectivamente. La primera incluye cinco variantes: frase adjetiva, como en (23a); frase prepositiva, como en (23b); oración relativa, como en (23c); oración, como en (23d), y sin modificación, como en (23e).

(23) a. Nunca he visto [a un paciente] sidoso.

        a'. Nunca he visto [un paciente] sidoso.

        b. Conoces [a gente] de todas partes.

        b'. Conoces [gente] de todas partes.

        c. Veía [a gente] que llegaba a la oficina.

        c'. Veía [gente] que llegaba a la oficina.

        d. Llevé [a mi esposa] a que comiera unos tacos y unas quesadillas.

        d'. ??Llevé [mi esposa] a que comiera unos tacos y unas quesadillas.

        e. Se buscó [a un informante]/ iba al campo/ y le preguntaba/ cómo se llama.

        e'. Se buscó [un informante]/ iba al campo/ y le preguntaba/ cómo se llama.

La segunda variable hace referencia al sentido del verbo, que puede tener una lectura literal, como en (24a), o una no literal, como en (24b).

(24) a. Lee Rayuela.

       b. Ahorita me estoy leyendo a Jaime Barylco.

A manera de resumen, en (25) se enlistaron las variables con sus respectivas variantes, utilizadas para el análisis probabilístico.

3. Metodología

Las construcciones del objeto de estudio han sido seleccionadas de catorce entrevistas de aproximadamente una hora de duración, correspondientes a seis mujeres y ocho hombres de nivel de instrucción alto. Estas grabaciones son parte del Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y de América (Preseea), y todas ellas pertenecen al corpus sociolingüístico de la ciudad de México (Lastra y Martín, 2000). De este corpus fueron seleccionadas únicamente las oraciones transitivas con FFNN en función de objeto, cuyos referentes correspondían a entidades animadas, marcadas y no marcadas con a. Las FFNN de estas construcciones fueron examinadas a partir del conjunto de variables antes descritas y, posteriormente, el análisis multivariable fue elaborado con el programa Goldvarb X (Sankoff, Tagliamonte y Smith, 2005).

En este estudio de multivariación, como suele ocurrir en este tipo de análisis, se agrupó la variante de foco contrastivo con la de foco informativo, ya que los datos de la primera eran muy pocos y generaban knockouts al correr los datos en Goldvarb. Lo mismo ocurrió con los pronombres personales, que fueron agrupados con los nombres propios por considerar que por default llevan la marca diferenciada de objeto. La razón que motivó a incluir los objetos directos que de antemano se sabía que llevarían la marca se fundamenta en el hecho de que serán utilizados como un comodín para jugar con el resto de variables, es decir, se pretende determinar si estos tokens motivan o manipulan de alguna forma la selección de variables en los diferentes recorridos. Para evaluar este efecto se realizaron múltiples recorridos en los que unas veces se incluyeron y otras se eliminaron estos tokens.

De igual manera se agruparon los tokens de marcación de tópico y foco en solo dos variantes: frase nominal definida y frase nominal indefinida, ya que no se pretendía saber cómo estaba marcado específicamente el tópico o foco, sino la forma, en general, a través de la cual son expresados. En consecuencia, esto tendría que generar un traslape entre esta variable y la de definitud, ya que en esencia su naturaleza es similar. Dado que el número de casos con los que se explicitaba el foco de contraste no generaba variación, se agregaron estos pocos ejemplos (únicamente seis ocurrencias) a los de foco informativo. Finalmente, eliminamos la variable kinesis, así como la variante numerable/masa de la variable individuación. En el primer caso, porque dentro del análisis no fue considerada la implicación, respecto del grado de afectación, que el agente tiene sobre el paciente ni tampoco el modo de acción de verbo. En el segundo caso, los rasgos numerable/masa están subsumidos en la variante definitud.

En el corpus no se encontraron los verbos mencionados en Fernández Ramírez (1951) y, por el contrario, se identificó un grupo grande de verbos que presenta mucha variación, esto es, verbos cuyo objeto directo tiene las propiedades semánticas para que se marquen con a y esto no ocurre. Por cuestiones prácticas, dividimos estos verbos en seis grupos: verbos que aparecen una sola vez (armar, arrastrar, asumir, cambiar, comer, construir, cortar, cuestionar, cultivar, curar, esperar, imaginar, lanzar, pagar, preparar, proponer, rescatar); verbos cuyo objeto lleva la marca pero que igualmente aparecen una sola vez (absorber, acariciar, agarrar, ahuyentar, apoyar, atraer, bañar, concienciar, contactar, criticar, descalificar, elegir, encumbrar, entrevistar, escoger, escuchar, fascinar, ganar, guiar, identificar, involucrar, manipular, ocupar, operar, organizar, recordar, sacrificar, sostener, sufrir); verbos que aparecen dos veces (anestesiar, ayudar, colectar, dejar, hacer, invitar, recrear, sacar, llamar, mantener, mencionar, necesitar, nombrar, olvidar, tomar, trabajar); verbos que aparecen tres y cuatro veces (atender, citar, cuidar, entender, meter, poner, querer, saludar, traer, tratar); verbos que aparecen cinco y seis veces (buscar, conservar, crear, encontrar, leer, presentar), y verbos que aparecen más de seis veces (conocer, llevar, tener, ver). Téngase en cuenta que los verbos que aparecen más de una vez presentan alternancia en la marcación del objeto directo.

4. Resultados

En la tabla 1 se muestran los porcentajes y las frecuencias obtenidos a partir de las oraciones analizadas con sus respectivas variables y variantes.

Tabla 1. Porcentajes y cifras totales de las variables y variantes


En la tabla 1 se ilustra el panorama general de las variables y sus respectivas variantes con respecto a la variable dependiente (marcación o no marcación diferenciada de objeto). Aquí se puede observar que cada una de las variantes presenta inestabilidad en la marcación y que en algunas el número de casos encontrados presenta tendencias, ya sea hacia la MDO o hacia la no marcación. Si bien en algunas variantes los resultados porcentuales son contrastantes, se mostrarán más adelante en un análisis de probabilidad multivariable aquellas que, de manera notable, favorecen la marcación o no marcación diferenciada de objeto.

Los datos que presentamos a continuación dan cuenta de los factores gramaticales implicados en la aparición de a. Los resultados en (26) corresponden a los mejores recorridos en el análisis binomial de subida y bajada:

(26) a. De subida
          Animacidad                   -- humano: 0.533, animado: 0.237
          Definitud                      -- definido: 0.544, indefinido: 0.376, escueto: 0.268, nombre propio: 0.811
          Individuación                 -- plural: 0.408, singular: 0.561
          Marcación de T. y F.      -- FN Definida: 0.634, FN Indefinida: 0.268
          Log verosimilitud = -152.384 Significancia = 0.048


       b. De bajada
           Animacidad                   -- humano: 0.535, animado: 0.229
           Individuación                -- plural: 0.382, singular: 0.577
           Marcación de T. y F.      -- FN Definida: 0.704, FN Indefinida: 0.168
           Log verosimilitud = -155.364 Significancia = 0.060

En estos dos recorridos se observa que las variables seleccionadas corresponden a la animacidad, individuación y marcación de tópico y foco. En ambos recorridos se favorecen las variantes de humano, singular y tópicos y focos expresados en frases nominales definidas. En el recorrido de subida aparece también la definitud como uno de los factores determinantes en la marcación de objeto, específicamente cuando se trata de nombres propios y FN definidas. El hecho de que esta variable aparezca únicamente en el recorrido de subida y no en el de bajada significa que hay una gran inestabilidad en su representatividad como una variable pertinente para que un objeto lleve la marca diferenciada, es decir, tiene menor importancia que las otras tres variables.

Debido a la inestabilidad de la variable definitud, se consideró necesario reestructurar los datos, ya que sus variantes están generalizadas en marcación de tópico y foco. Por otra parte, no se encontró correlación ni covariación entre definitud y estructura de la información. Este hecho, aunado a la duplicación de la información arriba señalada, justifica metodológicamente la eliminación de la variable marcación de tópico y foco.

Tras haber eliminado esta variable, los mejores recorridos de subida y bajada que obtuvimos se muestran en (27):

(27) Animacidad                       -- humano: 0.538, animado: 0.207
       Definitud                          -- definido: 0.647, indefinido: 0.180, escueto: 0.116, nombre propio: 0.878
       Individuación                    -- plural: 0.405, singular: 0.562
       Mod. del núcleo de FN        -- FP: 0.595, Ø: 0.530, FAdj.: 0.380, O. Rel.: 0.384, oración: 0.838
       Log verosimilitud = -150.979 Significancia = 0.045

En el recorrido en (27) resultaron significativas las mismas variables del recorrido de (26), esto es, animacidad, individuación y definitud, lo cual indica que son estos tres factores los que determinan la marcación diferenciada de objeto. Además, resulta igualmente significativa la variable modificador del núcleo nominal, específicamente las variantes oración, frase prepositiva y sin modificación. Los datos obtenidos hasta el momento muestran una tendencia a que los objetos marcados con a deben tener los siguientes rasgos: humano, definido, individuado, modificado por oración o sin modificador. La representatividad de este conjunto de rasgos puede o no implicar una correlación y una covariación. De manera independiente cada rasgo desencadena la marcación, como se ejemplifica en (28).

(28) a. Dejó en evidencia a un compañero.

        b. ¿No hacen ustedes sufrir a los árboles?

        c. Escoge a la rata/ al chango.

        d. Llevé a mi esposa a que comiera una pancita y [unas quesadillas].

El objeto directo de (28a) está expresado en una FN y codifica una entidad humana-singular, en (28b) la FN es definida y la entidad expresada es animadaplural, en (28c) la FN es animada-singular. En los tres casos anteriores el núcleo nominal está modificado sólo por un determinante, y en (28d) la FN denota a una entidad humana-singular donde el núcleo de la FN está modificado por un complemento oracional.

Los resultados de los recorridos mostrados en (26) y (27) explicitan que las variables animacidad, definitud e individuación pueden estar manipuladas o motivadas de alguna manera por las variantes nombre propio y pronombre, los cuales de manera recurrente llevan la marca diferenciada de objeto. Para buscar una explicación alternativa que diera cuenta de la alternancia en la marcación de los objetos, se decidió eliminar estos datos del conteo general, pues de veinticuatro nombres propios solo dos no llevan la marca, pero en ambos casos las construcciones son del tipo: yo/ leía/ Kafka, donde el objeto denota una entidad genérica y el verbo tiene una lectura no literal. Por otra parte, únicamente se encontraron tres casos con pronombres, todos con la marca diferenciada, como en no íbamos a verla a ella.

De esta manera, el número inicial de casos analizados, 284, se redujo a 257. Los mejores recorridos de subida y bajada que obtuvimos con este reajuste se presentan en (29):

(29) Animacidad                     -- humano: 0.533, animado: 0.253
       Definitud                        -- definido: 0.670, indefinido: 0.269, escueto: 0.142
       Log verosimilitud = -150.330 Significancia = 0.008

Después de la eliminación de los nombres propios y de los pronombres, el recorrido de subida y bajada seleccionó sólo las variables de animacidad y definitud. Estas dos variables son constantes en los recorridos mostrados en (26) y (27). Nótese que tras la eliminación de los pronombres y nombres propios no han sido seleccionadas las variables de individuación y de modificador del núcleo nominal que habían resultado significativas en los recorridos anteriores (26 y 27). Para determinar el grado de relevancia de las variables se fueron eliminando progresivamente las que en los diferentes recorridos habían resultado significativas. De esta manera las primeras que se eliminaron fueron animacidad e individuación y los mejores recorridos obtenidos se muestran en (30).

(30) Mod. del núcleo de FN -- FP: 0.481, Fadj.: 0.458, Ø: 0.526, O. Rel.: 0.370, oración: 0.837
       Log verosimilitud = -173.203 Significancia = 0.046

Después de haber eliminado estas dos variables, resultó significativa, como en (30), únicamente la variable modificador del núcleo nominal. Posteriormente, se eliminó y ninguna de las variables restantes resultó significativa.

Al eliminar conjuntamente las variables de animacidad, definitud e individuación, se obtuvieron los mismos resultados, es decir, ninguna variable reflejó significatividad.

En suma, en estos recorridos se deben rescatar dos hechos relevantes. El primero, que hay una tendencia para que la marcación diferenciada aparezca cuando el referente de la FN en función de objeto denota una entidad humana, definida, singular y modificada por una oración o que aparezca sin modificador. El segundo, que en ninguno de los recorridos resultaron significativos los siguientes factores: el tipo de modificador del núcleo nominal (adjetivo, oración relativa, frase prepositiva), que en la FN se codifique un tópico o un foco, que esta FN se encuentre en una posición prominente, o que el verbo tenga una lectura literal o no literal.

5. Análisis

Si bien antes de emprender este estudio se sabía con certeza que la MDO aparecía de manera sistemática con pronombres y nombres propios, hecho que en este trabajo ha sido una vez más corroborado, es importante buscar algunas explicaciones de por qué las frases nominales en función de objeto directo que tienen rasgos apropiados para aparecer con dicha marca, no lo hacen.

Dentro del amplio conjunto de variantes se encuentra un alto porcentaje de casos que no llevan la marca diferenciada. De las 284 construcciones analizadas, 151 llevan marca y 133 no. No debe perderse de vista que aun cuando al final de la exploración probabilística solo algunas variables son significativas, el contraste porcentual que se encontró entre variantes y variables es importante para el análisis gramatical.

Las cifras porcentuales de las variables independientes apuntan, casi en la mayoría de los casos, hacia la consolidación de la variable dependiente que implica que los objetos directos lleven la marca diferenciada. Esto se vislumbra en los rasgos humano (55.3%), definido (64.4%), nombre propio (91.7%), singular (57.0%), tópico accesible (59.0%), tópico activo (54.5%), tópico inactivo (62.5%), foco (49.6%), posición canónica (51.9%), posición prominente (72.2%), modificador preposicional (52.4%), sin modificador (57.4%), modificador oracional (76.9%), significado literal del verbo (53.2%) y significado no literal (53.1%). La inclinación de este conjunto de rasgos hacia la MDO no es completamente contundente en todos los casos. Solo los rasgos de humano, definido, nombre propio y singular presentan un rango representativo de significatividad. El resto de las variantes muestra un alto grado de inestabilidad para que el objeto directo lleve o no la a. Este hecho es interesante en tanto que la marcación de objeto presenta un amplio margen de variación, pues si bien se ha podido detectar un conjunto de rasgos involucrados en este fenómeno, no hay una tendencia que favorezca a uno de los contextos de la variable dependiente. Junto a la estabilidad que presentan ciertas variantes para que se marque o no el objeto hay un conjunto de rasgos que favorecen la no marcación, es decir, que de los veinticuatro rasgos puestos en consideración solo ocho (animado, indefinido, escueto, plural, foco, frase indefinida como marcación de foco y tópico, modificación adjetiva y modificación relativa) muestran inclinación a que el objeto no lleve la marca diferenciada.

Para argüir en favor de la marcación o no marcación del objeto directo, se describió la influencia de las variables seleccionadas en este estudio probabilístico que muestran una tendencia hacia la marcación o no marcación del objeto.

Los resultados de los recorridos probabilísticos de multivariabilidad, como en (26) y (27), señalan un conjunto de variables que condicionan que los objetos directos aparezcan con la marca diferenciada. Después de analizar estos dos recorridos, los factores que favorecen la MDO se resumen en la figura 1. El hecho de que las variables covaríen no implica la existencia de una relación de causalidad entre ellas.

Figura 1. Rasgos implicados en la marcación diferenciada de objeto en español

Antes de continuar es importante señalar que si bien los nombres propios y los pronombres siempre llevan la marca diferenciada, se incluyen en los primeros recorridos porque claramente mostraban una tendencia invariable para la marcación, pues están asociados al rasgo humano, definido e individuado. Esto hace suponer que los resultados presentados en la figura 1 están condicionados por los tokens que involucran estos rasgos. No obstante, en el recorrido en (29), los rasgos humano y definido permanecen como constantes aun cuando fueron eliminados los tokens que formalizaban nombres propios y pronombres.

Dada la constante significatividad de las variables animacidad y definitud, se eliminaron junto con las variables más recurrentes. Bajo este contexto, el mejor recorrido señaló, además de animacidad, definitud e individuación, la variable modificador del núcleo nominal, la cual ya había sido seleccionada en el recorrido en (27), donde fueron eliminadas marcación de tópico y foco, pero se debe destacar que en ese recorrido se favoreció a las variantes oración (0.838), fp (0.595) y sin modificador (0.530), mientras que en (30) fueron favorecidas únicamente las variantes oración (0.837) y sin modificador (0.526). Esto indica que dentro del conjunto de variables individuación, estructura de la información, prominencia, modificación y significado del verbo, la de modificación es la que muestra tendencia hacia la MDO.

Bajo la misma dinámica, se realizaron dos nuevos recorridos. En el primero se eliminaron las variables de animacidad, definitud e individuación, y en el segundo, las de animacidad, definitud y modificador del núcleo nominal. Tras las eliminaciones, ninguna variable de las restantes resultó favorecida. De esta manera se confirman los resultados planteados en la figura 1, es decir, las únicas variables determinantes en la marcación de objeto son animacidad, definitud, individuación y las variantes oración y sin modificador de modificador del núcleo nominal. En los distintos recorridos aparecen de manera constante ciertas variables (animacidad y definitud) y se observa que la selección de otras (individuación y modificador) está condicionada por la aparición de las primeras, lo cual indica que las variables están estructuradas de manera jerárquica, como se muestra en (31).

(31) Animacidad, Definitud >> Individuación >> Modificador del núcleo nominal

En esta escala se presenta únicamente la jerarquía de las variables, como muestra de que la marcación diferenciada está determinada por el conjunto total de los rasgos contenidos en cada una de ellas Sin embargo, como se ha mostrado, las variantes o los rasgos involucrados directamente en la marcación de objeto son los que aparecen en (32).

(32) Humano, definido >> Singular >> modificado por oración, sin modificador

Esta escala indica que un objeto directo lleva la marca diferenciada cuando ocurren de manera simultánea y sistemática los rasgos humano y definido; en segunda instancia, cuando la FN objeto es humana o definida y necesariamente individuada, es decir, singular. Por último, el núcleo de la FN en función de objeto no está modificado ni por un adjetivo ni por una oración relativa ni por una frase prepositiva. De acuerdo con la jerarquía en (32), el único rasgo que no covaría con el resto es el de modificador del núcleo nominal.

La coocurrencia y la covariación de los rasgos humano-definido en (32), se justifican ampliamente, ya que al realizar un recorrido específico que consistió en incluir sólo las variables que en el primer recorrido, el de (26), salieron favorecidas, (animacidad, individuación, marcación de tópico y foco y definitud), obtuvimos como resultado el recorrido de (33), en donde se observa que las únicas variables de alta significancia son las de animacidad y definitud.

(33) Definitud             -- definido: 0.625, indefinido: 0.223, escueto: 0.115, nombre propio: 0.902
       Animacidad         -- humano: 0.531, animado: 0.249
       Log verosimilitud = -157.820 Significancia = 0.007

Hasta aquí se ha presentado un análisis de los rasgos lingüísticos que están involucrados en la marcación diferenciada de objeto. Ahora se retomarán las variables y variantes con el fin de explicar su implicación o pertinencia en la no marcación del objeto directo. La importancia de este punto radica en el hecho de que hay ejemplos, dentro de todas las variables y variantes, en los que los objetos directos tienen las condiciones lingüísticas, como las expresadas en la escala de (32), para que aparezcan con la marca diferenciada y no la llevan. Uno de los hechos relevantes para esta explicación está relacionado con el conjunto de variantes que favorecen, al menos en números brutos, la no marcación, como es el caso específico de las entidades animadas (65.5%), las frases indefinidas (73.8%), las frases escuetas (86.4%), la individuación plural (52.7%), el foco informativo (50.4%), la frase indefinida como marcación de foco y tópico (78%), el modificador adjetivo (50.9%) y el modificador relativo (61.7%). Los índices probabilísticos de estas variantes están por debajo del umbral de significación cuantitativa. En los distintos recorridos, como en (26), (27) y (29), el peso probabilístico es desfavorable en todos los casos para las variantes animado (0.233), fp indefinida (0.274), fp escueta (0.180), fp indefinida que marca tópico y foco (0.268), plural (0.406), modificador adjetivo (0.419), modificador oración relativa (0.377) y modificador frase prepositiva (0.481). El desfavorecimiento de este conjunto de variantes muestra la tendencia a que los objetos directos no lleven la marca diferenciada.

Es preciso destacar que si bien en un estudio de variación los pesos probabilísticos son los que marcan la tendencia significativa para el análisis, las cifras porcentuales pueden, igualmente, contribuir a la explicación del fenómeno en cuestión, a partir de que proporcionan un panorama general de los factores presentes en la marcación de objeto.

Este hecho implica de manera directa que los rasgos involucrados, ya sea para la marcación o no marcación del objeto, se agrupan, dadas sus correlaciones, en dos bloques. En el primero se encuentran humano, FP definida, singular, modificado por una oración y sin modificador, y en el segundo aparecen animado, FP indefinida y FN escueta, plural y modificado por un adjetivo, una relativa y una frase prepositiva. Dentro de cada grupo es posible establecer una gradación que se fundamenta en el rango de diferencia del peso probabilístico, es decir, que es menos probable que un objeto directo aparezca con la marca diferenciada si es indefinido, animado, escueto, modificado por una oración relativa, por un adjetivo o por una frase prepositiva. De esta manera se puede dar cuenta de por qué los ejemplos en (34) no llevan la marca diferenciada.

(34) a. Ya teníamos pacientes.

        b.Conozco un chavo.

        c. El Santiago Creel si lo lanzan para /[como el candidato]// habría que ver [cuál es su propuesta].

        d. A donde vayas / llevas tu persona y dejas algo.

Del conjunto de rasgos agrupados en la figura 1, en la FN en función de objeto de (34a) solo está presente el de humano, lo cual, como se muestra en el ejemplo, no es suficiente para que aparezca la marca diferenciada. En (34b), aun cuando la FN objeto tiene los rasgos humano y singular, no lleva la marca diferenciada por tratarse de una FN indefinida. Así como se mostró en la escala de (32), un objeto se marca cuando coaparecen sistemáticamente los rasgos humano y definido. En el ejemplo de (34c) aunque el objeto directo se formaliza en un nombre propio con los rasgos de humano y singular, en posición prominente, este no se marca porque codifica un foco informativo, y recuérdese que aun cuando este rasgo no es significativo probabilísticamente, los porcentajes indican que favorece la no marcación. Finalmente, en este estudio hemos mostrado las tendencias para que un objeto lleve la marca diferenciada, pero estas no se constituyen en hechos absolutos. Lo anterior se vislumbra en ejemplos como el de (34d), en donde el contexto favorece que la FN objeto lleve la marca diferenciada y no lo hace. Las motivaciones lingüísticas implicadas en la ausencia de esta marca sobrepasan este estudio. La incertidumbre que se presenta en los ejemplos como el que se acaba de mencionar puede estar generada tanto por la situación comunicativa, como por el conocimiento que el hablante tiene del mundo. Por ejemplo, la palabra persona, de acuerdo con el Diccionario de la lengua española (Real Academia Española, 2003), tiene varias acepciones: "individuo de la especie humana, hombre o mujer cuyo nombre se ignora o se omite, hombre o mujer distinguidos en la vida pública, hombre o mujer de prendas, capacidad, disposición y prudencia". Y dentro de cada disciplina del conocimiento tiene su propia acepción: psicología ('individuo humano concreto, singular, único'), derecho ('ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones'), entre otras. En consecuencia, dado que la marcación diferenciada de objeto presenta aún inestabilidad en su marcación, los hablantes de una variedad del español, en este caso la mexicana, marcan o no la entidad que aparece en el referente que está expresado en una frase nominal objeto.

Conclusiones

La marcación diferenciada de objeto en español es un fenómeno que a pesar de ser ampliamente estudiado desde distintos enfoques, no ha conseguido ser sistematizado. Ya que para este trabajo adoptamos un enfoque variacionista, se debe tener en cuenta que en una lengua se distingue en mucho menor medida la variación estrictamente gramatical que la fonético-fonológica. Por la naturaleza del fenómeno en cuestión, se debe resaltar que la variación sintáctica resulta difícil de evaluar y regular porque los contextos de aparición son complejos en su identificación y definición. Además, estos se presentan con muy baja frecuencia en el discurso y en un corpus de habla espontánea se localizan con mayor dificultad. Por otra parte, siempre está presente la posibilidad de que haya cambio de significado en la elección de una u otra variante. Así, este cambio debe ser descartado para que el análisis tenga un carácter estrictamente variacionista.

Nótese que en este trabajo no se dan respuestas de orden diacrónico, esto a pesar de que se señala que hubo desde siempre un tipo de complemento y un con-junto de verbos que requerían de un objeto con la marca diferenciada. Igual, no se vislumbra con precisión si la marcación se difunde siguiendo un patrón o una regla específica. Por ahora solo hemos mostrado que en efecto animacidad, definitud e individuación sí se correlacionan estrechamente, pero este hecho no es una condición taxativa, ya que las variantes y variables que determinan la marcación no se hallan suficientemente diferenciadas desde una perspectiva gramatical amplia. Entonces se ha presentado un continuum de propiedades que van desde lo estrictamente sintáctico, a lo semántico y lo pragmático. Este hecho ha generado que en el análisis se hayan presentado una serie de condiciones inestables en la marcación, cuya explicación puede estar implicando procesos de lengua complejos, por ejemplo, que la marcación diferenciada no es un fenómeno discreto sino continuo, o que la lengua española se encuentra en un proceso de reajuste sistemático.

Por otra parte, la importancia y la novedad de este trabajo han radicado principalmente en retomar y proponer un conjunto de variables y variantes a través de las cuales se intenta dar cuenta de en qué contextos y bajo qué condiciones gramaticales los objetos directos llevan la marca diferenciada, esto es, animacidad, definitud, individuación, estructura de la información, marcación de tópico y foco, prominencia, modificador del núcleo de la FN y significado del verbo. Este hecho hace que los resultados encontrados indiquen solo la tendencia más relevante. De aquí se deduce la coincidencia de los resultados con propuestas anteriores que preveían ya los contextos bajo los cuales aparecía la marcación diferenciada de objeto. No obstante, no hay que perder de vista en futuras investigaciones el resto de variables, pues para nada son desdeñables los contextos gramaticales en donde aparece esta marca de objeto.

Finalmente, no se debe perder de vista que la variación sintáctica se encuentra determinada por factores puramente lingüísticos, más que sociales o estilísticos. Aquí se ha dado cuenta del conjunto de variables que están implicadas en la marcación o no marcación de los objetos directos. Por medio del análisis de multivariabilidad se han determinado las tendencias probabilísticas que favorecen la marcación. Las variables gramaticales seleccionadas para este análisis pueden ser estratificadas de acuerdo con la relevancia que muestran en el análisis. Por consiguiente, las más significativas son la animacidad y la definitud, seguidas de la individuación, y en tercera instancia se encuentra la modificación del núcleo nominal. Sin embargo, al interior de cada variable solo un rasgo es determinante en la tendencia a la marcación diferenciada. Estos son humano y definido, seguidos por singular, y finalmente los de modificador oracional o sin modificador.

Los pesos probabilísticos no favorecen las variantes animado, indefinido, escueto, plural, foco informativo, marcación indefinida de tópico y foco, modificador adjetivo y oración relativa. En consecuencia, hay una clara tendencia a que la marca diferenciada no aparezca bajo estos contextos.

Las variables prominencia, semántica del verbo y, en gran medida, estructura de la información presentan gran inestabilidad en la marcación diferenciada de objeto, por tanto no son estadísticamente significativas.


* Este trabajo hace parte del proyecto denominado "Gramática descriptiva y tipológica: interfaz entre morfosintaxis, semántica, pragmática y prosodia", proyecto registrado por Armando Mora-Bustos en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (México).

1 Es importante resaltar que aquí no abordamos ni describimos ampliamente la propuesta de Hopper y Thompson (1980), ya que se han seleccionado únicamente los rasgos que dan cuenta del objeto, dado que están implicados en la MDO.

2 De acuerdo con Hopper y Thompson (1980), se entiende por kinesis el hecho de que una entidad puede tener o no influencia sobre otra. En este sentido, una acción puede ser trasferida de un participante a otro, mientras que con verbos de estado la transferencia no es posible. Este rasgo está asociado con el de afectación del objeto, a partir de que un objeto será afectado si la kinesis es alta, de lo contrario no habrá afectación.


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