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Forma y Función

Print version ISSN 0120-338X

Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C. vol.25 no.2 Bogotá July/Dec. 2012

 

CONSTRUCCIÓN CONCEPTUAL AD HOC E INTERPRETACIÓN METAFÓRICA*

AD HOC CONCEPTUAL CONSTRUCTION AND METAPHORIC INTERPRETATION

Esther Romero**
Belén Soria***
Universidad de Granada, España

* Las propuestas aquí presentadas se han beneficiado de los comentarios y discusiones que tuvimos en el Symposium on Rhetoric and Communication (Granada, 2012), en el Primer Encuentro Internacional de Lenguaje y Cognición (Bogotá, 2012), en CSDL (Vancouver, 2012) y en PALA (Malta, 2012). Debemos reconocer nuestra deuda con Luz Amparo Fajardo Uribe, quien nos animó a que esas propuestas tomaran forma en este artículo. Estamos también muy agradecidas con los evaluadores de Forma y Función por los valiosos comentarios a una versión previa de este escrito. La elaboración del texto es parte del trabajo realizado en el proyecto FFI2011-26418, subvencionado por el gobierno español desde el Ministerio de Ciencia e Innovación.

** eromero@ugr.es

*** bsoria@ugr.es

Artículo de reflexión. Recibido 07-07-2012, aceptado 11-10-2012


Resumen

El objetivo de este artículo es señalar que la construcción conceptual ad hoc metafórica se produce mediante una analogía. La teoría de la interacción da cuenta de este rasgo peculiar de la metáfora apelando a una aplicación parcial de un dominio conceptual a otro y es más explicativa que la teoría de la relevancia con su procedimiento de ajuste conceptual para determinar una denotación más amplia. La teoría de la interacción, además, puede dar una explicación homogénea del tipo de construcción conceptual adhoc que caracteriza a todas las interpretaciones metafóricas; los casos más creativos, ejemplos cuyos vehículos metafóricos remiten a conceptos adhoc, pueden explicarse sin apelar a una ruta de interpretación distinta, como se defiende en el enfoque relevantista más reciente.

Palabras clave: concepto ad hoc, metáfora, mecanismo metafórico, analogía, derivación pragmática.


Abstract

The objective of this paper is to point out that metaphoric adhoc concepts are derived by means of analogy. Interaction theory can account for this peculiar feature by appealing to a partial mapping from one conceptual domain onto another (Romero & Soria, 2005a; 2007) and is more explanatory than relevance theory, with its view of concept adjustment to achieve a wider denotation (Carston, 2002; 2010a; Wilson & Carston, 2006). Furthermore, interaction theory can provide a homogeneous explanation of the type of adhoc conceptual construction that characterizes all cases of metaphoric interpretation. The most creative cases, that is, examples whose metaphoric vehicles stand for adhoc concepts, may be explained without resorting to a different interpretation route as argued for in the most recent relevance theory account (Carston, 2010b).

Keywords: ad hoc concept, metaphor, metaphoric mechanism, analogy, pragmatic derivation.


Introducción

En la década de los ochenta, Laurence Barsalou introdujo la noción de categoría ad hoc. A estas categorías se les asocian conceptos ad hoc que, como las primeras, se construyen sobre la marcha. Los conceptos ad hoc son conceptos no lexicalizados, que habitualmente se verbalizan con una expresión de una complejidad gramatical superior al lexema. Por ello, es improbable que el hablante los encuentre confeccionados antes de la ocasión de la proferencia (Barsalou, 1983). Un ejemplo de concepto ad hoc, que, siguiendo la convención habitual para representar conceptos, representamos mediante versalita, sería COSAS ÚTILES PARA SUBIRSE A CAMBIAR UNA BOMBILLA.

Recientemente, los teóricos relevantistas (Carston, 2002; 2010a; Wilson & Carston, 2006) han usado los conceptos ad hoc, sobre todo su rasgo de no estar codificados en unidades léxicas, para hablar de conceptos derivados pragmáticamente a partir de conceptos atómicos codificados. Su carácter no-lexicalizado se marca con un asterisco añadido al concepto atómico. Un ejemplo de concepto ad hoc aparece cuando se usa metafóricamente la expresión el agua está hirviendo para hablar del mar agitado. El concepto ad hoc HIRVIENDO* resulta del ajuste pragmático de HIRVIENDO. Las metáforas, las hipérboles y las aproximaciones, según los relevantistas, proporcionan ejemplos de conceptos ad hoc que resultan tanto de la pérdida de la entrada lógica del concepto que se modifica como de algunos de los supuestos enciclopédicos relacionados directamente con esa entrada1, de lo que resulta un concepto con una denotación más amplia.

No hay nada peculiar en la derivación de los conceptos ad hoc metafóricos. En este sentido es en el que recientemente Dan Sperber y Deirdre Wilson declaran tener un enfoque deflacionario de la metáfora: "'la metáfora' no es una noción teóricamente importante en el estudio de la comunicación verbal. [...] no hay ningún mecanismo específico para las metáforas, ni ninguna generalización interesante que se aplique solo a ellas" (2008, p. 84)2. Además, el mecanismo aludido no permite una explicación homogénea del comportamiento de las metáforas. Como Carston reconoce "[...] parece que hay dos tipos distintos de metáforas, la ordinaria y la literaria, y [...] no deberíamos esperar que un único enfoque se aplique a las dos" (Carston, 2010b, p. 297). Los casos más creativos no se pueden explicar apelando a la ampliación de la denotación. Se necesita una ruta de interpretación distinta.

En este contexto surge el objetivo de este artículo, que consiste en señalar que hay un rasgo peculiar de los conceptos ad hoc metafóricos que otros no comparten: su producción por analogía. La teoría de la interacción (Black, 1954-1955; 1977) da cuenta de este rasgo peculiar de la metáfora apelando a una aplicación parcial de un dominio conceptual a otro (Romero & Soria, 2005a; 2007) y permite explicar la producción de los significados metafóricos. La teoría de la interacción, además, puede dar una explicación homogénea del tipo de construcción conceptual ad hoc que caracteriza a todas las metáforas. Los casos más creativos, literarios y extendidos —ejemplos cuyos vehículos metafóricos son conceptos ad hoc— pueden explicarse sin apelar, como hace Carston (2010b) desde el enfoque de la relevancia, a una ruta de interpretación distinta a la de otros casos de metáforas conversacionales, ordinarias, etc.

Para lograr este objetivo, hemos organizado nuestro artículo del siguiente modo. En la sección "Conceptos establecidos vs. conceptos ad hoc", consideramos los rasgos de los conceptos confeccionados y su contraste con los conceptos ad hoc. En la sección "Teorías del significado metafórico como concepto ad hoc", comparamos las dos teorías de la metáfora más importantes que defienden que el significado de los vehículos metafóricos se entiende como un concepto ad hoc, mostrando que mientras para la teoría de la relevancia —de aquí en adelante TR— no hay diferencia entre este tipo de conceptos ad hoc y los activados por las aproximaciones y las hipérboles, para la teoría de la interacción —de aquí en adelante TI— sí que tienen un rasgo peculiar que los hace distinguirse de los demás conceptos ad hoc. Comparamos las explicaciones de los conceptos ad hoc en ambas teorías para valorar las ventajas de la TI, en especial cómo puede explicar, en efecto, la aparición de los conceptos ad hoc metafóricos. Ahora bien, los conceptos pueden ser ad hoc de diferentes modos, como veremos en la sección "Variedades de conceptos ad hoc". Después, en la sección "Conceptos ad hoc como vehículos metafóricos", nos centramos en los casos en los que los vehículos metafóricos son conceptos ad hoc o remiten a dominios fuente que son conceptos ad hoc. Estos dominios fuente ad hoc reestructuran metafóricamente los dominios objeto, desde los que se reinterpretan los conceptos ad hoc que actúan como vehículos metafóricos. En estos casos el concepto metafórico ad hoc que se les asocia se aleja de un modo más radical de cualquier concepto establecido involucrado en la interpretación. Finalmente, bajo el título de "Conclusión" rematamos que, por lo explicado en la secciones anteriores, la TR no puede explicar cómo se interpretan las metáforas en general, mientras que la TI sí puede dar cuenta de la construcción conceptual ad hoc incluso si el vehículo metafórico es una unidad mayor que la palabra.

1. Conceptos establecidos vs. conceptos ad hoc

Los conceptos establecidos nos permiten categorizar las cosas que experimentamos; proporcionan conocimiento organizado y fácilmente recuperable. Son conceptos normalmente asociados a palabras familiares como gato, comer, pez, etc. Estas palabras se asocian a categorías bien establecidas, a los conjuntos de objetos, eventos, propiedades, entre otros, que caen bajo el concepto que dichas palabras codifican. El conocimiento vasto de esas categorías reside en la memoria y sus ejemplares a menudo lo activan incluso cuando es irrelevante a los objetivos actuales. Hoy se considera que la pertenencia a una categoría es una cuestión de grados —no de todo o nada—. Las categorías tienen una estructura gradual, un centro —prototipos que tienen más propiedades de una categoría que otros ejemplares— y una periferia —ejemplares atípicos—.

Es plausible, por ello, suponer que cada miembro de una categoría puede tener otra función en otras, así como que podemos categorizar de otro modo las entidades con el objetivo de lograr alguna meta pertinente dada una situación real. Un petirrojo casi siempre será parte de la categoría ave, pero el espécimen como tal, el petirrojo, también puede funcionar en otras que de ninguna manera están superordinadas a la de ave. Podríamos tener una categoría con azafranes, petirrojos y suelo lodoso que se llame señales de que terminó el invierno. Nuestras categorizaciones y conceptualizaciones del mundo fijadas en la memoria a largo plazo pueden dar paso a otras denominadas ad hoc (Barsalou, 1983), categorías que no están bien establecidas en la memoria y que aparecen solo en un contexto. Por ejemplo, cuando estamos planeando unas vacaciones podemos construir la categoría ad hocactividades turísticas a realizar en Beijing.

Las categorías ad hoc son categorías novedosas construidas espontáneamente que contrastan con las bien establecidas asociadas a palabras familiares —lexicalizadas—. Su novedad radica en que típicamente no se han concebido. Su espontaneidad depende de que no están ya fundadas en las estructuras cognitivas de nuestra memoria a largo plazo, a la espera de ser recuperadas, sino que se crean sobre la marcha en respuesta a una situación particular. Los conceptos ad hoc con los que se asocian incluyen el conocimiento relacionado con esas categorías construidas "para la ocasión". Por ello, los conceptos ad hoc no son atómicos codificados; no están asociados convencionalmente a términos léxicos; son, más bien, no lexicalizados. Estos pueden expresarse —literalmente— mediante unidades superiores al mono-lexema, típicamente sintagmas como cosas de un despacho que podrían usarse para clavar una alcayata. Este sintagma expresa el concepto ad hoc COSAS DE UN DESPACHO QUE PODRÍAN USARSE PARA CLAVAR UNA ALCAYATA. Dado que las categorías ad hoc no están almacenadas en la memoria, sus ejemplares no las activan automáticamente. Un pisapapeles puede ser un ejemplar de la categoría cosas de un despacho que podrían usarse para clavar una alcayata, pero un pisapapeles no activa esta categoría automáticamente.

Una vez construidas, al igual que las categorías más duraderas, las ad hoc funcionan como categorías coherentes, exhibiendo estructuras internas que muestran graduaciones de tipicidad o mostrando una estructura gradual. La estructura muestra distintos grados de tipicidad, según Barsalou (1987), en tanto los miembros de estas categorías ad hoc se juzgan por su "propiedad" en ellas. La calificación de propiedad deriva de que el miembro concuerde con un objetivo o idea (Barsalou, 1991). Como las categorías ad hoc no están almacenadas en la memoria, los efectos de tipicidad no pueden emerger a partir de la similitud entre los ejemplares y un prototipo almacenado, sino que, según Barsalou (1985), emergen alrededor de valores ideales que apoyan el logro de metas y también alrededor de la frecuencia de ejemplificación. Así, un concepto como ALIMENTOS QUE NO DEBEN COMERSE EN UNA DIETA surge alrededor de un rasgo fundamental, en este caso, el valor calórico de los alimentos, que determina si algo pertenece o no a la categoría. Los miembros que caen bajo ese concepto cumplen el objetivo de que tengan pocas calorías y el ideal es que no tengan ninguna. El valor de un elemento sobre esta dimensión es lo que determina su grado de tipicidad. El parecido, con el miembro más distintivo de la categoría, el chocolate, no entra en juego.

Barsalou (1987) defiende que estas estructuras internas son, por lo general, tan estables y robustas como aquellas de las categorías taxonómicas familiares. Además, cuando las categorías ad hoc se usan con frecuencia, llegan a ser altamente familiares y se establecen en la memoria a largo plazo. El mismo Barsalou ofrece ejemplos muy ilustrativos de este fenómeno: así, objetos que guardar en una maleta es una categoría ad hoc la primera vez que una persona se hace una maleta y emprende un viaje, pero después de muchos viajes, esta categoría se establece en la memoria (Barsalou, 2010). Sus instanciaciones se codifican en la memoria.

Aunque las categorías ad hoc son ubicuas en la cognición humana, no han sido objeto de suficiente investigación. Se necesita más estudio para entender su estructura y su papel en la cognición. Problemas importantes aún no resueltos pueden formularse del siguiente modo: ¿cómo producen los mecanismos conceptuales y lingüísticos las categorías ad hoc?, ¿cómo estas se estabilizan en la memoria, tras su uso frecuente?, o ¿cuáles son los distintos tipos, si es que los hay, de categorías ad hoc?

Para arrojar luz sobre esta tipología, podemos centrarnos en uno de los contextos teóricos en los que se han estudiado: el de la metáfora. Por ello, a continuación comparamos las dos teorías principales que han defendido que el significado que el hablante comunica con los vehículos metafóricos es un concepto ad hoc: la teoría de la relevancia y la de la interacción. También veremos si desde ellas podemos distinguir entre varios tipos de conceptos ad hoc: conceptos ad hoc metafóricos y no metafóricos.

2. Teorías del significado metafórico como concepto ad hoc

Para explicar el significado del uso metafórico del lenguaje, o más específicamente el del vehículo metafórico de una proferencia metafórica, en la bibliografía sobre este tema hay al menos dos enfoques que tratan a los significados o a los conceptos comunicados por los vehículos metafóricos como conceptos ad hoc. Uno de ellos defiende que la metáfora explota una categorización ad hoc, ya sea entendida como inclusión de clases (Glucksberg & Keysar, 1990; Glucksberg, 2001) o como relajación de conceptos (Carston, 2002; 2010a; Wilson & Carston, 2006). En el otro, el enfoque de la interacción, la metáfora no hace uso de una simple categorización ad hoc como resultado de una inclusión de clases, sino como una recategorización ad hoc que resulta de una aplicación desde un domino fuente a un dominio objeto (Romero & Soria, 2010a)3.

Glucksberg y Keysar (1990) propusieron que la posibilidad de elaborar categorías ad hoc está en la esencia de la metáfora. Por ejemplo, en la proferencia metafórica de Mi trabajo es una cárcel, la palabra cárcel se entiende porque nombra una categoría superordinada de entidades que confinan a alguien contra su voluntad, son desagradables y es difícil escapar de ellas. Bajo esta categoría ad hoc caen tanto las cárceles como el trabajo del hablante. La TR con su subtarea pragmática de relajación o debilitación de conceptos presenta un enfoque similar y su explicación del ejemplo anterior, de la proferencia metafórica de Mi trabajo es una cárcel, sería que se usa para comunicar que (MIy TRABAJO)x ES UNA CÁRCEL*, donde CÁRCEL* es un concepto ad hoc que resulta del ajuste del concepto codificado CÁRCEL, y está asociado a una categoría superordinada bajo la cual caen tanto las cárceles como el trabajo del hablante. Interpretar una metáfora, en cualquiera de estas dos propuestas, supone encontrar la categoría superordinada que pueda incluir tanto al trabajo del hablante como a las cárceles.

Como puede observarse, los conceptos ad hoc usados por los relevantistas no son, como los ejemplos señalados por Barsalou, conceptos que se manifiesten a través de expresiones sintagmáticas, sino que en la TR estos remiten a aquellos conceptos que resultan del ajuste de un significado codificado o del de un concepto atómico codificado. La TR propone que la metáfora explota la producción de un concepto ad hoc para el vehículo metafórico que se deriva tras relajar o debilitar las condiciones de aplicación del concepto que ese vehículo metafórico codifica, una de las dos tareas pragmáticas generales que, según los relevantistas, llevan a la producción de conceptos ad hoc4.

Ahora bien, no todas las teorías de la categorización en metáfora explican los conceptos que comunican los vehículos metafóricos, como un caso de inclusión de clases resultado de la relajación conceptual. La TI explica el significado metafórico que adquieren los vehículos metafóricos apelando al significado que estos tienen en una reestructuración metafórica del concepto objeto desde el concepto fuente, esto es, una reestructuración metafórica del concepto asociado con aquello de lo que se está hablando desde el concepto al que el vehículo metafórico remite. El concepto objeto reestructurado metafóricamente5 sirve como nuevo contexto de interpretación del vehículo metafórico, al que le asignará un concepto ad hoc. De este modo, desde la TI puede defenderse que los conceptos ad hoc metafóricos tienen características peculiares y que difieren de los conceptos ad hoc que pudieran comunicarse con las aproximaciones o las hipérboles. Defendemos, pues, que hay diferentes clases de conceptos ad hoc y que hay una diferencia cualitativa entre la construcción de estos para la interpretación metafórica y la construcción de otros no-metafóricos puesto que, como ya hemos indicado, hay un rasgo en la producción de los primeros que no interviene en la elaboración de los otros: la analogía que se produce en la reestructuración metafórica del concepto objeto desde el concepto fuente. Este rasgo ha sido propuesto como peculiar de la metáfora en la TI. De hecho, Max Black, uno de los padres de este enfoque, concluye: "[...] puede decirse que en toda metáfora media una analogía o una correspondencia estructural" (Black, 1977, p. 445). Esta propuesta recibe apoyo de estudios empíricos recientes (Gentner, 1983; Bowdle & Gentner, 2005).

2.1. La teoría de la relevancia: los conceptos ad hoc

Según la TR, no siempre se usa una palabra para expresar exactamente el concepto que codifica y, por ello, en una ocasión de uso una misma palabra no siempre selecciona la misma categoría de objetos, eventos o propiedades. A menudo, hay una distancia entre el concepto que una palabra codifica y el concepto que un uso de esa misma comunica en una ocasión concreta. Salvar esta distancia conlleva, como dice Carston (2002, p. 220, n. 54), la tarea pragmática de la construcción de un concepto ad hoc al derivar la proposición expresada.

Reforzamiento o enriquecimiento y relajación o debilitación de conceptos son subtareas de la pragmática en la construcción de los conceptos ad hoc (Carston, 2002; 2010a). Con (1), un caso de reforzamiento,

(1) [Ana, que había dejado claro que quería sentar la cabeza y tener niños, emite:] Quiero conocer a un soltero.

Se expresa (1a), la forma proposicional que codifica (1).

(1) a. ANAX QUIERE EN TI CONOCER A UN SOLTERO

Incluso si saturamos las variables, (1a) no sería una explicatura comunicada por (1), puesto que no es una proposición intencionada por la hablante. Por el contexto en que se emite la oración se sabe que Ana no comunica que quiere conocer a cualquier soltero; no está interesada en conocer a un soltero como el Papa. Se necesita un ajuste pragmático del concepto léxico codificado SOLTERO que resulte en un concepto ad hoc —marcado con un asterisco— como podemos ver en (1b).

(1) b. ANAX QUIERE EN TI CONOCER A UN SOLTERO*

(1b) es una explicatura de (1); es el resultado de desarrollar una forma lógica codificada por (1). El concepto SOLTERO se enriquece de modo que su denotación solo incluya al subconjunto de los solteros interesados en el matrimonio: SOLTERO*. El hablante comunica explícitamente (1b), que incluye un concepto ad hoc.

Se produce una relajación o debilitación conceptual siempre que una condición de aplicación del concepto literalmente expresado se excluya para que su aplicación se amplíe. Un ejemplo de debilitación conceptual es el concepto ad hoc CÁRCEL* que resulta de la debilitación del concepto codificado CÁRCEL al interpretar la proferencia metafórica de Mi trabajo es una cárcel6. Bajo CÁRCEL* caen tanto los centros presidiarios como el trabajo del hablante. Otro ejemplo de ampliación o relajación puede verse en (2).

(2) [Dos miembros de un departamento de una universidad, María y Roberto, tienen puntos de vista muy diferentes sobre cómo afrontar el recorte presupuestario reciente del departamento. María es reacia a discutir sus ideas con Roberto, comentando:] Roberto es una excavadora

Para la interpretación de (2), un caso de metáfora, se pierden algunos rasgos definitorios de EXCAVADORA, dejando solo las propiedades que se consideren que

Roberto puede tener, que se le pueden atribuir literalmente a él. Se recupera por decodificación una forma proposicional que puede representarse en (2a)

(2) a. ROBERTOX ES UNA EXCAVADORA

pero (2a) no puede ser una explicatura de la proferencia (2). Por ello, se necesita un ajuste conceptual del concepto léxico codificado para construir el concepto ad hoc como puede verse en (2b).

(2) b. ROBERTOX ES UNA EXCAVADORA*

(2b) es una explicatura de (2). El concepto léxico codificado, EXCAVADORA, se debilita, con lo que pierde parte de su entrada lógica, en este caso, la información de ser una máquina. EXCAVADORA* representa el concepto que resulta de una relajación o debilitación del concepto codificado, EXCAVADORA, e incluye el conocimiento enciclopédico de estas máquinas que se aplica literalmente a Roberto y que permitiría, según los relevantistas, las implicaciones bajo (2c).

(2) c. ROBERTOX ES CONTUNDENTE
ROBERTOX ES OBSTINADO
ROBERTOX ES PERSISTENTE
ROBERTOX ES INSENSIBLE A LOS SENTIMIENTOS Y PUNTOS DE VISTA DE OTROS

Con (2) se comunica (2b), que es un vehículo para derivar y comunicar también las implicaturas que se señalan en (2c)7.

En este enfoque, la metáfora no requiere ninguna habilidad interpretativa o procedimiento especial más que los requeridos en todos los otros casos de relajación. Las metáforas son casos de relajación cuya única diferencia con los usos laxos no-metafóricos, tales como las hipérboles y las aproximaciones, es de grado. El ejemplo que siempre usan estos autores para ilustrar esta propuesta es el de los distintos usos de hirviendo en varias proferencias de la oración (3)

(3) El agua está hirviendo

Según se trate de una metáfora, una hipérbole o una aproximación, el concepto HIRVIENDO se ajusta pragmáticamente, produciendo distintos conceptos ad hoc, HIRVIENDO*, que activan distintos supuestos enciclopédicos detallados en (3a–c):

Como puede verse en (3d), solo en el uso literal de hirviendo se mantienen la denotación del término y los supuestos enciclopédicos que se corresponde con la entrada lógica del significado o del concepto codificado. En el resto de los casos HIRVIENDO pierde la entrada lógica asociada a HERVIR: PRODUCIR BURBUJAS UN LÍQUIDO CUANDO SE AUMENTA SU TEMPERATURA, apareciendo distintos conceptos ad hoc HIRVIENDO* cuya denotación es más amplia de la que le corresponde a HIRVIENDO, conceptos que activan respectivamente los supuestos (3a)-(3c). En esos casos, (3) explicatura (3e)

(3) e. EL AGUA ESTÁ HIRVIENDO*

donde HIRVIENDO* se caracteriza, según los supuestos enciclopédicos simultáneamente activados por agua y por hirviendo, en cada uno de esos usos.

Lo que todos estos procesos léxico-pragmáticos tienen en común es que se aplican on-line de un modo flexible y contexto-dependiente, creando sentidos novedosos para palabras existentes. Tanto en los casos de reforzamiento como de relajación, estos resultados son conceptos ad hoc que se comunican por los usos de palabras que no los codifican. Un concepto ad hoc en la TR difiere de los codificados en tanto resulta de un ajuste pragmático de este último. Por ello, los ejemplos de esta sección incluyen conceptos ad hoc: CÁRCEL*, SOLTERO*, EXCAVADORA*, HIRVIENDO*, y de ahí que no se diga nada peculiar sobre la metáfora.

Ahora bien, Carston (2010b) admite que no todas las metáforas pueden explicarse recurriendo a la relajación aludida y propone dos rutas diferentes para la interpretación de estas. Una es la construcción de conceptos ad hoc que intervienen en la explicatura para casos simples como el de (2), una metáfora ordinaria. La otra se sigue para casos extendidos y más creativos en los que el significado literal del texto es parte del proceso de la derivación de implicaturas. Un ejemplo de este tipo de metáfora, a la que Carston llama literaria, es (4):

(4) El amor es el faro y los marineros rescatados

Para interpretar (4), según la ruta seguida para (2), habría que eliminar las entradas lógicas incluidas en los conceptos literalmente expresados por faro, marinero y rescatado, de modo que sus respectivas denotaciones se ampliaran. Se construirían varios conceptos ad hoc con una aplicación más extensa y menos informativa. Carston reconoce la dificultad de mantener que lo que sucede en la interpretación de los usos literarios y extendidos de metáforas se explica mediante este tipo de ajuste, donde prácticamente cada uno de los vocablos que aparecen en la proferencia metafórica necesitaría para su interpretación la debilitación del concepto. Por ello, rechaza este tipo de explicación que apela a conceptos ad hoc y propone que las metáforas literarias, extendidas, etc., se interpretan mediante otra ruta, negando para ellas una explicatura distinta de la literal y destacando que, a menudo, los efectos más importantes de estas proferencias metafóricas imaginísticas son de carácter no proposicional8.

Una vez expuestas las propuestas actuales sobre metáfora de los relevantistas, veamos los problemas de los que adolece su enfoque de la metáfora como relajación o debilitación de conceptos. Consideremos de nuevo (2). El primer problema, que los mismos teóricos de la relevancia reconocen, es que nuestro conocimiento enciclopédico de las excavadoras, esas máquinas grandes usadas para retirar tierra, rocas, escombros, etc., no incluye la información de que pueden ser contundentes, obstinadas, persistentes, insensibles a los sentimientos y puntos de vista de otros, etc. Por ello hay que preguntarse cómo puede el concepto EXCAVADORA* mantener propiedades que no se asocian con él previamente, cómo puede activar esos supuestos enciclopédicos9.

De ahí que, para casos como (2), los teóricos de la relevancia se pregunten de dónde surgen las propiedades que se predican de Roberto si no están en la entrada enciclopédica de EXCAVADORA, si no son propiedades que se apliquen literalmente a las excavadoras. La dificultad para responder esta pregunta motiva su formulación de lo que llaman el problema de las propiedades emergentes. El tema de las propiedades emergentes plantea un reto para la TR, que en términos de Wilson y Carston no es más que "[...] justificar el paso desde el concepto codificado al concepto comunicado y desde el concepto comunicado a las implicaturas [...] sin recurrir a mecanismos interpretativos especiales" (2006, p. 418). Este reto, según ellas, se logra si se responde a la cuestión de "cómo puede haber una transición inferencial genuina desde la premisa de que el hablante ha proferido la oración 'Roberto es una excavadora' a la conclusión de que el hablante aseveró que Robertox es una EXCAVADORA* e implicaturó que es contundente, obstinado, persistente, e insensible a los sentimientos de otros (etc.)" (2006, p. 416). La transición inferencial tendría que ir desde la proferencia del hablante, (2), hasta las implicaciones contextuales, señaladas en (2c), pasando por el contenido explícito, (2b). Y para justificar esta transición inferencial sugieren que podría "entenderse que María asevera que Roberto es una EXCAVADORA* (donde EXCAVADORA* es PODEROSA*, TRITURADORA*, SIGUE ADELANTE A PESAR DE LOS OBSTÁCULOS*, etc.)" (Wilson & Carston, 2006, p. 428; 2008, p. 33). Los relevantistas intentan explicar cómo emergen las propiedades para las excavadoras diciendo que EXCAVADORA* adquiere propiedades ad hoc. Estas propiedades* emergen por derivación metafórica desde propiedades asociadas al concepto codificado EXCAVADORA: "parte de la información asociada con los conceptos codificados [...] tiene que ser a su vez interpretada metafóricamente" (Wilson & Carston, 2006, p. 416). Esto supone que "el proceso de comprensión de la metáfora conlleva una metáfora dentro de una metáfora (o un uso laxo dentro de un uso laxo)" (Wilson & Carston, 2006, p. 416; 2008, p. 16).

Su propuesta del uso laxo dentro del uso laxo, en nuestra opinión, no proporciona una solución al problema de las propiedades emergentes porque aunque estas fuesen las propiedades asociadas al vehículo metafórico aplicadas de un modo laxo, no tenemos ningún criterio para saber cuáles son las elegidas del vehículo metafórico que se van a aplicar de un modo laxo. Señalar que son las propiedades que se aplican metafóricamente no es más que formular el problema de otro modo. Así que, lejos de resolver el problema, su intento de solución muestra más claramente el problema aludido y añade otros inconvenientes relacionados con él. En concreto, añade el problema de la selección de propiedades relacionadas con el vehículo metafórico —las que deben relajarse—. También añade el problema de qué significa que una propiedad pierda su entrada lógica o definitoria o de cómo pasan las propiedades a propiedades*10. Y, por último, no se entiende cómo las propiedades* sirven para justificar la transición inferencial desde (2b) a (2c): ¿cómo podemos pasar de PODEROSA*, TRITURADORA*, SIGUE ADELANTE A PESAR DE LOS OBSTÁCULOS* a CONTUNDENTE, OBSTINADO, PERSISTENTE, INSENSIBLE A LOS SENTIMIENTOS Y PUNTOS DE VISTA DE OTROS?

Estos problemas pueden resolverse, pero hay que abandonar el enfoque de la TR con su propuesta de que la metáfora es un caso de debilitación conceptual (Romero & Soria, 2007)11 y hay que tener en cuenta que la interpretación de la metáfora involucra un tipo especial de proceso de construcción del concepto ad hoc: uno que requiere una aplicación desde el dominio fuente al dominio objeto, un proceso pragmático que conlleva una transferencia de significado para el vehículo metafórico (Romero & Soria, 2005a). Resolver los problemas anteriores reconociendo que se necesita otro proceso nos permite, además, explicar las diferencias que hay entre los conceptos ad hoc metafóricos y los no metafóricos. Si a este proceso distintivo de la metáfora se le añade la propuesta de que el input del nuevo concepto ad hoc puede ser ya un concepto ad hoc (Romero & Soria, 2010a), también se puede defender una explicación homogénea de la construcción conceptual ad hoc que se produce en la interpretación de cada proferencia metafórica novedosa. Demos paso a la teoría de la interacción para ilustrar estas propuestas.

2.2. El enfoque de la interacción: el significado provisional metafórico

Las propuestas que hemos defendido en las dos últimas décadas sobre metáfora tienen como fuente principal las propuestas de Indurkhya (1986; 1992), que a su vez enraízan en la TI de Black (1954-1955; 1977). Nuestro fin principal ha sido establecer de un modo preciso los procedimientos de interpretación metafórica de modo que pueda explicarse cómo se elabora el significado metafórico. La clave de este objetivo es que aspira a dar forma a la noción de interacción de Black, permitiendo así determinar exactamente qué tipo de semejanza se da o crea en la metáfora.

La interpretación metafórica involucra la formación de un concepto ad hoc de un tipo especial que actúa como significado del vehículo metafórico12: una interpretación que requiere la aplicación desde el dominio fuente al dominio objeto, que necesita la clase de explicación que proporcionan algunas teorías de la interacción en metáfora. En ellas la interpretación metafórica involucra una habilidad humana especial que no se encuentra en otros procesos de construcción de conceptos ad hoc: la habilidad analógica, mediante la cual los interlocutores producen aplicaciones coherentes de un conjunto de rasgos del dominio fuente a uno en el dominio objeto para obtener un dominio objeto reestructurado metafóricamente y, por ello, análogo parcialmente con el dominio fuente. La interacción toma una forma precisa con la aplicación parcial entre dos dominios. La aplicación parcial produce un concepto objeto reestructurado metafóricamente que hace que el contexto de interpretación para la proferencia metafórica cambie. Desde este nuevo contexto se produce un nuevo significado —al menos para el vehículo metafórico— que viene a ser ad hoc y se determina en el concepto objeto reestructurado metafóricamente.

Según este marco teórico, una metáfora pone en relación cognoscitiva dos dominios separados, empleando un lenguaje apropiado a uno de ellos como una lente para contemplar el otro. Las metáforas redescriben el dominio objeto en vocablos del dominio fuente. La distinción entre dominio objeto y dominio fuente es relativa a la relación que hay entre los conceptos que intervienen en las proferencias metafóricas. Cuando se interpreta una proferencia metafórica se identifican, por ello, dos conceptos representados por dos dominios. Uno de los conceptos es el asunto del que se habla y se representa por el dominio objeto. El otro concepto tiene que ver con aquello que se le atribuye al asunto del que se habla y se representa por el dominio fuente, al cual pertenecen los vocablos que constituyen el vehículo metafórico. Por ejemplo, en la proferencia metafórica (2) el dominio objeto es el que representa el concepto ROBERTO y el dominio fuente es el que representa el concepto EXCAVADORA.

Puesto que los conceptos que intervienen en una proferencia metafórica se entienden más como sistemas que como entidades indivisibles y que la misión de los dominios es representarlos, un dominio consiste en un conjunto de vocablos y otro de restricciones estructurales. Así, en la interpretación metafórica de (2), primero, representamos la información asociada con los conceptos mediante dominios. El dominio fuente podría tener en su vocabulario expresiones como excavadora, máquina, poderosa, seguir adelante, retirar, tierra, rocas, obstáculos, etc. y, como restricciones estructurales, las oraciones

[1f] Las excavadoras son máquinas grandes,
[2f] Las excavadoras son poderosas,
[3f] Las excavadoras siguen adelante retirando tierra, rocas, etc. que están en su camino,
[4f] Las excavadoras tienen el poder de retirar obstáculos grandes,
[5f] Las excavadoras pueden usarse para conseguir retirar obstáculos,
[6f] Cuando se usa una excavadora, el usuario se hace poderoso, etc.

Por su parte, el dominio objeto, que representa el concepto de un humano, podría tener en su vocabulario expresiones como Roberto, ser miembro de un departamento universitario, contundente, opiniones contrarias, argumento, doblegar a, oponente, etc. y sus restricciones estructurales serían oraciones asociadas al comportamiento humano de Roberto como

[1o] Roberto es miembro de un departamento universitario,
[2o] Roberto es contundente en sus argumentos
[3o] Roberto lleva sus ideas adelante sin tener en cuenta las opiniones contrarias en reuniones departamentales,
[4o] Roberto tiene la capacidad de superar a oponentes difíciles,
[5o] Roberto puede ser usado para eliminar dificultades,
[6o] Roberto no se rinde ante las dificultades, etc.

Para interpretar una metáfora se ha de describir el dominio objeto mediante vocablos del dominio fuente, transfiriendo un conjunto de restricciones estructurales desde el dominio fuente al dominio objeto. Para ello, se elabora una aplicación parcial F desde algunos de los vocablos del dominio fuente a vocablos del dominio objeto y se selecciona un conjunto de oraciones O del dominio fuente que son transformables coherentemente en oraciones del dominio objeto por medio de la aplicación F. O recoge la información del dominio fuente que puede ser similar a la que se relaciona con el dominio objeto. F sustituye unidades del vocabulario del dominio fuente por otras del vocabulario del dominio objeto. Esta sustitución permite elaborar restricciones estructurales análogas para el dominio objeto y se justifica si las oraciones del dominio fuente que se transforman con estas sustituciones —que pasan a oraciones que solo incluyen vocablos del dominio objeto— son coherentes con las del dominio objeto antes de reestructurar. Las oraciones del dominio fuente, transformadas en oraciones del dominio objeto, son coherentes con las oraciones del dominio objeto si su unión es verdadera al menos bajo un modelo; en este caso la coherencia es débil. Dicha coherencia es fuerte si cada una de las oraciones transformadas a vocablos del dominio objeto es una consecuencia lógica del dominio objeto.

En la interpretación de (2), en segundo lugar, se elabora una aplicación parcial desde el dominio fuente, excavadora, al dominio objeto, Roberto. F podría ser un conjunto que tuviera entre sus miembros pares ordenados del tipo (excavadora  Roberto), (poderoso  contundente), (retirar  doblegar a), (rocas  opiniones contrarias), (obstáculos  oponentes) y O un conjunto de oraciones que incluyera las oraciones [2f], [3f], [4f], [5f], [6f] del dominio fuente, que quedarían transformadas en [2o'], [3o'], [5o'], [8o'] y [9o'].

[2o'] Roberto es contundente,
[3o'] Roberto sigue adelante doblegando las opiniones contrarias,
[5o'] Roberto doblega a los oponentes,
[8o'] Roberto puede ser usado para conseguir doblegar a los oponentes, y
[9o'] Cuando se usa a Roberto, el usuario de hace poderoso.

Puesto que la unión de [2o'], [3o'], [5o'], [8o'] y [9o'] con las oraciones del dominio objeto es verdadera, al menos en un modelo, la aplicación F y el conjunto de oraciones O esbozado conformarán el nuevo contexto desde donde interpretar (2). Además, [2o'], [3o'], [5o'] son consecuencia lógica de las oraciones del dominio objeto antes de reestructurarlo, su información está incluida en las oraciones del dominio objeto [2o], [3o], [4o], mientras que [8o'] y [9o'] no lo son. La unión anterior no es verdadera en todos los modelos en los que lo es el dominio objeto antes de reestructurarlo. Por ello, la coherencia es débil y se añade nueva información al dominio objeto por parte del dominio fuente, a saber, la incluida en [8o'] y [9o']. Cuando no hay información similar en el dominio objeto a la del dominio fuente, se crea para el dominio objeto.

La aplicación parcial produce un concepto objeto reestructurado metafóricamente, a saber, ROBERTOM, desde donde, en tercer lugar, se interpretará (2). El nuevo contexto de interpretación muestra una concepción de Roberto modificado por aquellos aspectos del concepto EXCAVADORA que intervienen en su reestructuración. Interpretar (2) no es más que considerar el significado en el dominio objeto reestructurado de los vocablos del dominio objeto que la función F de la aplicación parcial relaciona con los vocablos del dominio fuente que aparezcan en (2). En la aplicación esbozada, el vocablo del dominio fuente excavadora adquiere el significado que Roberto tiene en ROBERTOm. ROBERTOm permite determinar lo que se dice metafóricamente mediante (2), con el resultado de que el significado provisional metafórico o el concepto ad hoc construido para excavadora, el vehículo de la metáfora, es el significado o concepto provisional asociado con Roberto en el dominio objeto reestructurado metafóricamente. Y lo que se asocia con ser una excavadora es ser contundente, seguir adelante doblegando las opiniones contrarias, tener la capacidad de doblegar a oponentes difíciles, poder ser usado para tal fin haciendo a su usuario poderoso, etc. Su significado es ad hoc y es lo que se le atribuye a Roberto. Con las metáforas, no construimos un concepto ad hoc con una aplicación más amplia, sino con una diferente. Cuando usamos metafóricamente excavadora no estamos interesados en aplicar esta expresión a las cosas normales a las que usualmente se hace. En su sentido metafórico, este predicado no se emplea para ciertas máquinas. El significado normal de excavadora se cambia por otro fijado en el dominio objeto reestructurado metafóricamente, ROBERTOm.

El mecanismo metafórico, según lo expuesto, resulta en una reestructuración del dominio objeto que sirve de contexto de interpretación, el cual le permite al intérprete asociar conceptos metafóricos ad hoc o, como nosotras preferimos llamarlos, significados provisionales metafóricos con las palabras incluidas en la proferencia metafórica. Veamos, entonces, cómo desde la propuesta teórica que acabamos de defender se pueden solucionar los problemas de la TR.

Solucionar el problema de saber cuáles son las propiedades relacionadas con el vehículo metafórico no es más que señalar el conjunto de restricciones estructurales en el dominio fuente que la aplicación entre términos puede transformar coherentemente. La coherencia es la que en última instancia justifica la selección de las propiedades del concepto asociado al vehículo metafórico. Estas propiedades tienen el mismo significado que sus contrapartidas según la función F. Así, el problema de las propiedades* también se soluciona porque se determinan según el papel de los términos del dominio objeto en el concepto objeto reestructurado metafóricamente que la aplicación entre términos señala. En el ejemplo anterior, el significado de retirar es el de doblegar en el dominio objeto reestructurado metafóricamente, que puede coincidir con su significado lexicalizado o no según sea la aplicación fuertemente coherente o débilmente coherente. En este sentido, también se justificaría la transición inferencial desde (2b) a (2c) si tuviésemos una aplicación parcial entre dominios que asociara los términos que representan las propiedades seleccionadas del dominio fuente con términos que representan las propiedades que se terminan atribuyendo a Roberto en (2c), aunque no hace falta ponerle a las primeras un asterisco. Dado que en nuestra propuesta no se habla de propiedades* sino del significado de los términos del dominio fuente, lo que defendemos es que su significado se fija por el significado de su contrapartida en el dominio objeto. En definitiva, EXCAVADORA* es un concepto equivalente en el contexto de interpretación señalado para (2) a ROBERTOm, que asocia a Roberto las propiedades señaladas en [2o'], [3o'], [5o'], [8o'] y [9o'], que son análogas a las que se atribuyen a las excavadoras. Además, [8o'] y [9o'] no es una información que estuviera en el dominio objeto antes de reestructurarlo por el dominio fuente, sino que se ha creado para el dominio objeto con la ocasión de la metáfora. Esto no es más que conseguir que emerjan propiedades en el dominio objeto. Es en este sentido en el que nosotras defendemos que hay propiedades emergentes característicamente metafóricas, que poco tienen que ver con las propiedades emergentes de la TR. En la metáfora no emergen propiedades metafóricas que se asocian a las excavadoras para poder atribuirlas literalmente a Roberto, simplemente se seleccionan aquellas propiedades literales de las excavadoras que representan una información cuya estructura puede aplicarse para decir algo paralelo de Roberto con propiedades que pueden atribuírsele a un humano.

Cuando la propiedad de ser una excavadora se atribuye metafóricamente a algo que no es una excavadora, cambia provisionalmente su significado, construimos un concepto ad hoc como su significado, pero este ya no sirve para hablar de excavadoras, sino de Roberto o de otras personas. Solucionar el problema de las propiedades emergentes supone entender a la metáfora como un caso de transferencia de significado justificado por aplicaciones parciales entre dominios, y no como un caso simple de reducción del significado para que se amplíe su denotación.

El rechazo a la propuesta interpretativa que los teóricos de la relevancia ofrecen para explicar la metáfora no debe ocultar que nuestro desacuerdo con la propuesta original es mayor que con el desarrollo que ofrece Carston (2002). Estamos de acuerdo con las nuevas versiones de la TR en la defensa de la metáfora como un fenómeno cuya interpretación afecta a la explicatura o lo que se dice. El significado de una proferencia metafórica no consta solo de implicaturas. En nuestra opinión, los efectos contextuales no deben registrarse en el ámbito de lo implicaturado, sino en el de lo que se dice (Romero & Soria, en prensa).

El enfoque de la interacción expuesto, además, muestra cómo los conceptos ad hoc aparecen al interpretar metáforas. Pero los conceptos, como veremos en la siguiente sección, pueden ser ad hoc de distintos modos.

3. Variedades de conceptos ad hoc

Por lo indicado hasta ahora, los conceptos ad hoc, por un lado, pueden ser lo expresado por sintagmas complejos interpretados literalmente, como en los ejemplos de Barsalou. Por otro, pueden resultar del ajuste pragmático de los conceptos atómicos lexicalizados como señala la TR. Si la TI es correcta, además, puede distinguirse perfectamente entre los conceptos ad hoc producidos metafóricamente y otros ajustes conceptuales pragmáticos. Justo estas variedades de conceptos ad hoc son el objeto de este apartado, cuyo objetivo final es que se pueda poner de manifiesto, en la siguiente sección, que algunas veces los vehículos metafóricos expresan literalmente conceptos ad hoc que deben transformarse metafóricamente, esto es, que serían doblemente ad hoc.

El caso más claro de concepto ad hoc es aquel en el que un concepto es construido por un sintagma complejo como en los siguientes ejemplos: cosas útiles para subirse a cambiar una bombilla, una isla tropical bañada por el sol que es un imán para las jóvenes turistas suecas. Estas expresiones remiten a conceptos ad hoc, los cuales se construyen in situ y es poco probable que el hablante los tuviera confeccionados en la memoria de antemano. Son conceptos literales en el sentido de que los sintagmas que los expresan incluyen expresiones cuyos significados codificados se mantienen operativos en la integración del significado o del concepto ad hoc complejo (Romero & Soria, 2010a).

También puede usarse anafóricamente un sintagma para referir a un concepto ad hoc complejo. Así, esa clase de isla puede remitir al concepto expresado por una isla tropical bañada por el sol que es un imán para las jóvenes turistas suecas. Otro ejemplo se muestra en el uso anafórico de ese mar referido a un concepto expresado de un modo más extendido que en el ejemplo anterior mediante lo siguiente: 

[s]abemos qué aspecto tiene el mar contemplado desde lejos; es de un solo color y raso, y resulta evidente que no puede contener esas criaturas que se llaman peces. Pero si miramos dentro de él sobre el borde de un bote, vemos decenas de colores, y profundidad tras profundidad, y en todas ellas hay peces nadando. Ese mar es... (Ejemplo tomado de Abinger Harvest de Foster traducido de su cita en Monfries, 1970, p. 1).

Esa clase de isla y ese mar remiten anafóricamente a conceptos ad hoc literales. Sintagmas nominales como una isla tropical o una isla ártica ilustran cómo la denotación de los conceptos que expresan, ISLA TROPICAL e ISLA ÁRTICA, respectivamente, puede ser más estrecha que la del concepto ISLA cuando aparece en expresiones complejas, pero literales en las que no se requiere ningún cambio de significado. En todos estos casos la palabra isla se ha mantenido con su significado literal en la composición del significado.

Sin embargo, hay casos en los que el significado codificado debe ajustarse pragmáticamente. Este ajuste puede ser metafórico o no metafórico. Cuando la palabra isla se usa sin ningún modificador para comunicar una denotación más estrecha, comunica un concepto ad hoc como en el siguiente ejemplo:

(5) [Ana, que quiere escaparse de su ajetreada vida, profiere:] Estoy pensando en retirarme a una isla.

La denotación de isla en este ejemplo no parece incluir islas como Japón o Manhattan, sino islas paradisíacas y tropicales con playas de arena donde se puede pasear para relajar los músculos, donde se puede uno tumbar en una toalla, etc. Este tipo de islas son la denotación de un concepto ad hoc ISLA*, resultado del enriquecimiento del concepto lexicalizado ISLA; un caso paralelo al de la explicación relevantista de SOLTERO* en la interpretación de (1). Este tipo de ejemplos donde se ajusta el significado familiar del concepto codificado por la unidad léxica es muy diferente al tipo de ejemplos en los que el concepto ad hoc expresado es el resultado de construir composicional y literalmente un concepto complejo.

A diferencia de los casos anteriores, la interpretación metafórica conlleva un tipo especial de construcción de conceptos ad hoc que requiere una aplicación entre dominios (del dominio fuente al dominio objeto). Como hemos defendido en la sección "El enfoque de la interacción: el significado provisional metafórico", cuando el dominio objeto se reestructura mediante el dominio fuente, obtenemos un dominio objeto reestructurado que sirve como contexto de interpretación del vehículo metafórico. Ahora bien, este vehículo no necesita siempre partir de un concepto establecido y lexicalizado que dará paso a un concepto ad hoc. A veces el punto de partida, como ilustraremos en el siguiente apartado, es ya un concepto ad hoc o, dicho de otro modo, el vehículo metafórico remite directamente a un concepto ad hoc que ha de modularse.

La TR, sin embargo, tiene una concepción de los conceptos ad hoc muy limitada. De hecho, en ella se admite que el input del ajuste pragmático siempre ha de ser un concepto atómico lexicalizado, algo que, como acabamos de señalar, es un requisito demasiado restrictivo. Además, la TR no permite distinguir entre los distintos tipos de conceptos ad hoc mencionados. La TI, por el contrario, hace posible una caracterización específica de los conceptos ad hoc metafóricos, con lo cual pueden distinguirse de los otros tipos de conceptos ad hoc y permite —tanto en los casos donde el dominio fuente representa a un concepto lexicalizado como en los que es un concepto complejo— una explicación homogénea de la interpretación metafórica.

Los conceptos complejos ad hoc se usan a menudo como dominio fuente en la construcción de conceptos ad hoc metafóricos y, de este modo, se produce típicamente un tipo de metáforas altamente creativas que pueden explotarse de modos extendidos y que suponen un importante reto para la TR. La metáfora extendida, en estos casos, es muy utilizada, pues la categoría ad hoc no está bien establecida. Si el concepto es ad hoc, no está confeccionado de antemano y tenemos que hacerlo más explícito para dar forma a la categoría ad hoc.

La idea de dominios y aplicaciones entre ellos es bastante más explicativa que el enfoque de la relajación o ampliación, sobre todo en este tipo de ejemplos. En un texto extendido podemos identificar los términos del vocabulario del dominio fuente y reconocer que tienen que ser interpretados desde el contexto del dominio objeto reestructurado metafóricamente.

4. Conceptos ad hoc como vehículos metafóricos

A continuación nos centramos en el tipo de casos en los que el dominio fuente representa un concepto ad hoc no metafórico expresado por el vehículo metafórico, el cual, como tal, ha de interpretarse metafóricamente. Por ello, el concepto ad hoc no metafórico adquirirá un significado provisional metafórico, pasará a ser un concepto ad hoc metafórico. Lo que hay que destacar es que el input de la interpretación metafórica es ya un concepto ad hoc y no un concepto lexicalizado, como en los casos más simples de metáfora. Esta apreciación es coherente con lo que, desde el enfoque interactivo de la metáfora, Black señaló acerca de la información asociada a los dominios fuente, a saber, que las "[...] implicaciones consisten usualmente en 'lugares comunes' sobre el sujeto subsidiario, pero puede consistir en implicaciones desviadas establecidas ad hoc por el escritor" (1954-1955, p. 291, el énfasis es nuestro).

Los dos conceptos ad hoc a los que remiten ESE MAR y ESA CLASE DE ISLA se convierten, como veremos, en dominios fuente en sus respectivos contextos. El concepto ad hoc no metafórico al que remite ESE MAR se usa como dominio fuente en (6)

(6) Sabemos qué aspecto tiene el mar contemplado desde lejos; es de un solo color y raso, y resulta evidente que no puede contener esas criaturas que se llaman peces. Pero si miramos dentro de él sobre el borde de un bote, vemos decenas de colores, y profundidad tras profundidad, y en todas ellas hay peces nadando. Ese mar es el carácter inglés, en apariencia imperturbable y raso. Las profundidades y los colores son el romanticismo y la sensibilidad ingleses; no esperamos encontrar tales cosas, pero existen. Y —para continuar mi metáfora— los peces son las emociones inglesas, que siempre tratan de subir a la superficie, pero no saben bien cómo. Por lo común, las vemos moverse por debajo, deformadas y oscuras. De vez en cuando logran ascender y entonces exclamamos: ¡Vaya, el inglés tiene emociones! ¡Es capaz de experimentar sentimientos!

En este ejemplo, el concepto MAR se usa metafóricamente para hablar del CARÁCTER INGLÉS. Sin embargo, el concepto usado como dominio fuente no es el concepto MAR, establecido en la memoria a largo plazo, sino el concepto ad hoc al que remite ESE MAR, a saber, UN MAR APARENTEMENTE IMPERTURBABLE Y RASO QUE A PESAR DE LAS APARIENCIAS CONTIENE PECES NADANDO EN SUS PROFUNDIDADES. El carácter ad hoc, en este caso, está indicado por el uso del demostrativo que remite anafóricamente al concepto comunicado por el texto que le precede.

ESE MAR remite con claridad a un concepto no establecido previamente, sino construido para la ocasión, pero este no forma parte del contenido proposicional comunicado por el hablante cuando escribe ese mar es el carácter inglés, del mismo modo que EXCAVADORA no forma parte del contenido proposicional comunicado por (2). ESE MAR se construye, entre otras cosas, para ser usado como concepto fuente a partir del cual elaborar un concepto metafórico más ad hoc, que será el que el hablante tenga la intención de comunicar. Una vez que se elabora la metáfora conceptual: EL CARÁCTER INGLÉS ES ESE MAR13, la metáfora puede explotarse o extenderse coherentemente como es el caso de las líneas que siguen a la parte ya citada del ejemplo (6):

(6) [...] Y en ocasiones vemos a esa hermosa criatura, el pez volador, que sale del agua y se eleva al aire, al sol. La literatura inglesa es un pez volador. Es un ejemplo de la vida que se desarrolla día tras día bajo la superficie; constituye una prueba de que la belleza y la emoción existen en el mar salado e inhospitalario (Ejemplo tomado de Abinger Harvest de Foster traducido de su cita en Monfries, 1970, p. 1).

En (6), los vehículos son los términos que están involucrados en la descripción de ESE MAR, el significado de mar o de pez volador debe modificarse para adaptarse a los temas carácter inglés y literatura inglesa respectivamente. No estamos hablando del mar o de un pez en ninguno de los sentidos normales de esos términos, los conceptos asociados a esos términos en el uso metafórico de la proferencia son ad hoc. Pero este no es el final de la historia. La elaboración de estos nuevos sentidos es el resultado de la aplicación del mecanismo metafórico que consiste en relacionar dos dominios cognitivos separados: los dominios fuente y objeto, usando el lenguaje apropiado al primero como lente a través del cual observar al segundo. Las metáforas redescriben al dominio objeto en términos del dominio fuente, seleccionando, destacando, omitiendo y organizando ciertos rasgos del dominio objeto (Black, 1954-1955; Lakoff & Johnson, 1980; Indurkhya, 1986, 1992). Además, algunos rasgos se crean a menudo en el dominio objeto. Para interpretar (6) hay que reestructurar el concepto CARÁCTER INGLÉS mediante el concepto ad hoc al que remite ESE MAR. El resultado de la interpretación metafórica, el dominio objeto reestructurado metafóricamente, proporciona el contexto de interpretación de la proferencia metafórica. El contexto de interpretación de (6), el contexto metafórico, da cuenta de nuestra concepción del carácter inglés modificado provisionalmente por esos aspectos del concepto ese mar, que interviene en su reestructuración. Como cambia el contexto desde el que se interpretan los términos involucrados en la proferencia metafórica, los significados asociados a estos también lo hacen. Algunos términos adquieren un significado provisional metafórico.

El carácter inglés visto provisionalmente desde ese mundo marino proporciona un contexto de interpretación para una parte seleccionada de (6), (6a)

(6a) La literatura inglesa es un pez volador

desde el cual el término pez volador cambia su significado y obtiene un significado provisional que depende de las nuevas relaciones que establece con otros términos en la caracterización de la literatura inglesa como un rasgo del carácter inglés.

El concepto LITERATURA INGLESA está moldeado mediante el concepto PEZ VOLADOR. La proferencia metafórica La literatura inglesa es un pez volador depende de la metáfora conceptual ad hoc EL CARÁCTER INGLÉS ES ESE MAR. El dominio fuente no es el concepto codificado MAR, sino el concepto ad hoc ESE MAR —UN MAR APARENTEMENTE IMPERTURBABLE Y RASO QUE A PESAR DE LAS APARIENCIAS CONTIENE PECES NADANDO EN SUS PROFUNDIDADES Y DEL CUAL SALE UNA BELLA CRIATURA: EL PEZ VOLADOR—. La reestructuración es inevitable en la interpretación de la proferencia ya que su interpretación literal no está disponible. Sin la analogía no pueden obtenerse los efectos contextuales intencionados por el hablante.

Como ya hemos indicado, este tipo de metáfora representa un reto importante para la TR y, de hecho, la misma Carston reconoce el problema al distinguir entre metáforas ordinarias que, según dice, son "espontáneas, habladas y conversacionales" y metáforas literarias que son "muy elaboradas, extendidas a lo largo de un texto y claramente literarias o poéticas" en el segundo (2010b, p. 297). Esta división es, a nuestro juicio, muy artificial y aunque el ejemplo (6) pudiera sugerir que la división funciona, hay un enorme corpus de ejemplos que sería muy difícil de clasificar en esos términos. Veamos uno de ellos, donde el concepto ad hoc al que remite ESA CLASE DE ISLA, el concepto ISLA TROPICAL BAÑADA POR EL SOL QUE ES UN IMÁN PARA LAS JÓVENES TURISTAS SUECAS, se convierte en dominio fuente de una metáfora extendida y novedosa, pero no poética —de la que reproducimos solo una parte— cuando Will, el personaje principal de la película Un niño grande, representado por Hugh Grant, piensa en voz alta (7)

(7) En mi opinión, todos los hombres son islas.
Y, lo que es más, ahora es el momento de serlo.
Vivimos en una época de islas.
Cien años atrás la gente tenía que depender de otras personas.
Nadie tenía televisión, ni CD, ni DVD, ni video... [...] ni cafetera exprés.
De hecho no tenían nada interesante. Mientras que hoy en día cada cual puede montarse su propia isla paradisíaca.
Con las provisiones adecuadas y con la actitud adecuada...
[...] se puede ser un paraje tropical bañado por el sol, un imán...
[...] para las jóvenes turistas suecas.
([Habla el contestador:] Hola. Soy Cristina. No sé nada de ti.
Anoche lo pasé muy bien...
[...] y, en fin, llámame ¿vale? Adiós.)
Y me gusta pensar que, tal vez, yo soy de esa clase de islas. Quiero pensar que soy genial. Quiero pensar que soy Ibiza. (Monólogo en Weiltz & Weiltz, 2002.)

En efecto, como señalaría Carston, en estos ejemplos los vehículos metafóricos se interpretan literalmente, pero eso no es más que el principio de la labor interpretativa del hablante14, que es idéntica a la de los casos en los que el significado del vehículo metafórico tiene como input un concepto lexicalizado. Las metáforas ordinarias y literarias tienen el mecanismo metafórico en común si uno se da cuenta de que su mecanismo es generar una analogía, desde la que interpretar finalmente a la proferencia metafórica y recuperar su significado metafórico. Esto significa que no estamos de acuerdo con la propuesta de Carston de que las metáforas literarias se interpretan solo literalmente para conseguir exclusivamente implicaturas débiles y otros efectos no-proposicionales. El significado metafórico forma parte de lo que el hablante comunica explícitamente mediante estas proferencias metafóricas y esto es compatible con que se puedan percibir efectos no-proposicionales15, al igual que en la interpretación de cualquier tipo de proferencia e incluso de cualquier clase de estímulo no ostensivo. Como dirían Bach y Harnish (1979), el contenido comunicado por las proferencias metafóricas es directo; con las metáforas se representan directa, aunque no literalmente, contenidos proposicionales (Romero & Soria, en prensa).

5. Conclusión

Tras considerar en qué sentido la propuesta relevantista no puede explicar cómo se comprenden las metáforas y mostrar que el tipo de construcción ad hoc involucrada en la interpretación metafórica apela a una aplicación parcial entre dominios conceptuales, con los ejemplos anteriores hemos mostrado, además, que la dependencia asimétrica del significado metafórico del literal se puede explicar de un modo homogéneo para todas las metáforas si recurrimos a la TI. El dominio fuente puede ser un concepto codificado o un concepto ad hoc (Romero & Soria, 2010a), pero la explicación siempre necesita especificar el sistema de correspondencias que se establecen en la aplicación a través de los dominios. La elaboración del concepto objeto metafórico permite determinar el significado metafórico del vehículo metafórico, mostrando que ese significado tiene un carácter provisional o ad hoc.

De este modo, nos oponemos a las propuestas relevantistas sobre metáfora. No estamos de acuerdo ni con el enfoque deflacionario de la metáfora como un uso laxo que resulta en conceptos ad hoc, ni con su propuesta más reciente, defendida por Carston (2010b), de una ruta interpretativa diferente para la elucidación de metáforas más creativas. En cambio, defendemos que nuestra propuesta puede dar cuenta de la construcción conceptual ad hoc metafórica homogénea y exclusivamente para todas las metáforas. Esto es así, incluso si el vehículo metafórico es una unidad mayor que la palabra.

Con este trabajo hemos querido enfatizar que a menudo las metáforas muy creativas lo son no solo porque el resultado de la aplicación entre dominios permite determinar un concepto ad hoc como significado comunicado del vehículo metafórico, sino también porque el significado literal, o el concepto al que remite el vehículo metafórico, antes de su interpretación metafórica, es ya un concepto ad hoc.


Notas

1La información asociada a un concepto, según Sperber y Wilson (1986/95, pp. 86-93), puede ser de tres tipos: lógica, enciclopédica y léxica. El contenido lógico se caracteriza por un conjunto de reglas inferenciales que capturan ciertas implicaciones analíticas del concepto. El conocimiento enciclopédico incluye supuestos comunes, información científica, creencias culturales y personales, experiencias, y observaciones idiosincráticas. Las propiedades léxicas especifican la forma fonética y las propiedades fonológicas y sintácticas de la forma lingüística que codifica el concepto.
2Manuel Hernández Iglesias (2006, junio) ya señaló que la teoría de la relevancia es de carácter deflacionario en el sentido en que Sperber y Wilson (2008) dicen que su propuesta lo es. La propuesta deflacionaria sobre la metáfora más representativa es la de Donald Davidson (1978) y en Hernández Iglesias (2010) se puede encontrar la similitud entre ambas. En Romero y Soria (en prensa) exponemos las razones de por qué la propuesta deflacionaria del estilo de la de Davidson no es una buena opción teórica para dar cuenta de la metáfora.
3Usamos los términos fuente y objeto —o meta— introducidos por Lakoff y Johnson (1980) en vez de los términos secundario —o subsidiario— y primario introducidos en la teoría de la interacción (Black, 1954-1955), porque los primeros son ya estándar tanto en la teoría de la metáfora conceptual como en la de la interacción.
4La otra tarea pragmática, distinta de la relajación o debilitación, que da lugar a conceptos ad hoc es el enriquecimiento o reforzamiento (Carston, 2010a).
5El concepto objeto reestructurado metafóricamente por el concepto fuente es normalmente considerado un "concepto metafórico", pero esta es otra noción de concepto metafórico distinta de la que estamos usando en este artículo (para una comparación sistemática de los rasgos de estas dos nociones de concepto metafórico, véase Romero & Soria, 2005a).
6Las metáforas se consideran usos laxos tanto en los orígenes de la TR propuesta por Sperber y Wilson (1986/95) como en sus desarrollos más recientes, influidos por las propuestas de Carston (1997; 2002). La diferencia más importante, dados nuestros objetivos, entre las distintas versiones de la teoría se hace notar cuando se considera que si bien para Sperber y Wilson (1986/95) el resultado de relajar los conceptos característicamente produce solo formas proposicionales implicaturadas, para Wilson y Carston (2006) ese proceso tiene como resultado también formas proposicionales explicaturadas, que son el vehículo para derivar las implicaturas (véase nota siguiente). Más diferencias en las distintas etapas de la teoría pueden verse en Romero y Soria (2010b).
7Cuando la formas proposicionales no son un desarrollo de la forma lógica codificada por una proferencia, pero esta las comunica, se consideran implicaturas de la proferencia (Sperber & Wilson, 1986/95, pp. 194-195).
8Según Hernández Iglesias (2006, junio), la propuesta sobre metáfora relevantista no puede dar cuenta, con su propuesta de los conceptos ad hoc por relajación o debilitación, de las metáforas más creativas, manteniendo que su interpretación no resulta en un contenido de naturaleza proposicional distinto del literal. A propósito de la crítica apuntada, Carston (2010a, p. 256) reconoce que ella tiene las mismas dudas acerca de "la adecuación del enfoque del concepto ad hoc para capturar lo que sucede en la interpretación de las metáforas altamente creativas, para las que él propone que no puede prescindirse del significado literal como puede hacerse en los casos más convencionales o en aquellos fácilmente derivables de estereotipos". En Carston (2010b), se desarrolla esta propuesta.
9Este problema lo planteó explícitamente Pilkington (2006, junio), aunque su crítica a la propuesta sobre metáfora relevantista va mucho más allá. Al explicar su solución al problema de cómo pueden los vehículos metafóricos mantener propiedades que no tienen previamente, rechaza que sea posible una explicación de los conceptos ad hoc como casos de debilitación y reclama que para la explicación de la interpretación metafórica se necesita una representación de información análoga, sin la cual no hay modo de dar cuenta de la fuerza de los efectos producidos mediante las metáforas (Pilkington, 2010, pp. 168-170).
10En caso de que no haya supuestos enciclopédicos que se atribuyan literalmente a Roberto para las propiedades asterisco —metafóricas—, tendrán que aparecer nuevas propiedades que también se interpreten metafóricamente. El riesgo de caer en regresión al infinito es obvio.
11Recanati (2004), siguiendo a los relevantistas, recurre a la relajación para explicar cómo funcionan las metáforas, aunque la entiende como un proceso de interpretación más que como un resultado de un proceso inferencial. Recientemente, reconoce (Recanati, 2007) que la relajación no es suficiente para explicar el comportamiento de la metáfora como respuesta a nuestras críticas en Romero y Soria (2007).
12El rasgo ad hoc es paralelo al carácter provisional que siempre hemos destacado cuando hemos descrito la naturaleza del significado metafórico (Romero, 1990-1991; Romero & Soria 1997-1998).
13Nosotras diríamos que este tipo de metáforas conceptuales son ad hoc, pues están construidas para la ocasión de uso. El término metáfora conceptual no se limita a significar aquellos conceptos convencionales que se extienden en el sistema conceptual de los hablantes de una comunidad lingüística (Romero & Soria, 2005b). Las metáforas conceptuales ad hoc son posibles porque se construyen en una ocasión particular y pueden extenderse en esa ocasión. Por ocasión, no nos referimos a una sola oración, sino, por ejemplo, a un párrafo o varias páginas de una novela, como ocurre en (6), a una película completa —e.g. Un niño grande—, a una campaña publicitaria que puede extenderse varios meses o años, etc.
14Esto pone de manifiesto la dependencia asimétrica del significado metafórico con respecto al literal que en estos casos serían conceptos complejos, pero de ningún modo supone aceptar que haya que interpretar la proferencia metafórica en dos pasos proposicionales. Es posible que un concepto complejo que sirva de dominio fuente incluya una oración subordinada para la cual haya que componer su significado. Ahora bien, la contribución de ese concepto a la interpretación metafórica solo puede determinarse desde el resultado de la aplicación del dominio fuente al objeto. La proferencia metafórica no se interpreta literalmente.
15Señalar que la metáfora comunica directa y no literalmente ciertos contenidos proposicionales no conlleva negarle la posibilidad de tener otros méritos como puede ser el efecto no-proposicional de causar emoción o provocar intimidad entre los interlocutores (Bustos, 2000). El carácter ad hoc de los conceptos creados metafóricamente justificaría la defensa de Bustos de que la metáfora requiere "la armonía de los 'movimientos' de los participantes. Es una propuesta de realizar un esfuerzo conjunto y extraordinario, sobreañadido al que exige la comprensión del habla corriente" (2000, p. 299).


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