SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.27 número2EL SISTEMA GRÁFICO DE LA MÚSICA DE LA TRADICIÓN OCCDIDENTAL: UN LUGAR PARA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO MUSICAL índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Forma y Función

versión impresa ISSN 0120-338X

Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C. vol.27 no.2 Bogotá jul./dic. 2014

https://doi.org/10.15446/fyf.v27n2.47672 

http://dx.doi.org/10.15446/fyf.v27n2.47672.

LA ENTONACION DE ENUNCIADOS INTERROGATIVOS TRANSACCIONALES EN EL ESPAÑOL HABLADO EN COLOMBIA*

THE INTONATION OF TRANSACTIONAL INTERROGATIVE SENTENCES IN THE SPANISH SPOKEN IN COLOMBIA

A ENTOAÇÂO DE ENUNCIADOS INTERROGATIVOS TRANSACIONAIS NO ESPANHOL FALADO NA COLÔMBIA

Eva Patricia Velásquez Upegui**
Universidad Autónoma de Querétaro, Santiago de Querétaro - México

* Esta comunicación hace parte de mi investigación doctoral "Entonación del español hablado en Colombia", que se inscribe dentro del proyecto general Atlas Interactivo de la Entonación del Español (ATLES).
** evapvelasquez@gmail.com.

Cómo citar este artículo:

Velásquez Upegui, E. P. (2014). La entonación de enunciados interrogativos transaccionales en el español hablado en Colombia. Forma y Función, 27(2), 207-246.

Artículo de investigación. Recibido: 15-05-2014, aceptado: 25-09-2014.


Resumen

En este artículo se presentan la descripción y el análisis de la entonación en diferentes enunciados interrogativos transaccionales, es decir, aquellos en los que prima el intercambio de información. Los datos analizados corresponden al español hablado en Colombia, particularmente en cuatro ciudades: Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena. Para la representación prosódica se emplea el sistema de transcripción sp-TOBI en el marco teórico-metodológico del modelo métrico autosegmental (MA). En términos generales, se encuentran dos configuraciones prosódicas asociadas a los grupos dialectales: L+H* L% en Medellín y H+L* HH% en la ciudad de Bogotá y Cali; Cartagena presenta ambas configuraciones en el tono nuclear.

Palabras clave: dialecto, prosodia, interrogación, tonema, modelo métrico autosegmental, sp-TOBI.


Abstract

The article presents the description and analysis of the intonation of different transactional interrogative sentences, that is, those aimed at the exchange of information. The data analyzed corresponds to the Spanish spoken in Colombia, specifically in four cities: Bogotá, Cali, Medellín and Cartagena. The sp-TOBI transcription system was used for the prosodic representation, within the theoretical-methodological framework of the autosegmental metric model (MA). Overall, two prosodic configurations were found to be associated to dialectal groups: L+H* L% in Medellín and H+L* HH% in Bogotá and Cali; Cartagena presents both configurations in the nuclear tone.

Keywords: dialect, prosody, interrogation, toneme, autosegmental metric model, sp-TOBI.


Resumo

Neste artigo, apresentam-se a descrição e a análise da entonação em diferentes enunciados interrogativos transacionais, isto é, aqueles nos quais prima o intercâmbio de informação. Os dados analisados correspondem ao espanhol falado na Colômbia, particularmente em quatro cidades: Bogotá, Cali, Medellín e Cartagena. Para a representação prosódica, empregou-se o sistema de transcrição sp-TOBI no referencial teórico-metodológico do modelo métrico-autossegmental (MA). Em termos gerais, encontram-se duas configurações prosódicas associadas aos grupos dialetais: L+H* L% em Medellín e H+L* HH% na cidade de Bogotá e Cali; Cartagena apresenta ambas as configurações no tom nuclear.

Palavras-chave: dialeto, prosódia, interrogação, tonema, modelo métrico autossegmental, sp-TOBI.


Introducción

El objetivo en este documento es describir las características de los enunciados interrogativos transaccionales en el español hablado en Colombia. Para ello es importante tener en cuenta dos tareas específicas. La primera está encaminada a la búsqueda de las características generales de la entonación interrogativa a partir de la configuración del tonema. La segunda tarea es determinar particularidades dialectales asociadas con cada configuración y, además, con el tipo de enunciado interrogativo emitido.

Se han analizado un total de 346 enunciados interrogativos transaccionales producidos por 16 hablantes colombianos, oriundos de cuatro ciudades capitales (dos hombres y dos mujeres por cada una): Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena. Según la clasificación de Montes (2000), el habla de las ciudades visitadas forma parte de los superdialectos andino y costeño, y corresponde respectivamente al centro oriental: cundiboyacense; centro occidental: valluno y paisa o antioqueño; y costeño caribe: cartagenero.

En este artículo, inicialmente se presenta la definición del tipo de enunciados interrogativos analizados; luego se revisan los antecedentes más relevantes en relación con el estudio de la entonación de enunciados interrogativos desde una perspectiva dialectal; en seguida se expone la metodología llevada a cabo tanto en la recolección como en el análisis de los datos; después se discuten y analizan los resultados, para terminar con los comentarios finales en los que se resumen los principales hallazgos en relación con la entonación en los cuatro dialectos colombianos.

Enunciados interrogativos

Los enunciados fueron clasificados teniendo en cuenta la división pragmática que propone Escandell Vidal (1996). La autora emplea dos categorías generales para diferenciar los enunciados interrogativos en función de los objetivos discursivos: los transaccionales, en los que prima el intercambio de información, y los interaccionales, en los que prevalecen las relaciones sociales. Estos últimos serán analizados en el presente artículo.

Para Escandell Vidal (1996), con los enunciados interrogativos transaccionales se intenta nivelar o igualar las diferencias entre los conocimientos de los participantes dentro la interacción verbal (p. 208). La autora representa este conocimiento como una realidad escalar en la que los enunciados interrogativos adquieren diferentes valores de acuerdo con el lugar que ocupen en esta escala.

En la zona más alta se ubican las preguntas, que reflejan la situación en que el menor grado de conocimiento del emisor va acompañado por la suposición de que el destinatario sí posee un mayor conocimiento. Cuando el grado de desconocimiento del emisor no es absoluto, se trata de una interrogación orientada, en la cual la intención del enunciado es que el interlocutor confirme la suposición. Esta se clasifica en hipotética y confirmativa; en la primera, el emisor quiere obtener una información, pero avanza como hipótesis la respuesta que considera probable. En la segunda, la certeza es mucho más alta y el emisor pretende que se confirme y comparta su apreciación. Por último, se habla del punto más bajo de la escala ocupado por los enunciados en los que el conocimiento del emisor es máximo y la suposición del conocimiento del destinatario es mínima: se trata de las preguntas de examen; en ellas, quien pregunta conoce la respuesta, y la transacción consiste en que, a partir de la respuesta del destinatario, el emisor le atribuye, de manera convencional, un grado de conocimiento. Lo anterior se representa en la siguiente tabla 1:

En su mayoría, el corpus analizado consta de preguntas reales, subclasificadas en absolutas, parciales y reiterativas, en algunos casos conformadas por uno o dos grupos melódicos. No se analizan preguntas de examen ni confirmativas, pues estas no surgen con mucha frecuencia en el habla espontánea, sino en situaciones específicas, e incluso institucionalizadas, como en el caso de las preguntas de examen.

En relación con la estructura informativa, Escandell Vidal (1999) explica que la interrogación solo actúa sobre los constituyentes caracterizados como foco, es decir que ocupan el primer plano informativo (p. 3934). Por ejemplo, en el caso de las interrogativas parciales, los elementos interrogativos constituyen el foco, debido a su especificidad léxica y a su prominencia prosódica. En las interrogativas totales, el foco abarca el principio y, por defecto, toda la estructura del enunciado.

En ocasiones puede focalizarse un determinado elemento constituyente; entonces, el foco cae bajo el dominio del operador interrogativo, el constituyente focalizado atrae el sentido interrogativo y el resto de la proposición se interpreta como presuposición, y se escapa del dominio del operador. La autora resume que en todos los enunciados interrogativos la interpretación depende de cuál sea el dominio del operador interrogativo, que a su vez depende de cuál sea el constituyente marcado como foco.

A propósito de la entonación interrogativa en el español: una mirada dialectal

Dentro del ámbito físico, la entonación puede definirse como las variaciones que se presentan en la frecuencia fundamental (F0) durante el transcurso de la cadena hablada. Sin embargo, como lo señala Cantero (2002), la naturaleza de la entonación es múltiple, y, por tanto, desde esta perspectiva física se involucran aspectos como la intensidad y la duración, que inciden en el fenómeno de la entonación, además de la información de contenido lingüístico, lo que en últimas constituiría la prosodia. Para el análisis por configuraciones melódicas (escuela holandesa), la entonación se considera como las variaciones de la F0 a lo largo del discurso; para el análisis de configuraciones (tradición británica), la entonación incluye el acento nuclear; en el análisis de niveles métricos la melodía es un nivel superficial que depende de otras estructuras de nivel como el ritmo, el acento y la estructura léxico-sintáctica (p. 33).

El estudio de entonación del español tiene su antecedente más importante en el Manual de entonación española, de Navarro Tomás (1944)1, en el que se establece una tipología de la entonación, en la que se caracterizan la entonación lógica, que indica el sentido concreto dado al enunciado a través de una forma tónica determinada por la intención de la persona que habla; la entonación emocional, en la que el sentido ideológico se delimita con la expresión afectiva; la entonación volitiva, que configura el enunciado en función de la expresión de un deseo (mandato y ruego); y la entonación idiomática, que muestra las particularidades del habla de cada país, dialecto e idiolecto. Para este autor, las formas esenciales de la entonación lógica

son la enunciación y la interrogación. Esta última se caracteriza por presentar un inicio más alto que el que se produce con los enunciados declarativos2.

Para Navarro Tomás, la unidad de básica entonativa es el tonema que cierra la línea de la unidad enunciativa, es decir, se asocia con la última sílaba acentuada léxicamente y las sílabas postónicas. Se consideran cinco tonemas contrastivos: cadencia, anticadencia, semicadencia, semianticadencia y suspensión. Dentro de este mismo marco de análisis, el trabajo de Quilis (1987) ofrece una mirada más amplia hacia la descripción de diferentes dialectos del español, aunque no establece una comparación interdialectal. En este sentido, el trabajo de Sosa (1999) resulta una mirada más general de la entonación dialectal que logra establecer un diálogo entre el modelo de Navarro Tomás y enfoques más recientes, como el modelo métrico autosegmental (am) (Pierrehumbert, 1980). Este modelo3 propone un análisis fonológico de la entonación para identificar los elementos contrastivos del sistema entonativo que, combinados, producen los contornos melódicos de los enunciados posibles de una lengua (Hualde, 2003). Se considera la sílaba tónica como punto de anclaje para reconocer los diferentes movimientos tonales que pueden o no coincidir con esta sílaba. Se habla, entonces, de configuraciones tonales que constituyen una melodía representada por la asociación de estos acentos. El am identifica dentro de su análisis los acentos tonales, los tonos de frontera en las frases intermedias y en los finales de los enunciados.

Sobre la entonación de los enunciados interrogativos, Navarro Tomás explica que el cuerpo de la unidad interrogativa es generalmente descendente, aunque señala que hay algunos casos en los que se da un movimiento ascendente y explica que el final del grupo melódico interrogativo puede ser ascendente, descendente o circunflejo. En líneas generales, menciona que existen distintos tipos de unidades interrogativas que se pueden reducir a absoluta, relativa, aseverativa, intensificativa y continuativa (p. 136).

Sosa (1999) ofrece una descripción para las preguntas pronominales y absolutas en español. Explica que, para el primer caso, la mayoría de textos coinciden en señalar que en general se producen como los enunciados declarativos, en el sentido de que la parte más alta del contorno coincide con la primera palabra acentuada que representa como H* H, luego de la cual se produce un descenso gradual que culmina con un tonema descendente L% (p. 143).

En relación con las interrogativas absolutas, el autor expresa que tienden a terminar con inflexión ascendente, aunque en los dialectos caribeños (Caracas, Cuba y Puerto Rico) no se marca con anticadencia. Otra diferencia importante entre las oraciones declarativas e interrogativas, aparte de lo que sucede al final de la frase, es la mayor altura inicial de la pregunta que se presenta tanto para las preguntas formuladas con final ascendente como para las que utilizan final circunflejo.

Con respecto a la entonación interrogativa absoluta en el español bogotano, señala que la altura general de la pregunta es mayor que la del enunciado declarativo. Menciona que los acentos prenucleares más comunes son del tipo L*+H y que los tonemas son, en general, ascendentes, constituidos por el acento tonal nuclear L* y el tono de juntura H%. Anota además que ciertas preguntas del bogotano utilizan la secuencia tonemática L*+H H%.

Sobre el enunciado interrogativo pronominal, Sosa (1999) apunta que en el dialecto bogotano se encuentran básicamente terminaciones ascendentes, como en el español mexicano. Al igual que en las absolutas, también encuentra un acento tonal pretonemático ascendente, que se expresa por una continuidad en el ascenso de la palabra interrogativa. Anota, así mismo, que la forma de culminar este tipo de enunciados es bastante variable en el dialecto bogotano, por razones que no parecen claras desde el punto de vista pragmático. Considera que el tonema es L*+H H%, aunque explica que no es obvia la distinción tonemática entre este enunciado y uno con tonema L* H%, por lo que no se excluye la posibilidad de que se trate realmente del efecto de diferencias expresivas y no del tonema (p. 223).

Prieto y Roseano (2010)4 compilan la descripción de diez dialectos del español hablado en Castilla, Cantabria, Islas Canarias, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Ecuador, Chile, Argentina y México. En cada uno de los dialectos se describe la realización de enunciados declarativos, interrogativos e imperativos producidos por dos informantes del sexo femenino, bajo las mismas circunstancias sociopragmáticas, controladas a través de un cuestionario de roles para obtener datos de naturaleza semiespontánea (Prieto, 2001). Entre las características entonativas generales de los enunciados interrogativos transaccionales se destaca que los dialectos en su conjunto presentan mayoritariamente la realización L* L%, pues a pesar de tratarse de preguntas, la resolución final más frecuente es la cadencia. También se presentan los tonos nucleares H+L* en Cantabria, Puerto Rico y Venezuela; y L+H* en Ecuador, Chile, Argentina y México. Los finales anticadentes H% se documentan en Castilla, Chile, Ecuador, República Dominicana y México.

Como parte del proyecto Atlas Multimedia de Prosodia del Espacio Románico (AMPER)5, Congosto Martín (2011) estudia los enunciados declarativos e interrogativos absolutos de cuatro variedades del español: andaluz, extremeño, boliviano y costarricense. La autora encuentra que los enunciados interrogativos absolutos evidencian dos contornos melódicos, uno ascendente presente en Sevilla y Bolivia, y otro descendente en Bajadoz y Costa Rica. Estos resultados le hacen pensar que la tradicional bifurcación en dos grandes variedades, la septentrional-norteña y la meridional-atlántica, no se cumple a nivel suprasegmental, aunque el recorrido que presentan las curvas melódicas en la zona pretonemática sea considerablemente distinto.

Metodología

La mayor parte de los enunciados interrogativos analizados se ha obtenido a partir del cuestionario de roles o encuesta de situaciones6 utilizada en el proyecto ATLES (Prieto & Roseano, 2009-2010). De estos enunciados, se han categorizado 346 como transaccionales, clasificados a su vez en enunciados interrogativos absolutos, parciales y reiterativos7. Cincuenta y nueve de estos provienen de una prueba de lectura a manera de libreto que fue aplicada a cada uno de los participantes (Tabla 2).

Los enunciados interrogativos producidos por los diferentes hablantes no tienen el mismo número de casos para cada una de las clasificaciones. Esto se explica por tres razones: la primera tiene que ver con el diseño del cuestionario, que no tiene un equilibrio entre el número de enunciados solicitados por cada tarea; la segunda es que, a pesar de que se haya creado un contexto sugerido para cada una de las emisiones, los hablantes resuelven la tarea según sus preferencias comunicativas8; y la tercera tiene que ver con el hecho de que ciertos enunciados se han eliminado porque tienen demasiados segmentos sordos o con voz rechinada.

En el análisis de cada enunciado se utilizó el programa Praat 5.3.62 (Boersma & Weenink, 2014), con la finalidad de observar la curva tonal y de medir la F0 en las sílabas acentuadas que sirven para el anclaje del tono, con lo cual se mantiene un diálogo entre los valores cuantitativos y cualitativos. Las medidas que se tomaron fueron las siguientes: i) en el pretonema, se midió en semitonos (st), el inicio y el final de la sílaba prenuclear y de las demás sílabas tónicas; ii) en el tonema, se midió el inicio y el final de la sílaba nuclear, el tono de juntura final y se estableció el alineamiento del pico tonal.

Para asignar las etiquetas prosódicas se siguieron los parámetros del sp-TOBI (Tones and Break Indices)9, el cual provee una nomenclatura de notación entonativa para el español. El análisis general se enmarca en el modelo métrico autosegmental (Pierrehumbert, 1980; Pierrehumbert & Beckman, 1988). Como criterios generales para la asignación de tonos se ha atendido a los movimientos tonales observados en la curva melódica (Estebas & Prieto, 2009) y a la distinción tonal a partir de límites numéricos, con base en la propuesta de Martín Butragueño (2008). Este autor asigna las representaciones tonales con base en movimiento visibles en la curva melódica y en las diferencias numéricas establecidas a partir de umbrales de 1.5 st10.

Resultados y análisis

Configuración tonal de los enunciados interrogativos

La mayoría de datos analizados corresponde al habla semiespontánea, es decir, constituye un conjunto de enunciados que, si bien comparten elementos comunes, no son enunciados idénticos. Por esta razón, para establecer comparaciones más generales, se ha optado por observar la configuración del tono nuclear y el de juntura terminal. Con este propósito se ha incluido la mayoría de enunciados en una sola base de datos11.

En general, los enunciados interrogativos en los hablantes entrevistados presentan dos configuraciones nucleares más comunes, que corresponden a los bitonos del tipo L+H* y H+L* (Tabla 3). Los acentos monotonales H* y L* resultaron ser más escasos. Los tonos con menores frecuencias de aparición son L*+¡H, L*+H y L+>H*. El tono L+H* se presenta principalmente en la ciudad de Medellín (47), seguido por la ciudad de Cali (36), Cartagena (33) y Bogotá (27). El tono H+L* se presenta con más frecuencia en la ciudad de Bogotá (42) y en Cali (30), con menores ocurrencias en la ciudad de Cartagena (29) y Medellín (15).

En relación con el tono de juntura terminal, los tonos L% y H% presentan las mayores frecuencias de uso, lo que evidencia dos formas entonativas diferenciadas por descensos y ascensos, estos últimos con valores mayores a 6 st. También se presentan tonos M% y HH% / (Tabla 4). Se registraron pocas ocurrencias para los bitonos HM% y LM%. El tono descendente L% es común en la ciudad de Medellín (61), se presenta en menor medida en Cartagena (24) y Cali (22), y mucho menos en Bogotá (15). El tono alto H% se da de manera recurrente en las ciudades de Cali (53) y Bogotá (46), con una menor ocurrencia en Cartagena (13) y casi nula en Medellín (2).

A partir de los datos de las tablas 3 y 4, podemos resumir que, básicamente, la configuración del tonema de estos enunciados interrogativos presenta un movimiento ascendente L+H* o descendente H+L*, y un cierre con cadencia L% o anticadencia H%, con una tendencia de L+H* L% en Medellín y Cartagena, y H+L* H% en Bogotá y Cali, lo que deja ver que estos pares de ciudades se oponen en la realización prosódica de los enunciados interrogativos, y que forman dos grupos dialectales diferenciados por su configuración prosódica. En adelante, se verá la distribución entonativa en cada grupo de enunciados interrogativos.

Enunciados interrogativos absolutos

Los enunciados interrogativos absolutos también se conocen como preguntas totales, cerradas o del tipo sí / no, porque solo dan lugar a una de estas dos opciones de respuesta y, además, carecen de elementos interrogativos expresos como pronombres o adverbios; esto hace que sea la entonación la que permita diferenciarlos de los declarativos correspondientes. Según Navarro Tomás (1944), en el español de Madrid, estos enunciados se elevan tres o cuatro semitonos sobre la altura media de esa misma sílaba en el tono enunciativo. El descenso en las sílabas siguientes abarca siete u ocho semitonos. El final de la frase en la pregunta absoluta es siempre ascendente. La amplitud de la elevación final representa cinco o seis semitonos, un poco menos que la del ascenso del cuerpo de la unidad (p. 141).

Escandell Vidal (1999) señala que el esquema entonativo básico de las interrogativas totales se caracteriza por su final descendente-ascendente o en anticadencia, que en palabras de Quilis (1993) corresponde a la configuración /(121)121/. La autora resume, con base en otras investigaciones, que la entonación no marcada para las interrogativas totales es circunfleja en Canarias y el Caribe, y que presenta otros contornos ascendentes en Argentina, Colombia y México.

Para este análisis se han tomado mediciones en 95 enunciados interrogativos absolutos13 de las cuatro ciudades entrevistadas correspondientes a datos del cuestionario, de lectura y de habla espontánea. En el caso de los hablantes bogotanos, se encontró que en la mayoría de datos de lectura las configuraciones tonales mostraron los mismos movimientos en el tonema que corresponde a H* HH%14, es decir, que el tonema muestra un ligero ascenso al final de la sílaba, en donde empieza una subida que culmina con una marcada anticadencia. Antes de la sílaba nuclear no se presentan ascensos que sugieran una elevación previa del tono (Figura 1).

Esto, de alguna manera, refleja que los datos de lectura suelen ser más estables y con una tendencia de comportamiento uniforme en este grupo de hablantes, lo que evidencia un contraste con los datos de habla semiespontánea (Figura 2), en los que solo se presentó un caso con tono H* en la sílaba prenuclear. En este tipo de habla resultó más común el tono H+L*15. Los tonos de juntura terminal solo presentaron dos realizaciones, H% y HH%: con una proporción similar en el uso.

En términos generales, puede decirse que estos enunciados interrogativos presentan la configuración H+L* en la sílaba nuclear, seguido por un tono de juntura terminal HH%. En ambos casos, el movimiento tonal en sílaba nuclear sugiere una transición entre el pretonema y la resolución anticadente, pues ninguno de los casos presentó el pico alineado con la sílaba tónica. Este mismo tono nuclear se ha reportado para el español dominicano con finales H% en lugar de HH% (Willis, 2010, p. 133). Aunque, por lo regular, se espera un tonema L* en la pregunta absoluta, se ha etiquetado como un bitono H+L* para mostrar que hay un ascenso y una meseta tonal que se mantiene en las sílabas mer-y -me-. Con esta representación no solo se logra evidenciar el descenso, si no el ascenso previo. La etiqueta L+H* no resultaría conveniente para representar el tonema en la medida en que el movimiento ascendente se concentra en el tono de juntura terminal, a pesar de que inicie al final de la sílaba nuclear.

En el habla caleña, por su parte, se presenta la configuración H+L* HH% y HM%. Los finales altos resultaron ser mucho más constantes16 que en el habla bogotana y aparecen tanto en la lectura como en el habla semiespontánea. Es interesante destacar que, al igual que en los casos bogotanos, el tono H* está ligado al habla de lectura, mientras que el tono H+L* aparece en el habla semiespontánea. Los hablantes de Medellín presentan una entonación claramente diferenciada en relación con los hablantes de las demás regiones, puesto que el tono de juntura terminal más frecuente es el L% (Figura 3), al igual que la presencia del tono nuclear L+H* con la variación L+¡H*17. Este tipo de configuración se mantuvo tanto en los datos de lectura como en los de habla semiespontánea. Gabriel et al. (2010) presentan una configuración similar para el tonema interrogativo en Argentina. No obstante, los autores han etiquetado el tono de juntura terminal como HL%18. En el habla de Cartagena se nota mayor diversidad en las frecuencias de uso de los tonos en la sílaba nuclear, pues se presenta tanto el tono H+L* como el L+H*. El primero resulta ser más frecuente y tiene lugar tanto en datos de habla semiespontánea como en los de lectura, mientras que el segundo tono solo se da en habla semiespontánea. Con relación al tono de juntura terminal, son más comunes los finales ascendentes tipo H% y HH% que los finales L%, aunque también se presentan algunos casos (figuras 3 y 4).

Una pregunta inevitable, que surge a propósito de la realización final del enunciado interrogativo, es si la diferencia entre un tono H% y HH% es de tipo fonético o fonológico, es decir, si aporta o no un significado diferente al enunciado. En el caso de los hablantes bogotanos y caleños parece deberse a una marca dialectal que, si bien no aporta un nuevo significado, sí contribuye a la diferenciación entre dialectos. Sin embargo, también podría tratarse de una marca de grado de la interrogativa, es decir que entre más alto esté el tono final, resulte más identificable un enunciado como interrogativo y ello explique por qué aparece con más frecuencia en el habla de lectura. En este sentido, haría falta un estudio de percepción que permita reconocer cuál es el valor fonológico y pragmático que posee este tono de juntura terminal.

Una configuración tonemática diferenciada en este grupo de enunciados interrogativos absolutos la ofrece el enunciado "¿Has visto a María?", donde el inicio muestra un tono bajo y alcanza la altura máxima al final de la palabra María, a excepción de los casos de Medellín, en los que se mantienen los finales L%. En la mayoría de las ciudades se presenta un movimiento L+H*, aunque, el movimiento ascendente dentro de la sílaba nuclear no empieza en el mismo lugar en todos los dialectos, ya que puede darse en medio o al final de esta sílaba. También se presentaron algunos casos de H+L*. Con respecto al tono de juntura terminal, en Cali y en Bogotá (Figura 5) se prefieren los finales H% y HH%, en Medellín L% (Figura 6) y en Cartagena se presentan finales altos y bajos.

Como se observa en la Tabla 5, la ciudad de Medellín presenta un final descendente que distingue estas realizaciones de las demás ciudades. Esta configuración del tono de juntura terminal descendente también se presenta en los enunciados aseverativos de este grupo de hablantes. Sin embargo, para los hablantes es claramente diferenciable uno de otro enunciado, aunque tenga la misma configuración en el tono de juntura terminal, pero cabe preguntarse cómo se logra la diferenciación prosódica. Podría pensarse que existe alguna diferencia entre el grado del descenso, como en el caso de los tonos H% y HH%. Al comparar la medida de los descensos se encontró que en los enunciados aseverativos el 26 % de los descensos se presentan entre los 5 y 13 semitonos, mientras que en los enunciados interrogativos el 36 % de los enunciados se presenta en este rango, y aunque se muestra una tendencia a aumentar la medida de los descensos no se trata de una marcada diferencia. La frecuencia de los tonos nucleares en ambos grupos de enunciados producidos por los hablantes de Medellín muestra que en los enunciados aseverativos se presenta un mayor número de configuraciones H+L* L%, mientras que en los enunciados interrogativos es más común el tono L+H* L%, lo que contribuye al reconocimiento prosódico de cada enunciado, además del papel que juega el contexto de uso, aunque haría falta un estudio más detallado.

19

Los enunciados interrogativos hipotéticos como "¿Tienes frío?" o "¿Te sientes bien?" se caracterizan por presentar un inicio bajo desde donde se va ascendiendo a lo largo del enunciado hasta alcanzar el máximo ascenso al final de la emisión. El tono nuclear más común en las cuatro ciudades es L+H* (Figura 7); el movimiento ascendente se presenta al final de la sílaba20. El tono de juntura terminal en Bogotá y en Cartagena es, por lo regular, H%, en Cali HH% y M% y L% en Medellín21.

Cuando un elemento focalizado se encuentra al inicio del enunciado, como en "¿María es la que está entrando?", se inicia con un tono alto (H) en la sílaba Maque va descendiendo a lo largo de la sílaba tónica -rí-, para terminar el descenso en la postónica. El final del enunciado puede ser cadente o anticadente de acuerdo con las características del dialecto (Figura 8). Cuando el elemento focalizado no encabeza la interrogación, como en "¿Es María la que está entrando?", se inicia con un tono bajo. La sílaba Ma-muestra un ascenso que llega al pico en la sílaba tónica -rí-y se mantiene sostenido hasta sílaba postónica22 (Figura 9).

Navarro Tomás (1944) clasifica estos enunciados con foco estrecho como preguntas restrictivas, en las que el elemento que es objeto especial de la interrogación describe una inflexión circunfleja con un descenso acelerado desde la sílaba tónica hasta el tono medio de la siguiente acentuada y continúa este descenso de sílaba en sílaba hasta el último acento de la frase (p. 148). En los casos del habla colombiana, no se presenta este tipo de circunflexión, sino un movimiento moderado del tipo H+L* cuando el elemento focalizado se encuentra al inicio del enunciado o L+H* en medio y al final.

Enunciados interrogativos parciales

Los datos analizados corresponden a 168 enunciados interrogativos parciales de las cuatro ciudades en las que se hicieron las entrevistas; 86 son enunciados de una unidad tonal23, y se caracterizan por tener un pronombre o adverbio interrogativo explícito en el enunciado; también se conocen como preguntas pronominales. Escandell Vidal (1999) menciona que el hecho de que estos enunciados lleven un elemento interrogativo explícito hace que no se requiera de la entonación como marca distintiva, de modo que presentan un esquema entonativo similar al de los enunciados declarativos, es decir que están asociados a un patrón de cadencia con la palabra interrogativa en la cima de la curva entonativa y una melodía descendente hasta el final.

De acuerdo con Navarro Tomás (1944), el interés de estos enunciados recae en el pronombre o adverbio interrogativo inicial sobre el cual el tono alcanza el punto más alto de la frase, las sílabas siguientes dan continuidad al tono descendente y este se hace aun mayor en la última sílaba acentuada (p. 153). En los enunciados colombianos no es evidente el ascenso en el pronombre o adverbio interrogativo ni el final descendente, lo que muestra una entonación diferenciada en este dialecto con respecto al madrileño. Esto puede deberse al hecho de que estos enunciados se estén realizando de manera cortés, como lo explica el mismo Navarro Tomás al referirse a un tipo de preguntas pronominales suaves y corteses que se caracterizan por disminuir las elevaciones en el elemento interrogativo y aproximarse al sentido de la interrogación absoluta.

A propósito de esta diferencia que señala el autor, en los datos analizados se observa que, por un lado, cuando se les pide a los hablantes colombianos que pregunten en la calle "¿qué hora es?", se prefieren los inicios que mantienen la misma línea tonal del enunciado en general (sin movimientos de realce en el enunciado), con un tono final ascendente (Figura 10). De otro lado, en los enunciados en los que la tarea es preguntar a un amigo "¿por dónde llegó?"24, el adverbio interrogativo muestra una tendencia a presentar el pico una o dos sílabas después de la sílaba acentuada y se prefieren los finales tipo L% (Figura 11). Esto podría sugerir mayor suavidad y cortesía en el primer enunciado en relación con el segundo, diferenciados por el hecho de formular una interrogación a una persona desconocida o a alguien más cercano. Sin embargo, Sosa (1999) señala que en Colombia, Perú y México existe un mayor uso de finales ascendentes sin que el enunciado esté marcado como cortés.

En la ciudad de Bogotá se observa que el tono más frecuente en la sílaba nuclear corresponde al H+L* y el tono de juntura terminal más común es HH%. En el habla caleña, además del tono H+L* presente en el habla bogotana (Figura 12), también ocurre el tono L*, L+(¡)H* (figuras 10 y 11). Los datos del habla de Medellín presentaron mayores ocurrencias con la configuración L+H* L%, no se presentó ningún caso de H%. En los hablantes de Cartagena, el tono nuclear es L+H* (Figura 13) con resoluciones ascendentes H%.

Concretamente, en comparación con los enunciados interrogativos absolutos, los hablantes de Cartagena hicieron uso de un tono nuclear diferente en cuanto a la dirección del ascenso (cambia de H+L* a L+H*). En Bogotá, Medellín y Cali se mantuvo el mismo tono nuclear, aunque en esta última variedad se alcanzan ascensos mayores a los esperados en la sílaba nuclear, correspondientes a 8.26 st.

Enunciados interrogativos parciales coordinados

En los enunciados coordinados se realiza una partición melódica que da lugar a dos grupos entonativos. En ambos grupos se observa que los adverbios interrogativos presentan tonos bajos en la sílaba nuclear. El ascenso inicia en la sílaba postónica y culmina dos o más sílabas después. Los enunciados coordinados copulativos, en general, se componen de dos grupos melódicos. La pausa se presenta antes de la conjunción dando lugar a una suspensión del enunciado, seguida por el siguiente grupo encabezado por y.

En los enunciados bogotanos (Figura 14), se observa que el primer grupo melódico inicia con un tono bajo L* y va ascendiendo gradualmente hasta alcanzar la altura máxima, alrededor de 2.1 st, seguido por un tono de juntura intermedio L- (3.1 st). El segundo grupo melódico también presenta un inicio bajo, con un ascenso gradual hasta el inicio de la sílaba nuclear, desde donde se da el descenso (H+L*). El final del enunciado culmina con un tono de juntura terminal ascendente H% (4.8 st). Al igual que en el habla bogotana, en la ciudad de Cali se presenta un tono nuclear H+L*. Sin embargo, los tonos de juntura intermedios en los caleños son del tipo H-, es decir, que una vez se alcanza el ascenso en la frontera del grupo melódico, en lugar de darse un descenso se presenta la pausa de división entre grupos y se deja el tono alto sostenido. De la misma forma, el tono de frontera es HH%, con un ascenso en promedio de 7.1 st.

En los enunciados de Medellín, los tonos de juntura intermedios se realizan como M-, es decir, como una meseta que se extiende a lo largo de la última sílaba. En el segundo grupo melódico se presenta la configuración L+H*L% (Figura 15). Esta última también se presenta en los casos de Cartagena, aunque, a diferencia de Medellín, el tono de juntura intermedio es H-. En el habla de República Dominicana también se prefiere el tono H- para enunciados coordinados (Willis, 2010).

Los enunciados coordinados disyuntivos o preguntas alternativas mostraron características comunes en todos los dialectos, como el ascenso a lo largo del primer elemento de la disyunción con un límite de frase intermedio H-. En el segundo grupo melódico encabezado por la disyunción se percibe un descenso que va del inicio a la sílaba nuclear, que se realiza como H+L* en las cuatro ciudades25 (Figura 16). Esta misma configuración se describe para el español de Venezuela (Astruc, Mora, & Rew, 2010) y Chile (Ortiz et al. 2010). En la ciudad de Medellín, algunos enunciados presentan un ascenso en la sílaba nuclear, etiquetado como L+H*. El tono de juntura terminal es típicamente L% en todos los casos. Este tipo de juntura terminal concuerda con la descripción presentada por Navarro Tomás (1944) y Escandell Vidal (1999) para tales enunciados.

Las enumeraciones en las diferentes regiones presentan la configuración H+L* L% en el último elemento de la enumeración, a excepción de la ciudad de Cali, que presenta un tono L*. El único tono de juntura terminal HH% lo presentó un hablante bogotano. Los demás elementos enumerados muestran un movimiento L+H* seguido por pausa. Este tipo de configuración es muy similar a la presentada en la enumeración declarativa, lo cual puede sugerir que la enumeración no está sometida a la inflexión interrogativa, sino más bien el segmento que introduce la pregunta, que en el caso concreto de este enunciado corresponde a la primera parte del enunciado "Mamá, ¿Cuántos hijos tiene mi prima, tres, cuatro, cinco o seis?".

Los enunciados con elementos periféricos al final, como "¿Quién trajo esto, Mario?", muestran que en Bogotá y en Cali (Figura 17), la sílaba nuclear Ma- se realiza o bien con un descenso a lo largo de la sílaba (H+L*), o con un tono L*. En algunos casos, el elemento periférico inicia más bajo que el enunciado anterior26. Para Medellín (Figura 18) y Cartagena se manifiesta una elevación del tono nuclear L+H*. En la primera ciudad se evidencia el ascenso desde la sílaba tónica Ma-, mientras que en la segunda, la máxima altura se alcanza en la siguiente sílaba -rio. Se presentaron dos casos de H+L*, uno en Medellín y otro en Cartagena.

En Medellín (Figura 18) se mantiene preferencia por finales L%; por el contario, en Cali y en Cartagena se presentan los tonos HH% y L%, y en Bogotá H% y M%, es decir que el elemento periférico al final se adapta al enunciado general manteniendo las características del enunciado interrogativo al que se adiciona (Navarro Tomás, 1944).

Enunciados interrogativos parciales condicionales

En este tipo de enunciados producidos por los hablantes colombianos no es evidente una pausa que divida los dos grupos melódicos. Sin embargo, la realización de la apódosis que aparece en primer lugar muestra la máxima altura tonal; la prótasis se desarrolla por debajo de este ascenso. Este movimiento sugiere un contraste que pone de manifiesto la relación condicional.

En Bogotá (Figura 19) se utiliza el tono nuclear H+L*, en Cartagena se presenta el tono H+L*, y en Cali y en Medellín se usa el tono L+H*. Se presentan dos tipos de juntura terminal L% y H%, el primero, en Cali y en Medellín y, el segundo, en Bogotá. En la ciudad de Cartagena se utilizan los finales L% y H%.

Enunciados interrogativos reiterativos

Los enunciados interrogativos o preguntas eco se caracterizan por repetir un enunciado emitido por el interlocutor. Escandell Vidal (1999) menciona que el esquema entonativo característico en estas interrogativas es el patrón circunflejo, lo que indica que el contenido representado en estos enunciados se le atribuye al interlocutor (p. 3946). Este tipo de configuración no es muy común en los datos revisados en los cuatro dialectos, a excepción de algunos enunciados de la ciudad de Medellín.

De los 51 enunciados reiterativos de una unidad tonal27 que fueron analizados, se encontró que los datos bogotanos de habla semiespotánea presentaron la configuración L+H* (Figura 20). Una configuración similar se presenta en Castilla L+¡H* HH% (Prieto & Roseano, 2010). En los datos de lectura resultó más común el tono H+L*. En ambos grupos de datos el tono de juntura terminal es HH%, con un promedio de 11.44 st en el ascenso.

Para la ciudad de Cali, el tono de juntura nuclear L+H* es el más común. Por su parte, el tono de juntura terminal presenta la misma configuración bogotana HH%, con un ascenso en promedio de 11.17 st. Estos resultados coinciden con las características que Navarro Tomás (1944) atribuye a este tipo de interrogativa, en cuanto a la marcada elevación del tono al final del enunciado.

En la ciudad de Medellín, el tono nuclear presenta la configuración L+(¡)H*28 y el tono de juntura terminal L% (Figura 21). A pesar de que todos los enunciados terminan con cadencia, llama la atención el hecho de que, en la lectura, el promedio del descenso es de -1.95 st, mientras que en los datos de habla semiespontánea es -5.7 st29. Este fenómeno se relaciona con el hecho de que el ascenso en la sílaba tónica es mayor e incide en el valor del descenso. Tal configuración del tonema también se ha referido para el español hablado en Argentina (Gabriel et al., 2010). Los hablantes cartageneros presentaron mayor variabilidad en los tonos nucleares30: se utiliza regularmente el tono L+!H* y el H+L*, con una preferencia por resoluciones altas y sostenidas M%.

Enunciados interrogativos reiterativos coordinados

Para los hablantes bogotanos, el primer grupo melódico tiene un inicio bajo con respecto al enunciado en general y describe un movimiento ascendente en promedio de 1.7 st, que suele mantenerse suspendido o con un leve descenso correspondiente a un tono de juntura intermedio M-, de tal manera que el inicio del segundo grupo melódico se da alrededor de los -2.5 st. En el tono nuclear se manifiesta un movimiento H+L* con un final HH%, con casos esporádicos de L%.

A diferencia de los bogotanos, los hablantes caleños mostraron ascensos mucho más altos, con un promedio de 8 st, con fronteras que terminan con descensos menores de 1.5 st, dando lugar a un bitono de juntura intermedio HM- (Figura 22). El siguiente grupo melódico inicia en promedio 7.4 st abajo de la frontera anterior. A partir de la conjunción, asciende hasta alcanzar el pico en medio del enunciado, desde donde empieza el descenso que pasa por la sílaba tónica (H+L*) y termina con un tono H%. Los casos de Medellín y de Cartagena (Figura 23) presentaron un comportamiento similar a los demás dialectos en cuanto al inicio del primer grupo melódico. No obstante, una vez se alcanza la máxima elevación melódica, en la última sílaba se presenta un descenso de 1.9 st en promedio, representado como HL-. En Medellín, se mantiene la configuración tonemática L+H*L% y en Cartagena se presenta el tono H+L*, acompañado por finales L% y M%.

Los enunciados coordinados disyuntivos presentaron un tono de juntura intermedio H- en todos los dialectos (Figura 24). El mayor ascenso se presenta en el primer grupo melódico, mientras que el segundo no presenta movimientos melódicos mayores a 1.5 st. A excepción de la ciudad de Medellín, en la que se presentan ascensos mayores en la sílaba nuclear correspondientes a L+H*, en los demás dialectos se presenta el tono H+L*. Los finales en general son descendentes L%, exceptuando a Cali, que tuvo algunos valores de H%, y a Cartagena, de M%.

Comentarios finales

La descripción de los enunciados interrogativos transaccionales en el habla colombiana permite, por un lado, encontrar aspectos comunes en todos los dialectos, es decir que, independientemente de la tarea pragmática o de la zona dialectal a la que pertenezcan los hablantes, hay una tendencia general al empleo de ciertos movimientos tonales que parecen estar funcionando como una entonación de "base" sobre la cual se imprimen modificaciones que dan lugar tanto a la identidad dialectal como a la manifestación de la finalidad pragmática. Se presentan dos configuraciones generales, el tonema L+H* L% en Medellín, que coincide con el patrón más recurrente en los diferentes dialectos del español, de acuerdo con los datos compilados por Prieto y Roseano (2010), y el tonema H+L* H% en Cali y en Bogotá. Por su parte, en la ciudad de Cartagena se permiten ambas configuraciones. Este tipo de resolución final también fue documentada por Sosa (1999), aunque con un tono nuclear L*+H (ver Figura 24).

Dentro de los aspectos diferenciadores, vistos desde el panorama de los dialectos de habla hispana, en el español de Colombia los enunciados interrogativos pronominales presentan una entonación diferenciada; el pronombre interrogativo se mantiene dentro de la base tonal del enunciado y alcanza la máxima altura en el final anticadente. Los adverbios interrogativos, en estos mismos enunciados, muestran un desplazamiento del pico tonal una o dos sílabas después de la sílaba acentuada, además de una tendencia a modificar las características de los enunciados en función del grado de proximidad con el interlocutor, es decir, el desplazamiento tonal y el final descendente sugieren mayor suavidad y cortesía (Navarro Tomás, 1944). El tipo de producción del enunciado interrogativo también propicia diferencias en la realización melódica. En los datos de lectura, por ejemplo, se presentan menos inflexiones tonales que en los datos de habla semiespontánea.

En relación con las diferencias de los dialectos al interior del país, en las ciudades de Bogotá, Cali y Medellín, el tono de la sílaba nuclear de los enunciados interrogativos pronominales tiende a mantener la misma configuración de los enunciados absolutos, a excepción de la ciudad de Cartagena, en la que cambia de un movimiento ascendente a uno descendente. En general, en los cuatro dialectos los enunciados interrogativos pronominales presentan configuraciones similares a los enunciados interrogativos absolutos (ver Tabla 5).

En los enunciados interrogativos reiterativos se percibe una tendencia a la configuración L+H* en la sílaba nuclear, con variaciones en la alineación del pico melódico en cada dialecto. Los tonos de juntura terminal en estos enunciados son típicamente HH%, con variaciones en Cartagena de HM% y en Medellín L%. La entonación interrogativa en el habla de Medellín mantiene un patrón descendente en la mayoría de los enunciados, mientras que en dialectos como el caleño y el bogotano se opta por resoluciones ascendentes de más de 6 st. En el caso de Cartagena, se tiende a finales tanto descendentes como ascendentes menores de 6 st (ver Figura 4).

Los elementos focalizados tienden a presentar una configuración L+H*, pero esta se modifica dependiendo del lugar en que se presente el foco. Cuando se encuentra al inicio del enunciado, se prefieren tonos descendentes desde la sílaba átona hasta la tónica del tipo H+L*, mientras que, cuando se ubica en el medio o en el final se ajusta al patrón interrogativo de cada variedad.

En relación con los enunciados coordinados, se encuentra que la conjunción y da lugar a diferencias en el tono de juntura intermedio en cada variedad y el final de enunciado se realiza como en las interrogaciones absolutas correspondientes, mientras que con la conjunción disyuntiva o se mantiene un tono intermedio H- con finales descendentes L%.


Notas

1 La propuesta de Navarro Tomás estaba dirigida a la enseñanza de la pronunciación española a manera de manual didáctico. Este autor ofrece un modelo experimental que utiliza la escala musical (semitonos) para establecer rangos diferenciadores entre las curvas melódicas. Este modelo presenta un análisis detallado de la tipología entonativa del español, además de incluir consideraciones básicas para el estudio y análisis de la frase entonativa.
2 Al cotejar las diferencias entre los enunciados aseverativos e interrogativos, no se encuentran diferencias significativas en el inicio de ambos grupos de enunciados.
3 "An autosegmental tonal analysis implies that the phonetic contour is constructed from 'levels', a traditional term for 'pitch points', rather than 'contours', a traditional term for 'pitch movements'. The representations presented so far are in the autosegmental tonal tradition: tone is represented by discrete elements (i.e. H and L) that are interpreted as pitch levels. In this 'levels' approach, a rising pitch contour is represented as a L followed by a H, and a falling contour as a H followed by a L. The pitch between the H's and L's must be filled in by the phonetics" (Gussenhoven, 2004, p. 5).
4 Este trabajo de Prieto y Roseano (2010) hace parte del proyecto general Atlas Interactivo de la Entonación del Español (ATLES), en el que se presentan diferentes materiales obtenidos de grabaciones con hablantes de ciudades capitales en algunos países de habla hispana, en las cuales trabajan los diferentes grupos de investigación. Estos materiales se pueden revisar de forma interactiva y visualizar algunas realizaciones acústicas de diferentes enunciados. El proyecto se inscribe dentro del am y de la propuesta de etiquetaje prosódico sp-TOBI. En la página web se puede acceder no solo a los materiales grabados, sino también al curso de guía para el manejo del sistema de etiquetaje, al diseño metodológico y al material bibliográfico.
5 Este proyecto se define como un programa científico de geolingüística dialectal cuya finalidad es el estudio de la prosodia de las distintas lenguas románicas y sus variedades. Lo conforman 25 equipos de trabajo pertenecientes a 30 universidades europeas y americanas (Romano et al., 2011).
6 Estos datos se han considerado cono habla semiespontánea, en la medida en que han sido obtenidos por medio de un cuestionario que induce respuestas contextualizadas, a diferencia de los datos espontáneos que surgen de conversaciones libres.
7 Las interrogativas absolutas o totales son aquellas que tienen como respuesta "sí" o "no". Por ejemplo, "¿Tienes el libro?", "¿Llegaron tus amigos?". Las interrogativas parciales, pronominales o de palabra interrogativa, tienen respuestas abiertas: "¿Quién tiene el libro?", "¿Cuándo llegaron tus amigos?". Las interrogativas reiterativas o eco repiten todo o parte de las palabras que acaban de ser emitidas por otro hablante.
8 Por ejemplo, uno de los contextos dados era el siguiente: "Antes de ir a trabajar tu hermano dijo que no se sentía muy bien. Al volver, lo encuentras en la cama temblando de frío. Ves que no se siente bien, pero se lo preguntas, sabiendo cuál va a ser la respuesta". La respuesta esperada es una pregunta confirmatoria del tipo: "No te (se) siente(s) bien, ¿verdad?". Sin embargo, solo una de las personas entrevistadas respondió de este modo, las 15 personas restantes emplearon un enunciado interrogativo, sin elementos de confirmación adicionales. Por esta razón, los enunciados se han clasificado de acuerdo con lo que el hablante realmente produjo y no con lo que se solicitó.
9 El sistema sp-TOBI (Tones and Break Indices) es una herramienta para la transcripción y etiquetaje, que tiene como base el modelo métrico autosegmental (Hualde, 2003). Estebas y Prieto (2009) explican que en los últimos años, este sistema ha sido ampliamente aceptado y se ha utilizado para la descripción prosódica de una gran variedad de lenguas, tales como el coreano (K_TOBI), el alemán (G_TOBI), el griego (GR_TOBI) o el japonés (J_TOBI), entre muchas otras.
10 Se utilizan los monotonos (H*, L*, M*) para movimientos menores a 1.5 st. Los movimientos mayores a 1.5 st se etiquetan como bitonos (L+H*, L*+H, L+>H*, H+L*). También se incluyen en el etiquetado los diacríticos (¡) y (!). El primero, se usa para representar un ascenso tonal mayor a lo esperado, por ejemplo, en los casos en que el ascenso es mayor de 3 st. Del mismo modo, un descenso mayor a 3 st se etiqueta con el tono correspondiente y el diacrítico (!).
11 He excluido los enunciados interrogativos con enumeración por tener una configuración tonal claramente diferenciada debido a la serie de pausas que los conforman. También he excluido los enunciados producidos con foco estrecho en diferentes posiciones (según lo haya producido el hablante). Se incluyen los enunciados con foco amplio y el foco estrecho solo se presentan si se encuentra al final del enunciado.
12 Debido a la variedad en los dialectos y en el tipo de enunciados, el análisis de los datos será ante todo cualitativo, aunque se incluya una aproximación cuantitativa.
13 Diecinueve de Bogotá, 20 de Cali, 16 de Medellín y 15 de Cartagena.
14 De los 19 enunciados bogotanos, 7 presentan el tono nuclear H* y el tono de juntura terminal HH%; 11 enunciados interrogativos fueron analizados como parte del habla semiespontánea.
15 En estos casos se ha decidido etiquetar el movimiento tonal como H+L* debido a que el descenso surge desde la sílaba pretónica y culmina en la tónica. La representación L+H* dejaría de lado lo que sucede a lo largo del enunciado y estaría restringido a representar el inicio del final anticadente.
16 Trece de los 20 enunciados interrogativos absolutos de una unidad tonal tienen este tono de juntura terminal.
17 Utilizo el diacrítico (¡) para indicar que el ascenso es mayor de lo esperado (más de 3 st), no para referirme al upstep.
18 Aunque el tonema presenta una configuración similar, el pretonema es diferente para Argentina L+H*, mientras que para Medellín es L*+H.
19 Estas configuraciones presentan modificaciones en los enunciados condicionales, pues, a diferencia de los acentos bitonales, en los tonos nucleares se presentaron acentos monotonales L* con finales L% y H%; sin embargo, se requiere de un mayor número de datos para caracterizar este tipo de enunciado.
20 También se encontraron casos de H+L* cuando se introduce un cuantificador que funciona como foco: "¿Tienes mucho frío?".
21 En el libro publicado por Prieto y Roseano (2010) no aparece referenciado este tipo de configuración.
22 Es importante considerar con mayor detalle qué sucede con la alineación del pico tonal en el español hablado en las diferentes ciudades, ya que se ubica en distintos lugares en relación con la sílaba nuclear, pues, como lo hacen notar Crespo Sendra (2010) y O'Rourke (2003) entre otros, este alineamiento constituye una marca dialectal diferenciadora, lo que ameritaría una representación específica dentro del sistema notacional sp-TOBI.
23 22 enunciados de Bogotá, 21 de Cali, 20 de Medellín y 23 de Cartagena.
24 En los datos colombianos, la máxima altura tonal no se presenta, necesariamente, en el elemento interrogativo; este aspecto lo menciona Sosa (1999) en un ejemplo del español de Venezuela (p. 144), lo que podría sugerir que los pronombres y los adverbios interrogativos tienen una configuración tonal diferente, a pesar de que hagan parte del mismo grupo de enunciados.
25 En Cartagena y en Medellín también se dan algunas realizaciones del tipo H*.
26 En Cali se dio un caso de L+H* en la sílaba tónica.
27 15 enunciados en Bogotá y en Cali, 9 en Medellín y 12 en Cartagena.
28 El paréntesis lo utilizo para indicar que algunas veces se presenta un ascenso mayor a lo esperado.
29 Esto suscita dos cuestionamientos interesantes: el primero tiene que ver con la distancia o la proximidad entre la información sobre la entonación que proveen los datos de lectura y la entonación real de una región, y el segundo, con la posibilidad de que un cambio en el grado de los descensos produzca diferencias fonológicas, tal y como sucede con los movimientos ascendentes finales. Esto último es bastante razonable si se piensa que un descenso profundo estaría ligado con un movimiento precedente alto que suscita el posterior declive, lo que sugiere un cambio en la configuración general del enunciado. Sin embargo, se requiere de un estudio detallado para explorar este fenómeno.
30 En términos generales, he encontrado que los tonos nucleares de Cartagena son bastante variados, a diferencia de lo que sucede con los demás dialectos. Esto sugiere que i) la variabilidad en los tonos nucleares sea una característica de esta variedad o ii) que existan factores socioculturales que estén afectando la entonación.


Referencias

Astruc, Ll., Mora, E., & Rew, S. (2010). Venezuelan Andean Spanish Intonation. En P. Prieto & P. Roseano (Eds.), Transcription of intonation of the Spanish Language (pp. 191-226). München: Lincom Europa.         [ Links ]

Boersma, P., & Weenink, D. (2014). Praat version 5.3.42. Doing phonetics by computer. Amsterdam: Institute of Phonetic Sciences / University of Amsterdam. Recuperado de http://www.fon.hum.uva.nl/praat/.         [ Links ]

Cantero, F. (2002). Teoría y análisis de la entonación. Barcelona: Universitat de Barcelona.         [ Links ]

Congosto Martín, Y. (2011). Contínuum entonativo: declarativas e interrogativas absolutas en cuatro variedades del español peninsular y americano. Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana, 17, 75-90.         [ Links ]

Crespo, V. (2010). L'entonació de les oracions interrogatives absolutes: Un studi de contrast dialectal. Lengua & Literatura, 21, 199-226.         [ Links ]

Escandell Vidal, M. V. (1996). Introducción a la pragmática. Barcelona: Ariel.         [ Links ]

Escandell Vidal, M. V. (1999). Los enunciados interrogativos. Aspectos semánticos y pragmáticos. En J. Bosque & V. Demonte (Eds.), Gramática descriptiva del español. (Vol. 3, pp. 3931-3991). Madrid: Espasa.         [ Links ]

Estebas-Vilaplana, E., & Prieto, P. (2009). La notación prosódica en español. Una revisión del sp_TOBI. Estudios de Fonética Experimental, 18, 263- 283.         [ Links ]

Gabriel, C., Feldhausen, I., Pešková, A., Colantoni, L., Lee, S., Arana, V., & Labastía, L. (2010). Argentinian spanish intonation. En P. Prieto & P. Roseano (Eds.), Transcription of intonation of the Spanish language. (pp. 285-318). München: Lincom Europa.

Gussenhoven, C. (2004). The Phonology of Tone and Intonation. Sound files. Cambridge: Cambridge University.         [ Links ]

Hualde, J. I. (2003). El modelo métrico autosegmental. En P. Prieto (Ed.), Teorías de la entonación (pp. 155-184). Barcelona: Ariel.         [ Links ]

Martín Butragueño, P. (2008). La estratificación sociolingüística de la entonación circunfleja mexicana. Coloquio de análisis de corpus orales. México: El Colegio de México. Recuperado de http://lef.colmex.mx/Sociolinguistica/Entonacion%20del%20espanol%20mexicano/Estratificacion%20entonacion.pdf.         [ Links ]

Montes, J. J. (2000). Otros estudios sobre el español de Colombia. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.         [ Links ]

Navarro Tomás, T. (1944). Manual de entonación española. New York: Hispanic Institute in the United States.         [ Links ]

Ortiz, H., Fuentes. M., & Astruc, Ll. (2010). Chilean Spanish Intonation. En P. Prieto & P. Roseano (Eds.), Transcription of intonation of the Spanish language (pp. 227-254). München: Lincom Europa.         [ Links ]

O'rourke, E. (2003). Peak placement in two regional varieties of Peruvian Spanish intonation. En J. Auger, J. C. Clements & B. Vance (Eds.), Languages Contemporary Approaches to Romance Linguistics. Selected Papers from the 33rd Linguistic Symposium on Romance Languages (LSRL) (pp. 321-341). Amsterdam: John Benjamins.         [ Links ]

Pierrehumbert, J. (1980). The phonetics and phonology of English intonation. Tesis doctoral. Massachusetts: Institute of Technology. Recuperado de http://faculty.wcas.northwestern.edu/~jbp/publications/Pierrehumbert_PhD.pdf.         [ Links ]

Pierrehumbert, J., & Beckman, M, (1988). Japanese tone structure. Cambridge, Massachusetts: MIT Press.         [ Links ]

Prieto, P. (2001). L'entonació dialectal del català: El cas de les frases interrogatives absolutes. En A. Bover, M-R. Lloret & M. Vidal-Tibbits (Eds.), Actes del 9è Col·loqui de la North American Catalan Society. (pp. 347-377). Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat.         [ Links ]

Prieto, P., & Roseano, P. (2009-2010). Atlas interactivo de la entonación del español. Recuperado de http://prosodia.upf.edu/atlasentonacion/.         [ Links ]

Prieto, P., & Roseano P. (Eds). (2010). Transcription of intonation of the Spanish language. München: Lincom Europa.         [ Links ]

Quilis, A. (1987). Entonación dialectal hispánica. En H. López Morales & M. Vaquero (Eds.), Actas del I Congreso Internacional sobre el Español de América (pp. 117-164). San Juan: Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.         [ Links ]

Quilis, A. (1993). Tratado de fonología y fonética españolas. Madrid: Gredos.         [ Links ]

Sosa, J. M. (1999). La entonación del español. Su estructura fónica, variabilidad y dialectología. Madrid: Cátedra.         [ Links ]

Romano, A. et al. (2011). Distancias prosódicas entre variedades románicas en el marco del proyecto AMPER. Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana, IX(17), 13-26.         [ Links ]

Willis, E. (2010). Dominican Spanish Intonation. En P. Prieto & P. Roseano (Eds.), Transcription of intonation of the Spanish language (pp. 123-154). München: Lincom Europa.         [ Links ]