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Forma y Función

versión impresa ISSN 0120-338X

Forma funcion, Santaf, de Bogot, D.C. vol.30 no.1 Bogotá ene./jun. 2017

https://doi.org/10.15446/fyf.v30nl.62408 

doi: http://dx/doi/org/10.15446/fyf.v30nl.62408

LOS ETHÉ DISCURSIVOS DE UNA LIDERESA COMUNITARIA EN SITUACIÓN DE DESPLAZAMIENTO A PARTIR DEL VIDEO «PEQUEÑAS COMUNIDADES, GRANDES HISTORIAS»*

THE DISCURSIVE ETHE OF A COMMUNITY LEADER IN A FORCED POPULATION DISPLACEMENT SITUATION BASED ON THE VIDEO «SMALL COMMUNITIES, BIG STORIES»

OS ETHÉ DISCURSIVOS DE UMA LÍDER COMUNITÁRIA EM DESLOCADAS A PARTIR DO VÍDEO «PEQUENAS COMUNIDADES, GRANDES HISTÓRIAS»

Daniel Murcia**
Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia

* Este trabajo se inscribe en el seminario Análisis del Discurso de la maestría en Lingüística de la Universidad Tecnológica de Pereira. Agradezco a Giohanny Olave de la Universidad de Buenos Aires por los comentarios y la lectura de la versión inicial de este documento.
** dmurcia@utp.edu.co. Profesor-investigador de la licenciatura en Bilingüismo con Énfasis en Inglés en la Universidad Tecnológica de Pereira. Integrante del grupo de investigación en estudios del Lenguaje y la Educación, y del grupo de investigación en lingüística aplicada - Poliglosia.

Cómo citar este artículo:
Murcia, D. (2016). Los ethé discursivos de una lideresa comunitaria en situación de desplazamiento a partir del video «Pequeñas comunidades, grandes historias». Forma y Función, 30(1), 31-57.

Artículo de investigación: Recibido: 31-05-2016, aceptado: 23-11-2016


Resumen

Este artículo describe las formas de construcción del ethos discursivo de una lideresa comunitaria en situación de desplazamiento forzado, quien ha asumido responsabilidades educativas y sociales que la destacan como modelo de superación y reivindicación social de la comunidad Las Colonias en Risaralda, Colombia. A partir de un video grabado en el 2015, se utilizaron como objeto de análisis las formas de argumentación y el uso de metáforas, las relaciones de la persona gramatical yo-tú en el pathos emocional y la semiótica audiovisual para determinar cómo se construye a sí misma esta mujer y qué nos devela su práctica discursiva inscrita en el trabajo social-educativo. Aunque las estrategias discursivas develaron diferentes ethé, la imagen predominante que ella se esfuerza en proyectar es la de un ethos de vehemencia denominado «ethos de la perseverancia matriarcal colombiana», que parece ser un modelo de inspiración para aquellas madres que han padecido las mismas circunstancias que ella.

Palabras clave: análisis del discurso; ethos; pathos; trabajo social; desplazamiento forzado.


Abstract

This article describes the construction of the discursive ethos of a community leader who, in a situation of forced population displacement, has assumed educative and social responsibilities that highlight her as a model of personal growth and social vindication for the community Las Colonias in Risaralda - Colombia. Using a video recorded in 2015, the analysis focused on the argumentative forms and metaphor use, the relationships in the grammatical person I - You of the emotional pathos, and the audiovisual semiotics to determine how she constructs herself and what can be revealed from the discourse practice in her social/educative work. Even though the discursive strategies revealed different ethe, the predominant image that she projects constitutes an ethos of vehemence referred to as «ethos of the Colombian matriarchal perseverance», which seems to be an inspirational model for those mothers who have suffered under the same circumstances.

Keywords: discourse analysis; ethos; pathos; social work; forced population displacement.


Resumo

Este artigo descreve as formas de construção do ethos discursivo de uma líder comunitária em situação de deslocamento forçado, que assumiu responsabilidades educativas e sociais que a destacam como modelo de superação e reivindicação social da comunidade Las Colonias en Risaralda, Colômbia. A partir de um vídeo gravado em 2015, utilizaram-se como objeto de análise as formas de argumentação e o uso de metáforas, as relações da pessoa gramatical eu-você no pathos emocional e a semiótica audiovisual para determinar como esta mulher se constrói a si mesma e daí nos revela sua prática discursiva inscrita no trabalho social-educativo. Ainda que as estratégias discursivas tenham desvendado diferentes ethé, a imagem predominante que ela se esforça em projetar é a de um ethos de veemência denominado «ethos da perseverança matriarcal colombiana», que parece ser um modelo de inspiração para aquelas mães que padeceram as mesmas circunstâncias que ela.

Palavras-chave: análise do discurso; ethos; pathos; trabalho social; deslocamento forçado.


Introducción

En los reportes que entrega el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es manifiesto, desde 1997, el alto número de familias campesinas desplazadas a causa del conflicto armado interno colombiano. El sentimiento de inseguridad suscitado por la presencia de grupos armados legales e ilegales, el tráfico de estupefacientes y las disputas por el control de territorios ha generado una cifra de desplazamiento interno de 5 185 406 colombianos, de acuerdo con el informe ACNUR del 1° de diciembre del 2013. Aunque las cifras continúan en aumento, se puede determinar que para el año 2013 los tres departamentos con una tasa más alta de concentración de desplazados fueron Nariño, Antioquia y Chocó (ACNUR, 2014).

Las causas del desplazamiento forzado en Colombia tienen distintas modalidades, que no solo se caracterizan por la falta de protección del derecho a la vida y la ausencia de garantías para los habitantes de ciertos territorios del país (dada la poca o nula presencia del Estado en los sectores donde se manifiestan con más frecuencia los combates entre grupos ilegales), sino también por la presencia del aparato estatal bajo diversas formas violentas, como las ejecuciones extrajudiciales, las alianzas ilegales con el paramilitarismo o la protección armada de transnacionales, entre otras situaciones. Así pues, en el territorio nacional se recurre a la presión y la violencia física para que los colombianos en zonas de conflicto abandonen sus hogares o sean despojados de sus tierras por medios de apropiación ilegítima de lotes y viviendas, ventas falsas de propiedades, transferencia forzada de dominios o el destierro de los poseedores, ocupantes y tenedores.

Según la Ley General 1448 del 2011 de Reparación Integral a las Víctimas del Conflicto Armado Interno, se considera víctimas a quienes hayan sufrido daños a causa del conflicto armado interno a partir del 1 de enero del 1985, ya sea directamente o por perdida de cónyuge, pareja del mismo sexo o familiar en primer grado de consanguinidad. El artículo 3 de la misma ley indica entonces que «la condición de víctima se adquiere con independencia de que se individualice, aprehenda, procese o condene el autor de la conducta punible y de la relación familiar que pueda existir entre el autor y la víctima» (Ley 1448, 2011, art. 3).

Esta victimización y este despojo de tierras a comunidades campesinas han generado formas de migración interna, a causa de las cuales las familias optan por buscar alternativas de residencia provisional que les permitan establecerse lejos del lugar del conflicto. En esa búsqueda de residencia, se han desplazado alrededor de 110 familias desde hace más de 12 años al sector de Esperanza - Galicia Baja de la ciudad de Pereira, Risaralda. Los grupos familiares que residen allí proceden de distintas regiones del país, entre las que se destacan el Urabá antioqueño, Chocó, Caquetá, Amazonas y Córdoba. Diferentes grupos familiares provenientes de estas regiones han convergido en el lugar receptor llamado Las Colonias, un asentamiento en condición de invasión territorial de propiedad privada, el cual ha sido un foco de trabajo social para distintas fundaciones e interventores sociales que han desarrollado procesos de reflexión, educación y convivencia.

Una de las organizaciones interventoras más influyentes en el sector es la Fundación Crisol, que ha liderado proyectos con la comunidad desde el 2007 y ha construido una sede de trabajo y biblioteca, con el fin de atender las necesidades de la comunidad, así como promover actividades que procuren el desarrollo integral de sus habitantes. La fundación propone como eje principal de trabajo el acompañamiento integral a la comunidad por medio de talleres enfocados en las artes, el desarrollo sexual y personal, la proyección de vida, las campañas de salud y aseo, y los proyectos educativos, de los cuales destaca el preescolar que se ofrece para los niños de la comunidad que tienen entre 2 y 5 años. Dentro de su misión, la fundación propone

crear transformaciones con amor en comunidades de vulneración de derechos, con el consentimiento y el aporte de ellas mismas, para conseguir coherencia espiritual, libertad, empoderamiento de su destino, autodeterminación, valores individuales y colectivos, logrando el bienestar de cada uno y de la comunidad en general. (Bolívar, s.f)

En este sentido, se tendrá en cuenta la ideología de la Fundación Crisol como agente que influye en la elaboración de los ethé discursivos de la comunidad, con el fin de identificar la imagen que construye de sí misma una lideresa comunitaria, quien representa a la fundación en la última producción audiovisual difundida desde Las Colonias al público en general.

Marco teórico

La polifonía de la enunciación en la práctica discursiva del trabajo social

Como actividades transformadoras, el trabajo y la intervención social apuntan a impulsar procesos sociales que evoquen la «acción/cambio; diseño e impacto» (Galeana & Tello, 2010, p. 25). A partir de esta definición se podría entender, entonces, que toda acción discursiva dentro de este ámbito se dirige a «la atención de un problema, demanda o requerimiento de uno o varios sujetos sociales» (Galeana & Tello, 2010, p. 27), el cual es resuelto a través de acciones instauradas por una entidad mediadora que propicia los recursos necesarios para que, por medio de la autogestión o la financiación de otras entidades, se dé solución a una demanda colectiva que apueste por el bienestar social. De ese modo, la práctica discursiva del trabajo social siempre está impregnada de actos de habla de tipo directivo y expresivo que, a su vez, están atravesados por otros discursos, provenientes de diferentes disciplinas (i. e. la antropología, la sociología o la etnoeducación).

La polifonía surge, entonces, como atributo del trabajo social, dado que en él se trasponen diferentes discursos relacionados con las distintas funciones disciplinares a las que este responde. La polifonía, vista desde la perspectiva de Bajtín (1979), propone descartar la posibilidad de un yo individualista, pues el yo necesariamente se sitúa dentro de una escena social. De ahí se concluye que el yo se precisa a través de los múltiples yoes que se encuentran en las voces de otros y que pertenecen a fuentes distintas, voces que, además de palabras, instauran creencias e ideologías. Igualmente, Ducrot (1984) insiste en que la polifonía se encuentra naturalmente inscripta de forma directa en la lengua, la cual revela la pluralidad de otras voces virtuales que se manifiestan a través del locutor como personaje real y que aparecen en la escena, en un juego de identificación y distancia que las palabras del otro instituyen en el enunciado emitido por el locutor, quien es el responsable de lo dicho.

Dentro de las limitaciones que han caracterizado a la polifonía en el discurso del trabajo social, Galeana y Tello (2010) destacan su inestabilidad, en cuanto que no existe claridad sobre cómo se generan los procesos de construcción de conocimiento en el trabajo social y, por ende, no hay un discurso definido que lo distinga. Por tal motivo, es necesario generar una reflexión que, más allá de caracterizar esta práctica disciplinar, contribuya a la construcción de un marco en torno a cómo se manifiesta esta práctica discursiva. A partir de ese marco, se puede dar cuenta definitiva del quehacer de esta disciplina y, así, promover la recreación del conocimiento generado en el área.

Se puede inferir desde Galeana (2008) que quizás una de las causas de este problema sea que en el discurso del trabajo social predomina «la práctica» como actividad que lo ha moldeado y que lo ajusta a diferentes campos epistemológicos. Esta situación ha generado una inestabilidad conceptual respecto de lo que realmente significa el quehacer del trabajo social. De antemano, esta interpretación del problema nos ayuda a comprender lo extensa que puede ser la realización de un análisis de este tipo de discurso, ya que los actores que estarán bajo el foco de análisis no se han preparado formalmente en la disciplina del trabajo social, sino que, como se ha señalado, se basan en la práctica para ejercer su intervención social en la comunidad de Las Colonias. De cierta forma, en este trabajo se reflejará una contribución al entendimiento de esta práctica discursiva, al hacer un análisis del discurso dentro del campo del trabajo social-educativo reproducido en una comunidad socialmente vulnerable.

El análisis discursivo en el ámbito del trabajo social procura, entonces, develar las intenciones que se manifiestan en la intervención social y en las cuales se apuesta por la modificación de una situación problemática que es el foco de trabajo en una comunidad específica. Con tal virtud, Tello (2008) nos ayuda a descifrar que, dado que las intervenciones dependen de las orientaciones, ideologías, posturas y contenidos de la entidad que diseña y aplica la intervención, en el discurso de los actores intervenidos en un proceso social se refleja una construcción histórica de la realidad, que está permeada por los agentes iniciadores de la intervención social; en otras palabras, la voz de los trabajadores sociales1 se manifiesta como un intertexto en el discurso de los habitantes de la comunidad.

El análisis discursivo de la producción audiovisual referida en este documento se enmarca en el ámbito del trabajo social-educativo, debido al papel que cumple la lideresa de Las Colonias como residente de la comunidad y como trabajadora social que se encarga de los procesos educativos de los niños inscritos al preescolar de la Fundación Crisol. Así pues, su labor educativa se considera como una imagen positiva que destaca su carácter de emprendimiento social frente a la problemática del abandono estatal y los vestigios de la guerra.

Por su parte, la Fundación Crisol se considerará en adelante como la institución ideológica que está a cargo de la intervención social y que se ocupa de la gestión financiera de dicha intervención. Así mismo, se presenta la empresa farmacéutica Audifarma como entidad financiadora de los procesos educativos que se desarrollan en la comunidad y como la promotora de la pauta publicitaria que se registra en el video «Pequeñas comunidades, grandes historias».

Ethos discursivo y la presentación de sí

Dentro de la definición aristotélica, el ethos se constituye en la construcción del discurso proyectando una imagen de confianza para ganar un auditorio. Tal construcción se fundamenta en la intencionalidad del sujeto, la voluntad que proyecta y la acción, es decir, la ejecución de su discurso (Aristóteles, 2010). En efecto, se entendería que la atribución del ethos no se interpreta a partir de un actor estático, sino que emerge del dinamismo en el uso del lenguaje. Dicho de otra manera, el ethos se devela en el acto de la enunciación, mas no se dice explícitamente en el enunciado (Maingueneau, 2002). Para Maingueneau, la caracterización del ethos implica discernir la identidad del locutor. En este orden de ideas, el análisis del ethos es por naturaleza un ejercicio interpretativo que se vale de todos los recursos del lenguaje emitidos por uno o varios locutores con una intención que a veces es determinada o no.

Entonces, para analizar el ethos no basta con valerse de los argumentos que se presenten para persuadir a la audiencia en búsqueda de su adhesión a un posicionamiento determinado, sino que, como señala Amossy (2010), se debe partir de la persona gramatical, es decir, del modo en que se utiliza la primera persona del singular y cómo a través de este uso se evoca la subjetividad y se define una construcción identitaria. Así mismo, Amossy sugiere que no sería suficiente identificar esa imagen proyectada de sí tan solo con el análisis del pronombre yo, sino que es indispensable considerar la forma en que el sujeto se construye cuando se dirige a un tú, ya que es en este escenario donde se negocia la identidad. Por tanto, se deben analizar estas formas particulares de interacción para determinar las maneras en que el enunciado persuade en este intercambio: «Toda imagen de sí es necesariamente tributaria de la relación yo-tú» (Amossy, 2010, p. 14).

El ethos está, entonces, en la reciprocidad del enunciado entre los involucrados, y es en esa reciprocidad negociada entre locutor-alocutor donde podrán manifestarse diferentes ethos: uno que enuncia «quién soy yo para mí», otro que demuestra «quién soy yo para ti» y uno que propone «quién quiero ser para ti» (Amossy, 2010, p. 3). En este trabajo nos fundamentaremos en estas definiciones del ethos para destacar cómo el enunciador construye una imagen de sí, qué es lo que proyecta ante la audiencia y qué es aquello que intenta proyectar. Además, para el análisis del video «Pequeñas comunidades, grandes historias», se citarán las voces de otros locutores, quienes hacen parte de la constitución de los ethé de la lideresa comunitaria, y se particularizará no solamente en lo que dice, sino además en las maneras como lo hace.

La patemización de Charaudeau

Para estudiar el ethos, es preciso reflexionar sobre la relevancia del efecto emocional que el discurso suscita en el alocutor. Tal emanación afectiva se constituye como el pathos e implica la pretensión retórica de que a través de la argumentación se gesten emociones en el auditorio. Bajo esta perspectiva, señala Maingueneau (2002) que, en la búsqueda de adhesión del auditorio a un posicionamiento determinado, es necesario gestionar las pasiones como herramienta indispensable para alcanzar la convicción. Sin embargo, Amossy (2000) insiste en que no se debe confundir aquel sentimiento suscitado en el alocutor con aquel que siente o expresa el locutor, en cuanto que las formas de convencer al otro no son directamente proporcionales con las emociones que expresa el enunciado.

Además, la influencia en el pathos no se da en un proceso racional, sino que la predisposición del auditorio se logra como convergencia de estímulos alternos a la enunciación, que en ocasiones se encuentran literales o dichos directamente; pero que en otros casos se pueden generar a partir de fórmulas consagradas. Por ejemplo, en el intento de despertar una emoción en el alocutor, se puede recurrir a menciones verbales del sentimiento que son unas veces directas (i. e. «Crisol es amor»); y otras, indirectas, por medio de patémas como las construcciones sintácticas, el uso de interjecciones o de oraciones exclamativas (Amossy, 2000).

Sobre la base de estas ideas, se debe determinar que la gestión de las emociones no se restringe únicamente a la ejecución lingüística, sino que viene acompañada de otras señales paralingüísticas y, en el caso del video aquí analizado, de posproducción audiovisual que reconfirman la intención de persuasión. Charaudeau (2011) denomina «patemización» a este despliegue de recursos alternativos que se presentan, por ejemplo, en la televisión. Resulta clave la apropiación de este concepto para el presente trabajo, puesto que el análisis aquí presentado se enfoca en develar el efecto patémico que emerge en la búsqueda de adhesión entre el locutor-audiencia y que, así mismo, se manifiesta en el corpus teniendo en cuenta todos los despliegues multimodales que allí aparecen. Además de la descripción verbal, el corpus ofrece la visión en directo y el audio de los elementos emocionales inscritos en la situación de enunciación y su relación con el auditorio.

Metodología

El marco de análisis del presente trabajo se fundamenta en la teoría polifónica de la enunciación (Ducrot, 1984), el papel de las emociones y las construcciones patémicas (Amossy, 2000; Charaudeau, 2011; Maingueneau, 2002) y se enfoca en el examen de cuatro aspectos discursivos propuestos en Amossy (2010): la argumentación, el uso de metáforas y alusiones, la persona gramatical yo-tú y la semiótica audiovisual. Por ende, para develar el ethos, es necesario hacer un análisis que aborde los diferentes actores de la producción audiovisual en cuestión, considerando sus rasgos paralingüísticos, las características plenamente lingüísticas, los enunciados, las interacciones y los marcadores semióticos, a partir de los recursos audiovisuales que destaquen particularidades que no son declaradas en el enunciado, sino que emergen de la interpretación que genera el alocutor de todo lo que se presenta en el corpus.

El corpus analizado es el video «Pequeñas comunidades, grandes historias», producción realizada por la empresa privada Audifarma el 2 de enero del 2015 y publicada en el canal de su red social YouTube® (Audifarma, 2015). El corpus fue transcrito en su totalidad para analizar las características lingüísticas y contrastarlas con anotaciones que se generaron al comentar escenas del video. Esta producción es digna de análisis discursivo, debido a que en el año 2015 los creadores de la Fundación Crisol nombraron legalmente a Marleni López como la responsable titular de esta organización. Este traspaso de responsabilidades transforma la imagen de la fundación, ya que será una lideresa comunitaria de Las Colonias quien estará a cargo de los procesos que se han desarrollado continuamente en aquella institución por más de 8 años. Para el 2015, Marleni López se había convertido en la imagen pública de la comunidad y de la fundación, ya que es ella quien aparece en todos los videos alusivos a Las Colonias2 que se encuentran publicados en la red social YouTube®.

Este análisis evidencia las formas en que, a través de medios audiovisuales, se proyectan los ethé discursivos de una representante de la comunidad, quien exterioriza el resultado del proceso de relocalización, constitución de una familia y la superación personal a partir del ingreso a la educación superior. Además, el análisis caracteriza el modo en que la lideresa asumió la situación de desplazamiento, hasta el punto de estar a cargo de procesos educativos y de trabajo social con la misma comunidad (lo que se proyectará como el ethos de la perseverancia matriarcal).

Marco discursivo y contextual del video «Pequeñas comunidades, grandes historias»

«Pequeñas comunidades, grandes historias» es el último video que se ha publicado hasta la fecha en los archivos de Internet que se refieren a la comunidad de Las Colonias y la Fundación Crisol. En esta producción audiovisual de 6:43 minutos se presenta, a través de un discurso de tipo expositivo, un informe de los avances que se han desarrollado en la comunidad en materia de trabajo social-educativo con niños desde la primera infancia. La producción audiovisual estuvo a cargo de Audifarma, debido a que esta empresa financia los procesos educativos de la escuela preescolar que se llevan a cabo en la sede de la Fundación Crisol.

En este artículo, se tomará este video como un informe de impacto, así como una pauta publicitaria que sirve de testimonio de los procesos de responsabilidad social de Audifarma. Es importante resaltar que todos los planos visuales del video se realizaron en la sede de preescolar y en la casa del personaje principal del video: Marleni López. Así, el video gira en torno a las relaciones que se crean entre los procesos que se adelantan con los niños de la comunidad, la Fundación Crisol y Marleni López (en cuanto lideresa comunitaria, trabajadora social y madre de familia residente de la comunidad), en un periodo enmarcado desde el 2009 al 2015.

Análisis discursivo

Recursos argumentativos, la persona gramatical y el pathos emocional, uso de subjetivemas y el recurso audiovisual en la construcción del ethos

Para la construcción de los ethos que se develan en este trabajo, se utilizaron diferentes recursos extra- e intradiscursivos3, cuyo propósito fue orientado a la persuasión del auditorio. El video entrelaza el uso de estrategias argumentativas, tales como la unificación argumentativa a través de la interdiscursividad y la polifonía, el uso metafórico del lenguaje, la semiótica audiovisual para dar cuenta de los códigos sociales y la proxémica, y presenta un yo-tú que apela al pathos emocional del alocutor. Todos estos recursos están orientados a legitimar la imagen que se quiere proyectar de una profesora, estudiante y madre de familia, habitante desplazada de la comunidad Las Colonias.

Desde la formulación del título del video («Pequeñas comunidades, grandes historias»), se evidencia una yuxtaposición que contrapone los atributos, «pequeñas» y «grandes», para resaltar la dimensión que se le atribuye a las «historias». Como primer enunciado, se manifiesta que en un grupo social reducido se resaltarán las historias que allí suceden. Este enunciado antecede a una caracterización positiva del contenido que se despliega en el video, lo que de cierta forma predispone la asimilación del ethos. Así, ya se encuentra impresa la pretensión del video, pues califica la historia de Marleni López como una «gran historia» de superación personal. Esto se constata en la introducción del video, donde el fundador del proyecto Crisol señala: «Marleni tiene todas las historias difíciles que se puedan imaginar, pero también tiene un tesón y una transformación grande». Nótese que se utiliza la misma estructura argumentativa que en el título del video para resaltar y focalizar las características del sujeto. Es por esta razón que partiremos de los planteamientos de Maingueneau (2002) sobre un ethos dicho, que en este caso se vale del uso de adjetivos contrapuestos para enfatizar lo que el video se propone destacar: aquí lo importante no es el espacio, sino las «grandes» cosas que suceden en este espacio.

Este uso de «subjetivemas» (Amossy, 2010, p. 7) de carácter axiológico ostenta un juicio de valor que configura la proyección de sí mismo, de tal forma que, para nuestro caso, sin importar la calidad de la argumentación que presente la locutora, la historia ya se ha rotulado destacando imágenes positivas de su personalidad. Este tipo de estrategias discursivas es común en el discurso del trabajo social, dado que permite evocar modelos a seguir que se presentan como fuentes testimoniales del éxito en procesos de intervención social y que sirven de inspiración para otros procesos que se encuentran en condiciones similares. También es importante resaltar las expresiones «[tener]: un tesón» y «una transformación grande», puesto que, en un primer acercamiento, direccionan la construcción de una imagen de perseverancia que será detallada más adelante.

Como ya se ha señalado, dentro de la organización temática del video se hace uso de la interdiscursividad4 y la polifonía como estrategias argumentativas para afianzar la imagen que se construye del individuo. Así pues, se recurre a la citación de otras voces que proveen argumentos sobre las características que le otorgan una identidad a Marleni López. Esto se logra presentando una concurrencia de argumentos que la destacan como emprendedora y obstinada. Para tal fin, se presentan las voces del creador de la Fundación Crisol, de una habitante de la comunidad, de los estudiantes y de la familia de Marleni López. Esta polifonía es evidente en casos como:

yo soy César Valencia Lopera, uno de los creadores de Crisol. Crisol es transformaciones con amor y no hay nada más bello que poder hablar de la transformación que ha tenido Marleni López en su vida privada, en su vida interior, en su vida familiar y en su vida en el trabajo de la comunidad.

En esta primera muestra se da cuenta, a través de una voz de autoridad (uno de los creadores de Crisol), de la construcción de una versión del ethos prediscursivo que trata Maingueneau (2002), dado que allí se destaca la tenacidad de la persona de quien se habla y, así, se predispone el auditorio en relación con su imagen. Esta voz respalda y añade atributos con características positivas a la construcción del ethos de Marleni López, incluso antes de ser presentada en los planos del video. Además, se recopilan otras voces argumentativas, como las de miembros de la comunidad, para reconfirmar lo que se pretende resaltar del carácter con que identifican a esta mujer:

  1. Habitante de la comunidad: «Y es una mujer muy verraca5, muy echada para adelante, porque a pesar de uno tener los años que tiene y que uno piensa que los sueños nunca pueden ser, ella ha sabido mostrar eso; en que podemos, en que si uno quiere, puede».

  2. Esposo: «Marleni es una persona especial, muy buena mamá, muy buena esposa, que es una mujer muy echada pa'lante».

Nuevamente, se destaca el uso de recursos lingüísticos, como el calificativo de «verraca» y la locución «echada para adelante», que son medios particulares de las formas en las que se hace referencia a la vehemencia en unidades fraseológicas que, aunque están supeditadas culturalmente, se utilizan para destacar las características positivas de otros, en este caso, la perseverancia de una mujer desplazada para alcanzar el éxito. Estas voces se presentan en distintos momentos, lo que antecede y refuerza el ethos imperante que aquellas destacan durante el video: el ethos de la perseverancia matriarcal. Para la afinación de este ethos dicho, el video presenta rasgos muy peculiares, como la autopresentación en tercera persona, de modo que, además de la implementación de calificativos y locuciones, la locutora se refiere a sí misma como: «Marleni como mamá es mujer amorosa, dedicada a sus hijas, las acompaña en todo lo que pueda». Entonces, la autorreferencia hace parte aquí de un juego intertextual que procura asentar la figura del ethos en un mecanismo de «unificación argumental» (Pardo, 2013, p. 424), donde diferentes voces proyectan una misma imagen y procuran, por medio de argumentos afines, convencer al alocutor de lo enunciado.

Se evidencia, entonces, que la intención del video fue específicamente destacar a la lideresa dentro del proceso educativo-social que ella misma desarrolla en la comunidad y no toparse con otros de los tantos factores relacionados con la problemática social de Las Colonias. De allí que el ethos reflejado en la lideresa como personaje principal del video esté influenciado por un ethos prediscursivo que habían generado los responsables de la preproducción del guion del video. Así, se pone en evidencia que existe un segundo ethos que se construye en función de la imagen que los productores del video se hicieron del alocutor. Fue a partir de esta noción de interacción entre el yo y el que se determinó la modalidad de presentación. El segundo ethos se encuentra influenciado por la voz de Audifarma, dado que la imagen que se tiene del alocutor no es dictaminada por la locutora del video, sino por la productora que estuvo a cargo del proceso de estructuración del video. En definitiva, la lideresa comunitaria no produce un discurso egocéntrico, sino que se proyecta como una construcción de las instituciones que han financiado y promovido su proceso.

Para ejemplificar lo anterior, se evoca la forma en que se presenta a Marleni López en el video. En primer lugar, se hacen diferentes tomas de esta mujer en su papel de estudiante, así como en su función de profesora en la sede de preescolar de la comunidad, mientras que otra voz habla de ella y alude a su proceso de transformación en los diferentes ámbitos en los que se desempeña. Una vez establecida la imagen corporal, se enfoca directamente a esta lideresa y se constata su presentación por medio de un anuncio que se despliega en la parte inferior del encuadre de la pantalla. En este anuncio, que está acompañado por el logo de la empresa Audifarma, es descrita como «madre, profesora y estudiante». Luego, por primera vez, Marleni se dirige oralmente a su auditorio: «Gracias a la Corporación Crisol y a la Fundación Libardo Escobar y Audifarma porque me han brindado un apoyo muy importante en la realización de mi sueño».

Si bien el locutor se presenta bajo las condiciones de un primer ethos que proyecta la manera en que los otros interpretan su imagen, aquí se manifiesta un segundo ethos que antepone las instituciones que han apoyado a la lideresa en su proceso de ascenso social. Marleni se manifiesta con gratitud y valida que los resultados han dependido, en cierta medida, de las entidades financiadoras de sus estudios y de su trabajo social. Aquí ya se manifiesta la intencionalidad discursiva que se había catalogado anteriormente como informe, en cuanto que los argumentos de Marleni se convierten en un garante de la intención que tiene el video. Las intenciones se unen en una figura que se representa en la lideresa cumpliendo un doble fin: por, un lado, muestra su historia de vida y, por otro, presupone la labor realizada por las instituciones financiadoras.

De igual modo, bajo la enunciación de gratitud también se presuponen argumentos alternativos. Ya se indica en Amossy (2010) que las imágenes proyectadas del sí mismo no son planeadas, sino que se sustentan sobre interpretaciones sociales en las que el «quién quiero ser para ti» son interpretadas de otras formas por los alocutores. De hecho, si se analiza a profundidad el uso del pronombre me en el enunciado «gracias a [...]: porque me han brindado un apoyo muy importante en la realización de mi sueño», se puede evidenciar que en la presentación del yo emerge la soledad y falta de apoyo en la que se encontraba la locutora; es decir, a la vez que se constata quién la apoyó, se está desvirtuando a los que no le prestaron el apoyo (por ejemplo, el Estado). De este modo, las entidades que no son mencionadas también están involucradas, aunque ausentes en el enunciado. Para constatar lo dicho, se puede hacer la citación del archivo que refleja un antecedente en el que se demuestra el descuido del Estado frente a las víctimas del conflicto armado, a través de un video financiado por el canal nacional Señal Colombia en el 2014. Allí, Marleni expresa: «como realmente el Gobierno no nos ha hecho valer ese derecho a la vivienda. Nosotros dejamos una casa y en ningún momento nos han escuchado para solucionarnos ese problema de vivienda».

Así, como en los casos anteriores, los enunciados se apoyan en otras voces que solidifican el planteamiento inicial. En este mismo video se escucha nuevamente la voz del creador de la Fundación Crisol:

Cada vez que uno ve cómo es el trato del Estado con este tipo de población, cómo en todos los ignoran, cómo todo es una dificultad, cada vez uno se indigna más [...]: porque el Estado abandona estas familias; de hecho, en el campo los tenían abandonados, y ahora más. El Estado es miope, es ciego en el sentido que atender a esta población, ayudarles a superar su conflicto, ayudarles a salir adelante, es incluso hasta más económico que solucionar los problemas al no atender la población.

El argumento de abandono por parte del Estado colombiano y la falta de reconocimiento del derecho a la vivienda comienza a resaltar una posición que no se presenta explícitamente en el video «Pequeñas comunidades, grandes historias», pero que presupone en el discurso de Marleni López la posición de víctima no reconocida por el Gobierno dentro del proceso de la Ley 1448 del 2011. El ethos dicho y mostrado, que se proyectó en un inicio ante una audiencia virtual, enunciaba una identidad, resaltada por medio de la polifonía y la interdiscursividad, que caracterizaba a esta mujer como una persona bondadosa, soñadora, perseverante y matriarcal. No obstante, ahora se añade una tercera categoría del ethos, que devela su posición de víctima con quien se está en deuda. Esta categoría, a su vez, resalta el segundo ethos, el cual indica que, a través de otras entidades privadas, esta mujer se ha logrado constituir como no víctima.

Más adelante, se identifica explícitamente que la locutora se enuncia acompañada de argumentos que recurren a la metáfora para mostrarse como alguien que superó su condición de desplazada: «el hecho [de]: que sea desplazada, no significa que hayan desplazado mis sueños». Llama la atención que, aunque en los enunciados del video no se hace uso de un discurso bélico alusivo al conflicto armado que caracteriza a la comunidad, el empleo de adjetivos como «desplazada» transporte su carga connotativa para posicionar el discurso de esta lideresa dentro de un proceso de asimilación social, el cual se encuentra intermediado por otras entidades que intervienen a individuos en situación de desplazamiento forzado mediante ejercicios con la comunidad y que, como explica Tello (2008), optan por trascender las secuelas del conflicto armado, pero instauran un modelo del discurso que opaca las realidades de los sujetos intervenidos. Así se constata en el siguiente extracto del video:

Hay algo que me hizo reflexionar un día, y fue un señor que llegó a la comunidad un día, entonces le contamos que éramos desplazados y me dijo: «primero que todo empiecen a quitarse eso de desplazados de encima, ya empiecen a verse como seres humanos valiosos».

A partir de este enunciado, se identifica que la construcción del ethos es principalmente moldeada por las intervenciones sociales, las cuales, al estar basadas en la práctica, instauran ideologías que opacan las condiciones sociales de los individuos. Estas intervenciones se manifiestan en el discurso, por ejemplo, por medio del sentido metafórico en la frase «empiecen a quitarse [...]: de encima», en la cual se identifica que el desplazamiento forzado se asume como un fenómeno social negativo. La metáfora que allí se recupera consiste en una consideración del desplazamiento como una carga. Además, a través del enunciado se destacan presupuestos: en «ya empiecen a verse como seres humanos valiosos», se ratifica, con el atributo valiosos, que las personas desplazadas son catalogadas como seres humanos sin valor.

Dicha evaluación se puede constatar en los registros donde Marleni López vuelve a manifestar el uso de subjetivemas axiológicos que instauran un sentido negativo a la condición de desplazado:

Además nos daba miedo también, porque cuando uno viene [...]: de enfrentar un conflicto, como lo es en el Urabá, y uno llega donde le dicen que hay más desplazados, uno no sabe (sube los hombros) si en esos desplazados hay quien haya.

La consolidación del ethos desde este enunciado nos permite develar con seguridad que la condición de desplazados guarda una carga semántica negativa y que la locutora se distancia de esta condición social. Probablemente este sea el aliciente para configurar una imagen proyectada en el primer ethos como ser perseverante y posicionado socialmente.

Hemos identificado, en el análisis del discurso del trabajo social, cómo el uso de metáforas constituye una fuente importante en la consolidación de una estrategia de legitimación. La metáfora es un instrumento que aporta valor semántico al sistema conceptual del enunciado y que se vale de relaciones analógicas supeditadas a entornos culturales específicos. Así pues, como recurso, la metáfora sustituye elementos del discurso y le otorga significados similares a lo que pretende enunciar (Lakoff & Johnson, 2003).

Consideremos otra muestra relevante del uso metafórico del lenguaje para develar el ethos que se presenta en el video «Pequeñas comunidades, grandes historias»: «Gracias a crisol aprendí que puedo florecer aquí donde Dios me ha plantado». En este caso, aunque el pronombre personal se encuentra implícito, el enunciado apunta a una proyección del locutor en la que el ethos se ve ligado a la proposición de agradecimiento que se establece al inicio de la oración. La acción de aprender no es una responsabilidad directa del sujeto, sino que recae sobre la fundación, la cual, a la vez, se representa como agente principal que intermedió en la acción del sujeto.

El uso del pronombre reflexivo me indica la pasividad del sujeto sometido, quien encuentra en la institución la forma de optar por el ascenso social. Además, en esta oración se hace alusión al orden divino como destino religioso. La apelación a la autoridad divina parte del razonamiento que se fundamenta en un argumento de autoridad. Así, la razón no puede cuestionarse y el argumento se presenta como válido porque tiene origen divino. Como se demuestra en Amossy (2010), «la voluntad de someter las cuestiones humanas a lo divino y, por lo tanto, subordinar lo temporal a lo religioso construye el ethos del locutor. Dime cómo argumentas y te diré quién eres» (p. 12).

La posición religiosa, además de estar presente en los enunciados, se manifiesta en el quehacer de Marleni. Esto se proyecta en una secuencia del video en la que ella, en su papel de docente, se presenta realizando una oración católica al inicio de su clase, lo que constata la presencia ideológica que se proyecta desde el entorno cultural al que ella pertenece y que promueve a partir de sus prácticas cotidianas.

Retornando al enunciado anterior, analizaremos el uso de la metáfora a partir de los verbos florecer y plantar. Para tal muestra, encontramos que la alusión a los procesos agrícolas se manifiesta constantemente. Además de esta muestra, la lideresa expresa en otros momentos del video metáforas como: «es dar todo de mí, todo lo positivo [.]: y sembrarlo en cada uno de esos niños y también en las mamás».

A partir del análisis de este enunciado, es representativo el uso de metáforas relacionadas con el ejercicio de la cosecha, con las que se anuncia un resultado que se auspicia como positivo. También existen otras interpretaciones que subyacen en el enunciado, por ejemplo, en el uso del deíctico «aquí» se localiza la proposición en un territorio determinado, que se delimita como Las Colonias. En ese sentido, los dos enunciados anteriores presuponen que en este territorio se auguran efectos productivos para los habitantes. Es un postulado que se desprende del uso del verbo florecer como resultado del proceso efectivo de sembrar y que, además, se califica como un procedimiento ingeniado y respaldado por voluntad divina.

Por tanto, es evidente en este video la doble naturaleza del yo que presenta Amossy (2010) desde los trabajos de Benveniste y de Maingueneau. Se tiene, por un lado, el sujeto de la enunciación, quien presenta un ethos dicho, y, por el otro, un sujeto del enunciado, quien refleja un ethos mostrado. Se reconoce que lo dicho es la imagen de resurgimiento propuesta por medio de metáforas como «florecer», una imagen que dice proyectarse con los atributos de una flor, mientras que lo que demuestra es una víctima de las consecuencias divinas y sociales, ya que a esta persona le han puesto un reto que debe asumir en una comunidad pequeña, donde fue puesta por encima de su decisión.

Acompañada de un ethos religioso que se manifiesta en sus expresiones, Marleni también se personifica dentro de un sistema cultural matriarcal, donde representar una imagen de progreso social es ser responsable de la familia, de sus procesos educativos y manutención. En un primer nivel, esto se manifiesta en los enunciados polifónicos del video:

  1. Habitante de la comunidad: «y ella lo ha demostrado, es una mujer muy verraca. A pesar de que tiene todavía a sus hijas pequeñas, ya va en cuarto semestre de Pedagogía Infantil y me parece muy chévere que muchas mujeres que estamos en esa misma condición, que tenemos nuestros hijos, que tenemos nuestro hogar, podamos ver de que [sic]: podemos salir adelante».

  2. Marleni López: «tengo una familia que está conformada por mi esposo, mi hija [...]: Hace 12 años llegué al sector Las Colonias en busca de nuevas soluciones de vivienda para mi familia».

  3. Esposo: «ojalá y Dios quiera y pueda cumplir el sueño de ella y qué rico, porque se lo merece y me siento feliz de ver cómo es ella con mis hijas, cómo me atiende a mí como esposo».

  4. Hija: «mi mamá es muy, muy querida. Ella siempre me saca tiempo para mí cuando yo necesito hacer tareas o si tengo que hacer algo».

Vemos aquí otro caso de unificación argumentativa para resaltar el ethos dicho de la lideresa. Acá se evidencia una imagen estereotípica de la mujer antioqueña que vela por su hogar cumpliendo con todos los menesteres tradicionales de la familia colombiana. Esta imagen es apoyada por los planos del video. Por ejemplo, en varias ocasiones la escenografía posiciona a Marleni dentro de su casa lavando los platos o atendiendo a su familia, ya sea sirviendo su comida o ayudando a sus hijas a realizar las responsabilidades escolares. Esta imagen construida se ha constatado, por ejemplo, en un diálogo como el siguiente:

  1. Esposo: «¿mija6, qué me va a dar de desayuno?»

  2. Marleni: «¿quiere huevito en cacerola?»

  3. Esposo: «no, deme migote7, deme migote».

El ethos rotulado como perseverancia matriarcal colombiana emerge de las diferentes voces que se presentan en el video y aúna polifónicamente la perseverancia que determina a la lideresa y, a la vez, constata (por medio de las expresiones «me atiende a mí como esposo», «¿mija, qué me va a dar de desayuno?», así como también a través del imperativo «deme» o en «ella siempre me saca tiempo para mí cuando yo necesito hacer tareas») que Marleni opera bajo el papel de ama de casa que trabaja a favor de las necesidades de los miembros de su hogar. De este modo, se representa el sistema de matriarcado colombiano que se adopta en este trabajo.

Según la perspectiva de Engels (1962), el matriarcado se debe entender como un sistema social en el que la madre es el centro de la vida doméstica y, además, tiene participación activa en las decisiones financieras de su núcleo familiar. Tal es el caso que aquí se analiza, donde se presenta a una madre que trabaja y genera ingresos económicos, apoya el proceso educativo de sus hijas, se encarga de los quehaceres de su hogar y cumple con tradiciones estereotípicas (en ocasiones, mal interpretadas como machismo) de servicio a su esposo.

La construcción del ethos discursivo para esta etapa ya se consolida desde las diferentes muestras audiovisuales y enunciados «dichos» en el video. Vamos a recurrir ahora a la noción de pathos y al papel de las emociones en la argumentación, propuesto en Amossy (2000), para constatar las relaciones de ethos presentados. Así pues, partimos de las figuras suscitadas desde toda la construcción discursiva del video y nos enfocamos en aquellas que buscan otorgar credibilidad sobre sus contenidos por medio del énfasis en las emociones y actitudes, que, como sugiere Maingueneau (2002), adhieren el interlocutor a una construcción ethoica del individuo.

Ya se ha notado la imagen constituida de Marleni como lideresa comunitaria, madre y esposa consumada, que se refuerza a través de su condición de mujer como un ser sensible pero tenaz y perseverante, y que, sin embargo, está supeditada a las emociones que, como sujeto, ha logrado perdonar. Además, Marleni menciona su gratitud frente a los otros y la retribuye por medio de procesos de intervención social en su misma comunidad. Estas características se refuerzan por el empleo de recursos visuales que focalizan las emociones a través de la patemización que estudia Charaudeau (2011), esto es, la descripción verbal reemplazada por la visión en directo de la emoción que se intenta suscitar. Es así que en «Pequeñas comunidades, grandes historias» se legitima la ternura y la vulnerabilidad pueril a través de la representación y figura de los niños, lo que propicia un mensaje que sensibiliza al alocutor, en cuanto que los seres inocentes son los que deben sufrir los rezagos que ha dejado el fenómeno del desplazamiento en Colombia. Lo que se busca desde el pathos es convencer a la audiencia de que existe una alternativa por medio de Marleni López (producto de la inversión de Audifarma) para que, con base en la construcción de un sistema educativo, se genere un orden social en la comunidad y se establezcan sistemas de mejoramiento social a partir de la educación desde la primera infancia.

Dicha emoción se formula y se justifica explícitamente a partir de las muestras infantiles, tales como juegos, cancioneros y rondas. De allí que el garante se establezca a partir de muestras estereotípicas de la educación inicial, la importancia del niño y el futuro de la niñez en la comunidad. La construcción de la imagen del video conjuga gráficos pueriles dibujados en las paredes de la sede de preescolar de la comunidad, música de rondas como telón de fondo sonoro del video, la proxémica enfocada en los abrazos entre niños-estudiantes y Marleni-profesora, y las cortinas escénicas que permiten la transición de escena a escena con niños que cantan a la profesora desde el parque de juegos de la sede de preescolar (e. g. «¡Salió la A, salió la A, mi profe va a estudiar!»).

Las imágenes indican que la comunidad se ha apropiado del área (a pesar de su situación de invasión de la propiedad privada) y que existen planes de convivencia, consolidación social a futuro y un apoyo para lograr tal expectativa a partir de unos garantes que se visualizan como instituciones que respaldan el proceso de desarrollo social. También es evidente la doble destinación en el video. Según Amossy (2010), la doble destinación se enmarca en una situación en la que el yo, a través de un mismo discurso, se dirige con conocimiento a dos auditorios diferentes para proyectar conscientemente a esos públicos dos imágenes de sí que cumplen dos funciones. Por ejemplo, en el video se pueden detallar transiciones que presentan a la locutora iniciando sus clases o utilizando formas proxémicas como el abrazo al llegar al salón de clases. Esta somera descripción de una situación de doble destinación demuestra cómo el locutor identifica un primer auditorio (los niños del salón de clases) al que se dirige, y una audiencia externa que valida la conexión que tiene la imagen de la profesora con sus estudiantes. Esto corrobora un ethos de profesora bondadosa que se proyecta en la locutora. Los alocutores terceros o indirectos se convierten en testigos de la escenografía (Maingueneau, 2002) y, por ende, constatan un ethos demostrado que surge de la buena labor que ella realiza allí.

Así mismo, existen otros rasgos, como la combinación de vestuarios, en los que unas veces la lideresa es madre, profesora o estudiante. Para esta última faceta, se ambienta la secuencia audiovisual con música infantil y se presenta a Marleni vistiendo uniforme gris oscuro con el logo de la fundación universitaria a la que asiste. Estos recursos, que incluyen gestos paralingüísticos indicadores de prisa, encuadran una imagen de Marleni como mujer comprometida con su educación, una mujer que se responsabiliza de los diferentes papeles que cumple en su proceso de superación personal. Es así como se acentúa la imagen de perseverancia que caracteriza su ethos. De lo que aquí se señala, hay que destacar que este proceso no solamente afecta a Marleni, sino que, a través de ella, se representa una «gran historia» de esta comunidad.

En esta perspectiva, se pretende conmover el pathos con representaciones audiovisuales que constatan la imagen que se presenta de sí. Aun así, es pertinente explorar la construcción del ethos partiendo de la alusión al yo. Para Amossy (2010), es necesario explorar ese modo en que se presenta el yo con relación a un tú-vos-usted, o si este se encuentra presente o ausente para comprender mejor la construcción del ethos. Tomemos como muestras algunos enunciados de Marleni en el video:

  1. Quiero ser una persona normal, normal, una mujer que vive en Pereira, que lucha por su vida, que soy, soy ese ser humano [...]: Feliz.

  2. Yo siento que nosotros acá estamos siendo como, como, invisibles.

  3. Además nos daba miedo también.

  4. Me siento muy feliz de estar acá porque acá he progresado y han surgido muchas cosas buenas en mi vida.

El uso de la primera persona del singular, aunque tácito, nos permite construir una imagen de sí, al mismo tiempo que Marleni se constituye como sujeto. A través de esta imagen, el locutor se identifica y se muestra de una cierta manera, lo que permite situar a esta lideresa socialmente y diferenciarla como individuo, en virtud de sus características particulares. Esta presentación ya se ha demostrado a partir de por lo menos seis tipos de ethé: 1) ethos de la perseverancia en la cultura matriarcal, 2) ethos de modelo de superación personal construido por instituciones externas, 3) ethos de víctima adeudada por el Estado, 4) ethos de ciudadana desplazada sin valor, 5) ethos ideológico religioso y 6) ethos de maestra bondadosa y comprometida con su labor. Además, con base en estas muestras del corpus y en relación con lo que plantea Amossy (2010), se podría inferir que Marleni divisa un auditorio que se interesa por sus emociones y, por tanto, la locutora establece un diálogo con el tú. Su estrategia discursiva para apelar al pathos parte de las emociones y lo refleja por medio de las menciones verbales del sentimiento. Así, proyecta cómo se siente (a veces feliz, a veces invisible), lo que sentía (miedo) y lo que quiere ser (persona socialmente aceptada).

En resumen, la locutora se preocupa por presentar sus sentimientos en relación con el proceso que ha vivido y por demostrar la equidad de clase que ha logrado en su estatus social actual. Para dar cuenta de esto, Marleni expone que ha conseguido sostenerse en la cultura matriarcal, en la que se constituye y en la cual ha sostenido su familia; de igual manera, la locutora manifiesta que está inscrita y avanza en el proceso educativo superior y, a la vez, propone ideas de intervención social para su comunidad. Se infiere que persuade al tú, o sea, a su audiencia, necesariamente a través de la presentación de la transición de su imagen oculta de víctima a lideresa comunitaria quien apoya a su comunidad.

Conclusiones

Al realizar un análisis discursivo para develar la imagen que construye de sí misma la lideresa comunitaria se destaca la intertextualidad, interdiscursividad y polifonía, pues su discurso se encuentra altamente influenciado por el agente interventor social, la Fundación Crisol. De acuerdo con Tello (2008), los agentes interventores, quienes se responsabilizan del trabajo social, intentan aprovechar las posibilidades de «empoderar a los sujetos sociales en búsqueda de una sociedad de convivencia equitativa, más humana» (Tello, 2008, p. 15); y es en esta búsqueda de empoderamiento donde trabajadores sociales fomentan en los individuos de la comunidad el uso de un discurso que oculta la problemática social en la que están inmersos, para así transformar las construcciones de la realidad que han desarrollado los sujetos. Dicho de otra manera, el discurso que presenta la comunidad cuando está siendo grabada evade el uso de vocabulario bélico o construcciones discursivas que los representan como víctimas y, por ende, se hace uso de construcciones pacifistas y alusivas al amor para presentar su nueva realidad ideológica.

Como se planteó al inicio de este artículo, se ha develado que el discurso del trabajo social se sirve de estrategias para representar la solución del problema inicial -mente mediado, y lo demuestra a través de las voces de quienes fueron intervenidos como testimonio de la labor realizada. Así, el video «Pequeñas comunidades, grandes historias» se presenta como un informe social del impacto que se ha generado con la intervención de la Fundación Crisol, auspiciada por la empresa Audifarma, que, a su vez, es la directora de la construcción audiovisual y la cual, a partir de huellas semióticas, entrega muestras racionadas de su participación en el proceso de este cambio social.

El discurso aquí se imbrica con el género discursivo publicitario, en el cual se hace uso del campo patémico para persuadir a la audiencia, y, a la vez, generar una noción del ethos oculto. Como hemos visto, a pesar de que la empresa Audifarma no hubiese estado explícitamente en los enunciados, el sistema de argumentación se enfocó en otorgarle todo el crédito al proceso de responsabilidad social de la empresa.

En efecto, es interesante explorar el campo discursivo del trabajo social, dado que no se ha logrado establecer por medio de este análisis el origen ideológico que fundamentó a la Fundación Crisol, ni las razones que la han llevado a promoverlo en sus prácticas discursivas, al punto de hacer que la comunidad se apropie de este. Es necesario, entonces, promover investigaciones con un corpus más extenso para develar la interacción que existe entre las ideologías y el discurso del trabajo social, particularmente con comunidades colombianas en situación de desplazamiento forzado.

Las estrategias discursivas evidenciadas en el corpus caracterizan finalmente a Marleni López en un juego intertextual que devela seis distintos ethé. Sea consciente o no, la imagen predominante que ella se esfuerza en proyectar ha convergido en un ethos de vehemencia denominado «ethos de la perseverancia matriarcal colombiana». Con base en esta idea, es clave dilucidar que el concepto de perseverancia revelado en el análisis se atribuye a las conductas estereotípicas de la cultura antioqueña colombiana a la que pertenece Marleni, que se caracterizan por el deseo de progreso social y económico por medio del esfuerzo laboral. Estos factores confluyen en una perspectiva de cultura matriarcal que, en este trabajo, se interpreta bajo las nociones que recopilan críticamente Rodríguez y Serrano (2005).

Para este caso, la perspectiva de matriarcado se aísla del sesgo moralista presente en los trabajos de Bachofen (1987); esto es, no nos referimos a la perseverancia matriarcal colombiana como un sistema dominado por las mujeres, ni por las ideas místicas de incorruptibilidad o pureza femenina, sino al sistema social que del que habla Engels (1962), donde la mujer, en una hipotética sociedad igualitaria, tiene control del ámbito económico y se posiciona como centro de la vida doméstica, con acceso a la profesionalización por medio de la educación, la facultad para organizarse y hablar en público representando su núcleo familiar. La autoridad que Marleni representa la hace digna de reconocimiento social y la convierte en un modelo que pone de manifiesto el desencadenamiento de las historias de vida de individuos en condición de desplazamiento forzado en Colombia.

Finalmente, los ethé que presenta Marleni no se deben generalizar a los que se construyan de otros individuos de la comunidad. Las realidades de Las Colonias acarrean otras problemáticas sociales que se inscriben en el tiempo que se han establecido como comunidad. El asentamiento en esta zona ha generado disputas internas por terrenos y conflictos raciales y de género que no son evidentes en este formato de video reporte. El alocutor del video genera una imagen positiva que ignora, de alguna forma, las otras realidades sociales que se esconden en el desenfoque de la cámara, para lo cual sería necesario generar un análisis del discurso alternativo y bajo otros modelos, que procure dar cuenta de las otras voces de la comunidad que hasta la fecha no han sido captadas por un obturador.


Notas

1 Que para este caso se identifican como la Fundación Crisol.
2 Por ejemplo, Corporación Crisol (2012, mayo 16).
3 Maingueneau (2002) presenta lo extradiscursivo e intradiscurso para referir a aquellos rasgos que constituyen el ethos del locutor, pues se identifica que «el ethos es diferente de los atributos 'reales' del locutor, puede ser adjuntado al locutor en cuanto que es este la fuente de la enunciación, es desde el exterior que lo caracteriza [por ejemplo, la mímica o vestimentas]:» (pp. 56-57).
4 Se debe entender como «la realidad discursiva en la que distintos discursos concretos, pero también distintos tipos de discursos, se relacionan entre sí en el plano del habla y en el plano de la lengua, o en ambos, interactúan entre sí tanto en la realidad comunicativa como en el sistema» (Albaladejo, 2005, p. 28).
5 En el contexto colombiano al que pertenecen los participantes de este trabajo, la acepción de la palabra verraco difiere de aquella presentada en el diccionario de la Real Academia Española (del lat. verres: cerdo padre semental). En este caso, se toma como un colombianismo que, según el diccionario de colombianismos de la Academia Colombiana de la Lengua (2012), proviene de la región antioqueña e indica el atributo de una persona valiente, sobresaliente o audaz.
6 Vocativo que resulta de la contracción de mi hija; comúnmente utilizado en el dialecto paisa para referirse cariñosamente a un allegado o familiar, en este caso, al cónyuge.
7 Alimento típico de la región antioqueña colombiana, que se compone de la mezcla de una bebida caliente, como el chocolate o el café, con el desmigajado de la arepa de maíz o del buñuelo triturado.


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Anexos

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