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Forma y Función

Print version ISSN 0120-338X

Forma. func. vol.34 no.2 Bogotá July/Dec. 2021  Epub June 29, 2021

https://doi.org/10.15446/fyf.v34n2.88605 

Artículos

Uso intergeneracional del garífuna y del español en siete comunidades garífuna de Honduras*

Intergenerational Use of Garifuna and Spanish in Seven Garifuna Communities in Honduras

1Universidad Paris Descartes la Sorbonne, París, Francia, Universidad Paul-Valéry Montpellier III, Montpellier, Francia. stephanie.brunot2690@gmail.com


Resumen

Este artículo presenta un estudio del uso intergeneracional de la lengua amerindia garífuna y del español basado en observaciones espontáneas y planificadas de las interacciones familiares de tres generaciones (hijos, padres y abuelos), en siete pueblos de la costa caribe de Honduras. Utilizando una metodología cuantitativa y cualitativa para el tratamiento de datos de primera mano, se observó que, si bien las tres generaciones alternan español-garífuna, es la generación de los hijos la que introduce más el español en las interacciones cotidianas. Se observó que los intercambios en español se duplican de la generación de los abuelos a la de los hijos. La actitud lingüística de los jovenes puede ser comprendida como variantes de función identitaria. Sin embargo, sigue existiendo una paridad plurilingüe relativa, los hablantes siguen usando la lengua no dominante: el garífuna, en contextos informales y en el ámbito familiar.

Palabras clave: Garífuna; Español; Honduras; Sociolingüística; Vitalidad lingüística; Contacto de Lenguas; Transmisión intergeneracional

Abstract

This paper presents a research study of the use of Garifuna and Spanish among and across three age-groups (children, parents and grandparents) based on spontaneous and planned observations of family interactions in seven villages on the Caribbean coast of Honduras. Using a quantitative and qualitative methodology for first-hand data processing, it was observed that, although the three age-groups switch between Spanish and Garifuna, it is the children's group that introduces more Spanish in daily interactions. It was observed that Spanish exchanges from the children´s group doubled those from the grandparents' group. The linguistic attitudes of the youngsters can be understood as variants of an identity function. However, there is still some balance between both languages as the speakers continue to use the non-dominant language, Garifuna, in informal contexts and in home.

Keywords: Garífuna; Spanish; Honduras; Sociolinguistics; Language Vitality; Language Contact; Intergenerational Transmission

1. Introducción

La preservación y revitalización de las lenguas indígenas se convirtió en una preocupación internacional. Actualmente en el mundo se hablan cerca de 6.500 lenguas y se estima que alrededor del 90% de ellas habrán desaparecido a finales del siglo XXI (UNESCO, 2003). La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en su informe de 2016 (Organización de las Naciones Unidas, 2016), menciona su preocupación por revitalizar y en ciertos casos recuperar las lenguas indígenas en Honduras. Así mismo, la UNESCO declaró el año 2019 como el año internacional de las lenguas indígenas. En 2009, la UNESCO identifica 200.000 hablantes garífuna, 140.000 de los cuales se encontrarían en Honduras. Las poblaciones indígenas y afrohondureñas no disponen de un censo riguroso y definido que permita evaluar el número de sus habitantes con exactitud. Si bien la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) así como el Centro Latino Americano y Caribeño de Demografia (CELADE) acompañan el mejoramiento de la institucionalidad para la produccion de estadísticas desagregadas (CEPAL, 2013), aún quedan bastantes desafíos, ya que los procesos no están sistematizados y no hay informes técnicos que den cuenta de ellos. Además, muy pocos países incluyen la variable étnica en sus censos (Agudelo, 2019, p. 8; INE, 2001, 2013).

Por otra parte, la transmisión de la lengua garífuna -lengua amerindia de mayor influencia Caribe y Arawak (De Pury, 2002)- se ha convertido en una preocupación creciente y transversal sobre el escenario internacional, nacional y local, particularmente en los pueblos de la costa caribeña de Honduras. La UNESCO, en 2008, incluyó la lengua garífuna como parte del patrimonio inmaterial de la humanidad. Recientemente, los trabajos de investigación de Nijs (2013), Haurholm-Larsen (2016) y de Quesada (2017), indican que el garífuna es una lengua vulnerable frente a la lengua dominante de Honduras: el español. Además, los autores citados han observado la tendencia de los niños y jóvenes a expresarse predominantemente en español, más que en lengua garífuna.

Con respecto a la investigación presentada en este artículo, su originalidad se destaca en la observación de los intercambios verbales en la lengua garífuna y en español entre tres generaciones (abuelos, padres e hijos), a partir de un trabajo de campo multi-situado (9 pueblos) en la costa atlántica de Honduras, desde Triunfo de la Cruz hasta Santa Rosa de Aguán (Marcus, 1995). El interés por la observación de los intercambios verbales en las comunidades garífuna fue orientado por la alta preocupación, de parte de la población misma por la posible «pérdida» de la lengua garífuna, como expresa China en el ejemplo 1:

(1) Hay los hijos, nietos, entienden garífuna, ya, pero no lo hablan (China, 52 años, abuela de Triunfo de la Cruz)

La preocupación de China, abuela de 52 años, se destaca constantemente en el discurso de la generación de los abuelos de las comunidades visitadas. Así, ¿En qué grado de vitalidad se puede ubicar la lengua garífuna? ¿En este caso podemos hablar de vitalidad de una lengua? (UNESCO, 2003). Según la publicación: «Vitalidad y desaparición de las lenguas» por la institución de la UNESCO, en 2003, la vitalidad de una lengua se puede evaluar con base en 9 factores (Figura 1). Estos factores fueron rigorosamente destacados por el Grupo especial de expertos1 sobre lengua en peligro, y l’ELDIA (Modelo Europeo de Diversidad Lingüística para Todos). Por lo tanto, se eligió considerar, en parte, el marco de la investigación basado en el análisis del grupo de expertos perteneciente al programa de «Salvaguardia de las Lenguas en Peligro» de la UNESCO.

Figura 1. Vitalidad y peligro de desaparición de las lenguas (UNESCO, 2003

La vitalidad de una lengua es un indicador de la durabilidad de la misma y de la posible necesidad de intervención para mantenerla. Aquí, la vitalidad no se considera solo como una característica de una lengua, ni de una población, sino como una descripción de la relación entre una lengua, sus locutores y sus lenguas y un contexto político (Roche, 2017, p. 194). Stanford y Whaley (2010) definen este contexto como «the language ecology» (ecología de las lenguas). Por lo tanto, se eligió adoptar un modelo multifactorial para el análisis de la vitalidad de la lengua garífuna, lo que permite analizar la complejidad de su vitalidad.

Por cierto, el modelo de vitalidad de una lengua propuesto por la UNESCO es discutible por los numerosos factores que abarca (9). Además, algunos de ellos parecen extremadamente complicados de evaluar. ¿Cómo informar sobre el número absoluto de hablantes cuando el censo nacional del mismo país no permite tener acceso a datos actuales ni exactos? De igual modo, una persona se puede auto-identificar como garífuna sin ser hablante de la lengua, como es el caso en algunas aldeas de la costa caribe nicaragüense, en la comunidad Orinoco y de Marshall Point2. También, se observa un número importante de hablantes garífuna presente en los Estados Unidos (New-York, Houston, etc.), sin tener aquí tampoco medidas exactas de este movimiento migratorio.

Sin embargo, dos factores de la Figura 1 parecieron relevantes para llevar a cabo la investigación: las actitudes de los miembros hablantes de la comunidad hacia la lengua y la situación de la lengua en cuanto a los ámbitos en que se emplea. Se eligieron estos factores por su pertinencia y la factibilidad de la misma investigación sociolingüística, ya que esta última fue llevada a cabo por una sola investigadora dentro de un tiempo corto de dos meses y cuya investigación sigue en proceso.

Así, el presente estudio buscará aportar una mirada cruzada entre la sociolingüística y el área de investigación de las lenguas en peligro sobre los intercambios verbales entre tres generaciones: abuelos, padres e hijos, tomando en cuenta dos criterios de la evaluación de la vitalidad de una lengua: la situación de la lengua en cuanto a los ámbitos en que se emplea y las actitudes de los miembros hablantes de la comunidad hacia la lengua.

Para estudiar la vitalidad de la lengua garífuna en estos intercambios, se inició con la problemática siguiente:

¿Cuáles son las características pragmáticas y lingüísticas de los intercambios verbales intergeneracionales en las comunidades garífuna desde Triunfo de la Cruz hasta Santa Rosa de Aguán?

En otros términos, como lo menciona Joshua Fishman (1965, p. 19) «¿Quién habla cuál lengua a quién y cuándo?»

El trabajo de investigación se basó en las dos hipótesis siguientes: la primera es que se observaría en los intercambios verbales una alternancia y una mezcla lingüística con mayor presencia del español. La segunda: si la generación de los abuelos conserva sus intercambios en lengua garífuna, se podría observar, sin embargo, estrategias preferenciales, de parte de la generación de los padres e hijos, por el uso y selección del español en los intercambios cotidianos. Estas dos hipótesis nos van a permitir tener un mejor entendimiento de las actitudes lingüísticas de las 3 generaciones (hijos-padres-abuelos). Para evaluar la segunda hipótesis, tomaremos en cuenta más específicamente las actitudes lingüísticas evidenciadas en los ámbitos de uso de las lenguas.

Así, la presente investigación sociolingüística pretende ilustrar a partir de datos empíricos, dos de las nueve áreas que según la UNESCO tienen impacto en el grado de vitalidad de la lengua: actitudes lingüísticas y ámbitos de uso (Figura 1). El estudio no se limitará a hacer un inventario de las personas hablantes del garífuna en las comunidades visitadas, sino se enfocará en el análisis del uso concreto de la lengua garífuna y del fenómeno de contacto con el español, aportando datos cualitativos con mayor exploración de las condiciones sociolingüísticas e históricas de los hablantes y de los significados sociales fundadores de su identidad. Antes de presentar la metodología de investigación, se hace necesario contextualizar la lengua garífuna en su dimensión socio-histórica.

2. Situación socio-histórica de la lengua garífuna.

Antes de aportar algunos elementos de respuesta a los cuestionamientos anteriores, distinguiremos elementos de comprensión analíticos sobre la lengua garífuna. Cabe desatacar que la lengua garífuna tiene sus presuntos orígenes en el siglo XVII, cuando en la isla San Vicente convivían indígenas arawakos y karib, con quienes los esclavos africanos3 rescatados de un naufragio se mezclaron y formaron un grupo llamado los Garinagu comúnmente conocido como garífuna4.

La palabra garífuna no define solamente la población sino también su lengua. La lengua garífuna se considera autóctona de América Central y perteneciente a la familia Arawak (Chamoreau, 2017; Quesada, 2017; Munro, 2013). Contiene influencias léxicas y fonológicas, del siglo XVII (Breton, 1999 [1665]), provenientes de lenguas africanas bantú (África central, oriental, austral), y yoruba (Nigeria, Benín y Togo), caribe, francés, español e inglés (De Pury, 2002).

Aunque la lengua garífuna se formó hace más de 220 años, las investigaciones lingüísticas recientes de Nijs (2013), Haurholm-Larsen (2016) y de Quesada (2017), remitieron observaciones con respecto al posible desplazamiento de la lengua. El desplazamiento lingüístico es considerado como uno de los estadios anteriores a la muerte de una lengua (Rodríguez, 2013). Sin embargo, en el sentido de Thomason y Kaufman (1998) y Winford (2003), lo que genera el desplazamiento lingüístico intergeneracional es, por lo general, una diversificación de las prácticas comunicativas.

Si bien la lengua garífuna es considerada como minoritaria en el territorio hondureño, ¿podemos considerarla en peligro real de extinción? Esta investigación nos permitirá responder parcialmente a este cuestionamiento en lo que tiene que ver con dos aspectos: los ámbitos de uso de la lengua garífuna y las actitudes lingüísticas de sus hablantes.

3. Marco teórico de la investigación

El estudio realizado se ubica en el marco de una sociolingüística de terreno que se interesa por situaciones de intercambios verbales en las comunidades garífuna, así como del contacto de lenguas. El contexto de observación, en referencia a la tipología de Winford (2003), fue aquel en el cual los locutores conviven en una misma comunidad (garífuna) pero que es minoritaria frente a un grupo dominante, denominado «ladinos» o «mestizos», personas identificadas, por lo general, como hispanófonas y no hablantes de las lenguas originarias del país y/o quiénes no pertenecen a una comunidad indígena o afro-indígena del país. Sin embargo, existe un espacio de comunicación entre las comunidades garífuna y las comunidades ladinas hispanófonas, un espacio de contacto de lenguas.

Además, considerando que los países del Sur5, como es el caso de Honduras, se caracterizan por el multilingüismo en sus territorios y el plurilingüismo de su población, se volvió a considerar, en los estudios de contacto de lenguas, la definición de «las prácticas lingüísticas» (pratiques langagières) (Léglise, 2018). En efecto, «las prácticas lingüísticas» se consideran heterogéneas, lo que impacta las categorizaciones tradicionales de la lingüística e implica reconsiderar el multilingüismo bajo un aspecto social como el resultado de una coexistencia de lenguas, prácticas y estatutos económicos y simbólicos en un territorio dado (Léglise, 2018). Así, consideramos la lengua como un proceso dinámico en construcción permanente, dando lugar a creaciones lingüísticas que se dan a observar en un contexto de lenguas en contacto (Noonan, 2010, p. 51).

Con el fin de estudiar el contexto del uso de la lengua, nos interesamos en la pragmática del lenguaje, que según Francis Jacques es: «el lenguaje visto como un fenómeno discursivo, comunicativo y social» (Jacques, 1983). Se estudió el contexto sociocultural de los intercambios orales: el contexto referencial, situacional, accional e interpersonal (Ervin-Tripp, 2009). Se hizo énfasis en las estrategias individuales del uso de las dos lenguas presentes en las comunidades estudiadas: español y garífuna6. En efecto, si bien el estudio se enfocó específicamente en el uso de la lengua garífuna, también se analizaron los intercambios híbridos garífuna-español (Noonan, 2010, p. 51). Cuando se habla de intercambios híbridos garífuna-español se refiere a la alternancia o mezcla lingüística de las dos lenguas.

Para el análisis de los intercambios híbridos garífuna-español, también se tomó Para entender este fenómeno de cambio de código (code-switching -CS-), se tiene que estudiar a la vez elementos etnográficos, actitudinales y gramaticales (Poplack & Sankoff, 1988). Es decir, debe llevarse a cabo un análisis integrado con el propósito de ubicar cuándo se produce el cambio de código, cómo, dónde y por qué. El presente estudio pretende tomar en cuenta los dos primeros elementos para estudiar el fenómeno del cambio de código, a saber: elementos etnográficos y actitudinales. Como marco de referencia lo que Isabelle Léglise llama «la segunda tradición de los estudios sobre la alternancia y mezcla de lenguas», un movimiento que se interesa en el papel y en las significaciones sociales de este fenómeno (Auer, 1995; Myers-Scotton, 1993; Heller, 1995). Este enfoque funcionalista, nos permite, en parte, identificar y entender las estrategias de nivelación o de conservación de las fronteras lingüísticas, de parte de los locutores en sus intercambios. Para el análisis conversacional, se eligió tomar como referencia la codificación y la noción de turn-taking (turno de palabra) según una tipología basada en la secuencialidad para resaltar los turnos de palabra y los cambios de lengua (Auer, 1995). En el caso del estudio se uso la letra G para representar la lengua garífuna y la lengua E para representar el español, la aplicación de esta metodología se encuentra en la parte 4 (resultados) del artículo.

Finalmente, el ultimo eje de análisis de las interacciones verbales se enfocó en la noción de identidad lingüística. Por cierto, los interrogantes sobre «identidades lingüísticas» y «lenguas identitarias» forman parte de las preocupaciones de los debates actuales en sociolingüística (Brousseau, 2011)7. Así, no solo se contempló la capacidad de los locutores de usar estratégicamente sus recursos lingüísticos, sino también sus actitudes lingüísticas adquiridas como la expresión del orgullo y la reivindicación en sus usos lingüísticos, en otros términos, la expresión de su identidad (Baker, 1992; Brousseau, 2011).

4. Metodología inductiva de la observación de los intercambios verbales intergeneracionales en 7 comunidades garífuna

La investigación sociolingüística reportada en este artículo se realizó en nueve8 comunidades garífuna de la costa atlántica de Honduras, desde el departamento de Atlántida hasta el departamento de Colón: en Triunfo de la Cruz, en Ceiba, en Corozal, en Sambo Creek, en Cayo Cochinos, en Punta Gorda (isla de Roatán), en Guadalupe, en Trujillo y en Santa Rosa.

La recolección de datos empíricos se hizo a partir de observaciones espontáneas y planificadas de las interacciones intergeneracionales familiares de 3 generaciones (abuelos, padres, hijos), en 6 hogares, en espacios públicos (la plaza del pueblo, la palapa de baile, la calle, la pulpería, la cancha de fútbol, los bares, entre otros) y en un evento nacional, el Encuentro Nacional de la Juventud Afrohondureña, organizado por la ONG hondureña ODECO. Si se articuló un nivel de comprensión a la vez macro y micro-sociolingüístico, es mayormente el enfoque micro-sociolingüístico el que se destacó en la recolección de datos, en comparación con la investigación de Suat Istanbullu sobre las prácticas lingüísticas de familia transnacional, quien eligió también un lugar íntimo, el domicilio de las familias, para grabar las interacciones verbales (Istanbullu, 2017). De igual manera, el análisis de las dinámicas lingüísticas y sociales en las familias permite centrarse en el individuo como actor social, y así entender sus estrategias en materia de «prácticas lingüísticas» (Léglise, 2019). En la investigación se estudiaron específicamente las estrategias lingüísticas de los hijos/as considerados como actores sociales especiales en las familias estudiadas.

En los 6 hogares, las observaciones se realizaban a diario, con una duración de 3 a 4 horas diarias y por sesiones de 5 a 10 minutos (Tabla 1). Algunas de las interacciones verbales espontáneas fueron grabadas con grabadora y otras registradas en diario de campo con registro fotográfico. La escritura en el diario de campo permitía sobre todo plasmar el contexto de las interacciones y completar el análisis de las grabaciones. Se prestaba atención específicamente al número de personas presentes, sus edades, sexos, el estatus del locutor, la lengua hablada y su influencia en la mezcla o la alternancia de las lenguas en una conversación. En los hogares, sobre un total de 26 personas con quien se realizó la investigación, la mayor parte tenía entre 35 y 67 años, ellos representan el 57% del total de los encuestados, se observó pocas personas de edad entre 16 y 35 años y alrededor de 23% tenían de 8 meses a 16 años.

Tabla 1 Muestra del estudio 

Lugares/Familias Composición del Hogar/vinculo familiar/ edad Días

1-Triunfo de la cruz

1-Familia China, (3)

Abuela (52), Hija (6), Abuelo (47) 4

2-Ceiba

2-Familia Álvarez (4)

Abuelo (63), Madre (35) Hijo (16), Hija(7) 20

3-Corozal

3-Familia Edison (2)

4-Familia Silvia (5)

Hostal Brisa del Mar, Padre (62), Hijo (27 ) 7
Pulpería, Madre (42), Hijo (3), Hijo (7), Hijo (10), Hijo (14)
4-Sambo Creek X (alojamiento en Corozal) 2

5-Trujillo/ Cristales

5-Familia Álvarez (1)

Padre (38) 14

6-Guadalupe

6-Familia Celso (4)

7-Familia Marvel (6)

Padre (42), Madre (37), Hija (5) y Hermana del Padre/Tía (53) 10
Abuelo (67) Abuela (62), Hijo (32) Madre (29), Madre (23), Hijo (4), Hija (8 meses)

7-Santa Rosa

8-Familia Víctor (1)

Abuelo (63) 3
8-Punta Gorda No hubo convivencia con familias en hogares 11
9-Cayo Chachahuate No hubo convivencia con familias en sus hogares 12

Las interacciones verbales fueron codificadas y contabilizadas de la siguiente manera:

(m)2(G)-3 (m) (f1,TC)

Este ejemplo indica que el intercambio es iniciado por el padre (m)2 en garífuna (G) quien habla a su hijo 3 (m). La codificación de intercambio con el marco rectangular significa la mezcla/alternancia del español-garífuna en el intercambio verbal predominante en español. Los intercambios están también clasificados según la familia, su composición y el lugar donde vive, ejemplo: (f1,TC) significa familia 1 Triunfo de la Cruz. Esta metodología creativa se elaboró como un bricolage con la meta de adaptarse a la especificidad compleja de los intercambios verbales y con el fin de multiplicar los ángulos de análisis y así abordar el objeto de estudio bajo miradas plurales (Denzin, 1970/1978; Lincoln & Guba, 1985; Waechter-Larrondo, 2005).

Cabe destacar que la traducción y la transcripción de los intercambios verbales se llevaron a cabo por la escritora poeta garífuna y hondureña, Xiomara Cacho Caballero. Las transcripciones se hicieron de manera ortográfica fundamentada en el convenio suscrito para la unificación de la escritura garífuna de 1995 entre Roy Cayetano, Salvador Suazo, Rogelio Reek, líderes comunitarios, consultores nacionales, representantes del pueblo garífuna y representantes de la secretaría de Educación.

Los datos analizados de los intercambios verbales entre generaciones son diversos y fueron recolectados en 6 hogares. En lo que concierne específicamente a los resultados de las observaciones de los intercambios verbales intergeneracionales en los hogares, fueron destacadas las comunidades de: Punta Gorda, Cayo Chachahuate, donde un tiempo de estadía de entre uno y dos días no permitió una convivencia con familias en sus hogares, y las de Trujillo (barrio Cristales) y Santa-Rosa de Aguán por haber convivido en hogares compuestos de una sola persona. Sin embargo, se hicieron observaciones adicionales en lugares públicos. Estos tipos de observaciones fueron claves también al momento de relacionar los datos empíricos concernientes al punto de vista émico y los relativos al punto de vista ético (Pike, 1954).

5. Resultados

5.1. Descripción de los intercambios verbales intergeneracionales: alternancia y mezcla de garífuna-español en el ámbito del hogar.

En cuanto al análisis específico de los intercambios intergeneracionales en hogares, estos últimos conciernen a 6 familias ubicadas en Triunfo de la Cruz (familia 1), Ceiba (familia 2), Corozal (familia 3 y 4) y Guadalupe (familia 6 y 7) (Tabla 1). Primero, destacaremos una tipología de los intercambios verbales en los hogares según la lengua hablada, de acuerdo con las observaciones hechas en campo (Tabla 1).

En las 6 familias dónde se observaron 738 interacciones en total, estas últimas se hicieron mayormente con alternancia de lengua garífuna-español, y en mezcla lingüística entre español y garífuna, en una misma oración. Se evaluaron los intercambios verbales en su totalidad (alrededor de 10 minutos de conversaciones por cada uno) y se identificaron los tiempos hablados en garífuna y los hablados en español con ayuda a la misma vez de las transcripciones. Los intercambios que incluyen la alternancia y la mezcla de garífuna-español con mayor parte de garífuna (color naranja en la Figura 2) representan la mayor parte de los intercambios verbales que se hacen dentro de la familia, lo que corresponde al 33% (es decir 243 interacciones) de los intercambios. Así, se observa que la lengua garífuna es predominante en los hogares, ya que también el 31% de los intercambios (lo que corresponde a 227 interacciones) se realizan completamente en garífuna. Los intercambios realizados solamente en español corresponden a menos del 18% de los casos (lo que corresponde a 125 interacciones) (Figura 2). El tipo de mezcla/alternancia entre español y garífuna observado es un code switching conversacional, es decir con una alternancia que surge dentro de una sola conversación, de una manera casi-automática, como lo ilustra el ejemplo 2.

Figura 2. Distribución en porcentaje de los tipos de interacciones verbales intrafamiliares (6 familias) 

(2) ilustración de los intercambios mezcla-alternancia Garífuna Español con mayor parte garífuna: (f4, CO9)

  1. (en su pulpería) Madre (42 años): «Jayrold beiba aluaha (vaya a buscar) churros, atrás en la gaveta, mosu ñibou lan fiu bagu (debe de haber unos paquetes), churros picantes»

  2. Jayrold (7 años): «allí voy… en la gaveta … no veo churros, ri guñein nariha ñi, uwatu …» (arroz no màs, no estàn)

  3. Mamá: «Buidu lan baluhanu, mosu ñi bon lan (búscalo bien deben de estar allí, en la otra gaveta)»

  4. Jayrold: «Uwa, uwatu, yuga narihubon ñi, neibuga lubien Mariu, aluha (no no está veo yuca, voy a ir donde Mario allá a buscar) churros, los piquantes, ahora regreso

  5. Mamá: «no te tardes, barube naguite rai da wei nun, (y tráeme el cambio de una vez), apúrate»

En este intercambio verbal, la Madre de Jarold, alterna entre español y garífuna y mezcla palabras del español en el discurso garífuna (ejemplo 2: 1, 3, 5), sus intercambios quedan compuestos mayormente de garífuna. De igual forma, su hijo Jayrold sigue el mismo patrón lingüístico, alterna y mezcla de garífuna y español, pero en su discurso la lengua garífuna es predominante (ejemplo 2: 2, 4).

Después del reconocimiento de los cuatros tipos de intercambios verbales, es necesario volverlos a ubicar en su contexto de interacción con el fin de observar la alternancia de las lenguas habladas, español y garífuna, según la generación. Así, la tendencia general observada es la disminución del habla garífuna de la generación de los abuelos hacia la generación de los hijos (Figura 3).

Figura 3. Distribución en porcentaje de los tipos de interacciones verbales intrafamiliar (6 familias), según las 3 generaciones (Abuelos, Padres, Hijos) 

Si los abuelos realizan alrededor del 50% de sus interacciones en garífuna con sus familiares (es decir 369 interacciones), los padres lo hacen en solamente el 33% de los casos (o sea 242 interacciones). En cuanto a los hijos, el 16% de sus interacciones con las demás generaciones se hacen en garífuna (o sea 117 interacciones). Es decir que entre las generaciones de los abuelos y la de los hijos se nota una disminución de 68% de las interacciones intrafamiliares realizadas en lengua garífuna. Al parecer esta disminución se hizo en favor del aumento de otros tres tipos de intercambios verbales que son los de mezcla y alternancia en garífuna-español con mayor parte en garífuna (color naranja en Figura 3), la mezcla y alternancia de garífuna-español con mayor parte español (color verde en Figura 3), y los intercambios que se dan solamente en español (color violeta en Figura 3).

La categoría de los intercambios que más aumentaron entre las 3 generaciones es la de los intercambios en español. Los hijos realizan en español el 16% de sus interacciones con las demás generaciones, mientras los abuelos lo hacen en no más del 8% de los casos. Estos datos llevan a la conclusión de que los intercambios en español se duplican de la generación de los abuelos a la de los hijos.

Al final, si constatamos la introducción del español por la generación de hijos, en los datos de la Figura 3, no es que necesariamente la generación de hijos sea menos competente en garífuna, sino que se podrían tipificar estrategias individuales preferenciales y voluntarias por hablar el garífuna o el español en sus intercambios en determinados contextos, aún por identificar. Tal como lo observó Suat Istambullu en su investigación de las prácticas lingüísticas de familia transnacional, los jóvenes y niños pueden aplicar sus propias estrategias de resistencia y usar o no, una lengua en función del apego que tienen por esta y del entorno que les rodea al momento de comunicarse (Istanbullu, 2017, p. 105). Este es un aspecto que se discutirá más en adelante, en la interpretación de los resultados (véase 5.2).

De momento, se analizará uno de los últimos parámetros de la descripción de los resultados: los inicios de los intercambios verbales. La siguientes preguntas orientan este análisis: ¿En qué lengua empiezan los intercambios verbales? ¿Cuál generación emplea qué lengua al inicio de una interacción? Los etnógrafos de la comunicación afirman que en la interacción comunicativa se pueden reconocer tres fases: el inicio, el desarrollo y el cierre (Sinclair & Coulthard, 1978). La fase de inicio señala los primeros momentos de la conversación que indican, por lo general, la confirmación recíproca de existencia de los locutores y la introducción de sus identidades lingüísticas (Sinclair & Coulthard, 1978). Así se medirá la elección lingüística de cada generación al momento de empezar un intercambio. La Figura 4 nos permite hacer énfasis en la preferencia del locutor por empezar una conversación en español o en garífuna, según la generación. La lengua utilizada para iniciar el intercambio es uno de los factores que influye, en parte, en la tendencia de la conversación a desarrollarse en español o en garífuna. Así, la Figura 4 nos permite ver que la intención de tener una conversación en garífuna viene más de parte de la generación de los abuelos, ya que ellos inician en todo caso sus intercambios en garífuna. Este análisis no se puede aplicar a la generación de los padres, pues esta generación inicia una conversación en garífuna solamente en el 57% de los casos. Para los hijos, este porcentaje cae a un 31%.

Figura 4. Distribución en porcentaje de las interacciones verbales iniciadas en lengua garífuna o español según las 3 generaciones (abuelos, padres, hijos10

En efecto, con respecto a mis observaciones, es la generación de los hijos la que introduce el español en la mayor parte de los intercambios, a veces justo después del saludo garífuna «buiti-binafui» (buenos días) con sus parientes (véase Anexo 1 [3]), o después de unos minutos de haber hablado en garífuna, o bien cuando ya «parecen no entender11» (ejemplo 3: 8) lo que se está diciendo en garífuna (véase Anexo 1).

En la conversación, notamos el uso privilegiado del español y no del garífuna, así podemos observar un desplazamiento gradual en favor del español. Los abuelos iniciaron el intercambio en garífuna (véase Anexo 1 [1, 2]), pero este mismo se orienta progresivamente hacia el español, lengua que vemos introducida por la madre (véase Anexo 1 [3]), elección seguida por la hija cuya intervención se hace solamente en español (véase Anexo 1 [4]). La ruptura hecha por el español a la lengua de inicio que era el garífuna se observa en el tercer intercambio, que corresponde a la intervención de la madre (véase Anexo 1 [3]). La presencia del garífuna desaparece por completo en la intervención de la tercera generación, la de la hija (véase Anexo 1 [4]).

Finalmente, un último criterio que será tomado en cuenta en la descripción de los resultados es: comprobar si, por lo menos, los intercambios iniciados en garífuna permiten que la conversación siga en la misma lengua. La Figura 5 12 permite conocer a la par las interacciones que inician en garífuna y que siguen en garífuna o bien cuáles acaban mezcladas o alternadas con el español. Así, en el 45% de los casos una interacción que empieza en garífuna sigue en garífuna. En un porcentaje comparable del 46%, una conversación que empieza en garífuna acaba por ser mezclada y alternada en garífuna-español en su mayor parte en garífuna. Finalmente, en un 9% de los casos, un intercambio iniciado en garífuna acaba en una mezcla, alternancia de garífuna-español en su mayor parte en español, como lo ilustra el ejemplo 3. Es decir que la interacción verbal en general contiene una producción lingüística mayor en español, ligeramente superior al 50%.

Figura 5. Mezcla y alternancia de código en interacciones intrafamiliares (6 familias) iniciadas en garífuna 

(3): ilustración de los intercambios que empiezan en garífuna y que terminan mezclados o alternados garífuna-español con mayor dominio del español13. (f6, GUA14), en el hogar.

  1. Padre (42 años): «Nouchaguame, afendihame simisi uguñe, houn limouna, afientina nafendiha ba lan aban guriara tuagu.» (Hoy voy a confeccionar y pintar las camisas, esto es para un pedido de la comunidad de limón… mira creo que está le voy a hacer el dibujo del cayuco, mira)

  2. Hija15 (5 años): «a mí me gusta más el dibujo del sol y del árbol, quiero pintarlo de rosado»

  3. Madre (37 años): «Mama bun tu simisi to, wouchaguba aban bun» (no pero la camisa no es para ti haremos otra para ti) ¿oyó?

  4. Hija: ¿einh?

  5. Madre: «vamos a buscar otra camisa blanca para ti mañana vamos a ir a Trujillo»

  6. Hija: «Papi yo quiero esta camisa que estás pintando»

  7. Padre: «Uwa, nareidaru to, erenga nali bun nounaharulan limoun». (No, está la guardo dije que la voy a mandar para limón).

  8. Hija: «Jesús, ¿como así?»

  9. Padre: «Son camisas para otras personas no te la puedo dar, vas a elegir otra mañana»

Podemos observar que es la generación «hijos», en el intercambio referenciado antes, quien introduce el español (ejemplo 3: 2, 6) y quien, además, influye más en el desplazamiento en favor el español (ejemplo 3: 4-6, 9). En referencia al intercambio anterior, si el padre y la madre de la familia 6 inician sus intercambios en garífuna, es la hija quien siempre está contestando en español (ejemplo 3: 2, 6, 8) y a quién, al final del intercambio, los padres contestarán también en español (ejemplo 3: 5, 9). Después de haber demostrado la influencia de la generación de los hijos en la elección de la lengua en los intercambios intergeneracionales, cabe interpretar los factores explicativos de este hecho sociolingüístico.

5.2. Reflexiones interpretativas acerca de la construcción de la identidad lingüística de los jóvenes garífuna: un análisis de las actitudes lingüísticas en su contexto socio-cultural de uso

5.2.1. La influencia escolar y migratoria

En el ejemplo de intercambio verbal anterior (5) la hija de 5 años hace uso exclusivo del español, si bien sus enunciados sugieren una competencia pasiva en garífuna, es decir, por lo menos, la capacidad de entender la lengua; este resultado posiblemente se relaciona con una presunta influencia escolar del kinder16, dónde pasa alrededor de 4 horas por día de lunes a viernes, con una enseñanza principalmente en español. Se podría considerar que la niña de 5 años se encuentra en un conflicto familiar lingüístico, parecido a la descripción siguiente de Curdt-Christiansen: «los miembros de la familia deben de negociar entre las realidades de la presión social, las imposiciones políticas, y las exigencias de la educación pública, de una parte, y el deseo de lealtad cultural y la continuidad lingüística por otra parte» (Curdt-Christiansen, 2013, p. 1). Por otra parte, la niña de 5 años, por reacción de afirmación «rechaza» el hecho de pronunciar unas palabras en garífuna. Esta actitud se puede considerar como parte del proceso de construcción de identidad lingüística y en específico de los mecanismos de agentividad (¿?) tal como el: «child resistance to family language policy17» (Fogle & King, 2013).

El uso del CS por parte de la generación de los jóvenes puede también ser interpretado como el hecho social del enfrentamiento de poderes entre las tres generaciones garífuna estudiadas: abuelos, padres y jóvenes. Así, dos interpretaciones identitarias se pueden dar con respecto al fenómeno de CS y de variedad del garífuna hablado por los jóvenes. La primera interpretación se puede acercar a la de Sybille De Pury (2002), lingüista francesa que interpretó los cambios lingüísticos del habla garífuna en Belice de parte de la generación de los jóvenes como un rechazo del sometimiento a los ancianos, con la reivindicación de tener una actitud descrita como más «moderna». De Pury llama este fenómeno variantes de función identitaria, la forma de las palabras cambia drásticamente, pero la estructura gramatical de la lengua no se ve afectada (De Pury, 2002, p. 23). En el discurso de los ancianos de la comunidad y de la generación de los padres, se escuchan los reproches a la generación de jóvenes por no hablar garífuna. Por ejemplo, el abuelo de la familia 2 en Ceiba, mencionó: «Si no hablas garífuna, no eres garífuna [...] estamos perdiendo nuestra lengua, estamos perdiendo nuestra identidad».

Según Gardner-Chloros, el uso del CS, puede interpretarse a la vez como un sentimiento de pertenencia a la comunidad y como el deseo de ponerse a distancia y de expresar una identidad distinta (Gardner-Chloros, 2009, p. 54). Con relación a esta interpretación, al momento de la encuesta, se notó la ausencia de personas de rango de edad entre 16 y 35 años en la comunidad. En efecto, últimamente se observa un fenómeno de migración importante de la generación de los jóvenes y padres hacia el Norte, especialmente hacia los Estados Unidos. Este fenómeno de las Caravanas de migrantes ha afectado bastante los vínculos familiares y ha provocado de la misma manera una crisis familiar e identitaria (Castillo, 2019). Esta crisis familiar influyó en la concepción identitaria que los jóvenes garífuna tienen de ellos mismos. Ellos juegan a hacer creaciones lingüísticas en lengua garífuna (véase 6) para, según algunos jóvenes encuestados, «no hablar el garífuna de la generación que ha migrado y que les pide a ellos que mantengan su identidad conservando su lengua». Estas observaciones pueden correlacionarse con las de Sybille De Pury (2002), en las comunidades garífuna de Belice, dónde De Pury relacionó la aparición de nuevas prácticas lingüísticas de los jóvenes con el contexto social de migración masiva de los padres de familia, que fueron también a ganarse la vida a los Estados Unidos y quienes dejaron a sus hijos al cuidado de las abuelas que se quedaron en el pueblo (Du Pury, 2002)18.

5.2.2. El aislamiento o la exposición al turismo de las comunidades como factores contextuales de influencia lingüística

Los análisis de los intercambios verbales intrafamiliares e intergeneracionales pudieron ser complementados con observaciones espontáneas y planificadas en varios lugares públicos y de convivencia de las comunidades, tales como: la plaza del pueblo, la palapa de baile, la calle, la pulpería, la cancha de fútbol, los bares. Se pudo observar la tendencia de la población a agruparse por grupos generacionales y también por género. En las reuniones amicales de la generación de los abuelos y la de los padres, se pudo escuchar a menudo hablar garífuna (véase Anexo 2).

La comunidad de Santa Rosa de Aguán, parecida a una duna de arena, se ubica en una zona aislada de la carretera principal del litoral y se accede a ella por barco19. La generación del intercambio verbal anterior es la de la generación de los «abuelos» (véase Anexo 2). La totalidad de los intercambios, en mi presencia como hispanófona y no hablante del garífuna (dato metodológico que puede influir en los intercambios verbales) fueron, aún así, todos en lengua garífuna. En el caso del intercambio 7, estábamos en un lugar público, el bar/pulpería (tienda) del pueblo, y fueron cuatro personas que se criaron juntas en Santa-Rosa. Los intercambios de esa noche estuvieron llenos de muchos recuerdos y anécdotas. Más de 50 años de historia compartida entre este grupo de amistades justifica en este caso el uso de la lengua que han llegado a compartir: el garífuna, lengua preferida para hablar de los recuerdos, en la comunidad aislada de Aguán.

Sin embargo, al observar la generación de los niños especialmente en períodos de juego, como los juegos de pelota, los intercambios se realizaban espontáneamente en español (véase Anexo 3). Este intercambio (véase Anexo 3), ocurrió en la ciudad de Guadalupe, a 20 minutos de Trujillo, primera ciudad de Honduras dónde se exiliaron los garífuna, procedentes de la isla de Roatán en 1797. Esta parte del litoral cuenta con infraestructuras de transporte consecuentes y está expuesta a un turismo masivo local e internacional por tierra o vías marítimas (cruceros). La llegada masiva de turistas hace que la lengua española y a veces la inglesa20 estén cada vez más presentes en los intercambios de comercio e indirectamente en los intercambios verbales intrafamiliares de las comunidades garífuna. En las interacciones verbales del anexo 3, la situación de juego entre un grupo de pares, de edad bastante joven y cercana sin intervenciones de otros sujetos pertenecientes a la generación de adultos o abuelos, genera un intercambio verbal únicamente en español.

Así, ¿deberíamos de hablar de un verdadero desplazamiento de la lengua garífuna y/o de la creación de nuevas prácticas lingüísticas de los jóvenes garífuna?

5.2.3. ¿Desplazamiento de la lengua garífuna «y/o la» creación de nuevas prácticas lingüísticas de los jóvenes garífuna?

Durante los eventos nacionales de la Organización de Desarrollo Ético Comunitario (ODECO), la ONG garífuna hondureña, y en especial durante el «Encuentro de la juventud afro-hondureña de 2017»21 un joven (de unos 20 años) se levantó y saludó en garífuna «buiti boño» y preguntó: «¿quién entiende/habla, garífuna aquí?» y solo cinco de los cuarenta jóvenes de edad entre 17 y 28 años que representaban las distintas comunidades garífuna de la costa levantaron la mano. Los cincos estaban en la zona costera entre Ironía hasta Cocalito, dentro del Departamento de Gracias a Dios, zona aislada. El hecho de los cinco jóvenes hablantes de garífuna frente a los 40 que «no hablaban garífuna» se tiene que relativizar, pues hay que tomar en cuenta la subjetividad de la persona en la autoevaluación de su competencia para hablar la lengua, como lo ilustra el ejemplo 4.

(4) En la biblioteca de la oficina de ODECO, pregunté a una joven de alrededor de 20 años: «¿Tu hablas garífuna?» Me contestó negativamente. Permanecí en la biblioteca. Un par de minutos después, ella se dirige a una colega de trabajo en garífuna. Sorprendida de esta interacción, le digo: «pero sí hablas garífuna». Ella termina por contestarme: «sí lo hablo, pero me da vergüenza». Le pregunto por qué y contesta: «cuando lo hablo, mis abuelos me corrigen, me dicen que no es así, me da pena no (sic) hablarlo».

Esta última observación da a entender sobre la subjetividad de la persona con respecto a su consideración a ser competente o no en hablar la lengua garífuna o a quien se le concede la legitimidad del «saber hablar garífuna». Se puede de nuevo observar aquí la agentividad de los jóvenes con el componente del discurso metalingüístico que tienen sobre las reglas y las practicas lingüísticas22 (Fogle & King, 2013). Si un sujeto joven habla garífuna pero tal vez en un registro distinto al de sus abuelos, no será considerado como un hablante garífuna y se autodeterminará como tal, como se mostró en la observación anterior (véase 9). Aquí se plantea el cuestionamiento de: «¿qué significa hablar garífuna?» Las expectativas de la generación de los abuelos tendrían que ver con una ideología «purista» y buscan hablar un garífuna «puro», según estándares propios. Estas expectativas impactan la elección de hablar en garífuna, especialmente en la generación de los «hijos».

Para llevar a cabo la reflexión sobre la pregunta del desplazamiento de la lengua garífuna y/o de la creación de nuevas prácticas lingüísticas, se analizará la observación el ejemplo 5:

(5) Padre (intercambio de la observación 5, Familia 6 Guadalupe): «Los jóvenes, hablan español, garífuna, pero cambian el garífuna, lo cortan, lo mezclan (…( encuentran otras palabras (…( También Triunfo de la Cruz le dicen ahora Trinity la Marca. No debería ser así. Tienen su código allí en la calle, solo ellos lo entienden»

El padre de familia hace énfasis aquí en el comportamiento colectivo e indica un cambio, una modificación de parte de la generación de los jóvenes en la lengua garífuna junto al español (ej: Trinity la Marca). Así, observamos además del CS, un cambio de la lengua garífuna operado por los jóvenes. Ellos innovan, adoptan nuevas funcionalidades de la lengua que los diferencian de la generación de los padres y abuelos (Labov, 1989, p. 2). Paul Kerswill se cuestiona, entonces, sobre la identificación de estas nuevas «variedades»: si se pueden considerar como una nueva lengua o un nuevo dialecto (Kerswill, 1994, p. 24). Sin embargo, nos enfocaremos en entender el fenómeno de CS (espanol-grarífuna) y la variante del garífuna desde un punto identitario (De Pury, 2002, p. 23). La variante del garífuna se entiende aquí como la modificación que la generación de los jóvenes puede hacer a la lengua (véase Intercambio 6).

Además, el uso del CS y de la variante identitaria en el garífuna puede ser percibido como un fenómeno social positivo. Según Gardner-Chloros, el CS puede percibirse como un modo de intercambio positivo cuando es estable. Y llega a ser estable cuando asume una función identitaria, cuando los jóvenes desarrollan un orgullo de sus pluri-identitades (Gardner-Chloros, 2009, p. 192). El CS y la variante identitaria de los jóvenes pueden ser vistos como una fuerza activa y creativa de sentido a partir de los modelos plurilingües que rodean la generación de los jóvenes garífuna. Este análisis sigue las orientaciones de Zentella (1997) y de su investigación del code-switching inglés-español, en 1997, en New-York. En efecto, Zentella señala que el bilingüismo en la ciudad de Nueva-York es un bilingüismo estable ya que los dos idiomas español e inglés interactúan en distintos ámbitos. Según Moyer, el CS surge después del uso de una variedad de configuración bilingüe en la comunidad incluyendo situación de cambio rápido y de estabilidad bilingüe. Si el CS puede aparentarse como un síntoma del deterioro de la lengua originaria, su uso creativo puede también fortalecer su vitalidad, hasta prolongar su existencia (Moyer, 1998). Así, se observa de nuevo aquí la agentividad de los jóvenes con el componente de su creciente competencia lingüística en hacer variar la lengua garífuna23 (Fogle & King, 2013).

6. Conclusión

Este estudio sociolingüístico de los intercambios verbales en 7 comunidades garífuna de la Costa Atlántica de Honduras, en los departamentos de Atlántida y Colón nos permitió obtener los siguientes resultados. La mayor parte de los intercambios entre las generaciones se hacen con alternancia de lenguas garífuna-español, con mayor parte garífuna (33% de los intercambios). Los intercambios en garífuna suelen ser iniciados por las generaciones de los abuelos y padres. Sin embargo, aunque un intercambio se empieza en garífuna en la mayor parte de los casos, este intercambio acaba mezclado o con alternancia de lenguas garífuna-español, con mayor parte en garífuna. Es la generación de los hijos la que desarrolla la mayor parte de sus intercambios verbales con alternancia de lenguas o con mezcla lingüística o, incluso, solamente en español. Son pocos los jóvenes que inician los intercambios verbales en garífuna. Podríamos calificar este fenómeno como minorización de la lengua garífuna (Matthey & Fibbi, 2010, p. 2; Léglise & Alby, 2006).

Hablar de lengua minorizada más que de lengua minoritaria permite hacer énfasis en las dinámicas lingüísticas complejas de los procesos de minorización más que en sus resultados, y destacar las estrategias individuales de los locutores. El proceso de minorización puede producirse bajo la forma de la elección de una lengua preferencial en detrimento de la otra, como es el caso de los jóvenes que eligen utilizar el español para contestar a las demás generaciones en los intercambios verbales. Además, podemos decir que son los jóvenes quienes más influyen en la alternancia de lenguas en la interacción. En efecto, cuando analizamos las interacciones iniciadas en garífuna por un abuelo o un padre, las que acaban en una conversación con mezcla lingüística garífuna-español son las conversaciones que se dan entre abuelos e hijos o entre padres e hijos. Una de las observaciones más frecuentes es que un abuelo o un padre inicie una conversación en garífuna y que el nieto/hijo conteste en español.

Además del uso casi sistemático del CS de parte de la generación de los hijos, la encuesta reveló un uso del garífuna que podría ser interpretado como función identitaria (De Pury, 2002, p. 23). Vimos que, aunque el uso del CS y de la variante de la lengua originaria como variante identitaria, puede ser interpretado como una señal del desplazamiento de esta última, en una cierta medida podría prolongar su vida (Moyer, 1998). Otros autores como Zentella (1997) afirman que el CS puede preservar la vitalidad de una lengua tal vez suficiente tiempo para que la generación siguiente esté interesada en hacerla revivir. Así se observó un mecanismo de agentividad y la afirmación de la identidad lingüística de los jóvenes a través de las distintas actitudes tales como: su resistencia a la política lingüística de la familia, el discurso metalingüístico que tienen sobre las reglas y las prácticas lingüísticas y el componente de su creciente competencia lingüística en hacer variar la lengua garífuna (Fogle & King, 2013; Istanbullu, 2017)

Con esto, aportamos elementos de respuesta al grado de vitalidad de la lengua garífuna y algunos matices frente a las preocupaciones de parte de la generación de los abuelos y padres sobre su «pérdida». Si nos referimos a la nomenclatura de criterios de la UNESCO de 2003 (véase Figura 1), la presente investigación se propuso estudiar dos parámetros para la evaluación de la vitalidad de la lengua garífuna: la situación de la lengua en cuanto a los ámbitos de uso y las actitudes de los miembros hablantes de la comunidad hacia la lengua. Los ámbitos estudiados en el caso de la investigación fueron los hogares de familias y lugares públicos de la comunidad. De acuerdo con los datos recogidos, podríamos ubicar la lengua garífuna, con respecto a su contacto con la lengua española, como en situación de relativa paridad plurilingüe en ámbito decreciente (UNESCO, 2003, p. 7). La lengua garífuna sigue siendo la más empleada en contextos informales y en el ámbito familiar. Sin embargo, los padres empiezan a utilizar la lengua española a diario con los hijos, en el hogar, y se observa que los niños empiezan a ser semihablantes de su lengua materna, al contrario de los padres y abuelos, quienes pueden entender y hablar las dos lenguas (UNESCO, 2003, p. 8).

Con respecto al segundo criterio, las actitudes de los miembros hablantes de la comunidad hacia la lengua, se pudo observar que los miembros de la comunidad no suelen ser neutrales hacia su lengua. Es percibida como parte de la identidad y promovida especialmente por la generación de los abuelos y de los padres; en el caso de la generación de los hijos, buscan maneras creativas de seguir practicándola (variantes identitarias).

No obstante, una de las principales limitaciones de esta investigación es el límite territorial del estudio. No se pudo hacer un análisis de datos de comunidades garífuna más aisladas, es decir cerca de la región mosquitiera que varios de mis encuestados consideran como «la cuna» del garífuna. Sin embargo, se ha empezado un trabajo de campo en diciembre de 2018 con las comunidades de Cusuna y Sangrelaya, dos comunidades aisladas y de difícil acceso en la costa atlántica, en la cercanía de la región de la Mosquitia y los datos empíricos recogidos están en proceso de análisis. Esta nueva perspectiva en la investigación permitirá estudiar un fenómeno sociolingüístico inverso a lo estudiado anteriormente: el uso del garífuna como lengua dominante y la minorización del español. Así se plantea la perspectiva de continuar estudios longitudinales focalizados en la transmisión de las lenguas en las comunidades garífuna, específicamente observando este fenómeno a partir del estudio de casos de niños en etapa de la primera infancia.

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*La investigación se llevó a cabo después de la obtención de la maestría Experto en Población y Desarrollo, cursada en la Universidad Paris Descartes Cité la Sorbonne. Fue una investigación independiente, sin financiación, producto de mis intereses investigativos y acompañada por el Dr. Etienne Gérard (Laboratorio CePed) y la Dra. Claudine Chamoreau (Laboratorio CEMCA).

1 Alexandra Aikhenvald, Matthias Brenzinger, Arienne Dwyer, Tjeerd de Graaf, Shigeki Kaji, Michael Krauss, Osahito Miyaoka, Nicholas Ostler, Hinako Sakamoto, Fumiko Sasama, Suzuko Tamura, Tasaku Tsunoda, María E. Villalón, Kimiko Yasaka y Akira Yamamoto. También cabe destacar la presencia de profesores de lenguas autóctonas americanas de Oklahoma y Kansas, que representaron a 14 comunidades lingüísticas.

2Aldeas visitadas en el mes de Noviembre 2017.

3Provenientes, en su mayor parte, de Nigeria, Congo y de Costa de Marfil (Breton, 1999 [1665]).

4La lengua garífuna proviene de la lengua de los Indigenas de las Antillas Menores, quienes hablaban, en el siglo XVII, una lengua que se llamaba «caribe» (es decir, en la lengua calliphonan, transcripción escrita [karipfona], y pronunciación de la palabra garífuna de la época) (De Pury, 2002, p. 243).

5Concepto elaborado en los años 80, caracterisa los paises generalemente ubicados en la parte Sur de los continentes emergidos, que tienen un Indice de Desarrollo (IDH) y un PIB (Producto Interior Bruto) por habitante, muy bajo (Audet, 2011).

6Aparte del habla garífuna, otras lenguas habladas se han podido detectar en las comunidades tales como el ingles o el francés, pero no aparecieron en los intercambios observados o no tuvieron una influencia notable en el intercambio.

7Agosto 2009, coloquio 2009, «Prescriptivism(e) & Patriotism(e): du nationalisme à la mondialisation» Toronto.

8Cabe destacar que no hubo convivencia con familias en hogares en dos comunidades, Punta Gorda y Cayo Chachahuate.

9Familia 4 Corozal (véase Tabla 1. Muestra del estudio).

10Las edades puestas coresponden a las edades de cada persona presente en el hogar en funcion de su estatu : abuelo, padre e hijo.

11Con esto me refiero a observaciones del lenguaje no verbal: mímicas, crispación del rostro, fruncir el entrecejo como señas de dificultades al entendimiento.

12El español no aparece como variable del gráfico ya que si el intercambio empieza en garífuna no puede ser considerado como en absoluto en español.

13Con mayor contenido lingüístico en español.

14Familia 6 Guadalupe.

15La hija va al kinder, lo que puede influir en el hecho de que habla español.

16Escuela para niños entre 3 y 6 años antes de entrar a la escuela primaria.

17Resistencia de los niños a la politica linguistica de la familia.

18Sybille de Pury evalua «que como la mitad» de sus encuestados estàn en esta situación y ademàs que estos jovenes han constituido y forman parte de unos gangs (Du Pury, 2002, p. 12).

19Cuando las condiciones lo permiten (lluvia), además la carretera es bastante accidentada. El camino de tierra que lleva al muelle está dañando por el transporte diario de toneladas de palma africana en los camiones de las empresas palmeras. https://ofraneh.wordpress.com/2011/08/17/honduras-acaparamiento-de-tierras-y-la-colombianizacion-de-la-guerra-en-el-bajo-aguan/

20Específicamente, el inglés se ha vuelto una lengua de gran valor económico para poder comerciar con los turistas.

21Evento que se desarrolló en el mes de septiembre 2017 (3 dias), ciudad de Ceiba.

22Children’s metalinguistic talk about language rules and practices (Fogle & King, 2013).

23Children’s growing linguistic competence (Fogle & King, 2013).

Cómo citar este artículo: Brunot, S. (2021). Uso intergeneracional del garífuna y del español en siete comunidades garífuna de Honduras. Forma y Función, 34(2). https://doi.org/10.15446/fyf.v34n2.88605

24Familia 7 Guadalupe (véase Tabla 1. Muestra del estudio).

8. Anexos

8.1. Anexo 1

Ilustración de las interacciones iniciadas en garífuna por parte de los abuelos. (f7, GUA24), en la casa.

  1. Abuelo (67 años): Buiti Binafui, weibuga arabu uguñe aluaha baruru, mahuyubei huya uguñe, mosu wadugun dan (vamos a ir al bosque a buscar plátanos hoy, no va a llover vamos a aprovechar).

  2. Abuela (62 años): Ñubitagien Marbel wama, gawarati, tideraguaniwa tau bagu, disetigu uma (Bueno, vámonos también con Marbel, ella podrá ayudarnos a llevar las bolsas, el camino es largo).

  3. Madre (23 años): Hola muy buenos días, ahora tengo que ir al negocio de la playa a recoger las botellas de ayer, gawarati woudin ladounrun disi, nideraguabadu me (podemos ir a la 10, más tarde les ayudo). Ahora voy con David para el negocio

  4. Hija (4 años): Y yo hola, yo voy con Marbel [...] Sí abuela [...] Voy allá [...] quiero comprar gelatina a la pulpería, sí

8.2. Anexo 2

Santa-Rosa de Aguán, un bar de la comunidad. Presentes tres hombres y una mujer de edad de entre 50 años y 65 años.

  1. Hombre 1: «Luha moudi nan Gumaga, an ñi tia nadeirei Agurugau le namegirubei». (Hace tiempo no voy a Ceiba allá si encuentro el mecate que necesito)

  2. Hombre 2: «Gawarati wabihini Tocoa, abame walugudahan, noudiba, le aban wiky, keima numa». (En Tocoa, lo podrías conseguir, sería preguntar yo voy a ir la semana próxima, venite.)

  3. Mujer: «Lugidina ya, lahuyabanege huya, lafuluduba dunagei an sianbei wasugurun, dan le ti lafuludun dunagei, masuguruti yau Victor». (Yo, ya me quedó acá un buen rato, dicen que va a llover bastante, el río va a crecer, no se podrá cruzar, Tío Víctor no cruza cuando el rio está alto)

  4. Hombre 3: «Edgardu, Ahan bu busien, Keimon gubei munadon, gawarati waluaha ñi le banidirubei, gawarati nabihin le babuserubei bun ñi.» (Vamos para la casa si gustas, allí podemos buscar lo que necesitas Edgardo, yo le consigo lo que ocupas hermano)

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8.3. Anexo 3

Guadalupe, una calle del pueblo. Presentes 4 niños y 2 niñas jugando pelota.

  1. Niño 1 (corriendo 8 años): Oye pásame la pelota Tesalia, apúrate démela

  2. Niña 1: Ahora no voy a marcar (ella pasa entre unos pasantes del camino), déjame, déjame

  3. Niño 2 (10 años): Noooo Tesalia a mi, para acá vamos es mi pelota.

  4. Niño 3 (7 años): Déjenla no importa, mejor vamos a jugar a la cancha con mi pelota

  5. Niña 2: ¿Cual cancha? Espérenme yo voy.

Recibido: 25 de Junio de 2020; Aprobado: 22 de Febrero de 2021

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