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Forma y Función

Print version ISSN 0120-338X

Forma. func. vol.36 no.1 Bogotá Jan./June 2023  Epub Nov 20, 2022

https://doi.org/10.15446/fyf.v36n1.97379 

Artículos

La locución «un poco» en el corpus oral PRESEEA-Sevilla: funciones discursivas y distribución social*

The locution «un poco» in the PRESEEA-Seville oral corpus: discursive functions and social distribution

1Universidad de Granada, Granada, España. drepede@ugr.es


Resumen

Nos proponemos en este estudio realizar un análisis cualitativo y cuantitativo de los distintos usos y funciones de la locución «un poco», así como su distribución social, en el español hablado en la ciudad de Sevilla. Para conocer el funcionamiento semántico y pragmático de esta unidad pluriverbal, analizamos su frecuencia de empleo en 72 entrevistas semidirigidas realizadas a hablantes sevillanos con tres niveles de instrucción: alto, medio y bajo. Los resultados generales arrojan que la estructura «un poco» se utiliza en el corpus manejado ampliamente como operador discursivo con cuatro valores diferentes (atenuador, intensificador, aproximador y reformulador). Además, este uso pragmático está más extendido en el sociolecto alto, de la primera generación, con predominio de la función atenuadora, que sirve generalmente para proteger y salvaguardar la imagen del hablante.

Palabras clave: operador discursivo; «un poco»; sexo; edad; nivel de instrucción; PRESEEA-Sevilla

Abstract

In this research we propose to carry out a qualitative and quantitative analysis of the different uses and functions of the locution «un poco», as well as its social distribution in the Spanish language spoken in the city of Seville. In order to know the semantic and pragmatic functioning of this pluriverbal segment, we base our study on 72 semi-directed surveys conducted with Sevillian speakers, proportionally distributed into three levels of education (high, medium and low). The general results show that the structure «un poco» is widely used in the corpus as a discourse operator with four different values (mitigator, intensifier, approximator and reformulator). Additionally, this pragmatic use is more frequent in the high sociolect from the first generation, with a predominance of the mitigating function, which generally serves to protect and safeguard the speaker's face.

Keywords: discourse operator; «un poco»; gender; age; educational level; PRESEEA-Seville

1. Introducción

El propósito del presente estudio consiste en analizar las funciones semánticas y pragmáticas de la locución «un poco» en 72 entrevistas semiestructuradas que constituyen el corpus oral PRESEEA de la ciudad de Sevilla (Repede, 2019a, 2019b, 2019c). Las muestras están distribuidas proporcionalmente en dos sexos (hombres y mujeres), en tres grupos de edad (20-34 años; 35-54 años, y 55 años en adelante) y tres niveles de instrucción (alta, media y baja).

En este trabajo partimos de la hipótesis de que dicha locución se utiliza, en el mencionado corpus, sobre todo, con la función pragmática de operador atenuador, que sirve generalmente para proteger y salvaguardar la imagen del propio hablante. Además, «un poco» discursivo es empleado más frecuentemente por los hablantes de nivel socioeducativo alto.

En nuestro análisis buscamos, por un lado, establecer la frecuencia de uso de la unidad pluriléxica «un poco», identificar las funciones que adquieren en el contexto y, por otro lado, determinar si su empleo está correlacionado con los criterios sociales, edad, sexo y grado de instrucción de los informantes. De modo consecuente, nos centramos en el análisis cualitativo, en el que describimos los usos pragmáticos que adquiere la locución «un poco» en la interacción conversacional, y otro cuantitativo, en el que exponemos las frecuencias de empleo de la construcción según las variables extralingüísticas tomadas en consideración. Por tanto, este trabajo resulta pertinente ya que contribuye al estudio de la lengua en su uso, esto es, la pragmática (Escandell, 2002, 2005) y, además, ofrece una visión global del empleo de «un poco» y sus funciones semánticas y discursivas en el español hablado en Sevilla que podría «constituir un punto de partida para su estudio en las distintas comunidades de habla hispana» (Repede, en prensa) sobre el corpus PRESEEA.

2. Marco teórico

Entre las distintas acepciones de la locución «un poco» según el Diccionario de la lengua española en su versión online1, nos interesan precisamente estas dos: 1. «loc. adj. Con nombres no contables, denota cantidad pequeña. U. seguido de la preposición de. Un poco de pan. Un poco de seriedad.»; 2. «loc. adv. En grado no elevado, en pequeña medida. Está un poco sucio». De acuerdo con Matte Bon (1995), observamos que la primera acepción de «un poco» posee un valor estrictamente cuantificador, se combina con sustantivos no contables e indica cierta cantidad limitada, pero no necesariamente insuficiente o escasa (ej. «¿Me puedes dejar un poco de dinero?» [Matte Bon, 1995, p. 21]). Asimismo, según RAE & ASALE (2010, p. 362), «un poco» introduce «una medida imprecisa, superior a la unidad e inferior a la totalidad, establecida en función de una norma o una expectativa». En la misma línea, Sánchez López (1999, p. 1099) subraya q ue «un poco» «(al igual que algo) afirma la existencia de una cierta cantidad; en otras palabras, indica que se ha alcanzado cierto punto objetivo dentro de la escala, aunque dicho punto […] se sitúe en su parte baja».

Si nos fijamos en la segunda acepción, notamos que se combina con adjetivos y adverbios y sirve para suavizar una valoración negativa (Matte Bon, 1995, p. 77), como en el ejemplo 1:

(1)

E2: yo no soy de yo soy un chico que no que no soy de salir mucho/vaya/que no soy de/de cada fin de semana salir y y beberme con una copita y ¿sabes? ir de discoteca/no soy de esos

E: no ¿no?

I: soy un poco más /más tranquilo en ese sentido/mis colegas dicen ir de discoteca/pues a lo mejor ¡pff!/tengo yo que estar muy convencido para ir/no me gusta3 (SEVI-H12-0274).

Haverkate (1994, p. 210) subraya que el empleo mitigador de «un poco» sirve para disminuir el significado peyorativo o las calificaciones negativas de la persona o del objeto al que se refiere5. Además, «es característico del lenguaje conversacional, no solo en español, sino también en muchas otras lenguas», como en rumano «un pic», en italiano «un po’», en portugués «um pouco», en francés «un peu»6, etc.

También se ha observado que, a parte de los usos anteriormente descritos, en el español hablado «de algunos países (entre ellos, los del Caribe continental y algunos centroamericanos), esta construcción adquiere un significado peculiar, puesto que equivale a ‘muchos’: un poco de problemas (‘muchos problemas’), con la ayuda de un poco de amigos (‘con la ayuda de muchos amigos’)» (RAE & ASALE, 2010, p. 369). Así, un poco presenta un cambio sintáctico y semántico que modifica, por un lado, no solo sustantivos no contables y adjetivos o adverbios, como se describe en las gramáticas y los diccionarios, sino también sustantivos plurales y, por otro, indica intensificación del objeto al que modifica (Sedano & Guirado, 2009).

No obstante, «un poco» no afecta únicamente el contenido proposicional sino también el acto ilocutivo (Briz, 1998; Montecino Soto, 2004) con el objetivo de buscar acuerdo y aceptación, además de influir en el oyente. Según Fuentes & Alcaide (2002, p. 401), esta construcción se utiliza como cuantificador-intensificador escalar o como atenuativo. Este último valor «no invierte el sentido de la escala argumentativa» (Mariottini, 2012, p. 183), sino que sirve para disminuir la fuerza de lo expresado. También se habla de un uso aproximativo de «un poco» (Fuentes & Alcaide, 2002), a caballo entre el cuantificador y el atenuativo. Este uso aparece en textos «no estrictamente coloquiales, sino también periodísticos y de crónica en los que se utiliza como rasgo de estilo para hacer los textos más amenos y así evitar cansar al oyente o lector». Su empleo en este tipo de situaciones confiere al discurso un estilo conversacional afectivo que intima con el lector o el oyente, y cuyo contenido no transmite precisamente información objetiva (Mariottini, 2012, p. 183).

Mariottini (2012) realiza un estudio de «un poco» y sus variantes morfológicas («un poquito», «un poquillo», etc.) en una muestra de ejemplos de conversaciones reales proporcionados por el Corpus de Conversaciones Coloquiales realizado por el Grupo Val.Es.Co y el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), y algunos fragmentos de conversaciones que la misma autora ha anotado y transcrito. En este caso, identifica diferentes valores pragmáticos de esta unidad fraseológica: intensificador, atenuador, aproximativo y modal-enunciativo, definido este último como aquel que cambia el registro de una situación comunicativa al introducir un grado de confianza que no se corresponde con la situación real (Fuentes & Alcaide, 2002), como en el siguiente ejemplo: «[en el acto de clausura de un congreso internacional, la presidenta de mesa afirma]: A: hay un poco de morriña» (Mariottini, 2012, p. 192). En el mismo estudio, también se toma en consideración la estructura «ser + un poco + sintagma nominal», donde «un poco» se combina con sintagmas nominales formados por determinante y sustantivo. En este caso, se ha observado que «reduce (sin perder) su valor cuantificacional y asume los valores pragmáticos de un operador dictal, modalizante, atenuante, intensificador y cortés» (Mariottini, 2012, p. 195).

Kornfeld & Avellana (2018) describen y explican el funcionamiento de «un poco» y «lento» como recursos atenuadores en el español en contacto con guaraní (en particular de Paraguay) en contraste con diversas expresiones atenuadoras del español rioplatense, como «onda» o «tipo». También Repede (en prensa) lleva a cabo un análisis sobre las funciones discursivas de la construcción «un poco» en las entrevistas semidirigidas. Para ello, emplea 48 encuestas realizadas a informantes de nivel educacional bajo y alto y que forman parte del corpus PRESEEA en la ciudad de Sevilla. En este caso, documenta cuatro funciones pragmáticas distintas de «un poco» (atenuador, intensificador, aproximador y reformulador), con predominio de la primera, sobre todo, en informantes de grado de instrucción alto, de la primera generación. Por tanto, como destacamos, el propósito general de este trabajo consiste en analizar de forma unitaria las funciones semánticas y pragmáticas de la construcción «un poco» en todas las muestras de habla de la ciudad hispalense que conforman el corpus anteriormente mencionado, con el fin de observar su distribución social según los criterios sexo, edad y grado de instrucción de los informantes.

3. Metodología de análisis

3.1. El corpus

El presente estudio se centra en 72 entrevistas semidirigidas que corresponden a informantes de instrucción alta, media y baja. Estas grabaciones fueron recogidas entre 2009 y 2018 y constituyen el corpus PRESEEA en la ciudad de Sevilla (Repede, 2019a, 2019b, 2019c). A su vez, dicho corpus se enmarca dentro del Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y de América (PRESEEA) que se propone recopilar un macrocorpus sociolingüístico sincrónico de la lengua española, a través de una metodología común, que posibilite el estudio contrastivo entre las principales ciudades de habla hispánica.

La duración de cada una de las grabaciones es de aproximadamente 45 minutos, aunque solo se ha estudiado el fenómeno lingüístico que nos interesa a partir del minuto cinco para asegurar mayor autenticidad y espontaneidad en el discurso. En concordancia con lo anterior, se han analizado cuarenta minutos de cada entrevista, lo que supone 48 horas (2880 minutos) de análisis de las grabaciones, y nos hemos centrado únicamente en los parlamentos del entrevistado, ya que se describen solo sus rasgos sociales y lingüísticos.

3.2. Estratificación de los informantes

El corpus manejado para el estudio de la construcción «un poco» en la ciudad de Sevilla ha sido elaborado a partir de los criterios metodológicos establecidos por el proyecto PRESEEA7, que divide la población en estratos según tres factores: sexo, edad y nivel de instrucción (Tabla 1).

Tabla 1. Reparto de los informantes en el corpus PRESEEA-Sevilla 

Informantes Sociolecto alto Sociolecto medio Sociolecto bajo Total
Edad/Género Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer
20-34 años 4 4 4 4 4 4 24
35-54 años 4 4 4 4 4 4 24
> 55 años 4 4 4 4 4 4 24
Total 12 12 12 12 12 12 72
24 24 24

Si atendemos al grado de instrucción, pertenecen al sociolecto alto los informantes con más de 13 años de escolarización, esto es, estudios universitarios finalizados, máster y/o doctorado. El sociolecto medio se atribuye al conjunto de personas que tienen bachillerato o formación profesional. También se ha incluido en la misma categoría a los hablantes con estudios superiores de licenciatura o grado no finalizados. Y, finalmente, el sociolecto bajo corresponde a los sujetos sin estudios, con estudios primarios o con graduado escolar.

3.3. Selección de casos y procesamiento analítico

Una vez recogidos los casos de «un poco»8 de nuestro corpus se han descartado los ejemplos en los que el hablante vacila en su discurso y deja la secuencia incompleta (ejemplo 2), o se repite el mismo fenómeno (ejemplo 3). En este caso, se ha contabilizado una sola vez.

(2)

E: ¿pero tú crees que al tratar de tú al profesor/los alumnos lo han confundido con el colegueo?

I: sí/muchos sí/también depende del del grado de tú que dé el profesor/si el profesor suelta mucho la mano pues el alumno se se coge hasta el codo // y si el profesor da cierto/cierto colegueo estando manteniéndose en su sitio/pues la cosa se hace un poco más (SEVI-M11-014).

(3)

E: ¿qué sueles hacer en un día normal?

I: en un día normal habitual pues me levanto muy temprano/me voy a trabajar/estoy allí casi todo el día y cuando vengo/me ducho/veo un poco los correos/veo un poco la tele y la cena y acostarme (SEVI-M11-014).

También se han eliminado los ejemplos de «un poco» en el que el informante retoma para contestar las palabras del entrevistador en las que aparece la construcción «un poco», puesto que no se sabe con exactitud si su intención era utilizar dicha locución:

(4)

E: uhum/y de problemas como la eutanasia ¿qué me puedes cont decir?

I: ¡uf! pues mira yo ese/ese tema ¡pff!

E: un poco delicado ¿no?

I: es un poco delicado // la verdad/porque a mí no me gusta ver una persona tenga que pasar por el tema ese/la verdad (SEVI-H12-027).

El siguiente paso ha sido determinar las frecuencias de ocurrencia de la unidad pluriverbal «un poco» y los valores que cumplen en las entrevistas de los materiales manejados. Asimismo, de acuerdo con nuestros objetivos, se ha observado la incidencia de los criterios sociales de los informantes, explicados en el apartado dedicado al corpus. Para el procesamiento de los datos y su presentación, nos hemos basado en la estadística descriptiva, esto es, el cómputo de las frecuencias absolutas y los porcentajes de empleo de la locución «un poco». Asimismo, con el fin de poder establecer estadísticamente si hay relación o no entre el uso y las funciones de «un poco» y los factores sociales, sexo, edad y nivel de instrucción, se ha aplicado la prueba del chi cuadrado (χ²) el valor de p. Si los resultados obtenidos no superan el límite de 0.05, son estadísticamente significativos e indican que se da una asociación entre las variables consideradas.

4. Resultados

En las 72 entrevistas semidirigidas que conforman el corpus PRESEEA-Sevilla se han documentado 470 casos de la locución «un poco», con dos valores diferentes (semántico y pragmático) (Vigara Tauste, 1992; Matte Bon, 1995; Mariottini, 2012, entre otros). Si nos fijamos en el valor semántico, esta construcción aparece con la función de cuantificador, en combinación con sustantivos no contables, adjetivos o adverbios o complementando a un verbo. Se trata de un empleo puramente semántico de «un poco» cuantificador que no se completa con un valor pragmático, según se refleja en los ejemplos 5, 6 y 7:

(5)

E: ¿entonces cómo llegabais?

I: nada/por un por un surco que había de de un poco de alquitrán/no había ni la carretera estaba hecha/para acceder no había ni carretera/ya después se fue haciendo (SEVI-H31-009).

(6)

I: […] pues las torrijas/yo nunca las he hecho/pero creo que sé cómo se hace /creo/se fríe el pan/bueno eso son un pan especial de torrijas

E: uhum

I: más o menos como el pan bimbo/lo hay de ese tamaño o un poco más pequeño/se fríe la torrija/eh luego no/antes el pan se moja/¿ves? ¿tú has visto?/se moja en leche y creo que lleva vino ¿no?/depende de la persona/hay gente que solamente la moja en leche (SEVI-M12-040).

(7)

E: ¿siempre te levantas tú a esa hora?

I: según lo que tenga según lo que tenga que hacer/si tengo que ir a trabajar me levanto a esa hora incluso más temprano/si tengo que ir de caza lo mismo/me levanto más temprano/pero si pero un día normal en fin de semana/sí/porque como tengo ya entre otras cosas la hora cogida/me levanto me levanto a tomar café/pero hoy me he levantado un poco más tarde/en vez de la siete me levanto a las siete y media (SEVI-H12-026).

No obstante, como ya se ha podido observar con anterioridad (Repede, en prensa), la construcción «un poco» también se ha especializado desde el punto de vista semántico-pragmático y funciona como un operador discursivo. En otras palabras, estamos ante un elemento «cuya función discursiva no sale de los límites de su propio enunciado, y afecta a distintas macroestructuras» (Fuentes, 2003, p. 83) (la informativa, argumentativa, etc.). Además, «se define como aquel que no necesita un segmento previo para ser entendido. Su ámbito sintáctico no excede los límites del enunciado» (Fuentes, 2003, p. 63). Si atendemos a la propuesta de Lakoff (1973), «un poco» actúa como un «hedge», esto es, una partícula que expresa borrosidad, difuminación o debilitación del significado de la palabra a la que se refiere, como se muestra en el ejemplo 8:

(8)

E: ¿los conoces a todos [los vecinos]?/sí ¿no?

I: sí // bueno a todos/a casi todos/porque también hay algunos pisos que están alquilados/cambian mucho

E: ah vale

I: entonces // algunos de hola y adiós y/y otros ya que llevan más tiempo pues sí hablamos más pero/yo soy más bien un poco introvertida/entonces no soy de mucho/de saludar a todo el mundo/pero luego de de sacar conversación no/porque/yo soy más bien de poco hablar (SEVI-M32-046).

.

En lo que se refiere a la distribución de los dos valores de «un poco» localizados en nuestro corpus, predomina ampliamente el uso pragmático de esta locución. Resumimos en la Tabla 2 su frecuencia de empleo:

Tabla 2. Distribución de «un poco» semántico y pragmático en el corpus PRESEEA-Sevilla 

«un poco» N %
Cuantificador 59 12.5
Operador 411 87.5
Total 470 100

Se puede apreciar que del global de casos (N=470) de «un poco», el 87.5% se emplea con valor pragmático y un 12.5% con uno semántico.

4.1. Análisis cuantitativo y cualitativo de «un poco» pragmático

A la hora de estudiar cada uno de los casos de «un poco» pragmático, se ha observado que, también en esta ocasión, se han identificado cuatro funciones pragmáticas diferentes (Repede, en prensa), a saber: (1) atenuadora, (2) intensificadora, (3) aproximadora y (4) reformuladora, tal y como se refleja en la Figura 1:

Figura 1. Distribución de «un poco» y sus valores pragmáticos en el corpus PRESEEA-Sevilla 

Del total de ocurrencias (N=411), la función más común de «un poco» es la atenuadora, que se registra un 63.9%. Seguidamente, es frecuente también la función aproximadora, aunque en un porcentaje bastante menor (17.3%) que la anterior. En tercer lugar, se encuentra el valor intensificador con un 12.6% del total. Y, finalmente, se ha documentado el valor reformulador, con un porcentaje relativamente bajo (6.1%).

Ilustramos a continuación las cuatro funciones discursivas de «un poco» con ejemplos extraídos de nuestro corpus. En los ejemplos 9 y 10 se puede observar el empleo de esta locución con valor atenuador.

(9)

E: ¿estás contenta con tu forma de vida?

I: bueno/se podría estar mejor

E: sí ¿no?

I: soy una persona un poco negativa en verdad/¿eh?

E: uhum

I: no y inconformista e inconformista también

E: uhum

I: entonces no acabo de encajar en ningún lado

E: no ¿no?

I: me siento un poco que no encajo en ningún lado/o que no tengo algo (SEVI-M11-015).

(10)

I: allí está el profesor responsable/y después están los asistentes que hacen las prácticas/y los asistentes que hacen las prácticas hacen lo que el titular le ha pedido y va controlando todo/entonces /es que es diferente

E: es diferente/sí

I: yo creo que no se puede aplicar en el sistema universitario español/lo que se hace en otros países cuando el contexto es totalmente diferente

E: sí

I: y yo creo que ahí falla un poco (SEVI-M23-068).

En el primer fragmento, la entrevistadora le pregunta a la informante si está contenta con su forma de vida. Según su respuesta, la informante no está muy satisfecha con lo que ha conseguido hasta el momento. Sin embargo, observamos que se preocupa por lo que puede llegar a pensar su entrevistadora de ella, de modo que mediante el uso de «un poco» en su intervención intenta paliar el efecto de la fuerza de sus palabras, que podría resultar negativo para su imagen.

En el segundo ejemplo, el tema de conversación gira en torno a la implantación del plan de Bolonia en las universidades. Se puede apreciar que la informante no está de acuerdo con el hecho de que este plan haya sido adoptado para el sistema universitario español, ya que, para ella, como hablante, «el contexto es totalmente diferente». No obstante, a través del empleo atenuador de «un poco», acompañado también de «yo creo», no se hace responsable de lo expresado, es decir, no se compromete en afirmar de forma tajante que, a diferencia de otros países, en la enseñanza superior española el plan de Bolonia no tiene éxito. En este caso, coincidimos con Vigara Tauste (1992, p. 393) quien afirma que lo que hacen usualmente los hablantes en la conversación es mitigar lo dicho, es decir, «matizar la expresión del significado para atenuar los efectos del sentido para conseguir una mayor aceptación» de lo que se dice por parte de los interlocutores.

Si atendemos a las funciones generales de la atenuación (autoprotección, prevención y reparación9) (Albelda, et al., 2014), el análisis cualitativo detallado de las tres funciones atenuadoras nos ha permitido corroborar los hallazgos previos (Repede, en prensa) que indican que «un poco» aparece ampliamente en la entrevista semidirigida10 «con la función general de autoprotección, es decir, cuando los hablantes buscan proteger o salvaguardar su propia imagen» (Repede, en prensa). También en esta ocasión, se han documentado pocos casos donde los informantes recurren a «un poco» mitigador con el fin de proteger o salvar la imagen de su interlocutor o de terceros, como en el ejemplo 11:

(11)

E: bueno ¿cómo es tu marido físicamente?

I: ¿mi marido físicamente?/pues mira/se está quedando un poco calvete/es alto mide mide entre entre uno setenta y cinco/uno setenta y ocho (SEVI-M22-044).

La entrevistadora le pregunta a la informante cómo es físicamente su marido. Mediante el empleo de «un poco» atenuador, acompañado también del sufijo afectivo «-ete» del adjetivo «calvete», la hablante busca proteger la imagen de su marido al no afirmar de forma tajante que se está quedando calvo, lo que podría resultar negativo para la imagen de su cónyuge.

Otro valor de «un poco» documentado en los materiales manejados para este estudio es el intensificador, que sirve para maximizar o imprimir «mayor fuerza a las acciones y puntos de vista, a la vez que realza el papel o afectación del yo o del yo y el tú, con el fin de lograr la meta prevista» (Briz, 2017, p. 39)11. En el ejemplo 12, entrevistadora y entrevistado conversan sobre las comidas típicas de Sevilla en Navidad, Semana Santa o Feria.

(12)

E: a ver cuéntame/dime algunas comidas que te parezcan típicas de Sevilla/de Navidad o de Semana Santa o de Feria o de verano

I: eh bueno/en en Sevilla/es que bueno/como hay tantos tapeos/pues uff un poco de todo/en Sevilla la verdad que hay muy buena comida/muy buenos bares/sobre todo el tema de las tapas/es genial (SEVI-H22-029).

Se puede apreciar que el uso de la interjección «uff», el cuantificador «muy» en «hay muy buena comida/muy buenos bares» y el adjetivo valorativo «genial» le confiere a la partícula «un poco» una función intensificadora. En este caso, el informante, movido por el deseo de hacer más expresivo su mensaje, realza algunos de sus elementos o los intensifica (Herrero, 1991)12. También en el ejemplo 13 observamos que el grado de indignación con el que el informante opina sobre el trabajo de los policías en general además de la intensidad del volumen de su voz contribuyen a conferirle a «un poco» el valor intensificador.

(13)

I: yo es que el tema policía no lo entiendo muy bien/solamente quieren/estar con su papel y con su/papelito rosa y con el boli para multar // no hacen mucho por // y así un una pelea gorda de // mucha gente que se estén pegando mucho/pues sí/pues vienen/se tranquilizan/pero no hacen/es que no/yo cuando me robaron tendría dieciséis años/y no hicieron nada por mí/ya ves tú

E: uhum/¿te sentiste un poco desprotegido/a lo mejor?

I: un poco sí // un poco sí/porque no hicieron nada/pero me gusta ya que acudo a ellos que me ayuden ¿no? (SEVI-H11-001).

Además, el uso repetido que hace el hablante de «un poco» parece establecer una relación antagónica con el empleo de «un poco» atenuador del entrevistador (acompañado también de «a lo mejor»).

El siguiente valor que «un poco» adquiere en el contexto es el aproximador. Este mecanismo sirve para flexibilizar los significados léxicos de aquellos elementos a los que modifican (Mihatsch, 2010) y formular enunciados imprecisos y difuminar sus significados (Mihatsch, 2009; Pardo, 2019). También Llopis & Martínez (2018, p. 1034) afirman que los aproximadores «manifiestan que el contenido al que afectan no se adecua completamente a los cánones de precisión y claridad», pues actúan como marcas que indican que lo que se dice «solo es cierto de forma aproximada».

En el caso de «un poco», puede sustituirse por otros aproximadores «como “casi”, “una especie de”, “en cierta medida” etc., indicando cercanía a un punto que se toma como referencia, preferentemente entre un estado de cosas y su negación (Schwenter & Pons Bordería, 2005)» (Mariottini, 2012, p. 191).

(14)

I: eso no se puede recuperar/pero oye/el hecho de volver a verte y/y decir “oye pues mira estamos aquí/veinte años después con nuestros niños y con nuestras cosas/esas cosas para mí <vacilación/> para mí por lo menos me gustan”

E: hombre son muy emotivas

I: a mí/yo tengo más ganas de que llegue ese día y a mí cuando una vez pasen pasen las navidades que son fechas así un poco/locas/yo por lo menos pienso hacerlo/el que quiera venir que venga y el que no (SEVI-M22-041).

Notamos en el ejemplo 14 que la informante le comenta a su interlocutora cómo son las fiestas navideñas en su casa. En este caso, parece establecer un continuum que va desde fechas tranquilas hasta locas, y sitúa las fiestas de Navidad más cerca de estas últimas.

En otras ocasiones, «un poco» adquiere un valor aproximador detrás de verbos13. Este sentido puede verse en el ejemplo 15 donde el hablante le explica a la entrevistadora el funcionamiento de la aplicación que utiliza en su trabajo.

(15) […] es una mezcla entre Facebook y y Twitter/porque tú tienes tú perfil/tienes/tienes tu día de cumpleaños/la gente te felicita/pones tu foto/etiquetas a la gente si quieres/pero está pensado un poco para que que los temas de de negocios de las nuevas ofertas que se abran y demás que todo el mundo lo tenga allí controlado/(SEVI-H13-052).

Mediante el empleo de «un poco» aproximador, el informante no aplica la carga semántica completa de lo dicho «está pensado para que los temas de negocios de las nuevas ofertas que se abran y demás que todo el mundo lo tenga allí controlado», sino que deja ver que se trata de una aproximación, cercana a la real, siendo él quien establece «los márgenes entre los que sitúa lo dicho» (Fuentes, 2016, p. 114).

Finalmente, «un poco» sirve también para definir de manera más o menos amplia un concepto o una expresión cuando el hablante considera que pueden ser ambiguos para el oyente. Esta función reformuladora implica operaciones de organización discursiva, como la explicitación, la precisión, la amplificación del enunciado, la (auto)corrección o la rectificación de lo dicho (Hoinarescu, 2015).

(16)

E: uhum/¿y las torrijas cómo se hacen?

I: ¿las torrijas?/bueno pues las torrijas/eh/se utiliza un pan de molde especial

E: uhum

I: ¿eh?/se suelen/eh/se suele bañar con/primero con/hay varias fórmulas/¿no?/una de ellas se hace con/con vino/vi/o sea/e el pan/eh/un poco asentado/un poco duro/se remoja un poquito con agua y vino (SEVI-H32-035).

(17) I: es rara/es una novela rara/bueno/no es una novela rara ¿no?/es una/novela/al revés/es una novela un poco estándar en su estructura/y un poco tópica/incluso/en su temática/es es muy biográfica/lógicamente/con todos los personajes/más o menos/disfrazados/pero es muy muy biográfica/y no lo he pasado bien/a veces/escribiendo (SEVI-H31-058).

Se puede notar en el ejemplo 16 que «un poco» adquiere un valor aclarador, pues la informante trata de explicar mejor y de manera más exacta el tipo de pan que se debe utilizar para hacer las torrijas, el dulce típico de Semana Santa. Lo mismo ocurre en el ejemplo 17, pues el informante intenta definir mejor y con más exactitud la novela que está escribiendo.

4.2. Análisis sociolingüístico del operador discursivo «un poco»

En este apartado, nos referimos a la correlación de la frecuencia de empleo de «un poco» pragmático con las variables sociodemográficas sexo, edad y nivel de instrucción de los 72 hablantes del corpus PRESEEA-Sevilla.

En la Tabla 3, a continuación, se incluyen las frecuencias absoluta y porcentual de «un poco» como operador discursivo en los materiales analizados, de acuerdo con los criterios sociales considerados:

Tabla 3. Distribución de «un poco» pragmático en función de criterios extralingüísticos 

«Un poco» operador discursivo N %
Sexo Hombres 229 55.7
Mujeres 182 44.3
Edad 20-34 194 47.2
35-54 137 33.3
> 55 80 19.5
Nivel de instrucción Alto 204 49.6
Medio 130 31.6
Bajo 77 18.7

Podemos observar, según la Tabla 3, algunas diferencias de empleo de «un poco» pragmático en cuanto a los tres factores sociales de los informantes. Los hombres son los que más emplean la construcción «un poco» en sus discursos, en detrimento de las mujeres. Además, aparece más en los sujetos del grupo etario más joven (20 a 34 años) y del nivel de instrucción alto (estudios superiores).

Dado que nuestra intención era conocer en profundidad cómo se produce la elección de esta locución, hemos decidido cruzar las variables diastráticas entre sí para ver qué sucede. Los resultados obtenidos se muestran a continuación.

En primer lugar, observamos en la Figura 2 la relación entre la edad y el sexo y la frecuencia de empleo de la locución objeto de nuestro estudio. Vemos que, en general, tanto en hombres como en mujeres el empleo de «un poco» pragmático disminuye mientras los informantes van avanzando en edad. Solo en la primera generación, las mujeres superan a los hombres, si bien es cierto que la diferencia entre ambos sexos no es muy acusada, a diferencia de lo que podemos observar en los dos siguientes sociolectos.

Figura 2. Frecuencia de «un poco» pragmático en función de sexo y edad 

El cálculo del chi cuadrado a la que aludíamos en el apartado de la metodología muestra que existe dependencia entre ambas variables, puesto que los resultados del χ² y p valor son de 32.36 y 0.000 respectivamente.

En la Figura 3, por otra parte, notamos la distribución de las frecuencias absolutas de «un poco» discursivo según el sexo y nivel de instrucción. Se ve claramente que es el sociolecto alto el que más uso hace de este operador. Además, apenas se perciben diferencias de empleo en cuanto al sexo de los informantes (se trata de tan solo 4 casos de diferencia entre hombres y mujeres).

Figura 3. Frecuencia de «un poco» pragmático con relación al sexo y nivel de instrucción 

También se puede apreciar un contraste entre los otros dos niveles socioculturales. Si en el sociolecto medio el uso de «un poco» es característico de los hombres, en el bajo se da más en las mujeres. La prueba del chi cuadrado ha arrojado un dato de 32.36 y una significación asintótica o p valor de 0.000, lo que indica que hay dependencia entre las dos variables estadísticas.

Por último, en cuanto a la relación entre el nivel de instrucción y la edad, reflejamos en la Figura 4 los resultados hallados.

Figura 4. Frecuencia de «un poco» pragmático según edad y nivel de instrucción 

A primera vista, observamos que hay un pico de uso en el grupo etario de la primera generación del nivel alto por encima del empleo que adultos y mayores de la misma generación llevan a cabo y por encima de los demás grupos de sociolectos (medio y bajo). Es notorio también que los sujetos de nivel bajo de instrucción del primer grupo de edad y el medio de la segunda generación hacen más uso de «un poco» discursivo en sus comunicaciones. Las tablas de contingencia han revelado una dependencia entre las variables sociales consideradas y la frecuencia de uso de la locución «un poco», ya que el chi es 23.75 y p tiene un valor de 0.000.

En sintonía con lo anterior, para ver qué relación existe entre los criterios sociales y las cuatro funciones pragmáticas de la locución «un poco» hemos realizado también una tabulación cruzada y hemos aplicado la prueba del chi cuadrado de Pearson. Cabe mencionar que, a pesar de que en principio consideramos el cálculo del χ² incluyendo todas las funciones pragmáticas de «un poco» que registramos, no lo hemos utilizado para los criterios edad y nivel de instrucción, ya que hemos tenido menos de 5 ocurrencias en algunas casillas de las tablas (Larson-Hall, 2012, p. 26). Una vez calculados los valores de χ² y p para la variable sexo, se ha observado que no se ha encontrado significación estadística en la correlación de las funciones de «un poco» con este criterio social14. Nos limitaremos, por tanto, por límites de espacio, a presentar los datos obtenidos solo en términos descriptivos que señalan diferencias de empleo en cuanto a los valores de esta construcción.

En primer lugar, con respecto a la relación entre el sexo y la frecuencia de uso de las funciones discursivas de «un poco», se ha observado que la presencia de «un poco» mitigador y aproximador es superior en el discurso de los hombres. También hemos apreciado un empleo mayor en los hombres con respecto al valor intensificador de «un poco», mientras que parece que se da la tendencia contraria en las mujeres cuando se trata de «un poco» reformulador, si bien notamos que la diferencia entre los dos sexos es mínima (se trata de solo 8 casos del total de 15).

En segundo lugar, para el factor edad, la función atenuadora de «un poco» aparece en todas las franjas de edad, con predominio de la primera generación (20-34 años). También se ha apreciado un empleo mayor de «un poco» reformulador en los jóvenes. La función aproximadora se manifiesta más en la segunda generación (35-54 años). En cambio, no se han encontrado casos del valor reformulador en este grupo etario. Y, por último, la frecuencia de «un poco» intensificador se reparte casi por igual entre jóvenes, adultos y mayores.

En cuanto a la distribución del empleo de las funciones discursivas de «un poco» según el nivel de instrucción, la frecuencia de los cuatro valores pragmáticos localizados para la construcción «un poco» disminuye en los tres niveles educativos, siendo, como era de esperar, especialmente relevante en el nivel alto quien es el que más lo utiliza. También se ha notado que los informantes de nivel medio y bajo prácticamente no emplean «un poco» con los valores de aproximador y reformulador (se han documentado 4 y 3 ejemplos respectivamente).

5. Consideraciones generales

En el presente estudio abordamos el funcionamiento en el nivel pragmático y la distribución social de la locución «un poco», para los cuales se han analizado las 72 entrevistas sociolingüísticas que conforman el corpus PRESEEA en la ciudad de Sevilla. En estos materiales se han identificado 470 ocurrencias de «un poco», donde el 87.5% se emplea con valor pragmático y un 12.5% con un valor semántico de cuantificador. Los datos anteriores parecen indicar que podríamos hablar de un cambio en curso con respecto a los valores de la locución «un poco». Además, la alternancia de las funciones semánticas y discursivas se da, en ocasiones, en un mismo hablante, lo que puede reflejar que no hay una verdadera conciencia lingüística al respecto.

El análisis realizado nos ha permitido también comprobar nuestra hipótesis de partida, a saber, que la función pragmática de la locución «un poco» predominante en el corpus manejado es la atenuadora (63.9%). A esta le siguen, de forma descendente, la aproximadora (17.3%), la intensificadora (12.6%), y, por último, la reformuladora (6.1%). Para «un poco» atenuador también se ha corroborado que se emplea, sobre todo, con la función de autoprotección, que se relaciona directamente con la imagen del hablante.

Para los criterios sociales (sexo, edad y nivel de instrucción), se ha puesto de manifiesto que es el nivel alto quien usa predominantemente esta construcción. Además, se trata de informantes de la primera generación, hombres y mujeres, con escasa diferencia entre ambos sexos15.

En cuanto a la relación de las funciones de «un poco» con los criterios sociales sexo, edad y nivel de instrucción, la prueba del chi cuadrado de Pearson no ha revelado una dependencia entre estas variables y las funciones discursivas de «un poco». Desde el punto de vista descriptivo, destacamos que el empleo discursivo de esta construcción predomina en los hombres con las funciones atenuadora, intensificadora y aproximadora, mientras que el valor reformulador parece que se da más en mujeres. También, el uso de las funciones atenuadora y reformuladora está más extendido entre los hablantes de la primera generación (20 a 34 años). Con respecto al criterio nivel de instrucción, se ha observado el predominio de los cuatro valores de «un poco» pragmático en el nivel alto. En este caso, podríamos interpretar estos datos como un cambio desde arriba (Labov, 1983), pues se manifiesta, de acuerdo con Moreno (2009), principalmente en el grupo de mayor prestigio. No obstante, hay que considerar con cierta cautela estos resultados, porque, como ya hemos mencionado, solo se trata de diferencias de alcance descriptivo de la muestra analizada.

Los resultados aquí presentados nos hacen insistir, de nuevo, en el interés de un estudio contrastivo de «un poco» en diferentes variedades dialectales del español, con el fin de ver si los usos y las funciones documentadas para el español hablado en Sevilla son características o no de otras comunidades de habla hispana.

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2Utilizamos la letra «e» mayúscula para marcar las palabras del entrevistador y la letra «i» mayúscula para indicar las palabras del informante entrevistado.

3En la transcripción de las entrevistas del corpus PRESEEA-Sevilla se ha utilizado el sistema de etiquetas de Standard Generalized Markup Language (SGML) que sigue las normas internacionales de Text Encoding Initiative (TEI).

4Hemos adoptado el sistema de codificación propuesto por PRESEEA y común a todos los equipos que forman parte de este proyecto. Así, la ciudad se representa como SEVI (ciudad de Sevilla), el sexo se ha distinguido entre H (hombre) y M (mujer); el grupo de edad se divide entre 1 (20 a 34 años), 2 (35 a 54 años), 3 (55 años en adelante); y en el grado de instrucción, tenemos 1 (sin estudios o con estudios básicos), 2 (estudios medios) y 3 (estudios universitarios). Por último, cada informante ha recibido un número dentro del corpus: 001, 002, 003, etc.

5 Beinhauer (1929[1978]) habla de un doble uso mitigador e intensificador de «un poco» que define eufemístico.

6Para el francés, Ducrot (1970) menciona que «un peu» no posee un valor cuantificador, sino más bien un tipo de restricción a la afirmación y conlleva también una valoración subjetiva sobre lo referido, esto es, de la afirmación con sus diferentes grados.

8Cabe mencionar aquí que no hemos incluido en el cómputo general las alternaciones morfológicas de «un poco» («un poquito», «un poquillo», «un poquitín»), ya que se ha observado que el diminutivo influye en la función pragmática que se le puede asignar a la construcción.

9La primera función se relaciona con la imagen propia del hablante. La segunda se vincula con la imagen del hablante y del oyente, ya que se busca prevenir posibles daños a la imagen del otro. Por último, la reparación remite a la imagen del oyente y del hablante, pues se busca reparar los daños causados a la imagen del otro (Briz & Estellés, 2010; Briz & Albelda, 2013; Villalba, 2015).

10Véase también Albelda (2004, 2008, 2010, 2012, 2016, 2018) o Mondaca (2019).

11También se ha denominado expresión afectiva (Beinhauer, 1929[1978]), realce lingüístico, elativización o intensificación (Vigara Tauste, 1992).

12En la misma línea, Briz (1998, p. 113) subraya que el hablante intensifica para «hacer que una cosa adquiera mayor intensidad, […], a través del énfasis o fuerza de la expresión, de la entonación o de los gestos».

13 Mariottini (2012, p. 191) habla también de «un poco», conversacional, que debe presentar las siguientes características: «(1) seguir un verbo exhortativo; (2) aparecer en una secuencia iniciativa pronunciada por el moderador de la interacción; (3) introducir una premisa cautelosa de la acción de respuesta». Este valor solo se ha podido localizar en el parlamento del entrevistador, de modo que no lo hemos tenido en cuenta para nuestro estudio: E: cuéntame un poco así en general. I: bueno pues yo he aprovechado bien la carrera/no estudié mucho porque la verdad muchas asignaturas/eran un rollo/(SEVI-H13-050).

14En un análisis previo (Repede, en prensa), este factor resultó significativo (p=0.005). No obstante, en esta ocasión, tras aplicar la prueba del χ², se ha obtenido un dato de 7.44 y un valor de p mayor que el requerido (0.059). Creemos, por tanto, que la no dependencia entre el sexo y las funciones discursivas de «un poco» podría estar relacionada con el número bastante limitado de casos de la locución documentado en las mujeres, del nivel medio (N=33) a diferencia de los varones (N=97).

15Si la construcción «un poco» es específica de los hablantes de nivel socioeducacional alto, sería interesante averiguar qué tipo de cuantificadores («algo», «un tanto», etc.) caracteriza el discurso de los informantes con nivel de instrucción medio y bajo y si las funciones que adquieren en el contexto difieren o no de las de «un poco».

*Este trabajo se enmarca en el proyecto VARES-AGENDA 2050 Sevilla. El español de Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria: Procesos de variación y cambio espaciales y sociales, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (Gobierno de España) (Ref. PID2019-104982GB-C54).

Cómo citar este artículo: Repede, D. (2023). La locución «un poco» en el corpus oral PRESEEA-Sevilla: funciones discursivas y distribución social. Forma y Función, 36(1). https://doi.org/10.15446/fyf.v36n1.97379

Recibido: 18 de Julio de 2021; Aprobado: 13 de Julio de 2022

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