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Revista Facultad Nacional de Salud Pública

Print version ISSN 0120-386XOn-line version ISSN 2256-3334

Rev. Fac. Nac. Salud Pública vol.25 no.2 Medellín July/Dec. 2007

 

Apartar la mente del cuerpo: un acercamiento a los pensamientos y sentimientos de las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales

Separating mind and body: an approach to the thoughts and feelings of female university students/sexual workers

Martha Catalina Loaiza G.
Estudiante de administración en salud: gestión de servicios de salud, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Cibercorreo: catalinaloaiza@guajiros.udea.edu.co

Lina Yésica Moreno O.
Estudiante de administración en salud: gestión sanitaria y ambiental, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

Eliana Zuluaga P.
Estudiante de administración en salud: gestión sanitaria y ambiental, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

Recibido: 15 Enero 2007 Aprobado: 18 Octubre 2007


Loaiza MC, Moreno LY, Zuluaga E. Apartar la mente del cuerpo: un acercamiento a los pensamientos y sentimientos de las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales. Rev. Fac. Nac. Salud Pública. 2007; 25 (2): 95-9

Resumen

Partiendo de la visión de estudiantes universitarias que son trabajadoras sexuales, este artículo aborda el significado que para ellas tiene dedicarse a este tipo de labor. Objetivo: comprender los significados que sobre su trabajo tienen las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales, lo que piensan y sienten de él. Metodología: se partió de la investigación cualitativa con el uso de técnicas etnográficas, utilizando instrumentos de recolección de información como la entrevista, el diario de campo y la revisión documental. Resultados: la vida cotidiana de las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales gira alrededor de su vida familiar, universitaria y laboral, recurriendo a la práctica de apartar la mente de su cuerpo para no sucumbir ante sentimientos de tristeza o decepción.
---------- Palabras clave: estudiantes universitarias, trabajo sexual, mente-cuerpo, investigación cualitativa


Summary

This article takes into account the vision of female university students who are also sexual workers and the meaning that job has for them. Objective: to understand the meaning that sexual job has for female university students/sexual workers, what they think and feel about it. Methodology: qualitative research was the starting point using ethnographical techniques such as the interview, the field diary and documental revision. Results: the daily life of female university students/sexual workers goes around their family, university and work, where they separate mind from body as a mechanism of emotional protection to avoid sadness and deception.
---------- Key words: female university students, sexual work, mind-body, qualitative research


Introducción

En Colombia, en particular en Medellín, entre los años 1900 y 1930, el trabajo sexual se estableció como actividad cultural y laboral. Hasta comienzos del siglo XX esta actividad era soterrada, penalizada y oculta, pero ya en la cuarta década del mismo siglo existían diferentes sitios para su ejercicio.1

Según estudio etnográfico realizado sobre la prostitución en Medellín en 1996, se definieron cuatro formas y algunas variantes de ejercer el trabajo sexual, determinadas por el espacio, el nivel económico y la relación de roles.2

La primera forma que se encontró se denominó como la callejera: trabajadoras sexuales que se agrupan en espacios donde hay flujo continuo de personas e incitan a los hombres a “comprarlas”. En esta categoría se encontraron dos variantes: la primera, llamada de rebusque, corresponde mujeres que a pesar de la edad y de los cambios físicos siguen ejerciendo el trabajo sexual. La segunda variante se denominó la de acera: es la mujer que “se para” junto a una residencia u hotel y allí realiza los negocios con los hombres que acceden a estos espacios.2

La segunda forma se definió como la que se oculta detrás de un oficio, en la que se encuentran mujeres que trabajan en un bar, reciben un sueldo y son utilizadas como enganche para atraer hombres consumidores de licor al sitio. Dentro de esta forma se encuentran las denominadas salas de masajes, donde el cliente tiene la oportunidad de escoger tipos de masajes, vinculados al intercambio económico-sexual.2

La tercera forma que se logró definir es la call girl, determinada por la inserción en un círculo que permita ejercer sin necesidad de estar en un sitio determinado. La comunicación es normalmente telefónica y es así como se acuerda la prestación del servicio.2

La cuarta forma es la de striptease. Las mujeres que la ejercen no laboran en el sitio; simplemente se les permite la entrada para que realicen su espectáculo y luego recogen entre los asistentes lo que ellas mismas llaman “colaboración con el show”.2

En el estudio realizado en 1996 no se hizo referencia a las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales, que es tal vez la modalidad más nueva de trabajo sexual. Parece haberse convertido en una de las prácticas más apetecidas, principalmente parte de personas de alto poder adquisitivo dispuestas a pagar gruesas sumas de dinero por los servicios de una estudiante.3 Por este motivo, el trabajo sexual de universitarias ha introducido una jerarquización de este negocio, resultando en diferencias abismales en la remuneración en comparación con la de otras mujeres que ejercen este oficio.3

El presente estudio es una aproximación a los sentimientos y pensamientos de las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales e intenta comprenderlas desde su visión.


Metodología

La realización de este estudio parte de la perspectiva de la investigación cualitativa e intenta comprender el fenómeno del trabajo sexual en estudiantes universitarias desde su punto de vista, lo que piensan y sienten acerca de su trabajo. Asimismo, busca la comprensión de los significados y acciones cotidianas para construir y dar sentido al fenómeno estudiado.4 Se utilizaron técnicas etnográficas para interpretar un fenómeno social y cultural, suscitado por el significado que para las estudiantes universitarias tiene el ejercicio del trabajo sexual.5

Para la recolección de información se recurrió a la revisión documental, encontrando entrevistas y testimonios en diferentes referentes como libros, revistas y periódicos, con los que se fundamentó y complementó la información directa obtenida de las participantes a través de la principal técnica utilizada, la entrevista (identificada con una E seguida del número correspondiente), con la cual se construyeron las experiencias compartidas por las participantes. Igualmente, se contó con un diario de campo donde se registraron las actividades realizadas durante el proceso de investigación, los encuentros con las participantes y las impresiones surgidas durante las entrevistas.

Para analizar la información se partió de la codificación de las entrevistas, que consistió en descomponer la información seleccionando expresiones referidas al estudio; luego se agruparon los elementos comunes identificados para establecer categorías y subcategorías que facilitaran la comprensión del fenómeno desde la mirada de sus participantes.

Aunque el trabajo sexual es ejercido por hombres y mujeres, para el estudio solo se contó con estudiantes universitarias entre los 20 y 24 años, ya que por la clandestinidad de la labor fue imposible contactar estudiantes hombres. A las participantes se les presentó el consentimiento informado, haciendo énfasis en el carácter académico del estudio y explicando que no recibirían remuneración económica, además de garantizar anonimato y la confidencialidad de la información suministrada.

Una limitante importante para la ejecución y posterior análisis de los hallazgos fue la insuficiente bibliografía sobre el trabajo sexual en estudiantes universitarias, ya que por ser un tema nuevo y clandestino no había trabajos investigativos que fueran guía o sirvieran para profundizar durante la realización del estudio. Se encontraron testimonios y entrevistas de personas vinculadas con el medio que, como se mencionó, fundamentaron la información obtenida de las entrevistas. Por lo anterior, el estudio realizado es algo preliminar frente al tema y abre el paso a la realización de otras investigaciones al respecto.

El principal obstáculo surgido durante el proceso de investigación fue el acercamiento inicial a las participantes, ya que por lo reservado de su trabajo solo son conocidas por personas que pertenecen a ese medio y por temor a ser descubiertas no accedieron fácilmente a suministrar la información aquí presentada.


Resultados

El inicio del trabajo

El trabajo sexual se ha multiplicado y diversificado en los últimos años alrededor del mundo. Razones de orden económico suelen primar en la decisión de algunas mujeres para incursionar en esta labor. Para el caso particular de este estudio, esta afirmación se vio corroborada en las entrevistas realizadas a varias mujeres que ejercen este trabajo a la par de su actividad como estudiantes universitarias.

Ellas manifestaron que aquellas que al optar por este oficio lo hacen generalmente por necesidad y en menor proporción por razones como curiosidad o el deseo de dinero fácil: “En este momento mi papá no está trabajando, por eso mi mamá y yo llevamos la obligación de la casa” (E1).

Para una joven universitaria con dificultades económicas, deseos de independencia y de ser una profesional reconocida no es fácil tomar la decisión de prestar servicios sexuales, más aun cuando las opciones en el mercado laboral son escasas o incompatibles con el horario de estudio. Es ahí donde se presenta la oportunidad de participar en esta labor; generalmente el contacto inicial es por alguna amiga que conoce la situación y además tiene vinculación con el medio y les ofrece la opción de obtener dinero relativamente fácil y en poco tiempo, aunque esto les implique romper esquemas sociales y emocionales. La primera vez que deciden aceptar incursionar en el medio, presentan sentimientos de rechazo contra lo que deben realizar, pero finalmente deciden aceptarlo porque pesa más el valor del dinero que les permitirá cumplir sus deseos.

Sin embargo, a esta actividad no ingresa cualquier mujer. Las exigencias de la clientela hacen obligatoria de entrada una atractiva apariencia física, porque “usted se vuelve un rejo [fea] y no lo voltea a ver nadie” (E6). Por ello, para las mujeres cuyas dotes físicas no son las deseadas, la cirugía estética se convierte en la alternativa para lograr la apariencia deseada: “Estoy guardando plata, pues, ahorrando para ponerme la silicona, que eso es superimportante, o sea, eso es superimportante; llama mucho la atención y uno puede cobrar más” (E3). Así, tener una apariencia atractiva va acompañado de un vestuario que se considere a la moda, de ropa de marca. “Me toca ponerme esa ropa para dar una buena presentación a los clientes” (E6). Como se ve, los clientes exigen en principio que ellas sean “bien bonitas” porque si no, “se las devuelvo” (E3).

Las entrevistadas coincidieron en que los hombres que las solicitan esperan de ellas total disposición a sus expectativas personales: “A los manes no les gusta que los empiecen a acosar, sino que los manes quieren que todo sea con calma” (E3). “La idea es que ellos queden muy contentos con uno y lo vuelvan a llamar” (E5). Asimismo, la actividad sexual de estas mujeres hace necesaria su adaptación a nuevas maneras de comportamiento y de sentimientos que pueden contrariar sus convicciones y expectativas: “Al principio, uno no deja de tener nervios: ¿yo qué tengo que hacer?; o sea, ¿y cómo me tengo que comportar?” (E3). “El primer día es el más horrible de toda la vida, el primer día… hmm... yo me puse a llorar ahí” (E1).

Estos nuevos comportamientos generan transformaciones en sus visiones de vida, sus convicciones y concepciones acerca de los límites de lo permitido en su intimidad: “Al principio, a vos todo te puede parecer duro, o a veces llegás y te sentís triste, te sentís muy mal, pero llega un punto en que para vos eso no, o sea no, te acostumbraste y lo hiciste con tres en una noche y ya” (E4). “Tenía una mentalidad muy diferente y a medida que ha transcurrido el tiempo y que me he ido involucrando, me ha cambiado más la manera de pensar y me han cambiado los límites” (E3). Sin embargo, al momento de referirse al negocio sexual, tratan de que sus alusiones no sean tan duras, matizándolo como aparentes relaciones amistosas cuyo objetivo es claro y sin rodeos. “Uno trata de meterse en una película diferente [...] un amigo me invitó a salir y ya, y simplemente nos dimos los picos y nos acostamos y ya” (E3), evidenciando que en una noche de rumba se pueden pasar las fronteras del festejo al sexo lucrativo sin mayores problemas.


Universidad y trabajo

El doble papel de universitarias y trabajadoras sexuales significa que su rutina diaria debe repartirse entre la vida académica y los compromisos propios de su actividad lucrativa, intentando que lo primero no se vea afectado por lo segundo. En sus palabras, son mujeres que tienen una vida normal la mayor parte del día: “Yo en esto soy muy clara. Cuando a mí me llama un cliente, yo soy la que pongo las horas y las condiciones, las reglas” (E5). “Yo no puedo del todo descuidar mi carrera, yo tengo un orden, yo ya sé que del viernes en adelante, lo que se venga” (E6). Esto demuestra la flexibilidad horaria de esta actividad que les facilita mantener una actividad social normal, pero a la vez ejercer clandestinamente su trabajo. Consideran que son capaces de llevar una doble vida sin que necesariamente se entrecrucen los ámbitos ni pierdan la posibilidad de disfrutar ambas esferas: “En la universidad, soy la persona más seria del mundo, superestudiosa, me gusta ser superresponsable” (E1).

La condición de universitarias es un punto a favor en esta variedad de servicio sexual, pues muchos clientes, entre ellos profesionales y personas de altos ingresos, las escogen precisamente por su flexibilidad. Esta condición “te abre las puertas, te hace ser más apetecida, ser diferente” (E5), y puede ser tan importante como la apariencia física. “Les seguimos el nivel a las conversaciones, les proponemos temas, a veces les ofrecemos soluciones [...] eso te da la posibilidad de tener una tarifa más alta” (E5).

El carácter lucrativo de este oficio es el que motiva el cumplimiento frecuente de las “vueltas” o “cuadres”, es decir, “salir con un man que le paga a uno” (E3); se puede conseguir una gran cantidad de dinero en poco tiempo: “El dinero es el bienestar, yo veo que uno con la plata puede tener todo, puede estar bonito, puede comprarse muchas cosas, puede vivir bien” (E4), lo que va dejando de lado los motivos iniciales que las impulsó a ingresar en el negocio, ya que “uno mientras más plata gana, más le gusta y nunca le alcanza, uno siempre quiere una cosa o quiere la otra” (E4). “El fenómeno está tan regado que simplemente lo hacen por gusto, por comprase unos tenis, por hacerse una cirugía, por llevarle la contraria a los papás, por pagarse la universidad, por vivir en una casa bonita, por vivir en un estrato seis y no un estrato tres; o sea, por una cantidad de cosas muy diferentes a las que se hacía antes, no por necesidad” (E4).


Separar mundos, apartar la mente del cuerpo

Las mujeres que realizan esta actividad han desarrollado tal nivel de apropiación de la misma que dicen que ingresan a un mundo diferente al vivido por mujeres ajenas al oficio. “Empecé a vivir otro mundo. Esto es otro mundo; yo vivo en este momento en tres mundos, que es el de mi familia, el de la universidad y el del trabajo. Yo no sé ni cómo hago. Siempre he dicho que vivo tres mundos; es que estar en la universidad es muy diferente a estar en el trabajo, a estar en mi casa” (E1). Incluso, dicen que son capaces de manejar la diferencia en los espacios de actividad de su cotidianidad: “Yo siento que eso es algo aparte de lo de mi vida, eso es como si fuera otro mundo, yo lo hago y yo salgo de ahí, y a mí prácticamente eso se me olvida” (E4).

También dicen desarrollar roles totalmente diferentes según el ámbito: “Yo cuando estoy trabajando soy una; y cuando estoy con mis amigos, soy otra” (E4). Tratan de que las situaciones y sensaciones vividas en el desarrollo de su actividad clandestina no trasciendan su vida familiar y académica, “ignorar lo que pasó” para que no las afecte emocionalmente en sus otros roles cotidianos y les permita continuar en esta actividad. No obstante, sus expresiones evidencian la preocupación que les genera el castigo social para quienes realizan esta actividad, por lo que aspiran a no ser tan mal juzgadas, ya que las personas “no saben cómo le toca a uno sudarse este oficio” (E6).

La rutinaria actividad sexual de orden lucrativo hace que creen un mecanismo de defensa emocional frente a la prestación de un servicio que no las obliga necesariamente a mezclar sus sentimientos: “No sentís nada en ese momento; simplemente, es como que le prestaras a alguien tu cuerpo para que se masturbe en vos y ya, porque ya después vos te vas y prácticamente te olvidás de eso que pasó y ya” (E4).

Así, a la ya descrita capacidad de separación circunstancial, según los ámbitos de desenvolvimiento, la acompaña otra que les ayuda en los momentos en los que ejercen clandestinamente: la separación mente-cuerpo: “Uno tiene el cuerpo ahí a disposición, mas la mente la tiene como en otro lado [...] tu cuerpo está teniendo sexo con esa persona pero tu mente no, para tu mente eso no significa nada” (E4). Al preguntar específicamente qué querían decir con esa expresión, aclararon que era pensar en otras cosas.

Yo pienso en muchísimas cosas: “Bueno, ya voy a terminar, me voy a ganar tanto, con eso voy a hacer tal cosa; ­ay, bueno, listo, ya! Entonces, ahorita, de aquí me voy para tal y tal parte; listo, o mañana tengo que hacer tal y tal cosa, o sea, pensás en otras cosas, no sé, cualquier cosa que se te venga a la mente menos que estas viviendo un momento de intimidad con una persona. No sé, pensás en muchas cosas, menos en eso” (E4).

Esto explicaría los sentimientos y la manera como estas estudiantes llevan una doble vida prestando servicios sexuales que esperan que algún día se considere como lo consideran ellas: un trabajo como cualquier otro, ilegítimamente aceptado por la sociedad.


Discusión y conclusiones

Los hallazgos permitieron evidenciar que para las estudiantes universitarias dedicadas al trabajo sexual, esta actividad es un trabajo como cualquier otro; es un oficio más rentable que un empleo normal.6, 7 Aunque no es fácil tomar la decisión de ingresar, es más difícil retirarse, dado que para quienes lo ejercen, el valor del dinero ha sido una de las razones importantes para incursionar en este trabajo; además, no tienen conciencia de ahorro y los gastos siempre van a la par de los ingresos.8 Si bien dicen que es un dinero relativamente fácil de ganar por el poco tiempo que tienen que invertir, resulta siendo más difícil de los que muchos creen: “¿Fácil tener que aguantarse a distintos hombres? ­No!, ¿cuál fácil!”.9

Al estar inmersas en este trabajo, se ven obligadas a llevar una vida paralela a diario, entre familia, universidad y trabajo, viéndose forzadas a mentir todo el tiempo para no ser descubiertas7, 10 y aparentar sentimientos que les faciliten la prestación del servicio y garanticen la permanencia en lo que denominan “como otro mundo”.

El hallazgo más significativo es la forma como estas mujeres idean mecanismos de protección emocional para ignorar la prestación de servicios sexuales, asumiendo que durante el servicio no pasó nada, para no sentir decepción, frustración o tristeza. Esto lo logran a través de la separación mente-cuerpo, es decir, diferenciar el contacto físico de las emociones, ausentar la mente del momento de intimidad con los clientes, pensando en cosas totalmente diferentes a la realidad que están viviendo. Esa capacidad mental que manifiestan es una estrategia para evadir la realidad y no sentirse mal consigo mismas, evitando en lo posible la emoción para no darles trascendencia a los hechos.

Las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales entrevistadas tienen el firme deseo de terminar la carrera, graduarse y ser profesionales reconocidas y exitosas.11 Saben que la combinación trabajo-estudio les implica sacrificio, por ello no piensan quedarse toda la vida en esa labor. Esta afirmación se contradice al preguntarles qué harían si al terminar sus estudios no consiguen empleo, pues manifiestan que continuarían como trabajadoras sexuales porque ha sido la manera de conseguir dinero. Otra contradicción encontrada en el análisis de los resultados se refiere a lo que dicen respecto de ignorar lo que pasó, pues lo pueden ignorar en el momento, pero a largo plazo son conscientes de las experiencias surgidas en su trabajo y este las acompañará por el resto de sus vidas.

El trabajo sexual en estudiantes universitarias puede enfocarse desde el punto de vista económico, un negocio en el cual se ofrecen y demandan servicios, en que hay un producto que es la imagen de quien lo presta y que debe invertirse en la apariencia física12 para ser más competitivo y ganar más dinero.

A lo largo del artículo se refirieron los pensamientos y sentimientos que las estudiantes universitarias trabajadoras sexuales revelan con relación a su trabajo. Entre ellos, que es un trabajo como cualquier otro y que, desde su perspectiva, con el tiempo se va convirtiendo en una forma de vida que merece respeto y ningún prejuicio al respecto, porque solo quien lo vive sabe que es un mundo difícil y hasta peligroso, donde la drogadicción es frecuente aunque no se comparta, donde se obtienen altos ingresos pero de igual manera hay grandes gastos, donde se siente cansancio al igual que decepción y tristeza y que, al final, se convierte en un círculo vicioso que puede llegar a ser adictivo, pero que generalmente no tiene un final feliz, porque “es un sacrificio constante, un esfuerzo, algo tuyo te están quitando[...] y mientras más pasa el tiempo, algo de vos se va deteriorando” (E4).


Reconocimientos

A las estudiantes universitarias que hicieron posible el desarrollo de este estudio; a los asesores A. Giraldo, C. Forero, S. Arias, al grupo de Investigación de Cultura y Salud por su respaldo y a la Universidad de Antioquia por su financiación.


Referencias

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3. Polonia F. Tráfico internacional de mujeres colombianas. Análisis del tratamiento periodístico. Bogotá: Fundación Esperanza; 2000.        [ Links ]

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