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Revista Facultad Nacional de Salud Pública

Print version ISSN 0120-386XOn-line version ISSN 2256-3334

Rev. Fac. Nac. Salud Pública vol.27 no.1 Medellín Jan./june 2009

 

INVESTIGACIONES

Opciones cualitativas en psicología política y género. La investigación Acción Participativa en estudios sobre maltrato y formas de violencia política que afecta a niños, niñas y jóvenes

Qualitative options in political psychology and gender. Participatory Action Research studies on child abuse and forms of political violence that affects children and young people



Olga L. Obando S1

1 Maestría y Doctorado, Technische Universität Berlin. Docente Universidad del Valle, Instituto de Psicología. Cali, Colombia. Correo electrónico: olgaoba@univalle.edu.co, olgaob@yahoo.de



Recibido: 11 de diciembre de 2008. Aprobado: 09 de julio de 2008


Obando OL. Opciones cualitativas en psicología política y género. La investigación Acción Participativa en estudios sobre maltrato y formas de violencia política que afecta a niños, niñas y jóvenes. Rev Fac Nac Salud Pública 2009; 27(1): 16-25

RESUMEN

OBJETIVO: a partir de la revisión de algunos criterios de la Investigación Acción Participativa (IAP): influencia del investigador, acuerdo, transparencia y acoplamiento, se intenta señalar el significado que de este enfoque de investigación cualitativa para el abordaje de problemáticas como el maltrato y algunas formas de violencia política que afectan a niños, niñas y jóvenes, problemáticas que son transversales a los intereses del quehacer investigativo y de intervención de una Psicología política y una Psicología de género, desde el enfoque de una psicología social crítica.
METODOLOGIA: las metas emancipatorias de ese quehacer exigen de la implementación de metodologías que reconozcan el análisis de tramas de sentido, en el cual emergen significados sobre factores desencadenantes de los problemas y factores que posibilitan el desarrollo de alternativas de solución. El componente empírico lo constituyen algunos hallazgos de investigaciones sobre el racismo, la identidad femenina en sujetos con experiencia de maltrato, la construcción de subjetividades y el fenómeno de participación política en niños y en jóvenes desvinculados de grupos armados irregulares. Se introduce el texto con cifras sobre el maltrato y la desvinculación de niños y jóvenes del conflicto armado como forma de violencia política y algunas reflexiones sobre el compromiso de los psicólogos en el manejo de estas problemáticas.
RESULTADOS: se resumen algunos antecedentes históricos de la IAP y sus elementos significativos como propuesta crítica y cualitativa de investigación e intervención y se finaliza el texto, al significar criterios científicos de la IAP –la influencia del investigador, el acuerdo y la transparencia– con base en hallazgos del componente empírico.

Palabras clave: Investigación Acción Participativa, investigación cualitativa, psicología política, género, maltrato, jóvenes y niños.


ABSTRACT

OBJECTIVE: since the revision of some criteria of the Participatory Action Research (par): the researcher`s influence, agrees, transparency and coupling, we try to point out the significance that this approach is qualitative research to address problems like abuse and some forms of political violence that affect children and young people. Issues that are cross to the interests of investigative work and intervention of a political psychology and psychology of gender, since the focus of a critical social psychology.
METHODOLOGY: the goals of this task requiring the deployment of methodologies analyzes recognize the pattern of meaning as a space in which meanings emerge on triggers of the problems and factors that enable the development of alternative solution. The empirical component consists of some research findings on racism, women’s identity in subjects with experience of abuse, the construction of subjectivities and the phenomenon of political participation in children and young people demobilized from illegal armed groups. The text shows dates of abuse and the untying of young children and armed conflict as a way of forms of political violence and some thoughts about the commitment of psychologists in handling these problems.
RESULTS: a summary of some historical background to the par and its significant elements as proposed critical and qualitative research and intervention, and ends the text to mean scientific criteria of the par, the influence of the researcher, agreement and transparency, based on empirical findings of the component.

Key words: Participatory Action Research, qualitative research, political psychology, gender, abuse, youth and children.




Introducción

Los datos estadísticos colombianos sobre la población de niñas, niños y adolescentes afectados por situaciones de maltrato y de vinculación y desvinculación de los grupos armados irregulares como forma de violencia política, permiten valorar y clasificar estos fenómenos como problemas de salud pública en tanto se identifican local y mundialmente como factores de riesgo que afectan a la humanidad. El maltrato y las formas de violencia política desencadenan situaciones que atentan contra la garantía de los derechos humanos, trascienden a la comunidad directamente afectada y se constituyen en un problema que requiere de la atención y acción de Estado. Lo que implica tener que implementar campañas desde el poder público para prevenir, controlar y reparar sus efectos negativos y tener que desarrollar instrumentos legales, de políticas públicas y de políticas sociales, que favorezcan y protejan a las poblaciones afectadas.

Las cifras presentadas en fuentes oficiales colombianas, como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Defensoría del Pueblo, La Presidencia de la República, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane) citadas en diversos documentos sobre la niñez y la juventud, nos señalan dimensiones de la problemática de maltrato en sus diferentes tipos: maltrato social, abandono o negligencia, maltrato psicológico, abuso sexual, maltrato físico. Son ejemplo de ello los datos sobre niños y niñas de Colombia, ofrecidos por Acosta & Cata, acerca de la existencia de 2.500.000 que trabajan; 585.000 que trabajan en la calle dedicados a la mendicidad y la economía informal, 99.000 atendidos por el ICBF, 62.000 institucionalizados, 4.362 declarados en abandono; 8.000 huérfanos;1 los 10.337 severamente lesionados reportados en el Centro de Referencia Nacional sobre Violencia en Colombia, en el año 2000,2 el incremento de casos de abuso sexual de niños y niñas reportados en Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forences que pasan de 3.423 en 1994 a 7.190 en el año 2000,3 los 492.255 entre 5-17 años que abandonan el hogar en el 2001.4 No menos significativas para la dimensión del fenómeno son las estimaciones de Human Rigths Wacht desde el 2003 que presentan cifras emitidas por diferentes instancias sobre niños vinculados a las actividades de los grupos armados irregulares en Colombia, dichas cifras se mueven en un rango entre los 6.000 - 14.000 casos.5 Niños que construyen sus identidades al interior de contextos de guerra y situaciones de conflicto nacional. En un comunicado de prensa de la Presidencia de la República de Colombia6 se reporta que el ICBF ha atendido cerca de 3.051 niños desvinculados de los grupos armados irregulares, y a la mayoría les ha adjudicado un espacio de protección en el programa de “Atención a niños, niñas y adolescentes desvinculados de los grupos armados irregulares” en un programa ejecutado en 13 municipios (8 departamentos de Colombia).

La psicología como campo profesional de la salud humana y como campo de investigación no puede mantenerse ajena a esta problemática. Ello ha llevado a un grupo de profesionales de la psicología política crítica* y la psicología de género† a comprometer sus esfuerzos prácticos –desde las intervenciones clínicas y sociales– y sus aportes teóricos, con el desarrollo y perfeccionamiento de herramientas encaminadas a disminuir los efectos negativos que éstas experiencias traumáticas (de maltrato y de vinculación y desvinculación del conflicto armado como formas de violencia política), ya que éstas pueden acarrear en el desarrollo físico y psicológico de los grupos poblacionales afectados de manera directa e indirecta. Si bien la oferta de una clínica psicológica en el abordaje de las secuelas de las problemáticas de maltrato y afectación por formas de violencia política, es quizás la más conocida (intervenciones terapéuticas individuales o grupales, valoraciones, manejo de situaciones de crisis), vale la pena revisar la forma cómo en la misión social del quehacer psicológico se reitera la necesidad de una participación comprometida de los profesionales e investigadores de la psicología en la construcción (formulación, diseño) de políticas públicas y sociales, dirigidas a poblaciones de niños, jóvenes, mujeres, minorías étnicas, sexuales, etc., afectados por estas problemáticas y en el desarrollo de medidas adecuadas para su implementación.7 Otro espacio de acción de la psicología política crítica se identificó en el desarrollo de leyes referidas a la salud, la participación ciudadana, la justicia, la paz, la infancia y adolescencia, juventud, el medio ambiente, factores que afectan el comportamiento individual, social y político de los ciudadanos. La intervención del psicólogo en el área de la salud, le implica asumir la responsabilidad de penetrar en el sector de la salud pública, es decir vincularse como profesional y como investigador de la psicología en el ámbito asistencial (hospitalario y de prestación de servicios privados o públicos de la salud) y en los espacios de reflexión crítica, en los contenidos y procesos de las políticas públicas y sociales, en los contextos de desarrollo de Leyes y programas que regulan el sistema general de seguridad social y de atención en salud.

Si bien las actividades de prevención secundaria y terciaria, con un enfoque clínico se constituyen desde los años 80 en un énfasis de la psicología de la salud, es desde la década de los 90 cuando se da un cambio en el manejo de los problemas, implementándose así el enfoque de una psicología social de la salud. Flórez plantea que este cambio obedece al requerimiento de una evidencia empírica del impacto de las intervenciones psicosociales en el campo de la salud, y a la necesidad de sustentar ese impacto mediante el uso de indicadores propios de la salud pública.8, 9

Una mirada retrospectiva a aportes hechos desde la psicología para el manejo de la problemática de maltrato en la ciudad de Cali, permite identificar propuestas que articulan diferentes enfoques teóricos y metodológicos, desde aquellos que entrelazan una mirada cognitiva y de intervención en salud pública,10 ya que ofertan una intervención desde un enfoque comunitario11 o las apuestas desde una psicología política crítica y una psicología de género,12, 13 todos ellos relacionados por el hecho considerar al problema de maltrato y las secuelas de las diversas formas de violencia política como un problema con dimensiones que afectan la salud pública de la ciudad y de la nación. Un problema que exige de una coordinación de acciones entre la sociedad civil y el gobierno para su solución.

Reflexionar acerca del significado que comportan algunas apuestas de investigación cualitativa en el abordaje de la problemáticas de maltrato y formas de violencia política, desde la perspectiva de una psicología social crítica y en el marco investigaciones e intervenciones de una psicología política y una psicología de género, es el objetivo de este documento. En la investigación e intervención de problemáticas sociales es usual la implementación de metodologías cualitativas, por el potencial que éstas confieren para aproximarse, a través de un análisis de tramas de sentido, a los factores que desencadenan tanto la aparición de los problemas, como el desarrollo de posibles alternativas de solución a los mismos. La investigación Acción Participativa (IAP) como apuesta teórica y metodológica, ofrece modelos pertinentes para la intervención y el análisis contextualizado de los textos que emergen en dichas intervenciones. La investigación Acción Participativa (IAP), como apuesta latinoamericana de investigación e intervención posibilita la construcción de conocimientos más informados14 sobre problemáticas referidas al maltrato y las formas de violencia política, esas que son transversales a la construcción de una subjetividad política y de una subjetividad de género.

El componente empírico de esta reflexión lo constituyen algunos productos de investigación referidos a un trabajo antirracista con mujeres jóvenes en Berlín (1995-2002);15,16 la identidad femenina en niñas con experiencia de maltrato de la ciudad de Cali (2002-2006);12, 17, 18 algunas representaciones sociales en niños y jóvenes desvinculados de los grupos armados irregulares colombianos (2005-2007),19,20 la participación política de jóvenes desvinculados (2006-actual);21, 22 la construcción de políticas públicas de juventud y de mujer con perspectiva de género (2006-actual).23 Estos productos son resultado de una serie de proyectos de investigación adscritos a las Líneas Psicología Política y Psicología y Género, de los Grupos de investigación: “Desarrollo Psicológico en Contextos”, del Centro de Investigaciones en Psicología Cognición y Cultura, del Instituto de Psicología y el grupo “Género y Política” del Centro de Estudios de Género Mujer y Sociedad, de la Universidad del Valle.24


Antecedentes históricos de la Investigación Acción Participativa

La Investigación Acción (IA), es una propuesta en las ciencias sociales y de la educación. En el espacio angloamericano es denominada con el término “action research”. Dentro de las versiones alemanas se desarrollan los conceptos de “Aktivierende Sozialforschung”, “Handlungsforschung” y “Aktionsforschung” para nombrar estas formas de investigar e intervenir. El término latinoamericano de “Investigación Acción Participativa” (IAP), fue propuesto por investigadores y teóricos de Brasil, Colombia, Perú, Chile, México, Cuba, Salvador, entre otros, y algunas propuestas feministas lo denominado como “Feministische Postulate zur Aktionsforschung”. Autores significativos en estas apuestas teóricas han sido referenciados en el artículo La Investigación Acción Participativa (IAP) en los Estudios de Psicología Política y de Género.25

Todas estas propuesta de una ia se fundamentan en la crítica planteada a la ciencia natural positivista, el denominado Beto positivista (“Positivismusstreit” término acuñado por Adorno), y las apuestas de una Teoría Crítica expuesta por los integrantes de la Escuela de Frankfurt.26-28

Dichos teóricos parten del supuesto que las Ciencias Sociales, demandan para el abordaje de aquello que definen como su objeto de estudio, (que para el caso de una Psicología Social Crítica se refiere al sujeto psicológico social), de metodologías diferentes a aquellas desarrolladas para las ciencias naturales. La propuesta metodológica debe permitir y posibilitar una integración de la teoría y la praxis.29,30

Autores como Moser, señalan en la historia de construcción de la propuesta de la ia, cómo desde una metodología científico experiencial “erfahrungswissenschaftliche Methodologie” o de la Hermenéutica, se intentan superar las incongruencias entre la teórica y la práctica y cómo estos intentos chocan rápidamente con una barrera de dificultades irresolubles en la transformación de esa teoría en una práctica teórica. La Teoría Crítica como base de un segundo momento en el devenir histórico de la propuesta de una ia posibilita unos análisis culturales y de funcionamiento científico muy agudos (sagaces), sin embargo fracasa en su intento de ser una práctica teórica, en tanto no logra responder a las demandas de solución a problemas concretos. Las limitaciones de la Teoría Crítica frente a lo técnico, practico-comunicativo se compensan al reconocerla como la forma más adecuada para conceptuar los problemas de la praxis y del momento de emancipación. En ella la emancipación reposa sobre la autorreflexión y con ello no fija la emancipación indispensablemente en un tránsito desde de la praxis social, ni la reduce a una praxis orientada en teoría.31

Autores como Sanguinetti;32 Fals Borda;33 Ander Egg,34 identifican como segundo momento de la IA, el surgimiento de una propuesta de ia con tradición crítica implicativa. En esta propuesta se evidencia un rechazo al “status quo” de opresión, marginalidad y segregación existente y se propone la ia y la IAP como una vía entre otras, de emancipación social.35

La Investigación Acción con tradición crítica implicativa exige de un cambio de paradigma en las ciencias sociales, es decir las preguntas ontológicas, epistemológicas y metodológicas del quehacer científico social se ven afectadas por las dinámicas de investigación que impone la nueva propuesta. Se identifican en la propuesta una serie de elementos relevantes: el primer elemento involucra el componente ontológico, se refiere al criterio de verdad, ese que en la investigación social tradicional posee un carácter monológico, implícitamente en la IA y la IAP crítica adquiere uno dialógico. Un segundo elemento, se refiere a la apuesta epistemológica, es decir a la relación que se establece entre el investigador y lo investigado, el cambio que se plantea en la apuesta de una ia y una IAP, se refiere a la transformación del experimento por el discurso, por el diálogo de saberes, de conocimientos entre dos o más sujetos que se involucran y se implican en la investigación. Un tercer elemento se concretiza en la propuesta de la transformación del interés del investigador por la acumulación de “datos materiales” quehacer propio de una investigación positivista, por una actividad científica de reconocimiento de la emergencia de datos discursivos empíricos en la IA y la IAP que dan cuenta de los fenómenos y posibilitan el acercamiento a un conocimiento más informado sobre el objeto y proceso de investigación que nos ocupa. 22, 31, 36

En este texto se presentaran de manera resumida algunos de estos elementos y su significado para la implementación de investigaciones e intervenciones en el campo de una psicología política y una psicología de género, campos que se ocupan de problemáticas relativas al maltrato y las formas de violencia política.


Criterios científicos de la Investigación Acción y la Investigación Acción Participativa

Quizás uno de los aspectos que causa más preocupación a los investigadores de las ciencias sociales está relacionado con el criterio de validación de las apuestas teóricas y metodológicas ofertadas en los nuevos repertorios del quehacer de una ciencia social crítica. Para el caso de la Psicología pensar un ejercicio teórico, práctico e investigativo al interior de la propuesta de una IA o una IAP, puede significar el tener que asumir el riesgo de poner en peligro o perder el reconocimiento de un carácter científico de su acción investigativa. Ese reconocimiento adquirido por la disciplina psicológica al interior de la comunidad académica y científica, en su disposición de hacer ciencia con los principios y el modelo validado por las ciencias naturales. Si bien los criterios de la ciencia positivista: objetividad, relatividad y validez no pueden ser cumplidos en la IA y la IAP, sus representantes han explicitado y perfeccionado en el marco de desarrollo de estas propuestas teóricas, como unas propias de las ciencias sociales, nuevos criterios. Algunos de estos criterios son por ejemplo: la influencia del investigador, el acuerdo y la transparencia. Deseo referirme a estos tres criterios de manera resumida ejemplificando su incidencia en el abordaje investigativo de problemáticas transversales a una Psicología Política y una Psicología de género.

El criterio de la influencia del investigador se erige como una propuesta frente al criterio de la objetividad de la investigación clásica. Por objetividad se denomina el hecho, que actores de diferentes investigaciones, con el mismo tipo de pruebas puedan llegar a los mismos resultados, Estas posibilidades de generalización y réplica de los experimentos clásicos no llegan a sucederse en la IAP. Dado que esta forma de objetividad presupone una relación de neutralidad entre el investigador y lo investigado, un estado de a-historicidad del fenómeno y un lugar descontextualizado del mismo, lo que contradice varios de los fundamentos de la IAP, por ejemplo el referido a la implicación, es decir a la manera como los sujetos participantes intervienen e inciden en un proceso de investigación. La IAP no reconoce como de naturaleza lógica y valedera la separación entre los investigadores como sujetos y los participantes como objetos de la investigación. Asumir el criterio de influencia del investigador exige de una nueva posición respecto a la problemática de la relación sujeto-objeto en la verificación del conocimiento. “La problemática de sujeto-objeto es solucionada en la IA a través del criterio de democratización, se concreta una relación horizontal, simétrica de sujeto a sujeto. 12,32,34,37 Esta nueva forma de relacionarse entre el investigador y lo investigado se concreta así:

Primero, permitir que los participantes asuman un rol activo en el proceso de investigación. En esa forma de investigar se reconoce a todos los participantes como actores, con grados de autonomía al interior de la investigación, lo que les permite definir por sí mismos las condiciones y formas de comportarse durante el proceso investigativo. La propuesta de investigación (o el proyecto) que ofertan los investigadores, funciona como un pretexto, como una invitación a un proceso dialogado de construcción de conocimiento sobre un determinado tema. La invitación crea el espacio, el escenario temporal y físico en el cual los participantes actuarán. Se concreta a través de una participación voluntaria, acordada, que aglutina una diversidad de intereses propios a los agentes participantes. Para desarrollar el proyecto sobre la participación política de jóvenes desvinculados del conflicto armado fueron invitados cinco tipos diferentes de actores (los jóvenes, los empresarios, los representantes del Estado, los representantes de las ONGS operadoras de los proyectos de desvinculación, los investigadores), el interés común transversal a todos los actores fue el de construir un conocimiento más informado sobre el tema de la participación política de este grupo específico de jóvenes. Este interés común se constituye en nodo de las dinámicas del proceso de investigación. Recuperar la voz (de saberes y conocimientos) diferenciada y diversa de los participantes se instaura como un acto político en la acción de construir conocimiento psicológico sobre los fenómenos abordados.

La comunicación que ocurre en la IAP con el axioma de la reversibilidad se constituye en el segundo facilitador del cumplimiento del criterio de la influencia del investigador. Ella se sucede según las competencias y según los horizontes de experiencia de los sujetos. Los investigadores parten del supuesto que cada uno de los actores posee un conocimiento, un saber sobre el tema y una incidencia en las formas de aparecer del fenómeno. En tanto cada uno de los actores identificados, para el caso del proyecto de participación política, era agente de acción en los procesos sociales y políticos que incluían el ejercicio de la participación política del grupo específico. En la IA se concretan procesos de aprendizaje recíprocos, investigador e investigados contribuyen para un enriquecimiento de la investigación, cada uno de los agentes participantes poseen diferentes experiencias, saberes, con y en el campo de la investigación, las cuales son indispensables para el trabajo. Si bien se reconoce que los investigadores poseen un saber académico informado sobre la problemática de participación, se observa un vacío teórico referido al dominio específico de la participación política de niños y jóvenes desvinculados de los grupos armados irregulares colombianos, dado que esta categoría goza de reciente reconocimiento legal (a través de la Ley 782 de 200238 que clarificó de forma más certera las condiciones de victimización de los niños, niñas y adolescentes reclutados por los grupos armados) y posterior en el ámbito colombiano de investigación, aunque la existencia como fenómeno de vinculación de niños y jóvenes a los grupos armados irregulares puede tener una historia de más de 50 años. Así como en el grupo de académicos, los otros participantes (representantes del Estado, de las ONGS, los jóvenes desvinculados) reconocen sus vacíos de conocimiento sobre la problemática y exponen su interés de aprender de los saberes específicos que poseen los otros sobre el tema. Esta característica de formas de participación e implicación con la problemática aparece de manera similar cuando el tema de investigación e intervención gira alrededor del fenómeno de capacitación antirracista y las participantes (mujeres jóvenes, pedagogas e investigadoras) comparten un interés específico de género en el desarrollo de la propuesta antirracistas; o cuando el tema de investigación son las estrategias teóricas y metodológicas para un fortalecimiento de las identidades de género en sujetos femeninos con experiencia de maltrato.

Las experiencias investigativas de la IAP se desarrollan al mismo tiempo como unas estrategias de investigación y como unas de educación popular.39,40 En varios de los grupos de discusión los empresarios y los agentes del Estado expresan y agradecen la oportunidad de escuchar las voces de los jóvenes en un cara a cara, el acercarse a conocer cómo piensan el problema de participación política, les enriquece sus propias representaciones sobre las formas, escenarios, mecanismos y posibles procesos de participación para estos jóvenes (Actas de grupos de discusión proyecto 5183). En el caso del proyecto antirracista y el de fortalecimiento de identidad de género, las investigadoras ofrecen sus experiencias, y sus conocimientos teóricos sobre la problemática de racismo y las alternativas de fortalecerse como sujetos antirracistas, sujetos de género con una especificidad genérica de posicionamiento, su acumulado como teóricas feministas, mientras las mujeres jóvenes participantes brindan sus experiencias y conocimientos (elaborados o ingenuos) sobre su medio, sobre su propia compenetración, sobre las forma de ser afectadas por las situación y las estrategias desarrolladas para reaccionar ante tales eventos.15, 41

Tercero, los investigadores y participantes pueden alcanzar mejores resultados en la iniciación de cambios sociales. Al psicólogo político de la IAP, no solo lo mueve el interés académico de propiciar aportes de conocimiento, sino además el promover ciertas causas sociales, desde una perspectiva particular,15,42 por eso es importante aclarar y exponer para él mismo y para los otros el para qué de la investigación, el para qué de la ciencia, el para qué del conocimiento que se está construyendo.43 El investigador social crítico, comprometido es un agente que implica sus conocimientos y sus capacidades metodológicas en la gestión de procesos emancipatorios, progresistas de la sociedad en la que esta inmerso, de la cual la región investigada, el grupo o la comunidad, constituye una parte. No se trata de acumular conocimiento sino que este conocimiento sea un aporte a los procesos de optimización de las políticas públicas y sociales (por ejemplo: incidir en el proceso de construcción de políticas públicas departamentales como las de género y las de juventud), 22 ,23 de los programas y proyectos que desde el Estado o las entidades privadas se adelantan para mejorar la calidad de vida de los grupos de sujetos a los cuales se les han vulnerado sus derechos (mujeres, niños, jóvenes). Para fortalecer las instituciones que operan los programas de intervención y de formación, que apoyan el desarrollo de estos grupos. En de los proyectos –Proyecto de capacitación antirracista de género con mujeres jóvenes en Berlín, proyecto Luna roja; de fortalecimiento de una identidad femenina en niñas y jóvenes con experiencia de maltrato en Cali, el proyecto de Significaciones de niños y jóvenes desvinculados del conflicto armado y el proyecto de Participación política de jóvenes desvinculados, en Cali, Bogotá y Medellín–, esto significa que las investigadoras se comprometen con la socialización de sus experiencias y conocimientos sobre las problemáticas (artículos, libros, ponencias en congresos, conferencias en instituciones públicas y privadas, foros, charlas con grupos implicados); que asumen la responsabilidad de colocar estos conocimientos más informados en espacios de acción con incidencia benéfica para los grupos (en mesas y espacios de discusión de ministerios, gobernaciones, alcaldías, secretarias de desarrollo social, ONGS, espacios privados de apoyo comunitario nacional e internacional). Como investigadores asumen la responsabilidad de apoyar de manera activa el desarrollo de estrategias de cambio (estrategias emancipatorias) en los grupos vulnerados (acompañamiento a propuestas estratégicas de los grupos, acompañamiento para la inclusión de sus apuestas en las discusiones sobre en los planes de desarrollo locales y nacionales, asesoría a iniciativas puntuales, entre otras).

El cuarto aspecto a tener en cuenta en esta búsqueda de una relación simétrica de sujeto a sujeto, en la investigación es la importancia de auto-reconocer, que la elección del grupo y la problemática, motivo de investigación y su intervención no es ajena a los intereses personales del investigador crítico social. La actividad de investigación accede a la categoría de actividad política. Su grado de identificación con ciertas poblaciones, (mujeres, jóvenes, niños), su sentimiento de compromiso social, político y personal (la superación de estados de vulneración), es lo que lo lleva ese sujeto a aceptar ciertos retos de investigación. Como sujeto transporta unos ideales de ser humano y de sociedad que se revierten y afectan los productos y destinos de los conocimientos de investigación. La personalidad de los investigadores, su sensibilidad por una determinada situación social, su mayor o menor conocimiento detallado de la situación y su capacidad para integrarse a la praxis, puede influir de manera extrema en la iniciación de procesos de cambio y en el desarrollo de nuevas estrategias de comportamiento, estrategias de acción.

Quinto, el investigador de la IA debe estar dispuesto a dar cuenta, de la manera como serán determinados los lugares y los límites de su actividad. Aclarar, el porqué como investigador, eligió ese espacio como punto de su praxis emancipatoria, y con base en cuáles condiciones objetivas, estructurales e históricas aparecen los desarrollos de necesidades sociales, que deben ser articuladas a iniciativas civiles. En el intento de establecer una relación simétrica entre el investigador y los sujetos de su investigación, el investigador debe expresar al grupo sus intenciones, lo que lo motiva a acercarse a la problemática. Este acto de aclarar las intenciones de los investigadores frente a los participantes resultó fundamental tanto la investigación con el grupo de las niñas y jóvenes institucionalizadas por experiencia de maltrato, como en los de niños y jóvenes desvinculados. Los procesos de segregación y peligro que experimentan éstos grupos poblacionales los construyen como sujetos cuidadosos e incrédulos frente a las buenas intenciones de terceros. Ellos prefieren conocer cuál es el terreno de acción en la cual se ejercerá el intercambio de saberes; cuáles son las condiciones reales y posibles de un mejoramiento de su condición; en cuál contexto histórico ellos y su problemática empiezan a ser temas y sujetos de interés para la ciencia; cómo puede la intervención afectar sus procesos actuales, sus planes a futuro. El investigador debe aclarar hasta dónde llega su compromiso personal e institucional con los participantes y los procesos que se desencadenen de la investigación. Como participantes voluntarios, con consentimiento acordado, le exigen al investigador el acomodar sus estrategias analíticas en la comprensión de los hechos reales que emerjan en la situación de investigación, darle prioridad a las categorías y procesos emergentes, significar los textos en el contexto histórico, social, político de emergencia y no únicamente en función de sus propios intereses, de sus hipótesis de investigación por confirmar o por falsear.

Un sexto elemento que facilita la relación simétrica entre investigador y los investigados se refiere a la verificación del conocimiento. A diferencia del observador en las ciencias naturales, en la IA, como método científico social, adquiere relevancia el hecho, que el observador se constituya en una parte del universo a investigar.

Como una posible perspectiva es propuesta la inserción de los investigadores en los procesos sociales. El postulado de la neutralidad, la indiferencia del investigador frente al objeto de investigación –hasta ahora, una de las medidas máximas para la objetividad– es sustituida mediante la toma de partido consciente. La parcialidad consciente se logra desde una identificación con los objetos de investigación. El involucramiento44 o la implicación45 personal de los investigadores en el proceso social, significan al mismo tiempo su sujeción a los intereses inmediatos de determinadas praxis políticas.23

Para lograr esta distancia dialéctica en las investigaciones e intervención, sustento empírico de esta reflexión, fue imprescindible que los sujetos participantes, (mujeres jóvenes con experiencias de maltrato, mujeres jóvenes con intereses antirracistas, niños y jóvenes, empresarios, agentes del Estado, de las ONGS involucrados en los procesos de desmovilización), comenzaran a investigar sus problemáticas, en el sentido de la tesis inicial. Que articularan de forma concientemente a la investigación su implicación con la problemática, sus formas de consternación tal vez inconscientes, oprimidas, sus lugares de experiencia como oprimidos o como opresores en las situaciones de discriminación que abordaba la investigación e intervención. En los proyectos de investigación se partió del hecho de que los niños y jóvenes participantes, como sujetos oprimidos por las condiciones de racismo, maltrato, vinculación o desvinculación al conflicto armado, desde sus experiencias subjetivas, son quienes están más sensibilizados para señalar y permitir identificar y determinar los mecanismos psicológicos de dominación y jerarquía que incluyen esas experiencias. En ellos estaban las significaciones de los eventos y era a partir de un proceso que facilitara la emergencia de esos significados que lograríamos obtener un conocimiento más informado del problema. Que era en la suma de las diversas perspectivas de los sujetos participantes adultos o niños (las del joven, las del empresario, las del agente del Estado, la del agente operador de los programas en las ONGS, las del investigador, las de las jóvenes con experiencia de maltrato, las de las jóvenes con experiencia de racismo y antirracismo, las pedagogas, las profesionales de la psicología y el trabajo social involucradas en los procesos, las feministas), en las investigaciones e intervenciones sobre la participación política del joven desvinculado, sobre el fortalecimiento del estado de desarrollo de una identidad femenina, o el desarrollo de una propuesta de capacitación antirracista específica de género, que lograríamos acercarnos a conocer más características del fenómeno (de maltrato, de otras formas de formas de violencia política). Ese fenómeno que se construía en el cotidiano de cado uno de los agentes, que era necesario desvelar si se quería superar. Este proceso implica que ellos como sujeto de estas formas de opresión, sean empujados desde las propias motivaciones a confrontarse con los motivos y las estrategias del opresor.15,41,46

El acuerdo es el la propuesta que construye la IAP frente al criterio de validez en la investigación positivista. La validez, abstraída de un alto grado de rigurosidad, sustentada en las herramientas de la estadística cuantitativa, es reducida de forma consciente en la propuesta de IAP. La propuesta es ampliar las posibilidades de utilización de metodologías e instrumentos que permitan interpretar la realidad de los fenómenos en sus dimensiones individuales y sociales, con sus características históricas, políticas y culturales.12, 40

El acuerdo, significa la compatibilidad entre las metas y los métodos del trabajo de investigación. Los contenidos y los procedimientos de la intervención (antirracista, la de un fortalecimiento de identidad de género, la de subjetividades política), fueron desarrollados en correspondencia con el ritmo propio de cada grupo. Las diferencias que se evidencian entre los procedimientos propuestos en los proyectos de investigación y los planes ejecutados dan cuenta de la necesidad de reconocer los ritmos de los grupos participantes. Por otra parte en la experiencia de cada grupo de los participantes de la investigación se constituyen subgrupos y cada uno de éstos establece sus propias dinámicas dentro del proyecto. Es decir, cada subgrupo reacciona, desarrolla y produce de manera diferenciada ante las mismas propuestas metodológicas y de contenidos. La variabilidad en los procedimientos ratifica la importancia de mantener una posición abierta frente a las metas y los métodos del trabajo de investigación, que deben ser adecuados a las dinámicas de los grupos, en pro de conseguir el mayor potencial en el desenlace de los procesos que garantizan obtener un conocimiento más informado sobre el fenómeno.

Con esto se evidencia un criterio de validez en el cual las metas y los métodos del trabajo de investigación deben ser conciliados entre sí.7,15,47,48

En los proyectos de las líneas de investigación de psicología política y psicología y género, expuestos a la largo del texto, los investigadores formulan las metas y la oferta de intervención en el contexto de una propuesta teórica y una propuesta institucional regularmente regida por los lineamientos de convocatorias para financiación de los proyectos. Estas propuestas son presentadas a los grupos de participantes identificados, los cuales se han establecido la mayoría de las veces en procesos anteriores de trabajos de intervención e investigación. De los resultados de estos trabajos de intervención ha surgido la propuesta de investigación como una necesidad sentida de la comunidad. Para los proyectos referidos significó tener la intención anticipada de vincular a los niños y jóvenes participantes, como co-investigadores en el proceso, solicitar su participación voluntaria a la investigación, firmar actas de consentimiento acordado, actas de compromiso en las cuales los participantes asumían de forma consciente su influencia en el proceso, de una manera creativa. Al inicio de cada investigación los participantes se aclaran y reconocen a sí mismos como portadores de un saber sobre sus comportamientos (como seres racistas y antirracistas, como sujetos afectados por la experiencia del maltrato inmersos y comprometidos con el proceso de construcción de una identidad femenina, o como sujetos desvinculados del conflicto armado, insertos en procesos de reinserción civil, en los cuales su calidad como sujetos de participación política es significativa), y se discute el compromiso conjunto de construir –a través de un diálogo de saberes–, nuevos conocimientos que debían apuntar al desarrollo de nuevas alternativas en el tratamiento de problemáticas como el de un trabajo de capacitación antirracista específicamente femenino, un trabajo de fortalecimiento de identidades de género en grupos vulnerados por el maltrato, y uno de desvelamiento de subjetividades sobre la problemática de desvinculación del conflicto armado, o la especificación de las formas, estrategias, espacios, mecanismos, procesos de una participación política acorde con el grupo de jóvenes desvinculados de los grupos armados irregulares. Construir conocimiento que supera el nivel de la situación propia e individual y se proyecta en su incidencia a contextos más amplios, accediendo al espacio de aportar a la comprensión de una problemática en el orden de lo público.15,21,34,41

La transparencia aparece en la IA como criterio alternativo al principio de fiabilidad de la ciencia positivista. Con la transparencia se busca que el proceso de investigación sea comprendido por todos los participantes, independiente de su edad, su grado de escolaridad o cualquier otro elemento sociocultural de su pertenencia. Esto se logra con la presentación del proyecto en la cual las metas y los métodos, las funciones de cada uno de los participantes son detallados en sus especificidades. El criterio de transparencia remplaza el criterio de fiabilidad, entendido éste como el grado de exactitud de la medida, criterio que en la IA no es posible de ser controlado. En las experiencias investigativas de la IAP no es posible la repetición de una situación, ni de un test, ni el paralelismo de grupos, a razón de las probabilidades de error en la réplica y dado que se parte del supuesto de que no es posible encontrar ninguna segunda situación social histórica idéntica. El significado del criterio de la transparencia para los proyectos de la IAP, radica en la posibilidad que le brinda a los sujetos participantes de comprender e interpretar los procesos incluidos en su problemática, superando el nivel de la sola explicación causal o de correlación de la misma.40

La transparencia facilita a los participantes la adquisición de una capacidad para describir la realidad, que los debe habilitar para operar de una manera crítica sobre aquélla, para transformarla, para reconstruirla según sus intereses. El proceso de acoplamiento es utilizado en la IAP como modelo de control.49 Es decir en la propuesta de la IAP se intenta, sustituir el control de extraños por un autocontrol. Como se plantea en la siguiente cita:

“las situaciones de preparación de acciones antirracistas para incidir públicamente del proyecto en Berlín evidencian como las [mujeres jóvenes] que participan se deciden por un posicionamiento renovador de las condiciones a razón de los acontecimientos que genera el proceso de investigación e intervención, es decir, aquellas nuevas condiciones que siguen a los acontecimientos que rigen esas condiciones. Eso significa que el control de condiciones y acontecimientos permanece en manos de los actores. Estos pueden elaborar a razón del éxito o del fracaso de sus comportamientos (control de éxito), un cuadro sobre las escalas de medidas del logro de metas y con relación a ello proponer unas nuevas estrategias de comportamiento. Asumir la preparación de las acciones antirracistas como un aprendizaje del ser antirracista, como el logro de la meta a una escala de lo privado, aún en el caso que no logren implementar la acción públicamente. Replantear la meta hacia un llegar a habilitarse para incidir públicamente, sin abandonar lo que se habían propuesto, lo que había sido motivo de su vinculación al grupo antirracista, ese poder en un momento determinado posicionar acciones antirracistas efectivas en su ambiente social”.16

Situaciones similares ocurren en el proyecto Luna Roja de fortalecimiento de identidad femenina en niñas y jóvenes con experiencia de maltrato; las participantes deciden dedicar más tiempo del proceso al abordaje de ciertos contenidos, por el hecho que algunos de ellos desencadenaron la emergencia de emociones, pensamientos, autoreflexiones y situaciones de discusión, que ellas identificaron como relevantes para su proceso de fortalecimiento como mujeres.

La mirada retrospectiva sobre el éxito o fracaso de sus acciones al interior del proceso de investigación juega una función central en la IAP, porque se hace transparente para los actores participantes del proyecto, la correlación fáctica entre las condiciones y los acontecimientos y éstos pueden ser incluidos en el proceso de la autorreflexión.

Ese proceso de acoplamiento que se permite la acción investigativa de la IAP se corresponde con el estado de desarrollo del proceso de investigación e intervención. La posibilidad que tienen los participantes de influir acorde a la emergencia de sus intereses se sucede en todas las fases del proceso, aún en el desarrollo de los instrumentos para recolectar los hallazgos significativos. Las propuestas de instrumentos y técnicas que plantean los investigadores pueden ser readecuadas por los participantes en relación con el estado actual del problema, a la capacidad de recepción existente y a la capacidad para preparar información.

Algunas situaciones en el proyecto Luna Roja muestran la manera como las participantes acorde con sus intereses de fortalecer su identidad femenina dirigen las discusiones relacionadas con el “poder femenino” hacia un elemento que a su parecer está bloqueando la posibilidad de ser poderosas y descontrolando sus sentimientos de “furia e ira”, en cierta forma desconocidos e inconscientes para ellas. Es así como de forma concertada con investigadores y pedagogas reconstruyen un espacio temporal en el proyecto y utilizan algunas actividades de los talleres psicopedagógicos para trabajar esos contenidos y procesos que intervienen en su sentimiento de ira.12

En estas páginas se han intentado esbozar algunos elementos que juegan un papel fundamental en las posibilidades que brinda la implementación de la Investigación Acción Participativa, como propuesta metodológica cualitativa para el abordaje de problemáticas como el maltrato y formas de formas de violencia política, problemas que son transversales a los intereses del ejercicio de una psicología política y de una psicología de género.


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* La Psicología Política con enfoque crítico, tiene como objeto de estudio los procesos y comportamiento políticos como realidades inter e intrasubjetivas en continuo proceso de transformación, así como sus efectos en la construcción de lo social. Busca explicar la conducta política y los fenómenos políticos desde un punto de vista psicológico y contribuye a la construcción de propuestas emancipatorias de intervención. Desde ella se fortalece el desarrollo de áreas de estudio e investigación tales como: socialización política, cognición social y política, actitudes políticas, procesos de participación política, motivación política. Además del estudio de fenómenos políticos como: el racismo, antirracismo, eurocentrismo, trauma político, la influencia social, liderazgo político, los efectos de los cambios políticos contemporáneos en la conducta, efectos políticos de los medios de comunicación en masa sobre la opinión pública, la adquisición de ideologías políticas, el estudio de valores, creencias, actitudes y estereotipos políticos.

† La Psicología de Género se ocupa del estudio de la correlación entre el proceso de construcción del sujeto psicológico y la categoría social de género. Aceptar esta correlación implica: primero, reconocer que existe un comportamiento específico de género, y segundo, que el género como una de las categorías sociales más importantes se encuentra atravesado por las relaciones y los contextos políticos, económicos, sociales y culturales. La psicología de género tiene un acumulado dentro posturas teóricas modernas y postmodernas con una fuerte influencia de tendencias políticas feministas. Tema central de la psicología de género son los estudios de construcción de identidad de género así como la incidencia de factores, sociales políticos, culturales de clase y de étnia en su proceso de construcción de identidades de género.

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