RESEÑAS

Salud mundial

Autora: Usdin S. 1° Ed. Barcelona. Intermon Oxfam; 2008. Nª páginas: 188 ISBN 978-84-8452-544-8

Salud mundial es uno de los libros que componen la colección Dossier para entender el mundo (Fundación de Intermón Oxfam) que aborda los principales problemas del mundo actual de forma accesible y documentada. Esta colección aborda temas que tienen ese carácter universal derivado de una apertura comunicativa a los asuntos colectivos y a la vez se ubican en una línea política desde la comprensión de los factores estructurales de la pobreza y la marginalidad como un asunto económico determinado desde afuera, por parte de los que se han beneficiado de las causas de la pobreza. Su acercamiento a la obra lleva a los lectores a asumir una apuesta hacia la equidad y la liberación de los grupos humanos que históricamente han estado excluidos del bienestar.

Es paradójico que en el mundo, a los albores del siglo XXI, coexistan niveles insospechados de desarrollo tec nológico, en particular en el campo de las ciencias médicas, frente a abismos injustificados en las condiciones de vida y mortalidad de la mayoría de los habitantes. Para comprender y comunicar con claridad y autoridad académica el tema de la salud mundial hace falta estar dotado de la suficiente visión profesional, sensibilidad social, formación política y experiencia personal como la que posee la doctora Sheeren Usdin, médica surafricana con un máster en salud pública por la Universidad de Harvard y activista internacional en temas de comunicación para la salud.

Su libro a través de 182 páginas recorre de manera secuencial y a veces recurrente los temas que a juicio de la autora son centrales en el análisis de lo que pasa en el mundo en materia de salud: como médica acude a la pregunta sobre cuál sería “la dolencia principal” que aqueja al mundo en materia de salud. En virtud de una práctica médica comprometida con respuestas, que van más allá de la evidencia biológica, concluye que los problemas de salud del mundo están basados en la pobreza y la desigualdad y que su curación debe buscarse en la lucha por la justicia social y la universalidad de los derechos humanos.

En el prólogo el Arzobispo Desmond Tutú alberga la esperanza de que “todos los niños del mundo tengan una oportunidad decente de sobrevivir, de que todos dispongan de un acceso adecuado a la educación y a la asistencia médica.”

De los siete capítulos los seis primeros se centran en la visión cruda de la gran problemática enmarcada en un análisis amplio de los determinantes de la salud vinculados a modelos sociopolíticos hegemónicos, los cuales no solo han impedido el logro de las metas de universalidad de cobertura expresadas en términos de “salud para todos”, sino que por el contario han ampliado las brechas e inequidades con el agravante del acelerado deterioro ambiental que padecen con más rigor los pueblos que menos han contribuido para ocasionar el daño. Globalización, exclusión social, pobreza, inequidad de género se expresan en elevados índices de mortalidad, riesgo de pandemias y exclusión en el acceso a los servicios básicos de salud.

El último capítulo se propone como la gran solución en donde la autora parte del reconocimiento a la dificultad de alcanzar los Objetivos del Milenio (ODM) en particular en los países más pobres y dentro de éstos con una situación más crítica en la población más pobre. Las rutas de solución que propone parten de replantear la mirada de los técnicos a los problemas, pasar de una mirada descendente (por ejemplo proporcionar sales de rehidratación oral) que no llegan hasta el núcleo del problema, para trascender a una mirada ascendente, lo cual implica preguntarse por qué los pobres no tienen acceso a agua potable. También convoca a la generación de transformaciones en la estructura económica y política de los estados para que los recursos se dirijan a donde más se necesitan, superando los escollos del modelo neoliberal, la corrupción y la deuda externa. Por su parte hace falta un restablecimiento de los sistemas sanitarios afectados hoy por la mercantilización de los servicios de salud. Lo más importante frente a estos retos está en la movilización de la sociedad civil hacia lo que se denomina un activismo sanitario que tenga como meta de lucha la equidad y la justicia social.

Los capítulos de la obra se inician con epígrafes de destacados personajes. Cada uno seleccionado con acierto, tanto que su lectura se constituye en un argumento más para motivar la lectura del capítulo. Desde mi gusto personal quiero destacar el escogido para abrir el capítulo final, “la gran solución” que corresponde a una frase del obispo brasilero Dom Hélder Cámara: “Cuando doy comida a los pobres, me llaman santo. Cuando pregunto por qué no tienen comida, me llaman comunista.”

Álvaro Olaya Peláez