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Revista Facultad Nacional de Salud Pública

versión impresa ISSN 0120-386X

Rev. Fac. Nac. Salud Pública vol.31 no.2 Medellín mayo/ago. 2013

 

Revisión de tema

 

Cultura de la ilegalidad en Medellín y su asociación con diversas formas de violencia

 

Culture of illegality in Medellin and its association with various forms of violence

 

 

Luis Fernando Duque1

1Médico, MSc. Salud Pública. Profesor Facultad Nacional de Salud Pública Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

 

 

Recibido: 26 de febrero de 2013. Aprobado: 04 de mayo de 2013


Duque LF. Cultura de la ilegalidad en Medellín y su asociación con diversas formas de violencia. Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2013; 31(2): 118-124


 

RESUMEN

OBJETIVOS: analizar y resumir dos publicaciones del autor sobre la magnitud de la cultura de la ilegalidad en Medellín y su área metropolitana y sobre su asociación con diferentes formas de agresión.

METODOLOGIA: Encuesta domiciliaria cara a cara a una muestra representativa de la población de 12 a 60 años de Medellín y el área metropolitana, muestreo polietápico, con una respuesta de 5781 personas, equivalente a 94,6% de respuesta.

RESULTADOS : Se documenta una muy alta prevalencia de cultura de la ilegalidad (44 a 72%). La cultura de la legalidad está íntimamente asociada a las pautas de educación y crianza, especialmente a las de la madre y la cultura de la ilegalidad asociada a la percepción de iniquidad social. La anomia es, después de vivir en un barrio violento, el principal factor de riesgo para la mayoría de las agresiones estudiadas. Por el contrario la madre vigilante y con la que se puede tener una buena comunicación es el factor asociado en forma negativa a la mayoría de las formas de agresión está asociada negativamente al 80-90% de las agresiones con arma y al 50% de los robo sin arma.

CONCLUSION: se documenta una altísima cultura de la ilegalidad en Medellín y el área metropolitana, producto de la percepción de iniquidad, y asociada a la mayoría de las agresiones estudiadas, después de la asociación con residir en un barrio violento.

Palabras clave: violencia, iniquidad social, cultura de la ilegalidad, cultura de la legalidad, Medellin


ABSTRACT

OBJECTIVE:to analyze and resume two previous author’s publications on magnitude of illegality culture in Medellin and metropolitan area, and its association with several violent aggressive forms.

METHODOLOGY: Face to face household survey to a polietapic at at randon samble of 12 to 60 years of age Medellin and metropolitan area population, with a 94.6% answer proportion (n= 5781).

RESULTS:There is a very high illegality culture (44 a 72%). Illegality culture is negatively associated with children rearing practices, mainly with mother’s ones, and is very closed associate to iniquity perception. After living in a violent neighborhood, anomie is the principal risk factor to most of violence studied forms. Having a vigilant mother is a negatively associated factor to most of studied violent aggressive forms (associated to 80-90% armed assaults and 50% to unarmed robberies).

CONCLUSION: There is a very high illegality culture in Medellin and metropolitan area, which seems to be product of iniquity perception, and appears to be associated to most of aggressions studied, and is lower only to association with living in a violent neighborhood.

Key words: Violence, social inequality, illegal culture, rule of law, Medellin


 

 

Introducción

En algunas publicaciones previas hemos señalado que la cultura de la ilegalidad es significativamente prevalente entre nosotros y está asociada a diferentes formas de agresión en Medellín y el área metropolitana [1, 2]. La cultura de la ilegalidad es expresión de que la sociedad paradójicamente favorece caminos que ella misma ha clasificado como contrarios a la ley o a la norma moral para obtener lo que es apetecible o deseable. Es la anomia, la falta de normas para la conducta humana, se expresa en expresiones como: “Consiga plata; consígala honradamente mijo; y si no puede, consiga plata mijo” tan ahincado en la cultura de nuestra región, pero que realmente es frase originaria del poeta Horacio*, que según se dice fue adoptada por las abuelas antioqueñas.

Este artículo quiere presentar en apretada síntesis hasta qué punto la cultura de la ilegalidad está asociada a la violencia entre nosotros y a qué factores están asociadas tanto ella como la cultura de la legalidad.

 

Metodología

Los datos en los que se basa este análisis provienen de la base de datos de la encuesta llevada a cabo por Duque et al en una muestra representativa de la población de 12 a 60 años de Medellín y los demás nueve municipios del área metropolitana en 2004 [3]. Es un estudio transversal, cuyo muestreo fue aleatorio y polietápico, para el que se empleó un formulario diseñado por J Klevens y LF Duque, basado en formularios probados y validados por otros autores. El formulario fue probado en dos estudios previos, sometido al criterio de pares expertos y validada su capacidad de discriminación en grupos focales extremos [3]. La información se recolectó en una entrevista cara a cara de aproximadamente 45 minutos, supervisada y validada por medio de contacto telefónico con el 10% de los encuestados y del 10% de las encuestas digitadas, seleccionados al azar [3].

Se calcularon las proporciones de prevalencia por 100 con su intervalo de confianza de 95%, y las razones de momios o razones de disparidad ajustadas (odds ratios), también con IC95%, por medio de regresiones lineales.

 

Resultados

Uno de los dos factores más fuertemente asociados a un mayor número de formas de violencia en Medellín y su área metropolitana es la anomia, la cultura de la ilegalidad, que está asociada a robo sin arma 1300% más que entre quienes no tienen cultura de la ilegalidad; 600 a 700% más asociada a engaño y estafa, amenazas severas, amenaza con arma y asalto con arma entre quienes tienen la cultura de la ilegalidad que entre quienes no la tienen. La anomia es solo superada en su asociación con la violencia por el hecho de vivir en barrios violentos.

Por el contrario la madre vigilante y con la que se puede tener una buena comunicación (tabla 1) está asociada a la prevención del 80 a 90% de las agresiones con arma y al 50% de los robos sin arma.

 

La vigilancia social aparece como un factor de riesgo para amenazar con arma, puesto que en esta variable están incluidas las acciones de vigilancia del barrio que llevan a cabo tanto los vecinos, como las Autodefensas Unidas de Colombia (auc), denominadas comúnmente paramilitares, en los estratos populares. Hemos encontrado que una vez que se depura la variable de las acciones que también llevan a cabo las auc, esta variable pasa a ser un factor protector de llegar a ser una persona que amenaza a los demás.

Como estudiamos poco mas de 32 factores para estimar su asociación con la violencia, muchos de los cuales son colineales y no fueron aceptados en el modelo de regresión, procedimos a buscar como se agrupaban los factores de riesgo o de protección estudiados, lo que hicimos por medio de análisis factorial exploratorio y análisis factorial confirmatorio, método que nos agrupó los diferentes factores en seis grupos [1].

  • Agresión en el barrio
  • Pautas de educación y crianza en la familia
  • Actitudes de legitimación de la violencia
  • Violencia en la familia de origen
  • Frustración de expectativas, o percepción de iniquidad social

Esperábamos que la cultura de la ilegalidad estuviera asociada directamente con el grupo de actitudes de legitimación de la violencia, y que la cultura de la legalidad lo estuviera inversamente.

Grande fue nuestra sorpresa cuando hallamos que la cultura de la legalidad es el factor con el mayor grado de correlación con las pautas de educación y crianza, como se observa en la figura 1 [1]. No fue menos la sorpresa cuando encontramos que la variable con mayor grado de correlación en el grupo de Frustración de expectativas es la cultura de la ilegalidad, como se muestra en la figura 2 [1]. Valía la pena entonces indagar qué proporción de los respondientes participaba o legitimaba la cultura de la ilegalidad. Los resultados se presentan en la tabla 2, en la que se agrupan las variables así: Aprobación de conseguir dinero por las vías no legales

  • Transporte de droga al extranjero si se necesita dinero, con un peso de 0,0800.
  • Volverse rico participando en negocios ilegales, con un peso de 0,0996.
  • Llevarse cosas (papelería, útiles de oficina, elementos de aseo, etc.) de la empresa donde trabaja, con un peso de 0,0817.
  • Quedarse con una billetera que alguien dejó por ahí, con un peso de 0,0671.
  • Mandar un matón para arreglar cuentas con alguien que no le quiere pagar una cantidad grande de dinero, con un peso de 0,0867.

Aprobación de corrupción al funcionario público

  • Dar dinero a un funcionario o autoridad pública para evitarse una multa o agilizar un trámite, con un peso de 0.0488.
  • Pagar a alguien para conseguir la libreta militar del hijo, con un peso de 0,0097.

Aprobación de la violencia extrema en defensa de la familia o en beneficio político y económico

  • Secuestrar a alguien con un fin político, con un peso de 0,0822
  • Secuestrar a alguien con un fin económico, con un peso de 0,0821
  • Matar a un hombre que ha violado a su hija, con un peso de 0,0241

Aprobación de uso del asesinato para defensa de la comunidad

  • Eliminar a alguien que la mayoría de la gente cree que pone en riesgo la comunidad, con un peso de 0,0482
  • Hacer “limpieza social”, es decir, matar pandilleros, gamines, prostitutas, homosexuales, indigentes, etc., con un peso de 0,0537
  • La sorpresa no fue menor que la que nos había deparado

la información anterior! Es sorprendente y causa estupor que la comunidad en general informe por su propia voz que tiene niveles tan altos de aprobación de la ilegalidad.

 

Discusión

La información que trae la tabla 2 parecería recolectada en una cárcel o en otro sitio en el cual vivan hampones o criminales. Pero no. Quienes esto respondieron son los ciudadanos comunes y corrientes, los padres y madres de hoy que con estos valores están educando a sus hijos y los jóvenes de hoy que con ellos continuarán formando nuevas generaciones de antioqueños, de manera que se perpetúe la historia de aceptación de la cultura de la ilegalidad.

 

Desde hace diez años con un grupo de jóvenes profesores vengo estudiando en nuestra Facultad el problema de la violencia interpersonal y de otros problemas de comportamientos de riesgo para la persona y la sociedad, y creo que el hallazgo de mayor magnitud e importancia para el futuro de la sociedad y de las políticas públicas que hemos documentado, es el que presentan las figuras 1 y 2 de este escrito, las cuales se resumen en que la cultura de la legalidad nace en la familia y la cultura de la ilegalidad es hija de la percepción de la iniquidad social.

Se presentan como pertinentes algunas consideraciones acerca de la cultura de la ilegalidad.

Es caer en la cuenta que la cultura de la ilegalidad está ligada a la percepción de inequidad social [4]. Se conoce que hay países altamente inequitativos, que no tienen un alto grado de violencia. La percepción de la inequidad social se presenta en las comunidades que tienen deseos de progreso y que sienten que sus miembros son entrabados por la falta de oportunidades. Esto nos guió para medir la percepción de inequidad social como lo hicimos.

En primer lugar preguntamos al encuestado por los ítems o metas que consideraba como sustantivos o necesarios para vivir la vida en la forma como desearía vivirla; luego inquirimos si cada uno de estos ítems había sido o no conseguido por el encuestado y, en caso negativo, le preguntamos si creía que podía conseguir esa meta o no. Es decir llegamos hasta conocer que piensa cada uno de los encuestados acerca de si le es posible progresar en su comunidad o sociedad en la que vive hasta el estado de vida que le es apetecible. A esto lo llamamos frustración de expectativas, que es una forma de apreciar la percepción de la inequidad social en lo más profundo de cada quien.

  • Medellín es una ciudad en la que se ha presentado un buen grado de desarrollo económico, pues los índices de pobreza y miseria en Medellín y el Valle de Aburrá descendieron de 62% a 49% entre 2002 y 2009, pero en el mismo lapso no hubo progreso en la equidad social, medida por el índice de Gini, que pasó de 0,59 en 2002 a 0,58 en 2009 [5]. Nuestra ciudad sigue siendo una ciudad altamente inequitativa.
  • Aún en estas circunstancias los jóvenes de Medellín pertenecientes a los estratos más pobres consideran que ellos podrían tener las mismas oportunidades de progreso que los jóvenes de estratos altos, si tuvieran acceso al mismo grado de educación, pero la frustración de esta expectativa los lleva a pensar que por ello personas como las de su familia o de su barrio se dedican a actividades ilícitas o criminales [2], reporte que es altamente consonante con los que estamos comentando en este escrito.
  • La cultura de la ilegalidad está asociada a que la sociedad tenga como superiores los intereses particulares a los intereses de la sociedad [6]. Esta característica está íntimamente asociada al éxito del narcotráfico en Colombia, y en especial en Medellín.

No parece que sea tanto que el narcotráfico sea la causa de nuestros males, especialmente de la violencia, sino que el narcotráfico y la violencia nacieron entre nosotros y se han quedado entre nosotros porque, entre otras cosas, nuestra sociedad está signada por la cultura de la ilegalidad y por la iniquidad social. Violencia hemos tenido antes de que viéramos florecer el narcotráfico en nuestra ciudad, y los capos de la droga, son producto social local, nacieron en nuestra región, se educaron en nuestras escuelas, hicieron la primera comunión en nuestras parroquias y formaron sus familias con nuestras jóvenes.

Qué importante es resaltar la cultura de la legalidad nace en la familia. (¡En nidos de piedad será paloma!), lo que ya habíamos documentado anteriormente [1]. El principal factor protector, o sea asociado negativamente con todos los tipos de violencia estudiados, es haber tenido una madre vigilante de sus hijos y con la cual ellos tenían una buena comunicación.

Con lo anterior no se pretende estigmatizar a las madres antioqueñas, como que son las causantes de la violencia, como lo expresó un profesor de nuestra Facultad cuando analizamos estos datos, sino por lo contrario, lo que me parece de gran importancia es resaltar que las pautas de crianza de nuestras madres constituyen el principal activo que tiene nuestra sociedad para promover la cultura de la legalidad y para superar la trasmisión generacional de la violencia.

Los resultados de las investigaciones aquí presentados llevan a concluir que las prioridades para la superación de la violencia en nuestro medio son la promoción de la equidad social, expresada en la equidad para las oportunidades, y la formación de madres y padres en pautas de crianza para la formación positiva de los niños.

En el grupo previva de la Facultad Nacional de Salud Pública se han diseñado y validado, con el apoyo técnico de los cdc (Atlanta, GA) dos intervenciones: “Crianza para el éxito” para el desarrollo positivo e integral de los niños desde el embarazo hasta los cinco años y “Pilas! Mejores adultos, mejores niños” para la prevención de conductas de riesgo en preescolares y en escolares. La implementación de estos programas en todos los niños de los estratos 1, 2 y 3 y en sus familias sería un paso enorme en la dirección de la construcción de una sociedad más amable en la cual todos podamos vivir.

 

Recomendación

El autor agradece a la Revista de la Facultad Nacional de Salud Pública que haya dado cabida a este artículo y le sugiere que invite a profesores e investigadores de nuestra Facultad para que presenten en ella resúmenes de sus trabajos dirigidos a los estudiantes, sin que estas presentaciones tengan que seguir a rajatabla los áridos esquemas y modelos que se han venido imponiendo para los artículos en revistas científicas. Creo que es muy positivo para los estudiantes que sus profesores hagan el esfuerzo por presentarles, ceñidos al rigor científico y basado en publicaciones suyas que hayan aparecido en revistas o libros calificados por pares, el fruto de su trabajo y sus reflexiones. No sé si esto elevará la puntuación de la revista, pero si sé que la haría un mejor medio de educación en salud pública, que es lo que todos queremos que ella sea.

 

Agradecimientos

Agradezco al estadístico Nilton E Montoya por los cálculos estadísticos y a la Dra. Alexandra Restrepo por su apoyo en la preparación de este manuscrito.

 

* Quintus Horatius Flaccus: Rem facias, si possis, recte; si non, quocumque modo - Consigue plata. Si puedes honestamente; si no, de cualquier modo

 

 

Referencias

1 Duque LF. La violencia en el Valle de Aburrá: Caminos para la superación. Medellín: Litoservicios. 2009. [internet] [Acceso 26 de noviembre de 2012]. Disponible en: http://previva.udea.edu.co/Archivos/Publicaciones%20PREVIVA/Libros/La%20Violencia%20en%20el%20Valle%20de%20Aburra%20Caminos%20para%20la%20superaci%C3%B3n%202009.pdf.         [ Links ].

2 Duque LF, Toro JA, Montoya N. Tolerancia al quebrantamiento de la norma en el área metropolitana de Medellín, Colombia. Opinião Pública 2010; 16: 65-89.         [ Links ]

3 Duque LF, Montoya NE, Restrepo MV. Magnitud y distribución de diferentes formas de violencia en Medellín, 2003-2004. 2006. Rev. Fac. Nac. Salud Pública 2006; 24: 61-72         [ Links ]

4 Hawkins DF. Inequality, culture, and interpersonal violence. Health Affairs 1993; 12: 80-95.         [ Links ]

5 Medellín. Observatorio de Políticas Públicas de la Alcaldía de Medellín. Medellín en cifras, 2011. Medellín: La Alcaldía; 2011.         [ Links ]

6 Gómez BH, editor. ¿Para dónde va Colombia? Bogotá: Tercer Mundo Editores - Colciencias, 1999.         [ Links ]