La Revista Facultad Nacional de Salud Pública propone de nuevo una “invitación a conversar” [¹] sobre la salud pública y sus trabajadores, a propósito del lanzamiento, en Colombia, del Día del Salubrista, el 25 de agosto de 2018.

En este número se incluyen las reflexiones de Jaime Breilh, Álvaro Franco, Gabriel Jaime Otálvaro y Álvaro Casas a partir de las conferencias presentadas ese día en el auditorio de la Facultad Nacional de Salud Pública “Héctor Abad Gómez” de la Universidad de Antioquia.

Esperamos que el texto “¿Qué es la salud pública?”, de Héctor Abad Gómez [²], incluido acá en este número como prólogo promueva nuevas conversaciones.

Está vigente su análisis de los principales problemas de salud de los colombianos y su sabiduría al sugerir cómo debería ser la labor de los “trabajadores de la salud pública”. En su análisis de la gravedad de los problemas de salud, de las desgarradoras escenas de la precaria atención en salud, pero también del reconocimiento de los logros, se preguntaba qué podemos hacer. Decía: lo máximo que se puede pedir a los trabajadores de la salud pública es mantener “un esfuerzo constante, permanente, sostenido, incansable, por mejorar la condición de salud de sus compatriotas” [2, p. 103] y proponía “percibir, atender, tratar de evitar, denunciar, todas estas consecuencias de nuestra mala estructura social, que nos toca a los salubristas” [2, p. 105]. Añadía que es necesario afianzar la esperanza en la capacidad local, ser “cada vez más eficientes, más técnicos, más científicos y también más humanistas” [2, p. 101]. Valorar y reconocer las experiencias pasadas, pensar con cabeza propia, trabajar con todos, modificar las propuestas según las condiciones particulares, abandonar la arrogancia propia del poder.

Sus palabras iluminan el camino de los “trabajadores de la salud pública”: a los salubristas con formación especializada, pero también a promotores de salud, vacunadores, técnicos de saneamiento, administradores de salud, gerentes de sistemas de información de salud, médicos, enfermeras, bacteriólogos, odontólogos, veterinarios, fisioterapeutas, periodistas, economistas, sociólogos, abogados, políticos, ciudadanos… nos incluye a todos.

Esperamos que esta Revista y los artículos publicados en este número permitan conversar sobre la salud pública y sus trabajadores, partiendo del interés bondadoso de conocer la perspectiva del otro y las miradas diferentes.