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Revista Colombiana de Educación

Print version ISSN 0120-3916

Rev. colomb. educ.  no.95 Bogotá Apr./June 2025  Epub Apr 01, 2025

https://doi.org/10.17227/rce.num95-19001 

Reseñas

El racismo escolar: debates educativos y crónicas

School Racism: Educational Debates and Chronicles

O racismo escolar: debates educacionais e crônicas

Juan Diego López-Fernández* 
http://orcid.org/0000-0002-2634-6582

* Licenciado en Etnoeducación y estudiante de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana. Universidad del Cauca, Popayán, Colombia. juanlopf@unicauca.edu.co


La historia de la educación en Colombia es un conglomerado de prácticas que tienen origen en el periodo colonial y trascienden los periodos independentista y republicano; largos siglos que constituyen a la educación en un campo de disputa, ya que no solo intervienen las tendencias políticas, sino también la religión y las salvajes ideas del progreso. Por lo tanto, tenemos un sistema educativo sumido en esta tradición, convirtiéndose en un sistema discriminador, excluyente, racista y fortalecedor del discurso nacionalista de la identidad y la cultura que forja al país. En este orden de ideas, hablar de la historia de la educación es también hablar de la historia del racismo, de la reproducción del colonialismo interno y de las injusticias sociales y epistémicas cometidas contra las comunidades étnicas. Precisamente, para entender la magnitud del racismo estructural y cómo este habita en la escuela, asumo la tarea compleja de reseñar el texto El racismo escolar: debates educativos y crónicas.

Este trabajo, realizado por José Antonio Caicedo Ortiz y Elizabeth Castillo Guzmán, investigadores del Centro de Memorias Étnicas y profesores de la Licenciatura en Etnoeducación de la Universidad del Cauca, es muestra de su tesonera labor de contribuir a la construcción de una educación intercultural, antirracista y con justicia social. El germen de este libro data del 2009 con una investigación en la ciudad de Bogotá, cuyo fin era analizar cómo operaba el racismo en la cultura escolar y su impacto en la sociedad. Desde entonces, por más de una década, los docentes difundieron los análisis y reflexiones a través de ponencias y artículos en diferentes espacios académicos, lo que les permitió hacer una compilación de todo este ejercicio de "militancia intelectual" y abrir las puertas a todas estas ideas para recorrer otras geografías y poner de manifiesto que el problema del racismo escolar habita tanto en la Colombia continental como en la insular.

Este texto está dividido en dos partes. La primera expone los debates educativos. Caicedo y Castillo dialogan no con el fin de teorizar sobre el racismo, sino de denunciarlo a través de la indagación y poder responder a la pregunta: ¿Qué es el racismo escolar? Asimismo, hacen un recorrido histórico desde la década de los setenta del siglo XX hasta lo transcurrido del siglo XXI para demostrar cómo se ha venido luchando por visibilizar e incluir la cultura negra en la escuela colombiana y, finalmente, cómo interviene la dinámica de la representación de la afrocolombianidad a través de los textos escolares, inundados de estereotipos, prejuicios e invisibilidades. La segunda parte presenta las crónicas, una serie de columnas de prensa y escritos publicados de forma virtual en el periódico El Nuevo Liberal y el blog Pido la Palabra entre los años 2013 y 2017, además de producciones inéditas por parte de los autores, que incursionan en un ejercicio literario para narrar los hechos racistas en el mundo escolar.

Los autores abarcan una variedad de ideas y aspectos que giran en torno al racismo, la escuela, la formación docente, la Cátedra de Estudios Afrocolombianos (CEA), los militantes de los movimientos políticos, literarios e intelectuales afrocolombianos, entre otros temas de interés. Me centraré en resaltar algunos de ellos.

Para comenzar, está la tesis central del libro: el racismo escolar. Pues bien, sabemos que la escuela es reproductora del orden social y, con ello, se está diciendo que reproduce el racismo estructural. Este ha pervivido desde el colonialismo y sigue vigente, al punto de que llegó a la escuela y se evidencia en el currículo, los modelos pedagógicos, los discursos y en los maestros que carecieron de una formación con perspectiva antirracista o intercultural. En palabras de Caicedo y Castillo (2022),

en su acepción general concebimos el racismo escolar como un fenómeno asociado a la historia de los saberes escolares, la pedagogía y la formación docente [...]. En ese sentido, el racismo escolar lo entendemos como el conjunto de acciones discriminatorias basadas en marcadores culturales, lingüísticos y especialmente raciales hacia sujetos afros e indígenas. Este se manifiesta a través de los currículos, las prácticas pedagógicas, la iconografía escolar y los sistemas de evaluación. (p. 22)

Por consiguiente, el racismo escolar es evidente en rituales en los que solo se conmemora o celebra la imagen del colonizador, esclavista o la imagen blanco-mestiza, dejando en la sombra a los grandes personajes pertenecientes a la diáspora africana que contribuyeron a fundar la nación. Otra manifestación del racismo ocurre cuando la niñez afrocolombiana, víctima del desplazamiento forzado, llega a los centros educativos de las ciudades frías y es despojada de sus nombres: "Muchas niñas y muchos niños afrodescendientes salen a diario de sus territorios de origen, hacia ciudades del interior, donde les apodan 'negrito' o 'negrita', asumiendo que los diminutivos son expresiones de cariño y no claros actos de racismo" (Caicedo y Castillo, 2022, p. 155).

Además, los textos escolares, entendidos no solo como libros, sino también como rondas, juguetes, iconografía que decora los espacios escolares, entre otros dispositivos que pueden leerse semióticamente, permiten comprender cómo se manejan la visibilidad, la invisibilidad y el reconocimiento. A través de estos textos se reproduce un imaginario social que puede estar cargado de estereotipos y prejuicios hacia los afrodescendientes, como sigue ocurriendo en muchas escuelas del país. Lo paradójico es que incluso en las escuelas donde los estudiantes son mayoritariamente afrocolombianos, se vive la misma situación. Este tema fue uno de los estandartes de la investigación de Caicedo y Castillo, lo que les "permitió constatar la hipótesis de que los textos educativos de preescolar son dispositivos de reproducción del racismo epistémico y simbólico, en la medida que mantienen vigente un imaginario de lo blanco-mestizo" (p. 87). En las páginas del libro se profundiza en este punto, con ejemplos claros de estas dinámicas a través de descripciones estadísticas y un enfoque cualitativo.

Lo dicho anteriormente es solo uno de los temas que se desarrollan en la primera parte; faltan otros de igual importancia que ayudan a comprender mejor cómo se ha configurado el racismo escolar y la lucha que se ha emprendido para eliminarlo desde hace unas décadas. Ahora quiero centrarme un poco en la segunda parte del libro: las crónicas, una forma de expresar lo que el lenguaje académico no permite dentro de sus parámetros.

Si bien los expertos en literatura podrían señalar que estas crónicas o narrativas carecen de figuras literarias, esa particularidad no les quita el mérito de transgredir la escritura académica. Caicedo y Castillo exhiben otra forma de sistematizar los procesos investigativos. Estas historias, inspiradas en la infancia afrocolombiana, brindan una manera de acercarse más a las experiencias racistas que viven los niños y niñas en su cotidianidad, historias que remueven la cicatriz de la herida colonial. A continuación, presento dos fragmentos que espero motiven al lector a sumergirse en estas palabras:

Cuando Jefferson llegó a la escuela", sigue contando su profesora, la maestra a cargo del grupo dijo: "Yo no quiero a ese negro en mi salón", y tocó buscarle otro grupo, pero el niño oyó eso y nunca se le va a olvidar.

Jefferson, con ese nombre memorable que porta, vive la dureza cotidiana de una ciudad que lo maltrata con su racismo de la palabra, el silencio y la indiferencia. De una escuela que ha visto llegar a sus aulas, los niños desplazados, y que de modo chistoso los llaman "negritos", un apodo que no transmite cariño porque reduce la existencia de las personas a un color. (pp. 121-122)

[...]

Lady estudia en un colegio distrital a media hora de su casa. Está aburrida porque no tiene amigos, porque no tiene plata para pagar un alisado de pelo que cuesta 12 000 en una sala de belleza. Lady cree que su pelo crespo y ensortijado es un problema, que es más bonito el pelo alisado, que de ese modo las muchachas no parecen tan "negras". (p. 135)

Antes de cerrar, quiero decir que este libro presenta varias invitaciones a quienes se acerquen a leer sus páginas. La primera es evaluar la formación docente que se imparte en las normales superiores y en las facultades de educación del país. Ser maestro implica ser un agente político con la misión de transformar la sociedad a través de las nuevas generaciones, y eso requiere que la formación docente tenga una perspectiva antirracista e intercultural para lograr una justicia curricular que contribuya a la justicia social. La segunda es la necesidad de hablar sobre el racismo y las distintas discriminaciones con niñas y niños, realizando diversos ejercicios problematizadores que promuevan una mirada crítica en la sociedad a través del diálogo intercultural de saberes. La tercera es evitar seguir reproduciendo imágenes estereotipadas en los textos escolares (libros, canciones, imágenes, etc.), utilizando estos medios para visibilizar las realidades y potenciar el autorreconocimiento con orgullo identitario en los estudiantes. La cuarta es la urgencia de implementar efectivamente la Cátedra de Estudios Afrocolombianos (CEA), una herramienta pedagógica, jurídica y epistémica para visibilizar las memorias de la diáspora africana en las escuelas.

Para concluir, me apoyo en las palabras de Caicedo y Castillo (2022), quienes afirman que este libro "no se trata de un análisis anacrónico, sino de una realidad todavía vigente en la formación inicial, no solo de Bogotá, sino del país" (p. 88), debido a que nos enfrentamos al racismo estructural, una problemática que demanda una ardua labor para ser erradicada. Esta es una situación que no se resolverá de manera inmediata; tomará tiempo, pero es crucial que, al emprender este camino hacia una sociedad y educación antirracista, nos sensibilicemos y trabajemos en pro de la dignificación para alcanzar la justicia social. El racismo escolar: debates educativos y crónicas es una muestra clara de las vivencias de la niñez afrocolombiana en la escuela y abre la puerta para abordar otras poblaciones estudiantiles que sufren diversas formas de discriminación que trascienden lo racial y cultural, como las violencias sexuales y de género, otros relatos crueles que también son producto del colonialismo interno.

Referencia

Caicedo, J. y Castillo, E. (2022). El racismo escolar: debates educativos y crónicas. Editorial Universidad del Cauca. [ Links ]

Para citar este artículo: López-Fernández, J. D. (2025). El racismo escolar: debates educativos y crónicas. Revista Colombiana de Educación, (95), e19001, https://doi.org//10.17227/rce.num95-19001

Recibido: 14 de Abril de 2023; Aprobado: 01 de Abril de 2025

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