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Ensayos sobre POLÍTICA ECONÓMICA

versión impresa ISSN 0120-4483

Ens. polit. econ. vol.30 no.spe67 Bogotá jun. 2012

 

NOTA DE LOS EDITORES INVITADOS EDICIÓN ESPECIAL SOBRE HISTORIA DE LA BANCA CENTRAL, MONETARÍA Y BANCARIA EN AMÉRICA LATINA


Este número especial de la Revista está dedicado a la historia bancaria y monetaria. Desde hace muchos años el Banco de la República se ha interesado en la publicación de trabajos sobre la historia económica colombiana. En la presente década, y en convenio con la editorial Fondo de Cultura Económica, se han puesto a disposición del público trabajos en este campo realizados por directivos e investigadores del Banco sobre el siglo XX. Entre estos se deben destacar los libros: El crecimiento económico colombiano en el siglo XX, Greco (2002); La infraestructura de transporte en Colombia durante el siglo XX, de María Teresa Ramírez y Álvaro Pachón (2006); Aspectos de la agricultura colombiana en el siglo XX, Salomón Kalmanovitz y Enrique López (2006); Economía colombiana del siglo XX, editado por Miguel Urrutia y James Robinson (2007), y Economía colombiana del siglo XIX, editado por Adolfo Meisel Roca y María Teresa Ramírez (2010).

En el campo específico de la historia monetaria y bancaria, los aportes del Banco de la República han sido cruciales para el desarrollo de esta temática. Durante muchos años, el libro de Guillermo Torres García, Historia de la moneda en Colombia, publicado en 1945 por el Banco de la República, fue la principal obra académica sobre el tema. Torres García fue un prominente economista de la primera mitad del siglo XX, vinculado al Departamento de Investigaciones Económicas del Banco de la República, donde escribió el trabajo en mención.

En las décadas transcurridas entre 1960 y 1980 surgió lo que se conoce como la Nueva Historia de Colombia, en la cual una primera generación de historiadores colombianos formados académicamente en esta área, tanto en el país como en el exterior, publicó ampliamente sobre historia económica. Sin embargo, el tema monetario, quizás por las influencias ideológicas prevalecientes en esa época, casi no se estudió. Una de las pocas excepciones a esa escasez de investigaciones monetarias fue el trabajo de Darío Bustamante, Efectos económicos del papel moneda durante la Regeneración (1970).

El abandono en que se encontraba la historia monetaria y bancaria en Colombia empezó a cambiar desde los inicios de la década de 1990. En primera instancia, se publicó la obra El Banco de la República, antecedentes, evolución y estructura actual (1990), escrita por un grupo de economistas y abogados vinculados al banco central colombiano. El historiador económico Carlos Marichal, considera que ese libro es uno de los más importantes en Latinoamérica en el tema de la historia de la banca central. Otra obra que se debe destacar en esos primeros años de renovado interés por esta área, es el libro Ensayos sobre historia monetaria y bancaria de Colombia, compilado por Fabio Sánchez (1994), y en la cual participaron tanto economistas como historiadores. En los años posteriores se ha avanzado mucho en la reconstrucción de la historia de la moneda, los bancos y la banca central en nuestro país. Los historiadores económicos han descubierto nuevas fuentes, que permanecían inexplotadas en los archivos bancarios y familiares. Los trabajos de María Mercedes Botero sobre los bancos de Antioquia, Carmen Astrid Romero, sobre los bancos de Bogotá, las investigaciones de Mauricio Avella, Fabio Sánchez, Antonio Hernández Gamarra, Salomón Kalmanovitz y Miguel Urrutia, entre otros, han ampliado de manera significativa nuestros conocimientos sobre esta materia. Sin embargo, también existen muchos aspectos por profundizar. Precisamente, esa es la razón por la cual el Banco de la República realizó el 27 y 28 de octubre de 2011 el seminario anual de la revista Ensayos Sobre Política Económica (ESPE) respecto a esta temática: La historia de la banca central, monetaria y bancaria de América Latina. De la convocatoria internacional realizada, se escogieron siete trabajos que se publican en este número. Entre esos documentos hay cinco que se refieren a la historia bancaria y monetaria de Colombia y otro que expone la historia monetaria del Uruguay. Finalmente, hay un artículo sobre la política monetaria colombiana en épocas recientes (1990-2010).

Además de los siete artículos elegidos por concurso, la dirección de ESPE invitó a dos reconocidos historiadores monetarios para que presentaran las conferencias de inauguración y clausura: Angela Redish y Pablo Martín Aceña. Estos trabajos también se incluyen en este número especial.

El trabajo que presentó Angela Redish, una de las más reconocidas historiadoras económicas del Canadá y especializada en la historia monetaria y financiera, hace un balance global de las causas principales por las cuales se establecieron los bancos centrales y hace un análisis sobre la evolución de los mandatos que estos han tenido a través del tiempo. Para su análisis esta autora escoge unos pocos bancos centrales muy emblemáticos, en vez de realizar un balance exhaustivo para los diferentes países del mundo.

Redish señala que han sido cuatro las principales razones para el establecimiento de bancos centrales: apoyo fiscal a los gobiernos, estabilidad financiera, apoyo monetario y apoyo macroeconómico. Para el Banco de Inglaterra, creado en 1694, el motivo principal de la creación fue el de apoyo fiscal. Ya para el Banco de Francia, establecido a comienzos del siglo XVIII, además del motivo fiscal se presentó también el monetario. El siguiente banco central que estudia es el de Japón, creado a fines del siglo XIX y donde los dos motivos anteriores más el de estabilidad financiera fueron relevantes. Cuando se fundó el Federal Reserve System de Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, los motivos fueron el de apoyo monetario y la estabilidad financiera. En el último de los casos escogidos por Redish, el de Canadá, la causa de la creación fue la estabilidad financiera. Es decir, en cierta forma en estos cinco casos parece haber una transformación de las motivaciones detrás de la creación de los bancos centrales desde el fiscal hasta el de estabilidad financiera.

Para la clausura del seminario, el historiador económico español Pablo Martín Aceña se refirió a la historia del Banco Santander de España, tema sobre el cual este autor ha publicado extensamente. Aceña señala que el Banco Santander, fundado en 1857, es un caso singular en la historia financiera española y europea por su longevidad. ¿Por qué ha sido tan longevo el Banco Santander? Para su respuesta, Aceña hace uso de una frase popularizada por dos historiadores de las crisis bancarias, Gerard Caprio y Daniela Klingebiel, quienes sostienen que la insolvencia de las instituciones financieras usualmente se debe a “bad luck, bad policies, bad banking”. Por “bad policies” el autor entiende las fallas regulatorias y las fallas en las políticas macroeconómicas.

Una de las singularidades del Banco Santander es que en losúltimos cien años ha estado ligado con la familia Botín. Como las malas políticas macroeconómicas golpean más o menos por igual a todas las instituciones financieras e igual debe suceder con la mala suerte, por lo menos en el largo plazo, la permanencia de la familia Botín en la dirección del Banco Santander sería una de las causas principales de ese éxito de sobrevivencia. Es un caso de historia empresarial de gran relevancia en estos tiempos de crisis financiera, donde la perspectiva de largo plazo vuelve a ser relevante a la hora de reformar las instituciones para que faciliten una pronta recuperación de la economía.

Esperamos que estos nueve ensayos contribuyan para mantener el interés por la historia monetaria y bancaria en nuestro país.

ADOLFO MEISEL ROCA
JUAN DAVID BARÓN RIVERA