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Praxis Filosófica

Print version ISSN 0120-4688On-line version ISSN 2389-9387

Prax. filos.  no.30 Cali Jan./June 2010

 

RESEÑA


UN DÉJÀ-VU NO VISTO.
CRÍTICA DEL LIBRO DÉJÀ VU DE REMO BODEI

REMO BODEI
La Sensation de déjà vu
Trad. par Jean-Paul Manganaro, Éd. du Seuil, Paris, 2007


Julio Alberto Bejarano Hernández
Estudiante de doctorado en filosofía, Universidad París 8

*Este texto fue leído en parte en los Jueves de la filosofía, en la Biblioteca Nacional, sesión #11, junio 11 de 2009.


Orden del discurso

  1. Presentación de Bodei y su obra.
  2. ¿Quién le teme al déjà vu? Literaturas y biopolíticas de fin de siglo.
  3. Bibliografía

Resumen: El déjà vu es problemático en el fin de siglo (XIX), no por la ensoñación poética que trae consigo, sino por la perturbación que le causa a la vida. De allí la preocupación de los "savants" por entenderlo, controlarlo y "curarlo". El déjà vu irrumpe en la vida cotidiana del sujeto, lo perturba, lo desconcierta. De allí que Bodei lo relacione con el eterno retorno de Nietzsche. Más que un caso aislado o "patológico" ligado a individuos "pa(de)cientes" como los epilépticos, o una "válvula de escape de la realidad", el déjà vu sería para Bodei, la irrupción (la erupción) de una ilusión frente a la realidad "operante". El déjà vu pone en crisis la supuesta identidad "absoluta" del sujeto, su dimensión del tiempo y su "confianza" en la continuidad de la personalidad. Para hablar de él es necesario, como sugiere Bodei, referirse al tema del "doble" en la literatura del siglo XIX. (Dostoievski más que Stevenson).

Palabras clave: déjà vu, Remo Bodei, filosofía italiana contemporánea, biopolítica, Nietzsche.


1. Presentación de Remo Bodei y su obra

¿Por qué interesarse en el déjà vu? Acaso porque éste podría ser la clave para comprender ciertos trastornos de la conciencia que amenazaban con minar las bases de la sociedad moderna. El problema no es el déjà vu. Es lo que éste refleja. Es en cierta medida un caleidoscopio (el de Verlaine). En un libro como el de Bodei, plagado de poemas (Shakespeare, Rossetti, Ungaretti, etc.), sería inconcebible no comenzar leyendo un poema. Digamos pues, en mi improbable traducción, Caleidoscopio de Verlaine:

    En la calle, en el corazón de una ciudad de ensueño
    Será como cuando uno ya vivió:
    Un instante a la vez tan vago y tan agudo...
    O este sol entre la bruma que se levanta¡...

Remo Bodei (Cagliari, 1938) ha dedicado la mayor parte de sus esfuerzos (en una obra abundante y prolífica que abarca más de veinte libros y numerosos ensayos) a pensar las paradojas de la modernidad y la configuración de discursos filosóficos (en particular estéticos) en torno a tres conceptos transversales: el yo(s); la memoria y la conciencia. Aunque sus referencias son principalmente filosóficas (Spinoza, Nietzsche, Bergson, etc.) y literarias (Holderlin, Pirandello, Proust, etc.), Bodei dialoga con otras disciplinas como el psicoanálisis1, la psicopatología y las "ciencias" médicas" de fines del siglo XIX, y la historia política contemporánea. Sus lecturas interdisciplinarias lo convierten en un referente indispensable para quienes se interesen en reflexionar sobre la construcción de las sociedades modernas y sus dilemas (in)actuales ligados a las sociedades post-fordistas o de "control".

Quizá podamos calificar a Bodei como un "historiador de las ideas" (a la manera de Foucault, en el cargo que ocupó al final de su vida en el Collège de France). Bodei lleva en su impronta, al igual que muchos pensadores de su generación, el "recuerdo indeleble" del fascismo y en buena medida, su obra busca resistir a los déjàs vu siniestros, como el avance de los neonazis en Europa. Eso lo hace siempre inactual y un gran contemporáneo, como Agamben.

Aún así, Bodei es un filósofo "insular" (según sus propias palabras") en la filosofía italiana contemporánea y a pesar de que no podemos ubicarlo directamente en la lógica "biopolítica" de Agamben, Esposito ó Lazzarato, sus contribuciones al estudio del sujeto moderno son esenciales2, pero un tanto desestimadas (en parte por su "isolement" de décadas en la Universidad de Pisa y luego su permanencia definitiva en California). Bodei suele definirse a sí mismo como un "filósofo anti fast food intelectual". Suele advertir al lector que su pensamiento funciona, me atrevería a decir, como un caleidoscopio. Según él:

    He procurado componer una obra que no sea de rápido consumo, sino de meditada, gradual y, posiblemente, agradable y no penitencial reflexión; que se apoye en ideas y análisis thick, esto es, dotados de espesor teórico e histórico, y no sobre las nociones sutiles, thin, sobre datos de poco espesor y sobre generalizaciones precipitadas...invito a quien se disponga a leer este volumen a no tener prisa, a prepararse para un distendido viaje de descubrimiento por sucesivas etapas, en el que encontrará algunas de las formas o vicisitudes que lo han hecho llegar a ser quien es, gracias a las instituciones que lo han plasmado o a pesar de ellas (Bodei, 2006, 31).

Por dicha razón, no pretendemos en este breve espacio resumir la obra completa de Bodei, sino apenas enunciar algunas líneas de fuga sobre los efectos biopolíticos de sus libros y esbozar algunos complementos3 a uno de sus últimos trabajos, "La sensation de déjà vu" (2007) aun no traducido al español.

Una aclaración antes de continuar. En principio, "Destinos personales" cierra una saga de veinte años de reflexión de Bodei sobre la individuación, el tiempo y la conciencia. Iniciada en los años ochenta, -con "Scomposizioni, forme dell'individuo moderno"4 y continuado en los noventa con "Geometría de las pasiones"-, el libro "Destinos personales", publicado en 2002 en Italia, profundiza en dicha problemática, pero concentrándose en el período 1871 (Comuna de París) -1945 (caída del fascismo). Según Bodei:

    Mostraré no sólo en qué consiste las construcciones del yo, de la conciencia y de la identidad personal, sino también cómo se ha realizado... el examen más exhaustivo y cuantitativamente más extenso se concentrará en la fase de la proclamada denuncia de la fragmentación del yo y con los subsiguientes proyectos autoritarios de reconstruirlo, haciéndolo políticamente compacto y obediente mediante una violenta invasión y colonización de las conciencias (Bodei, 2006, 23).

En esa curva media (1871-1945) es dónde nace el déjà vu. Por ello, "Piramidi di tempo. Storie e teoria del déjà vu", traducido en francés como "la sensation de déjà vu"5, viene a ser implícitamente, el cuarto tomo de la reflexión de Bodei sobre la configuración del sujeto moderno. De cierta manera, déjà vu, es un flashback de "Destinos personales". El énfasis del libro es el período 1871-1918, del cual nosotros nos ocuparemos a continuación.

2. ¿Quién le teme al déjà vu? Literaturas y biopolíticas de fin de siglo.6

Fueron dos vías las que me condujeron a este déjà vu. La primera, la lectura continua de la obra de Bodei (desde su texto sobre Holderlin hace ya diez años), hasta su libro principal: "Destinos personales". La otra vía fue un artículo de Patrice Vermeren, en el libro colectivo editado por Colihue en Argentina en 2006, titulado "Inactualidad del bergsonismo". A Bodei lo podemos "clasificar" dentro de la siguiente línea temática:

    Hay una filosofía de la vida y del devenir, postulando una identidad del ser y del cambio y que habría sido en un principio, una filosofía de la interioridad vital, un misticismo vitalista, de Bergson a Deleuze, pasando por Canguilhem, Foucault y Simondon (González, 2006, 174).

De hecho, la línea que traza Vermeren, coincide con el planteamiento de Bodei:

    La filosofía de Nietzsche, de Bergson y de Simmel, acompañados por las obras literarias de Proust y de Pirandello, impulsan al individuo hacia las posibilidades -exaltantes o trastornantes- de potenciar el propio yo, de vivir en la realidad o en la imaginación otras vidas diversas o paralelas, de desligarse de un destino signado de antemano, de custodiar en sí mismo, en forma de esbozadas personalidades múltiples, una riqueza de posibles desarrollos no bloqueados, al menos en el plano del deseo, por las elecciones llevadas a cabo en el pasado (Bodei, 2006, 25).

Bodei hace parte de esta línea "vitalista". En su libro, déjà vu, nos muestra múltiples testimonios en ese sentido, ya sea con los autores recién citados o con otros como Freud o Benjamin. De hecho esta crítica hubiera podido tener muchas formas de expresión, según los enfoques de Bodei. Hubiera podido concentrarme, por ejemplo, sólo en Nietzsche y el eterno retorno en relación con el déjà vu ó quizá dialogar sólo con la literatura del "doble" en el siglo XIX. La vía que adopté, ligada a los médicos-filósofos del siglo XIX responde a una preocupación más amplia con otros aspectos más propios de la biopolítica como lo mostraré luego.

Bodei es uno de los filósofos que se oponen a la aniquilación de la vida y sus devenires. Se enfrenta a las tentativas de extinguir cualquier especie cercana a los Bartlebys. La desesperación (y diremos la impotencia) de los médicos filósofos del diecinueve es sólo comparable con la del jefe de Bartleby. El hommo-Bartleby se opone a la descripción del hommo-masa que describe Bodei (siguiendo a Nietzsche):

    La intolerancia de la sustracción del individuo a los vínculos sociales y el difundirse -en nombre de la igualdad. Del rechazo de las jerarquías sociales existentes impulsan a muchos (entre ellos: le bon, sorel, Mussolini y Gentile) a proyectar la masificación, el embotamiento y la homologación de la conciencia despierta a las multitudes, gracias a diversas estrategias: su inmersión en la masa, el uso del mito o la inserción del "yo" en las bisagras del "nosotros" del estado ético (Bodei, 2006, 25).

El déjà vu en ese orden de ideas no es estudiado por Bodei como un fenómeno aislado. Es una demostración (más) de la "era de la colonización de las conciencias". Bodei resume en 4 ejes temáticos el déjà vu:

  1. Memoria y dimensión del tiempo
  2. Eternidad y eterno retorno
  3. Delirio y lamentos
  4. Identidad y escisión de la personalidad

En este artículo nos ocupamos del primero y el cuarto (en mayor medida), que corresponde a la segunda parte del libro (Científicos y filósofos en el siglo XIX). Las otras dos partes son: Poetas y Conclusiones históricas y teóricas.

Las preguntas centrales de déjà vu de Bodei son:

    - "¿por qué un fenómeno tan frecuente, sólo fue tematizado a partir de un período - determinado, por qué pasó de ser evidente a problemático?" (Bodei, 2006, 28).
    - "¿es posible aislar la esencia del déjà vu o representa un fenómeno oportunista, evanescente, que se hunde como esas enfermedades que se instalan en el organismo y se aprovechan de su debilidad?" (Bodei, 2006, 28).

La primera definición "moderna" de déjà vu es de Wigan en su libro "duality of the mind" de 1944, y en ella se recoge buena parte de lo que será la obsesión por el tema apenas un par de años después. Veamos:

    Es una impresión repentina en que la escena que acabamos de asistir ya estuvo frente a nuestros ojos antes, con las mismas personas que conversaban, que expresaban los mismos sentimientos en los mismos términos (Bodei, 2007, 21).

Una definición genérica de déjà vu en Bodei es la siguiente:

    Es como si el yo, mirándose del exterior, se comportara de forma pendular, percibiendo y recordando, como observador y observado, y el yo hiciera alternar la identidad y la alteridad consigo mismo (Bodei, 2007, 13).

Pero, ¿cuál es la significación del período estudiado por Bodei en Déjà vu? Para el caso de Destinos Personales, extendiéndose hasta 1945 (en déjà vu, concentrándose en 1871-1914). Según él:

    Es un período de una intensa exploración de la asombrosa complejidad de la materia viviente y, a la vez, del prepotente irrumpir de las masas en la vida pública, una fase que va, filosóficamente, de Taine a Gentile, y políticamente, de 1871 a 1945, de la Comuna de París a la caída del fascismo... es la época en que le es negada al yo la unidad y la continuidad, asignando en cambio a cada "dividuo" una pluralidad originaria y discreta de polos de conciencia, los que conviven bajo la égida de un "yo hegemónico" que no es el único sino el más fuerte. Éste mantiene en el tiempo su inestable poder hasta que debilita y declina: en este punto, la presente coalición de los yoes se disuelve, la conciencia se escinde y las personalidades se multiplican desencadenando, por último, la locura. Tales aspectos patológicos ponen en evidencia las virtuales fracturas incluso en los individuos fisiológicamente sanos... (Bodei, 2006, 24).

Ahora bien, el déjà vu, como lo mostrará unos años después Bodei es "inquietante" para los "médicos-filósofos" de finales del siglo XIX porque afecta a todo tipo de individuos, incluyendo a los "sanos" y a los "normales". Veamos la respuesta que nos ofrece Bodei:

    La actualidad del déjà vu se debe, en parte, a la relación que tiene con teorías contemporáneas sobre la escisión de la personalidad. La psicopatología francesa de finales del siglo XIX (Ribot, Janet, Binet) había efectivamente mostrado que la personalidad no constituye, de hecho, una unidad monolítica originaria, que se escinde solamente a raíz de un choque, como en el caso de las enfermedades mentales o más en particular la "esquizofrenia" (del griego, skhizein, escindir). La personalidad es, por el contrario, fundamentalmente múltiple, formada por un conjunto inestable de varios polos de conciencia sometidos a la dominación de un yo, que no es el único, sino apenas el más fuerte (Bodei, 2007, 60).

En déjà vu Bodei insiste en un argumento que ya había enunciado en Destinos personales. El problema con el déjà vu, al menos para los savants de esa época, era que nos podía pasar a todos, en cualquier momento y lugar.

    ...(tales aspectos patológicos) proveen así una lente de aumento y una ulterior confirmación a dos convicciones opuestas. La primera, muy sentida en una época que se considera de décadance- Insiste en la ordinaria fragilidad y discontinuidad del yo; la segunda, en cambio, en cómo la formación de embriones de personalidades plurales, al menos en el plano de la normalidad, corresponde al atenuarse de las constricciones sociales que querían al individuo monolítico y anclado en papeles rígidamente asignados (Bodei, 2006, 25).

En esta última parte radica el carácter biopolítico de este período, también nombrado por Bodei como la "era de la colonización de las conciencias". Unos párrafos más adelante se hace aún más explicito:

    A través del desarrollo de las doctrinas y técnicas psicológicas y psicopatológicas (teoría de las personalidades múltiples, hipnotismo, histeria, psicología de las multitudes), el yo, primeramente desmenuzado, es consignado luego a la política para una pública tarea de urgencia (Bodei, 2006, 25).

En otras palabras, ¿no estamos hablando acaso del "asujetamiento", del acondutamiento de los cuerpos y las conciencias, propios de la biopolítica? Domesticar al hombre permite prepararlo para la homogenización que fatalmente vimos unas décadas después. Aquí debemos recordar que en los últimos años, el concepto de biopolítica ha ocupado una centralidad panóptica en la filosofía (post-estructuralista) contemporánea. Definido originalmente por Foucault a finales de los años setenta, ha sido redefinido, ampliado y problematizado por autores tan diversos como Agamben, Esposito, Lazzarato y Negri. Recordemos brevemente que en la Voluntad de saber, Foucault, asume la biopolítica como transformación del poder soberano, como un pasaje del poder vida/muerte al poder como gestión de la vida. En el resumen del curso de 1979, « el nacimiento de la biopolítica », Foucault la define así:

    La manera como se ha procurado, desde el siglo XVIII, racionalizar los problemas planteados a la práctica gubernamental por los fenómenos propios de un conjunto de seres vivos constituidos como población salud, higiene, natalidad longevidad, razas...es sabido el lugar creciente que esos problemas ocuparon desde el siglo XIX y se conoce también cuáles fueron las apuestas políticas y económicas que han representado hasta nuestros días (Foucault, 2008, 359).

Una definición de biopolítica, que nos servirá "instrumentalmente" es la siguiente:

    El conjunto de procedimientos gracias a los cuales se produce una población". Sin embargo, no se puede abordar este concepto sin tener en cuenta el concepto de biopoder definido como "una forma de racionalidad política que somete a la vida produciendo a partir de ella individuos y poblaciones (Sánchez, 2007, 34).

La escisión de la personalidad (y en ese plano, el déjà vu o paramnesia) a fines del siglo XIX pone en riesgo la "producción de la población" necesaria para el desarrollo de la sociedad fordista. ¿Cuál es ese peligro que encarna el déjà vu? Para Bodei:

    En el déjà vu aparecen la incredulidad, la estupefacción y el sentimiento de "extrañeza" frente a una evidencia que es inmediatamente rechazada, aunque de forma diferente. ¿Pero el sentimiento combatido de irrealidad provocado por esa emoción, esconde algo más?... es justamente porque la laguna entre el pasado y el presente que se insertó en los acontecimientos y en las conciencias entre mediados del siglo XIX y la primera guerra mundial fue profunda, que se le dedicó una atención particularmente intensa al déjà vu (Bodei, 2007, 132 y 142).

El europeo de esa época ha perdido su base moral. Su estabilidad emocional. Las trincheras son las ruinas de la civilización occidental, envilecida por esa sed de "grandeza" de la que tanto se burló, agriamente, Nietzsche, en las primeras intempestivas (a propósito de la "victoria" de Alemania sobre Francia en la guerra de 1870). En conclusión, el déjà vu, es un tema con gran audiencia en ese momento porque revela mucho más de lo que aparentemente esconde. Según Bodei:

    A esta situación de desfase que desorienta, contribuyen, a lo largo del siglo XIX, la pérdida de credibilidad y de vigor de los macrosujetos y las instituciones que garantizaban la trasmisión organizada de contenidos y valores del pasado (imperios, estados, modos de producción, iglesias, estructuras familiares), el desarrollo, inmenso y concomitante, de la técnica, que repercute sobre la inmutabilidad presunta de la "naturaleza humana" hasta sus fibras más íntimas: en el aparato sensorial, en las pasiones y en los sueños. La cantidad de choques que la conciencia se ve obligada a absorber (sin poder para colmo elaborarlos de forma adecuada) las sacudidas y los distanciamientos repentinos que sufre, dan a su flujo un ritmo sincopado, provocando una sensación de discontinuidad y una incoherencia análogas a las del sueño (Bodei, 2007, 143).

En ese orden de ideas, no es para nada casual que Bodei termine su libro con una cita de Borges, extraída del cuento "el milagro secreto" publicado en Ficciones en 19447.


Pie de Página

1 Ver su artículo del 2006 en la Revista de Occidente.
2 En especial las que recoge su libro "destinos personales".
3 (Y manifestar lo provechoso que sería traducirlo al español).
4 No traducido al español.
5 No traducido al español.
6 Quiero agradecer a Susana Borda por sus aportes y comentarios a esta ponencia. También a Pauline Vermeren por nuestros intercambios "virtuales" sobre Bodei. Igualmente rindo un breve tributo a Francois Zourabichvilli por nuestras viejas charlas sobre Bergson y Proust.
7 Mención aparte merece, por un lado, los dos ensayos de Borges, dedicados al tema de la escisión de la personalidad en su auto-proscrito libro "inquisiciones" de 1925, con un sello macedoniano, y por otro lado, la obra y la figura de Macedonio Fernández.


3. Referencias Bibliográficas

Bodei, R. (1995): Geometría de las pasiones, México, Ed. Fondo de Cultura Económica.        [ Links ]

—(1990): Hölderlin: la filosofía y lo trágico, Madrid, Ed. A. Machado.        [ Links ]

—(2006): Destinos personales. La era de la colonización de las conciencias, Buenos Aires, Ed. El cuenco de plata.        [ Links ]

—(2007): La sensation de Déjà vu, Paris, Ed Seuil.        [ Links ]

Foucault, M. (2008): El nacimiento de la biopolítica, México, Fondo de Cultura Económica.        [ Links ]

González, H. (2006): Inactualidad del bergsonismo, Buenos Aires, Ed. Colihue.        [ Links ]

Sanchez, R. (ed.) (2007): Biopolítica y formas de vida, Bogotá, Ed. Javeriana.        [ Links ]

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