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Universitas Humanística

versión impresa ISSN 0120-4807

univ.humanist.  no.78 Bogotá jul./dic. 2014

 

De la normatividad queer en la construcción de la nación a la resistencia política queer, un debate en la relación Israel-Palestina1

From Queer Normativity in the Nation Building to the Queer Political Resistance: a Debate on the Israeli-Palestinian Relation

Da normatividade queer na construção da nação à resistência política queer: um debate na relação Israel-Palestina

 

Lucía Seguer
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina2
luciaseguer@gmail.com

 

1Artículo de revisión, fruto de los debates teóricos que emergieron de dos trabajos monográficos de mi autoría: "Cruzando fronteras epistemológicas hacia el Movimiento Queer Palestino" (2012) enmarcado en el Programa "Poscolonialidad, pensamiento fronterizo y transfronterizo en los estudios feministas" (IDAES-UNSAM), dirigido por Karina Bidaseca; y "La disputa por el sujeto LGBT israelí a través de la pornografía nacionalista" (2013), presentado en el Congreso Internacional ALADAA. Ambos trabajos se basan en el análisis de un extenso archivo documental.
2
Estudiante de Sociología, FSOC. Egresada de Sociología, Maestranda en Comunicación y Cultura (FSOC-UBA).

Documento accesible en línea desde la siguiente dirección: http://revistas.javeriana.edu.co

Recibido: 7 de octubre de 2013 Aceptado: 20 de enero de 2014


Cómo citar este artículo

Seguer, L. (2014). De la normatividad queer en la construcción de la Nación a la resistencia política queer: un debate en la relación Israel-Palestina. Universitas Humanística, 78, 261-280. http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.UH78.dnqc


Resumen

En el siguiente texto abordo la distancia existente entre la construcción de sujetos queer aceptables para el relato nacional y por otro lado, el abordaje teórico de la resistencia política queer/LGTB en las sociedades árabes. Para ello presento debates contemporáneos desarrollados a partir del impacto de la guerra contra el terrorismo sobre la comunidad académica estadounidense. A la vez, esta labor se conecta con el abordaje de la ligazón entre el discurso LGBT hegemónico y los proyectos civilizatorios norteamericanos e israelíes, por lo cual el texto se informa del devenir del elemento LGBT dentro de la relación Palestina-Israel. Asimismo, el texto problematiza el abordaje teórico de los sujetos LGBT árabes, comúnmente ausentes en la reflexión académica como sujetos políticos posibles. En este movimiento, aspiro a problematizar la ambivalencia y las implicaciones epistemológicas que trae consigo el uso del orientalismo como categoría, y las operaciones a través de las cuales la academia construye verdad sobre el sujeto.

Palabras clave: teoría queer; homonormativismo; orientalismo; cuerpos y subjetividades LGBT/queer relación Palestina-Israel


Abstract

In the following text I address the gap between the construction of acceptable queer subjects for the national narrative and, on the other hand, the theoretical approach of queer political resistance/ LGBT in Arab societies. To do this, I present contemporary debates on the impact of the war on terrorism on the American academic community. At the same time, this work intend to address the link between the LGBT hegemonic discourse and the American and Israeli civilizing projectsa and, due to this, the text accounts for the future of the LGBT element within the Palestinian-Israeli relation. Furthermore, the text questions the theoretical approach of the LGBT arab subjects who are commonly absent in academic reflection as possible political subjects. Doing this, I hope to problematize the ambivalence and the epistemological implications entailed in the use of Orientalism as a category, and the operations through which the academy builds truth about the subject.

Keywords: queer theory; homonormativism; orientalism; LGBT / and queer bodies and subjectivities; Palestinian-Israeli relation


Resumo

No texto seguinte abordo a distância existente entre a construção de sujeitos queer aceitáveis para o relato nacional e, por outro lado, a abordagem teórica da resistência política queer/LGBT nas sociedades árabes. Para isso apresento debates contemporâneos desenvolvidos a partir do impacto da guerra contra o terrorismo sobre a comunidade acadêmica estadunidense. Ao mesmo tempo, esta labor é conectada com a abordagem da ligação entre o discurso LGBT hegemónico e os projetos civilizatórios norte-americanos e israelenses, pelo qual o texto se informa do devir do elemento LGBT dentro da relação Palestina-Israel. Além disso, o texto problematiza a abordagem teórica dos sujeitos LGBT árabes, comumente ausentes na reflexão académica como possíveis sujeitos políticos. Neste movimento, desejo problematizar a ambivalência e implicações epistemológicas que traz consigo o uso do orientalismo como categoria e as operações a través das quais a academia constrói verdade sobre o sujeito.

Palavras-chave: teoria queer; homonormativismo; orientalismo; corpos e subjetividades LGBT/queer; relação Palestina-Israel


Introducción

En el siguiente artículo me propongo abordar y ampliar los debates teóricos trabajados en dos escritos de mi autoría: "Cruzando fronteras epistemológicas hacia el 'Movimiento Queer Palestino"' (2012) y "La disputa por el sujeto LGBT israelí a través de la pornografía nacionalista" (2013). Mi intención es acercar los ejes problemáticos ya trabajados a los conceptos y articulaciones teóricas de dos autores contemporáneos: Jasbir Puar y Jason Ritchie. A partir de la presentación y el análisis de sus trabajos académicos y artículos -primordialmente encuadrados en el pensamiento poscolonial y la teoría queer-, planeo sumergirme junto a ellos en la compleja relación que existe entre el discurso Queer/LGBT hegemónico y la creación de ciudadanos excepcionales de la nación frente al impacto retórico y político del proyecto antiterrorista estadounidense.

Ambos autores centran su esfuerzo académico en analizar el enlace de esta narrativa nacionalista con un discurso normalizador que moldea a un sujeto nacional-LGBT aceptable. Este eje problemático implica el análisis de la normalización de ciertas identidades y sujetos queer en desprecio de otros, como también el abordaje de la imbricación entre los discursos de construcción nacional y la racialización creciente de los sujetos queer-otros. Con estos planteamientos, los autores advierten sobre la ligazón entre el discurso LGBT hegemónico y los proyectos civilizatorios norteamericanos e israelíes, y a la vez, dejan entrever que otras articulaciones políticas de lo queer/LGBT son posibles.

Por otro lado, al abordar los escritos de Ritchie y de Puar, propongo pensar el lugar del intelectual académico frente a las articulaciones políticas de los sujetos queer/LGBT en el tercer mundo. Para ello me centro en el polémico debate que abre Joseph Massad (2007) sobre la imposibilidad de sujetos LGBT en las sociedades árabes que no sean exclusivamente, agentes del imperialismo. Frente a este planteamiento, considero la apertura epistemológica que presentan Ritchie y Puar al abordar el elemento LGBT en el conflicto palestino-israelí. Con este punto, pretendo analizar la autoridad del intelectual sobre los sujetos políticos y el juego de bloqueo y habilitación epistemológica que el intelectual pone en marcha en su actividad académica.

Además, aspiro a problematizar la ambivalencia y las implicancias epistemológicas en el uso del orientalismo como categoría. Con esto, también es posible acercar ciertos elementos epistemológicos de interés al debate latinoamericano para abordar las experiencias de los sujetos queer/LGBT en las sociedades árabes, generalmente ausentes en el interés académico actual y abrir así el debate hacia articulaciones políticas de resistencia queer, no necesariamente liberales.

De esta forma, el artículo pretende introducir ciertas articulaciones teóricas novedosas, que aun no son ampliamente conocidas y que no se encuentran traducidas al español, a los debates de la teoría feminista y queer latinoamericana. Con ello, se puede pensar entonces en cierto diálogo con la teoría latinoamericana, que desde otros objetivos y contextos de producción académica, ha problematizado arduamente la imposición de sujetos políticos universales en clave liberal. A su vez, de esta manera se hace posible unir herramientas nuevas para pensar las implicaciones de la excepcionalidad queer en las realidades específicas de los países latinoamericanos a estas conceptualizaciones.

La normalización en el relato nacional y lo queer como regulatorio

La relación entre la política LGBT y la aceptación de las instituciones y los valores de la heteronormatividad no son algo nuevo. El escrito de Lisa Duggan (2003) al respecto de lo que llama homonormatividad es un exponente académico de dicha perspectiva. Desde esta categoría pretendo abordar la relación existente entre las instituciones y las políticas heterosexistas con los discursos LGBT dominantes. En este contexto particular, los discursos LGBT son aquellos claudicados a la despolitización de la cultura gay del consumo y a la privatización del conflicto de género. Esta lectura pensada en clave de género, ha sido útil para repensar y problematizar la normalización de ciertos sujetos queer sobre otros en el contexto de institucionalización de la política LGBT, como también en la concepción liberal y gradualista de las políticas de género más extendidas.

En los últimos años, la llamada guerra contra el terrorismo ha dado lugar a nuevos fenómenos sociales que le dieron un impulso a la teorización del homonormativismo, pero esta vez directamente relacionado con la racialización (la constitución del otro racial) y con la construcción y normalización de sujetos LGBT/ Queer aceptables y necesarios para el desarrollo de la nación. Ligar el homonormativismo al discurso de la nación no es otra cosa que pensar el homonacionalismo (Puar, 2005a; 2007), no como categoría que supone la aceptación y la inclusión de los sujetos no-normativos a la nación, sino como una categoría que nos permite pensar cómo se extiende una narrativa que liga la política y la identidad LGBT a las agendas imperialistas, dando lugar a ciertos sujetos y cuerpos que pueden -no sin contradicciones- formar parte del relato nacional.

Con respecto a la noción de que la Nación rechaza a los sujetos queers, Puar nos dice que uno debería "necesariamente preguntar qué nación y qué cuerpos queers, e interrogarse cómo las naciones no solamente sancionan pero también inducen ciertas subjetividades queers sobre otras" (Puar 2001 p. 170. Traducción propia). Para Puar, lo importante es resituar los discursos nacionalistas en pos de alejar la hipótesis de total exclusión hacia los cuerpos queers en general, para poder abordar la manera en que ciertos sujetos políticos "usan, apropian, rechazan, se apoyan sobre, y hasta son producidos a través [y por] [...] los discursos de la nación" (Puar 2001, p. 170. Traducción propia). Esto no implica una apuesta por la integración de los sujetos no-normativos, ni pretende negar la discriminación cotidiana de los otros sexuales, sino que plantea abordar aquellas narrativas que interpelan a los cuerpos queers en tanto ciudadanos patriotas, y que los invita con ello a la "excepcionalidad sexual norteamericana" (Puar, 2007).

El sujeto queer "excepcional", en su sentido de excelencia, es entonces aquel que acarrea consigo no solo la normatividad (homonor-matividad) respecto a otros sujetos queer/LGBT, sino que también pone en funcionamiento las normas raciales, clasistas y sexuales de la nación. De esta forma, "la producción histórica y contemporánea de una normatividad emergente, homonormatividad, ata el reconocimiento del sujeto homosexual, tanto legal como representativo, a las agendas políticas nacionales e internacionales del imperialismo estadounidense", así la homonormatividad "puede ser también leída como una formación cómplice con, e invitada a, la valorización biopolítica de la vida en su habitar y reproducir las normas heteronormativas" (Puar, 2007, p. 9. Traducción propia).

Aquí lo LGBT en tanto proyecto político coincide con los planes civilizatorios de la nación, su política se construye en tanto signo civilizatorio que debe y puede extender la supremacía occidental sobre las poblaciones atrasadas del globo. De esta forma, la autora se centra en aquella construcción discursiva que supone un paralelo entre la liberación de la nación y la liberación del sujeto queer, dando lugar a una identificación entre el orgullo nacional y el orgullo LGBT/ queer. Esta característica no puede más que conectarse directamente a la racialización del otro. Es así como el reconocimiento nacional de ciertos cuerpos se presenta paralelo a la segregación de otros raciales y de otros sexuales.

En el contexto estadounidense, la islamofobia y la patologización del cuerpo árabe son claves para comprender lo queer como categoría regulatoria sobre las poblaciones racializadas. En este sentido, la excepcionalidad (excelencia) del sujeto queer patriota se constituye en oposición a la sexualidad perversa y patológica de los sujetos musulmanes/árabes. Así, la cultura y la identidad musulmana/árabe sin distinción, se ve asociada a la patologización sexual en tanto esencialmente represiva y primitiva. A la vez, esto se enlaza a la perversidad del cuerpo terrorista, asimilable directamente a la identidad musulmana/ árabe. Puar analiza la monstruosidad atribuida al cuerpo terrorista, en términos foucaultianos y su constitución como la evidencia de lo sexualmente inasimilable para la Nación propiamente dicha. De esta forma, en la narrativa de la excepcionalidad funcionan tanto la noción de represión sexual atribuida a la cultura árabe/islámica, como las nociones de exceso sexual, perversión y pedofilia asignados al cuerpo terrorista (Puar, 2005a; 2007).

Uno de los puntos centrales del llamado homonacionalismo, y de la excepcionalidad sexual de la que es parte, es cómo en los términos de su narrativa se hace imposible la existencia de un cuerpo que pueda acarrear en sí la conexión entre el Islam y lo LGBT/ Queer. Un cuerpo considerado esencialmente patológico, como el cuerpo terrorista, no puede acarrear consigo dos lealtades incompatibles. Así se delimita un cuerpo inconcebible, un binarismo básico en el cual no es posible pensar en la reunión entre una identidad musulmana/árabe (siempre irracional y ciega por la fe) y una identidad queer (concebida como un universal civilizado y occidental). Así es como el sujeto queer en tanto identidad universal, solamente puede ser pensada por fuera de las sociedades árabes y ajena a aquellos sujetos no asimilados; aquí la única posibilidad de articulación se da a través de un paso civilizatorio y solamente en tanto un sujeto puede desligarse de sus lealtades incompatibles para portar en sí la libertad del sujeto excepcional de Occidente.

De la imposibilidad del sujeto LGBT árabe a la resistencia queer árabe/palestina

Si bien estos análisis se encuentran necesariamente ligados al nacionalismo norteamericano, la misma autora los ha utilizado en otros contextos y ha resaltado cómo su utilización puede ser adaptada a otros discursos de la nación, la propaganda/explicación (hasbara) is-raelí es un gran ejemplo de esto. Me interesa introducir el fenómeno de la propaganda y el nacionalismo israelí debido a su papel central en los debates contemporáneos sobre el nacionalismo y los discursos LGBT dominantes. Estas observaciones no pertenecen solamente a Jasbir Puar, también han sido trabajadas por otros autores, entre ellos Jason Ritchie (2010).

En base a un extenso trabajo de campo en Israel y los territorios palestinos, Ritchie aborda la disputa por la subjetividad LGBT en la relación Palestina-Israel, así como el binarismo (queer/árabe) construido por los discursos nacionalistas israelíes. En las últimas décadas, la consolidación de un discurso LGBT que trabaja por la legitimidad del Estado nacional israelí ha tratado de situar a Israel como oasis democrático entre sociedades totalitarias. Este relato de la propaganda israelí, extendida hacia y rearticulada por una multiplicidad de actores, se ha enmarcado en lo que podría llamarse una batalla por la narrativa contra la deslegitimación israelí (Michlin, 2010). En esta retórica, la construcción del sujeto LGBT es articulada discursivamente para desplegar una nueva imagen de la sociedad israelí alejada del conflicto palestino-israelí, la guerra y la muerte (Seguer, 2013). Ritchie forma parte de aquellos teóricos que teorizan sobre la realidad israelí y palestina dando cuenta de este contexto.

Una de las guías principales que me interesan de Ritchie es la pregunta sobre "cómo y porqué el sufrimiento de los sujetos queer palestinos ha emergido con tanta frecuencia en el discurso de los queers israelíes". Ritchie sugiere que "el significado de ese sufrimiento tiene menos que ver con su existencia como hecho que con la reciente emergencia, dentro del espacio de pertenencia nacional, de un sujeto queer normalizado" (Ritchie 2010, p. 184. Traducción propia).

Desde la misma perspectiva que Puar, Ritchie trabaja sobre la lógica de victimización que se pone en funcionamiento a través del binarismo entre subjetividad LGBT e identidad palestina. Suponer la inexistencia de sujetos LGBT árabes, declarar su carácter extra-ordinario, se deriva entonces de su imposibilidad de ser por fuera de las sociedades liberales (en este caso la sociedad israelí). De aquí deriva la razón de ser de la lógica de la victimización: las poblaciones palestinas y árabes LGBT son ahora leídas en tanto víctimas que deben ser salvadas. Así, Ritchie aborda el sufrimiento como categoría única esbozada por el discurso LGBT israelí para referirse a la existencia de los sujetos LGBT en los territorios palestinos. De la misma forma, esta referencia a la subjetividad palestina queer como necesariamente víctima, consolida a la vez el estatus de tolerancia y democracia del Estado israelí. En este sentido, la existencia del sujeto queer normalizado "depende de la muerte discursiva, y a veces literal, de su otro"3 (Ritchie, 2010, p. 184. Traducción propia).

A la vez que Ritchie se ocupa del análisis de la normalización del sujeto queer israelí, el abordaje de los sujetos LGBT palestinos organizados constituye también uno de los rasgos centrales de su estudio. El llamado "Movimiento Queer Palestino", diseminado en diversas organizaciones activistas como Aswat y AlQaws, es abordado por Ritchie como una dislocación del binarismo queer/árabe, que a la vez enfrenta y desafía el discurso de la nación. Por esta razón, aproximarse al elemento LGBT en la relación Palestina-Israel no significa solamente dar cuenta de la construcción de la excepcionalidad queer israelí, sino que conlleva un esfuerzo epistemológico mayor.

Una de las razones principales por las cuales la presentación de autores como Ritchie y Puar son valiosas se encuentra en el aporte que hacen para comprender el ligue entre lo LGBT y el relato de la nación como una entre múltiples configuraciones posibles de lo LGBT. De esta forma, el estudio del homonacionalismo no supone una esencia de lo queer como netamente imperialista y liberal. Ritchie, al igual que Puar, no deja de lado las experiencias alternativas de sujetos LGBT palestinos. Esto implica sostener un análisis histórico y situado de las formas discursivas en las que se articula lo LGBT. Esta perspectiva nos permite afirmar que no hay compatibilidad o incompatibilidad per se entre el sujeto palestino y el sujeto LGBT, como tampoco lo hay entre la subjetividad israelí y los sujetos LGBT israelíes. Esta compatibilidad (e incompatibilidad) se construye discursiva y políticamente y esta misma construcción se desenvuelve en un contexto sociopolítico específico.

Habilitación y bloqueo epistemológico, la academia y la verdad del sujeto

Dar cuenta de la posibilidad de lo LGBT para ser rearticulado y transformado es de principal interés para las problematizaciones epistemológicas que me interesa poner en marcha. Presentar a Ritchie y a Puar como autores que pueden leerse en conjunto es a la vez, situarlos frente a un desafío epistemológico al cual se les pide responder, a la vez que se los sitúa en un contexto académico específico del cual ambos forman parte. En los últimos años, las reflexiones alrededor de los sujetos queer en las sociedades árabes se han desarrollado desde diferentes perspectivas. Como anunciamos, muchas de estas teorizaciones se alimentan principalmente de la importancia que ha tenido en las últimas décadas la política y los sujetos LGBT en el conflicto palestino-israelí como propaganda y explicación (hasbara) israelí y como reconfiguración de la resistencia palestina a la ocupación israelí, a través del activismo queer palestino. Este eje no solamente desarrolló un extenso trabajo académico, sino también periodístico y activista.

Por su lado, Jasbir Puar y Jason Ritchie han alimentado su labor académica al calor de los acontecimientos políticos. Así es como sus escritos difícilmente pueden escindirse de la confrontación existente entre los planes de legitimación del Estado de Israel por un lado y el activismo queer palestino por el otro. Sus planteamientos teóricos no solo dialogan directamente con aquellos planteamientos elaborados por el activismo queer palestino -al cual deben gran cantidad de su ingenio-, sino que el intercambio entre Puar y Ritchie con el activismo ha sido directo e inspirador. Lo interesante aquí no es solo el dialogo entre el activismo y la academia, como tampoco la extensa labor teórica del activismo palestino. Lo relevante aquí se expresa en qué campo académico se vea atravesado por el conflicto palestino-israelí y esto condiciona toda labor teórica que pretenda hablar sobre los sujetos LGBT iraelíes, árabes y palestinos (como también de los sujetos palestinos y árabes en general).

Los cruces y el acercamiento entre el ámbito académico y el activismo palestino, como también entre la academia y los planes de propaganda israelíes, han colocado al ámbito académico en el centro de la disputa por la definición del sujeto LGBT. Si la definición de los sujetos LGBT/ Queer en los países árabes es una disputa política continua atravesada por una multiplicidad de actores, el ámbito académico estadounidense y europeo no ha quedado por fuera de ella. Aquí pretendo realizar un recorte intencional sobre estas polémicas para centrarme principalmente en aquella discutida en el ámbito de la teoría poscolonial: la polémica puesta en escena por Joseph Massad.

Interpreto a Puar y a Ritchie como teóricos que habilitan epistemológicamente al sujeto queer/LGBT árabe en tanto desbloquean aquel sujeto ya negado por gran parte del ámbito académico. A pesar de los autores aquí presentados, el binarismo entre queer y árabe/ musulmán impuesto por las narrativas de los países centrales no ha sufrido un desmembramiento en el historial de los estudios académicos, al nivel en que sí ha sido desmembrado el pensamiento feminista clásico sobre las mujeres del tercer mundo.

El pensamiento de Chandra Mohanty (2008) abrió el espacio, dentro del pensamiento latinoamericano, a una multiplicidad de trabajos académicos que han desarrollado lo que Mohanty caracterizó como un "proceso de deconstrucción y desmantelamiento" (Mohanty 2008, p. 112) del discurso feminista occidental. De esta forma el feminismo del tercer mundo se planteó resistir y producir contra este paradigma, analizando la construcción discursiva de la mujer del tercer mundo reproducida desde Occidente y comparando diferentes experiencias de mujeres que diferían de esta construcción. (Seguer, 2012)

Por su lado, frente al reduccionismo del feminismo occidental criticado por Chandra Mohanty, los estudios centrados en las experiencias del feminismo islámico han dado lugar a las mujeres árabes como sujeto político proclive a ser abordado por la academia4. A nivel académico, este paso epistemológico ha permitido considerar a las mujeres árabes como sujetos políticos dentro de sus sociedades, sin por ello ligarlas directamente a los intereses coloniales o imperialistas. Lo crucial en esta perspectiva, a tono con las propuestas de Mohanty, es aquel paso que habilitó dentro del discurso académico el estudio de articulaciones complejas y novedosas entre el feminismo y el Islam, socavando la oposición inquebrantable que había proclamado el feminismo occidental. De esta forma, la propia noción de mujeres árabes se desliga de su aspecto netamente pasivo y victimizado.

Anteriormente, propuse que la ruptura (o desmantelamiento) entre la noción de mujeres árabes y su aspecto pasivo, y no tuvo lugar en lo que respecta a los sujetos y la política LGBT. De esta forma, las experiencias LGBT quedan por fuera del campo habitualmente abordado por la perspectiva del feminismo del tercer mundo. Así, al abordar los entramados discursivos de AlQaws, consideré primordial advertir sobre los bloqueos que alejan la investigación académica de la experiencia de los sujetos políticos LGBT dentro de las sociedades árabes. Esta se centra principalmente en problematizar los binarismos que suponen un sujeto LGBT universal y necesariamente liberal, naturalizados por el discurso LGBT hegemónico y por gran parte de la academia occidental. A la vez, quisiera advertir sobre la ausencia de este tipo de interés académico (como también político) en el pensamiento latinoamericano. Pretendo ampliar el alcance de esta primera preocupación epistemológica y desarrollarla detalladamente.

En este contexto, Joseph Massad (2002; 2007) es uno de los exponentes más conocidos de esta visión ahistórica, dando lugar a lo que interpreto como un bloqueo epistemológico de toda rearticulación de lo LGBT, y por lo tanto, de todo sujeto que la agencie. Frente a este planteamiento, la habilitación de la rearticulación de lo LGBT se da, al menos explícitamente en Ritchie (2010), a través de la crítica al bloqueo operado por Joseph Massad. La problematización realizada por Ritchie cuestiona el carácter esencialista de la argumentación de Joseph Massad. A través de este cuestionamiento, Ritchie desarrolla a la vez una crítica a la pregunta por la verdad y la autenticidad del sujeto. Massad, al igual que Puar y Ritchie, problematiza el discurso gay internacional y su relación con las agendas imperialistas. Sin embargo, Massad supone que este mismo discurso es el que "produce homosexuales, como también gays y lesbianas, allí donde estos no existen" (Massad 2002, p. 363. Traducción propia); en consecuencia, aquel cuerpo árabe que asume la identidad LGBT es portador de una identidad extranjera, resultante del discurso gay orientalista' y es por ende, un agente del imperialismo (Massad 2002; 2007).

La crítica de Ritchie advierte que el problema en Massad no es su crítica a lo que podría entenderse como homonacionalismo, sino su negación explícita de todo sujeto que pueda portar en sí configuraciones novedosas de lo LGBT. Massad no solo se refiere a la identidad LGBT en tanto aquella asunción universal del discurso hegemónico, sino que se refiere a lo LGBT en tanto episteme sexual inevitablemente occidental5. Al suponer la invariabilidad histórica de lo que se entiende por identidad LGBT, Massad asume al discurso LGBT hegemónico como verdad del sujeto. Al hacerlo, olvida las relaciones sociales reales dentro de las cuales estos discursos tienen sus efectos y su circulación; donde son utilizados, reutilizados, cuestionados, y transformados.

Propongo que frente a esta operación de Massad, los aportes teóricos de Puar y Ritchie pueden ser interpretados, como una crítica a dicha verdad del sujeto. La clave no sería entonces abandonar el estudio de los ligues entre el imperialismo y los discursos LGBT hegemónicos, sino hacerlo sin bloquear las posibilidades de su rearticulación y reapropiación política.

Preguntarse entonces por el orientalismo de los sujetos LGBT árabes bajo este contexto del uso del orientalismo como categoría acusatoria, no sería entonces un camino provechoso del quehacer teórico. Esto no supone una resistencia innata de todo sujeto árabe que se reclame LGBT, como tampoco la imposibilidad de teorizar sobre la resistencia y la normalización de los cuerpos árabes, sino que advierte sobre la reducción misma que se pone en marcha a través de los planteamientos binarios entre orientalismo y resistencia. Donde resistencia no solo se asemeja más a una idea de autenticidad, sino que además se reemplazaría la problematización sociológica e históricamente situada por una definición a priori del sujeto.

Lo que hace que los argumentos de Massad se conviertan en el centro de la crítica epistemológica es probablemente su lugar privilegiado en la teoría poscolonial. Debido a la autoridad intelectual de Massad por ser discípulo de Edward Said (aunque no solamente por esto), sus escritos teóricos han tenido un fuerte impacto en el ámbito académico, así como también en las discusiones del activismo palestino. Al retomar la centralidad de la disputa por el sujeto árabe LGBT -en auge dentro de la academia y el activismo dedicado al conflicto palestino-israelí-, los escritos de Massad han tenido consecuencias teóricas. En gran parte, la crítica llevada a cabo por Ritchie la comparten las teorizaciones de activistas LGBT palestinos.

En este sentido, el acontecer político no espera al desarrollo de la crítica epistemológica y puede llegar directamente hasta las teorizaciones para arrebatarles aquello que podrían tener de certero. De esta forma, los sujetos concebidos como receptores pasivos de los discursos orientalistas pueden mostrarse como sujetos inmersos en relaciones sociales complejas e históricamente situadas que no se evidencian como mera reacción de los discursos hegemónicos. En este sentido, el estudio de las rearticulaciones políticas de los grupos palestinos ha dado lugar a una posible dislocación de los bloqueos epistemológicos hoy presentes en la mayoría de las perspectivas teóricas. Por otro lado, este bloqueo explícito en Massad suele extenderse de forma implícita sobre la mayoría de las teorías dedicadas a los sujetos subalternos del tercer mundo, no tanto por su bloqueo explícito sino por la ausencia de lo LGBT como problema en las sociedades árabes.

Siguiendo esta perspectiva, en mi escrito "Cruzando fronteras epistemológicas hacia el Movimiento queer palestino" (Seguer, 2012) me aproximo al caso de AlQaws, una agrupación queer palestina activa en Israel, Gaza y Cisjordania. A través del análisis de un amplio archivo documental, me propuse indagar la particular ligazón que realiza AlQaws entre la resistencia palestina y la agencia política de los sujetos LGBT/queer palestinos, parte de esta aproximación se encuentra sintetizada en el artículo. El estudio de las declaraciones, los documentos oficiales y los escritos teóricos de la agrupación me permitieron profundizar en cómo la agrupación trabaja por desarmar la unión entre la política LGBT/Q y el paradigma liberal de las identidades aisladas. Este desentendimiento se pone en marcha para dar lugar a una articulación política entre los sujetos LGBT/Q y lo que la agrupación entiende por "resistencia palestina". Sosteniendo la necesidad de unir ambas perspectivas políticas, la agrupación termina por proponer una reformulación de aquello que se entiende por política LGBT/Q.

De esta manera,

[...] las lecturas hechas por Al Qaws articulan la materialidad de la ocupación (los checkpoints y sus requisas, las divisiones territoriales y sus alcances, y las consecuencias de vivir a través de un cuerpo racializado) en un armado político que traduce estos rasgos objetivos como aquello que torna ineludible al queer palestino la noción de su cuerpo racializado, y en suma, lo que le hace sentir la urgencia de una identificación como sujeto de múltiples opresiones. (Seguer, 2012)

Es así es como para AlQaws el movimiento es doble: se debe trabajar en una problematización constructiva de la sexualidad y la homofobia en la sociedad palestina, a la vez que se debe formar parte de su lucha histórica contra la ocupación. Desde la agrupación, esta creación de una perspectiva política nueva se presenta en confrontación directa con los discursos LGBT hegemónicos del nacionalismo israelí.

La breve introducción de este caso responde a la necesidad de introducir en la disputa política del sujeto LGBT -de sus objetivos, posibilidades de acción e identificaciones-, características que no se conjugan de una manera evidente y única. La misma conjugación política de lo que es y debe ser un sujeto LGBT solo se torna posible en la práctica política. Así, lo que se encuentra en disputa no es otra cosa que la definición de las subjetividades y los proyectos políticos LGBT. Con esto, me interesa enfatizar el carácter conflictivo de todo sujeto que se reclama LGBT en Israel, así como de aquel que se reclama LGBT en Palestina y otros países árabes.

La disputa por la subjetividad LGBT israelí no puede desligarse de una disputa por la definición de la subjetividad LGBT-Queer árabe. De la misma forma, las rearticulaciones puestas en marcha por los sujetos árabes se encuentran condicionadas por -y a su vez interpelan y transforman- los discursos LGBT regulatorios.

Orientalismo, antisemitismo y homonacionalismo. Sobre el uso de las categorías

Desde la teoría de Massad, pero no solo desde ella, el Orientalismo se ha convertido en una categoría que puede devenir en acusatoria. Esto da lugar a un reduccionismo que crea una sombra sobre toda articulación de un sujeto queer (un sujeto cuya política e identidad puede configurarse de múltiples maneras) y que oscurece también cualquier práctica política que de él devenga, abandonándolo al fantasma del orientalismo (Seguer, 2012). A la vez, el orientalismo como arma contra burdas concepciones de agente imperialista también ha banalizado y simplificado las teorizaciones que tratan de analizar el vínculo entre los discursos supremacistas de la nación y los sujetos queers aceptables.

El uso reduccionista de la categoría orientalismo, combinado con su poder acusatorio, encuentra cierto paralelo con los recientes debates sobre el término antisemitismo como estigmatización punzante sobre ciertos trabajos teóricos. En Vida Precaria (2006) Judith Butler esbozó una crítica a la utilización del antisemitismo como categoría acalladora del disenso y como marca estigmatizadora de ciertos trabajos académicos que abordaron el conflicto palestino-israelí dentro del ámbito académico estadounidense y europeo. De la misma forma, años después, Jasbir Puar analizó la utilización del antisemitismo como acusación para dejar de lado el análisis de la imbricación entre el nacionalismo israelí y la excepcionalidad sexual. Si bien desde ángulos sumamente distintos, el orientalismo y el antisemitismo comparten su cualidad de marcas estigmatizadoras que pueden sobrevolar la producción teórica una vez entrada al ámbito académico.

Distinto ha sido, por el momento, el uso de la categoría homona-cionalismo. Este texto recupera los aportes de Jasbir Puar y de Jason Ritchie en tanto dislocan la pretensión de verdad sobre el sujeto y mientras tanto, contribuyen a la reflexión de los fenómenos sociopolíticos contemporáneos. A su vez, es necesario precisar que homonacio-nalismo como categoría a priori, puede ser protagonista de los mismos reduccionismos a los cuales ha servido la categoría de orientalismo y eventualmente, a su uso como estigma sobre los trabajos académicos. En este sentido, considero útil los aportes del homonacionalismo para pensar fenómenos discursivos concretos y geopolíticamente situados. Por ello, considero que este tipo de categoría sirve para pensar el funcionamiento de campos y contextos discursivos diferenciables, la dinámica de sus elementos y las características que hacen posibles ciertos fenómenos discursivos en contextos específicos.

Un ejemplo de este uso que evalúo como prolífero es aquel que me llevó a analizar la pornografía gay israelí dentro de la disputa del sujeto LGBT (Seguer, 2013). Esta línea de pensamiento me fue de gran utilidad para pensar el contexto discursivo que hacía posible un proyecto pornográfico nacionalista y su participación en la construcción de un sujeto LGBT adecuado para el relato nacional israelí. ¿En qué contexto discursivo es posible que la pornografía gay se reclame y se piense a sí misma como un sujeto necesario para el desarrollo del Estado israelí? Y de la misma forma, ¿cómo se había hecho posible que una multiplicidad de actores sociales se pregunten por el éxito de la pornografía gay para salvar y mejorar la imagen de Israel ante el mundo?

En aquel momento, me propuse abordar el material audiovisual "Men of Israel" (2009), realizado en Israel por Michael Lucas, un empresario líder del mercado pornográfico. En esa investigación presenté al sujeto gay patriótico materializado mediante la construcción de los personajes, los cuerpos y el espacio, entre otros elementos. El análisis no se redujo a este material, sino que incluyó otros materiales audiovisuales y declaraciones que complejizaban la subjetividad construida por Lucas. A la vez, este abordaje se basó principalmente en el análisis de un vasto archivo de la propaganda/ hasbara LGBT israelí. Esto respondía al necesario enmarque del proyecto de Lucas dentro del contexto abierto por la misma hasbara. Por ello, era necesario contextualizar y delimitar aquel contexto discursivo abierto por la propaganda (hasbara) israelí e inextricablemente ligado a la disputa por la subjetividad LGBT.

Uno de los rasgos básicos que identifiqué a lo largo del análisis documental, fue que

[...] una característica central de estos proyectos es que se presentan a sí mismos como los responsables de mostrar al mundo cómo es realmente la vida israelí, el ser israelí, y las potencialidades con las que Israel y los israelíes cuentan para posicionarse como ciudadanos de un Estado legítimo y necesario en un orden geopolítico, pero también personal. Por ello, estas narrativas apelan directamente a cómo Israel debe sentirse y experimentarse; a cómo debe ser celebrado y a cómo debe exponer su autenticidad." (Seguer, 2013)

En este punto adquiere importancia la palabra hasbara utilizada para nombrar la propaganda israelí. Hasbara propone entender la propaganda como una explicación de la realidad/verdad. Así, la hasbara da lugar a un entramado de discursos que se proponen delinear aquello que es verdadero y real sobre Israel. Por otro lado, el proyecto pornográfico de Lucas y el mismo Michael Lucas, en tanto personificación de la hasbara, no responden a un plan gubernamental, sino que pueden ubicarse como un proyecto que articula la hasbara con la pornografía para dar lugar a una retórica LGBT nacionalista específica. Esto extiende el alcance de la hasbara a otra dimensión, a la vez que da un ejemplo de cómo la misma excede los planes de gobierno y el pensamiento de guerra, para dar lugar a un entramado discursivo que atraviesa toda disputa por la subjetividad LGBT israelí, como también palestina.

Mi labor teórica no se guia entonces por declarar el homonacionalismo de la propaganda israelí, sino por indagar y abordar la particularidad misma del ligue entre los planes gubernamentales, el pensamiento de guerra y la pornografía nacionalista en cuanto a la política y la subjetividad LGBT. Elementos que en su conjunto, dan lugar a un campo discursivo reconocible que extiende, no sin conflictos, prácticas e identificaciones posibles de ser puestas en marcha, como también transformadas, por la sociedad israelí y sus sujetos concretos. En usos como este, el homonacionalismo no se valora tanto como categoría explícitamente aplicable, sino por aquello sobre lo que permite reflexionar. A su vez, esta reflexión no implica una totalización de los campos discursivos que se abordan, sino que da espacio al abordaje de sus solapamientos y ambigüedades, como a las posibilidades de su transformación y reformulación.

En síntesis, veo productivo utilizar este pensamiento para un análisis de las estrategias y formaciones discursivas que operan entre y a través de los relatos constitutivos de la nación y el ciudadano patriota; y no así una utilización reduccionista dedicada a declarar la verdad sobre actores sociales específicos aislados de su contexto histórico y político. Encuentro el valor de los planteos de Ritchie y Puar en tanto sus teorías son informadas por los contextos discursivos entre los cuales circula y opera la islamofobia, la excepcionalidad queer y el discurso de derechos humanos hegemónico. Es al indagar sobre el funcionamiento de contextos y campos discursivos históricamente informados donde abordar el lugar de lo queer como regulatorio es un proyecto más que prolífero.

A modo de cierre

Lo que ha dado resultado a las reflexiones teóricas aquí expuestas es una reunión de aquellos problemas teóricos que se me han presentado al abordar el elemento LGBT en la relación Palestina-Israel. Debido a la falta de su teorización específica en autores latinoamericanos, el elemento LGBT en las sociedades árabes continua siendo de una marginalidad notable en los debates latinoamericanos dedicados al estudio de estos países. Sin embargo esta especificidad no hace a estos autores irrelevantes para la reflexión latinoamericana. Por un lado las observaciones de Puar al considerar que la retórica excepcionalista de los Estados Unidos no se basa tan solo en el castigo del otro perverso, sino que también se vincula con la construcción del Imperio como centro de tolerancia y pluralidad a la vez que se mantiene dentro de los parámetros de la normalidad (Puar, 2006).

La pasada observación encuentra ciertas similitudes con las nociones de multiculturalidad, trabajadas y criticadas por ejemplo, por pensadoras latinoamericanas como Rita Segato (2007). La existencia de estos planteos en el mismo ámbito académico estadounidense se presenta como un rasgo llamativo de estas teorizaciones, a la vez que las dota de una actualidad y una cercanía inigualable a los debates contemporáneos de su propio ámbito. Atravesados cotidianamente por las disciplinas y los efectos discursivos del contraterrorismo y la guerra contra el terror, los planteos de Puar y Ritchie son un ejemplo emblema de aquellas líneas teóricas que, a pesar de su marginalidad con relación a los objetos privilegiados de los centros académicos, se abren un espacio creciente en la producción teórica. En la actualidad, esta producción ha sido más accesible al debate israelí-palestino que a los debates latinoamericanos, su falta de traducción la mantiene al margen de los debates latinoamericanos y la aparente lejanía del fenómeno contraterrorista la apartan de las discusiones teóricas latinoamericanas. Sin embargo, estas lecturas no son solo provechosas para aquellos dedicados a la teoría de género en los países árabes, sino que pueden aportar a los crecientes debates en torno a la institucionalización de la política LGBT y sus encuentros con los relatos nacionales.

De la misma forma, en materia de política LGBT hay procesos semejantes a aquellos presentes en la construcción de la excepcionalidad estadounidense en el carácter civilizatorio de los avances legislativos. Estas concepciones, muchas veces ligadas a los fenómenos turísticos y a la construcción de ciudades gay-friendly, responden a un estatus implícito de civilización y excepcionalidad nacional. El tratamiento de las poblaciones queer/LGBT por parte de los relatos nacionales latinoamericanos de la multiculturalidad también operan a través de una economía de inclusiones y exclusiones y necesariamente delimitan aquellos sujetos aptos frente a la monstruosidad de ciertos cuerpos6.

Por estas características, creo provechoso atender a los ejes trabajados en el presente artículo, los cuales podrían inspirar y dialogar con el pensamiento del feminismo poscolonial latinoamericano. A la vez, veo que muchos aspectos de estos debates son provechosos para pensar los fenómenos turísticos contemporáneos de las sociedades periféricas: la importancia cada vez mayor de una retórica normativa gay/LGBT en el discurso turístico que legitima y civiliza las ciudades latinoamericanas no debería quedar desatendida; este punto se hace aun más prolífero al apuntar que el discurso turístico LGBT muchas veces va ligado a la consolidación de las llamadas marcas país o marcas ciudad (el caso argentino es notable al respecto). Por supuesto, estas consideraciones pueden extenderse a los discursos y los trabajos académicos institucionales que reducen el aspecto LGBT a progresos legales/institucionales.

Al esquivar la esencialización de lo LGBT como necesariamente resistente y radical, se abre la posibilidad para nuevos estudios y perspectivas a aplicar en los estudios de la política y los sujetos LGBT en otras partes del mundo. Este campo ya ha sido abierto y promete ser productivo. Por otro lado, el presente artículo pretende advertir sobre las precauciones epistemológicas que debe asumir todo abordaje del ligue entre los sujetos y la política LGBT con los discursos normativos de la nación o la institucionalidad.

Con este texto espero haber contribuido a la aproximación a temáticas clave y de interés contemporáneo, generalmente marginadas en la literatura latinoamericana. Con esto no propongo una preferencia/ excelencia de estas teorías sobre otras, ni una inexistencia de algunos de estos planteamientos en autores latinoamericanos, sino que me propongo acercar al pensamiento latinoamericano ciertos debates específicos que, debido a su falta de traducción y a su reciente desarrollo, aún permanecen alejados de la reflexión regional.


Pie de página

3Con esto, Ritchie enfatiza además el carácter de reforzamiento que tienen las historias de vida de palestinos LGBT presentados como relatos atroces por parte del activismo israelí. De la misma forma, el continuo énfasis en la tortura y el asesinato de los sujetos LGBT a manos de la sociedad palestina es recurrente en la propaganda israelí, anclando estos cuentos atroces como parte de su naturaleza patológica.
4Pueden encontrarse extensas listas de estos escritos en el texto de Nayereh Tohidi "'Feminismo Islámico': Negociando el Patriarcado y la Modernidad en Irán" (2008).
5Estas conclusiones de Massad se relacionan con la posición del autor acerca de la no existencia de la heteronormatividad en el mundo árabe, previo a su relación con Occidente. Sosteniendo este estado previo no heterosexista es como Massad desenvuelve sus argumentos. Desde cierto dejo de retorno a una sexualidad árabe pre-contacto con occidente, es que surgen sus mayores complicaciones para el análisis de los procesos políticos e identitarios árabes en el contexto actual. (Massad, 2002; 2007)
6Este aspecto excede los estudios queer y feministas, a la vez que nos sugiere lo provechoso que resulta el diálogo entre estas perspectivas y otros campos de pensamiento. Un ejemplo en el cual me he estado enfocando recientemente es la construcción de la monstruosidad del cuerpo religioso umbanda-africanista en Argentina, ligada directamente a la sexualidad patologizada de estos cuerpos y su consiguiente exclusión como ciudadano legítimo.


Referencias

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