SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue80Towards a Contextualization of Cape Verdeans Migration in the Greater Buenos Aires from their Generational DifferencesDiscover or Intervene? Interculturality Knowledge in Brazil and Mexico higher Education: Policies and Intercultural Subjects as Objects of Reflection and Knowledge author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Universitas Humanística

Print version ISSN 0120-4807

univ.humanist.  no.80 Bogotá July/Dec. 2015

https://doi.org/10.11144/Javeriana.UH80.denr 

Desañando al Estado-nación: Reclamos de autonomía del pueblo pasto1

Challenging the Nation-State: Pasto Community Autonomy Claims

Desañando o Estado-nação: Reclamações de autonomia do povo pasto

Claudia P. Carrión Sánchez2
Universidad Nacional Autónoma de México, México3 claudiacarrionmx@gmail.com

1Artículo de reflexión. El artículo presenta resultados de una investigación realizada a lo largo de una década. Busca analizar e interpretar de una manera crítica el tema de la autonomía en la frontera colombo-ecuatoriana retomando fuentes secundarias y primarias. Este artículo contiene información de la investigación de tesis realizada para optar por el título de Maestra en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México. Contó con una beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT en México 2009-2011.
2Maestra en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Magíster en Integración, mención en Política Exterior de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito, Ecuador y Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas en Bogotá, Colombia
3Estudiante de Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México

Recibido: 14 de febrero de 2014 Aceptado: 19 de mayo de 2014 Disponible en línea: 15 de marzo de 2015


Cómo citar este artículo

Carrión Sánchez, C. P. (2015). Desafiando al Estado-nación: Reclamos de autonomía del pueblo pasto. Universitas Humanística, 80, 133-157. http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.UH80.denr


Resumen

Este artículo hace una reflexión sobre el proceso de autonomía adelantado por las comunidades indígenas pasto, asentadas en la frontera colombo-ecuatoriana. Este proceso demuestra el continuo colonial que han tenido las comunidades indígenas en los Estados-nación de Colombia y Ecuador, que a pesar de tener una producción legislativa sobre el tema, no han operado para desarrollar adelantos que mejoren el proceso de exclusión y exterminio de las comunidades originarias. En primera instancia se examinan los desafíos que presentan los Estados en la frontera, donde la movilización de la población se ve interferida por el énfasis en militarización que han adoptado como medida frente al peligro del conflicto armado colombiano. En segunda instancia se reflexiona sobre el proceso de reconocimiento autonómico que ha adelantado el pueblo pasto de ambos lados de la frontera en búsqueda de la reconstrucción de su identidad y pervivencia en sus territorios ancestrales.

Palabras clave: pueblos indígenas; frontera; autonomía; Estado-nación


Abstract

This article reflects on the autonomy process carried out by the Pasto indigenous communities that are settled down along the Colombian-Ecuadorian border. This process demonstrates the colonial continuum that the indigenous communities have had in the Nation-States of Colombia and Ecuador, which despite having a legislative production on the subject, have not operated to develop breakthroughs to reduce the exclusion and extermination process experienced by the original communities. Firstly, it is carried out an analysis of the challenges presented in the border States where mobilization of the population is interfered by the militarization adopted as a measure against the danger of the Colombian armed conflict. Secondly, we examine the process of regional recognition that the Pasto community has made progress on, which has been developed on both sides of the border in search of the reconstruction of their identity and the survival in their ancestral lands.

Keywords: indigenous people; border; autonomy; Nation-Stat


Resumo

Este artigo faz reflexão sobre o processo de autonomia adiantado pelas comunidades indígenas pasto, assentadas na fronteira colombo-equatoriana. Este processo demostra o continuo colonial que têm tido as comunidades indígenas nos Estados-nação da Colômbia e Equador, que embora tiver uma produção legislativa sobre a questão, não operaram para desenvolver adiantamentos a melhorar o processo de exclusão e extermínio das comunidades originárias. Em primeira instância examinam-se os desafios que apresentam os Estados na fronteira, onde a mobilização da população fica interferida pela ênfase na militarização que adotaram como medida frente ao perigo do conflito armado colombiano. Em segunda instância reflete sobre o processo de reconhecimento autonômico que tem adiantado o povo pasto de ambos os lados da fronteira em procura da reconstrução de sua identidade e sobrevivência em seus territórios ancestrais.

Palavras-chave: povos indígenas; fronteira; autonomia; Estado-nação


La frontera, más allá de ser un punto fijo es un punto en constante disputa y más si va cargada de reclamos identitarios. La visión de integración de las comunidades andinas identifica a estas como culturas de reciprocidad que merecen el establecimiento de sociedades interculturales y políticamente plurinacionales.

Es el caso del pueblo indígena de los pastos4 ubicados en zona fronteriza al norte de Ecuador y al sur de Colombia en la parte central del Departamento de Nariño y en el norte de la Provincia del Carchi5. Esto ha generado que sus problemas sean diversos pero a la vez tengan un origen puntualmente ubicado. Este origen problemático es la pérdida de su identidad colectiva como pueblos de la nación pasto debido a la falta de autonomía en sus territorios. Sumado a esto el abandono estatal que ha producido el avance de la violencia y la pobreza. Su división como pueblo inició desde tiempos de la colonia pero fue tras su consolidación como Estados-nación de Colombia y Ecuador que esta fragmentación tomaría su forma definitiva.

Desafíos del Estado-nación en Colombia y Ecuador

Los Estados-nación en estos territorios no fueron esa solución colectiva que buscaba un pueblo emancipado y nacionalmente cohesionado. Incluso para muchos pueblos indígenas el proceso de instauración de dichos Estados sería más cruel que el mismo periodo colonial que les hizo concesiones de territorios y respetaba algunas leyes indígenas. En Ecuador por ejemplo "durante la época colonial se garantizó a los indígenas la posesión de las tierras comunales" (Almeida y Arrobo, 2005, p. 63). Estas leyes significaban un cierto nivel de protección que en la República quedaría totalmente eliminado. Esto se mostró más evidente con las leyes que siguieron a la independencia.

En Colombia por ejemplo, tras la Independencia los indígenas fueron declarados ciudadanos individuales, por ello se desmanteló el sistema de resguardo buscando la propiedad privada (Rappaport, 2000, p. 116), enfrentando un nuevo sistema político que los negaba a favor de los intereses de la unidad nacional, unidad que beneficiaba la expansión capitalista y a la élite dominante (Rappaport, 2000, p. 183), así los colombianos lucharon por definir su propio territorio y nacionalidad a costa de la autonomía de las comunidades indígenas que vivían dentro de los límites. Igualmente en Ecuador la independencia de la corona española, solo sería emancipatoria para los hacendados y un pequeño grupo de ecuatorianos, excluyendo a indígenas, afroecuatorianos y todos los otros grupos subalternos (Llásag, 2012, p. 92).

Por tanto, para las comunidades indígenas existió una continuidad severa del sistema colonial durante la instauración de los actuales Estados-nación, esta percepción de inferioridad hacía los indígenas por parte del Estado no cambiaría, incluso hasta la actualidad esta premisa fue el principal fundamento para continuar con los huasipungos6 en Ecuador y hasta finales del siglo XX con el terraje7 en Colombia.

En este contexto es importante entonces contemplar que las formaciones nacionales en América Latina están dadas dentro de una colonialidad del poder (Quijano, 2000a) que propone que dentro de los territorios latinoamericanos se limitó la capacidad de imaginar, por vía de la imposición, acerca de otra forma de organización política. Ejemplo de ello fue la implantación de la idea de una única forma de organización político administrativa en América Latina: el Estado-nación. Colonialidad que señala Walsh evidenciando la prolongación de la dominación étnico-neo-europea sobre las poblaciones indígenas hasta el siglo XX, insistiendo que debido a ello los países latinoamericanos no han dejado de ser coloniales (2009, p. 30).

Es decir que hasta el día de hoy se busca hacer legítimo un orden específico de dominación mediante la etiqueta democrática o nacionalista, olvidando que las relaciones generadas en este proceso de imposición no cesaron (Quijano, 2000b, p. 20). Esta importación europea poco dejó a la imaginación real de la mayoría de la población; convirtiéndose en un esquema modular que se reacomodó en los países coloniales; provocando que cada historia local de lucha creara sentimientos y narrativas diversas que desbordan esos modelos nacionales cerrados.

Este es el caso de las historizaciones propias de la comunidad indígena de los pastos, que en medio de esta colonialidad del poder se ven imbuidos en la legislación de dos Estados que aún no reconocen su nacionalidad pasto, que incluso va más allá de las fronteras nacionales de cada Estado. Aunque sus territorios tienen reconocimiento especial a través de dos figuras, el Resguardo8 en Colombia y la Comuna9 en Ecuador, algunos autores (Gros, 1993; Walsh, 2009) demuestran cómo estas medidas integracionistas de plurietnicidad y multiculturalismo constitucionalmente insertadas no son efectivas para el desarrollo equitativo de las comunidades originarias ni solucionan el problema histórico de racismo y exclusión.

Un ejemplo aún más evidente de este proceso de inclusión legal pero no real, es la exclusión en la que permanece la región. Esta se expresa en los altos niveles de pobreza, especialmente en el área rural, mostrando el poco interés de los gobiernos de ambos lados por superar las diferencias creadas desde la colonia. Cuando se revisa la situación del departamento de Nariño, el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) para 201110 tiene un promedio de 43.79%, bastante elevado en comparación con la media nacional, que es de 27.78% (DANE, 2011). Del lado ecuatoriano la situación no mejora, la provincia del Carchi mantiene un índice de pobreza elevado (Calderón Tobar, 2006, p. 10), además presenta un NBI de 57,2% para 2011 (GAD Carchi, 2014), superando ampliamente al nacional de 39,4% (GAD Carchi, 2014) para este mismo año.

Lo anterior demuestra que no han existido políticas o programas eficientes que hayan logrado desvanecer la brecha que enfrentan las comunidades indígenas en un proceso de colonialismo interno en el que la población indígena sigue siendo marginalizada por una sociedad blanco mestiza como si fueran colonias internas (González Casanova, 2006). Esto evidencia que hay una corresponsabilidad entre raza y pobreza que sigue marcando hoy la colonialidad del poder (Quijano, 2000a).

Además de la pobreza generalizada en las comunidades pasto se observan muchas dificultades para poder desarrollarse como un pueblo con cosmovisión propia. Entonces ese reconocimiento como Estados multiculturales, pluriétnicos (Colombia) y plurinacionales (Ecuador) 11 no ha supuesto que estos actúen en conformidad en esta zona. Hablar así de reconocimiento multicultural o intercultural sin reconocer políticas específicas para el trato de la diversidad resulta un vacío significante.

Esto se ve reflejado en otra de las grandes dificultades que presenta el pueblo pasto: el contacto entre las comunidades ubicadas a cada lado del margen fronterizo. Ese contacto muchas veces es cuestionado y criminalizado por parte de las autoridades oficiales de ambos lados de la frontera. La movilidad de los fronterizos pastos en algunos municipios como Tufiño (Carchi-Ecuador) y Chiles (Nariño-Colombia) se da mínimo una vez a la semana. El mayor nivel de actividad por la cual la población asegura movilizarse, antes que comprar o trabajar, es visitar parientes o asistir a fiestas y en segundo lugar, el peonaje o ir de compras.

La movilidad constante del pueblo indígena de los pastos es de f larga data familiar, como lo expuso el gobernador de la provincia del f Carchi (E. Benavides Tapia, comunicación personal, 2 de marzo de 2010). Esto es común: la gran cantidad de parientes, novios, compadres y amigos que tienen los habitantes pasto de cada lado de la frontera. Este orden que además es ancestral se ve trastocado por las dificultades de movilidad que surgen dependiendo de las relaciones políticas de ambos Estados. Dicha intranquilidad aumentó con mayor severidad desde 200612 cuando el número de requisitos para cruzar de lado y lado cambió y ha venido variando en los últimos años.

Lo que parece más curioso es que las intervenciones que tienen los Estados en dicha frontera, al contrario de ser beneficiosas, se hacen basadas en el desconocimiento y terminan afectando a la población en forma negativa (E. Benavides Tapia, comunicación personal, 2 de marzo de 2010).

Para realizar su movilidad los habitantes afirman que hay muchos pasos independientemente del institucional paso migratorio del puente internacional de Rumichaca (B. Arco, comunicación personal, 27 de febrero de 2010). Acotan "incluso por nuestros terrenitos llegamos a los de los vecinos del otro lado y nadie dice nada" (C. Puetate, comunicación personal, 26 de febrero de 2010). De esta manera, logran sin ningún inconveniente visitar a parientes, asistir a fiestas y a otras actividades culturales que organizan como pueblo indígena de los pastos.

La segunda motivación de movilidad que se reporta es la compra de productos de la canasta familiar. Esta es una actividad que es criminalizada en lo que se denomina contrabando o ayuda a la insurgencia. Aunque los habitantes apelan a una cuestión de lógica económica, argumentando que siempre se hacen las compras donde mejor convenga, según el cambio monetario, es importante saber que uno de los productos que más se lleva de Ecuador a Colombia es el gas13, muy usado para cocinar domésticamente, pero también ocurre con la papa, la leche, huevos y otros productos básicos de la canasta familiar.

Otro tipo de movilidad unida a esta son las visitas entre comunas y resguardos pasto para aprender lo que desarrollan en cada lado sobre agroecología en sus huertos pequeños, para lograr también un intercambio de experiencias en cuanto a la crianza de animales menores dentro de la cosmovisión pasto.

Así vemos que la cotidianidad del pueblo que mantiene lazos culturales ancestrales, en medio de una supervivencia constante, se ve altamente atacada. Por esto, uno de los reclamos más inmediatos es la necesidad de una cedulación especial o doble cedulación, que supondría un verdadero reconocimiento de comunidades indígenas ancestrales que no desaparecieron en su totalidad con el avance del Estado-nación y que tampoco se adecuan tajantemente a las fronteras delimitadas por sus gobiernos.

El problema de la movilidad, que de por sí ya es un hecho lamentable, se ve bastante afectado por un elemento fundamental: el impacto del conflicto armado colombiano en esta zona, que se configura como un punto clave para el narcotráfico y para la insurgencia. Para el narcotráfico, porque Ecuador funciona como puente de tránsito para la salida hacia el Pacífico y para la insurgencia, sirve para el aprovisionamiento de precursores químicos empleados en la elaboración de la cocaína y para el lavado de dinero ilegal, aún más después de la dolarización ecuatoriana; también sirve a la insurgencia para el aprovisionamiento de armas, descanso, reabastecimiento y finalmente como retaguardia estratégica de refugio (Lauret, 2009, pp. 72-73).

El Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta N°1 de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas confirmó que en el área opera la columna móvil de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC Mariscal Sucre, igualmente refirió que las amenazas más importantes para ellos en esta zona eran el contrabando, narcotráfico y la gran cantidad de puentes ilegales donde incluso encuentran poleas a través de las cuales se pasa el contrabando, que normalmente tiene que ver con precursores químicos para procesar la droga, armamento, equipo de intendencia como uniformes, mochilas y explosivos (B. Mena Villamarín, comunicación personal, 24 de febrero de 2010).

En algunas construcciones como el colegio de Tufiño-Ecuador hay evidencias de enfrentamientos militares, no porque estos se dieran en la zona ecuatoriana sino porque las ráfagas de los fusiles alcanzan a llegar. Esto no queda plasmado solo en los muros, como lo mencionó el director del Colegio de Chiles que manifestó que los niños mantienen esos traumas causados por la violencia y se ven reflejados en los juegos que mantienen con sus pares.

Estas consecuencias del conflicto armado colombiano fueron creciendo desde que se entró en una etapa de regionalización o internacionalización del conflicto durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), especialmente con el Plan Colombia que para la frontera sur colombiana y norte ecuatoriana, supone una etapa nueva, un periodo de distanciamiento y enfrentamiento entre políticas de seguritización y protagonismos políticos, como menciona Roque Espinoza (2008, p. 75).

Lo anterior se ve corroborado por algunos habitantes del lado colombiano que consideran que la situación del conflicto armado y sus dinámicas cambiaron en los últimos diez años. Uno de esos cambios es la presencia más regular de las Fuerzas Armadas Colombianas. En el resguardo colombiano de Chiles esto ha traído fuertes enfrentamientos que hasta el año 2010 eran regulares en la zona. Incluso esto lo reconocen las fuerzas militares del lado ecuatoriano: "desde que empieza el Plan Colombia en el 2000 aproximadamente, se genera una ferocidad del conflicto y agudización de las acciones" (B. Mena Villamarín, comunicación personal, 24 de febrero de 2010).

Esta situación de conflictividad ha llevado a las políticas y programas a desarrollarse en la frontera por parte de ambos gobiernos a ser enfocadas exclusivamente hacia la militarización. Esto, para los habitantes pasto, es un panorama complicado. El director de la Pastoral Migratoria Fronteriza de la diócesis de Túlcan confirmó que a los habitantes "lo que más les afecta es la persecución que se da de parte y parte tanto de las fuerzas armadas estatales de allá o de acá" (J. Lara, comunicación personal, 3 de marzo de 2010).

Igualmente, en las relaciones que existen entre los dos países después de Angostura14 en 2008, el énfasis es más evidente (E. Benavides Tapia, comunicación personal, 2 de marzo de 2010), como mencionó el Gobernador del Carchi, al señalar a la Comisión Binacional Fronteriza (COMBIFRON), comisión que se reunía con regularidad para tratar temas de frontera, integrada por elementos armados, los comandantes militares de Ibarra y Cali. Este es entonces el tema en el que los gobiernos tienen más acción conjunta: lo militar. Por consiguiente, en esta frontera se reflejan fuertes problemas resultantes del conflicto armado colombiano: guerrilla, narcotráfico, refugiados15, militarización y fumigaciones (Hanepank y Montalvo, 2008, p. 38; Laverde y Tapia, 2009, p. 170).

Reclamos de autonomía del pueblo pasto

El camino a la superación de la imposición colonial que tanto impacto trae en la zona lleva a que el reconocimiento de la autonomía indígena pasto sea una urgencia para la supervivencia de la cultura y la ancestralidad pasto. El respeto de sus territorios va desde la posibilidad del tránsito libre en territorios ancestrales en los que tienen sus espacios y ritualidad sagrada, hasta la no perturbación en su territorio por fuerzas armadas de ningún tipo.

Un grupo de estudios tanto de Colombia y Ecuador (Rappaport, 2006; Tattay, 2012; Walsh, 2009), enmarcan este tipo de reclamaciones autonómicas de las organizaciones indígenas como el resultado de un proceso colonial que busca la transformación sustancial del Estado a través de los saberes propios, al tomar dichos saberes, no solo como entramado cultural sino también como de trascendencia política para todo el Estado. Como lo menciona Dussel (1994), las externalidades que construyó el sistema colonial se ven como persistentes y desde allí parten concepciones diferentes del poder. Por ello se explica que la demanda principal de autonomía pasa por la petición de esa transformación hacia un sistema distinto que yo llamo autonomía desde afuera16.

La necesidad de autonomía planteada hoy por el pueblo pasto se comenzó a consolidar en 2005 con reuniones en el Municipio de Aldana, Colombia. Durante este mismo año se venía organizando la Asociación de cabildos y/o autoridades tradicionales del nudo de los Pastos-Shaquiñan bajo el liderazgo de autoridades indígenas de los pastos en Colombia, principalmente por el Taita Efrén Tarapués Cuaical, senador de 2002 a 2006, asociación creada con el objetivo de fortalecer las organizaciones de base comunitaria pasto, que formulan y ejecutan su principal propuesta: el Plan Estratégico Binacional para el Fortalecimiento Cultural y Natural del Pueblo de Los Pastos (E. Tarapués Cuaical, comunicación personal, 03 de marzo de 2006), mediante un proceso de participación para la producción social del conocimiento que garantice el fortalecimiento cultural y ambiental de esta zona, con cuatro ejes fundamentales: Territorio y Ambiente natural; Soberanía Alimentaria, Medicina Natural y Desarrollo Económico; Cultura ancestral y Educación Propia; Gobierno, Administración y Justicia Propia (Shaquiñán, 2005, p. 8).

Frente al uso del territorio como principal reclamo de las autonomías, recordamos que Manuel Quintín Lame encontraba unidas estas dos categorías: autonomía y territorio. Quintin Lame consideraba la tierra como algo profundo que poseía todo indio y todo árbol "porque según sus mismas palabras, era intrasplantable porque sus raíces no se podrían arrancar de donde habían germinado." (Barbosa Baquero, 2010, p. 15) y como no se pueden trasplantar a otro lugar, de allí deviene la herencia de la lucha del territorio por parte de las comunidades indígenas. Entendemos así que las autonomías constituyen entes políticos en el seno de un Estado con ámbito territorial indispensable para los proyectos de autonomía como demanda sólida entre los pueblos indígenas (Díaz-Polanco, 1991).

El Plan Binacional propuesto por la Asociación Shaquiñan para la reconstrucción binacional del pueblo pasto incluye una estrategia pensada y reformulada al principio desde los 21 resguardos de la comunidad pasto del lado colombiano (Shaquiñán, 2005, p. 5), socializada y apoyada por las comunas pasto del lado ecuatoriano17. Este plan está enfocado en la recuperación de la cultura pasto desde la conservación ecológica y ancestral del territorio del Nudo de los Pastos18, mediante la implementación de proyectos de sostenimiento ambiental.

El hecho de formular el Plan Binacional del pueblo pasto con un énfasis ambiental ha permitido solicitar recursos en primera instancia del Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible de Colombia (Shaquiñán, 2005; 2012), pero no quiere decir que su enfoque ambiental tiene una connotación de fortalecimiento de la identidad indígena pasto. Esta consideración de lo ambiental fue una estrategia política que evitó la confrontación directa con el Estado que persigue la idea de las concesiones autonómicas o de autogobiernos indígenas como posibles procesos separatistas.

Este hecho no oculta que desde los líderes, se tenía claridad de que este era un proceso de reivindicación autonómica, algo que expresaron abiertamente: "en el fondo vamos tras la construcción de nuestra nación, la nación de los Pastos y puede llegar a ser un movimiento autonomista como los Zapatistas en México" (J. Aza, comunicación personal, 31 de marzo de 2006).

La primera socialización que se hizo de dicho plan en tierras ecuatorianas fue durante junio de 2006 en Pijal, Ecuador. Allí la iniciativa recibió distintas manifestaciones de apoyo de diversos sectores indígenas de Ecuador, así como el apoyo de dirigentes de la Federación de Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador (FICI):

[...] debemos retomar la unidad de los pueblos no solamente de Imbabura sino a nivel del Ecuador y extenderse a todos los países de América Latina y el mundo [...] no es un problema los límites de acuerdo a la división política que se han hecho; todos tenemos la obligación de unirnos para cumplir nuestros objetivos y esto lo estamos haciendo con los compañeros indígenas pastos. (Representante FICI, 2006)

Otro ejemplo es la expresión de Manuel de la Torre, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y presidente de la FICI en 2006, quien respaldó el proceso, igualmente Benjamín Pozo, representante del Consejo de Comunidades Campesinas, que alberga 35 comunidades en el Cantón Montúfar del pueblo pasto en Ecuador, anota la cercanía que poseen las comunidades pasto de los dos lados fronterizos: "solamente un río nos separa con los compañeros hermanos del pueblo pasto de Colombia. Estos pueblos, reunidos a los quinientos años, nos hemos levantado para formar un solo corazón y un solo espíritu para ser más fuertes (Pozo, 2006).

Efrén Tarapúes, senador de la República de Colombia (2002-2006), señaló acerca del Plan Binacional. en este mismo encuentro que:

En estos Andes norte Ecuador-sur Colombia, la idea es juntar estos procesos, estas experiencias, para mirar cómo constituimos una red de apoyo de intercambio de experiencias, [...] También se ha dicho que nuestros territorios indígenas son organismos vivos. Así entonces, para hacer en Colombia lo que nosotros llamamos plan de vida, no podemos hacer un plan de vida para la cultura, para el pueblo, el resguardo o la comunidad sin mirar el total del pueblo, sin mirar lo que era el total del organismo vivo, el cuerpo, que es la otra parte que tiene el Ecuador en cabeza o en habitación de nuestros hermanos pastos (Tarapués Cuaical, 2006).

Tras estas reuniones los resguardos colombianos organizaron Mingas de Pensamiento con objetivos concretos (cultura, territorio, ambiente). En una de estas Mingas de Pensamiento realizadas en el resguardo de Males Córdoba en mayo de 2006 se socializaron los veintiún referentes que hacían parte de la cultura pasto y en este mismo encuentro se reconoció la necesidad de fortalecer los referentes que con el tiempo han ido perdiendo vigor en las comunidades. De acuerdo a ello, esta reconstrucción de identidad se basa en cuatro directrices básicas: territorialidad, autogobierno, cultura ancestral, educación propia y soberanía alimentaria.

Para lo anterior se han gestionado diversos recursos y proyectos19. En el eje del territorio ha sido fundamental promocionar el fomento de la reconstrucción cultural como un plan de conservación de los páramos que están en la zona por ser fuente de riqueza hídrica y para ello han sido fundamentales las negociaciones con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (Shaquiñán, 2012, p. 101).

En el tema de autogobierno ha sido útil la experiencia de otras comunidades indígenas frente a temáticas de derechos de los pueblos, autonomía, agua y biodiversidad, territorios y planes de vida, por ello se organizó la Asamblea del Parlamento Indígena de América (PIA) con recursos de Áreas de Desarrollo Alternativo Municipal (ARD-ADAM) en 2007 (Shaquiñán, 2011). Igualmente buscaron el fortalecimiento frente a la gobernabilidad y administración entre cabildos y alcaldías con el Proyecto ARD-ADAM, con recursos de USAID y el Programa de Áreas de Desarrollo Alternativo Municipal (ADAM) durante 2007-2008 (Shaquiñán, 2012, p. 102). Asimismo acompañaron a la comunidad indígena pasto de Puerres en la reconstrucción del cabildo y el resguardo. Y continuando con los encuentros, hubo participación en una reunión con los pastos de San Gabriel Ecuador con el fin de hacer propuestas hacia la constituyente de Ecuador.

En el ámbito cultural, Shaquiñan celebró el Inty-Raymi en junio de 2008 en los resguardos de Chiles, Panan y Cumbal, con financiamiento del Ministerio de Cultura de Colombia y la Gobernación de Nariño. Igualmente, se realizó una intervención en el evento del Kolla Raimy celebrado en San Gabriel, Ecuador; además de la elaboración del Proyecto de las Casas de Sanación "Huamukas" presentado ante el Ministerio de Cultura (Shaquiñán, 2011).

Dentro de la idea del fortalecimiento de la educación propia, Shaquiñan ha trabajado mediante un convenio con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el municipio de Cumbal desarrollando el Proyecto Payacua de 2011. Igualmente, en convenio con el Ministerio de Educación de Colombia de 2009 a 2012, desarrollaron un proyecto denominado Shungo Guagua. (Shaquiñán, 2012, pp. 101-102) que pretendía rescatar la seguridad alimentaria (Ministerio de Educación Nacional. Asociación de Cabildos y Autoridades Indígenas del Nudo de los Pastos, 2009). Se evidencia que los proyectos han trascendido los ámbitos de la comunidad, logrando un fuerte impacto académico, como la creación de la cátedra de pensamiento panamazónico Quilla-inty, impartida en la Universidad de Nariño (Shaquiñán, 2011).

Dentro del eje de soberanía hay que destacar la fuerte importancia que tiene la shagra20 y por ello, el énfasis en su conservación, para lo cual se desarrolló el Proyecto Gualkalá apoyado por Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras (VSF-CICDA) durante 2008-2010, el Proyecto Kuripamba PBA 2010-2011, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Gobernación de Nariño que desarrolló el Proyecto ADEL (Shaquiñán, 2012, p. 102). Con la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), Shaquiñan desarrolló un proyecto para tecnificar y fomentar la producción de cuyes en los municipios Ipiales y Cumbal (Shaquiñán, 2011).

Así, el concepto de autonomía visto de esta manera incluiría, identidad cultural, gobierno propio y territorialidad, siendo una construcción ideológico-política (Bolaños et al., 2012, p. 74), es decir la lucha por un territorio para ser construido de manera colectiva donde el derrotero sería la reconstrucción de un poder político diferente al propuesto por la democracia liberal. Como señala Pablo Tattay para el Cauca:

[...] se trata de la progresiva construcción de un poder propio que busca no solo integrarse en igualdad de condiciones al Estado existente, sino ir poniendo las bases, junto con los demás sectores sociales, de un nuevo país y un nuevo Estado, sin exclusivismos, con la participación de todos. (Bolaños et al., 2012, p. 53).

Otra de las fuentes que han impulsado la reivindicación de autonomía de los pastos es la pertenencia de las autoridades de los Cabildos pasto al Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), fundada desde finales de la década de 1970. Esto les ha permitido conocer y entrar en disputa en campos políticos nacionales como el Senado de la República de Colombia. Desde allí y bajo la circunscripción nacional especial indígena, algunos líderes de las comunidades pasto han llegado a ser senadores, permaneciendo vigentes y dinámicos en gestionar proyectos y actividades para el fortalecimiento de las reivindicaciones de autonomía pasto. Esto se ha dado principalmente desde 2006, con el caso del senador Efrén Tarapués Cuaical, que sería reemplazado por otro líder emblemático de las naciones pasto, Ernesto Ramiro Estacio quien ocupó una curul hasta 2010. Este espacio ha simbolizado una visibilidad nacional de las posibles relaciones que pueda tener el movimiento de los pastos.

Por su lado las comunidades pasto de Ecuador pertenecen al Consejo de Comunas Campesinas de Montúfar, organización de segundo grado filial de la Confederación Kichwa del Ecuador Ecuarunari y a través de ella, a la Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador de Conaie. Aunque la intención y planeación del Plan Binacional para la unidad pasto surgió desde las comunidades de pasto de Colombia, la pertenencia de los pastos del lado ecuatoriano a estas dos organizaciones vigentes le dan una visibilidad y un espacio que ha escalado muy rápidamente.

Recientemente debido al desarrollo de varios proyectos Shaquiñan y de las Comunas Campesinas de Montúfar, se ha dado visibilidad nacional e internacional a este proceso sin antecedente, durante el primer congreso constitutivo para la reafirmación de la gran nación ancestral de los pastos titulado "Nosotros los pastos y ustedes también", realizado del 1 al 3 de mayo de 2014 con autoridades pasto de Colombia y Ecuador en San Gabriel, provincia del Carchi, Ecuador, contando con la presencia y respaldo de la premio Nobel de Paz, Rigoberta Menchu y autoridades de la Ecuarunari 21. Con esto se visibiliza un reclamo nacional concreto: el reconocimiento de un territorio especial binacional para los pastos.

Una autonomía que va más allá de jurisdicciones especiales es una forma de poder diferente dentro del Estado necesariamente modificado que significa "la construcción de su propio poder, en medio de un pulso con el Estado, con los poderes económicos y en general, con todas las fuerzas presentes en la sociedad" (Bolaños et al., 2012, p. 73), Con base territorial (recuperación de los resguardos-fortalecimiento de los cabildos) y con un factor espiritual y cultural (sentido propio).

Conclusiones

En este punto es clave resaltar las críticas que se desenvuelven frente a esta mirada, tildándola de esencialista, que como dice Rappaport (2006, p. 258), implica una deslegitimación política. Se alega la exclusión de la población que no se considera indígena pasto dentro de la zona y con ello se tilda a este movimiento como esencialista radical, en busca del rescate de algo inexistente. Esa crítica antiesencialista no es exclusiva de este movimiento sino que es recurrente en la mayoría de las reclamaciones autonómicas que producen metanarrativas decoloniales, lo que evidencia una complicidad con el racismo colonial histórico que busca hacer inferior el conocimiento y las epistemologías producidas por los sujetos coloniales (Grosfoguel, 2011, p. 107). Este antiesencialismo se convierte en un instrumento de silenciamiento que sigue siendo colonial y que sobre todo, sirve para la subestimación política (Grosfoguel, 2011) de las voces críticas que producen conocimiento desde las comunidades indígenas pasto.

Como segunda crítica encontramos la existencia de fuertes diferencias que mantienen el pueblo pasto del norte (Colombia) y el pueblo pasto del sur (Ecuador), que para algunos radicaría en una gran dificultad a la hora de establecer órganos e instituciones pastos que trasciendan las fronteras estatales. Esto, sin tomar en cuenta que los pastos no son una confederación que mantiene un único sistema de gobierno ni ahora ni en tiempos prehispánicos, lo que no niega que tengan pertenencia a la misma nacionalidad del Gran Pueblo de los Pastos.

Aunque es claro que existen formaciones que hacen que los cuerpos en sí sean percibidos de manera distinta de acuerdo a los contextos nacionales, como menciona Segato "los procesos de otrificación, radicalización y etnización propios de la construcción de los Estados nacionales emanan de una historia que transcurre dentro de los confines, y al mismo tiempo plasma el paisaje geográfico y humano de cada país." (Segato, 2007), entender así conceptos tan profundos de identidad debe ser tamizado por las formaciones nacionales de alteridad de Colombia y Ecuador.

Aquí surge una beta muy importante de este caso y que radica en analizar cómo estas comunidades indígenas pertenecientes al mismo pueblo han tenido que enfrentar diversas estrategias jurídicas, culturales y territoriales de dos Estados nacionales diferentes para eliminarlos. Muy seguramente esto habrá generado diferencias que los lleva hoy a concebirse también con cierto respeto entre las autoridades tradicionales pasto de un lado y del otro en la frontera, pero no deslegitima la posibilidad del ejercicio de la autonomía como un mismo pueblo.

Si bien esto no permite afirmar que exista un movimiento totalmente homogéneo e integrado a nivel binacional, denota la constante actividad que el pueblo de los pastos ha tenido, especialmente en la década reciente por reafirmar su cultura e identidad. Esto marcaría el inicio de una lucha que hoy en día no finaliza y sigue buscando a través de diferentes espacios, la financiación para fortalecer al pueblo indígena de los pastos. Con la latente demanda del reconocimiento de un autogobierno que les permita transitar un territorio que siempre caminaron, sin la barrera que hoy significan las disposiciones jurídicas que regulan el paso migratorio entre Ecuador y Colombia.

Se busca con esto desligarse del oprobio colonial, pretendiendo cierto grado de autonomía relacionada con la integración de dos Estados vecinos. Es preciso para la ocasión repetir la definición de Díaz Polanco que al referirse a la autonomía afirma que "se trata más precisamente de un régimen político jurídico, acordado y no meramente concedido que implica la creación de una verdadera colectividad política en el seno de la sociedad nacional" (Díaz-Polanco, 1991).

Se alientan por ende nuevas formas organizativas y estructurales dentro del Estado siguiendo postulados interculturales que buscan la reconfiguración del Estado a partir de matrices políticas, sociales y culturales de carácter plural. Se busca así una articulación y relación que requiere refundar todas las estructuras e instituciones (Walsh, 2009). Señala además Macas (2009, p. 43) insistentemente, que esta interculturalidad debe ser un diálogo entre distintos mirándose a la cara, no estando juntos pero de espaldas, es una interlocución entre pares, acompañada de un reconocimiento plurinacional amplio, porque la lucha es por descolonizar el Estado-nación (Santos, 2010) que piensa uninacionalmente, con el reconocimiento político profundo de la diferencia y pluralidad histórica presente, algo negado desde la administración central de ambos países. Lo que se convierte en evidencia de una fragmentación y negación de la identidad que sigue siendo colonial.


Pie de página

4Frente a su denominación como pastos, "González Suárez (1902) dice que es un gentilicio propio de la lengua castellana, relativo a la fertilidad herbácea de las tierras que ocupaba esta población. Jijón y Caamaño (1952) aseguran que viene del idioma cuayquer, relativo a pattstan, que significa alacrán, con lo cual, con alguna connotación totémica, resultarían los pastos como el pueblo de los alacranes." (Mamián Guzmán, 1996, p. 15).
5Era un conglomerado de pueblos que colindaba al sur con los cuaiquer y al norte con los chibchas. Su área de asentamiento prehispánica fue el altiplano interandino de la cordillera de los Andes, al norte limitaba con el río Guáitara-Téllez colindante con Ancuya y al sur con el río Chota (Landázuri N., 1995; Mamián Guzmán, 1996). En la actualidad están ubicados en la zona fronteriza de Ecuador y Colombia en la parte central del Departamento de Nariño, en el altiplano de Túquerres e Ipiales y en el norte de la Provincia del Carchi hasta San Gabriel, hoy ocupan desde San Gabriel en Ecuador y alrededores de Pasto en Colombia ocupando veinticuatro resguardos en Colombia y seis cantones en el Ecuador.
6Huasipungos: forma de concertaje colonial que subsistió hasta la década de 1970, forma mediante la cual el indígena, aparte de entregar su fuerza de trabajo, se encontraba sometido a deudas eternas, que le vinculaban a la hacienda en condiciones de servilismo y esclavitud. (Conaie, 1989, p. 29).
7Terraje es un impuesto que tenía que pagar el indígena por poder trabajar la tierra, continuó hasta finales del siglo XX (Jaramillo Uribe, 1987).
8Los resguardos son una de las formas de propiedad colectiva, gobernados por los cabildos como continuación de los antiguos cacicazgos, tierras alinderadas mediante amparos y títulos coloniales reconocidos por la Ley 89 de 1890 y la Ley 715 de 2001, aunque esta institución fue impuesta por la Corona española como organización política y centro de reproducción de dominación, hoy con el pasar de los años las comunidades indígenas se la han apropiado y resemantizado. (Constitución Política Nacional de Colombia, 1991, Art 63, 329, 356).
9Del otro lado, las Comunas en Ecuador son una forma de propiedad colectiva de la tierra presente en la sierra que no es exclusiva del mundo indígena, pero que se convierte en la modalidad más generalizada de agrupamiento a nivel de los indígenas porque sus rasgos principales tienen mucho que ver con la forma de organización tradicional de los indígenas: la comunidad. Según Chiriboga, las comunas tendrían los siguientes roles: "legitimación de valores, modos y prácticas indígenas, representación política y defensa, gestión social de los recursos naturales fundamentales y de otros necesarios para la reproducción, cohesión social e ideológica que generan un sentimiento de identidad" (Martínez, 1998, p. 3).
10Cabe resaltar que estas cifras son elaboradas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística con base en el Censo General de 2005 con las actualizaciones y aproximaciones a diciembre de 2011. Actualizaciones que se hacen basándose en otros resultados como el de la Encuesta Nacional de Vivienda y la Encuesta de Hogares, de esta última la más reciente es la de 2008-2010.
11La Constitución de 1991 reconocía que Colombia es un país multiétnico y pluricultural, otorgando la propiedad de tierra colectiva para los resguardos y posibilitando la aplicabilidad de una educación propia y derecho propio, especialmente en sus artículos 10, 68, 96, 171, 176, 246, 329 y 357. La Constitución Ecuatoriana recién reformada, también es un espacio amplio de discusión porque, declara al Estado como plurinacional con fundamento en el sumak kausay, en sus artículos 2, 6, 56, 57, 60, 171, 242, 257 y 380.
12El 21 de diciembre de 2006 iniciaron las fumigaciones y la incidencia de los procesos colombianos y el trato del conflicto se volvió asunto ecuatoriano. Los titulares de la prensa colombiana del 21 de diciembre de 2006 al 14 de enero de 2007 describían, paso por paso, las arengas emitidas entre gobernadores respecto a la ilegalidad de las fumigaciones (El Tiempo, 2006, diciembre 23; 2006, diciembre 24; 2007, enero 4; 2007, enero 15).
13Las pipetas de gas también son usadas como bombas en los enfrentamientos militares por grupos armados irregulares del lado colombiano.
14El 8 de marzo de 2008 el ejército colombiano ejecutó el asesinato de Raúl Reyes, secretario de las FARC, en territorio ecuatoriano, específicamente en Angostura, provincia de Sucumbíos. En la actualidad esta violación de la soberanía está siendo arbitrada por cortes internacionales.
15Haciendo claridad que, por parte de las comunidades indígenas de los pastos no se percibe desplazamiento interno ni refugiados como un fenómeno amplio. Los desplazados internos que llegan a Nariño y que luego cruzan a Ecuador en busca de refugio no se quedan generalmente en la zona fronteriza sino que buscan avanzar hacia grandes centros urbanos como Ibarra y Quito, aunque no se niega por parte de la Pastoral Migratoria Fronteriza, que Tulcán se convirtió en punto de tránsito mas no de asentamiento.
16Cuando hablo desde adentro y afuera me estoy refiriendo a dentro o fuera del sistema internacional planteado por (Wallerstein y Balibar, 1991), pero resignificado para Latinoamérica como un sistema moderno colonial desde los autores decoloniales como Dussel, E. (1994; 1998) y Mignolo, W. (2003).
17En la actualidad este territorio se ha ampliado a veinticuatro resguardos colombianos y seis cantones ecuatorianos.
18El Nudo de los Pastos es un complejo orográfico andino ubicado en la Provincia ecuatoriana del Carchi y el Departamento colombiano de Nariño. Es una región montañosa donde la cordillera de los Andes se divide en dos ramas al ingresar al territorio colombiano; la Cordillera Occidental y la Cordillera Central.
19Algunas de estas propuestas tienen publicaciones de sus informes finales y otras apenas están en desarrollo (Shaquiñán, 2011). Un ejemplo de los informes consultados es el informe final del contrato interadministrativo 207 de septiembre de 2010 celebrado entre el Ministerio de Ambiente, vivienda y desarrollo territorial y la Asociación de autoridades tradicionales del nudo de los pastos Shaquiñan.
20Shagra es un microcosmos productivo que bordea la casa o unidad habitacional, protegida en sus cuatro extremos y alrededor por plantas de poder que alejan espíritus y atraen cosechas sin daños y buenas actitudes de otras personas. La shagra es sostenible en la medida en que genera procesos de vida de acuerdo con la ley y el derecho natural; a la vez, es educación, cultura, producción, salud, autonomía, entorno natural, espiritualidad, espacialidad, sacralidad, justicia e identidad. Efrén Tarapúes (Shaquiñán, 2012).
21Esto lo reflejan algunos titulares de prensa sobre el evento.


Referencias

Almeida, I., y Arrobo, N. (2005). Multiplicar los espacios de la autonomía indígena. En I. Almeida, N. Arrobo, y L. Ojeda (Eds.). Autonomía indígena. Frente al Estado nación y a la globalización neoliberal (pp. 15-140). Quito, Ecuador: Abya Yala.         [ Links ]

Barbosa Baquero, D. F. (2010). Una perspectiva de la lucha de Manuel Quintín Lame por el reconocimiento del derecho Indígena y su legado en el CRIC. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid. Disponible en http://www.fondoindigena.org/apc-aa-files/11cff670a2ec169cc25379afa3d771db/37.pdf        [ Links ]

Bolaños, G., Bonilla, Caballero Fula, V., Espinoza, J., García, M., Hernández, V., Peñaranda, J., Tattay, D. y Tattay Bolaños, L. (2012). "Nuestra vida ha sido nuestra lucha". Resistencia y memoria en el Cauca indígena. Bogotá: Taurus, Semana, Centro de Memoria Histórica.         [ Links ]

Calderón Tobar, J. (2006). Las condiciones de vida de los ecuatorianos ECV. Quito: Instituto Nacional de Estadística y Censos Ecuador.         [ Links ]

Camacho Pineda, R. (1997). La constitución de 1991 y la perspectiva del multiculturalismo en Colombia. Alteridades, 7(14), 107-129.         [ Links ]

Conaie (1989). Las nacionalidades indígenas en el Ecuador. Ecuador: Tincui/ Conaie/Abya Yala.         [ Links ]

DANE (2011). Censo General 2005 - NBI. Anexos actulalización cifras cabecera y resto. Bogotá: DANE. Disponible en https://www.dane.gov.co/index.php/es/calidad-vida/necesidades-basicas-insatisfechas        [ Links ]

Díaz-Polanco, H. (1991). Autonomía regional. La autodeterminación de los pueblos indios. México: Siglo XXI.         [ Links ]

Dussel, E. (1994). 1492. El encubrimiento del otro. Hacia el origen del "mito de la modernidad". La Paz, Bolivia: Educación-UMSA, Plural Editores/Facultad de Ciencias y Humanidades.         [ Links ]

Dussel, E. (1998). Ética de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión. Madrid: Editorial Trotta.         [ Links ]

El Tiempo (2006, diciembre 26)., Correa pedirá sanción a Colombia. El Tiempo, 1-12.         [ Links ]

El Tiempo (2006, diciembre 24). La noche que Uribe intentó evitar la crisis. El Tiempo, 1-8.         [ Links ]

El Tiempo (2007, enero 4). Uribe quiere ir a Ecuador a dar la cara. El Tiempo, 1-6.         [ Links ]

El Tiempo (2007, enero 15). Cruzando la frontera con Ecuador", El Tiempo.         [ Links ]

Espinoza, R. (2008). Las fronteras con Colombia. Quito: Corporación Editora Nacional, Universidad Andina Simón Bolívar Ecuador.         [ Links ]

GAD Carchi. (2014). Carchi en cifras. Sistema de información provincial. Disponible en http://186.3.11.220:8383/carchiencifras/?page_id=234        [ Links ]

González Casanova, P. (2006). Colonialismo interno (una redefinición). En A. Boron, J. Amadeo, y S. González (Eds.). La Teoría Marxista Hoy: problemas y perspectivas (pp. 409-434). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO.         [ Links ]

González Suarez, F. (1902). Los aborígenes de Imbabura y Carchi. Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana.         [ Links ]

Gros, C. (1993). Derechos indígenas y una nueva constitución en Colombia. Análisis Político, (19), 3-22.         [ Links ]

Grosfoguel, R. (2011). La descolonización del conocimiento: diálogo crítico entre la visión descolonial de Frantz Fanon y la sociología descolonial de Boaventura de Sousa Santos. En Formas-Otras: Saber, nombrar, narrar, hacer (pp. 97-108). Barcelona: CIDOB Edicions.         [ Links ]

Hanepank, E., y Montalvo, N. (2008). Encuentro entre dos pueblos. Quito: Ediciones Abya Yala.         [ Links ]

Jaramillo Uribe, J. (1987). La economía del virreinato (1740-1810). En J. A. Ocampo (Ed.). Historia económica de Colombia (pp. 61-100). Bogotá: Siglo XXI Editores y Fedesarrollo.         [ Links ]

Jijón y Caamaño, J. (1952). El Ecuador interandino y occidental 1941 . Quito: Revista del Colegio Bolívar de Tulcán.         [ Links ]

Landázuri N., C. (1995). Los curacazgos pastos prehispánicos: agricultura y comercio, siglo XVI (p. 222). Quito: Banco Central del Ecuador, Instituto Otavaleño de Antropología, Ediciones Abya Yala.         [ Links ]

Lauret, S. (2009). La frontera Norte Ecuatoriana ante la influencia del conflicto colombiano. Quito, Ecuador: Ediciones Abya Yala.         [ Links ]

Laverde, Z., y Tapia, E. (2009). Tensión en las Fronteras. Un análisis sobre el conflicto armado, el desplazamiento forzado y el refugio en las fronteras de Colombia con Ecuador, Venezuela y Panamá. Bogotá: CODHES.         [ Links ]

Llásag, R. (2012). Movimiento indígena del Ecuador a partir del siglo XX: visibilizando el resurgir, sus avances y retrocesos. En B. de S. Santos y A. Grijalva Jiménez (Eds.). Justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad en Ecuador (p. 650). Ecuador: Fundación Rosa Luxemburg/Abya Yala.         [ Links ]

Macas, L. (2009). Construyendo desde la historia. En Plurinacionalidad, Democracia en la diversidad (pp. 81-98). Quito, Ecuador: Abya Yala.         [ Links ]

Mamián Guzmán, D. (1996). Geografía Humana de Colombia. Región Andina Central. Los Pastos. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica.         [ Links ]

Martínez, (1998). Comunidades y tierra en el Ecuador. Ecuador Debate, 45, 1-14.         [ Links ]

Mignolo, W. (2003). Historias locales/diseños globales. Madrid: Ediciones Akal.         [ Links ]

Ministerio de Educación Nacional. (2009). Asociación de Cabildos y Autoridades Indígenas del Nudo de los Pastos. Convenio marco interadministrativo de asociación número 1238. Colombia.         [ Links ]

Pozo, B. (2006, junio 20). I Encuentro Internacional de Pueblos Indígenas de los Andes de Colombia y Ecuador. Pijal, Cayambe: Federación de los Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador (FICI).         [ Links ]

Quijano, A. (2000a). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En E. Lander (Ed.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas (p. 246). Buenos Aires: CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.         [ Links ]

Quijano, A. (2000b). El fantasma del desarrollo en América Latina. En A. Acosta (Ed.). El desarrollo en la globalización, el reto de América Latina (pp. 38-55). Buenos Aires: Nueva Sociedad.         [ Links ]

Rappaport, J. (2000). La política de la memoria: Interpretación indígena de la historia en los andes colombianos. Popayan, Colombia: Universidad del Cauca.         [ Links ]

Rappaport, J. (2006). "Adentro" y "Afuera": El espacio y los discursos culturalistas del movimiento indígena caucano. En D. Herrera Gómez y C. Emilio Piazzini (Eds.). Des(territorialidades) y no(lugares). Procesos de configuración y transformación social del espacio (pp. 247-269). Medellín: La Carreta Social/ Instituto Ana Carolina Hecht de Estudios Regionales, Universidad de Antioquia.         [ Links ]

Redacción Sierra Norte (2014, mayo 1). Los indígenas Pastos de Ecuador y Colombia participan en congreso. Diario El Comercio. Disponible en http://www.elcomercio.com/pais/Ecuador-Indigenas-Rigoberta_Menchu-Colombia-puente-Rumichaca_0_1130287130.html.         [ Links ]

Representante FICI, F. (2006, June 20). I Encuentro Internacional de Pueblos Indígenas de los Andes de Colombia y Ecuador. Pijal, Cayambe: Federación de los Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador (FICI).         [ Links ]

Rigoberta Menchú llega a Ecuador para participar del Primer Congreso de la Gran Nación Pasto. (2014, abril 30). Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica. Disponible en http://www.andes.info.ec/es/noticias/rigoberta-menchu-llega-ecuador-participar-primer-congreso-gran-nacion-pasto.html.         [ Links ]

Rosales, J. L. (2014, mayo 3). Los pastos de Ecuador y Colombia buscan la doble nacionalidad. Diario El Comercio. Disponible en http://www.elcomercio.com/pais/pastos-ecuador-colombia-doble_nacionalidad-indigenas_0_1131486904.html.         [ Links ]

Santos, B. de S. (2010). Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología delSur. Quito: Abya Yala, Universidad Politécnica Salesiana.         [ Links ]

Segato, R. L. (2007). La nación y sus otros. Raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de políticas de la identidad. Buenos Aires: Prometeo editorial.         [ Links ]

Shaquiñán, A. (2005). De cabildos y/o autoridades tradicionales del nudo de los P. Plan Binacional para el Fortalecimiento Cultural, Natural y Ambiental del Nudo de los Pastos. Resumen Ejecutivo.         [ Links ]

Shaquiñán, A. (2011). De cabildos y/o autoridades tradicionales del nudo de los P. Asociación de cabildos y/o autoridades tradicionales del nudo de los Pastos. Shaquiñán. Proyectos. Disponible en http://www.shaquinan.org/        [ Links ]

Shaquiñán, A. (2012). De cabildos y/o autoridades tradicionales del nudo de los P. Agenda ambiental en el territorio del nudo de la wuaca o de los pastos para la permanencia de la vida y la cultura- SHAQUILULO. Bogotá: Ministerio de Medio Ambiente. Disponible en http://www.minambiente.gov.co/documentos/documentosOrdenamiento/agenda_ambiental/051113_agenda_amb_nudo_wuaka.pdf        [ Links ]

Tarapués Cuaical, E. (2006, junio 20). I Encuentro Internacional de Pueblos Indígenas de los Andes de Colombia y Ecuador. Pijal, Cayambe: Federación de los Pueblos Kichwas de la Sierra Norte del Ecuador (FICI).         [ Links ]

Tattay, P. (2012). Construcción de poder propio en el movimiento indígena del Cauca. En D. R. Peñaranda Supelano (Ed.). Nuestra vida ha sido nuestra lucha. Resistencia y memoria en el Cauca indígena (pp. 51-84). Bogotá: Taurus, Semana, Centro de Memoria Histórica.         [ Links ]

Wallerstein, y Balibar, (1991). Raza, nación y clase. Textos, 16. Madrid: Iepala        [ Links ]

Walsh, C. (2009). Interculturalidad, Estado, sociedad. Luchas (de)coloniales de nuestra época. Quito, Ecuador: Ediciones Abya Yala y Universidad Andina Simon Bolívar Ecuador.         [ Links ]

Zuñiga Navarro, G. (1998). Los procesos de constitución de Territorios Indígenas en América Latina. Nueva Sociedad, (153), 141-155.         [ Links ]