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Signo y Pensamiento

versión impresa ISSN 0120-4823

Signo pensam. vol.32 no.62 Bogotá ene./jun. 2013

 

El insulto político en los foros de los lectores de la prensa digital colombiana

The Political Insult in Online Discussion Forums of Readers of the Colombian Digital Press

A afronta política nos fóruns dos leitores da imprensa digital colombiana

Juan Carlos Acebedo Restrepo

Magíster en Historia de la Universidad Nacional y candidato a doctor en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Profesor asociado de la Universidad Surcolombiana. Correspondencia: Programa de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Surcolombiana, Avenida Pastrana B., Carrera Primera, Neiva (Huila), Colombia. Correo electrónico: juancarlosacebedo@gmail.com.

Recibido: Agosto 28 de 2012 Aceptado: Septiembre 24 de 2012
Submission date: August 28, 2012 Acceptance date: September 24, 2012


Resumen

En este artículo se estudian los rasgos del insulto político como acto de habla recurrente en los foros de los lectores de la prensa digital colombiana, su articulación con la función estratégica de deslegitimación del oponente, propia del discurso político, y sus vínculos con la cultura política autoritaria predominante en el país —así como su empleo por parte de usuarios que se adscriben a otras culturas políticas—, en los contextos de polarización característicos de la coyuntura electoral del 30 de octubre de 2011, en Colombia. El corpus textual se conformó con 1.260 comentarios de lectores, recolectados de los foros de cuatro columnistas de eltiempo.com y tres columnistas de elespectador.com, durante un lapso de seis semanas. Se examinaron cuatro metáforas referidas a la caracterización del foro de los lectores: como cloaca, cuadrilátero, diálogo racional o galería de espejos múltiples.

Palabras clave: Insulto político, comentario del lector, foro de los lectores, polarización política, cultura política autoritaria.

Descriptores: Polarización (política), conflicto político, análisis del discurso, percepción social.


Abstract

This article studies the features of the political insult as a recurrent speech act in the forums of Colombian readers of digital press, its articulation with the strategic function of delegitimation of the opponent, proper of the political discourse, and its links with the prevailing authoritarian political culture in the country —as well as its use by users who belong to other political cultures, in contexts of polarization that were a particular feature during the elections of October 30, 2011, in Colombia. The textual corpus included 1,260 reader comments, collected from four columnists forums of eltiempo.com and three columnists from elespectador. com, over a period of six weeks. Four metaphors related to the characterization of the Readers' forum were examined: as cloaca, quadrilateral, rational dialogue or gallery of multiple mirrors.

Keywords: Political Insult, Reader Comments, Readers' Forum, Political Polarization, Authoritarian Political Culture.

Keywords plus: Polarization (Politics), Political Conflict, Discourse Analysis, Social Perception.


Resumo

Estudam-se neste artigo os rasgos da afronta política como ato de fala recorrente nos fóruns de leitores da imprensa digital colombiana, sua articulação com a função estratégica de deslegitimação do oponente, própria do discurso político, e seus vínculos com a cultura política autoritária predominante no país —mesmo como seu emprego por parte de usuários que adscrevem a outras culturas políticas—, nos contextos de polarização característicos da cojuntura eleitoral do 30 de outubro de 2011, na Colômbia. O corpus textual conformou-se com 1.260 comentários de leitores, coletados nos fóruns de quatro colunistas do eltiempo.com e três colunistas do elespectador.com, no lapso de seis semanas. Examinaram-se quatro metáforas referidas à caracterização do fórum segundo os leitores: escoadouro, quadrilátero, diálogo racional o galeria de espelhos múltiplos.

Palavras-chave: Afronta política, comentário do leitor, fórum dos leitores, polarização política, cultura política autoritária.

Palavras-chave descritores: Polarização (política), análise do discurso, percepção social.


Origen del artículo

El presente artículo ofrece avances parciales de los resultados de la investigación doctoral titulada Nuevas funciones del lector/usuario e interactividad en la prensa digital colombiana: los casos de eltiempo.com, elespectador.com, semana.com y lasillavacia.com, durante la coyuntura electoral de 2011, adelantada a partir de 2010, en el Doctorado en Comunicación, de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina. La Universidad Sur-colombiana (Neiva, Colombia) otorgó una comisión de estudios y apoyo presupuestal a esta investigación en la vigencia de 2011. Una versión preliminar y ampliada del artículo se presentó como ponencia en el V Congreso Latinoamericano de Opinión Pública-Wapor Colombia, realizado en Bogotá, entre el 19 y el 21 de septiembre de 2012.


Introducción

Asistimos en nuestro tiempo a una suerte de mutación cultural: el lector tradicional de la sección de opinión de la prensa en soporte de papel, que frecuenta a sus columnistas preferidos —en el acto de leer el periódico— y los toma a menudo como referente cotidiano para nutrir sus propias valoraciones sobre los hechos de actualidad, va cediendo espacios al nuevo hiperlector (Cabrera Paz, 2009), que está emergiendo de y con la prensa digital, quien aplaude o censura por escrito —o haciendo clic sobre un botón digital—, las tomas de posición de los columnistas, y se siente partícipe de un foro mediático junto con otros lectores, con los cuales polemiza sobre ciertos tópicos o establece un toma y dame de injurias, lo cual aparece como síntoma y expresión del clima de opinión ciudadana, así como de las culturas políticas que permean a los diversos usuarios.

Estudios sobre los foros de los lectores realizados en España (Mancera Rueda, 2009; Ruiz, Masip, Mico, Díaz-Noci y Domingo, 2010 ) han puesto de presente que en tales espacios de interacción virtual son frecuentes actos de habla como el insulto y argumentos como el ataque ad personam, en desmedro de la búsqueda cooperativa de consensos racionales entre los lectores (Habermas, 1997).

Esta tendencia se confirma para el caso colombiano en la indagación que venimos realizando sobre las nuevas funciones de los lectores/usuarios, a partir de los comentarios en línea reunidos en los foros de los lectores de la prensa digital colombiana, durante la coyuntura electoral de 2011, en la cual se eligieron las autoridades locales y regionales a lo largo y ancho de Colombia.

El corpus textual de esta indagación se abordó a partir de enfoques y conceptos procedentes de la pragmática lingüística (Austin, 1981; Searle,i980), la teoría de la argumentación (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989; Toulmin, 2007) y el análisis crítico del discurso (Van Dijk, 2003, 2005; Bolívar, 2005, 2008).

En la perspectiva de la pragmática, la teoría de los actos de habla ofrece herramientas útiles para estudiar aquellos actos sociales que llevan a cabo los usuarios "al decir algo" y "porque dicen algo" en los foros de los lectores. Entre otros, los que se designan con los siguientes verbos realizativos: aplaudir, censurar, insultar, amenazar, prometer y convocar. El insulto es un acto de habla de tipo expresivo e incriminatorio, por medio del cual el hablante pone de manifiesto su actitud negativa, por ejemplo, frente a un líder político u otro lector participante del foro. Al subrayar la dimensión performativa del lenguaje, la pragmática permite explorar algunas de las nuevas funciones y roles que desempeñan los usuarios/lectores, en cuanto comentaristas en línea y sujetos activos en los nuevos espacios de la comunicación digital interactiva.

Así mismo, se tuvieron en cuenta los aportes de varios autores latinoamericanos sobre el concepto de cultura(s) política(s). Según Oscar Landi (1988, 2000), la cultura política remite a las formas de intervención de los lenguajes y las culturas, en la constitución de los actores y del sistema político. Para Álvarez, Dagnino y Escobar (2001), cultura política es la construcción social peculiar de aquello que cuenta como "político" en una sociedad; toda sociedad estaría marcada por una cultura política dominante, la cual se expresa, en el caso de Latinoamérica, mediante rasgos como el autoritarismo social y formas atávicas de racismo, sexismo y otras modalidades de exclusión, así como por el temor a los desafíos y transgresiones que surgen de las culturas políticas de la protesta y la resistencia.

Por cuanto insultar es "ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones" (del latín insultare, saltar contra, ofender)1, el insulto es "la palabra o expresión que se emplea para insultar, o bien, la acción que ofende o humilla a alguien"2.

Según Chilton y Schaffner (2000), es posible examinar al menos cuatrofunciones estratégicas del discurso político, una de las cuales se refiere a la deslegitimación del oponente. Por su parte, Bolívar (2008) sostiene que el insulto político se inserta en la anterior función, en cuanto permite restarle iniciativa política al adversario, poniéndolo en situación defensiva, así como galvanizar las propias fuerzas de apoyo en el plano simbólico. Tales funcionespolíticas del insulto se verifican en virtud de las propiedades pragmáticas de los actos de habla, entre las cuales se destacan sus posibles efectos perlocucionarios (EP) sobre los destinatarios y el auditorio (ofender y humillar al oyente son dos EP característicos del insulto). Como sostiene Bolívar:

El estudio de los insultos en el diálogo político cobra mayor valor en la polarización política porque los bandos opuestos tratan de legitimarse, especialmente a través de la estrategia de "nosotros" versus "ellos" (Van Dijk, 2000, 2003), con lo que se definen a sí mismos y a sus adversarios en la lucha por el poder. (2008, p. 6)

En el ámbito de la teoría de la argumentación, el argumento ad personam es un "ataque contra la persona del adversario que tiende, principalmente, a descalificarlo" (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1989, p. 186). Los insultos son actos de habla que pueden acompañar o formar parte de un argumento ad personam, pero la sola palabra o expresión ofensiva no constituye por sí misma un argumento, pues este se compone, según Toulmin (2007, p. 135 ), al menos de una conclusión (C), los datos o fundamentos que le dan soporte (D) y una garantía (G).

Que un acto de habla se considere o no un insulto, es algo que depende de los contextos comunicativos específicos y de la evaluación que los destinatarios y el auditorio realicen de ese lenguaje ofensivo (Bolívar, 2005, 2008). Examinaremos el insulto político, una variedad muy frecuente de acto de habla, tal y como se utiliza por parte de los usuarios en los foros de los lectores de la prensa digital colombiana.

Metodología

En este artículo nos referimos a una indagación realizada en las secciones de opinión de eltiempo. com y el espectador.com, portales digitales de los dos más importantes periódicos de referencia o "interés general" de la prensa colombiana, según el Estudio General de Medios3. Editados en la capital del país, ambos medios cuentan con una larga tradición en la prensa gráfica: El Espectador conmemoró en 20i2 sus i25 años de fundación, mientras que El Tiempo celebró su primer centenario en 2011 ; y mediante su sitio web, eltiempo. com, se constituyó en el primer medio colombiano que incursionó —en enero de 1996 — en el soporte y los lenguajes digitales4.

Los enfoques editoriales de los medios considerados incluyen posicionamientos políticos diferenciados, que van desde las posturas de centroderecha que en la actualidad distinguen a El Tiempo, por un lado, y las posturas de centro izquierda que identifican a El Espectador. Si bien el presente estudio no se ocupa de los columnistas y sus opiniones, se partió de la hipótesis de que una muestra variopinta de columnistas con distintos posicionamientos políticos en la coyuntura electoral permitiría auscultar las intervenciones de franjas más diversas y heterogéneas de lectores/ usuarios. De allí que la selección de los columnistas a partir de un criterio de pluralidad política, incluyendo adherentes de Uribe Vélez, Santos, Petro y Suárez —algunos de los principales líderes políticos involucrados directamente o con influencia en la contienda electoral—, en realidad fue una manera de realizar lo que nos interesaba: recolectar y estudiar una muestra heterogénea de las diversas opiniones de los usuarios presentes en los foros de los lectores.

Otro criterio que se tuvo en cuenta fue la relevancia de los columnistas, la cual se estableció a partir de parámetros como los datos sobre los columnistas más leídos en cada medio, el volumen de participación de usuarios en los foros respectivos, los resultados de la encuesta de una firma independiente sobre los columnistas más leídos por los líderes de opinión, así como algunos premios y reconocimientos recibidos por aquellos durante su trayectoria.

Se examinó un corpus de 1.260 comentarios en línea de lectores, recolectados de los foros de ii columnas de opinión de eltiempo.com y 7 columnas de elespectador.com, que fueron publicadas entre octubre y noviembre de 2011, correspondiente a las cuatro semanas previas y las dos semanas posteriores al 30 de octubre, día en el que se llevaron a cabo las elecciones de autoridades locales y regionales en todo el país. Los foros de los que se obtuvieron los comentarios de los usuarios corresponden a cuatro columnistas de eltiempo.com y tres de elespectador.com. Los columnistas de eltiempo.com son: María Isabel Rueda, Salud Hernández-Mora, José Obdulio Gaviria y Fernando Londoño. Los columnistas de elespectador.com son: Alejandro Gaviria, Alfredo Molano Bravo y Cecilia Orozco5. Con fines de ilustración, se incluyeron también en el artículo algunos ejemplos de foros de lectores de lasillavacia.com y semana.com durante el mismo lapso, recabados durante el trabajo de campo de la investigación.

Para la selección de las columnas durante el lapso indicado, se privilegiaron aquellas que hicieron referencia explícita a la coyuntura electoral —en términos de balance, análisis o tomas de posición frente a los candidatos—, así como otras que sin ocuparse de lo electoral abordaron temas sensibles de la agenda política en una dimensión más amplia, como las protestas universitarias masivas contra el proyecto de reforma a la Ley 30 sobre educación superior, en octubre y noviembre de 20116, o el abatimiento de Alfonso Cano, comandante de las Farc, el 4 de noviembre de 2011, durante un vasto operativo militar de las Fuerzas Armadas. La repercusión política de este último hecho se explica por la relevancia central que tienen en Colombia los asuntos referidos a la guerra y la paz.

Una vez se decantaron los once foros de los lectores en ambos medios digitales, se hicieron oportunamente registros digitales de la totalidad de las intervenciones de los usuarios en cada foro, lo cual arrojó un total de 2.502 comentarios. En seguida, se tomó aproximadamente el 50% de los comentarios de cada foro, en orden cronológico y secuencial, y con este volumen de comentarios de cada foro se conformó el corpus definitivo del estudio, con un total de 1.260 comentarios. Para el caso específico de eltiempo.com, se tuvo en cuenta la discriminación que realiza el propio medio entre usuarios identificados y no identificados (en ambos casos son usuarios registrados en el medio, pero se distinguen por el grado de precisión y detalle de la información personal que aportan al momento de hacer el registro). Se incluyeron en el corpus los comentarios de todos los usuarios identificados en primer lugar, y luego se completó el 50% del foro con una parte de los comentarios de usuarios no identificados, en orden cronológico y consecutivo.

Con apoyo en el software Atlas.ti, se procedió a elaborar un árbol de categorías, con base en las palabras clave del proyecto de investigación, el cual se complementó posteriormente con categorías emergentes derivadas del examen de una muestra restringida de cien comentarios (prueba piloto); de allí surgió una lista de códigos que se fue decantando hasta que se estabilizó en un número de 52 códigos para la investigación en su conjunto. Desde el punto de vista del aspecto abordado en el presente artículo, los códigos o categorías más relevantes fueron, entre otros, los siguientes: insulto, ataque personal, argumento ad hominem, actos de habla, (des)acuerdos.

En el siguiente apartado se presenta una tipología de los insultos políticos en los foros de los lectores a partir de los tópicos a que aluden. A renglón seguido, se examinan las modalidades de ataque a la imagen pública de algunos líderes políticos y columnistas, con base en la evaluación que los propios usuarios realizan de las expresiones injuriosas en los foros, así como los improperios más recurrentes que se lanzan en contra de los propios usuarios en virtud de sus tomas de posición política, en un contexto de polarización entre uribistas y antiuribistas. Lo anterior permitirá explorar el estrecho vínculo entre los insultos y las funciones estratégicas de deslegitimación del adversario y de autolegitimación del orador, propias del discurso político. De este modo, se organiza la exposición de las principales variables consideradas en el estudio.

En el apartado final de conclusiones, se formulan hipótesis acerca de los vínculos entre el insulto político en los foros y las principales variantes de la cultura política colombiana; además, se describen y ponderan las principales metáforas existentes acerca de la naturaleza comunicativa del foro de los lectores de la prensa digital.

La palabra injuriosa, culturas políticas y construcción de identidades

Insultabulario y culturas políticas

En las interacciones cotidianas mediadas por el lenguaje, los improperios son moneda corriente. Pero es en el campo estratégico de las luchas políticas, tanto de aquellas que se libran en el recinto parlamentario como las que se escenifican en los medios masivos de comunicación y —de un tiempo a esta parte— en las redes digitales interactivas, donde con más fecundidad se cosechan denuestos y desaguisados entre los contendientes.

Ramón Alvira Durán, un talentoso periodista liberal de la primera mitad del siglo XX en la provincia conservadora del Huila, bautizó como Insultabulario a su intento de recopilar con fines de denuncia, el inventario de vocablos zahirientes que los publicistas clericales y conservadores arrojaban contra los escritores que publicaban en la minoritaria y perseguida prensa liberal del Huila, durante los años de la hegemonía conservadora.

Al examinar el vasto material de insultos que alojaron los foros de los lectores durante la coyuntura electoral colombiana de octubre de 20ii, la primera sensación es de fatiga y de una cierta confusión. Se proyecta con fuerza ante nosotros la imagen del foro como cloaca, que han divulgado con notable éxito algunos columnistas y analistas. ¿Vale la pena detener la mirada crítica en este material escatológico y, por así decirlo, maloliente, en el que la palabra ofensiva aspira a alcanzar la potencia cuasi mágica de un conjuro contra las fuerzas del mal?

Si remontando los anteriores escrúpulos, nos animamos a incursionar en esta jungla con el ánimo de encontrar semejanzas, tipologías y paralelos, comienzan a aparecer algunas clasificaciones y reflexiones sugerentes.

Desde el punto de vista de los tópicos que abordan, los denuestos se podrían agrupar entre los que configuran una suerte de bestiario tropical o de "zoociedad"7 —para recordar al inolvidable humorista Jaime Garzón—; los que apelan a las imágenes sexuales con cierta procacidad; los que redundan en las discriminaciones de género que afectan tanto a las mujeres como a los homosexuales; y, por último, los que se alimentan de imágenes que aluden a la órbita de la salubridad pública.

La rubicunda imagen del cerdo, que en el espacio de la gastronomía goza de predilección entre los comensales, se degrada en el ámbito político, y ya no es más que un "cerdo asqueroso", útil para nominar peyorativamente tanto a los "Petro-cerdos" como a los "Uricerdos" (los partidarios de Petro y de Uribe Vélez, respectivamente). Entre los invertebrados se acude a la figura ondulante del "gusano", a menudo acompañada de adjetivos que sirven para conferirle al destinatario una cierta identidad socialmente reprochable, por ejemplo, en el insulto: "gusano narco-paraco". Un "renacuajo sin neuronas" es un modo sonoro de atribuirle al injuriado un rango muy inferior en la escala evolutiva de las especies, así como "mico mandante venezolano" caricaturiza en forma burlesca los rasgos mulatos y mestizos del presidente Hugo Chávez.

La invocación de la "rata", sin duda la más desacreditada especie de los roedores, no parece completa ni redonda si no se le acompaña de algún adjetivo contundente, como en los siguientes ejemplos: "rata asquerosa", "rata miserable", "ratas de la peor calaña". El epíteto se le adjudica indistintamente por parte de algunos usuarios/lectores a Alfonso Cano, el abatido jefe de las FARC, y a Luis Pérez, uno de los excandidatos fracasados del uribismo a la Alcaldía de Medellín.

La figura de este roedor, empero, nos introduce en otra modalidad de insultos: los que se definen por las imágenes propias del campo de la salubridad pública. Ratas, gusanos, parásitos e insectos transmisores de enfermedades tropicales se han constituido en blancos de exterminio de recurrentes campañas de salud pública dirigidas a la población en general. De esta circunstancia proviene gran parte del descrédito que acompaña a estas especies, cuyos nombres y figuras se asocian en la imaginación popular con pestes, epidemias y enfermedades.

También las enfermedades venéreas o de transmisión sexual se inscriben en este terreno de la salubridad. El insulto político se nutre de ese poderoso imaginario para diversificar su vocabulario. El muy colombiano y barriobajero insulto "gonorrea", solo es un poco más áspero y rotundo que "puta sifilítica"—el cual tiene la sonoridad de un trabalenguas—.

Fijemos ahora nuestra atención en aquellos improperios como "puta", "ramera", "perra", "golfa", "marica", que denotan en quien los emplea una postura de discriminación de género en contra de las mujeres y los homosexuales. Mientras que el insulto "perro" tiene en el ámbito literario, según Borges, una ascendencia que lo lleva hasta "Las mil y una noches"8; el más prosaico "perra" tiene una evidente connotación moral referida a la acusación de "promiscuidad sexual" propia de la hembra de la especie canina, que se le enrostra a la mujer como un inri.

En cuanto a las pretensiones de creatividad lingüística por parte de los usuarios/lectores, los vituperios se podrían agrupar en aquellos que realizan juegos o variaciones con el nombre propio del injuriado; los que construyen nuevos vocablos compuestos a partir de palabras preexistentes; y, finalmente, los que elaboran frases más o menos extensas de naturaleza ofensiva.

Los usuarios realizan juegos y variaciones con el nombre propio de algunos personajes públicos que han escogido como blanco de sus ataques personales: "Alvaraco Uribe Valaz", en vez de Álvaro Uribe Vélez. "Alvaraco" resuena muy similiar a "paraco", y "Valaz" alude con mala ortografía a la munición de las armas de fuego, para significar el gusto por las soluciones de fuerza que se le atribuyen al expresidente. "Iván Se... peda", o "Iván el macareno Cepeda", son algunas de las renominaciones sarcásticas que realizan usuarios adscritos a la cultura autoritaria del nombre propio del parlamentario de izquierda y vocero del movimiento de derechos humanos. El remoquete de "El macareno" hace referencia sarcástica a las denuncias realizadas por Iván Cepeda Castro, representante a la cámara por el Polo Democrático Alternativo (PDA), acerca de un cementerio poblado con cadáveres sin identificación en el municipio de La Macarena, Meta, en la cordillera oriental de Colombia, zona de intensos operativos militares contrainsurgentes.

El vocabulario disponible al parecer resulta insuficiente para las intenciones discursivas de algunos usuarios, a quienes les hacen falta nuevos vocablos más expresivos y completos, los cuales obtienen de la combinación de dos vocablos existentes. "Uricerdos", surge de la ecuación Uribe más cerdos; "narcomesías", de hibridar narcotraficante más mesías; "parasalvador", de la mezcla paramilitar más salvador; "prototerrorista", de añadir el prefijo proto al vocablo terrorista.

El vocablo compuesto inserto en una cadena de adjetivos despectivos parece repotenciar su eficacia, como se aprecia en el siguiente ejemplo: "recuas asquerosas neocomunistoides prototerroristas". El sustantivo "recuas" le quita toda autonomía crítica a los sujetos así calificados —un par de usuarios antiuribistas que se entretienen provocando las iras de sus contendores en los foros de eltiempo.com—. Se sugiere que estos responden a consignas o a órdenes dictadas por otros, los jefes de supuestas organizaciones extremistas. En sentido contrario, a los seguidores del expresidente Uribe se les ha nominado por parte de un usuario "cipayos sacamicas aduladores del narco enano".

Evaluación de los insultos por parte de los usuarios y polarización política en los foros

Los insultos son tan recurrentes en los foros de los usuarios de la prensa digital colombiana (y de otros países), que los propios lectores se han ocupado de la cuestión mediante sus comentarios. En uno de los foros de elespectador.com, el usuario 'Ilustrador' examinó el problema en los siguientes términos:

El hecho de que las opiniones sean anónimas (¿quiénes carajos son Awack o Lefright?) permite decir todo tipo de estupideces, ofensas y hasta groserías. Afirmaciones absolutamente gratuitas, sin ningún asidero en la realidad, sin el mínimo respeto por nadie [...] lástima que dé asco leer los comentarios, porque también los hay buenos, ponderados, razonados, bien intencionados. ¿Si tuvieran que decir sus nombres reales, si se identificaran, serían capaces Awack o Lefright de sostener algo de lo que dicen? Cobardes. (IIustrador, 23-10-2011, elespectador. com)9

'Awack' o 'Lefright' son los nicknames de dos usuarios del medio que participan de modo activo en los foros con posturas favorables al expresidente Uribe y a las fuerzas militares. Se distinguen por sus permanentes ataques personales a los usuarios que manifiestan opiniones críticas frente a los mencionados agentes políticos.

Según el usuario 'Ilustrador', el anonimato en el que actúan los foristas sería el aliciente y la condición principal para el ejercicio de la palabra ofensiva en los foros de los lectores. Su visión escatológica del foro como cloaca de la sociedad enferma no lo inhibe para reconocer la presencia, en tales espacios, de comentarios "buenos, ponderados, bien intencionados". El hecho de que este usuario finalice su comentario con otro insulto: "cobardes", dirigido contra 'Awack' y 'Lefright', resulta ilustrativo de la enorme dificultad que experimentan los foristas —aun aquellos que reflexionan sobre los excesos de la palabra injuriosa en los espacios de participación de los lectores— para situarse al margen de ese torneo de agravios.

Gustavo Petro y las mayorías "candidas e ineptas"

En su habitual columna de opinión de eltiempo.com, el exministro conservador Fernando Londoño reaccionó frente al triunfo de Gustavo Petro, exsenador del Polo Democrático Alternativo y candidato del movimiento Progresistas a la Alcaldía de Bogotá en las elecciones del 30 de octubre de 2011. "No es la primera vez —sostuvo Londoño con un dejo de amargura— que las mayorías cándidas e ineptas se entregan en brazos de las minorías audaces"10. El columnista no fue parco en los calificativos que empleó para nombrar a Petro: "aprendiz de autócrata", "peligroso", "incapaz para gobernar".

Por su parte, el usuario 'Fernandomarquez' reaccionó a la referida columna del siguiente modo:

Que los bogotanos le hayamos dado la espalda a Peñalosa y con él a su jefe, por razones de sobra conocidas, no nos convierte ni en cándidos ni en ineptos, por el contrario, queda demostrado que ya no somos la masa de borregos que solía agitarse a la vista del trapo que los políticos sabían agitar cuando necesitaban. Tal muestra de independencia es algo que no cabe en la mente estrecha de Londoño, experto en retórica barata y en lides de otra clase... (fernandomarquez, 3-11-11. eltiempo.com)

El usuario citado, quien se asume como parte de la comunidad de "los bogotanos", no acepta de buena gana la camisa de fuerza que el columnista quiere adjudicarle a quienes como él votaron a favor de Gustavo Petro, y reclama para ellos el reconocimiento de una actitud de independencia política frente a los políticos tradicionales. Al exigir "respeto por la opinión pública" de parte de los columnistas de eltiempo.com, 'fernandomarquez' sugiere que el contraste de "intereses" estaría en la base de los ataques y los insultos que desde las páginas de opinión de este medio se profieren contra los electores que le otorgaron su voto al candidato de los Progresistas, y se atravesaron en el camino del exalcalde Peñalosa, candidato de una alianza entre el Partido Verde y el Partido de la U, quien contó con el público respaldo del expresidente Uribe Vélez.

Por su parte, el usuario 'carlosespinosa', quien apoya la postura del columnista Fernando Londoño, reta a los lectores que se le oponen a polemizar con argumentos y sin insultos.

Son verdades de a puño, pero me juego con quien acepte el reto a que ninguno de los contradictores del Dr. Londoño le polemizará con argumentos. a falta de tales procederán con los mismos cuentos de siempre: Invercolsa, como si eso cambiara la verdad de lo que es Petro; los insultos de siempre, como si insultando desvirtuaran una verdad tan grande como la del pasado delincuencial de Petro y el famoso dibujito del dedo ingresando por algo que parecen ser unas nalgas, como si el dibujito le diera experiencia administrativa a nuestro flamante alcalde. Los mamertos no se han enterado de que la controversia se hace con argumentos y no con insultos. (carlosespinosa, 3-11-11. eltiempo.com)

El usuario no renuncia, sin embargo, a echar mano de la imagen homofóbica ("el famoso dibujito del dedo ingresando por algo que parecen ser unas nalgas"), a propósito del logo que identificó a los Progresistas durante la campaña electoral.

No deja de ser intrigante esta apelación formal al empleo de la racionalidad argumentativa en el discurso político por parte de usuarios pertenecientes a culturas políticas de signo contrapuesto, que, sin embargo, es desmentida a renglón seguido cuando ellos mismos esgrimen, mediante el uso de la palabra, alguna de las múltiples maneras de ultraje y vejación del oponente.

El columnista Fernando Londoño no está solo en su empeño de lanzar dardos y alfilerazos contra Petro y sus electores bogotanos. El tópico lo amplifican por su propia cuenta y riesgo otros usuarios, como 'Minixtro', quienes no ahorran epítetos despectivos para referirse a los electores desobedientes y díscolos ("populacho" y otros vocablos del mismo tenor), con lo cual revelan su verdadero concepto y actitud hacia lo popular.

El populacho de los bajos estratos rolos le dieron su voto al bandido Petro a cambio de un chorizo con papa chorriada. El pistolero del m-19 también es un guerrillero camuflado de las FARC y muy amigo del mico mandante venezolano. No creo que ese bandido dure mucho tiempo en la alcaldía porque el Procurador lo despetrea en poco tiempo. (Minixtro, 3-11-2011, eltiempo.com)

Quizá por la existencia de estas paradojas, haya lugar en el foro para algunas escasísimas expresiones de humor, como la que ofrece el usuario dalilo:

Votare por el torombolo del petro que no es lo mejor, no no no! pero no es lo peor que ha dado esta tierra de cafres como uribe! Por favor no me insulten por mis comentarios en mi casa todos somos catolicos y nos afecta mucho las grocerias y el cafe despues de las cinco de la tarde. ! (dalilo, 23-10-2011, elespectador.com)

Amén de subrayar el uso ambivalente de los lugares de la calidad (Petro "no es lo mejor, pero no es lo peor"), y la construcción de la frase a partir de una serie de negaciones, lo que el anterior comentario pone en evidencia es que una franja de los electores apoyó a Gustavo Petro en los comicios de octubre de 2011 con algunas o con muchas reservas (como explícitamente lo manifestó el columnista Alfredo Molano)11, con el fin de impedir el triunfo del candidato Peñalosa, apadrinado por el expresidente Uribe. Varios analistas políticos coincidieron en señalar que el electorado que apoyó a los candidatos del Polo Democrático Alternativo en los dos comicios precedentes en la capital del país, mayoritariamente se abstuvo de votar en 2011 por el candidato de ese partido de izquierda, Aurelio Suárez, y sufragó a favor de Gustavo Petro, líder de un grupo disidente del PDA que armó una tienda aparte bajo el rótulo de 'Progresistas'.

Ataques a la imagen del expresidente Álvaro Uribe Vélez

La columnista Claudia López, del portal lasillavacia.com, célebre por haber revelado las primeras evidencias que conducirían al escándalo de la llamada parapolítica y al consecuente proceso judicial contra más de cien parlamentarios de la coalición de gobierno, tituló una de las columnas en las que analizó la coyuntura política de 2011: "Un pícaro con suerte".

Dice el refrán que todo pícaro tiene suerte. El ex presidente Uribe parece genuina representación de esa sabiduría popular. Con un tercio de su antigua coalición legislativa, círculo familiar y gubernamental investigado por concierto criminal, corrupción o abuso de poder, el Presidente Uribe sigue casi incólume. Según la última encuesta Gallup, los colombianos le facturan la corrupción de su gobierno al gobierno actual. (Claudia López, 22-05-2011, lasillavacia.com)

Por su parte, el usuario 'porunacolombia-sincorruptos' —quien adoptó como nickname una consigna política de innegable actualidad—, retomó en el foro el epíteto que López le endosó a Uribe Vélez, y propuso un debate acerca de los calificativos que mejor se ajustan a la naturaleza del personaje público.

Claudia, al decir que Uribe es un pícaro, estás insultando a los pícaros... Uribe encaja más en los términos de Hampón o Fascineroso como nombre-sustantivo y como apellido-adjetivo, no se le puede quitar el término paramilitar. (Porunacolombiasin-corruptos, 24-05-2011, lasillavacia.com)

Como lo puntualiza Bourdieu (2001, p. 81), cuando se insulta a alguien se le impone un nombre, es decir, una esencia social. Insultar "es significar a alguien lo que es y significarle que tiene que conducirse consecuentemente a como se le ha significado". Dar una definición social mediante el insulto es adjudicarle una identidad al sujeto y, por lo tanto, imponerle límites, al menos en el plano simbólico. Ya no solo los columnistas profesionales de los diarios, sino ahora también los lectores/usuarios, se sienten habilitados para llevar a cabo estos ejercicios de nominación y clasificación de los personajes políticos. Las disputas entre los propios usuarios de distintas orientaciones políticas acerca de la manera más adecuada de calificar a personajes públicos como el expresidente Uribe o el alcalde Petro alimentan los foros de los lectores con múltiples comentarios, a menudo plagados de denuestos.

De verdad que fácil descalificamos a las personas. Uribe seguirá siendo la persona que rescató al país de un abismo. Pero como hicimos con Cristo, le pagamos cruxificandolo. Cierto que se equivocó como todos lo hemos hecho alguna vez en la vida. Si no es por Uribe Santos no estaría en el lugar que está, así que de mi parte mil gracias expresidente Uribe por recuperar al país y a Santos que siga por el buen camino que le trazó Uribe. (JohnGomez, 5-11-11, semana.com)

A lo cual replicó otro usuario:

Ay John Gómez!!! A quíen crees que puedes convencer cuando esta nación, su 80% ya por fin se dió cuenta que Uribe es un gigante con pies de barro y un delincuente. (campoeliaspataquiva, 5-11-11, semana.com)

La analogía de Uribe Vélez con Jesucristo, cuando el usuario alude a la "crucifixión de Uribe" por parte de los foristas y opinadores que profieren ataques contra su imagen pública, acude a una de las escenas bíblicas del arsenal provisto por la cultura judeocristiana. También al presidente Santos se le comparó con el apóstol Judas, en un trino publicado en la cuenta de Twitter de Uribe Vélez, durante la Semana Santa de 2011 (él alegó que alguien había digitado ese trino sin su consentimiento); pero un año después, en la Semana Santa de 2012, el tópico de la traición de Judas (Santos) a Cristo (Uribe) fue utilizado ampliamente en el programa de humor televisivo Los reencauchados12, y antes de eso se había vuelto un lugar común en las redes sociales y los foros de los lectores.

Ataques a la imagen de los columnistas de opinión

En la contabilidad de los foros de los lectores, el superávit permanente de los improperios revela el déficit de raciocinios que parece señalar una suerte de incompetencia ciudadana para el "ejercicio público de la razón", de inspiración kantiana (Habermas, 1997).

El usuario 'luiscda', en un gesto que se reitera en otros lectores inspirados en la cultura política autoritaria, reta a los demás usuarios de izquierda —a quienes califica de "basuras izmierdosas"— a que "den un solo argumento en contra de lo que escribe el columnista" José Obdulio Gaviria; luego añade: "eso si esperaré sentado porque la izmierda ante la verdad solo puede responder con insultos" (luiscda, 5-10-2011. Eltiempo.com). Imputaciones semejantes son frecuentes por parte de usuarios de las distintas culturas políticas, como veremos en los párrafos siguientes. Muchos reclaman, mediante ultrajes y vituperios, que el adversario dé muestras de sindéresis y de racionalidad argumentativa, pero no se animan a dar ellos mismos ejemplo del trato que solicitan, lo que podría ser evaluado por sus correligionarios como debilidad o falta de firmeza en sus convicciones.

El usuario 'VLWVLW', caracterizado antiu-ribista en los foros de eltiempo.com, se deja venir lanza en ristre contra la imagen pública de la columnista Salud Hernández-Mora, en una serie de cuatro comentarios que no son otra cosa que los fragmentos de una especie de libelo difamatorio, basado en informaciones de prensa que implicarían a Hernández en el aprovechamiento periodístico de información ilegal suministrada por el DAS, como parte de una campaña de descrédito contra magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre otras sindicaciones del mismo tenor. La columnista fue rebautizada por el usuario como "ramera pseudopensante del uribestialismo 'Venéra Hernández-Mora'" (VLWVLW, 13-11-2011).

En el siguiente comentario, el Dr. Bazuco sería el columnista Alfredo Molano, según 'leftright', reconocido usuario Uribista. El breve texto incluye el ataque a los bogotanos por sus preferencias políticas en elecciones.

EL Miliciano Dr. Bazuco vota por guerrilleros, eso se llama espíritu de cuerpo; Ojala los rolos no escojan otro comunista, se consolidaria como la capital de los estúpidos. (leftright, 23-10-2011, elespectador.com)

Como lo ilustran los anteriores casos, la matriz del insulto y el no reconocimiento respetuoso de las diferencias de opinión está muy arraigada en los lectores/usuarios de las diversas y contradictorias culturas políticas presentes en nuestro país.

Recientemente, el poeta, novelista y columnista de elespectador.com William Ospina, puntualizó:

Padecemos la costumbre de descalificar y perseguir toda opinión contraria, de satanizar al que piensa distinto y tratar de acallarlo. Nuestra deplorable formación religiosa es en gran medida responsable de esa vieja tendencia a la inquisición y la excomunión, y los que ahora sólo rezan y condenan, en otro tiempo alzaban piras y utilizaban tenazas. (La cursiva es mía)13

Ospina coincide con Rafael Gutiérrez Girardot (1986), para quien las raíces culturales profundas de la intolerancia política en nuestro país se pueden rastrear en la "estructura antagonista" y en la "forma dogmática" de pensamiento, inherente a "la religión católica en su versión española contrarreformista", como una "institución de poder terrenal que en beneficio del dogma ha constituido un factor esencial del estatismo de las sociedades hispánicas". Esa modalidad del catolicismo ultramontano ha sido el fermento ideológico del conservadurismo y del autoritarismo social, como matriz de la cultura política dominante en Colombia. Las

"profundas y seculares huellas de su dominio" (Gutiérrez Girardot, 1986) se ponen de relieve, a nuestro modo de ver, en la manera como dicha matriz permea en forma transversal las culturas políticas subalternas, aquellas inspiradas por la protesta, la resistencia y la búsqueda de alternativas democráticas o de izquierda para el país.

Insultos dirigidos contra los adversarios del uribismo

En este orden de ideas, para explorar las características de la polarización política en el plano del discurso, quizá resulte provechoso establecer una suerte de parangón entre los insultos políticos proferidos por uribistas y antiuribistas durante la coyuntura de las elecciones locales y regionales de 2011.

Un gran número de insultos de este tipo incluyen la sindicación de que el destinatario o blanco de estos pertenece a la guerrilla o actúa como cómplice de ella; por tanto, sería coautor de acciones violentas e ilegales contra el Estado y la sociedad civil. Se trata de un típico procedimiento de deslegitimación política del adversario por la vía de postular una supuesta adscripción de este a organizaciones armadas ilegales, señaladas de cometer atrocidades y daño a la población civil. La abrumadora mayoría de las veces se trata de acusaciones falsas, y quienes las profieren tal vez lo saben, pero en todo caso las esgrimen con el fin de neutralizar y maniatar al adversario, poniéndolo a la defensiva.

En ocasiones, la práctica descrita condujo a procesos penales, como la denuncia por calumnia e injuria que interpusieron algunos sindicatos colombianos contra el exvicepresidente Francisco Santos y el exasesor presidencial y ahora excolumnista José Obdulio Gaviria, quienes en julio de 2007 acusaron, a través de los medios de comunicación, a varios líderes sindicales de "apoyo a la lucha armada" y de "hacer una apología del terrorismo", por su asistencia a un encuentro internacional promovido por agrupaciones de izquierda en Quito, Ecuador14.

Algunos denuestos como "mamerto" y "oligarca" son apropiaciones de vocablos que tienen una genealogía o resonancia en la cultura política de la izquierda (aunque el término "oligarca" también se incorporó al discurso gaitanista), ahora resignificados y puestos al servicio de un populismo de derechas. Resulta interesante esta "flexibilidad ideológica" de algunos insultos políticos, que pueden migrar de una cultura política a otra muy diferente, arrastrados por las corrientes de la evolución histórica y política del país.

Insultos dirigidos contra los uribistas

Una buena parte de estos insultos lleva consigo una acusación de pertenencia o complicidad con el paramilitarismo y sus crímenes de lesa humanidad. A menudo, se sindica al mismo tiempo al destinatario de estar ligado con el narcotráfico y sus estructuras delicuenciales, como sucede en los vocablos compuestos: "narco-paraco" y "narco-paramilitar", que, si se examinan con desapasionamiento, son de la misma naturaleza discursiva que los insultos de sentido opuesto: "narco-guerrillero" o "narco-terrorista".

A esta altura, podemos inferir que los insultos políticos más utilizados por uribistas y antiuribistas son aquellos que se nutren del conflicto armado y de la violencia política y social, esto es, del principal problema de la historia contemporánea de Colombia. En otros contextos nacionales que no tienen este tipo de violencia política, un inventario de improperios como el que hemos presentado resultaría completamente exótico y ajeno, con lo cual podemos apuntalar una hipótesis acerca de la dependencia fundamental de los tópicos de los insultos políticos respecto a las principales variables de la coyuntura histórica y política del país.

Otro tipo de desaguisados se lanzan con el fin de vulnerar o erosionar la autoestima social del destinatario, enrostrándole una supuesta falta de dignidad social. Forman parte de esta serie vocablos ofensivos, aunque de origen castizo, como "lameculos" y otros similares. Una serie de denuestos como "uribestias", "borregos", "descerebrados", etc., ponen de relieve una supuesta falta de criterio propio, de entendimiento y de autonomía personal del destinatario.

Hay insultos que denuncian las falsas pretensiones de inteligencia y de valía intelectual o cultural del adversario, como "pseudointelectual", "intelectual de pacotilla", "ramera pseudopensante", "ilustre desconocido", entre otros, muchos de los cuales han sido aplicados específicamente al excolumnista José Obdulio Gaviria, quien se presenta a sí mismo como tutor o guardián de la llamada "doctrina política uribista".

También hay exabruptos de signo más tradicional, como: "viejo Hp", "hampón", "loca", que son de baja intensidad si se comparan con el resto de la artillería pesada de los vocablos y expresiones ofensivas recolectados.

Además acá hay juegos caprichosos con las variaciones del nombre propio de los destinatarios, como en los siguientes casos: "Plinio Hampuleyo", en vez de Plinio Apuleyo Mendoza; "Ladroño" o "Facho Londoño", en vez de Fernando Londoño Hoyos. Ambos son actualmente columnistas de eltiempo.com; sus nombres se asocian con la defensa de los postulados y de la imagen del expresidente Uribe Vélez. El mismo recurso es utilizado indistintamente por usuarios adscritos a las dos vertientes contrapuestas de la contienda político-ideológica en el país.

A modo de conclusiones

En buena parte de los foros de los lectores examinados en este estudio se advierte una nítida polarización entre algunos de los usuarios más activos, que se injurian mutuamente. El foro del lector se convierte en cuadrilátero; los usuarios, en pugilistas que golpean con agravios y denuestos. Los injuriantes no están de ánimo para escuchar las razones de nadie, solo para lanzar sus andanadas de exabruptos. A ver quién aguanta más; a ver quién cae de bruces sobre la lona y muerde primero el polvo. Los usuarios que no se adscriben con firmeza a ninguno de los bandos en contienda, y que tienen opiniones moderadas, matizadas o simplemente diferentes15, se mantienen como observadores pasivos o se desalientan y abandonan el foro.

Adherentes o contradictores del punto de vista del columnista, los usuarios de muy opuestas culturas políticas y modos de pensar y sentir convergen en los foros de los lectores, en ocasiones de forma activa y otras veces, pasivamente. Pero lo que en tales foros tiene lugar, lo que allí se escenifica a menudo, se distancia del modelo de una conversación racional, o del intercambio enérgico, pero respetuoso de puntos de vista.

El caso de los foros de los lectores de lasilla-vacia.com constituye una excepción a la regla, y precisa un análisis específico. Tanto el balance de sus editores como la observación de los foros dan cuenta de que en ellos se ha logrado un clima de deliberación y debate entre los usuarios. Una de las razones que explican lo anterior es la activa moderación de los foros que realizan editores y periodistas del medio, a partir de reglas claras de participación de los usuarios.

Una de las funciones que vienen cumpliendo los foros de la prensa digital es la de constituirse en un espacio importante en los procesos de configuración y reconfiguración cotidiana de las identidades políticas, tanto por la vía de la empatía manifiesta, como por el camino del contraste y el repudio —al mismo tiempo emocional y conceptual— que experimentan los lectores respecto a los planteos y al ethos de los columnistas, así como de los otros usuarios.

En la construcción permanente y relacional de sus identidades políticas, como en una galería de espejos múltiples, los lectores/usuarios de la prensa digital se autorreconocen, tanto por las afinidades con sus columnistas predilectos, como por los desacuerdos que les despiertan columnistas y usuarios que sostienen puntos de vista situados en las antípodas de su cosmovisión.

En el caso colombiano, encontramos que si bien hay una suerte de convergencia predominante entre una matriz de cultura política autoritaria y ultraconservadora, por un lado, y el abuso del argumento ad personam, por el otro, el recurso al insulto y al ataque personal no es privativo de los agentes políticos y sociales que comparten dicha matriz, sino que acompaña con intensidad variable las funciones estratégicas de legitimación y deslegitimación (Chilton & Schaffner, 2000) que despliegan los usuarios/lectores que adscriben a otras matrices de cultura política que interactúan en el escenario colombiano, las cuales hemos denominado de un modo general —siguiendo a Álvarez, Dagnino y Escobar (2001)— como culturas políticas alternativas, de la protesta y la resistencia.

En contextos como el nuestro, signados por la polarización política, se incrementa en forma significativa el uso y el abuso del insulto y el ataque personal, como expresión de la lucha por la influencia social y política que se libra entre agentes contrapuestos en la esfera pública.

En un país tradicionalmente impregnado de los valores y prejuicios de la cultura católica ultraconservadora, los foros de los lectores cumplen la imprevista función de servir de válvula de desahogo, por medio de la cual una franja de la sociedad traslada al espacio público sus frustraciones y prejuicios, sus imaginarios alterados, esa especie dephatos reprimido, que resulta tanto más ilustrativo de quiénes somos, cuanto más veces es negado y sometido a interdicciones.

Esta inesperada función catártica de los foros resulta favorecida por la inmediatez y, en cierto modo, la espontaneidad de las interacciones entre los usuarios, así como por la práctica extendida del anonimato en la red, que al reducir la expectativa de sanción social entre los usuarios, los compele a dar rienda suelta a una subjetividad airada en la que los elementos emocionales tiñen y le dan un color característico a la expresión de las opiniones y juicios de valor sobre el acontecer político y sus protagonistas.

Junto con la efervescente producción de contenidos textuales y audiovisuales autogenerados por los usuarios en las redes sociales, los foros de los lectores y los comentarios en línea constituyen objetos de estudio que demandan nuevos abordajes por parte de la comunidad de investigadores de la comunicación, en los que sería recomendable integrar de modo más consistente metodologías cuantitativas y cualitativas. En la publicación final de los resultados de esta investigación nos proponemos llenar el vacío que en este artículo deja la ausencia de un abordaje cuantitativo de los datos recolectados en los foros.

Los foros de los lectores de la prensa digital, considerados —según algunas de las metáforas al uso— como cloacas, cuadriláteros, espacios para el diálogo racional, o como galería de múltiples espejos a través de la cual deambulan y fluyen los sujetos

en la búsqueda permanente de sus identidades, se revelan como instancias no despreciables de producción y configuración de una parte del discurso social, y por lo tanto son una ventana abierta -aunque no transparente- para los investigadores de los procesos de comunicación mediados por las tecnologías digitales, y de las dinámicas de subjetivación y recreación de las culturas e identidades políticas de los usuarios/ciudadanos.


Notas

1Ver el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Url: http://www.rae.es/
2Ver: María Moliner (1998). Diccionario de uso del Español. Madrid: Gredos. Segunda edición. 2 tomos.
3Según el reporte del Estudio General de Medios del periodo abril/junio de 2012, basado en una metodología de encuestas a los lectores, ante la pregunta "¿qué periódico ha leído en el último mes?", El Tiempo ocupó un indiscutido primer lugar, con 4.871.173 de lectores; seguido por El Espectador, con 1.852.543; El Colombiano, con 818.190, y El País, con 745.063. En la categoría de portales informativos en soporte digital, eltiempo.com tiene el liderazgo, con 1.450.042 visitantes semanales declarados en el país, seguido de elespectador.com, con 872.341 visitantes. Ver: "Estudio ubica a El Tiempo como líder absoluto de audiencias", eltiempo.com, 12 de agosto de 2012, http://www.el-tiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12121621.html (recuperado 13 de octubre de 2012).
4Según José A. Sánchez, subeditor de eltiempo.com, durante el 2010 dicho portal registró seis millones de usuarios únicos por mes; en mayo de 2011, el portal superó los ocho millones de usuarios únicos mensuales. Por su parte, Leonardo Gutiérrez, editor multimedia de elespectador.com, asegura que en septiembre de 2011 este sitio web contaba con cuatro millones de usuarios únicos al mes, un incremento significativo si se tiene en cuenta que tan solo en 2008, el portal registraba solo 200.000 usuarios únicos al mes. Los datos fueron suministrados por los editores en entrevistas concedidas al autor de este artículo y a Neyder Salazar, auxiliar de investigación, el 21 y el 22 de septiembre de 2011, respectivamente.
5La columna de José Obdulio Gaviria en El Tiempo fue suspendida a finales de septiembre de 2012 tras la publicación, por parte de este, de una controvertida columna de opinión que incluyó afirmaciones calumniosas sobre el proceso de paz del gobierno Santos con las FARC, lo cual dio lugar a un editorial de rechazo del periódico El Tiempo. Por su parte, Alejandro Gaviria suspendió su columna en El Espectador el 1 de septiembre de 2012 para asumir el cargo de ministro de Salud del gobierno Santos.
6El 11 de noviembre de 2011, al día siguiente de la multitudinaria 'Toma a Bogotá" por parte del movimiento estudiantil universitario, el presidente Santos radicó en el Congreso la solicitud de retiro del proyecto de reforma a la Ley 30 de Educación Superior, cuyo contenido desató una serie de movilizaciones estudiantiles de rechazo, algunas de las cuales tuvieron lugar los días 7, 12 y 16 octubre, así como el 3 y el 10 de noviembre de 2011. Recuperado el 10 de Octubre de 2012 de: http://es.wikipedia.org/wiki/Movilización_estudiantil_en_Colombia_de_2011
7Zoociedadfue el nombre del primero de los programas de sátira política en televisión, que dirigió el célebre humorista colombiano Jaime Garzón Forero, a comienzos de los años noventa (1990-1993). Garzón fue asesinado en Bogotá el 13 de agosto de 1999, por sicarios al servicio de sectores políticos de la ultraderecha colombiana, entre los que se encontraba Carlos Castaño, jefe de las AUC. Como posible coautor intelectual del crimen, se está adelantando un juicio contra José Miguel Narváez, ex subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Jaime_Garzón#Zoociedad
8Ver el ensayo de Borges "El arte de injuriar", recuperado el 10 de Julio de 2012 de http://www.huelgaosi.galeon.com/literatura/lit-cl-ooo6.html.
9En las citas textuales de los comentarios de los lectores se conserva siempre la ortografía del texto original.
10Londoño, F. (2 de Noviembre de 2011). Petro. Recuperado el 5 de junio de 2012 de eltiempo.com: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-4941245.
11Molano Bravo, A. (23 de Octubre de 2011). Esperanza. Recuperado el 5 de junio de 2012 de elespectador. com: http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-306935-esperanza.
12El programa Los reencauchados se emite los domingos en la noche por el canal Caracol. Se trata de un programa de humor político, en el que se utilizan muñecos de caucho que representan a connotados personajes de la política nacional y del periodismo. Las controversias políticas entre Uribe Vélez y el presidente Santos conforman uno de los tópicos recurrentes del programa.
13Ospina, W. (20 de Mayo de 2012). Polemizar. Recuperado el 5 de Junio de 2012, en elespectador.com: http://www.elespectador.com/opinion/columna-347363-polemizar
14Los sindicalistas estigmatizados pertenecen a Sintrauni-col, Sintraemcali y Sintrateléfonos. En marzo de 2012, el expresidente Santos aceptó hacer una rectificación pública de sus asertos, como parte del proceso judicial que se adelantaba en su contra. Para ampliar esta información, véase http://movimiento-social-colombiano.over-blog.es/article-por-calumnias-contra-sindicalistas-deberan-responder-francisco-santos-calderon-y-jose-obdulio-gaviria-57387730.html
15Gaviria, A. (20 de Mayo de 2012). Productores de odio. Recuperado el 5 de Junio de 2012, de elespectador.com: http://www.elespectador.com/opinion/columna-347351-productores-de-odio.


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