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Signo y Pensamiento

Print version ISSN 0120-4823

Signo pensam. vol.32 no.62 Bogotá Jan./June 2013

 

Las cartas sobre la mesa. Un estudio sobre la relación entre agenda pública y mediática en Cuba: caso Granma

The Cards on the Table. A Study on the Relationship Between Media and Public Agendas in Cuba: The Granma Case

As cartas na mesa. Estudo sobre a relação entre agenda pública e mediática em Cuba: caso Granma

José Raúl Gallego Ramos*
Arailaisy Rosabal García**

*Licenciado en Periodismo de la Universidad de la Habana, Cuba. Profesor de la Facultad de Lenguas y Comunicación de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. Correspondencia: Calle 1 No. 61B y C Reparto Saratoga, Camagüey, Cuba. Correo electrónico: jose.gallego@reduc.edu.cu.
**Licenciada en Periodismo de la Universidad de la Habana, Cuba. Jefa de Carrera de Periodismo de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. Correspondencia: Calle 8, edificio 32, apto. 14, 1 y B, Reparto Julio Antonio Mella, Camagüey, Cuba. Correo electrónico: arailaisy.rosabal@reduc.edu.cu.

Recibido: Agosto 3 de 2012 Aceptado: Septiembre 28 de 2012
Submission date: August 3, 2012 Acceptance date: September 28, 20i2


Resumen

El artículo analiza la relación entre la agenda pública nacional, su representación mediática en la sección de correspondencia 'Cartas a la Dirección' del periódico Granma y la agenda mediática nacional de dicho órgano de prensa, durante octubre y noviembre de 2009. Mediante la aplicación de técnicas y métodos como el coeficiente de correlación Rho Spearman, la observación participante, la entrevista en profundidad y el análisis de contenido, se evidencia el deficiente tratamiento de los objetos y atributos de la agenda pública en la agenda mediática del periódico Granma, y se presenta un análisis de los factores y actores que atentan contra una relación favorable entre estas agendas. El estudio constituye el primero de su tipo en Cuba y propone una metodología novedosa para estudiar la relación entre agendas, la cual integra aspectos cuantitativos y cualitativos, y las mediaciones que intervienen en el proceso.

Palabras clave: Agenda pública, agenda mediática, periódico Granma, mediaciones, Cuba.

Descriptores: Cuba, prensa y política, agenda mediática, análisis.


Abstract

The article analyzes the relationship between the national public agenda, its media representation in the correspondence section 'Letters to the Direction' of the newspaper Granma and the national media agenda of the newspaper, during October and November 2009. Through the implementation of techniques and methods such as the Spearman Rho correlation coefficient, participant observation, in-depth interviews and content analysis, we evidenced the poor treatment of the objects and attributes of the public agenda in the media agenda of the newspaper Granma, and we present an analysis of the factors and actors playing against a favorable relationship between these agendas. The study is the first of its kind in Cuba and proposes a new methodology for studying the relationship between agendas, which integrates quantitative and qualitative aspects, and the mediations involved in the process.

Keywords: Public Agenda, Media Agenda, Granma Newspaper, Mediations, Cuba.

Keywords plus: Cuba, Press and Politics, Agenda-Setting, Analysis.


Resumo

O artigo analisa a relação entre a agenda pública nacional, sua representação mediática na secção de correspondência 'Cartas à Diretoria' do jornal Granma e a agenda mediática nacional de tal órgão de imprensa, durante outubro e novembro de 2009. Mediante aplicação de técnicas e métodos como o coeficiente de correlação Rho Spearman, a observação participante, a entrevista em profundidade e a análise de conteúdo, evidencia-se o tratamento deficiente dos objetos e atributos da agenda pública na agenda mediática do jornal Granma, e apresenta-se análise dos fatores e atores que atentam contra uma relação favorável entre estas agendas. O estudo constitui o primeiro do seu tipo em Cuba e propõe metodologia novidosa para estudar a relação entre agendas, mesma que integra aspectos quantitativos e qualitativos, e as mediações que intervém no processo.

Palavras-chave: Agenda pública, agenda mediática, jornal Granma, mediações, Cuba.

Palavras-chave descritores: Cuba, jornal e da política, definição da agenda, análise.


Origen del artículo

El artículo presenta los resultados de la investigación Las cartas sobre la mesa. Un estudio sobre la relación entre agenda pública y mediática en Cuba: caso Granma, realizada por los autores como tesis de Licenciatura en Periodismo, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. La investigación se llevó a cabo entre junio de 2008 y mayo de 2010.


Introducción

Desde hace varias décadas se aprecian en Cuba serias distancias entre la agenda pública y el contenido de los medios de prensa. Basta escuchar las preocupaciones populares para percatarse de las insatisfacciones de la población con algunos aspectos del periodismo que se hace en el país; aspecto preocupante, ya que la propia naturaleza de los medios cubanos presupone la necesaria relación que debe establecerse entre los intereses de la prensa y su público, como una forma de certificación y reconocimiento mutuo que garantiza el éxito de la organización mediática.

Aunque el triunfo de la Revolución marcó una nueva manera de hacer periodismo, comprometido con la obra social, los intereses populares, y alejado de los dictámenes del mercado; la hostilidad constante de los círculos de poder de Estados Unidos, la derecha internacional y sus redes mediáticas —que satanizan e hiperbolizan la realidad de Cuba—, y algunos problemas internos, han llevado a los medios nacionales a asumir una posición defensiva, priorizando la imagen del país que proyectan al mundo, en detrimento a veces del reflejo y análisis objetivo de los problemas internos que afectan a la mayoría de los cubanos.

Por ello, la presente investigación plantea un acercamiento a la relación públicos-medios de prensa, a partir de los temas y criterios priorizados por unos y otros; y ahonda en aquellos factores y actores que median en este proceso.

En esencia, el estudio plantea como problema: ¿ cuál es la relación entre la agenda pública nacional (APN), su representación mediática en la sección de correspondencia 'Cartas a la Dirección' y la agenda mediática nacional (AMN) del periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diario de mayor circulación en el país, durante octubre y noviembre de 2009? Respecto a la sección explorada, el 14 de marzo del 2008, el periódico Granma reabrió su sección de correspondencia bajo el nombre 'Cartas a la Dirección', la cual se caracteriza por reflejar, por medio de las cartas de los lectores, importantes preocupaciones populares. En poco tiempo alcanzó gran popularidad y se constituyó en un reconocido espacio de discusión de temas de interés público.

Por relación entre agendas se entiende el proceso bidireccional de transferencia de objetos y atributos entre agendas públicas y mediáticas, en el cual se articula una serie de mediaciones internas y externas que influyen sobre la tematización y el discurso, permitiendo o no un grado determinado de coincidencia entre los temas y criterios manejados por los públicos y los tratados por el medio periodístico.

El término objeto es una traducción al español del vocablo inglés issue, y hace referencia a temas generales de preocupación pública que ocupan periodos relativamente largos en las agendas y sobre los que se tiene una actitud u opinión (McCombs, 2006). Mientras tanto, los atributos se definen como la variada gama de propiedades y rasgos más sobresalientes que caracterizan a un objeto y completan su imagen. Son elementos subjetivos, como juicios de opinión, matices, actitudes, que dan prominencia a un asunto. Poseen una dimensión sustantiva y otra afectiva (Casermeiro, 2004; McCombs, 2006; Rodríguez Díaz, 2004; Rosabal y Gallego, 20i0). La primera está formada por aquellos elementos de tipo cognitivo que caracterizan al objeto, podrían entenderse como aristas o vertientes del tema; la segunda es la valoración de la dimensión sustantiva. Se divide en las categorías de actitud: positivo, neutral y negativo. "Trata con las categorías cognitivas y de actitud más generales, que pueden llegar a pautar la forma acerca de las cuales los medios y las audiencias están pensando acerca de un tema o problema" (Casermeiro, 2004, pp. 133-134).

Para responder al problema planteado, se declaran los siguientes objetivos:

  • Identificar las semejanzas y/o diferencias que existen entre los objetos y atributos destacados en cada una de estas agendas.
  • Analizar el uso dado a las misivas recibidas en la sección 'Cartas a la Dirección' en el proceso de producción sobre temas nacionales del periódico Granma.
  • Establecer modalidades de relación adaptadas a los intereses de este estudio y que expresen de forma organizada y con matices cualitativos los resultados obtenidos de la correlación entre objetos, la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos y la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los atributos.
  • Determinar las mediaciones que se articulan en los procesos de transferencia de objetos y atributos de la agenda pública a la agenda de 'Cartas a la Dirección', de la agenda de 'Cartas a la Dirección' a la agenda mediática nacional del periódico Granma, y de la agenda pública a la agenda mediática nacional del periódico Granma.

Diseño metodológico

La amplitud y complejidad de este estudio obligó a asumir métodos y técnicas que provienen de ambas tradiciones de investigación: la cuantitativa y la cualitativa. El proyecto contó con dos momentos fundamentales: a. el establecimiento de las agendas (predominantemente cuantitativo); y b. el estudio de las mediaciones, que se articulan en torno a la relación entre las agendas (eminentemente cualitativo). Por tal motivo, se asumió el enfoque mixto como perspectiva de investigación, con el propósito de profundizar con más detalle en hallazgos cuantitativos; aspecto imprescindible en medio de una situación nacional que exige tanto pruebas factibles, como explicaciones.

La investigación empleó dos métodos: el análisis de contenido y la entrevista en profundidad, ambos imprescindibles para la realización del estudio, pues a partir de su aplicación se construyen las agendas por estudiar, y se determinan las mediaciones que influyen en el proceso de transferencia de objetos y atributos.

La utilización del primero se justifica atendiendo a que la mayoría de las muestras analizadas son textos escritos. De acuerdo con las clasificaciones ofrecidas por Piñuel (2002), se emplean tanto el análisis de contenido cuantitativo (para la determinación de los objetos jerarquizados en las agendas y la dimensión sustantiva de sus atributos) como el cualitativo (para determinar la dimensión afectiva de los atributos).

Por su parte, la entrevista en profundidad se utilizó para indagar en las mediaciones que se articulan en la construcción de las agendas y el discurso periodístico, pues debido a su extrema complejidad y a la multiplicidad de elementos que intervienen, se hace muy difícil aprehenderlas solamente por medio de la observación.

En los inicios de la investigación, la entrevista fue utilizada para acercarse al fenómeno y conocer sus características fundamentales, luego se empleó durante la recolección de los datos para obtener informaciones sobre determinados trabajos periodísticos y como instrumento para la construcción de la agenda pública (por medio de los expertos de la realidad nacional); y al final del proceso, para determinar las mediaciones individuales, de procedimientos, organizacionales, extramediáticas e ideológicas1 que influyeron en la transferencia de objetos y atributos entre las agendas.

Como técnica complementaria a la entrevista en profundidad se utilizó la observación participante, no estructurada, de campo y abierta. Esta permitió conocer el objeto de estudio en toda su complejidad y en las condiciones naturales en que se desarrolla, así como recabar información de primera mano. En la presente investigación, dicha técnica se aplicó durante varios meses en distintos escenarios: Departamento de Atención al Lector del periódico Granma, reuniones semanales de la redacción nacional y consejos de dirección.

Para determinar la correlación entre objetos en las agendas estudiadas y la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos, se utilizó el coeficiente de correlación Rho Spearman. Este ha sido el cálculo estadístico empleado tradicionalmente por los estudios enmarcados en la tradición de agenda setting y su cálculo se realizó mediante el programa estadístico SPSS v. 10.0.

Por lo general, las investigaciones de este perfil se centran en calcular los niveles de correlación tanto en el primer como en el segundo nivel de establecimiento de agenda. Pero, para el estudio se diseñó una serie de modalidades de relación basadas en el cálculo de la correlación entre los objetos y las dimensiones sustantivas de los atributos, a lo cual se añadió la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de estos, para exponer con mayor claridad y organización las relaciones en tres niveles que pueden darse entre las agendas.

Las correlaciones entre objetos y atributos se calcularon de la manera tradicional, y en el caso de las dimensiones afectivas de los atributos, los niveles de correspondencia se expresaron mediante la categoría 'enfoque'. Esta resulta de la suma de las categorías de actitud con que se valoraron los subtemas que conforman el objeto; así, la categoría predominante es la dimensión afectiva general de estos atributos, y por ende, la dimensión afectiva que caracteriza a cada objeto.

Este dato resulta vital, pues concreta y resume la esencia de la relación entre agendas. Pueden estar presentes todos los objetos y atributos, pero si son valorados de manera opuesta, no existirá una verdadera consonancia entre las agendas comparadas. Existe un tratamiento enfocado cuando coinciden las valoraciones afectivas generales de, al menos, dos tercios de los objetos presentes en ambas agendas; de lo contrario, no hay correspondencia, por lo que es catalogado como desenfocada.

Una vez que se cuenta con estos resultados, se procede a enunciar la modalidad de relación correspondiente resultante de la combinación de estos tres aspectos, como puede observarse en la tabla 1.

Para la investigación, se trabajó con dos poblaciones diferentes, una constituida por objetos y otra por sujetos. Dentro de la primera, se incluyeron las publicaciones del periódico Granma correspondientes a octubre y noviembre de 2009, así como los boletines del Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión (CESPO)2 de esos meses, las cartas y correos recibidos en el Departamento de Atención al Lector del medio, y las publicadas en la sección 'Cartas a la Dirección' en el periodo de estudio.

Por su parte, la población de sujetos incluyó a periodistas, trabajadores y directivos del periódico Granma, y a especialistas en temáticas nacionales. La selección del primer conjunto se realizó por sujetos tipos, agrupados según las funciones que ocupan dentro del medio de prensa, para una cifra de 4 directivos y ii periodistas. En tanto, para la elección de los especialistas se siguió el criterio de expertos (Álvarez y Barreto, 2010, p. 385), recurriendo a personas con experiencia e investigaciones sobre los temas de la realidad nacional más destacados en la agenda pública, y la muestra quedó conformada por cinco expertos.

Las cartas sobre la mesa

El tema de la relación entre las agendas públicas y mediáticas encierra una enorme importancia, pues de ello depende en gran medida la aceptación y credibilidad del medio de prensa, así como de la organización a la que representa. Lograr una consonancia entre ambos cuerpos resulta una tarea nada fácil, pues requiere no solo el tratamiento de ciertos temas, sino, también, de las aristas manejadas y las valoraciones que se emiten, aspectos que se encuentran mediados por numerosos factores que incluso trascienden a la propia institución periodística. Así, lo que pudiera considerarse como un proceso normal de transferencia entre agendas suele ser mucho más complicado.

Definición de agendas

Definición de la agenda pública nacional (APN)

La inexistencia en Cuba de mecanismos encues-tadores que ayuden al menos a esbozar la agenda de los públicos obligó a recurrir a vías diferentes a las empleadas tradicionalmente para este tipo de investigaciones, lo cual llevó a la vinculación de diferentes perspectivas metodológicas.

Normalmente, la agenda pública se mide por encuestas realizadas a una parte de la población y en ellas a una muestra de individuos se le pregunta: ¿Cuál es el problema más importante al que tiene que hacer frente este país?, pregunta denominada el Problema Más Importante (PMI). Con los resultados que se obtengan, se pretende ver la posición relativa que tiene un tema o varios en la agenda del público. (Rodríguez Díaz, 2004, p. 20).

Sin embargo, debido a las limitaciones señaladas, se hizo imposible, mediante llamadas telefónicas o encuestas, definir de manera fiable una APN. Para ello se decidió establecer la agenda pública de objetos por medio de una triangulación que incluye los datos aportados por los boletines mensuales del CESPO, el análisis de contenido a las cartas escritas durante octubre y noviembre que llegaron al periódico Granma en este periodo, y entrevistas en profundidad a investigadores de la realidad nacional.

Es cierto que el uso de cartas remitidas a un diario para determinar agenda pública está marcado por cierta predisposición de quien escribe, pues no son todas las personas las que se deciden a emplear parte de su tiempo en redactar una misiva en la cual denuncian una situación personal o analizan un tema de importancia general. Sin embargo, podemos argumentar que entre las cartas y correos que integran la muestra hay representación de todas las provincias del país e incluso de cubanos residentes en el exterior; pudo identificarse remitentes de ii9 municipios —incluyendo el municipio especial Isla de la Juventud—, hay presencia de ambos sexos, los rangos de edades son múltiples, al igual que el nivel de escolaridad y la ocupación, lo cual genera una variedad muestral importante.

En aras de lograr una mayor exhaustividad y profundidad en esta investigación, el estudio se extendió a veinte temas, aun cuando se sugiere que las agendas son como juegos de suma cero y que más de siete objetos no logran captar la atención prioritaria del público (McCombs, 2006, pp. 84-86).

Y en efecto, solo los seis primeros temas de la APN lograron alcanzar o rebasar el 10 % de las menciones en las cartas, cifra que es considerada el umbral de la atención pública. La APN quedó conformada por temas de tipo experienciales, es decir "aquellos temas de los cuales tenemos un conocimiento directo ya que intervienen en nuestras vida cotidiana y los experimentamos de manera directa" (McCombs, 2006, p. 122), lo cual limita la influencia que puedan tener los medios de prensa sobre el público. La presencia de estos temas no se debió a una atención desmesurada por parte de los medios, sino a problemas objetivos que atraviesa la sociedad cubana desde hace más de dos décadas y que han provocado que se conviertan en centros de atención en la vida de la mayoría de las personas.

Casi todos estos objetos o problemas se encuentran estrechamente vinculados con cuestiones económicas y las políticas que los condicionan, de allí que las principales preocupaciones estén referidas, por ese orden, a gobierno y administración, alimentación, salud pública, vivienda, salario y problemas sociales. Son temas que pueden ser considerados en su mayoría crónicos3, es decir, "temas de los cuales tenemos un conocimiento directo ya que intervienen en nuestras vida cotidiana y los experimentamos de manera directa" (McCombs, 2006, p. i22). Por su parte, los objetos ubicados en posiciones menos relevantes son de tipo intermitente, en otras palabras, "reciben atención media o baja por parte del público, forman parte de la agenda desde hace mucho tiempo, pero su presencia es discontinua" (Carrillo y Tamayo, 2004, p. 6).

Utilizando la propuesta de Aníbal Ford (i999, citado en Casermeiro, 2004, p. 258), la APN es fundamentalmente de tipo sincrónica, pues existe una continuidad de los temas a lo largo del tiempo y se mantienen normalmente bien posicionados en los niveles de atención de las personas, sobre todo los mejor posicionados.

En todas las fuentes utilizadas en la construcción de la agenda pública, se evidenció un predominio de valoraciones negativas hacia numerosos aspectos de la realidad, lo cual no implica contradicción con el apoyo mayoritario al proceso revolucionario cubano, también evidente. Además, el público demostró un interés y conocimiento general sobre los temas debido a la amplitud de las aristas tratadas en cada problema y la precisión de los señalamientos.

Definición de la representación mediática de la agenda pública nacional en la sección de correspondencia 'Cartas a la Dirección'

Con el objetivo de fomentar el debate y lograr un acercamiento a esas preocupaciones públicas, en el 2008, el periódico Granma reabrió su sección de correspondencia, esta vez bajo el nombre 'Cartas a la Dirección' y con las peculiaridades del espacio dedicado (dos páginas) y la publicación prácticamente íntegra de los criterios del lector.

Según sus responsables, la agenda de la sección se construye basándose en cuatro principios generales: a. que las cartas sean revolucionarias, b. que aborden la mayor cantidad de aristas del problema, c. que no sean situaciones demasiado particulares, d. se priorizan los temas que la Dirección del periódico entiende como medulares para el país. También se toma en cuenta la cantidad de cartas que llegan sobre un mismo asunto, aunque este no es un factor decisivo, según varios de los entrevistados. A decir de Lázaro Barredo, director del medio, el diseño de la sección es facultad exclusiva del periódico, y en ello no intervienen orientaciones externas.

En la sección 'Cartas...' pueden identificarse dos líneas de trabajo claramente definidas. Una cuyo objetivo es poner sobre el tapete determinados asuntos, generalmente con carácter de denuncia; y otra, más analítica y extensa, con el propósito de debatir y profundizar en aquellos temas considerados en el centro de la problemática nacional. Estos últimos se han concentrado en el ámbito de las políticas económicas y sociales, sobre todo relacionadas con los cambios anunciados por la dirección del país, y que aún no se han materializado.

La publicación o no, de una carta o temática, responde en esencia al trabajo y los criterios de:

  1. Trabajadoras del Departamento de Atención al Lector, que procesan las cartas en soporte físico;
  2. Columbia Lugo, jefa del Departamento de Atención al Lector, quien revisa todos los correos electrónicos que entran y las cartas seleccionadas por sus subordinadas;

  3. Susana Lee, periodista que recibe una primera selección de las cartas y correos realizada por Columbia Lugo;
  4. Lázaro Barredo, director del periódico Granma, quien recibe algunos correos enviados por Columbia y una segunda selección preparada por Susana Lee, de la cual sale el diseño definitivo de la sección.

La selección final corresponde exclusivamente al director, de quien dependen enteramente los contenidos que aparecen en estas páginas, pues aunque la propuesta es presentada al Consejo de Dirección cada jueves, durante el tiempo que se realizó la observación nunca se le hicieron cambios a la selección del director. Esta presentación se realiza con fines prácticamente informativos y no con el objetivo de discutir o reelegir las cartas que aparecerán al día siguiente.

El objeto que dominó la agenda de 'Cartas.' fue problemas sociales (apareció en el 21% de los correos y cartas publicados), el cual protagonizó uno de los debates fundamentales de la sección; le siguieron gobierno y administración (18 %); alimentación (remolcado a esa posición a raíz del intenso debate en torno al atributo eliminación de la libreta de abastecimientos); salud pública, y salario (12%). De los temas potenciados por el público, solo dos no estuvieron presentes en las 76 cartas publicadas durante octubre y noviembre: periodismo, e instituciones militares y de protección.

A pesar del poco espacio del que se dispone para representar algo tan complejo como la APN, 'Cartas.' logró, por medio de las misivas publicadas, presentar los objetos tratados con variedad de atributos. Predominó la dimensión afectiva negativa de los atributos de cada objeto destacado.

Definición de la agenda mediática nacional (AMN) del periódico Granma

La AMN del periódico Granma dio prioridad a temas más vinculados con las orientaciones e intereses de su organización rectora, el Partido Comunista de Cuba (PCC). Fue esta la causa de que los objetos salud pública y agricultura ocuparan los dos primeros lugares en la agenda, pues la situación epidemiológica por la que atravesó el país en los meses de estudio, así como el interés por potenciar el desarrollo del sector agrícola, estuvieron entre las prioridades del PCC. Producto de esas mismas orientaciones se destacaron temas como cinco héroes, bloqueo y UJC, y organizaciones de masas, los cuales no fueron potenciados por el público. Los puestos del tres al seis fueron ocupados por los objetos alimentación, producciones industriales, higiene ambiental y problemas sociales.

A pesar de que el periodismo tiene entre sus misiones profundizar en los temas tratados, por lo general fueron pocos los atributos que caracterizaron a cada objeto en la agenda mediática nacional del periódico Granma.

Hubo un predominio de los argumentos positivos en el tratamiento de los temas. Incluso, en muchos trabajos que abordaban aristas críticas de los asuntos, el contraste con elementos positivos generalmente favorecía a estos últimos. Por otra parte, aunque se observa una recuperación del reportaje como género que permite abordar los temas en profundidad, aún es muy superior la presencia de la información, la cual en muchos casos se limita a reflejar datos aportados por instituciones, sin emitir juicios o valoraciones propias al respecto.

Relación entre agendas

Relación entre la APN y la representación mediática en la sección de correspondencia 'Cartas a la Dirección'

Sin estar exenta de mediaciones —fundamentalmente de tipo individual—, la sección 'Cartas...' logró representar mediáticamente la APN con reconocibles grados de fiabilidad. El uso del coeficiente de correlación Rho Spearman permitió comprobar que en cuanto a objetos, existe una correlación entre ambas agendas de +0,626, lo cual puede ser considerado como un valor alto.

Este resultado pudo haber sido aún mayor de no ser por la ausencia de los objetos periodismo e instituciones militares, y la deficiente jerarquiza-ción que se dio a los temas vivienda (cuarto lugar en la APN y catorce en 'Cartas...') y producciones industriales (decimoctavo en la APN y sexto en 'Cartas...').

En cuanto a la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos, luego de calcular el coeficiente de correlación, el resultado obtenido fue + 0,538, un valor considerado medio. Contribuyeron a este resultado la forma exhaustiva y en concordancia con los intereses del público en que se reflejaron los objetos salario, revolución energética y socialismo, los cuales obtuvieron correlaciones perfectas. Algo similar ocurrió con un tema tan importante y a veces polémico como higiene ambiental, en el cual se tuvo en cuenta la gran mayoría de las aristas abordadas por los lectores.

Sin embargo, los principales problemas radicaron en el tratamiento de los objetos alimentación y vivienda. En cuanto al primero, el segundo atributo en importancia para la población fue la disponibilidad de alimentos, y apenas se le brindó importancia en la agenda de la sección, al ocupar el último lugar de este objeto. Lo mismo ocurrió con el segundo tópico más importante de vivienda: fondo habitacional, el cual estuvo ausente en las cartas seleccionadas para publicar.

Si los resultados obtenidos en las correlaciones son alentadores, el mayor mérito radica en el tratamiento enfocado, de acuerdo con las valoraciones del público. La gran mayoría de los atributos fueron catalogados con idénticas categorías de actitud, predominando los matices negativos. Solo uno de los objetos representados en la agenda de 'Cartas... ' no corrió igual suerte: salud pública.

La combinación de estos tres elementos otorga un resultado positivo respecto al trabajo de 'Cartas.' y su vinculación con la agenda pública, que puede ser expresado en una relación de tipo significativa, balanceada y enfocada.

Mirando desde el otro lado, la sección demostró la capacidad de la prensa para imponer temas en la APN, al contribuir a que el atributo eliminación de la libreta de abastecimiento se entronizara fuertemente en los debates públicos, lo cual es una confirmación de las teorías sobre fijación de agenda.

Relación entre la representación mediática en la sección de correspondencia 'Cartas a la Dirección' y la AMN

A pesar de que 'Cartas...' forma parte del periódico y algunos de los que intervienen en su diseño de cierta manera son parte del proceso productivo del diario, la relación entre la agenda de la sección y la mediática nacional del periódico Granma es moderada, poco exhaustiva y desenfocada.

Al comparar los objetos destacados en las páginas de nacionales con los de los lectores, solo uno no estuvo presente: socialismo; no obstante, el resultado de la correlación no fue del todo favorable, debido fundamentalmente a las diferencias en las ubicaciones de tres temas medulares: gobierno y administración, salario y agricultura. En el caso de los dos primeros (lugar 2 y 5, respectivamente en 'Cartas...') no recibieron igual jerarquización en la AMN (puestos 10 y 16, por ese orden), lo cual revela un desinterés o cierta reticencia a abordar este tipo de temáticas.

Mientras que con agricultura ocurrió lo contrario. Este fue un tema poco tratado por los lectores (lugar 10); sin embargo, constituyó una de las prioridades de Granma (lugar 2), en consonancia con las líneas de trabajo orientadas y debido a la relación que guarda con otro de los temas medulares del país: la alimentación. Por lo demás, el resto de los objetos se ubicaron de forma similar, lo cual contribuyó a la obtención de este valor medio, que aunque no puede calificarse de halagador, tampoco es deficiente.

En relación con las dimensiones sustantivas de los atributos, hubo un grupo de tres temas que fueron abordados con pluralidad de aristas y otorgándoles los mismos grados de importancia a los subtemas tratados por los lectores. Son los casos de correos de Cuba, tiendas en divisas y agricultura. A pesar de las complejidades que presentan estos objetos, los periodistas supieron profundizar en ellos, utilizando los tópicos aparecidos en las cartas y agregándoles otros.

Sin embargo, esta no fue la generalidad. Gran parte del resto de los temas carecieron de la exhaustividad necesaria. En ese caso, como reconocen algunos periodistas, "los lectores se fueron por delante". Aquí aparece otra vez salario, que además de la desproporcional ubicación que ocupó, también fueron omitidos en los trabajos periodísticos los dos subtemas más presentes en las cartas: el valor del salario y el cumplimiento con el pago. Algo similar ocurre con educación y vivienda, en los cuales se omitieron los atributos más trabajados en las cartas publicadas.

También resulta contradictorio que varios de los temas puestos en debate intencionalmente por la sección, como fueron la eliminación de la libreta de abastecimientos y la coexistencia de otras formas de propiedad, no encontraran eco en las páginas nacionales. Lo anterior deja entrever una intención de reservar ciertas temáticas a los lectores, con el objetivo de "no ofrecer una posición oficial respecto a asuntos vitales que aún se encuentran en discusión en las más altas esferas de la dirección del país".4

Deficiente resultó también el tratamiento en la agenda mediática de los objetos alimentación, salud pública, higiene ambiental y transporte. Aunque estos fueron reflejados con la mayoría de los atributos que destacaron los lectores, la jerar-quización que se les dio fue muy diferente; por ejemplo, actuación de instituciones perteneciente al objeto higiene ambiental, ocupó el primer lugar en la agenda de 'Cartas.', en tanto fue una de las aristas menos trabajadas en los artículos que el medio dedicó a este objeto. Debido a dichas dificultades, el promedio obtenido de la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es bajo (+ 0,284), por lo cual puede considerarse poco exhaustiva.

Sin embargo, el talón de Aquiles en la relación entre ambas agendas se encuentra en las correspondencias entre las dimensiones afectivas generales de los atributos. Solo hubo coincidencia en el tratamiento de seis temas, y con la excepción de salud pública y problemas sociales, el resto de estos objetos estuvieron entre los menos destacados en la agenda de 'Cartas...' [trabajo (lugar 12), correos de Cuba (13 ), vivienda (14) y tiendas en divisas (18 )].

El reverso de la moneda estuvo precisamente en aquellos temas que más aparecieron en la sección. Por ejemplo, los objetos gobierno y administración, alimentación, salud pública, salario, higiene ambiental, agricultura y educación recibieron valoraciones generales negativas en 'Cartas...', mientras que en los trabajos periodísticos fueron calificados positivamente. Estos elementos y otros llevaron a un tratamiento desenfocado en la AMN de las dimensiones afectivas de los atributos resaltados por los lectores en la sección 'Cartas a la Dirección'.

Dicha sección constituye ese puente necesario para acercar los intereses del público a los del medio; sin embargo, no ha sido aprovechado al máximo por el periódico. Algunos reporteros no establecen una buena retroalimentación con el Departamento de Atención al Lector, y por ende, no emplean como se debiera las cartas que abordan temáticas relacionadas con sus sectores; además, existen ciertos temas que al parecer han estado reservados para los lectores, pues de abordarlos un periodista, se estaría dando la "versión oficial" del asunto cuando aún no existe. No obstante, en los casos en que se han utilizado las misivas como fuentes de trabajos periodísticos, los resultados han sido favorables en términos de correspondencia con la agenda pública.

Relación entre la APN y la AMN

En la relación entre la APN y la AMN se concentran los mayores y más evidentes problemas, y puede ser catalogada de no significativa, poco exhaustiva y desenfocada. Como aspecto positivo, puede mencionarse que solo uno de los objetos que conforman la APN no fue tratado por los periodistas: socialismo. No obstante, tres de los cinco primeros temas ubicados en la agenda pública se encuentran relegados a la mitad inferior del organigrama de la agenda mediática [gobierno y administración (lugar i en la pública y 10 en la mediática); vivienda (4 en la pública y ii en la mediática) y salario (5 en la pública y i6 en la mediática)].

Únicamente dos temas, alimentación y salud pública, se encuentran entre las prioridades máximas en ambas agendas; el resto recibió órdenes jerárquicos diferentes y aparecieron de manera periférica, no como centro de los trabajos, lo que justifica el bajo índice de correlación alcanzado (+ 0,305).

La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos también reporta valores bajos (+ 0,350), influido muchas veces por la ausencia total de determinadas aristas. Nuevamente aparecen gobierno y administración, vivienda y salario, entre los objetos que no fueron representados por el medio, con la variada gama de tópicos resaltados por el público. Algo similar ocurre con educación y salud pública, objetos en los que se nota la ausencia de algunos atributos muy enfatizados por el público.

En este sentido, la ausencia de algunos atributos importantes como políticas económicas da una idea de la falta de perspectiva y análisis que padece el medio de prensa, pues aunque son temas que se encuentran limitados en determinados casos por la incidencia de las leyes extraterritoriales norteamericanas, en muchas ocasiones este vacío responde —entre otras causas— al déficit de información al respecto.

Aunque la dirección del periódico constantemente recalca que no existen temas prohibidos a priori, los resultados de esta investigación apuntan a una serie de aristas que no fueron reflejadas de ninguna manera en las páginas de Granma. Ante este hecho innegable, la respuesta es que los periodistas no se deciden o no quieren abordar dichas temáticas; sin embargo, algunos reporteros afirman que existe un grupo de temas acerca de los cuales es imposible escribir, a veces por la falta de información, y otras, porque "no es conveniente".

Un análisis más detallado de las dimensiones sustantivas descubre otros matices interesantes. Una buena parte de los atributos referidos a aristas polémicas de los objetos educación, salud pública, gobierno y administración y vivienda, aparecen en la agenda mediática debido a informaciones que dan cuenta de los plenos provinciales del PCC o reuniones en las que participan altos dirigentes del país. A decir de uno de los periodistas entrevistados: "Esa es una de las deficiencias, porque allí quedan plasmados esos problemas fríamente, en notas de treinta o cuarenta líneas, sin que después se les dé seguimiento". Lo anterior genera una contradicción, o cuando menos una insuficiencia: si el partido conoce estos problemas, los analiza en sus reuniones y es él quien orienta la política informativa de los medios, ¿cómo es posible entonces que dichas problemáticas no encuentren un reflejo cabal en las páginas de su órgano oficial?

El mayor desfase en la relación entre ambas agendas radicó en el contraste de las valoraciones emitidas respecto a las temáticas abordadas, pues si bien es característico que en el público predominen los argumentos negativos —porque la agenda está constituida por objetos que se consideran problemas sobre los que se debe actuar—, el periódico —influido por esa "necesidad de no dar una imagen de caos"— prioriza los argumentos positivos, respondiendo a la estrategia de no solo señalar los problemas, sino ilustrar las acciones que se realizan para resolverlos. Así, de los 294 trabajos periodísticos sobre temas nacionales que integran la muestra, solo 79 presentan al menos un matiz crítico o argumento negativo, es decir, un 27% del total.

Tan solo puede decirse que hubo coincidencia en los objetos, problemas sociales, trabajo, vivienda, correos de Cuba y tiendas en divisas, los cuales fueron valorados de forma negativa en ambas agendas. Entre los casos paradigmáticos de tratamiento discordante, puede mencionarse al objeto alimentación, y en especial el atributo disponibilidad de alimentos. Aunque muchos de los reporteros y trabajadores del medio reconocen que la situación con la alimentación es difícil, el 77% de los trabajos periodísticos que abordaron el tema dieron una imagen positiva de este, al referirse a situaciones puntuales o a avances específicos sin hacer alusión al panorama general.

Puede decirse que se ve un esfuerzo o interés por acercarse críticamente a determinados aspectos negativos, pero la propia concepción del diseño de los productos noticiosos y la agenda del periódico hacen que sobresalgan demasiado las valoraciones positivas.

Este desfase entre agenda pública y mediática viene a demostrar la necesidad de revisar algunos postulados rotundos sobre el poder de fijación de agenda de los medios (agenda setting) y de ahondar más en el estudio de aquellas condiciones contingentes que limitan el influjo de la prensa sobre el público, sobre todo en lo relacionado al tipo de temas. La naturaleza experiencial de los objetos resaltados por las personas les asegura un lugar privilegiado en la agenda pública, sin que influya mucho la atención que le brinden los medios. De hecho, en el caso de este tipo de temas, son los medios los que deben hacerse eco de los intereses públicos para evitar desfases y distanciamientos entre ambas agendas.

Las causas de las cosas

Las causas de estas insuficiencias de la prensa hay que buscarlas en todo el esquema de mediación, que incluye desde factores individuales hasta la propia ideología predominante en el país.

Desde el punto de vista individual, el factor más sobresaliente es el acomodamiento y facilismo que se ha entronizado en las ideologías profesionales de algunos periodistas, como resultado de las dificultades al acceso de información y al inconveniente, en determinados momentos, de que aparezcan ciertos temas en la prensa y aún más en Granma, órgano oficial del único partido político existente en Cuba. Sobre ese facilismo hecho rutina incide la vorágine de trabajo que caracteriza a un diario, aún más, si tenemos en cuenta que el periodista padece las mismas limitaciones materiales de la mayoría de los cubanos.

Tampoco puede dejar de mencionarse la llamada "autocensura" que poco a poco ha pasado de ser una conducta individual para convertirse en una práctica generalizada, "en una cultura de los periodistas"5, y que está condicionada por la influencia de los niveles superiores, mucho más que por factores individuales.

La influencia de los procedimientos en la relación entre las agendas pública y mediática puede verse también en cierta desatención a la práctica del comentario, máxime cuando muchos de los temas que más preocupan a las personas pueden ser abordados desde los géneros de opinión. Otro factor importante a la hora de evaluar esta relación entre agendas debe ser el poco espacio —prácticamente dos páginas— del que dispone el periódico para abordar el acontecer nacional, lo cual influye —aunque no determina— en las ausencias o superficialidad al tratar los temas.

Los diferentes niveles de dirección de la organización tienen también su cuota de responsabilidad en el desfase que existe entre los contenidos de la APN, la de 'Cartas.' y las informaciones nacionales. En el caso de la sección, corresponde exclusivamente al director la selección de las cartas que se publican, y respecto al periódico, aunque se observa una voluntad de acercarse críticamente a la realidad, aún subsiste una serie de limitaciones condicionadas por la propia política informativa y la naturaleza del órgano de prensa que dificultan la entrada de ciertos contenidos y enfoques. Aquí también desempeñan un papel importante el resto de las personas que asumen roles de gatekeepers, tanto en la agenda de 'Cartas.' como en la mediática nacional, pues son ellos quienes tienen facultades para dar entrada o no a determinados objetos y atributos.

Incluido dentro de la jerarquía de la organización se encuentra el Partido Comunista de Cuba, encargado de trazar, dirigir y controlar la política informativa del medio, y con una incidencia directa sobre los contenidos de este.

La observación realizada y las entrevistas a periodistas y directivos indican que en esos momentos las limitaciones que impuso el Partido al abordaje de ciertos temas respondieron más a lógicas coyunturales que a una intención de alejar la crítica de los medios de comunicación. Las principales deficiencias radican en que esta institución no ha logrado una articulación entre las principales preocupaciones presentes en la agenda pública y las líneas de trabajo que orienta al medio y que este prioriza.

Otro de los aspectos que al parecer incide con mayor fuerza en que no fluyan determinadas temáticas a la agenda mediática es el poco control que se ejerce sobre el cumplimiento de las orientaciones emitidas en el 2007 por el Buró Político para incrementar la eficacia informativa de los medios de comunicación del país. Esta resolución, muy avanzada en su discurso, en la práctica se convierte muchas veces en letra muerta, debido a su pobre divulgación y a que no se han implementado mecanismos eficientes que garanticen su cumplimiento por aquellos que controlan la información en cualquier ámbito.

En cuanto a elementos externos responsables de algunas de las deficiencias que presenta el periódico Granma, no puede dejar de mencionarse el contexto desfavorable —ya sea económico o político— que ha marcado la historia de la Revolución cubana, siempre acosada por la derecha internacional y sus grupos mediáticos, liderados por los círculos de poder de los Estados Unidos. Esta incuestionable e indiscutible presión ha condicionado un periodismo a la defensiva, muchas veces diseñado pensando más en las reacciones externas que en las internas; característica que se agudiza aún más en el caso de Granma, por su condición de órgano oficial del partido político que dirige el país.

Esta situación ha provocado en sus momentos más tensos contracciones de las políticas informativas, que han marcado modos de pensar dentro del periodismo y la sociedad. Determinadas prácticas verticalistas condicionadas por estos climas adversos y la persecución extraterritorial a la gestión económica cubana han generado controles excesivos de la información, de los cuales algunos se han aprovechado para evitar que salgan a la luz pública deficiencias y malos manejos. Las llamadas fuentes constituyen hoy una de las principales preocupaciones de los periodistas y uno de los grandes obstáculos a un mejor periodismo; esto no se debe solo al aprisionamiento de la información, sino a las presiones que algunos pueden ejercer sobre la propia organización periodística.

La concomitancia de funciones que se aprecia en buena parte de las estructuras de dirección del país provoca una mezcla de roles que atenta contra el correcto cumplimiento de las responsabilidades que corresponde a cada instancia. La necesidad de fortalecer las estructuras del Partido, como organización de vanguardia de la sociedad, ha traído como consecuencia un debilitamiento de los organismos administrativos y empresariales, lo que a la larga ha generado una simbiosis de funciones que distorsiona los roles de controlador y ejecutor. Esta es una de las causas que inhiben el cumplimiento cabal de la resolución del Buró Político sobre los medios de prensa.

Por otra parte, los organismos han implementado una serie de regulaciones internas que, en vez de facilitar, entorpecen el acceso a la información, generalmente acudiendo a prácticas dilatorias que se aprovechan del ritmo productivo de un diario y que, a la postre, traen como consecuencia el cansancio del periodista. Otra de las estrategias más acudidas es solicitar la revisión de los trabajos antes de su publicación; con frecuencia se realizan sugerencias sobre determinadas valoraciones o se retienen por periodos extensos que provocan su desactualización.

Todas estas mediaciones descritas se encuentran condicionadas y determinadas en esencia por aquellas prácticas reproductoras del poder que operan desde lo simbólico en cada individuo. Los periodistas, los directivos y los funcionarios se encuentran condicionados por la mentalidad de peligro constante desarrollada por el hostigamiento de más de cinco décadas al país. El "síndrome de plaza sitiada" opera en unos como freno a un tipo de periodismo "que pudiera darle armas al enemigo", y en otros, como una conveniente fobia que les permite escapar al control social, el más efectivo de todos los controles.

Como ha podido demostrarse, detrás de cada traba o deformación se encuentran apertrechados en la mente de los hombres —que al final son las piezas clave de todos los ámbitos de influencia— ciertos esquemas de pensamientos y conductas que condicionan la práctica de sus relaciones. Las dificultades del periodismo cubano actual no son otras que las dificultades del propio país.

Conclusiones

Entre los resultados más importantes del estudio puede destacarse la construcción de una metodología para la determinación de la agenda pública nacional y el establecimiento de modalidades de relación que permiten integrar los diferentes niveles de las agendas. Respecto a este último aspecto, se recomienda perfeccionar dichas modalidades, con el fin de evolucionar hasta modalidades gradativas que permitan una comparación entre diferentes relaciones, para que puedan convertirse en un instrumento consolidado y acreditado por otros estudios.

La investigación permite confirmar científicamente el desfase que existe entre la agenda pública nacional y la agenda mediática nacional del periódico Granma; los principales problemas no radican en la ausencia de temas, sino en la importancia que se les otorga y en la manera como son tratados los atributos que los conforman, situación que no es privativa de este medio, debido al carácter centralizado de la política informativa en el país, lo cual ha sido demostrado en otros estudios (Colunga, 2011 ; Martínez, 2012).

Otro aspecto relevante fue el estudio en profundidad del conjunto de mediaciones e influencias que se articulan alrededor de las diferentes agendas y que interfieren en el proceso de transferencia de objetos y atributos entre ellas.

Una de las limitaciones del estudio es no haber profundizado en el efecto que provoca en el público la prolongación temporal de este distanciamiento entre su agenda y la del medio, aspecto que se muestra como un tema urgente para próximas investigaciones, así como las estrategias que ponen en práctica las personas para llenar los vacíos que genera esta situación.

Como conclusión, puede decirse que los problemas que hoy sufre el periodismo cubano son reflejo de los propios problemas del país. El periodismo, como sistema de concepciones y valores, está influido por la infraestructura y la estructura de la sociedad. No puede aspirarse a un flujo menos accidentado y vertical de la información, cuando la sociedad se encuentra en estos momentos altamente centralizada; como tampoco puede esperarse que el cambio que necesita, y que todos piden a la prensa, pueda provenir solamente desde adentro del sector.

Los medios de comunicación en Cuba no constituyen un sistema en sí mismos, sino que son parte del sistema político, y prevalece, como regla, una relación unívoca entre éste y la prensa, que se expresa en un vínculo de dependencia. (García Luis, 2004, pp. 89, 90)

Solo podrá lograrse —de manera no traumática— un verdadero y permanente acercamiento entre las agendas públicas y mediáticas cuando se impulse desde el poder una política de debate franco, marcada por la participación popular, que atraviese todas las esferas de la sociedad y que pueda ser aprovechada por la prensa para mostrar su potencial. Este proceso, de tornarse prolongado, podría derribar algunos de los esquemas mentales y problemas objetivos que hoy frenan a la prensa, y es ahí cuando los periodistas y directores deben mostrar su profesionalidad, valentía e inteligencia para recuperar el terreno perdido. Solo con un mejoramiento de la sociedad cubana —que no puede venir desde afuera— podrá mejorar el periodismo que hoy se realiza.


Notas

1Para el estudio, los investigadores se apoyan en la teoría de las influencias en el contenido de los medios de comunicación que desde la sociología de la producción de noticias enunciaron Pamela Shoemaker y Sthepen Reese (1994).
2Este centro realiza mensualmente informes destinados al Comité Central y a los consejos de Estado y de ministros de la República de Cuba, en los cuales, mediante una red de activistas en todos los municipios del país, recoge las opiniones espontáneas que emite la población respecto a temas de preocupación o interés. Este método, a pesar de no contar con una validación científica, constituye una herramienta muy útil y exhaustiva para estudiar estados de opinión y conocer los principales problemas que afectan a la población.
3De acuerdo con la clasificación desarrollada por Ernesto Carrillo y Manuel Tamayo (2004), basándose en la teoría del ciclo de atención de los temas (isseu-attention cycle) de Anthony Downs, los temas crónicos son aquellos problemas considerados prioritarios por una alta proporción de la población, y que integran la agenda de manera permanente.
4Las citas corresponden a periodistas, directivos y expertos de la realidad nacional que fueron entrevistados. Por cuestiones éticas y acuerdo tácito con ellos, no se especificaron los autores de las frases citadas.
5Tal como lo expresa un entrevistado.


Referencias

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