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Signo y Pensamiento

Print version ISSN 0120-4823

Signo pensam. vol.32 no.63 Bogotá July/Dec. 2013

 

Panóptico para candidatos de parapolítica. Cubrimiento de las elecciones locales de octubre de 2011 en los departamentos de Sucre, Magdalena y Norte de Santander desde la prensa regional y nacional

Panopticon for Para-Political Candidates. Coverage of October 2011 Local Elections in the Departments of Sucre, Magdalena and Norte de Santander from Regional and National Press

Panóptico para candidatos de parapolítica. Cobertura das eleições locais de outubro de 2011 nos departamentos de Sucre, Magdalena e Norte de Santander desde a imprensa regional e nacional

Maryluz Vallejo*
Mario Morales**

*Doctora en Ciencias de la Información, Universidad de Navarra. Profesora titular del Departamento de Comunicación y directora de la revista Directo Bogotá de la Pontificia Universidad Javeriana. Correspondencia: Transversal 4.a No. 42-00, piso 6.°, Bogotá D. C. Correo electrónico: maryluz.vallejo@javeriana.edu.co
**Magíster en Estudios Literarios, con estudios en Comunicación Social-Periodismo y Especialización en medios y opinión pública. Profesor asociado, director del Departamento de Comunicación y de la Especialización en Televisión de la Pontificia Universidad Javeriana. Correspondencia: Transversal 4.a No. 42-00, piso 6.°, Bogotá D. C. Correo electrónico: moralesm@javeriana.edu.co.

Recibido: 1° de octubre de 2012 Aceptado: 30 de marzo de 2013
Submission date: October 1, 2012 Acceptance date: March 30, 2013


Resumen

Por encargo del Centro Internacional para la Justicia Transicional (CIJT) se realizó un estudio sobre las elecciones locales del 30 de octubre de 2011, centrado en los "candidatos de observación especial", es decir, sindicados de tener alianzas con políticos investigados y procesados por nexos con el paramilitarismo. El propósito que orientó la observación fue determinar si la prensa regional, en un contexto de sospecha razonable respecto a esos vínculos, cumplió su rol de "perro guardián de la democracia", al denunciar conductas irregulares en el periodo preelectoral y postelectoral; si defendió intereses políticos o se mantuvo neutral. La observación se hizo en tres departamentos de alto riesgo electoral, con el propósito de analizar cómo fue el tratamiento periodístico que recibieron estos candidatos en 14 medios seleccionados, incluyendo los diarios de referencia nacional y los regionales con ese ámbito de cubrimiento.

Palabras clave: Observatorio electoral, periodismo y parapolítica, imaginarios, representaciones sociales, línea editorial.

Descriptores: Medios de comunicación de masas, aspectos políticos, elecciones, cubrimiento periodístico, paramilitarismo, Colombia.


Abstract

On behalf of the International Center for Transitional Justice (ICTJ) a study on the local elections of October 30, 20ii, was carried out. This study focused on the "candidates of special observation", i.e. syndicated by having political alliances with investigated and prosecuted politicians for alleged links with paramilitaries. The purpose which guided the observation was to determine whether the regional press, in a context of reasonable suspicion regarding such links, fulfilled its role of "watchdog of democracy", by denouncing irregular behaviors in the pre-election and post-election period; if they defended political interests or remained neutral. The observation was made in three departments of electoral risk, in order to analyze how was the press coverage that received these candidates in 14 selected media, including national and regional newspapers with that scope of coverage.

Keywords: Electoral observatory, journalism and Parapolitics, imaginaries, social representations, editorial line.

Keywords plus: Mass Media, political aspect, elections, journalistic coverage, paramilitarism, Colombia.


Resumo

Por encargo do Centro Internacional para a Justiça Transicional (CIJT) realizou-se um estudo sobre as eleições locais do dia 30 de outubro de 2011, centrado nos "candidatos de observação especial", quer dizer, sindicados de ter alianças com políticos inquiridos e processados por conexões com paramilitarismo. O propósito que orientou a observação foi determinar se a imprensa regional, em um contexto de suspeita razoável no que diz respeito de tais vínculos, cumpriu seu papel de "cão de guarda da democracia", ao denunciar condutas irregulares no período pré-eleitoral e pós-eleitoral; se defendeu interesses políticos ou se se manteve neutral. A observação foi feita em três departamentos de alto risco eleitoral, com o objetivo de analisar como foi o tratamento jornalístico que receberam esses candidatos em quatorze meios selecionados, incluindo os jornais de referência nacional e os regionais com esse âmbito de cobertura.

Palavras-chave: Observatório eleitoral, jornalismo e parapolítica, imaginários, representações sociais, linha editorial.

Descritores: Mass Media, aspectos políticos, eleições, jornalísmo, paramilitarismo, Colômbia.


Origen del artículo

El artículo hace parte de la investigación titulada Observatorio de medios de comunicación en elecciones locales (octubre, 2011). Sucre, Magdalena y Norte de Santander, realizada por sus autores y afiliada a la Pontificia Universidad Javeriana y al Centro Internacional para la Justicia Transicional (CIJT), entre agosto de 20ii y enero de 2012. La investigación fue financiada por el CIJT.


Planteamiento del problema

¿Se puede demostrar si los medios impresos ejercen una sanción moral contra los candidatos políticos colombianos por sus vínculos con el para-militarismo1 (parapolítica) o guardan un silencio cómplice? Esta fue la pregunta que planteó el Centro Internacional para la Justicia Transicional (CIJT) al proponer este estudio sobre las elecciones locales del 30 de octubre de 20ii, centrado en los "candidatos de observación especial"; esto es, sindicados de tener alianzas con políticos investigados y procesados por nexos con el paramilitarismo.

El propósito que orientó la observación fue, entonces, determinar si particularmente la prensa regional, en un contexto de sospecha razonable respecto a esos vínculos, cumplió su rol de "perro guardián de la democracia", al denunciar conductas irregulares en el periodo preelectoral y en las justas o si se autocensuró por temor a represalias o debido a intereses particulares del medio.

Las otras preguntas que guiaron la observación, siguiendo la línea del CIJT, fueron si los medios investigan y tienen en cuenta información relacionada con vínculos entre los candidatos y políticos condenados por parapolítica, si promueven a algunos candidatos sobre otros, si presentan investigaciones periodísticas rigurosas y si lo hacen desde criterios éticos.

La observación se hizo en tres departamentos de alto riesgo electoral debido al poder territorial y político que tiene el paramilitarismo, con el propósito de analizar cómo fue el tratamiento periodístico que recibieron estos candidatos en i4 medios seleccionados, incluyendo los diarios de referencia nacional y los regionales que circulan en los tres departamentos elegidos o tienen ese ámbito de cubrimiento.

Con base en los hallazgos de las investigaciones realizadas principalmente por la Corporación Arco Iris, bajo la dirección de León Valencia (2011-2012)2, partimos de la hipótesis de que las mafias locales cooptaron el poder político en las regiones, con la anuencia de instituciones del Estado, y la coyuntura electoral es un escenario privilegiado —a manera de "panóptico"— para observar el fenómeno. Como lo advirtió el editorial de El Tiempo del 23 de septiembre de 20ii, estas elecciones locales eran cruciales por los temas en juego: "El manejo de las regalías, el control territorial de los corredores para la droga y la reproducción de maquinarias electorales y estructuras mafiosas y de corrupción".

El estudio se justifica en la medida en que la relación prensa-paramilitarismo ha sido poco estudiada en la academia, particularmente en las coyunturas electorales, y menos observada aún la prensa regional, todavía más vulnerable a todo tipo de presiones internas y externas. Gran parte de los estudios realizados por instituciones periodísticas apuntan a la vigilancia de la libertad de prensa y a los factores de riesgo de los periodistas en zonas dominadas por actores armados (guerrillas o paramilitares) durante las jornadas democráticas, pero no se focalizan en las piezas informativas y editoriales que ayudan a construir estados de opinión favorables o desfavorables a políticos cuestionados.

En el Mapa de riesgos para periodistas, de la Sociedad Interamericana de Prensa, cuyo capítulo dedicado a Colombia estuvo a cargo de Diana Calderón (2005), encontramos evidencias para soportar las hipótesis de esta investigación. Señala que en las regiones "hacen falta medios de comunicación fuertes en lo económico para blindar su independencia. Pero también medios independientes de los actores armados, para evitar las violaciones de las que son víctimas los periodistas".

Cuando Calderón presenta el balance de la región Caribe colombiana, donde se ubican dos de los departamentos aquí estudiados, Sucre y Magdalena, dice que lo que caracteriza al periodismo es la autocensura, porque "la costa ha terminado por ser un fortín de los grupos paramilitares de extrema derecha que volvieron aún más insegura la situación de la prensa independiente y reforzaron la autocensura que existe en la región" (Calderón, 2005). Un periodista del Magdalena le confesó que si en el pasado los narcotraficantes eran los enemigos de los periodistas, "ahora hay alianzas perversas y diabólicas conformadas por paramilitares y políticos corruptos". Esta misma fuente agregó: "La clase política corrupta llevada a las más altas dignidades que le depara la democracia, se ha servido del paramilitarismo no sólo para acceder a los cargos de elección popular, sino que además la aprovechan para eliminar enemigos políticos [...] Ya no hay lugar a controversias ni a rectificaciones".

Cita al director de El Meridiano de Córdoba y de Sucre, William Salleg, quien declara refiriéndose a los paramilitares: "Córdoba convive con ellos y nosotros no somos la excepción". Salleg reconoce incluso que su apuesta no es por la neutralidad ni por la objetividad periodística, sino por la seguridad de la región. Y aclara que el verdadero peligro para el ejercicio periodístico no lo representan las AUC, sino el sector político.

En cuanto al departamento de Norte de Santander, Diana Calderón concluye: "hay una alianza entre paramilitares y narcotraficantes, que desde hace algunos años empezaron a financiar campañas electorales".

Perspectivas teóricas del estudio

Este observatorio combina las teorías psicológicas y sociológicas de las representaciones sociales y de los marcos de la experiencia con las teorías periodísticas de la agenda setting y del framing (encuadre), para dar cuenta de los preestablecidos culturales frente a los "candidatos de observación especial".

Solo en el nuevo milenio, cuando quedó en evidencia la penetración del Congreso de la República por parte del paramilitarismo y se realizó el proceso de desmovilización en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, los medios empezaron a entender el papel de estos nuevos actores políticos, que penetraron todos los poderes establecidos, y que durante las décadas de los años ochenta y noventa actuaron en la clandestinidad.

Representaciones sociales

Dice el experto Germán Rey que la representación mediática es un mapa mental de la realidad que ayuda también a construirla:

El estudio de las representaciones mediáticas tiene, a la manera de Foucault, la forma de un cuadro. Como una imagen fija, la representación permite desglosar cada uno de los elementos que conforman el objeto y su taxonomía: el encuadre, el lugar, las fuentes, los mecanismos de consistencia de las noticias, la descripción escueta de sus géneros, los tipos de actores y de acciones que aparecen en la superficie de la información. Como si formara parte de un rompecabezas, las piezas se acumulan unas sobre otras y después, tras un ejercicio paciente y obsesivo, se van recomponiendo, juntando, acomodando, hasta dar lugar a la figura de un paisaje, a la expresión de una totalidad o de un sentido. (2005, p. 8).

Observar agendas, sujetos, fuentes y narrativas en coyunturas electorales es también entender cómo las sociedades imaginan la realidad y cómo experimentan su democracia. Las representaciones sociales funcionan como construcciones simbólicas, individuales o colectivas a las que los sujetos apelan para interpretar el mundo.

Según Serge Moscovici, padre refundador de la teoría de Durkheim, las representaciones sociales funcionan como mecanismo traductor de sistemas de valores, imaginarios, creencias, normas y tradiciones propios de una cultura. Afirma que las representaciones sociales emblemáticas son los "mapas geográficos comunicados a través de una población que se reconoce en ellos y se identifica con ellos" (Arruda y de Alba, 2007, p. 9), por lo cual la categoría resulta rentable para analizar fenómenos políticos territorializados, como son las elecciones.

Para Robert M. Entman, experto en aplicar los marcos de interpretación a la comunicación política, estos esquemas cognitivos ayudan a seleccionar y a destacar algunos eventos o asuntos de la realidad, a establecer conexiones entre ellos, así como a darles una particular interpretación, evaluación e incluso sugerir soluciones (2004, p. 5).

Aunque Entman analiza los marcos desde los textos noticiosos y desde los discursos de los actores políticos que los promueven, en el estudio solo tuvimos en cuenta a los actores políticos como sujetos o fuentes de la información analizada. Lo que sí resaltamos en el análisis fueron los dispositivos retóricos, como metáforas, ironías, expresiones coloquiales, ejemplos, descripciones y demás recursos expresivos que potencian el sentido.

Aunque no todo lo que pasa por los medios es la realidad, la convergencia de sus agendas —manifiestas, ocultas, emergentes, paralelas— y las formas de sus relatos, permiten una aproximación coherente con las percepciones que tienen medios y audiencias de sí mismos, de su carácter político y de su devenir histórico. Por eso, al iniciar el análisis de la muestra es necesario aclarar que si bien la mirada está centrada "en lo que aparece", buena parte del trabajo también señala "lo que no aparece" y las causas de su poca o nula visibilidad.

En una democracia fortalecida, los medios de comunicación ayudan a construir pensamiento crítico en torno a temas de debate público, y propician consensos y disensos de opinión. De ahí que un análisis del entorno de las páginas editoriales permita probar la independencia de cada medio en escenarios conflictivos, como las elecciones, especialmente cuando median procesos turbios de parapolítica, con candidatos que llegaron a sus cargos "montados en el hombro de fuerzas oscuras", al decir de León Valencia.

Estándares periodísticos de calidad

La perspectiva del Observatorio de Medios apunta a la verificación del cumplimiento de los estándares que propenden por un periodismo de calidad, entendido, en términos de Kovach y Rosenstiel (2003), como la información que las audiencias necesitan para ser libres y gestionar su propia vida. Este enfoque tiene mayor vigencia cuando se trata de cubrir elecciones, si asumimos que una contienda política ha de ser la manifestación más clara y cercana que tienen los ciudadanos para decidir su futuro.

Esta propuesta de estándares de calidad periodística incluye un índice que mide la calidad de la información desde el punto de vista de hechos, fuentes, frecuencia de uso de fuentes oficiales, uso de bases documentales primarias, porcentaje de temas propios, grado de cumplimiento normativo en relación con códigos éticos y normas de autorregulación, componente de periodismo de investigación, libertad de la redacción en sus asignaciones, seguimiento informativo y corrección lingüística.

En cuanto a la calidad, categoría de análisis que nos sirve de eje, la traducimos a valores-noticia y valores-opinión. Si en géneros informativos revisamos los valores antes citados, en géneros argumentativos consideramos aquellos que consiguen persuadir y convencer a los lectores, como en el viejo planteamiento de la retórica aristotélica, que retomó Chaim Perelman en la Teoría de la argumentación (1997). Estos valores se expresan en un sistema de pruebas y evidencias, una estrategia narrativa eficaz, argumentos de autoridad, intencionalidad crítica, variedad de razonamientos y recursos retóricos que realzan el sentido. Y del repertorio de argumentos legítimos e ilegítimos, seleccionamos para este estudio aquellos falaces que impiden una correcta deliberación sobre temas de interés público, como el que aborda este estudio.

La construcción de la matriz de análisis para este monitoreo tiene fundamento en teorías periodísticas contemporáneas, como la agenda setting, o la capacidad que tienen los medios de establecer la agenda tematizando los asuntos informativos en los cuales las audiencias centrarán su atención; en criterios de noticiabilidad, o características que tienen los sucesos para ser elegidos como publicables; y en elframing, encuadre informativo o marco de representación de la realidad.

Agenda setting

Los numerosos estudios hechos desde los años setenta sobre la forma en que la tematización de los medios influía en la de sus audiencias concluyen: "La prensa no tiene mucho éxito en decir a la gente qué tiene que pensar, pero sí lo tiene en decir a sus lectores sobre qué tienen que pensar" (Cohen, 1963, p. 13). El nombre de agenda setting se origina en la "noción de que los medios masivos pueden transferir la relevancia de una noticia en su agenda —la mediática—, a la de la sociedad" (McCombs y Shaw, 1972, 17).

Esa influencia está relacionada con el énfasis impuesto por los medios y el juicio de los espectadores sobre determinados issues o temas. Esa transferencia jerarquizada de los asuntos informativos tiene raíces —en los estudios— en el método empírico con base en el análisis de contenido de las piezas publicadas o emitidas y luego contrastadas mediante entrevistas de profundidad con los periodistas, editores y eventualmente con las audiencias. Los estudios iniciales se centraron en establecer modalidades y características de la transferencia temática, lo que se ha denominado agenda de primer nivel, pero posteriormente se ocuparon de establecer si dicha jerarquización ejercía un tipo de influencia que pudiese afectar también la opinión de los espectadores.

La agenda setting se mueve además en dos esferas: una interna, esto es, los agentes intrínsecos que la afectan y la modifican en su forma antes de llegar al público; se ubican en el emisor, pero no tienen que ver con las rutinas de producción, sino con aspectos estructurales de la agenda, como el tiempo de influencia de la agenda y la duración de un tema en la agenda pública. La esfera externa, por su parte, tiene que ver con los factores que modifican su recepción, se ubican en el receptor y son llamados condiciones contingentes.

Estos aspectos fueron determinantes a la hora de establecer categorías y construir el instrumento de análisis a través de indicadores de construcción informativa, exactitud, precisión, prominencia o manejo de fuentes; esto es, credibilidad y coherencia.

Encuadre o framing

La mirada más enriquecedora y rentable para definir hipótesis, identificar imaginarios y representaciones sociales sobre los candidatos en cuestión, y diseñar la matriz de este estudio la aporta la teoría del framing o encuadre, que se considera un segundo nivel de la agenda setting: los medios no solo nos dicen sobre qué pensar (primer nivel de la agenda, la notoriedad del objeto), sino que también nos dicen cómo pensar (segundo nivel de la agenda centrado en la notoriedad de los atributos). Es decir, proponen marcos con arreglo a una interpretación de lo narrado. Uno de los más conocidos en este sentido es el de Robert M. Entman, ya antes mencionado.

Después de que se han fijado los temas de interés se otorgan atributos a asuntos y sujetos de la información.

Cuando un medio de comunicación presenta un objeto, enfatiza necesariamente alguno de sus atributos, mientras que otros son mencionados de pasada. Muchos son ignorados. Del mismo modo que los objetos o issues varían en notoriedad, los atributos de cada objeto varían en notoriedad. Por lo tanto, así como hay una agenda de asuntos públicos, de candidatos políticos, o un conjunto de objetos, también hay una agenda de atributos para cada objeto. (Altamirano, 2007, p.100)

Para este estudio, determinamos cómo fueron registrados los "candidatos de observación especial", si tuvieron visibilidad y relevancia en la agenda, y cómo se presentaron según sus características o atributos, considerando sus actuaciones sospechosas, no por todos conocidas. Los adjetivos calificativos y el tono que usaron los reporteros y comentaristas para caracterizarlos fueron clave en el análisis. El encuadre también permitió aproximarse a la línea editorial del medio, tipo de audiencia y relación con las fuentes y con los anunciantes.

Enfoque metodológico

La metodología para el monitoreo parte del seguimiento a piezas informativas en prensa escrita nacional y regional como base cuantitativa para dar el salto al análisis. Esta interpretación se hace desde la perspectiva del análisis de contenido y de discurso para señalar tendencias en la construcción del relato periodístico y de la opinión sobre eventuales relaciones entre candidatos, congresistas y gobernadores condenados por parapolítica, teniendo en cuenta estándares de calidad relacionados.

A la manera de José Luis Piñuel, entendemos el análisis de contenido como "una empresa de desocultación o revelación de la expresión, donde ante todo interesa indagar sobre lo escondido, lo latente, lo no aparente, lo potencial, lo inédito (lo no dicho) de todo mensaje" (2002, p. 4). De la clasificación que da este autor sobre el análisis de contenido (exploratorio, descriptivo, verificativo y/o explicativo), consideramos que este estudio es de carácter verificativo y explicativo, porque busca comprobar hipótesis y hallazgos realizados en otras investigaciones sobre prensa, paramilitarismo y parapolítica, por medio de la recolección de evidencias en los textos periodísticos observados y a partir de categorías de análisis puestas a prueba en anteriores monitoreos del Observatorio de Medios3.

Desde esta nueva perspectiva del análisis, y como recomienda Piñuel, el analista debe tener en cuenta el contexto en el que se produjo el texto. Por ello, partimos de los marcos o esquemas de interpretación que guían nuestro sistema de inferencias y representaciones.

El instrumento de análisis de contenido comprende 29 indicadores de identificación, construcción, exactitud y coherencia informativa; contexto informativo; pluralidad y manejo de fuentes de información; investigación periodística; tematización informativa; identificación y tipología de sujetos narrados; valoración, encuadre y tono; uso del lenguaje; ética periodística y relación de narrativas periodísticas y publicitarias.

El estudio abarcó seis semanas, del 23 de septiembre al 4 de noviembre, antes y después de la contienda electoral del 30 de octubre de 2011. Se hizo un monitoreo a i4 periódicos, de las tres regiones definidas para el estudio —Magdalena, Sucre y Norte de Santander—, y periódicos regionales de influencia y nacionales de referencia: El Tiempo, El Espectador, Semana, Vanguardia Liberal, La Opinión, El Meridiano de Córdoba, El Meridiano de Sucre, El Heraldo, El Universal, El País, Q'hubo, Al Día, Ajá y qué, y Pronto.

Para complementar el análisis también se tuvieron en cuenta medios digitales especializados en información política, como lasillavacia.com y verdadabierta.com.

Marcos de interpretación del estudio

Para definir los marcos de interpretación del estudio tuvimos en cuenta seis variables:

  1. hechos relevantes en jornadas preelectorales,
  2. antecedentes de "candidatos de observación especial" en los tres departamentos elegidos,
  3. intereses políticos de algunos medios regionales de la muestra,
  4. representaciones sociales e imaginarios de candidatos de "observación especial",
  5. cubrimiento electoral y libertad de prensa, y
  6. manejo de la publicidad.

Hechos relevantes en época preelectoral

En época preelectoral hubo hechos que dispararon alarmas de organismos de vigilancia electoral y suspicacias de investigadores, líderes de opinión y periodistas. El i9 de junio fue noticia la compra a primera hora de la edición de El Heraldo que llegó a Santa Marta, para evitar que la ciudadanía leyera la investigación titulada "La telaraña mafiosa del Magdalena", de Óscar Montes. En el reportaje, basado en el informe que publicó la politóloga Claudia López en la sillavacia.com, el periodista contaba cómo se estaba armando una alianza perversa entre políticos y organizaciones criminales para las elecciones de octubre. El director del diario, Ernesto McCausland, denunció el hecho ante organizaciones de libertad de prensa; Andiarios y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) lo calificaron de censura. Sin embargo, se sabe que el director de Hoy Diario del Magdalena, Ulilo Acevedo, es vicepresidente del Proyecto contra la Impunidad de la SIP 4, y su diario apoyaba a algunos de los candidatos cuestionados.

En una polémica que originó la W Radio el 24 de junio, Claudia López se enfrentó con 'el Mello' Cotes, quien negó tener cualquier vínculo con los exgobernadores Trino Luna y Omar Díazgranados, el primero condenado por parapolítica y el segundo suspendido del cargo por presuntos actos de corrupción. La politóloga denunció que el debate electoral por la Gobernación del Magdalena parecía "una vendetta entre diversos sectores de narcopolítica y parapolítica".

La sorpresa la dieron los candidatos a la Gobernación de Sucre, que retiraron sus postulaciones en mitad de la campaña: Héctor Hernández Manotas, del Partido de la U, apoyado por Álvaro García Romero, condenado a 40 años por parapolítica por participación en la masacre de Macayepo; Yahir Acuña, representante a la Cámara por el movimiento Afrovides y puesto por el PIN, y Sabas Balseiro, dirigente político de San Onofre, procesado en el marco de la parapolítica. También se retiró Ramón Emiro Muskus, con aval del PIN, y respaldo del exparlamentario Eric Morris, condenado por parapolítica, y de sectores cercanos a Enilce López y al exgobernador Salvador Arana, compañero de reclusión de García Romero. Así, abrieron camino al veterano candidato del Partido Liberal Julio César Guerra Tulena. Se rumoró que los candidatos se retiraron por presiones de copartidarios, debido a que había alianzas electorales en la adjudicación del juego del chance.

El 26 de octubre, cuatro días antes de elecciones, fuentes cercanas a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) denunciaron que casi todos los ejemplares de El Informador fueron recogidos en la mañana. "Según la editora, Cecilia Vives, hay sospechas de que fue por la publicación de una noticia en la cual un candidato a la alcaldía alegaba un presunto complot para involucrarlo con paramilitares por medio de falsos testimonios" (2012, p. 41). Obviamente, se trataba del candidato Carlos Caicedo.

"Candidatos de observación especial"

Para la Gobernación de Sucre, después del retiro de los candidatos antes mencionados, aspiró Julio César Guerra Tulena, de 78 años, avalado por la Unidad Nacional, que estuvo en el Congreso por tres periodos consecutivos. El nuevo escenario electoral de la región dejó a un poderoso Guerra Tulena, frente a la candidatura con poca maquinaria de Gustavo Montes, quien se lanzó por tercera vez. Montes invitó a Guerra Tulena a que dijera cuáles eran sus socios políticos, aludiendo a Álvaro García y hermanos. Guerra Tulena reconoció tener apoyo del senador Eduardo Carlos Merlano, hijo del parapolítico Jairo Merlano, pero negó toda cercanía con la casa García.

Para la Alcaldía de Sincelejo se presentaron Jairo A. Fernández Quessep y Carlos Arturo Vergara Montes. El primero, respaldado por el Partido de la U, salió avante de una investigación por parapolítica. Contó con el apoyo de Jahir Acuña, representante a la Cámara, otrora apadrinado por Salvador Arana; Musa Besaile, excongresista sindicado de tener nexos con los 'paras'; Enilce López, alias 'la Gata', y Jesús Paternina, alcalde de Sincelejo.

Vergara Montes aspiró por el Partido Conservador con apoyo del actual senador del PIN Luis Alfonso López, hijo de Enilce López, alias 'la Gata'. Intervino en la coalición de Jairo Merlano y Antonio Guerra de la Espriella, vinculados al proceso de la parapolítica. Iba en fórmula con el candidato a la Gobernación Guerra Tulena.

Para la Gobernación de Magdalena se presentaron Luis Miguel Cotes Haybech y José Luis Pinedo Campo. El 'Mello' Cotes, de 25 años, entró ganando por gozar del presunto patrocinio de Trino Luna, exgobernador condenado por parapolítica, aunque él negó tener vínculos. Su candidatura por el Partido Liberal tambaleó cuando el partido le pidió, tres semanas antes de las inscripciones, que aclarara apoyos a su campaña de parapolíticos como el exgobernador Trino Luna, Omar Díazgranados (exgobernador destituido por corrupción) y el investigado senador Manuel Mazeneth. Ante la imposibilidad de explicar esos respaldos, renunció al aval del partido y recogió 165.000 firmas para inscribirse por un movimiento llamado Respeto por el Magdalena.

El 'Mello' Cotes recurrió al famoso afiche de Luis Carlos Galán, elaborado por Carlos Duque, para relanzar su campaña como candidato independiente. Apoyado por su padre, Álvaro Cotes Vives, y su tío Luis Miguel Cotes Vives, caciques liberales apodados como 'los Conejos' desde las épocas de la bonanza marimbera, que han sido relacionados con jefes paramilitares5.

José Luis Pinedo Campo se presentó con el aval de Cambio Radical y el apoyo del Partido Conservador. Es hijo del detenido exsenador Miguel Pinedo Vidal, fundador del Movimiento Moral, llamado a juicio por parapolítica y quien es su jefe de campaña. Miguel Pinedo fue señalado por el jefe paramilitar Hernán Giraldo en diligencia de versión libre. Además, se investiga el apoyo de Karely Lara Vence, detenida por relaciones con paramilitares. José Luis Pinedo negó toda vinculación con el paramilitarismo.

También se presentó a la Gobernación del Magdalena Liceth Peñaranda Peña, avalada por el movimiento Alianza Social Independiente (ASI), apoyada por Luis Vives Lacouture, otro procesado por nexos con las Autodefensas. Fue defensora del pueblo del Magdalena durante 13 años y alcaldesa de Plato, su tierra natal. Para la Alcaldía de Santa Marta se presentó el arquitecto y empresario conservador Alejandro Palacio Valencia, apoyado por Trino Luna y por Hoy Diario del Magdalena.

Aspiró y ganó la gobernación de Norte de Santander Édgar Díaz Contreras, inscrito por firmas, del movimiento Un Norte Pa'lante, con respaldo de Ramiro Suárez Corzo, capturado recientemente por homicidio y vinculado con investigaciones por parapolítica.

Intereses de algunos medios regionales de la muestra

Encuadramos el estudio desde la visibilización, participación o toma de partido por intereses económicos y políticos de algunos medios regionales que hicieron parte de la muestra. Como es práctica ya tradicional, parte de los medios de comunicación, sobre todo los impresos, hace el "endoso preelectoral", o presentación de sus candidatos preferidos a lectores-electores, para refrendar la línea editorial del medio. Pero de este ritual legítimo al activismo beligerante en la defensa de un candidato hay un trecho que puede transgredir la legitimidad y la legalidad.

De William Enrique Salleg Taboada, el propietario y director de El Meridiano, fundado en 1995 —con ediciones en Sucre y en Córdoba—, recordó Daniel Coronell en una columna que hablaba al oído a Salvatore Mancuso: "[.] cuando estaba en la clandestinidad, en términos que le parecían comprometedores a varias personas y que no han merecido explicación por parte del zar de la prensa cordobesa y sucreña"6.

El periodista Clodomiro Castilla, director de La Voz de Montería, quien había denunciado en su revista El Pulso del Tiempo las simpatías de Salleg con el paramilitarismo en la región, fue asesinado a tiros el 19 de marzo de 201o. Un día antes de esta muerte, el matutino cordobés celebró sus 15 años con el presidente Álvaro Uribe. Según el recuento que hace la periodista Claudia Julieta Duque en el portal del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (8 de abril de 201o), Castilla y Salleg sostuvieron una dura batalla jurídica los últimos cinco años por denuncias que había hecho el primero sobre vínculos del segundo con paramilitares de la región. Debido a la denuncia que hizo Castilla en enero de 2009 sobre la invasión de una finca en el municipio de Cereté, en el 2004, se abrió proceso penal contra Salleg, quien fue finalmente absuelto. El 20 de febrero de 201o, Clodomiro Castilla presentó una nueva denuncia penal contra Salleg por el delito de amenazas, y en la última edición de su revista advirtió que había existido manipulación en el juicio contra Salleg, y que él era el siguiente blanco mortal.

Un día después del asesinato de Clodomiro Castilla, El Meridiano de Córdoba publicó la noticia con un recuento del pasado de drogas y agresiones del periodista, según denunció Claudia Julieta Duque en la página de Equipo Nizkor, especializada en violaciones de derechos humanos de los periodistas7.

Por otro lado, el enfrentamiento más sonado entre medios en el periodo de estudio lo protagonizaron el Hoy Diario del Magdalena y El Informador de Santa Marta. El Informador, diario tradicional del Magdalena, con 54 años de fundado, pertenece a una de las familias políticas más poderosas del Magdalena, los Vives Campo. Su director, Alfonso Vives Campo, manifestó públicamente su apoyo por el candidato del Partido Liberal, Carlos Caicedo Omar, exrector de la Universidad del Magdalena.

Valga recordar que el director-fundador de Hoy Diario del Magdalena, Ulilo Acevedo, tuvo orden de captura en febrero de 2009 por presuntos nexos con el paramilitarismo. "Al director del Hoy Diario del Magdalena, Ulilo Acevedo, se le investiga por presunto delito de concierto para delinquir agravado y según la Fiscalía, el periodista fue señalado por Hernán Giraldo como cercano al frente Resistencia Tayrona de las AUC [...]", publicó el portal verdadabierta.com8. Por su parte, El Informador de Santa Marta reveló que Hernán Giraldo comprometió al abogado Acevedo cuando mencionó el apoyo económico a sus aspiraciones políticas, como publicó El Heraldo9.

El Hoy Diario del Magdalena celebró 15 años en junio de 2008, en una ceremonia presidida por el mandatario Álvaro Uribe Vélez, al igual que El Meridiano de Córdoba, que se vio realzada por la presencia de los directivos de la SIP.

Representaciones sociales e imaginarios de los "candidatos de observación especial"

Los informes periódicos de la Misión de Observación Electoral (MOE) y de la Corporación Nuevo Arco Iris trataron de crear percepciones críticas sobre la participación de esos políticos vinculados con paramilitarismo en el proceso democrático. Los medios reprodujeron informes y calificaron a sujetos de la información, y los editorialistas y columnistas enriquecieron esas representaciones. No obstante, estuvieron ausentes en unos casos o predominaron estereotipos y frases comunes para calificar a estos actores, y faltaron nombres propios, por mecanismos de autorregulación y autocensura, debido a la peligrosidad de los sujetos de la información, o la toma de partido abierta e intencional de periodistas, editores o directores por sus candidatos.

Imaginarios detectados en la muestra de opinión —en la que aparecen declaraciones explícitas de apoyo o rechazo a los candidatos, y juicios de valor que no se evidencian en la muestra informativa— y otros que se pueden leer entre líneas en las piezas noticiosas.

Maniqueísmos y falsos dilemas morales

Mejor paramilitar que guerrillero: En un país polarizado entre extrema derecha y extrema izquierda, los calificativos de "terrorista" y "paramilitar" revisten alta peligrosidad para los acusados. En las elecciones hubo dos candidatos objeto de propaganda negra por su pasado vinculado con la guerrilla: Gustavo Petro en Bogotá y Carlos Caicedo en Santa Marta. Los dos ganaron, pero los epítetos quedaron en el ambiente poselectoral. Se descalificó más duramente a los exguerrilleros que a los paramilitares. En el editorial más polémico de la muestra, titulado "Santa Marta no puede elegir de alcalde a un asesino" {Diario Hoy del Magdalena, 2 de octubre), se lee, en relación con Caicedo:

Y nada de lo que hace este criminal nos debe sorprender. Recordemos su pasado terrorista cuando estuvo en la guerrilla donde se mata, secuestra, asesina a mansalva, se hurta, se trafica con drogas, se roba combustible y atacan a la población civil. Sin embargo, quiere pasar de mamerto cuando todos sabemos que no lo fue. Todo lo contrario: estuvo activo y detrás de los más asquerosos delitos cometidos por el grupo al que perteneció.

Peor el corrupto y el clientelista que el criminal: En la distorsionada escala de valores colombiana, el corrupto es un personaje más nefasto que el criminal (paramilitar), y lo puede ser todavía más el político clientelista. Así se explica que los medios hayan dado mayor cubrimiento a delitos electorales como trasteo y compra de votos, que al otorgamiento de avales de partidos a candidatos de "observación especial", cuyo "prontuario" fue oportunamente divulgado por la Corporación Arco Iris10.

Poderes fantasmales y poderes reales

Los 'duros' manejan las campañas desde las cárceles: La inicial postura crítica de los medios, la reiteración y luego su trivialización se enfocó en el exsenador condenado por parapolítica Juan Carlos Martínez Sinisterra, que controló campañas de tres partidos políticos (Afrovives, MIO y PIN) en días de permiso y desde la cárcel de Barranquilla. Por ello, quedó la sensación de la poderosa maquinaria de estos personajes, con complicidad de instancias penales y judiciales.

Otra candidatura señalada de manejarse desde la cárcel fue la del gobernador electo de Norte de Santander, Édgar Díaz Contreras, a quien apoyó el exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, condenado a 27 años de cárcel en el 2011 por homicidio agravado de un opositor político, y con presuntos nexos con grupos armados ilegales de extrema derecha.

La propaganda negra

Campañas limpias, campañas sucias: Fueron las calificaciones más repetidas durante las elecciones como marca distintiva. Quedó claro que detrás de los intereses clientelistas consuetudinarios emergieron nuevos intereses de control territorial, explotaciones mineras, regalías, por lo que arreciaron pugnas en campañas y medios opositores. Para defenderse unos y otros se escudaron en la "transparencia".

El peligro del rival: Con base en antecedentes, acusaciones y señalamientos no siempre oficiales se identificó al contrincante. Ese peligro estuvo asociado con corrupción, ineptitud y en pocas ocasiones con pasados o vínculos con actores ilegales. La estrategia era desviar acusaciones en propia persona o cercanos y endosárselas a rivales, con el fin de hacer ver a otros candidatos no desde su plataforma, sino desde el riesgo que implicaría elegirlos.

Legados y reencarnaciones

Los miembros de la "nueva dirigencia": Así se refirió a estos candidatos el columnista Pedro Medellín en El Tiempo ("El riesgo de los poderes soterrados", 17 de octubre), tras aclarar que ya no se trata de los viejos caciques que pactaron con grupos ilegales formas de apoyo:

Ahora se trata de unas nuevas dirigencias conformadas por personas que fueron llegando al poder territorial de la mano de los ilegales. Se trata de dirigentes que no tienen problema en reconocer sus lazos de amistad con estos, sino que además los reivindican como sus jefes políticos [...] Esta "nueva dirigencia" se ha ido consolidando en los últimos años, de la mano de los pactos refundacionales de la parapolítica; de los carruseles de la contratación corrupta o personas de confianza de los jefes mafiosos, que se han venido 'legitimando' como actores políticos [.] Esa legitimación es la que está dificultando aún más la acción de las autoridades.

Claudia López los llamó con ironía el "relevo generacional", pero de un nuevo sector de la parapolítica. El Hoy Diario del Magdalena celebró el triunfo del 'Mello' Cotes, destacando la irrupción de la nueva generación que iba a renovar las costumbres políticas.

Candidatos que gobernarán "en cuerpo ajeno": En la muestra se observó la institucionalización del delito electoral. La sustitución de la civilidad del Estado por los mismos violentos o en cuerpo ajeno hizo ver "normal" ese estado de cosas. En el imaginario de electores y medios, los "candidatos de observación especial" dejaron de verse como irregulares en gracia a su poder de ordenadores del gasto público, contratistas de publicidad, agentes de empleo y de información.

El manejo de las candidaturas que hicieron el excongresista Martínez Sinisterra y el exgobernador del Magdalena Álvaro García Romero, desde la cárcel, dejó sospecha sobre la corrupción en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y sobre la condición de subalternos de los candidatos de regiones donde está consolidado el poder paramilitar.

Cubrimiento electoral y libertad de prensa

La percepción de asepsia informativa y de una eventual autocensura electoral cobra vigencia si observamos informes sobre violaciones a la libertad de prensa en el periodo previo y durante la cobertura del debate. La FLIP documentó la ocurrencia de violaciones al ejercicio periodístico; se registraron intimidaciones, agresiones y presiones indebidas a medios de comunicación por parte de campañas políticas y administraciones locales, especialmente a través de la pauta publicitaria. Varios periodistas locales consultados por la FLIP reconocieron la existencia de un ambiente de autocensura11.

La FLIP documentó amenazas y agresiones de políticos a periodistas durante el proceso electoral de Magangué, Bolívar (2012, p. 19). También, encendió alertas en el Magdalena, porque el 26 de octubre el periódico El Informador fue recogido en horas de la mañana en Santa Marta y municipios aledaños, supuestamente por la publicación en la que el candidato Carlos Caicedo denunciaba un presunto complot para involucrarlo con paramilitares por medio de falsos testimonios (como lo informó repetidamente el diario de la competencia, Hoy Diario del Magdalena).

Entre los medios analizados, llamó la atención el reclamo que hicieron periodistas de Sincelejo al excandidato a la Alcaldía Carlos Augusto Vergara Montes, derrotado por Jairo Fernández Quessep —ambos "de observación especial"—, molestos por atropellos e intimidaciones cuando cubrían los escrutinios.

Manejo de la publicidad

La víspera de elecciones, en su página web, el Partido Liberal denunció actos vandálicos contra la campaña de su candidato Carlos Caicedo, entre ellos, la inserción de un volante con publicidad negra el 29 de octubre en El Tiempo, El Heraldo y El Espectador.

En Sincelejo también hubo escándalo por la guerra publicitaria: el candidato Gustavo Montes reconoció haber escrito en sus afiches que su opositor, Guerra Tulena, no era una persona apta físicamente para dirigir el departamento (lo hizo después de que esa campaña le cortara las vallas de su campaña con un bisturí).

En la muestra, la publicidad política fue tímida hasta mediados de octubre; entonces, tomó fuerza para acompañar las campañas de "candidatos de observación especial". Los artículos jalonados por la publicidad política pagada abundaron en Hoy Diario del Magdalena, donde la frecuencia y la vistosidad de los avisos fue directamente proporcional a las noticias sobre los candidatos elegidos: Alejandro Palacio para la Alcaldía y Luis Miguel Cotes para la Gobernación; aunque también destinó simpatías al candidato a la Gobernación José Luis Pinedo, quien publicó una docena de avisos desde finales de septiembre, algunos de media página. De Palacio, apoyado por el Partido Conservador, salieron seis avisos de página completa (tamaño universal), en policromía. El aviso del 'Mello' Cotes ocupó desde comienzos de octubre una franja en la mitad de la primera plana con el lema: "Respeto por el Magdalena".

El 17 de octubre, Hoy Diario del Magdalena publicó en primera página un aviso del 'Mello' Cotes justo al lado del editorial pidiendo votar por los mejores (evidente estrategia subliminal). Llamaron la atención los avisos de candidatos a la Asamblea y al Concejo, numerosos en el Hoy Diario del Magdalena. No ocurrió así con el diario de la competencia, El Informador, tan pobre en anuncios como en información y opinión.

El 29 de octubre, Hoy Diario del Magdalena publicó un publirreportaje de página completa titulado así en rojo: "Magdalena ya eligió a su gobernador", que reprodujo la encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría, dando como seguro ganador a Luis Miguel Cotes, con el 44%; en segundo lugar a José Luis Pinedo, con 21%, y Liceth Peñaranda, con el 14% (los tres "candidatos de observación especial").

El Meridiano de Sucre tuvo aceptable cantidad de avisos de los políticos observados. En El Propio, tabloide de Sincelejo "sin pelos en la lengua", hubo profusión de avisos pequeños correspondientes a candidatos al Concejo, y el aviso más destacado fue el del candidato a la Alcaldía Fernández Quessep, publicado unas diez veces en el periodo de estudio.

Resultados del análisis de 14 medios impresos Observaciones generales de la muestra de información

Encontramos 266 piezas informativas en 14 medios impresos en las ciudades y regiones definidas para este estudio, con una participación importante de los periódicos del Magdalena y menor proporción de los de Norte de Santander, Córdoba y centro del país. Pero fueron los diarios de Santa Marta —el 56% de la muestra total— los más prolijos al cubrir la justa electoral, fruto de los múltiples ataques, destape de presuntos escándalos y hasta presencia de propaganda sucia.

En los diarios de Sucre y Norte de Santander campeó el "unifuentismo"; en los de Magdalena, detrás de un aparente pluralismo existe la reafirmación de una tendencia política con voces distintas, pero claramente seleccionadas, conjugadas con fuentes sin identificar. El uso de generalizaciones ayudó a construir falsos voxpopuli, que en ocasiones eran respaldados por opiniones sin rostro. Esta estrategia apareció sobre todo en El Informador y en Q'hubo.

El estilo narrativo estuvo uniformado por la aparición excesiva de fuentes oficiales que se "contrastaban" con voceros de las campañas, boletines o extractos de páginas web. En otros casos, los periodistas recurrieron a la agencia de prensa como fuente autorizada.

La tematización, si bien apasionada en estos departamentos, no referenció temas atinentes a paramilitarismo, narcotráfico u otros delitos (salvo los casos citados en el Magdalena), y giró en torno a ataques personales, entrega o retiro de avales, prácticas clientelistas y mapa de riesgos electorales, esto último en relación con investigaciones de medios nacionales u organizaciones no gubernamentales.

Los estragos de la ola invernal en las regiones analizadas fue la información dominante en la agenda; por una vez, las víctimas desplazaron a los políticos en campaña. Esta circunstancia, aparte de la deliberada intención editorial de invisibilizar a ciertos candidatos, podría explicar la escasa información política de cuño propio en la prensa regional.

La investigación propia fue precaria y pasó desapercibida, no alertó de manera eficiente sobre implicaciones de alianzas, pasados, financiaciones o prácticas políticas de personajes o partidos cuestionados. Esto hizo que primara el género noticioso, con punto de partida en declaraciones, a las que luego se hacía una suerte de seguimiento, pero sin arraigo en los hechos o en la verificación (Figura 1).

El tono de denuncia (figura 2) estuvo limitado a delitos electorales —salvo en diarios del Magdalena, en los que está adobado con ataques personales— y referencias a medios nacionales o a organizaciones como la MOE, Votebien, etc. Falta de pruebas, ataques gratuitos, autocensura o rumorologías hicieron que en medio de los rodeos o de las indirectas se entreveraran señalamientos de incidencia del crimen organizado o de la guerra en el proceso electoral. Pero hubo abuso del reflexivo "se", que habla de una tercera persona indeterminada, resta responsabilidad y tiñe de ambigüedad las denuncias.

Estrategias para combatir el crimen, corrupción, paramilitarismo y delitos electorales giraron en torno a temas abstractos y repetitivos. El espectro abarcó: represión, reformas legislativas, aumento de pie de fuerza, participación ciudadana y uso de tecnologías para combatir los males que impiden la transparencia en las votaciones. Configuraron las narrativas de la apatía por un grado de frialdad rayano en la ausencia de compromiso.

Proliferaron las comillas y las citas en titulares y leads para obviar la mediación periodística y poner a los candidatos predilectos de los medios en directa relación con las audiencias, como si fuese publicidad política pagada. También hubo repetición y monotonía en las narrativas que hablaron de apoyos y adhesiones, cuando no de promesas de los candidatos.

Análisis de la información por indicadores de calidad

Las piezas periodísticas en el arranque de la observación estuvieron matizadas por denuncias indiscriminadas de delitos electorales, salpicadas de vez en cuando por acusaciones de delitos mayores en departamentos epicentro del monitoreo.

De los "candidatos de observación especial" poco se dijo en esta primera fase desde el punto de vista de la prevención, en cambio se narraron incidentes judiciales, como captura de concejales investigados por presunta vinculación con los paramilitares en Cúcuta, circunscritos a las declaraciones de las autoridades.

De los "candidatos de observación especial" solo se hizo mención cuando reaccionaron a temas de debate, como el desacuerdo de Fernández Quessep con la persecución al mototaxismo en Sincelejo. Respecto a las elecciones, únicamente se habló de riesgos electorales en Sucre y Córdoba, en El Meridiano, con base en un informe especial del Sistema de Alerta Temprana de la Defensoría del Pueblo. En El Universal se tomó la declaración, sin profundizar, del candidato Juan Carlos Gossaín, acerca de una campaña de desprestigio que lo asociaba con 'la Gata' mediante una foto.

Los periódicos redundaron en declaraciones sobre ataques y propaganda negra de los candidatos en las regiones de observación, pero no pasaron de las entrevistas. En octubre, la alusión específica a los "candidatos de observación especial" no varió, en cambio se mantuvieron los anuncios de autoridades nacionales sobre medidas y acciones para evitar delitos electorales.

Esa línea pareció romperla el periódico cucuteño La Opinión con el artículo en el que confrontó a los políticos capturados por declaraciones de desmovilizados de grupos paramilitares y que involucraban al alcalde y a un concejal de Pamplona, a concejales de Cúcuta y a candidatos de Tibú. No obstante, el artículo se quedó en el registro de las declaraciones de la Fiscalía.

A mediados de octubre, El Heraldo denunció las amenazas, intimidaciones y atentados ocurridos en Sucre, Cesar y La Guajira; sin embargo, al mencionar autores habló de desconocidos, sujetos con el rostro cubierto o individuos armados, sin precisar sus causas. Este periódico recogió la campaña sucia a la Gobernación de Sucre, pero se enfocó en temas personales, como una foto envejecida en un afiche de Julio César Guerra Tulena, y la subsiguiente alusión a la edad y estado físico del político.

La semana previa a las elecciones se incrementaron los artículos sobre delitos electorales, como ilegalidad de firmas, uso de cédulas de fallecidos, relación de documentos de identidad o uso de uniformes de uso privativo de la fuerza pública por parte de candidatos.

El 26 de octubre, El Heraldo publicó un artículo acerca de la violencia electoral en la Costa, con una rápida alusión a hechos relacionados con políticos en campaña, no identificados, vinculados con paramilitares o con sus herederos. Se mencionaron departamentos de dichos sucesos, como Magdalena, Córdoba y Sucre, sin nombrar casos.

El Tiempo y El Espectador fueron más directos a la hora de señalar con informes de organizaciones sociales o de instituciones del Estado, como la Procuraduría, a los ilegales que ambicionaban el poder político en Sucre, Córdoba, Magdalena y Valle. El Espectador arriesgó nombres propios y prontuarios, sobre todo en la precampaña. Sobresale el informe que publicó el 28 de agosto, junto con la "lista negra" de la Corporación Nuevo Arco Iris, a propósito de los candidatos en entredicho de Sucre y Córdoba. Recordó las elecciones del 2007, después de las desmovilizaciones de paramilitares. Según el informe, el ambiente seguía enrarecido en estos departamentos que se tomaron las Bacrim (bandas criminales emergentes). En otra pieza, la periodista María del Rosario Arrázola retomó señalamientos de Arco Iris a Emiro Muskus. Menciona a su contrincante, Héctor Hernández Manotas, también apoyado por Arana, cuyas declaraciones a la justicia sirvieron para condenar a tres gobernadores sucesivos de Sucre.

A 48 horas de celebrarse la jornada electoral, El Universal de Cartagena dedicó una página a declaraciones de candidatos del PIN y de Enilce López 'la Gata' para controvertir respuestas de un desmovilizado que recogió la agencia Colprensa. El artículo da un amplio espacio a esos personajes sin ningún nivel de contraste.

Como dato particular, en El Meridiano de Sucre se publicaron breves en la columna "Sucreñas", en la víspera electoral, donde se reproducen comunicados de campañas amigas, como el de la invitación de los seguidores de Jairo Fernández Quessep a una misa para encomendar a Dios los comicios; o de la campaña de Guerra Tulena denunciando "guerra sucia". Incluso el día de las elecciones se refiere de manera cariñosa al candidato Fernández como "Jairete", hablando de triunfo anticipado.

Resalta la curiosa página del diario Ajá y qué el día de elecciones, donde aparece la semblanza, con características de publirreportaje, de tres "candidatos de observación especial": José Luis Pinedo, Liceth Peñaranda y Luis Miguel Cotes.

El Tiempo publicó un balance de la jornada electoral del 31 de octubre titulado: "Triunfos de clanes polémicos y de fichas de 'parapolíticos'", en el que resaltó las campañas triunfantes de MIO, Afrovides y el PIN. Recordó que Édgar Díaz, ganador en Norte de Santander, "aunque postuló su nombre a través de firmas, contaba con el apoyo del exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, también en la Picota, condenado por un homicidio ejecutado por paras". Habló de Luis Alberto Monsalvo Gnecco, nuevo gobernador del Cesar, como miembro de un polémico clan, e hizo alusión al elegido gobernador Luis Miguel Cotes por su parentesco con el exalcalde José Francisco Zúñiga, condenado por parapolítica, y por apoyo del exgobernador Trino Luna, presuntamente cercano al paramilitarismo.

El Heraldo resaltó la elección de los alcaldes de Córdoba, en Moñitos y Las Córdobas, no obstante estar presos en La Picota por presuntos nexos con paramilitares.

El Meridiano de Sucre apenas registró la tensión reinante en Sincelejo luego de la elección de Jairo Fernández Quessep y en cambio le abrió las páginas para que se defendiera de las acusaciones por la falta de garantías.

En la semana posterior a las elecciones, algunos medios llegaron a la conclusión de que la maquinaria le había ganado a la parapolítica y a la bacrimpolítica12, como lo expresó un artículo del portal lasillavacía.com. En esa dirección, la mayor parte de periódicos hizo las cuentas desde la estadística comparativa acerca de votos anulados, abstención o disturbios que se presentaron, con i9 asonadas en el país registradas por la policía y 32 disturbios reportados por la MOE.

La revista Semana registró la situación difícil en 25 municipios de los cuales hizo seguimiento tanto por corrupción y politiquería como por nexos con grupos armados. Citó los casos de Tolú y San Onofre, en Sucre, y de Montelíbano, en Córdoba. En cuanto a las gobernaciones, puso la lupa en las cuestionadas elecciones de La Guajira, Magdalena, Sucre, Cesar y Bolívar.

En la sección de Cartas de los Lectores de la última edición de octubre de la revista apareció una carta del electo gobernador de Sucre, Julio César Guerra Tulena, aclarando que su triunfo no se lo debía a la renuncia de los anteriores candidatos, porque no hizo ningún acuerdo o alianza, y que no todos los candidatos de ese departamento estaban vinculados con la empresaria del chance.

Los casos de Hoy Diario del Magdalena y El Informador

En El Informador de Santa Marta y en Hoy Diario del Magdalena fue evidente la toma de partido en lo informativo, al convertirse en cajas de resonancia de campañas de los favoritos de sus dueños. Recurrieron a toda clase de argucias informativas: desde la construcción del vox populi con pseudoencuestas aplicadas por los reporteros en sitios masivos como plazas o 'sanandresitos' —como el caso de El Informador—, hasta exposición de denuncias como si fueran hechos comprobados (en el caso de José Luis Pinedo). Hubo despliegue de adhesiones de otros políticos y movimientos sociales a sus candidatos favoritos con inocultable influencia propagandista.

El 27 de septiembre, Hoy Diario del Magdalena publicó en primera página las promesas de campaña de los candidatos a la Gobernación del Magdalena, con fotos de Luis Miguel Cotes, Liceth Peñaranda y José Luis Pinedo, los tres "candidatos de observación especial" de este monitoreo, bajo el título: "Vamos a recuperar la credibilidad y mejorar la red hospitalaria y de educación".

Un día antes, El Informador publicó en primera página una noticia sobre José Luis Pinedo titulada: "En mi gobierno los hospitales no serán comandos políticos", y en el pie de la fotografía del candidato en campaña se presentaba como "el próximo Gobernador del Magdalena" (cuando todavía faltaba un mes para las elecciones). Justo al lado de esta noticia apareció otra con este titular: "Carlos Caicedo denuncia plan que pretende incriminarlo" (sobre parapolíticos que habrían pagado a testigos falsos para que lo acusaran). En El Informador, la información acerca de Pinedo se ubicó en lugar destacado y con frecuencia casi diaria.

El diario Hoy Diario del Magdalena expresó sin reato su apoyo a Alejandro Palacio Valencia, haciendo eco a encuestas no oficiales en las que el candidato pasaba "por encima y muy lejos" de Carlos Caicedo. Las propuestas de Palacio tuvieron amplio espacio en los titulares, lo que obvió la mediación de periodistas y puso al candidato en directo con las audiencias. Carlos Caicedo apareció como investigado por asesinato y como amigo de parapolíticos como Luis Eduardo Vives, incluso citó el editorial de su director Ulilo Acevedo en contra de Caicedo donde lo señala de terrorista. O se le acusa sin pruebas de enviar saboteadores a foros, de no asistir a la Fiscalía o de utilizar denuncias de la Registraduría para sembrar dudas de fraude en las campañas opositoras. El 28 de octubre, en una separata especial sobre elecciones, aparece un artículo extenso bajo el título "Caicedo, el candidato de 'Lucho' Vives a la alcaldía", donde atacan al candidato en la yugular, cuestionando un supuesto apoyo del PIN y de la parapolítica.

En cuanto a la gobernación, el periódico dio despliegue a Luis Miguel Cotes, con sucesivas notas que reiteraron apoyos de diferentes vertientes para crear la ilusión de mayorías o resaltaron su juventud y capacidad de emprendimiento. En los días previos a la elección incluso le dedicó espacio publicitario, sin que lo pareciera, a cartas o propuestas del candidato Cotes, alcanzando hasta media página de despliegue. También dejó entrever su respaldo a José Pinedo, resaltando el espaldarazo que le dio en Twitter el expresidente Uribe.

Luego del triunfo de su candidato a la Gobernación del Magdalena, el periódico hizo énfasis en que los gobiernos municipal y departamental serían de paz, unidad y cero corrupción. La parapolítica pasó desapercibida, como si nunca hubiera existido.

En conclusión, la ausencia de denuncias con nombres propios despersonalizó de tal manera las piezas informativas que parecen escritas por el mismo redactor. La estrategia discursiva apuntó a repetir la declaración oficial, lo dicho por otros medios, por los candidatos, por los organismos de control o por la misma gente: no confronta ni contrasta fuentes; solo cita o atribuye de manera excesiva a fuentes oficiales.

Mientras grandes impresos nacionales, como Semana, El Tiempo y El Espectador, dieron cumplimiento, en términos generales, a los estándares de calidad, la prensa regional, más vulnerable en el contexto del conflicto armado, evidenció los compromisos políticos —a veces parapolíticos— y económicos que restringen o contaminan su independencia.

Observaciones generales de la muestra de opinión

El editorial de El Tiempo del 23 de septiembre calificó la campaña del 2011 como "la más violenta en ocho años". Según datos del informe de la MOE, para esa fecha hubo 4i candidatos asesinados, cifra que duplicó la presentada en las elecciones del 2007. En cuanto a amenazas, se reportaron 87 casos. Este editorial puso de presente que en las elecciones locales estaban en juego "el manejo de las regalías, el control territorial de los corredores para la droga y la reproducción de maquinarias electorales y estructuras mafiosas y de corrupción".

Llamó la atención tres semanas antes de la jornada electoral, que en algunos medios locales, sobre todo los de regiones con alta incidencia paramilitar como las abarcadas por este estudio, los articulistas se dedicaron a hablar de la campaña por la Alcaldía de Bogotá, preocupados por la posibilidad de que un exguerrillero ocupara el segundo cargo público más importante del país, omitiendo hablar de las enrarecidas campañas de sus departamentos.

Como suele pasar en el cubrimiento de elecciones, la mayoría de medios declaró simpatías y antipatías por los candidatos desde la tribuna editorial, y otro tanto hicieron los columnistas. Declaración legítima en tanto los autores no incurran en argumentos falaces, como el ataque al adversario (ad personam), que se asomó en algunas de las piezas analizadas; incluso, abierta propaganda negra.

Hoy Diario del Magdalena comenzó su campaña sistemática contra el candidato a la Alcaldía Carlos Eduardo Caicedo desde comienzos de septiembre. El 26 de ese mes publicó un editorial que arrancó en primera página con el título: "Con el fraude quieren secuestrar la democracia", a propósito de la conformación de jurados en las mesas de votación, tras conocerse que más de medio centenar de mesas tenían jurados de una misma empresa privada.

La pieza más explosiva de la muestra de estudio fue el editorial que publicó este diario el i2 de octubre, bajo el título "Santa Marta no puede elegir de alcalde a un asesino". Allí, el director descalificó con términos deshonrosos al candidato Carlos Eduardo Caicedo, recordando su pasado en la guerrilla. La habilidad del autor está en nombrarlo sin hacerlo, pero el lector fácilmente deduce que se trata de Caicedo, quien por diez años fue rector de la Universidad del Magdalena y pagó cinco años de cárcel acusado por homicidio. El exrector siempre ha sostenido que su enemigo es Trino Luna, presuntamente vinculado con el paramilitarismo y cercano al diario en mención.

En su especial sobre elecciones "25 municipios críticos", Semana afirmó que en esta pelea mediática:

La temperatura siguió subiendo: La primera semana de octubre el Hoy Diario del Magdalena invitó a un debate a todos los candidatos. Caicedo rechazó la invitación argumentando que ese diario había estado parcializado en su contra. Ese mismo día, El Informador informó que el Vicefiscal General de la Nación había ordenado investigar a los fiscales que archivaron una investigación por concierto para delinquir contra el director de Hoy Diario del Magdalena, Ulilo Acevedo.13

Análisis de la opinión por indicadores de calidad

El corpus de opinión lo conformaron 55 piezas —24 columnas de opinión, 15 editoriales y 16 caricaturas—, publicadas entre el 23 de septiembre y el 4 de noviembre de 2011. El medio que aportó más columnas a la muestra fue El Universal de Cartagena, seguido de La Opinión de Cúcuta, y el que más editoriales publicó fue Hoy Diario del Magdalena. El epicentro de la opinión marcó alto en Santa Marta. Los tabloides sensacionalistas no tienen sección de opinión, por lo cual no quedaron incluidos en esta muestra.

Después de analizar la muestra, inferior a las expectativas que se tenían, se identificaron las siguientes tendencias según los indicadores de calidad observados: los asuntos de la tematización informativa que tuvieron más alto registro fueron alianzas con gobernantes o congresistas condenados e investigados, retiro de avales a candidatos, prácticas clientelistas y fraude electoral, lo que demuestra una mayor conciencia de los orientadores de opinión en comparación con los reporteros.

Pero pecaron por omisión los articulistas cuando no hicieron las preguntas obvias. Los medios de la Costa Atlántica no indagaron en las causas por las cuales renunciaron a sus candidaturas Ramón Emiro Muskus, del PIN, y Héctor Hernández Manotas, del Partido de la U, que competían por la Gobernación de Sucre. Solo un columnista, Roberto Samur Esguerra (de El Meridiano de Córdoba y de Sucre) se refirió al caso, citando las confusas razones que dieron los candidatos retirados.

Solo un columnista se refirió a la relación entre la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras aprobada por el gobierno de Santos y su posible cumplimiento por parte de los nuevos mandatarios de esos departamentos. Únicamente un editorial (Hoy Diario del Magdalena) hizo alusión a los retos que le esperaban al nuevo alcalde de Santa Marta frente a la aplicación de esta ley.

La calidad de los textos de opinión de algunos medios regionales fue muy inferior a la de los grandes diarios. Hay constantes atentados contra la sindéresis y abundan los ataques ad personam, el insulto que sustituye la argumentación. Los orientadores de la opinión no ofrecen memoria de los hechos ni trayectoria de los candidatos; la falta de contexto es sintomática de un afán de ocultamiento o, igual de grave, de ignorancia. La mayoría de "opinadores" no utilizan fuentes, se basan en otros medios y en informes de la Registraduría, el Consejo Nacional Electoral, la MOE y la Corporación Arco Iris.

En cuanto al tono crítico, de ataque, de elogio o neutro , uno de los artículos más reveladores por su carga de denuncia fue el de Daniel Coronell, titulado "Sospecharina" (Semana, 22 de octubre), en el que el periodista descubre la trama de El Meridiano de Córdoba para posicionar a Carlos Eduardo Correa, yerno del dueño del periódico, William Salleg. Correa, que resultó electo, estaba apoyado por Arleth Casado "la poderosa senadora que heredó la curul de su esposo, el condenado parapolítico liberal Juan Manuel López Cabrales. También lo acompañaba la senadora conservadora Nora García Burgos, investigada por presuntos nexos con paramilitares y madre del actual alcalde de Montería, Carlos Daniel Pineda". Coronell revela la existencia de un video de la campaña de Correa en un barrio pobre de Montería donde se ve a varias personas cercanas al candidato, con camisetas de la campaña, repartiendo bultos de Bienestarina. El periódico replicó que se trataba de un "montaje" y el 27 de octubre publicó un editorial titulado "La ignorancia es atrevida", apelando a un argumento de orgullo regional: "Para quienes no conocen este departamento, Mancuso es el dueño de todo, y están equivocados".

El columnista más crítico de La Opinión de Cúcuta fue Renson Said Sepúlveda, quien con tono irónico y lenguaje figurativo admitió que ante la poca seriedad de los candidatos de su departamento votaría en blanco:

Miren lo bien que baila Ramiro Suárez desde la cárcel (preso por el asesinato de un asesor que le decía que parara el baile) y lo bien que pone a bailar a la ciudad a través de sus candidatos. ¿Y Juan Manuel Corzo? Ese es el que mejor baila. Tiene suficiente gasolina para muchos bailes más. Y si menciono a Ramiro Suárez y a JM Corzo es porque son los dos grandes anfitriones en el baile electoral de este fin de semana. ("El baile de las elecciones", 27 de octubre).

En Hoy Diario del Magdalena, José Félix Lafaurie publicó el i5 y el 22 de octubre sendas columnas cuestionando la autoridad moral de León Valencia, "exguerrillero del ELN", por sus señalamientos al gremio ganadero en la revista Semana del io de octubre, que recogió las conclusiones del Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas sobre la tenencia y el uso de la tierra en Colombia, y citó a Lafaurie por su presunto apoyo al paramilitarismo.

Diario Hoy del Magdalena exhibió su sesgo político, con el mismo entusiasmo que presentó a su candidato (Julio César Guerra Tulena), criticó al adversario (Carlos Caicedo). El Informador y La Opinión también se expresaron con tono positivo y entusiasta sobre candidatos de su predilección. La preferencia de El Informador por Caicedo se notó en la visibilidad que tuvo el candidato frente a sus rivales. Por esta postura, Hoy Diario del Magdalena dijo en el incendiario editorial antes citado:

El Informador y sus dueños han cometido otra vez la estupidez de volvernos a atacar de manera cobarde, bellaca y canalla como han estado acostumbrados a hacerlo cada vez que les viene en gana y en nosotros, siempre y por siempre, encontrarán la respuesta adecuada. Esta vez, se han puesto al servicio de ese asesino para quien nos hemos convertido en su máxima obsesión.

Al poner en la balanza candidatos aliados con paramilitares y candidatos acusados de corrupción, los articulistas argumentaron con mayor severidad contra los segundos, lo que refleja una moral relajada.

El Universal de Cartagena y El Meridiano de Sucre no publicaron ningún editorial referente a las elecciones. En su caracterización de los "candidatos de observación especial", El Universal los presentó como corruptos y como caciques electorales, pero El Meridiano de Sucre fue más parco y transmitió la imagen de candidatos honestos e independientes. En La Opinión predominaron los imaginarios de caciques electorales y de corruptos. Fueron los más discretos en sus juicios. El periódico que mostró mayor independencia y sentido crítico fue El Heraldo de Barranquilla, vigilante del proceso electoral dentro y fuera del Atlántico.

Representación de los "candidatos de observación especial" desde las caricaturas

Los caricaturistas se engolosinaron desde el comienzo de las elecciones con la figura de los "candidatos de observación especial", y fue Martínez Sinisterra el blanco de sus ataques, a quien caracterizaron por su piel negra, maleta de viajero y cadena de preso. Aparecieron otros políticos manejando campañas detrás de las rejas, con uniformes a rayas, recibiendo visitas de sus candidatos. Los caricaturistas sacaron provecho de las reuniones con políticos que sostuvieron en La Picota Martínez y Álvaro García, exsenador de Sucre. De i6 caricaturas, i4 jugaron con esta forma de representación. Otros acudieron a la relación simbólica con Halloween, porque las elecciones coincidieron con esta fiesta de brujas.

Esa capacidad crítica de los humoristas gráficos para destapar mentiras de las campañas políticas coincidió en algunos casos con denuncias de los columnistas de opinión. Así ocurrió con la mencionada de la Bienestarina de Coronell, que satirizó el caricaturista Papeto en El Tiempo con un político despachando bultos de Bienestarina. A propósito, Papeto fue el caricaturista más incisivo con este tema; también Argón (Vanguardia Liberal) y Beto (El Espectador) mostraron el rostro de los políticos sospechosos y sus mañas para ganar estas elecciones.

Conclusiones

Algunas de las conclusiones más importantes que arroja el presente estudio son:

  • Periódicos influyentes en sus regiones como El Meridiano de Sucre y Hoy Diario del Magdalena apoyaron irrestrictamente las campañas de "candidatos de observación especial", demostrando sus filiaciones con políticos procesados o sentenciados por parapolítica.
  • Teniendo en cuenta mapas de riesgo electoral de las tres regiones analizadas, fue bajo el nivel de denuncia de los medios analizados, que no reaccionaron frente a una realidad "paramilitarizada" en las regiones. El cubrimiento, en lugar de ser crítico, osciló entre el ataque y la apología a los candidatos, y la omisión de los hechos comprometedores para las candidaturas, debido a intereses del medio con grupos de poder político; a escaso nivel crítico o a mecanismos de autorregulación.
  • Así como existen "candidatos de observación especial", también se puede hablar de "medios de observación especial" por los presuntos vínculos de sus propietarios y directores con el paramilitarismo.
  • Predominó la desinformación por ausencia de contexto informativo y la ambigüedad, porque medios y periodistas terminaron alineándose con candidatos vinculados con grupos armados ilegales.
  • El género de opinión más eficaz fue la caricatura, porque los caricaturistas tomaron como "rey de burlas" a Juan Carlos Martínez Sinisterra (autor de la célebre frase: "Es más rentable una alcaldía que un embarque") y se regodearon con la representación de los políticos como presidiarios.
  • El show mediático en torno al exsenador Juan Carlos Martínez Sinisterra distrajo la atención de numerosos "candidatos de observación especial" que había en otras regiones del país.
  • Los informes de MOE, Corporación Arco Iris, verdadabierta.com, lasillavacia.com, votebien. com tuvieron resonancia en medios analizados; los periódicos terminaron arropándose en esos informes para no asumir investigaciones propias.
  • Tampoco sobresalieron por su cubrimiento El Tiempo, El Espectador y Semana, que publicaron solo ocho artículos relacionados con los "candidatos de observación especial" en estas regiones.

Sería deseable repetir esta observación en las próximas elecciones locales para comprobar si el fenómeno de la parapolítica se mantiene y si algunos medios le hacen nuevamente el juego a los "candidatos de observación especial" o, por el contrario, contribuyen al debate deliberativo, entendido como aquel que promueve la discusión razonada de los pro y los contra de un programa político para que la opinión pública tenga elementos de juicio a la hora de votar por un candidato.

Al tratarse de un estudio que indaga en las representaciones sociales y los imaginarios que proyecta la línea editorial de los medios impresos en un periodo acotado, tiene la limitación de no rastrear cubrimientos electorales anteriores para identificar constantes en el tratamiento. Pero aporta una mirada novedosa a la parapolítica en la prensa escrita —particularmente en la regional—, con resultados que podrían ser útiles para otros estudiosos del fenómeno, y permite verificar en coyunturas políticas actuales de las regiones estudiadas la validez de las comprobaciones.


Notas

1Paramilitarismo: grupos armados ilegales de extrema derecha que surgieron en Colombia en la década de los setenta para combatir a las guerrillas en los campos. También denominados Autodefensas, pronto se extendieron a todo el territorio nacional en alianza con hacendados y grandes propietarios que sostuvieron estos ejércitos, también dedicados al narcotráfico. Cuando obtuvieron el apoyo de la clase política y de agentes de la Fuerza Pública, principalmente, se desató el escándalo judicial y político de la llamada Parapolítica, en el 2006, cuando se descubrieron los vínculos de los jefes paramilitares con miembros del Congreso de la República, tras el proceso de desmovilización adelantado por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
2Cfr. los siguientes informes: http://www.arcoiris.com.co/2011/11/mafias-y-agentes-ilegales-buscan-rentas-y-el-poder-local/, segundo informe de riesgos electorales (octubre de 2011); http://www.arcoiris.com.co/2011/11/herederos-de-la-parapolitica-se-perpetuan-en-el-magdalena/; http://www.arcoiris.com.co/2011/11/parapoliticos-influencia-en-la-costa/. Recuperados: 20 de enero de 2012.
3Los autores han aplicado el instrumento de análisis en varios estudios desde el 2004, entre ellos: Vallejo, M. y García, A. "¿Qué agendas, qué periodistas, qué ciudadanos?", en ¿Qué es noticia? Agendas, periodistas y ciudadanos (2004), Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana - Fundación Konrad Adenauer, v. 1 , pp. 95105; Vallejo, M. "Consensos y disensos de la opinión", en De Angostura a las computadoras de Uribe: Prensa escrita y crisis de marzo (2008), Ecuador, Universidad de las Américas, pp. 179-200. Morales, M. y Vallejo, M. (2010), "Estándares de calidad en la construcción de los relatos periodísticos sobre salud", en Signo y Pensamiento; Morales, M. y Vallejo, M. (2011), Las bases de la discordia. El acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos en la prensa nacional, Bogotá, Editorial Pontifica Universidad Javeriana, v. 29, fasc. 56, pp. 328-355; "El debate sobre la (in)seguridad bogotana en los textos de opinión de la prensa diaria", en Comunicación, desarrollo y cambio social. Interrelaciones entre comunicación, movimientos ciudadanos y medios (2011), Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, v. pp. 373-390.
4El Proyecto contra la Impunidad, creado en 1995, tiene como principal objetivo reducir la impunidad que rodea la mayoría de los crímenes contra periodistas, y es apoyado por la Fundación Knight.
5Pablo Medina Uribe, 15 de junio de 2011, "Los contactos con los que cuenta el 'Mello' Cotes para llegar a la Gobernación del Magdalena". Disponible en: http://www.lasillavacia.com/historia/los-contactos-con-los-que-cuenta-el-mello-cotes-para-llegar-la-gobernacion-del-magdalena-25
6"Sospecharina", Semana, 22 de octubre de 2011.
7http://www.derechos.org/nizkor/colombia/prensa/prensamain.html
8http://verdadabierta.com/parapolitica/911-fiscalia-or-dena-captura-del-director-del-diario-hoy-del-magdale-na-tres-concejales-y-eduardo-davila-armenta, consultado el 18 de noviembre de 2011.
9http://verdadabierta.com/parapolitica/911-fiscalia-or-dena-captura-del-director-del-diario-hoy-del-magdale-na-tres-concejales-y-eduardo-davila-armenta, recuperado: 18 de noviembre de 2011.
10http://www.nuevoarcoiris.org.co/sac/files/oca/infor-mes/segundo_informe_elecciones_2011.pdf
11El informe de la FLIP (2012), ¿La censura en las regiones llegó para quedarse? Informe sobre el estado de la libertad de prensa en Colombia. El 2011 dio cuenta de un aumento significativo de amenazas a periodistas (94 casos) debido a la coyuntura del año electoral. Concretamente en la jornada electoral se dieron 26 agresiones contra el periodismo reportadas por la FLIP (2012, p. 41).]
12Artículo de Pablo Medina Uribe, publicado el 31 de octubre de 2011. Ver http://www.lasillavacia.com/historia/la-maquinaria-le-gano-la-parapolitica-y-la-bacrim-politica-29198, recuperado: 20 de enero de 2012.
13http://www.semana.com/multimedia-nacion/elecciones-2011-25-municipios-criticos/4337.aspx, recuperado: 18 de noviembre de 2011.


Referencias

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