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Investigación y Educación en Enfermería

Print version ISSN 0120-5307On-line version ISSN 2216-0280

Invest. educ. enferm vol.26 no.2 Medellín July/Dec. 2008

 

INVESTIGACIÓN

 

La investigación llamada “cualitativa”: de la dinámica de su evolución a los innegables logros y los cuestionamientos presentesa

 

The so-called “qualitative research”: from their evolution dynamics to their undeniable achievements and present challenges

 

La recherche dite “qualitative”: de la dynamique de son évolution aux acquis indéniables et aux questionnements présents

 

 

Marta Anadónb

 

a) Versión original en francés: La recherche dite “qualitative”: de la dynamique de son évolution aux acquis indéniables et aux questionnements présents. En: Recherches qualitatives - Vol.26 (1), 2006, pp. 5-31. ISSN 1715 -8705- http://www.recherche-qualitative.qc.ca/numero26(1)/manadon_ch.pdf. Association pour la recherche qualitative. Traducción y adaptación al castellano por Miguel Ángel Gómez Mendoza. Profesor Universidad Tecnológica de Pereira-Colombia. Esta traducción y publicación cuenta con el permiso y revisión de su autora y de la revista Recherches qualitatives.

b) Ph.D. profesora titular en el Departamento de Ciencias de la Educación y de Psicología, de la Universidad del Québec en Chicoutimi e investigadora regular en el Centre interdisciplinaire sur la formation et la profession enseignante (CRIFPE)

 


 

RESUMEN

Este documento articula una reflexión sobre los logros de la investigación denominada “cualitativa”, logros que no son independientes del contexto general que ha orientado el desarrollo de las ciencias sociales y humanas. En particular, apunta a mostrar que los enfoques cualitativos han consolidado su dimensión epistemológica y su legitimidad científica. Las elecciones metodológicas de recolección de datos y los modos de interpretación y de análisis se han estabilizado también, dando a la comunidad científica sólidos puntos de referencia. Este balance nos lleva a reflexionar sobre sus logros porque los enfoques cualitativos, preocupados por comprender una pluralidad de formas de expresión humana (artes, danza, literatura y otras formas estéticas), sufren actualmente de un estallido en las maneras de hacer la investigación y de legitimar el conocimiento producido.

Palabras clave: investigación cualitativa, epistemología, metodología, criterios de rigor metodológico.

 


 

ABSTRACT

studies classified as “qualitative”, research that is not independent from the general trend of developed social studies. Particularly, this study emphasizes that the qualitative focuses within studies have solidified their place in genuine science. Within these “qualitative” approaches, and procedures have become well established and even a point of reference for scientific analyses. This new balance within science brings us to think about these advancements because these qualitative studies, with aims to understand the diversity of human expression (within arts, dance, literature, and other esthetic forms), currently have been degraded with the outbreak of uncontrolled research aimed to disprove or legitimize claims.

Key words: qualitative research, epistemology, methodology, methodological rigor.

 


 

RÉSUMÉ

Cet article amorce une réflexion sur les acquis de la recherche dite “qualitative”, acquis qui ne sont pas indépendants du contexte général qui a orienté le développement des sciences sociales et humaines. Plus particulièrement, il vise à montrer que les approches qualitatives ont consolidé leur dimension épistémologique et leur légitimité scientifique. Les choix méthodologiques de saisie des données et des modes d’interprétation et d’analyse se sont aussi stabilisés donnant à la communauté scientifique des points de repères solides. Ce bilan, nous amène à réfléchir sur ces acquis car les approches qualitatives, préoccupées de comprendre une pluralité de formes d’expression humaine (arts, danse, littérature, et autres formes esthétiques.), souffrent actuellement d’un éclatement des manières de faire la recherche et de légitimer la connaissance produite.

Mots clés: recherche qualitative, é pistémologie, méthodologie, critères de rigueur méthodologique.

 


 

 

INTRODUCCIÓN

 

Desde hace algunos decenios, las investigaciones llamadas “cualitativas” no terminan de ganar importancia en las ciencias sociales y humanas. El estado de la producción científica en este campo, ya sea en Europa o en las Américas, lo testimonia. Québec también encaja en esta dinámica, dado que los enfoques cualitativos están bien implantados en campos como las ciencias de la educación, la sociología, la antropología, la criminología y el trabajo social, entre otros. Quisiera articular una reflexión sobre los logros de la investigación denominada “cualitativa”, logros que no son independientes del contexto que ha orientado el desarrollo general de las ciencias sociales y humanas. En particular, mi propósito en esta presentación es doble: por una parte, quisiera mostrar que los enfoques cualitativos han consolidado su dimensión epistemológica, su legitimidad científica y sus perspectivas metodológicas, y por otra parte, quiero poner en perspectiva algunos desafíos metodológicos y de legitimidad que ciertas prácticas de investigación cualitativa plantean actualmente.

 

Logros y desafíos epistemológicos y metodológicos

 

Para abordar los logros epistemológicos y metodológicos, trazaremos una breve historia de la investigación cualitativa. No obstante, nuestro propósito no es exponer aquí una cronología histórica detallada. Nuestra finalidad es hacer un balance de las reflexiones epistemológicas y teóricas, así como de las prácticas relacionadas con la investigación cualitativa. Elaborar este balance no será suficiente sin ofrecer una definición de lo que abarca el término “investigación cualitativa”. Este término, en general, hace referencia a toda una colección de corrientes teóricas (sociología interpretativa, filosofía pragmática, fenomenología, sociología crítica, sociología posmodernista), a maneras de hacer la investigación (trabajo de campo, investigación naturalista, etnográfica, fenomenológica, hermenéutica, grounded theory), y a una diversidad de técnicas de recolección y de análisis de datos (entrevistas, observaciones, análisis documental, inducción analítica). Pero esta última manera de concebir la investigación cualitativa con referencia a técnicas particulares es muy restrictiva, ya que ella, ante todo, debe ir asociada a las posturas epistemológicas y teóricas que privilegian de una u otra manera las experiencias y los puntos de vista de los actores sociales. Así, las investigaciones son caracterizadas más por el tipo de datos que por la postura epistemológica adoptada (1). Savoie-Zajc (2) explicita este desplazamiento y califica la investigación cualitativa como interpretativa, poniendo en situación de sinergia el posicionamiento epistemológico del investigador y la naturaleza de los datos.

La investigación cualitativa ha recorrido un largo camino en las ciencias sociales y humanas. Su evolución debe concebirse teniendo en cuenta el proceso que los diferentes campos de las ciencias sociales, sobre todo la antropología y la sociología, han seguido en el tiempo. Para esto, la lectura histórica debe superar el contexto de una sola disciplina. Nuestro balance se fundamenta en algunos trabajos clásicos en este campo. Se puede afirmar que en Estados Unidos, en Europa, también en Québec, se han llevado a cabo varias revisiones alrededor de la evolución de las investigaciones cualitativas. En el campo de la educación, Bogdan y Bilken (3) establecen cuatro etapas en el desarrollo de la investigación cualitativa al respecto. Una primera etapa, desde finales del siglo XIX hasta 1930, en la cual aparecen los primeros trabajos cualitativos en educación y se impone el uso de las diferentes técnicas de recolección de datos (observación participante, entrevistas en profundidad, análisis de los documentos personales). Los logros de la Escuela de Chicago marcan esta etapa y la sociología de la educación impone estas perspectivas teóricas. La segunda etapa se sitúa entre los años 1930 y 1950, y se caracteriza por el abandono de los enfoques cualitativos, no solamente en educación sino también en otras ciencias sociales y humanas. Una tercera etapa nace durante los años 60, período marcado por las preocupaciones alrededor del cambio social y donde los enfoques cualitativos resurgen con fuerza, lo que lleva a una cuarta etapa, en la cual se realizan investigaciones cualitativas en el campo de la educación. El recurso a este tipo de investigaciones puede atribuirse al hecho de que las perspectivas de los investigadores y de los docentes se vuelven más compatibles.

Con relación al desarrollo de la investigación cualitativa en el Québec, el final del decenio de 1980 fue el momento donde se cristalizaron las críticas al modelo experimental empleado en las investigaciones en educación y donde la investigación cualitativa se implantó (4). Los trabajos de la Association pour la Recherche Qualitative (Asociación para la investigación cualitativa) ilustran de manera elocuente este cambio de paradigma. Se deben también destacar los trabajos del equipo de investigaciones sobre los métodos de investigación cualitativa dirigido por Poupart. Este equipo se ha cuestionado sobre los fundamentos teóricos, epistemológicos y metodológicos de las investigaciones cualitativas (5-6).

Denzin y Lincoln (7-8) hacen una lectura más amplia y establecen siete momentos en la historia de la investigación cualitativa a partir del comienzo del siglo XX. Se trata: 1. del momento tradicional (1900-1950); 2. del modernismo (1950-1970); 3. del momento de perspectivas compuestas (Blurred genres) (1970-1986); 4. de la crisis de representación (1986-1990); 5. del posmodernismo (1990) y, finalmente, los momentos 6. y 7. que inspirados en el posmodernismo y en el posestructuralismo, proponen nuevas prácticas de investigación que están hoy todavía en fase de ensayo.

Es a partir de estos siete momentos como construiremos nuestro balance, que nos permitirá establecer los logros y los desafíos de la investigación cualitativa.

Tabla 1. Las etapas de la investigación cualitativa

 

Los comienzos de la investigación cualitativa

 

A partir de un punto de vista sociológico y antropológico, se deben situar los comienzos de la investigación cualitativa en los Estados Unidos en un contexto de crítica social motivado por las condiciones de vida de una gran parte de la población. Las cuestiones de pobreza, inmigración, marginalidad y criminalidad interesan a los investigadores. En Europa, los trabajos de los sociólogos se preocupan también por describir y comprender las condiciones de vida y de trabajo de las clases subalternas. El estudio de De Play, citado por Taylor y Bogdan (9), sobre los obreros europeos, así como los trabajos de Booth (10) y Mybew, citados por Taylor y Bogdan (9) en Gran Bretaña, son los pioneros en el uso de las técnicas de recolección y análisis de datos cualitativos (observación participante, entrevista, descripción detallada del contexto, etc.) en la investigación social. Al igual que Taylor y Bogdan, podemos afirmar que estos trabajos son de gran importancia para comprender la historia de la investigación cualitativa, ya que se preocupan por los problemas sociales desde un punto de vista que sobrepasa el análisis estadístico para intentar evidenciar una situación que precisa un cambio social.

Las raíces antropológicas de la investigación cualitativa se encuentran en los primeros trabajos realizados por los antropólogos evolucionistas de la segunda mitad del siglo XIX. En ese momento, los antropólogos no se desplazan al terreno para realizar estudios. Ellos acumulan los datos etnográficos a partir de las notas de viaje de misioneros, colonizadores, religiosos y profesores, con el fin de documentar la concepción evolucionista de las diferentes formas culturales donde “el otro” es estudiado como alguien extranjero. Los trabajos de Malinowski, Mead y Bateson se alejan de esta manera de hacer la investigación. La integración/impregnación del investigador en el medio es valorizada. Los trabajos de antropólogos sufren varias transformaciones y es imposible presentar aquí todos los debates y revisiones que han caracterizado esta evolución. Vidich y Lyman (10) esbozan un retrato de este período que corresponde al momento tradicional de Denzin y Lincoln (8). Este momento se extiende hasta el debate de la Escuela de Chicago que marca, según Denzin y Lincoln (8), un nuevo momento, el del modernismo, caracterizado por el crecimiento de las disciplinas de las ciencias sociales y humanas (etnometodología, fenomenología, semiótica, etnografía) y por la emergencia de posturas interpretativas.

 

Las etapas de consolidación/sistematización y de cuestionamientos de la investigación cualitativa

 

Si bien se puede afirmar que es en los trabajos de la primera mitad del período tradicional cuando la investigación cualitativa se instaura, es a la Escuela de Chicago de los años 1920 y 1930 a la que debe sus cartas credenciales. Los investigadores de la Escuela de Chicago producen una gran cantidad de trabajos donde la observación participante, la entrevista en profundidad, las historias de vida y el análisis de documentos personales son usados como metodologías para estudiar la desviación, la inmigración, la pobreza y otros problemas sociales que caracterizan la vida urbana. Estas investigaciones se inspiran en el interaccionismo simbólico de Mead (11) y de Blumer (12), que postula que el comportamiento humano no se comprende sino en relación con los significados que las personas atribuyen a las cosas y a sus acciones. Con los trabajos de la escuela de Chicago, la metodología cualitativa ocupa un lugar importante en la sociología americana hasta las décadas 1940 y 1950, cuando los estudios que se fundamentan en los hard data tienen un nuevo ascenso en las ciencias sociales y humanas.

Luego de la segunda guerra mundial, y hasta los comienzos de los años 80, podemos hablar de un período de sistematización, que Denzin y Lincoln (8) llaman los momentos del modernismo y del uso de las perspectivas compuestas, lo que crea ambigüedad y confusión en las prácticas de investigación. Las perspectivas teóricas provenientes de las ciencias sociales se mezclan y se complementan con las de las humanidades, principalmente la semiótica y la hermenéutica. Nuevas perspectivas teóricas emergen: el posestructuralismo (Barthes), el neomarxismo (Althusser), el descriptivismo (Geertz), las teorías del drama, del ritual y de la cultura (Turner), el deconstructivismo (Derrida), la etnometodología (Garfinkel), etc. Se trata de una época de gran creatividad en la cual varios textos se proponen el objetivo de sistematizar las diferentes técnicas de recolección y análisis de los datos cualitativos; entre ellos los de Cicourel (13), Glaser y Strauss (14), Filstead (15), Lofland (16) y Bogdan y Taylor (17) son ejemplos.

En estos momentos (modernista y de perspectivas compuestas), el paradigma pospositivista toma amplitud en el plano epistemológico. Las interpretaciones que los actores sociales dan a su propia realidad son valorizadas. Sin embargo, el hecho de que los actores sociales estén implicados en estas lecturas de la realidad no es, según algunos, garantía de la precisión de sus interpretaciones. Esto lleva a los investigadores a intentar ajustar los criterios de validez interna y externa de los modelos interaccionistas y constructivistas de investigación.

Las perspectivas teóricas empleadas van desde el interaccionismo simbólico hasta el constructivismo, pasando por la perspectiva naturalista, la etnográfica, la pospositivista, la fenomenológica, la etnometodología, la teoría crítica, la semiótica, la hermenéutica, el estructuralismo y las perspectivas feministas, para citar solamente algunas de ellas. Se acude a estas teorías interpretativas porque ellas comparten el objetivo de dar la palabra a las diferentes voces, personas o grupos sociales, con el fin de llevarlas a ocupar el lugar que les corresponde en el seno de la sociedad. Los investigadores disponen, entonces, de un conjunto de paradigmas, métodos y estrategias para realizar la investigación.

Las estrategias de investigación se multiplican; la teoría fundada (grounded theory), el estudio de caso, los métodos históricos y biográficos, la etnografía en la acción y la investigación clínica contribuyen cada vez más en el estudio de los fenómenos sociales y humanos. Metodológicamente, se dispone de diferentes formas de recoger y analizar los datos: la entrevista cualitativa, la observación, la experiencia personal y los métodos de análisis documental. El pluralismo metodológico se impone en nombre de la diversidad de los objetos de las ciencias sociales y humanas y de la necesidad de adaptar los métodos a sus especificidades. No es posible abordar de la misma manera fenómenos tan diferentes como la toma de decisiones, los modelos de enseñanza, las relaciones sociales, los factores del abandono escolar, e incluso los cambios históricos que afectan los fines educativos. Así, la singularidad del objeto, su complejidad y el tomar en consideración el carácter interactivo de las conductas humanas y sociales orientan las investigaciones. La investigación cualitativa gana valor y las posturas políticas y éticas en la investigación llegan a ser elementos de gran interés y preocupación. La perspectiva crítica se consolida y la investigación apunta, en primer lugar y ante todo, a ponerse al día en el estudio de las desigualdades sociales y sistémicas y pretende, en últimas, la emancipación y el empowerment de las poblaciones, llevándolas a compartir el saber engendrado por la investigación.

Si bien estos momentos pueden ser considerados como la edad de oro de la investigación cualitativa, contienen ya los gérmenes de una fase problemática, de cuestionamiento y crisis.

En efecto, durante los años 1980 se produce una gran crisis (8) llamada la “crisis de la representación”. Trabajos como los de Turner y Bruner (18), The Anthropology of Experience, de Geertz (19); Works and Lives, de Marcus y Fischer (20); Anthropolgy as Cultural Critique, imponen a la investigación cualitativa perspectivas más subjetivas y comprometidas. Las cuestiones de raza, de género y de clase preocupan a los investigadores inspirados por las perspectivas críticas. Se ve abandonar las teorías causales para abrazar las teorías interpretativas. Este cambio hacia la reflexividad del investigador, capaz de traducir en sus escritos la experiencia vivida por los actores sociales, plantea problemas de validez científica. ¿Cómo puede el investigador estar en capacidad de delimitar y de expresar en sus escritos la experiencia de los actores implicados en la investigación? Este problema lleva a otro, el de la legitimidad. En efecto, los criterios heredados de las aproximaciones experimentales y positivistas no sirven ya más para juzgar la buena fundamentación de una investigación. Esto implicó un trabajo de redefinición de los criterios de validez, de generalización y de fiabilidad, criterios que la investigación cualitativa había ya definido en la perspectiva pospositivista constructivista natural (21), feminista (22) e interpretativa (23-24).

Los criterios de validez científica serán reemplazados por los criterios de rigor metodológico. Los parámetros de credibilidad, de transferabilidad, de fiabilidad serán definidos por Lincoln y Guba (25), así como por Guba y Lincoln (21), y con el paso de los años, aplicadas por la comunidad científica. Estos criterios de rigor metodológico tendrán como corolario las estrategias a utilizar durante la recolección y el análisis de los datos (presencia prolongada en el terreno, descripción rica del contexto y de los actores, diario de campo, triangulación, etc.) (2). Estas estrategias tienen por objetivo permitir construir una interpretación rica y detallada del fenómeno estudiado.

Esta crisis de legitimidad se planteará de nuevo en el curso del posmodernismo, que exige un análisis de los datos respetuoso de la pluralidad y de la complejidad de la realidad social y humana. La cuestión que se plantea es saber qué es lo qué hace que los resultados de la investigación sean válidos y fiables si los criterios de la investigación cualitativa no son totalmente adecuados. A estas dos crisis de representación y de legitimidad se agrega la que Denzin y Lincoln (8) llaman la crisis de la praxis. Los investigadores cualitativos están cada vez más implicados en la acción social, se comprometen en la búsqueda de nuevas vías con el fin de comprender y dar respuesta a los problemas sociales. Durante este período, las investigaciones comprometidas y políticamente orientadas, así como las investigaciones participativas, buscan una legitimidad.

Nuevos criterios serán entonces legitimados con el fin de traducir el carácter dinámico, colaborativo y socioconstructivista de la investigación cualitativa. Estos criterios, considerados de orden relacional por Savoie-Zajc (2) a la instancia de Lincoln (26) y de Manning (27), intentan responder a las nuevas exigencias. La investigación debe dar la voz a los diferentes participantes. Debe asegurar que los diferentes puntos de vista sean expresados y producir efectos que permitan a los participantes ampliar sus puntos de vista, conocer mejor y desarrollar el sentimiento de poder actuar sobre sí mismos y sobre el mundo (2, 27). Se trata de criterios de equilibrio y de autenticidad ontológica, educativa, catalítica (transformación) y táctica. Estos criterios han sido cuestionados, ya que no responden a las exigencias de credibilidad (validez interna), de transferabilidad (validez externa), e incluso de fiabilidad (fidelidad). Se preocupan sobre todo por el lugar del investigador y sus actitudes frente a los participantes en el proceso de indagación.

Según Gohier (28), se trata de un desplazamiento de los criterios científicos a los criterios de orden ético, ya que lo que se toma en cuenta es la relación al Otro, el respeto de su punto de vista, su inclusión en los procesos de investigación, así como el cuidado de que la investigación cualitativa tenga consecuencias positivas para el medio y estimule a los participantes a continuar con la actividad iniciada por la investigación.

Estos nuevos criterios de rigor responden, en particular, más a las exigencias del quinto momento de la investigación cualitativa, en el cual los investigadores están preocupados por las repercusiones sociales de la investigación. Ellos quieren responder a las demandas de una sociedad democrática y libre.

Además, el ascenso de la corriente participativa/colaborativa, con un fin explícito de carácter cada vez más político/ideológico, y preocupado por el cambio social y la promoción de la democracia, tiene también repercusiones sobre los enfoques cualitativos. Por ejemplo, un número creciente de corrientes se relacionan con esta situación. La investigación-acción, la investigación evaluativa y las investigaciones feministas han encontrado en los métodos de la investigación cualitativa un terreno muy fértil. De esta forma, la investigación cualitativa y las investigaciones participativas comparten posturas teóricas y metodológicas.

Estos nuevos puntos de vista tienen por corolario una centralización sobre el sujeto, la toma en cuenta de la subjetividad del investigador y de los sujetos, la valorización de las experiencias y de las potencialidades de los sujetos y el reforzamiento, entre las personas implicadas, de una toma de conciencia de sus propias capacidades. En este contexto, los enfoques cualitativos, al tomar en cuenta el conocimiento y el reconocimiento del sujeto, pueden llevarlo a participar con pleno derecho en la definición de lo que lo liga colectivamente a los otros. En este sentido, los enfoques cualitativos han permitido a las ciencias sociales encontrar el espacio de lo “político” tal como lo concibió Caillé (29).

El sexto momento, que Denzin y Lincoln (8) llaman “posexperimental” se caracteriza también por la ampliación de las fronteras de la investigación cualitativa. Los enfoques autobiográficos, la creación literaria, las representaciones y los multimedia comienzan a ser utilizados como fuentes de datos. Esto se cristaliza con más agudeza durante el séptimo momento, caracterizado por una gran variedad, esto es, por una eclosión de investigaciones.

Es justamente esta eclosión de maneras de hacer investigación cualitativa lo que conduce a pensar que la crisis de legitimidad es de gran actualidad.

Nuevas preocupaciones se agregan a los cuestionamientos de los investigadores. Así, una pluralidad de formas de expresión humana, tales como el arte, la danza, la música, la literatura, la poesía y otras formas estéticas, se convierten en objetos de investigación y traen cuestionamientos no solamente de orden metodológico, ya que ellas sacuden también los criterios de rigor. Las nociones de subjetividad, de perspectiva, de reflexividad y de textos desordenados (messy texts) son más valorizadas durante el proceso de investigación en este momento, que en otros de la evolución de la investigación cualitativa, porque permiten ver claramente la realidad psicológica, emocional y espiritual de los actores implicados. Por ejemplo, el Portraiture Methodology (30) se presenta como una mezcla de preocupaciones estéticas con las teorías de las ciencias sociales y las metodologías de investigación cualitativa (historias de vida, encuestas naturalistas y métodos etnográficos). En este enfoque, el investigador toma un lugar de decisión, él debe tomar en cuenta su presencia física, psicológica, espiritual y emocional en los procesos de investigación. No solamente es valorizada una lectura plural de la realidad sino también una lectura parcial y comprometida, desmitificando la imagen de un investigador exterior y obligado a volver a pensar las relaciones tradicionalmente vistas como exclusivas del experto (investigador) en presencia del neófito (el usuario, el práctico u otro).

Esta actualización de los valores subyacentes a la investigación y la transparencia del investigador son elementos importantes con el fin de asegurar el rigor de la investigación cualitativa. El número del mes de febrero de 2005 de la revista Qualitative Inquiry, está consagrado totalmente al Portraiture Methodology, cuyos trabajos se interesan en cuestiones sociales (raza, género, minorías) y en cuestiones estéticas (el jazz, la danza).

Los anclajes epistemológicos, teóricos y metodológicos de la investigación están entonces en evolución y nuevos criterios de rigor exigen ser sistematizados porque se denuncia una incompatibilidad entre la posición postmoderna y el recurso a los criterios fijados.

Savoie-Zajc (31) analizó 40 números de la revista Qualitative Inquiry publicados entre 1993 y 2003 con el objetivo de identificar el uso de criterios de rigor en las prácticas de investigación. Ella identificó 13 estrategias de validación, se trata de: 1. localización del investigador; 2. las estrategias de escritura; 3. las descripciones ricas; 4. las clarificaciones de los sesgos teóricos e ideológicos; 5. el uso de varias escalas de interpretación; 6. el retorno a los participantes; 7. la reflexividad del investigador; 8. la cualidad de las interacciones investigador/participantes; 9. la duración del estudio; 10. el lugar de la subjetividad en la interpretación; 11. el diario de campo; 12. la confirmación por el procedimiento del audio; y finalmente 13. el muestreo contrastado.

Se constata un conjunto de procedimientos que tienen en común una gran preocupación por el lugar que ocupa el investigador en los procesos de investigación, por las relaciones que establece con los participantes y por su compromiso en la investigación. Sin embargo, siguiendo a Savoie-Zajc (31), se puede concluir que la comunidad de investigadores no cuenta con un conjunto de criterios bien establecidos y definidos para orientar las prácticas.

 

Tres grandes orientaciones de la investigación cualitativa

 

Este balance nos permite afirmar que la investigación cualitativa es un campo interdisciplinario que preconiza una aproximación multimetodológica, una perspectiva naturalista y una comprensión interpretativa de la naturaleza humana. Este campo es también esencialmente político y construido por diversas posiciones éticas y políticas. A grandes trazos se puede sintetizar la investigación cualitativa en tres grandes orientaciones: la investigación cualitativa/interpretativa; el enfoque crítico y las corrientes posmoderna y posestructural.

La investigación cualitativa/interpretativa es aquella mediante la cual los investigadores se interesan en comprender los significados que los individuos dan a su propia vida y a sus experiencias. El punto de vista, el sentido que los actores dan a sus conductas, o a su vida, es materia de observación y de investigación. Aquí se da valor a la subjetividad en la comprensión y la interpretación de las conductas humanas y sociales. Pero estas significaciones y estas interpretaciones son elaboradas por y en las interacciones sociales donde los aspectos políticos y sociales afectan los puntos de vista de los actores. Se acepta que los intereses sociales y políticos orientan las interpretaciones de los actores.

Así, el tener en cuenta estos factores contextuales ha dado lugar a la aproximación crítica en la investigación cualitativa. Los partidarios de la teoría crítica (32-38), herederos del materialismo histórico y de la Escuela de Frankfurt, van a defender la idea según la cual la investigación debe permitir una crítica radical de los aspectos políticos, sociales y culturales de la sociedad con el fin de provocar un cambio social. Según esta perspectiva de los teóricos críticos, el saber producido en el siglo XVIII, el “de las luces” no fue emancipador (39). El dio nacimiento a la técnica y a la ciencia moderna que han establecido en la sociedad las relaciones de poder.

Las investigaciones feministas, preocupadas por las relaciones de dominación hombre-mujer, así como otras investigaciones, al querer dar cuenta de las relaciones de dominación en el conjunto social (raza, género), e incluso de la situación social de los grupos subalternos de la sociedad (desempleados, presos, marginados, minorías), tienen su raíz en esta corriente sociocrítica.

Las cuestiones de poder, de opresión y las jerarquías sociales están en el centro de las preocupaciones. Por lo demás, algunas investigaciones participativas, cuyos fundamentos se apoyan sobre las ideas de contexto, de práctica, de participación y el tener en cuenta los saberes de los actores implicados, están también orientadas por el enfoque sociocrítico. Estas investigaciones implican una interacción democrática entre investigadores y participantes, con el objetivo de criticar el status quo y trabajar en el cambio de las estructuras dando “voz” a los grupos sociales hasta ahora ignorados. Estos elementos caracterizan la corriente de investigación-acción emancipadora (40-41). En general, este tipo de investigación apunta al empowerment, la concientización, la democratización, la solidaridad y el leadership entre los participantes.

Los últimos decenios han visto aparecer otro tipo de investigación cualitativa, inspirada en las corrientes posestructural y posmoderna, que postula que la realidad es incierta, diversificada y subjetiva, lo que demanda una pluralidad de lecturas. Algunos autores (42-45), hablan de sociedades posmodernas para calificar las sociedades occidentales caracterizadas por el pluralismo, la diversidad creciente, la economía posindustrial, las tecnociencias y los mass media. Hablan también de cultura posmoderna para describir los valores que atraviesan estas nuevas sociedades, tales como la promoción de los derechos y libertades individuales, el libre arbitrio y la experiencia personal. Esta cultura se caracteriza por el eclecticismo, la no uniformidad y el pluralismo. Se habla así de paradigma de la posmodernidad como un esquema teórico cuyo objetivo es comprender el funcionamiento de estas sociedades. Se trata de una corriente de pensamiento que intenta superar el proyecto de la modernidad, centrado sobre la idea de progreso, y de comprender lo que pasa en las sociedades occidentales contemporáneas. Esta persperspectiva teórica interpela directamente las metodologías de la investigación en ciencias sociales y humanas, valoriza las aproximaciones hermenéuticas centradas sobre la subjetividad y, de paso, derrota el mito de la neutralidad analítica. Esto implica un trabajo de diálogo constante entre las visiones de mundo de los investigadores y las de los participantes en la búsqueda de la comprensión del mundo. Pensadores como Ricoeur (46-47), Gadamer (48), Deleuze (49) son los jefes de filas del análisis posmoderno.

Evidentemente, los términos utilizados para designar este tipo de investigación denotan la importancia de la perspectiva escogida por el investigador, las significaciones que los sujetos de la investigación asignan a sus acciones, al contexto del estudio, a la relación entre investigador y participantes, a los procedimientos y técnicas utilizados en la recolección de datos, así como a las actividades de análisis.

A partir de este breve balance, podemos constatar que la investigación cualitativa posee profundas raíces históricas y sólidas bases teóricas y metodológicas. A lo largo de los años ha consolidado su dimensión epistemológica y su legitimidad científica. Las elecciones metodológicas para captar los datos y los modos de interpretación y de análisis también se han estabilizado dando a la comunidad científica sólidos puntos de apoyo. Estos nuevos puntos de apoyo tienen por corolario una acentuación sobre el sujeto, sobre la subjetividad del investigador y de los sujetos, y valorizan las experiencias implicadas en la toma de conciencia de sus propias capacidades.

Con el fin de presentar lo que nosotros consideramos como logros ciertos de la investigación cualitativa, nos parece interesante abordar los diferentes tipos de ésta que en el curso de los años se han estabilizado y que hoy en día constituyen los modelos tanto en el plano teórico como en el metodológico. Conviene, al mismo tiempo, precisar que se trata de una síntesis imperfecta, en la medida en que cada uno de estos tipos de investigación merece una reflexión más profunda.

 

Los logros innegables de la investigación cualitativa

 

Diferentes tipos de investigación cualitativa se han establecido en el curso de los años. Ellos muestran no solamente la diversidad y la riqueza de la investigación cualitativa, sino también los logros innegables en los planos epistemológico, teórico y metodológico. La presentación que hacemos no es exhaustiva, pero permite ilustrar la variedad de la investigación cualitativa.

Tabla 2. Los logros de la investigación cualitativa

 

Fenomenología

 

Se deben ubicar las raíces de la Fenomenología en el pensamiento de Husserl, a comienzos del siglo XX. En investigación cualitativa, ella designa el enfoque que pretende estudiar la conciencia humana. Se postula que debajo de la conciencia reflexiva existe otro nivel, el de la intencionalidad implícita y no atenta. En lugar de ser explicativa, se estudian los hechos y los significados que los sujetos dan a los fenómenos. El método fenomenológico es esencialmente descriptivo y comprensivo. Lo que lo diferencia de otros enfoques cualitativos es que hace énfasis sobre lo vivido del individuo y sobre la experiencia subjetiva. Como dicen Bullington y Karlson, citados por Tesh “la fenomenología es la investigación sistemática de la subjetividad” (59).

Según van Manen (51), la investigación fenomenológica enfatiza sobre el estudio de la experiencia de vida y de la cotidianidad no racionalizada ni categorizada. Así, la Fenomenología se cuestiona sobre la esencia misma de los fenómenos con el objetivo de revelar las estructuras significativas internas del mundo vivido. Según este auautor, el término “fenomenología” engloba la perspectiva hermenéutica, ya que el investigador trabaja dos aspectos simultáneamente, la descripción fenomenológica y la interpretación hermenéutica. Los instrumentos de recolección de datos más usados son aquellos que dan prelación al sujeto y a su singularidad. Así, la entrevista y la historia de vida son los instrumentos que permiten al sujeto revelarse y revelar su propia singularidad.

Incluso si en las investigaciones de orientación fenomenológica consultadas, los criterios de rigor no son explícitos, se puede afirmar que la localización del investigador y su empatía frente al sujeto son las estrategias utilizadas en la reconstrucción del fenómeno vivido como tal por los participantes, y constituyen una garantía de credibilidad de la investigación. Se valoriza la descripción detallada de los datos y el lugar de la subjetividad en la interpretación.

 

Etnografía

 

Este enfoque tiene una larga tradición en el campo de la antropología y el estudio de la cultura. Existe una gran controversia alrededor de las características distintivas de la etnografía. Así, para Spradley (54), lo fundamental es que ella se ocupa del registro del conocimiento cultural. Para Gumperz (53), los estudios etnográficos se centran sobre las interacciones sociales, y para Lutz (60), se trata del análisis holístico de las sociedades. Por otra parte, algunos autores la definen como esencialmente descriptiva, mientras que otros (61) la definen como una manera de registrar los relatos orales, y otros, incluso, enfatizan en el desarrollo de teorías (14). Igualmente, en investigación cualitativa, la etnografía es percibida como un enfoque que requiere una inmersión directa del investigador en el medio estudiado con el fin de aprehender el “estilo de vida” de un grupo a partir de la descripción y la reconstrucción analítica e interpretativa de la cultura, de las formas de vida y de la estructura social del grupo estudiado. Así, una familia, un establecimiento escolar, o una clase, son algunos ejemplos de las unidades sociales y educativas que pueden ser estudiadas con un enfoque etnográfico.

Las estrategias de recolección de datos son particularmente la observación participante, la entrevista y las notas de campo. Considerando que el investigador es un elemento central de la investigación etnográfica, la reflexión sobre su influencia en el proceso de investigación es una estrategia de rigor metodológico. Las técnicas de triangulación son utilizadas por los investigadores con el fin de asegurar el rigor de la investigación efectuada (62).

Además, Spradley (54) ha identificado los principios éticos que orientan la investigación etnográfica: diálogo con los informadores, con el objetivo de comunicar los fines y los resultados de la investigación, protección de la vida privada y escritura del informe de investigación para hacerlo comprensible para los informantes.

 

Teoría fundamentada

 

La teoría fundamentada (grounded theory) se inspira en el interaccionismo simbólico de Mead y de Blumer (14). Se puede afirmar que esta perspectiva ha marcado la evolución de los enfoques cualitativos estableciendo reglas sistemáticas en el uso de las investigaciones cualitativas.

Ella se acerca y se diferencia a la vez de enfoques tales como la fenomenología, la etnometodología y la etnografía; y puede ser considerada como un enfoque de investigación y como un método de análisis de los datos acumulados según otras perspectivas de investigación. El punto de partida es que el investigador, a partir del sentido que los gestos, los discursos y los intercambios simbólicos tienen para los individuos y los grupos, puede construir de manera inductiva los conceptos, las hipótesis y las proceso constante de recolección e interpretación de los datos. En esta construcción teórica, el investigador procede por análisis comparativos y constantes de los datos o de los conceptos que se derivan para detenerse solamente cuando la saturación es alcanzada, es decir cuando ningún otro elemento aporta nada nuevo, o modifica, lo que ya se ha encontrado. Las fuentes de datos que este tipo de enfoque utiliza son las entrevistas, las observaciones de terreno, así como los documentos de toda clase. La principal diferencia que podemos establecer con los otros enfoques cualitativos es que el énfasis se hace sobre el desarrollo de las teorías sustantivas, es decir las teorías en contexto. El enfoque por teorización puede ser también empleado como una forma de análisis de los datos cualitativos (56).

Desde su primera presentación en la obra de Glaser y Strauss, los trabajos que la emplean son muy numerosos, lo que ha permitido una evolución de este enfoque que Stern denuncia en proceso de erosión del método, mientras que Strauss y Corbin (55) lo ven como positivo y enriquecedor.

 

Etnometodología

 

Este enfoque nació durante la década 1960-1970 en las universidades californianas (58, 63), gracias a los trabajos de un pequeño grupo de sociólogos preocupados por las maneras como la gente interactúa. La etnometodología intenta estudiar los fenómenos sociales interiorizados en los discursos y en las acciones a través del análisis de las actividades humanas. La característica particular de este enfoque es que estudia los métodos y los saberes de sentido común utilizados por las personas para administrar sus prácticas sociales cotidianas. Los etnometodólogos refuerzan la idea de que el mundo social está compuesto de significados y de visiones compartidas. Ellos quieren saber cómo los actores producen sus mundos y qué reglas los engendran. Sin embargo, sus trabajos no son monolíticos. A partir de los años 1970, dos grandes tendencias se perfilan en este enfoque. Un primer grupo de trabajos se interesa en los campos de la educación, la justicia, las instituciones. Parten del postulado de que las acciones individuales sólo pueden ser comprendidas con referencia al contexto en el cual se producen. Estos trabajos se preocupan particularmente por los procesos mediante los cuales los individuos adquieren las perspectivas culturales de su sociedad de pertenencia y las emplean en la vida cotidiana. Un segundo grupo de trabajos se interesa en el análisis conversacional. Lo que importa, para ellos en última instancia, es el análisis de la interacción verbal y las metodologías del análisis de la enunciación y del discurso han sido aprovechadas.

Los criterios de rigor metodológico son, en general, los mismos que en los otros enfoques; el investigador debe describir de manera detallada las actividades de los individuos que, según Garfinkel (57), se caracterizan por la descripción (accountability).

 

Análisis narrativo

 

El análisis narrativo de las historias de vida y de los relatos es otro enfoque importante en investigación cualitativa. Dicho de otra manera, este tipo de enfoque incluye las biografías, autobiografías, etnobiografías y relatos. Estos enfoques biográficos son múltiples como también las perspectivas teóricas que los soportan. Varias estrategias pueden ser empleadas en el análisis narrativo. Las más importantes son el análisis psicológico, el análisis biográfico y el análisis del discurso. Desde un punto de vista psicológico, se está interesado en analizar el relato en términos de motivaciones, expectativas y pensamientos propios del individuo. La perspectiva biográfica pone en relación la historia individual con la de la sociedad, y para esto, el análisis enfatiza en las relaciones sociales, de sexo, de género, de clase, y toma en cuenta la pertenencia social de la familia. La perspectiva centrada sobre el análisis del discurso considera el relato como una producción de sentido e intenta ir más allá de la transparencia, de la evidencia del texto, ya que la significación y el sentido de un discurso no son dados de manera inmediata y unívoca, se dan (la significación y el sentido) por un proceso de producción del discurso. Los instrumentos de recolección de los datos son la entrevista libre y semidirigida, los documentos personales, los diarios personales, la correspondencia epistolar. y las perspectivas analíticas más empleadas surgen del análisis de contenido y del análisis del discurso. Como disciplina, el análisis del discurso constituye un campo muy activo, incluso si sus límites disciplinares no son muy claros. El análisis del discurso ha sido anexado a la problemática lingüística, y en particular al campo de la enunciación y de la semántica, y se sitúa en la conjunción de la reflexión lingüística y de otras ciencias sociales, (sociología, psicología, educación, etc.).

Las estrategias de validación utilizadas se apoyan fundamentalmente en las estrategias de escritura y en la devolución a los participantes de las interpretaciones producidas por el analista.

 

Estudio de caso

 

El estudio de caso es un enfoque y una técnica de recolección y de tratamiento de la información que se caracteriza por una descripción en profundidad de un fenómeno y por un análisis que pone en relación lo individual y lo social. Como enfoque de investigación, ha evolucionado al ritmo de otros enfoques de la investigación cualitativa, fundamentalmente en el campo de la sociología y de la antropología.

En el campo de la educación, los trabajos de Merrian (64) proponen el estudio de caso como una actividad interpretativa sensible al fenómeno humano y a su complejidad. Según esta autora, el estudio de caso se define por cuatro aspectos: es particularista, descriptivo, heurístico e inductivo. Es particularista porque lo que le interesa es el caso particular. Es descriptivo ya que el resultado es una descripción minuciosamente detallada del caso estudiado. El estudio de caso también es heurístico ya que permite una comprensión profunda del caso estudiado. Finalmente, el estudio de caso es inductivo, parte de la observación del terreno y por razonamiento inductivo el investigador puede elaborar las relaciones entre las propiedades del caso, las categorías y las hipótesis interpretativas.

Los instrumentos de recolección de datos que utiliza son las entrevistas cualitativas, la observación directa y participante, los cuestionarios, documentos, etc.

Los criterios de rigor son esencialmente los mismos empleados en los otros enfoques cualitativos. Merriam (64) considera las estrategias de triangulación como el método más eficaz para alcanzar la validez de los resultados: la revisión de los datos por los actores implicados en el caso estudiado, la observación a largo plazo del mismo lugar, la implicación de los participantes en todas las etapas de la investigación y la declaración de la subjetividad y de las preconcepciones del investigador.

 

CONCLUSIÓN

 

La investigación cualitativa ha realizado progresos ciertos y hoy en día puede caracterizarse por algunos trazos particulares. Es flexible en la construcción progresiva del objeto de estudio y se ajusta a las características y a la complejidad de los fenómenos humanos y sociales. Se interesa en la complejidad y valora la subjetividad de los investigadores y de los sujetos, combina varias técnicas de recolección y análisis de datos, es abierta al mundo de la experiencia, de la cultura y de lo vivido, valoriza la explotación inductiva y elabora un conocimiento holístico de la realidad.

También ha establecido y mantiene una rica dinámica de intercambios con las investigaciones llamadas participativas, no solamente al nivel de los instrumentos metodológicos, sino también en los niveles de las perspectivas teóricas (crítica y pragmática por ejemplo) y los criterios de rigor. Estas dos perspectivas de investigación comparten el objetivo de contribuir a la comprensión y a la resolución de los problemas sociales. Ambas toman en cuenta el conocimiento y el reconocimiento del sujeto pues ocupan un lugar importante en las ciencias sociales y humanas, ya que pueden conducir al sujeto a participar con pleno derecho en la definición de lo que lo liga colectivamente a los otros.

Sin embargo, estas formas de investigación se fragmentan cada vez más con el fin de dar respuesta a las múltiples demandas sociales. Por ejemplo, su sensibilidad a la complejidad de los fenómenos sociales y humanos y su preocupación en comprender una pluralidad de formas de expresión humana (artes, danza, literatura, y otras formas estéticas) han conducido a la investigación cualitativa a un estallido de las maneras de hacer investigación.

Creo que actualmente la investigación cualitativa está en un nuevo período. Pese al hecho de que los investigadores cuentan con una cantidad impresionante de modelos, de paradigmas, de métodos, de instrumentos de recolección y análisis, estamos en un momento de exploración, de invención y reinvención de las maneras de ver, de interpretar, de argumentar y de escribir la investigación cualitativa.

Hay que destacar también la eclosión de investigaciones dentro de la corriente participativa/colaborativa. En efecto, la corriente participativa/colaborativa, que nace en los debates epistemológicos y metodológicos que atraviesan las ciencias sociales y humanas, y que se preocupa por el cambio social y la promoción de la democracia, puede cubrir diferentes modelos de la investigación-acción (40-41), de la investigación participativa (65), de la investigación colaborativa (66), así como el modelo elaborado por Desgagné (67), para no citar sino estos. Las diferencias y similitudes no son muy claras y en muchas ocasiones se limitan a sutilezas. No obstante, se puede afirmar que, en general, los trabajos provenientes de esta corriente hacen referencia a un tipo de investigación que se puede definir por estar focalizada en los problemas de la práctica con el objetivo de poner en marcha soluciones, provocar cambios y evaluar los resultados. Se trata, entonces, de un tipo de investigación que se integra a la acción y se asocia a las finalidades de la acción. La fuerza de este tipo de investigación se sitúa en la facultad de influir la práctica, recogiendo sistemáticamente los datos en un volver a la acción constante que debe permitir evaluar los resultados y cambiar, si es necesario, el rumbo de la investigación. El carácter científico de este tipo de investigación tiende más a la manera de trabajar, a los criterios de orden relacional y ético que a los criterios tradicionales de cientificidad. En efecto, los resultados serán validados si son útiles en la acción y en la práctica. Estas investigaciones participativas consticonstituyen también una alternativa a los modelos tradicionales, en el sentido de que ellas establecen una relación activa y co-construida con los saberes y la realidad. Aunque estas formas de investigación se distinguen de la investigación cualitativa por sus finalidades, ya que tienen como objetivo producir un cambio o un saber praxeológico, tienen importantes repercusiones sobre los enfoques cualitativos tanto a nivel metodológico como a nivel de los criterios de rigor. Estas diferentes formas de investigación nos obligan a renovar la mirada sobre los enfoques metodológicos y sobre la criteriología científica.

Por lo demás, se debe afirmar que hoy los “investigadores cualitativos” disponen de una pluralidad de modelos teóricos, de métodos, de técnicas de recolección y de análisis de datos para comprender los problemas actuales atravesados por cuestiones sociales y políticas. En efecto, la investigación está cada vez más convocada a tomar posición, puesto que no puede definirse como objetiva y neutra, y debe estar atenta y reaccionar frente a la revalorización de los enfoques de investigación centrados sobre la medida a gran escala y sobre la generalización. Este ascenso de los modelos tradicionales de investigación en educación y en otras ciencias sociales y humanas llama a la reflexión.

 

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Recibido: Octubre 8 de 2007. Aprobado: Abril 28 de 2008

Cómo citar este artículo: Anadón M. La investigación llamada “cualitativa”: de la dinámica de su evolución a los innegables logros y los cuestionamientos presentes. Invest Educ Enferm. 2008;26(2):198-211.

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