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Revista Salud Uninorte

Print version ISSN 0120-5552

Salud, Barranquilla vol.30 no.3 Barranquilla Sept./Dec. 2014

 

Factores asociados a la inactividad física en personas adultas de Barranquilla (Colombia)

Factors associated to the physical inactivity in adults of Barranquilla (Colombia)

Yisel Pinillos Patiño1, Yaneth Herazo Beltrán2, José Vidarte Claros3, Damaris Suárez Palacio4, Estela Crissien Quiroz5, Cielo Rodríguez Picalúa6

1Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia).

2Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia).

3Universidad Autónoma de Manizales, (Colombia).

4Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia).

5Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia).

6Secretaría Distrital de Salud de Barranquilla.

Correspondencia: Yisel Pinillos Patiño. Carrera 59 n 59-54. Celular 3012926368. ypinillos@unisimonbo-livar.edu.co


Resumen

Objetivo: Estimar los factores asociados a la inactividad física en personas adultas de Barranquilla (Colombia).
Materiales y métodos: Estudio analítico transversal y de base poblacional en 2103 sujetos entre 18 y 69 años de edad representativos de todos los sectores de Barranquilla. El tipo de muestreo fue probabilístico, aleatorio y multietápico. Se aplicó un cuestionario sobre las variables sociodemográficas, autopercepción de salud y la intención de práctica de actividad física, preguntas sobre el consumo de tabaco y alcohol del Método STEPwise y los niveles de actividad física mediante el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ), formato corto. Se realizó un modelo de regresión logística multivariado mediante el paquete estadístico el software SPSS versión 18.0.
Resultados: El porcentaje de inactividad física fue del 39,2 %. Las edades estuvieron comprendidas entre 30-49 años[OR 1,79 (1,38-2,32)], individuos de estratos socioeconómicos 1,2 y 3 [OR 1,24 (1,01-1,53)], la autopercepción de un estado de salud regular y mala [OR 1,30 (1,04-1,63)], las que se ubican en las etapas precontemplación, contemplación, preparación y recaída [OR 2,98 (2,39-3,71)] y las que fuman actualmente[OR 1,87 (1,44-2,44)] representan un factor de riesgo para inactividad física.
Conclusiones: Los factores que se asocian a la inactividad física son tener más de 35 años, vivir en los estratos 1,2 y 3, autopercibir un mal o regular estado de salud, ubicarse en las etapas de cambio precontemplación, contemplación, preparación y recaída y fumar.

Palabras clave: actividad motora, estilo de vida, hábito de fumar, factores desencadenantes (DeCS).


Abstract

Objective: To estimate the factors associated with physical inactivity in adults from Barranquilla.
Materials and methods: cross-sectional study of a population base of 2103 subjects from Barranquilla between 18 and 69 years of age. The sampling was probabilistic, multistage and random. A questionnaire was applied based on the socio-demographic variables, self-perception of health and intention to practice physical activity as well as questions about tobacco and alcohol consumption of the method STEPwise and levels of physical activity were gauged through the International Physical Activity Questionnaire (IPAQ), short format. The logistic regression analysis was conducted using the statistical package SPSS software version 18.0.
Results: The probability of being physically inactive is higher for people between 30-49 years [OR 1,79 (1,38-2,32)], between 50-65 years old [OR 1,42 (1,10 -1,84)]; of 1,2,3 socio-economic stratum [OR 1,24 (1,01-1,53)], those that perceive their health as regular or bad [OR 1,30 (1,04-1,63)], all those which are in pre-contemplation, contemplation, preparation and relapse stages [OR 2,98 (2,39-3,71)], and those who currently smoke [OR 1,87 (1,44-2,44)].
Conclusions: People older than 35 years, of 1,2,3 socio-economic stratum, those ones who perceive their health as regular or bad, all those which are in the pre-contemplation, contemplation, preparation and relapse stages and those who currently smoke have a higher probability of being categorized as inactive.

Keywords: motor activity, life style, smoking, precipitating factors (MeSH).


Introducción

La inactividad física, en conjunto con otros hábitos nocivos del estilo de vida contemporáneo, tales como la sobrealimentación, tabaquismo, alcoholismo y el estrés, han generado la segunda revolución epidemiológica, marcada por el predominio de las enfermedades crónicas, las cuales representan a nivel mundial la carga más alta en morbilidad y mortalidad, así como el incremento de los costos en salud; razón por la cual se considera que son responsables del 80 % de las muertes que se registran hoy día (1, 2).

Según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles fueron catalogadas como la principal causa del 63 % (57 millones) de las muertes ocurridas en 2008; de estas, 36 millones fueron causadas principalmente por enfermedades no transmisibles, tales como las cardiovasculares (ECV) (48 %), cáncer (21 %), enfermedades respiratorias crónicas (12 %) y diabetes (3 %) (3-5). Más de 9 millones de estas muertes ocurren antes de los 60 años, las cuales afectan a un 22 % de los hombres y un 35 % de las mujeres en países de bajos ingresos, mientras que en los países de altos ingresos este indicador se presenta en el 8 % de los hombres y el 10 % de las mujeres; muertes que se puedenprevenir con acciones planificadas y multifactoriales (6, 7, 4).

En América Latina se ha calculado que las enfermedades cardíacas y las enfermedades cerebrovasculares (ECV) son responsables del 35-55 % de las muertes registradas (8), y en Colombia estas últimas se consideran la segunda causa de muerte, superadas solo por las ocasionadas por actos de violencia (9). De esta manera se confirma el aumento presentado en los últimos años en la carga de la enfermedad y mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT); de igual manera, las proyecciones de la OMS (3) las señalan como responsables del 75 % de las muertes en el mundo para 2020, provocadas estas por el componente degenerativo común asociado a ciertos estilos de vida de las personas, en especial a la inactividad física, catalogada internacionalmente como uno de los mayores factores de riesgo para las ECNT y cuantificada entre 70-90 % según las definiciones y grupos poblacionales estudiadas (10-12), presente en índices muy elevados en todos los grupos poblacionales, 82 % en el grupo de los jóvenes y 90,8 % de la población general (1,13,14).

Lee (15) reportó que la inactividad física causa el 6 % de la carga de morbilidad por enfermedad coronaria, 7 % de la diabetes tipo 2, 10 % de cáncer de mama y 10 % de cáncer de colon; además el 9 % de la mortalidad prematura.

La inactividad física ha sido identificada como un problema prioritario de salud pública en el mundo y en Colombia (14); asimismo, se ha señalado que la recomendación para mejorar la capacidad cardiorrespiratoria debe ser tres sesiones semanales de 20 minutos de duración, desarrollando una intensidad de ejercicio equivalente al 40-85 % de la frecuencia cardiaca de reserva o del 64-94 % de la frecuencia cardiaca máxima para la población entre 18 y 65 años (12); sin embargo, a pesar de estas recomendaciones continúa en ascenso el porcentaje de personas que no realizan la mínima cantidad de actividad física.

A partir del modelo ecológico es posible explicar los determinantes de la actividad física; este enfoque propone que aspectos individuales y ambientales actúan como factores influyentes de la práctica de actividad física; entre los factores individuales se mencionan el género, edad, estrato socioeconómico, motivaciones, percepciones, entre otros, y que contribuyen a que una persona sea físicamente activa (16,17).

Desde esta perspectiva, la actividad física constituye un componente importante para la salud y la calidad de vida de las personas; sus beneficios han sido ampliamente descritos, debido a que involucra actividades que requieren algún grado de esfuerzo, resultando en gasto energético que se suma al metabolismo basal (14, 18, 19). Es así como la práctica regular de actividad física es una de las principales estrategias no farmacológicas para envejecer de forma más saludable y mejorar la calidad de vida relacionada con la salud (20).

Debido a la importancia de la inactividad física en la salud de las poblaciones, este estudio permitió estimar los factores asociados a la inactividad física y sus niveles de práctica en la población de 18 a 69 años de la ciudad de Barranquilla.

Materiales y métodos

Diseño del estudio

Se realizó un estudio analítico de corte transversal y de base poblacional con el fin de identificar los niveles de actividad física y caracterizar las variables de exposición de la población objeto de estudio en cada una de las cinco localidades en que está organizada la ciudad; entendida la "localidad" como el área geoestadística básica que divide administrativa y políticamente a Barranquilla.

Población y muestra

Para calcular la muestra se tomó como población de referencia 827 947 personas entre 18 y 69 años de edad de la población total del distrito de Barranquilla, calculada en 1 193 952 de acuerdo con las proyecciones del DANE para 2011, de los cuales 573 097 corresponden a hombres y 620 855 a mujeres. Para el cálculo de la muestra se tuvo en cuenta una frecuencia esperada de actividad física moderada y vigorosa del 30 %, con un porcentaje de pérdida del 20 %, un nivel de significancia del 5 %, un nivel de confianza del 95 % y un poder del 80 %, y se obtuvo una muestra de 2103 sujetos.

De esta muestra total se escogieron los sujetos afijación proporcional de la localidad y del género.

El muestreo fue probabilístico, aleatorio y multietápico, teniendo en cuenta los criterios de selección, tener entre 18 y 69 años cumplidos, ser residente en la ciudad de Barranquilla y diligenciar el consentimiento informado. Como unidades primarias de muestreo se consideraron las cinco localidades del distrito de Barranquilla: Riomar, Norte-Centro Histórico, Suroccidente, Suroriente y Metropolitana; posteriormente, los barrios como unidades de segunda etapa; las calles como las unidades de tercera etapa; las unidades de cuarta etapa, los conglomerados de viviendas, y por último se consideró a un hombre o mujer entre 18 y 69 años de edad.

Recolección de los datos

Previa aceptación por parte de los sujetos a participar en el estudio a través del diligen-ciamiento del consentimiento informado se aplicó un cuestionario que indagó sobre las variables sociodemográficas (género, edad, estrato socioecómico, nivel educativo y estado civil), la intención de práctica, considerando las seis etapas de cambio: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento y recaída; autopercepción de salud; también incluyó preguntas sobre el consumo de tabaco y alcohol del Método STEPwise de la OMS y preguntas cerradas acerca de la percepción de barreras que no le permiten a una persona la práctica de actividad física. Los niveles de actividad física se definieron mediante el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ), formato corto; se consideró una persona activa cuando realizaba por lo menos 150 minutos (2 horas y 30 minutos) durante una semana actividad de intensidad moderada, o 75 minutos (1 hora y 15 minutos) durante una semana actividad de intensidad vigorosa.

Análisis de los datos

El procesamiento de los datos y análisis de la información se realizó mediante el paquete estadístico el software SPSS versión 18.0 (licencia n0 10138194). Para determinar factores asociados a la inactividad física se realizó un análisis de regresión logística multivariado; se tomó como método explicativo el condicional adelante, tomando el modelo más explicativo; se determinaron los OR y sus respectivos intervalos de confianza al 95 %.

Se definieron como variables independientes la edad, género, estrato socioeconómico, estado civil, nivel educativo, autopercepción de la condición de salud, etapas de cambio, percepción de barreras y consumo de alcohol y tabaco, las cuales se dicotomizaron según el riesgo para la inactividad física. La edad fue agrupada en 18-29 años, 30-49 años y 5065 años; para esta variable de tres rangos se tomó como referencia la de mayor categoría.

El género fue agrupado como mujer y hombre; el estrato socioeconómico se agrupó en estrato 1, 2, 3 y estrato 4, 5, 6; la variable "estado civil" se categorizó casado/separado/ divorciado y soltero/unión libre/viudo; el nivel educativo como: ninguno o primaria incompleta/primaria completa/secundaria completa o incompleta y estudios superiores/ postgrados; la autopercepción de la condición de salud se agrupó en: mala y buena; las etapas de cambio en: precontemplación/contemplación/preparación/recaída y acción/mantenimiento. Para las variables barreras, consumo de tabaco y de alcohol las categorías fueron: "no" y "sí".

Resultados

Al analizar los datos según las variables sociodemográficas se observa que el 41,4 % de los sujetos se encontraba en el rango de edad entre 18-29 años; la media de edad fue de 35,8±14,3 años; un 50,7 % son mujeres; el 45,4 % de los participantes son solteros y el 76,2 % tienen estudios secundarios y universitarios.

Respecto de las variables de comportamiento, el 82,7 % de los sujetos participantes en el estudio no fuma actualmente y el 80,1 % manifestó que había consumido alcohol alguna vez; asimismo, el 77,3 % de las personas expresó que tenía buena autopercepción de su condición de salud, y de acuerdo con los niveles de clasificación de los participantes en el estudio según los parámetros establecidos en el IPAQ, se encontró que el 60,8 % son activos. En cuanto a la intención para realizar actividad física, el 21,6 % de los sujetos se encuentra categorizado en la etapa de mantenimiento. Del estudio, el 54,3 % percibe la falta de voluntad como la principal barrera que no le permite realizar actividad física.

Al comparar el nivel de clasificación de actividad física con las variables sociodemográficas se evidenció que las personas con edades comprendidas entre 18 - 29 años y los solteros (p<0,000) son más activos físicamente. Entre tanto, el género femenino (p<0,008), los sujetos residentes en los estratos socioeconómicos 1, 2 y 3 (p<0,01) y los de nivel educativo secundaria (p<0,000) se clasificaron como inactivos. El tener una buena percepción de la condición de salud se relaciona con ser activo físicamente (p<0,000). El estar dentro de la etapa de Precontemplación/Contem-plación/Preparación/Recaída se asocia con la inactividad física (p<0,000), así como percibir barreras que limitan la práctica de la actividad física (p<0,083); mientras que no tener el hábito de fumar está asociado con ser activo físicamente (p<0,000); sin embargo, el haber consumido alcohol alguna vez no es una limitante para la práctica de actividad física (p<0,011).

La probabilidad de ser inactivo físicamente es mayor en las personas entre 30-49 años [OR 1,8 (1,4-2,3)]; entre 50-65 años [OR 1,6 (1,2-2)]; de estrato socioeconómico 1, 2 y 3 [OR 1,3 (1,11,5)]; las personas que autoperciben su salud como regular y mala [OR 1,4 (1,1-1,8)]; las que se ubican en las etapas Precontemplación, Contemplación, Preparación y Recaída [OR 2,4 (1,9-2,9)]; y las que fuman actualmente [OR 2,5 (1,9-3,1)].

Discusión

Las diferentes categorías de la edad explican de manera estadísticamente significativa la realización de actividad física en los participantes del estudio. Teniendo en cuenta el modelo de regresión realizado para esta investigación, los rangos de edad explican el nivel de actividad física en las personas que participaron en el estudio en la ciudad de Barranquilla; dato comparable con lo expuesto en un estudio relacionado con la inactividad física, en el que se encontró una relación significativa con la edad; es decir, es predictiva para explicar el nivel de inactividad (21).

Castillo ha explicado que la aparición de enfermedades crónicas es cada vez mayor debido a los bajos niveles de actividad física, los cuales están explicados por diversos factores, tal como lo confirma el modelo de regresión de esta investigación (22).

Se ha descrito que cerca del 90 % de la población es inactiva y que más del 60 % de los adultos mayores de 17 años sufre de sobrepeso u obesidad; la mayoría de los cuales son producto no solo de los malos hábitos alimenticios sino de la inactividad física (23).

En el estudio de Oyeyemi (24) se logró determinar que variables como sexo, edad, estudios, profesión y estado civil son determinantes del estilo de vida sedentario.

Los resultados del estudio de Ramírez (25) acerca del impacto de la actividad y el deporte sobre la salud presentan sus resultados exponen una similitud con relación a la edad y los resultados arrojados en este modelo de regresión; debido a que para este autor y colaboradores a mayor edad, mayor inactividad física.

Al respecto otro estudio mostró una relación entre diferentes variables y los niveles de actividad física; es el caso del estudio realizado en Brasilia, en el que la variable "género" de manera significativa explica el comportamiento activo o inactivo en los adultos estudiados y se concluye de manera relevante las diferencias de género en cuanto a la cantidad y tipo de actividad física realizada: los hombres son más activos y prefieren actividades como correr, nadar y montar bicicleta, y las mujeres presentan menores niveles de actividad física y eligen las caminatas y los quehaceres en el hogar (26).

Con respecto al estrato socioeconómico, la mayoría de la muestra del estudio pertenecía los estratos 1, 2 y 3 y se clasificaron como inactivos físicamente, lo cual se corresponde con los resultados de Uribe, cuyos hallazgos atribuyen la inactividad física a variables entre las cuales se encuentra el pertenecer a estrato socioeconómico 3 (27).

De igual manera, la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes en la población chilena de 18 años y más muestra una tendencia clara que indica que a menor nivel socioeconómico, menor es también la práctica de actividad física; así se observa que 39,4 % del grupo de mayores ingresos socioeconómicos realiza en su tiempo libre deportes y actividad física, mientras que los del grupo de menores ingresos socioeconómicos, el 10,1 % realiza más actividades en la casa, como leer, ver televisión, entre otras (28).

De igual manera, se ha encontrado que el nivel educativo es un predictor de un estilo de vida sedentario, por cuanto la prevalencia de actividad física tiende a aumentar en hombres y mujeres con educación superior; resultados que difieren de los de este estu-dio, en el que el grado escolar alcanzado no es una variable explicativa para el nivel de actividad física (24).

Prince en su estudio multinivel demuestra que los factores individuales influencian de manera significativa el comportamiento del nivel de actividad física (29). Los trabajos que han estudiado los predictores de la actividad física han estructurado el análisis entre factores personales, sociales y ambientales (16). Teniendo en cuenta las variables predictivas dentro del modelo de regresión utilizado en este estudio, es importante mencionar la similitud encontrada con otro estudio, en el que socializan en sus resultados que el modelo de regresión logística utilizado para su estudio, la procedencia, tiempo de escolaridad y diabetes fueron indicadores obtenidos como factores de predicción significativos para el bajo nivel de actividad física; y aunque no son similares a los encontrados en este estudio, sirven como referente, ya que hay variables en ambos estudios que si bien resultan significativas, fueron tenidas en cuenta en el proceso de investigación (30).

Por otra parte, en un estudio realizado en escolares (25), en el que se tuvieron en cuenta la edad, el sexo, el tipo de residencia, la práctica deportiva, se reporta que estas constituyen las variables más fuertemente asociadas a la realización del ejercicio, con una p<0,001; datos similares a los arrojados por este estudio.

Con respecto al estado civil y la actividad física no se observa relación; en contraste con los resultados del estudio publicado por Florindo (31), quien encontró que la proporción de individuos activos disminuye con el aumento de la edad.

En el estudio de Bicalho se muestra que la actividad física en el tiempo libre de los su-jetos aumenta a medida que se incrementa el nivel educativo; contrario a los sujetos con bajo nivel educativo, que alcanzan los 150 minutos de actividad física solo en el dominio laboral (21); estos resultados son contrarios a lo encontrados en este estudio, en el que no se observó significancia estadística entre el nivel educativo y la práctica de actividad física.

Por otra parte, se encontró relación directa entre la autopercepción del estado de salud de los sujetos participantes con la práctica de la actividad física; de manera que a mejor percepción de su condición de salud, más activa es la persona, debido a sus efectos tanto en la salud física como mental. Estos resultados concuerdan con los de Kull (32), en los que se observó que a mayor actividad física recreacional es mayor la probabilidad de autopercibir su salud como buena o muy buena (OR = 2,09; IC del 95 %).

Las etapas de cambio resultó ser un factor relacionado con los niveles de actividad; es un riesgo estar categorizados en las etapas de Precontemplación, Contemplación, Preparación y Recaída, y aunque los sujetos estén en diferentes momentos de intención para realizar actividad física, presentan una característica común: no cumplen con las recomendaciones para ser físicamente activos. Estos resultados coinciden con los de Arango (33), en los que un mayor número de sujetos se categorizaron en la etapa de Contemplación, siendo mayor en mujeres y personas de bajos niveles educativos.

El modelo permitió explicar que las etapas de cambio son predictores de los niveles de actividad física; inferencia también reportada por Skaal (34). Aunque diversos autores (35) manifiestan que la medición de las etapas de cambio sobreestima la prevalencia de activi-dad física, en este estudio se comparó estos resultados con los obtenidos de la aplicación del IPAQ formato corto, otro instrumento que estima altas frecuencias de actividad física.

Igual que en el estudio de Silva (36), la percepción de barreras para realizar actividad física no estuvo asociada de manera significativa con ser activo o inactivo. La percepción de barreras depende de la población encuestada y de los entornos en los que ellos viven. Por ello, en el estudio de Cerin (37) los hallazgos muestran que barreras como falta de motivación, de tiempo y de soporte social estaban asociadas a los niveles de actividad física de un grupo de adultos. Las motivaciones de las personas progresan de acuerdo con las características e intereses individuales de cada grupo poblacional; así, todas aquellas situaciones intrínsecas y extrínsecas al individuo que no le permiten la realización de actividad física van definiendo las barreras percibidas.

El modelo mostró que el consumo de alcohol alguna vez y en los últimos 30 días fue relacionado negativamente con un estilo de vida físicamente activo. Estos resultados difieren de los encontrados en otros estudios que explican que realizar actividad física no guarda relación con ser consumidor o no de bebidas alcohólicas (38, 39). Otro estudio reportó que los sujetos españoles físicamente activos tienen menos probabilidades de consumir alcohol; contrario a lo mostrado por los individuos mexicanos, en quienes no se encontró diferencias significativas entre el consumo de alcohol y los niveles de actividad física (40).

Otro aspecto que se debe considerar es el riesgo que presentan los sujetos inactivos para un mayor consumo de tabaco; riesgo también reportado por otros autores, quienes explican la relación entre los diferentes estilos de vida, consumo de alcohol, de tabaco, realización de actividad física, hábitos alimentarios, entre otros, lo cual contribuye a comprender que las intervenciones se deben realizar de manera conjunta (41).

La actividad física ha sido asumida como un estilo de vida saludable y protector para el consumo de sustancias tóxicas; sin embargo, los resultados son contradictorios entre las diferentes investigaciones. La actividad física puede ser explicada desde elementos individuales y socioculturales; estos últimos comprenden, entre otros, las relaciones entre pares y amigos, sentirse miembro de un grupo o lograr aceptación social; factores que podrían facilitar el consumo de alcohol y tabaco (40, 41).

Como principales conclusiones de este estudio están la mayor probabilidad de ser categorizados como inactivos. Las personas mayores de 35 años, de estrato socioeconómico 1, 2 y 3, las que autoperciben su salud como regular y mala, las que se ubican en las etapas Precontemplación, Contemplación, Preparación y Recaída y las que fuman actualmente. Lo anterior posibilita el diseño e implementación de los programas de actividad física en la ciudad de Barranquilla.

Una de las limitaciones de la investigación fue el diseño transversal, el cual no permite establecer relaciones de causalidad entre las variables observadas.

Conflicto de intereses: Ninguno de los autores declaró conflictos de interés para la publicación de este trabajo.

Financiación: Universidad Simón Bolívar, Barranquilla y Secretaría Distrital de Salud de Barranquilla.


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