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Revista Salud Uninorte

versão impressa ISSN 0120-5552versão On-line ISSN 2011-7531

Salud, Barranquilla vol.40 no.3 Barranquilla set./dez. 2024  Epub 09-Nov-2024

https://doi.org/10.14482/sun.40.03.551.631 

Artículos originales

Prácticas de prevención cuaternaria y automedicación en dos centros hospitalarios de Chiclayo (Perú)

Quaternary prevention practices and self-medication in two hospital centers in Chiclayo (Perú)

RUBÉN BALABONCE CHUMPITAZ DURAND1 
http://orcid.org/0000-0002-0699-6721

HÉBER ISAC ARBILDO VEGA2 
http://orcid.org/0000-0003-3689-7502

DANIEL ÁNGEL CÓRDOVA SOTOMAYOR3 
http://orcid.org/0000-0001-7373-2091

MARÍA SUSANA PICÓN PÉREZ4 
http://orcid.org/0000-0001-7573-7849

1 Doctor en Educación, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Magister en Salud Pública, Universidad Nacional Federico Villarreal. Cirujano dentista, Universidad San Martin de Porres. Licenciado en Educación, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Universidad San Martin de Porres, Facultad de Medicina Humana. rubencd@hotmail.com. https://orcid.org/0000-0002-0699-6721

2 Doctor en Estomatología y magister en Estomatología, Universidad Nacional de Trujillo. Cirujano dentista, Universidad Nacional de Trujillo. Universidad San Martin de Porres, Facultad de Medicina Humana. harbildov@usmp.pe. https://orcid.org/0000-0003-3689-7502

3 Magister en Educación, Universidad Privada César Vallejo. Cirujano dentista, Universidad Peruana Cayetano Heredia. Universidad Peruana Cayetano Heredia. danielmedc@upch.edu.pe. https://orcid.org/0000-0001-7373-2091

4 Magister en Medicina, Universidad Nacional de Trujillo. Médico cirujano, Universidad Nacional de Trujillo. Universidad San Martin de Porres. Facultad de Medicina Humana. mpiconp@usmp.pe. https://orcid.org/0000-0001-7573-7849


RESUMEN

Objetivo:

Identificar evidencias de prácticas de prevención cuaternaria en los profesionales de la salud y conocer el nivel de automedicación de los pacientes en dos centros hospitalarios de Chiclayo (Perú) en 2021.

Materiales y métodos:

Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo y transversal, con información obtenida de los Centros de Descarte de Covid-19 del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo y del Hospital Regional Docente Las Mercedes, habiendo aplicado un cuestionario sobre automedicación a una muestra de 277 pacientes, representados por 144 participantes mujeres y 133 varones; asi como una escala correspondiente a prevención cuaternaria aplicada a 84 profesionales de la salud, con una validez y confiabilidad de 0.83 y 0.79, respectivamente, según prueba Alfa de Cronbach.

Resultados:

El 92.9 % de los profesionales de la salud no practican prevención cuaternaria en su centro laboral y el 35 % de ellos evidencian un desempeño muy alejado de ese propósito. Por otro lado, más del 60 % de pacientes refieren tomar medicamentos sin prescripción médica y sin seguir la dosis y frecuencia recomendada por el profesional de la salud.

Conclusiones:

Resulta imprescindible educar al personal de salud en prevención cuaternaria para que los procedimientos médicos sean plenamente justificados y éticamente responsables. Además, frente a los casos recurrentes de automedicación, resulta determinante aplicar medidas de control rigurosas, sancionando a los actores sociales involucrados y proponiendo un sistema de vigilancia.

Palabras clave: Prevención cuaternaria; automedicación; salud preventiva; bioética; prescripción; estilos de vida saludable; errores médicos

ABSTRACT

Objective:

To identify evidence of quaternary prevention practices in health professionals, and to know the level of self-medication of patients, in two hospital centers of Chiclayo, Peru, in 2021.

Materials and methods:

A descriptive, prospective, and cross-sectional study was carried out, with information obtained from the Covid-19 Disposal Centers of Almanzor Aguinaga Asenjo National Hospital and Las Mercedes Regional Teaching Hospital, having applied a questionnaire on self-medication to a sample of 277 patients, represented by 144 female and 133 male participants; as well as a scale corresponding to quaternary prevention applied to 84 health professionals, with a validity and reliability of 0.83 and 0.79, respectively, according to Cronbach's Alpha test.

Results:

92.9% of health professionals do not practice quaternary prevention in their workplace, and 35% of them show a performance far removed from that purpose. On the other hand, more than 60% of patients report taking medications without a prescription and without following the dose and frequency recommended by health professionals.

Conclusions:

It is essential to educate health personnel in quaternary prevention so that medical procedures are fully justified and ethically responsible. In addition, in the face of recurring cases of self-medication, it is crucial to apply rigorous control measures, sanctioning the social actors involved, and proposing a surveillance system.

Keywords: Quaternary prevention; self-medication; preventive health; bioethics; prescriptions; healthy lifestyle; medical errors

INTRODUCCIÓN

Más allá de los niveles de prevención considerados por Leavell y Clark desde hace varias décadas, el médico belga Marc Jamoulle empleó el concepto de prevención cuaternaria (P4) como la acción tomada para identificar a los pacientes en riesgo de ser diagnosticados y tratados innecesariamente, debiendo considerar en su lugar intervenciones de salud plenamente justificadas y éticamente responsables 1,2. Al respecto, Armadillo et al. 3 refuerzan la definición de P4 como una problemática caracterizada por la acción de intervenciones médicas innecesarias.

En ese contexto, cada vez se observa con mayor frecuencia la adquisición indiscriminada de productos farmacológicos por parte de la ciudadania peruana, que lejos de considerarse dentro de los limites de una automedicación responsable, se viene convirtiendo en un problema de salud pública que se vio agudizado en el contexto de pandemia 4,5.

Partiendo de estas consideraciones, es necesario recordar que procurar una atención de calidad será posible si se parte de un diagnóstico basado en la evidencia, cuya certeza permite al profesional de la salud, y de manera especial al paciente, involucrarse en intervenciones preventivas y recuperativas realmente justificadas y confiables 6,7.

Al respecto, autores como Barcos et al. 8 resaltan la trascendencia de la prevención cuaternaria debido a que representa la continua resistencia frente a intervenciones sanitarias innecesarias que incluso pudieran resultar perjudiciales, especialmente si estas son compatibles con una mala praxis médica, por lo cual resulta relevante favorecer una comunicación abierta con el paciente, socializando la información esencial plasmada en la historia clinica y permaneciendo alerta ante el posible riesgo de caer en el grave error de una medicalización irresponsable. Complementariamente, Coll et al. 9 enfatizan respecto a las implicancias de realizar evaluaciones poco rigurosas, basadas en pruebas y exámenes que no aportaron con mayor evidencia para un óptimo plan de tratamiento, convirtiéndose en acciones que entorpecieron el adecuado funcionamiento del sistema sanitario. Por otro lado, de acuerdo con Calderón et al. 10, la polimedicación constituye un acontecimiento cada vez más frecuente y de dificil control, si se observa que una misma persona pueda sufrir de más de una patologia, o porque una misma afección precise de más de un tratamiento; condiciones que se evidencian con mayor frecuencia en los enfermos crónicos y en la población de adultos mayores. En el contexto local, los funcionarios del Ministerio de Salud reconocen a la automedicación como un problema de salud pública y que a nivel mundial viene provocando la muerte de 700 000 personas cada año, tal como ha sido reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) 11.

La insuficiente cobertura sanitaria y las caracteristicas socioculturales de la población peruana dificultan un adecuado control para la adquisición de medicamentos, que debiéndose adquirir con receta, se obtienen fácilmente obviando las condiciones de bioseguridad, mencionándose, además, la preocupación por cumplir con el uso seguro y confiable de la tecnologia, que debiéndose utilizar responsablemente cuando realmente se amerita, se utiliza por temas comerciales e, incluso, algunas veces bajo ensayos sin la debida vigilancia.

Como se ha venido reiterando, el contexto de pandemia ha puesto en evidencia la ausencia de una cultura preventiva solvente en la población peruana, lo cual los expuso a decisiones equivocadas respecto a comportamientos poco saludables, como es el caso de los sobretratamientos innecesarios. Debido a que no ha sido posible encontrar estudios previos que reflejen esta realidad en la localidad de Chiclayo, queda plenamente justificado su aporte social, al involucrar a pacientes, profesionales y autoridades del sector salud en una investigación, cuyas conclusiones podrían derivar en la necesidad de impulsar políticas y experiencias de prevención cuaternaria que beneficien especialmente a aquella población expuesta y vulnerable. Su aporte práctico se fundamenta en despertar el interés de los profesionales de la salud por abordar soluciones frente a una problemática que lejos de reflejarse en decisiones que benefician a la salud, se convierte en una amenaza latente para el bienestar de la población.

De acuerdo con la problemática planteada, se propone el objetivo de identificar evidencias de prácticas de prevención cuaternaria en los profesionales de la salud y conocer el nivel de autome-dicación de los pacientes en dos centros hospitalarios de Chiclayo (Perú) en 2021.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se diseñó una investigación con características de un estudio descriptivo, prospectivo y transversal, con un enfoque cuantitativo, considerando dos propósitos claramente diferenciados: por un lado identificar evidencias de prácticas de prevención cuaternaria en los profesionales de la salud y, por otro, conocer el nivel de automedicación en los pacientes, habiendo contado con los permisos previos para el acceso a la información de los Centros de Descarte de Covid-19 del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo y del Hospital Regional Docente Las Mercedes, ubicados en la ciudad de Chiclayo de la Región Lambayeque, entre julio y octubre de 2021.

Es preciso señalar que se trata de dos objetivos diferenciados, que sin embargo pueden ser abordados en un mismo estudio debido al acceso y procedencia de la información, temporalidad y una preocupación compartida en el marco de las líneas de investigación de salud pública.

Al tratarse de dos grupos de estudio, la población estuvo conformada por 983 pacientes y 107 profesionales de medicina y enfermería, procedentes de los dos establecimientos de salud durante los cuatro meses señalados, siendo considerado un muestreo aleatorio probabilístico y por conglomerados, habiéndose determinado un nivel de confianza de 95 % para la aplicación de la fórmula

De esta manera, se estimó una muestra de 277 pacientes y 84 profesionales de la salud. De conformidad con los criterios de selección, se incluyó a pacientes, hombres y mujeres ,mayores de edad que acudieron a uno de los dos hospitales para descarte de COVID-19, los cuales estuvieron en pleno uso de sus facultades fisicas, mentales y emocionales, aceptando participar otorgando su consentimiento informado; considerando, de igual forma, a los profesionales de medicina y enfermeria que decidieron voluntariamente participar en el estudio. Se prescindió de aquellos pacientes y personal de salud que no evidenciaron por lo menos las primeras dosis de vacunación y de aquellos que no completaron adecuadamente el registro integral de los instrumentos de recolección de datos.

En el proceso de recolección, considerando las variables de estudio, fue utilizado el cuestionario sobre prevención cuaternaria, con dieciocho preguntas cerradas de opción múltiple, que fue validado previamente mediante prueba piloto y juicio de expertos, determinándose una validez y confiabilidad de 0.83 con la prueba Alfa de Cronbach. En cuanto a los niveles de automedicación, se aplicó un test de 20 preguntas cerradas, que también pasó por todo el proceso de validación, habiendo obtenido un valor de 0.89 de confiabilidad en conformidad a la misma prueba estadística.

Cabe mencionar además, que para el procesamiento de datos se utilizó la escala nominal para las variables género, hospital de referencia y condición laboral, la escala ordinal para nivel educativo y la escala cuantitativa discreta para edad y tiempo de servicio.

Durante el proceso de ejecución fue descartada la intromisión de posibles sesgos, resultando de suma importancia el contacto personal con los pacientes y los profesionales de la salud, garantizando en ambos casos que se partiera con las mismas condiciones iniciales, descartando capacitaciones previas y otros factores adicionales que hubieran podido interferir en forma parcial o integral con los resultados del estudio. Cabe mencionar que es posible replicar experiencias similares en diferentes establecimientos de salud de manera independiente y/o comparativa.

Para el análisis de información, se elaboró una base de datos con ayuda del software Microsoft Excel, que luego se trasladó al software IBM SPSS versión 22, determinándose resultados mediante distribución de frecuencias absolutas y relativas, con lo cual se procesaron de manera independiente los datos concernientes a ambos objetivos.

Aspectos éticos

En cuanto a los principios de ética, se tuvo la absoluta certeza de cumplir con las disposiciones de la Declaración de Helsinki, contando además con la aprobación del Comité de Bioética de la Unidad de Investigación de la Universidad San Martin de Porres, con Resolución de Rectorado N° 518 - 2017 - CU - R - USMP y Resolución Directoral N° 769-2020-D-FO-USMP. Además, se tuvo en consideración la revisión y cumplimiento de las disposiciones otorgadas por PRISA y REPEC.

RESULTADOS

Este estudio contó con la participación voluntaria de una mayor cantidad de profesionales de enfermeria (59, que representan el 70,24 %) que de medicina (25 que representan el 29,76 %). Además, del total de encuestados, 35 (41,7 %) correspondieron al Hospital Las Mercedes y 49 (58,3 %) al hospital Almanzor, identificando la presencia de una mayor cantidad de profesionales de enfermería mujeres (51 que representan el 86,44 %) y de profesionales de medicina varones (17, que representan el 68 %), siendo las participantes mujeres con edades entre 35 y 51 años (27, que corresponde al 45,7 %) las que estuvieron presentes con mayor representatividad. Asi mismo, se observa que el tiempo de servicio entre 11 y 30 años fue en general el más frecuente (tabla 1).

Tabla 1: Características socio-demográficas de los profesionales de la salud procedentes de dos centros hospitalarios de Chiclayo - Lambayeque, 2021 

Variable Enfermería Medicina
Femenino Masculino Femenino Masculino
% % % %
Género 51 86,4 8 13,5 8 32,0 17 68,0
Hospital donde laboran
Almanzor Aguinaga 28 47,5 5 8,4 6 24,0 10 40,0
Las Mercedes 23 38,9 3 5,1 2 8,0 7 28,0
Edad
18 - 34 años 15 25,4 6 10,2 3 12,0 6 24,0
35 - 51 años 27 45,7 2 3,4 4 16,0 8 32,0
52 - 68 años 6 10,2 0 0 1 4,0 3 12,0
69 - a más 3 5,1 0 0 0 0 0 0
Tiempo de servicio
1 - 10 años 7 11,8 3 5,1 2 8,0 3 12,0
11 - 20 años 19 32,2 4 6,7 3 12,0 6 24,0
21 - 30 años 23 38,9 1 1,7 3 12,0 6 24,0
31 - 40 más 2 3,4 0 0 0 0 1 4,0
41 a más años 0 0 0 0 0 0 1 4,0
N 59 (70,2%) 25 (29,8%)
N 84 (100%)

Fuente: Resultados del test sobre Prevención Cuaternaria aplicado a 84 profesionales de la salud de los hospitales Las Mercedes y Almanzor Aguinaga, Chiclayo, 2021.

Del total de 277 pacientes, 114, correspondiente al 41,3 %, procedieron del Hospital Almanzor y 163, equivalente al 58,81 %, acudieron al Hospital Las Mercedes, registrándose entre los dos hospitales un total de 133 (48 %) pacientes de sexo masculino y 144 (52 %) de sexo femenino, haciéndose presentes en el Hospital Almanzor una mayor cantidad de pacientes varones (59, correspondiente al 51,75 %), a diferencia del Hospital Las Mercedes, en que la asistencia de pacientes mujeres fue superior (89, equivalente al 54,27 %). En cuanto a las edades más recurrentes de pacientes en ambos hospitales, fueron las comprendidas entre 35 y 51 años y entre 52 y 68. Respecto a nivel educativo, el mayor número de pacientes de ambos hospitales afirmó haber concluido secundaria completa y tener estudios de educación superior pero incompletos (tabla 2).

Tabla 2 Características socio-demográficas de los pacientes procedentes de dos centros hospitalarios de Chiclayo - Lambayeque, 2021 

Variable Hospital Almanzor
Femenino Masculino Femenino Masculino
No % No % No % No %
Género 55 48,25 59 51,75 89 54,27 74 4573
Edad
18 - 34 años 7 6,1 11 9,6 15 9,2 8 4,9
35 - 51 años 18 15,8 16 14,0 27 16,5 21 12,8
52 - 68 años 17 14,9 21 18,4 31 19,0 34 20,8
69 - a más 13 11,4 11 9,6 16 9,8 11 6,7
Nivel educativo
Sin estudios 7 6,1 5 4,4 11 6,7 7 4,3
Primaria completa 13 11,4 9 11,5 14 8,5 11 6,7
Secundaria completa 16 14,0 18 15,8 29 17,7 33 20,2
Superior incompleta 15 13,1 21 18,4 28 17,2 20 12,2
Superior completa 4 3,5 6 5,2 7 4,3 3 1,8
Condición laboral
Dependiente 12 10,5 9 11,5 11 6,7 9 5,5
Independiente 14 12,2 20 15,9 24 14,7 24 14,7
Eventual 13 11,4 17 17,5 31 19,0 34 20,8
No labora 16 14,0 13 11,4 23 14,1 7 4,3
Tiempo de servicio laboral
De 1 a 5 años 34 30,1 30 23,3 43 26,3 26 15,9
De 6 a 10 años 7 6,1 11 9,6 24 14,7 32 19,6
De 11 a 15 años 8 7,0 14 12,2 14 8,5 12 7,3
De 16 a más años 6 5,2 4 3,5 8 4,9 4 2,4
N 114 (41,3%) 163 (58,8%)
N 277 (100%)

Fuente: Resultados del test sobre Automedicación aplicado a 277 pacientes de los hospitales Las Mercedes y Almanzor Aguinaga, Chiclayo, 2021.

En cuanto a los resultados más resaltantes respecto a la presencia de prácticas de P4 en los profesionales de la salud, de manera previa se observa que 78, es decir, el 92,9 % no han contado con capacitación en P4; coherentemente, igual porcentaje de profesionales precisaron que no se practica la P4 en su centro laboral; sin embargo, 73 de ellos, equivalente al 86,9 %, no han presenciado reacciones adversas a algún tratamiento en pacientes, y 72 profesionales, correspondiente al 85,7 %, manifestaron no haber presenciado errores en la medicación de los pacientes. En cuanto a la respuesta correcta a lo que significa P4, solo 29 (34,5 %) respondieron correctamente. En lo concerniente a su propósito principal, solo 21 (25 %) respondieron acertadamente, como la manera de evitar el riesgo de medicalización para proteger a los pacientes de intervenciones médicas invasivas, excesivas y proponerles procedimientos éticamente aceptables; mientras que solo 8 (9,5 %) indicaron la presencia de tratamientos o fármacos innecesarios en el hospital donde laboran. Además, solo 10 (11,9 %) respondieron que han presenciado evidencias de haberse recetado fármacos nuevos sin evaluar sus efectos adversos.

A pesar de que, 68 (81 %) de los profesionales de la salud manifestaron informar respecto a las indicaciones, horarios y dosificación precisa de los medicamentos; solo 17 (20,2 %) de ellos indicaron que se cumple con los requisitos mínimos para una óptima administración de fármacos; de manera similar, solo 17 (20,2 %) indicaron conocer las consecuencias cuando no se consideran acciones de P4 en su práctica profesional. Sin embargo, como un aspecto favorable, 71 (84,5 %) consideraron importante incorporar acciones de P4 como una politica en su centro laboral, con lo cual se podría contar con un control preventivo de actos de iatrogenia, donde, además de educar a los profesionales de la salud, se podría capacitar a los pacientes en los alcances de P4 (tabla 3).

Tabla 3 Prácticas de prevención cuaternaria en profesionales de la salud de dos centros hospitalarios de Chiclayo - Lambayeque, 2021 

Preguntas Frecuencia Porcentaje
Con capacitación en prevención cuaternaria Si 6 7,1
No 78 92,9
Con capacitación en conducta ética responsable Si 36 42,9
No 48 57,1
Ha presenciado reacciones adversas a algún tratamiento en pacientes Si 11 13,1
No 73 86,9
Ha presenciado errores en la medicación de los pacientes Si 12 14,3
No 72 85,7
Se practica la prevención cuaternaria en su centro laboral Si 6 7,1
No 78 92,9
Respuesta correcta a ¿qué significa prevención cuaternaria? Si 29 34,5
No 55 65,6
Respuesta correcta a ¿cuál es el propósito principal de la P4? Si 21 25,0
No 63 75,0
Respuesta correcta a implicancias de la P4 Si 28 33,3
No 56 66,7
Señal de ausencia de prácticas de P4 en su centro laboral Si 24 28,6
No 60 71,4
Evidencia de tratamientos o fármacos innecesarios en su centro Si 8 9,5
No 76 90,5
Evidencia que se recetan fármacos nuevos sin evaluar sus efectos adversos Si 10 11,9
No 74 88,1
Informa respecto a las indicaciones, horarios y dosificación precisa de los medicamentos Si 68 81,0
No 16 19,0
Considera importante incorporar acciones de P4 como una politica en su centro laboral Si 71 84,5
No 13 15,5
En su trabajo ¿se cuenta con un control de actos de iatrogenia? Si 0 0
No 84 100,0
Identifica las consecuencias ocurridas cuando no se consideran acciones de P4 en su centro laboral Si 17 20,2
No 67 79,8
En su centro laboral ¿se educa a los pacientes en P4? Si 2 2,4
No 82 97,6
En su centro ¿se cumple con los requisitos para una óptima administración de fármacos? Si 17 20,2
No 67 79,8
En su centro ¿conocen los riesgos de no aplicar principios de P4? Si 8 9,5
No 76 90,5

Fuente: resultados del test sobre Prevención Cuaternaria aplicado a 84 profesionales de la salud de los hospitales Las Mercedes y Almanzor Aguinaga, Chiclayo, 2021.

En lo referente al nivel de automedicación de los pacientes, 231 (83,4 %) manifestaron haber tomado algún medicamento por su cuenta, y en ese sentido, 253 (91,3 %) indicaron tomar medicamentos por lo general cuando se sienten mal de salud. Sobre ese marco, 213 (76,9 %) afirmaron tomar medicamentos todos los dias. De acuerdo al motivo principal del porqué se auto medican, 67 (24,2 %) respondieron que lo hacen por el difícil acceso a los servicios sanitarios, 54 (19,5 %) respondieron que no le gusta ir al médico y 41 (14,8 %) sostuvieron que se auto medican debido a que tienen conocimiento previo suficiente para hacerlo. Por otro lado, 141 (50,9 %) afirmaron que acuden a consulta médica solo cuando tienen algún malestar que les impide realizar sus actividades cotidianas; sin embargo, solo 54 (19,5 %) afirmaron padecer de alguna enfermedad diagnosticada siguiendo estrictamente un tratamiento, mientras que igual porcentaje indicó que consume medicamentos solo por tratamiento médico controlado. Respecto a los beneficios que esperan conseguir al auto medicarse, 178 (64,3 %) afirmaron aprovechar su experiencia previa y la de personas de su entorno, 38 (13,7 %) señalaron ahorrar tiempo evitando las esperas en los hospitales y 37 (13,4 %) afirmaron evitar que se malgasten los recursos sanitarios y el tiempo en problemas de accesible solución. En cuanto a la via de administración utilizada, 197 (71,1 %) han empleado la via oral, 27 (9,7 %) la via inhalatoria, 32 (11,6 %) la via tópica y 21 (7.6 %) la via intramuscular. En cuanto al tipo de medicamento que han consumido con mayor frecuencia, la mayoría, correspondiente a 47 (17 %) ha consumido analgésicos y antibióticos; 28 (10,1 %) solo antibióticos y 27 (9,7 %) antidepresivos y analgésicos. De igual manera, al precisar respecto a la presentación farmacéutica de mayor frecuencia, 150 de ellos (54,2 %) respondieron que fueron las cápsulas; 33 de los encuestados también mencionaron los comprimidos, con un 11.9 %, y los jarabes, con 10,8 %. En una realidad sumamente preocupante, el 100 % de pacientes refirió no haber adquirido medicamentos con la dosis y frecuencia indicadas por el profesional de la salud; además, se observó que el 100% no lee habitualmente las indicaciones adjuntas en los empaques de los medicamentos. En ese contexto, 167 (60,3 %) se manifestaron como conscientes que tomar medicamentos sin prescripción constituye un riesgo para su salud y 33 (11,9 %) indicaron haber padecido efectos secundarios por algún medicamento dispensado sin prescripción. Frente a esta contrariedad, 272 (98,2 %) mencionaron no haber comunicado la ocurrencia de efectos secundarios al profesional de la salud.

En otros hechos que generan atención, la razón por la cual los pacientes acudieron a la farmacia para adquirir medicamentos sin receta fue porque, según 214 de ellos (77,3 %), en la misma farmacia le brindaron la información que necesitaban. En ese marco, 99 (35,7 %) opinaron que cuando necesitan información respecto a un medicamento, la primera fuente que utilizan es el farmacéutico, seguido por 88 (31,8 %) que lo hacen por recomendación de un familiar o amigo de mayor experiencia en consultas médicas.

Finalmente, al consultar respecto al consumo frecuente de fármacos genéricos, solo 27 (20,6 %) respondieron afirmativamente. Además, frente a la problemática planteada de no poder adquirir el medicamento requerido por motivos económicos, 139 (50,2 %) respondieron que consumirian remedios caseros y 97 (35 %) tomarían otro medicamento a su alcance porque le hizo bien a otra persona (tabla 4).

Tabla 4 Prácticas de automedicación en pacientes de dos centros hospitalarios de Chiclayo - Lambayeque, 2021 

Preguntas Frecuencia Porcentaje
Cuando tiene algún malestar que le impide realizar sus actividades cotidianas acude a consulta médica

Si

No

141

136

50,9

49,1

Cuando se siente mal de salud o tiene alguna dolencia por lo general toma medicamentos

Si

No

253

24

91,3

8,7

Padece de alguna enfermedad diagnosticada y sigue estrictamente su tratamiento

Si

No

54

223

19,5

80,5

Toma medicamentos todos los dias

Si

No

213

64

76,9

23,1

Ha tomado algún medicamento por su cuenta sin prescripción médica

Si

No

231

46

83,4

16,6

Consume medicamentos solo por tratamiento médico y controlado

Si

No

54

223

19,5

80,5

De acuerdo con su estado de salud, ¿qué tipo de medicamentos ha consumido con mayor frecuencia? Ninguno 14 5,1
Analgésicos 18 6,5
Antibióticos 28 10,1
Antifúngicos 19 6,9
Antihipertensivos 16 5,8
Antidepresivos 13 4,7
Ansioliticos 14 5,1
Analgésicos y Antibióticos 47 17,0
Antibióticos y antidepresivos 27 9,7
Analgésicos y antihipertensivos 19 7,1
Antibióticos y antihipertensivos 6 2,2
Antibióticos y antifúngicos 20 7,2
Antihipertensivos y antidepresivos 11 4,0
Antifúngicos y antidepresivos 6 2,2
Analgésicos y ansioliticos 7 2,5
Antibióticos y ansioliticos 10 3,6
Antidepresivos y ansioliticos 1 ,4
Si alguna vez se ha automedicado, ¿qué via de administración ha empleado con mayor frecuencia? Oral 197 71,1
Inhalatoria 27 9,7
Tópica 32 11,6
Intramuscular 21 7,6
Si usted alguna vez se ha automedicado, ¿qué presentación farmacéutica ha utilizado? Cápsulas 150 54,2
Comprimidos 33 11,9
Gotas 24 8,7
Jarabes 30 10,8
Pildoras 20 7,2
Pomadas 20 7,2
¿Lee habitualmente las indicaciones adjuntas en los empaques de los productos farmaceúticos?

Si

No

0

277

0,0

100,0

¿Está realmente seguro de haber adquirido siempre medicamentos con la dosis y frecuencia indicadas por el profesional de la salud?

Si

No

0

277

0,0

100,0

¿Cuál es la razón por la cual acudiria a la farmacia para adquirir medicamentos sin receta? Por no regresar a una nueva consulta médica 12 4,3
Por consejo de algún familiar o amigo 19 6,9
Porque en la farmacia me orientan 214 77,3
Por sintomas ya conocidos y manejables 32 11,6
Utiliza fármacos genéricos con frecuencia

Si

No

57

220

20,6

79,4

¿Es consciente que tomar medicamentos sin prescripción constituye un riesgo para su salud?

Si

No

167

110

60,3

39,7

¿Ha padecido efectos secundarios por algún medicamento dispensado sin prescripción médica?

Si

No

33

244

11,9

88,1

En caso de efectos secundarios ¿lo ha comunicado al profesional de la salud?

Si

No

5

272

1,8

98,2

Cuando necesita información respecto a un medicamento ¿Cuál es la primera fuente que utiliza? El farmacéutico 99 35,7
Familiar / amigo 88 31,8
Prescripción anterior 55 19,9
Internet 17 6,1
Prospecto 18 6,5
¿Qué beneficios espera conseguir a la hora de tomar la decisión de automedicarse? Ahorrar tiempo evitando las esperas en el centro de salud 38 13,7
No malgastar los recursos sanitarios ni el tiempo en problemas de fácil solución. 37 13,4
Aprovechar mi experiencia previa y la de personas de mi entorno 178 64,3
Menor dependencia del sistema sanitario y de los profesionales de la salud 24 8,7
¿Cuál es el motivo principal del porqué se automedica sin acudir previamente al profesional de la salud? Problema que usted mismo puede manejar 25 9,0
Conocimiento previo del fármaco 41 14,8
Dificil acceso a los servicios sanitarios 67 24,2
No le gusta ir al medico 54 19,5
Sensación de dominio del problema de salud 35 12,6
Falta de tiempo para ir al medico 27 9,7
Insistencia del padre/madre/ tutores 27 9,7
No sabe/No contesta 1 ,4
¿Cuándo por motivos económicos no le es posible adquirir el medicamento requerido? Se resigna sin hacer nada 16 5,8
Decide tomar remedios caseros 139 50,2
Toma otro medicamento porque le hizo bien a otra persona 97 35,0
Espera hasta una próxima atención médica 25 9,0

Fuente: resultados del test sobre Automedicación aplicado a 277 pacientes de los hospitales Las Mercedes y Almanzor Aguinaga, Chiclayo, 2021.

DISCUSIÓN

Desde que en 1995 el médico belga Marc Jamoulle acuñó el concepto de prevención cuaternaria, entendiéndola como "la acción tomada para identificar a un paciente en riesgo de sobretrata-miento, protegiéndolo de una nueva invasión médica", autores como Zerga 12 coinciden en precisar que en cada acto médico debe estar presente el propósito de no provocar ningún daño adicional, recurriendo solo a intervenciones respaldadas por la experiencia y la confianza de actuar con absoluta seguridad, prescindiendo de decisiones basadas en la incertidumbre. Al respecto, Gérvas y Pérez 13 consideran a la P4 como una actitud y una actividad que debe contribuir a la seguridad del paciente, evitando y limitando los daños innecesarios de una actividad sanitaria. Con esa orientación, las doctoras peruanas Cuba y Morera 14 respaldan la implementación de intervenciones de salud basadas en la evidencia, lo cual garantiza una óptima toma de decisiones que deberían ser socializadas con los pacientes.

De acuerdo con este estudio, un alto porcentaje de los profesionales de la salud evidenciaron un escaso nivel de conocimientos de P4, de su significado, propósito y consecuencias de su ausencia.

En coherencia, un gran número de ellos indicaron que no han contado con capacitación en P4 y que en su centro laboral no se practica cotidianamente. De manera preocupante, algunos encuestados manifestaron haber presenciado evidencias de haberse recetado fármacos innecesarios, e incluso nuevos, durante la pandemia sin evaluar previamente sus probables efectos adversos. Al respecto y sin abandonar la preocupación por los riesgos de diagnósticos y tratamientos innecesarios, autores como Almenas et al. 15 y Domecq et al. 16 dirigen su mirada hacia la mercantilización de algunas enfermedades y las consecuencias del exceso injustificado de cuidados médicos, aseverando que existe un estrecho margen entre intervenciones innecesarias y iatrogenias, por lo cual una intervención solo se justifica si en ese proceso se procura hacer el menor daño posible, evitando tener que resolver alguna consecuencia que conduce a nuevas prescripciones que podrian empeoran cada vez más las condiciones de salud de los pacientes. En esa perspectiva, Gérvas et al. 17, además de Ortiz e Ibáñez 18, afirman que la P4 es posible y factible si se ratifica como política pública sanitaria y como fuente para ahondar en nuevas investigaciones, coincidiendo al precisar que este nivel de prevención debe ser abordado como política o por lo menos como una linea de investigación en el área de la salud pública de cada región.

En el contexto peruano, considerar a la P4 como una política saludable se ha convertido en una recomendación propuesta por diferentes actores sociales involucrados en el cuidado y control de fármacos innecesarios. De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud 19, en el mundo más del 50 % de todos los medicamentos se recetan, dispensan y venden en forma inadecuada. En ese contexto y de acuerdo con resultados de esta investigación, un alto porcentaje de pacientes refieren tomar medicamentos por su cuenta cuando se sienten mal de salud, y alrededor de la mitad de encuestados afirmó que acude a consulta médica solo cuando tiene algún malestar que le impide realizar sus actividades cotidianas. De acuerdo con el motivo por el cual se automedican, refirieron que lo hacen mayormente por el difícil acceso a los servicios sanitarios o porque tienen experiencia previa con fármacos que sus familiares o conocidos han utilizado satisfactoriamente.

En otros estudios, Zavala et al. 20, basándose en una revisión sistemática y de metaanálisis, señalan que la elevada prevalencia de prescripción inadecuada de medicamentos en atención primaria es un problema en plena vigencia, dado que en este nivel se atiende el 85 % de los problemas de salud de la población a nivel mundial. Por su parte, Altamirano et al. 21 precisan que el 46 %, de una población de 102 encuestados chilenos, considera innecesario acudir a una consulta médica, lo cual explica una prevalencia de automedicación de 81.2 %. Según el mismo estudio, a pesar de que, el 80 % considera que automedicarse es una práctica riesgosa, el 64 % ha recomendado alguna vez por lo menos un medicamento y 46 % de pacientes tiene un "stock" de ellos en su residencia. Precisamente, un hecho preocupante, basado en resultados de este estudio, lo constituye adquirir medicamentos sin la dosis y frecuencia indicadas por el profesional de la salud, habiéndose encontrado incluso un pequeño porcentaje de casos con efectos secundarios.

Sin embargo, es sumamente preocupante que más del 60 % de pacientes refirió tomar medicamentos sin prescripción médica, a pesar de que el 80 % de los profesionales de la salud aseguran que informan respecto a las indicaciones, horarios y dosificación precisa de los medicamentos a sus pacientes.

Considerando la información proporcionada por el Ministerio de Salud de Perú 11, los medicamentos reportados como de mayor elección en la automedicación corresponden a los analgésicos, antibióticos y antihipertensivos, seguido de antifúngicos, antidepresivos y ansiolíticos, de los cuales es preciso resaltar que muchos de ellos se obtienen fácilmente sin receta. Esta información coincide con lo señalado por los encuestados de este estudio, que consumen los mismos fármacos antes señalados mayormente en la presentación de cápsulas, comprimidos y jarabes; a través de via oral, inhalatoria o tópica. Al respecto Castaño 22, al referirse a la automedicación como un problema recurrente en el departamento de Meta, en Colombia, identifican como grupos farmacológicos de mayor comercialización a los analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y antigripales; mientras que en Ecuador, de acuerdo con un estudio realizado por Salazar et al. 23, reportan una alta prevalencia de automedicación con antibióticos en la ciudad de Cuenca, corroborándose como una problemática común en países en vias de desarrollo. En Chile, de acuerdo con Ramos y Olivares 24, en la Política Nacional de Medicamentos se han establecido una serie de líneas de acción destinadas a verificar procesos de selección, prescripción, dispensación y uso de medicamentos, para contrarrestar de manera técnica e independiente de intereses económicos los problemas derivados de la automedicación.

Para autores como Girona et al. 25, un alto riesgo por una inadecuada asociación de fármacos deriva muchas veces en interacciones farmacológicas - IF, representadas por una pérdida de efectividad o un aumento del riesgo de aparición de efectos adversos, que en ocasiones extremas pueden ser fatales para el paciente.

Al respecto, investigadores como Lo Presti et al. 26 llegaron a la misma conclusión, luego de evaluar a un grupo de pacientes con automedicación de por lo menos tres fármacos simultáneos. Con el propósito de disminuir los riesgos de la polifarmacia, Gálvez 27 y Santibáñez et al. 28 sostienen que la centralidad de intermediación constituye la medida más adecuada para identificar y predecir nuevas interacciones, agilizando de manera efectiva la coordinación entre diferentes áreas de salud.

Por otro lado, la principal fortaleza fue la predisposición de las autoridades de los dos establecimientos de salud, con el compromiso de generar medidas y decisiones que aborden la necesidad de fortalecer las experiencias de prevención cuaternaria. Sin embargo, una limitación caracterizada por la situación de pandemia se evidenció con la negativa de algunos sujetos por participar con el riesgo de exponerse al contagio. La ausencia de espacios apropiados para registrar la información fue superada con la implementación de módulos portátiles instalados con todas las condiciones apropiadas de bioseguridad. El acceso y transparencia de la metodología para el acceso a los sujetos de estudio evitó la intromisión de posibles fuentes de sesgo.

CONCLUSIONES

Resulta imprescindible promover las acciones de P4 en los profesionales de la salud, para que actúen de manera más comprometida y eficiente, asegurándose de que los procedimientos e intervenciones médicas sean plenamente justificadas y éticamente responsables. Además, frente a los casos cada vez más frecuentes de automedicación irresponsable, resulta conveniente aplicar medidas de control más estrictas para la adquisición de productos farmacéuticos, a través de sanciones ejemplares a los diferentes actores sociales involucrados. En ese sentido, la pésima costumbre de adquirir medicamentos porque le funcionó a otra persona debe ser erradicada, asi como la confusión por abastecer un botiquín casero sin asesoría profesional, debido a que favorecen a la venta indiscriminada de medicamentos que hacen prevalecer con mayor fuerza el sentido comercial.

Agradecimientos:

Al personal de salud y administrativo del Hospital Nacional Almanzor Aguinaga Asenjo y del Hospital Regional Docente Las Mercedes, por su apertura por apoyar experiencias de investigación.

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Financiación: Esta investigación fue autofinanciada.

Recibido: 27 de Agosto de 2023; Aprobado: 07 de Febrero de 2024

Correspondencia: Rubén Balabonce Chumpitaz Durand. rubencd@hotmail.com

Declaración sobre conflicto de interés:

Ninguno declarado por los autores, quienes manifestamos encontrarnos libres de intereses particulares de ningún tipo.

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