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Lingüística y Literatura

Print version ISSN 0120-5587

Linguist.lit.  no.72 Medellìn Jul./Dec. 2017

https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n72a12 

Traducciones

EN ESTE ARTÍCULO QUEREMOS MOSTRAR QUE… LÉXICO VERBAL Y POSICIONAMIENTO DEL AUTOR EN LOS ARTÍCULOS EN CIENCIAS HUMANAS *

DANS CET ARTICLE, NOUS SOUHAITONS MONTRER QUE … LEXIQUE VERBAL ET POSITIONNEMENT DE L’AUTEUR DANS LES ARTICLES EN SCIENCES HUMAINES

Agnès Tutin1 

Juan Felipe Zuluaga Molina2  **

Alejandro Arroyave Tobón3  ***

11 Autor. LIDILEM, Université Stendhal-Grenoble 3 , Francia. agnes.tutin@u-grenoble3.fr

2 Universidad de Antioquia, Colombia. juanf.zuluaga@udea.edu.co

3 Universidad de Antioquia, Colombia. alejandro.arroyave@udea.edu.co


Resumen:

En este artículo abordamos la cuestión de la presencia autorial y del posicionamiento del autor a través del estudio de verbos de posicionamiento del autor asociados a un pronombre sujeto (ejemplo: «yo busco demostrar, nosotros pensamos que»). El estudio, basado en corpus, compara las introducciones y conclusiones de tres disciplinas de las ciencias humanas y sociales: la lingüística, la psicología y las ciencias de la educación. Los resultados muestran que la mención explícita del autor/locutor no es frecuente en los artículos de ciencias humanas examinados y, desde ese punto de vista, el género del artículo de investigación en esas disciplinas se caracteriza mucho por cierta discreción enunciativa. Sin embargo, se observa una gran variación de disciplinas en el seno de las ciencias humanas examinadas, lo que muestra que esta familia de disciplinas es extremadamente diversificada y que no es pertinente aprehenderla como un conjunto homogéneo.

Palabras clave: presencia autorial; enunciación; retórica en el escrito científico

Résumé:

Dans cet article, nous abordons la question de la présence auctoriale et du positionnement de l’auteur à travers l’étude des verbes de positionnement associés à un pronom sujet (exemple : je cherche à démontrer, nous pensons que…). L’étude, basée sur corpus, compare les introductions et conclusions de trois disciplines des sciences humaines et sociales, la linguistique, la psychologie et les sciences de l’éducation. Les résultats montrent que la mention explicite de l’auteur/locuteur n’est pas fréquente dans les articles de sciences humaines examinés, et de ce point de vue, le genre de l’article de recherche dans ces disciplines se caractérise bien par un certain effacement énonciatif. Cependant, on observe une très grande variation disciplinaire au sein des sciences humaines examinées, qui montre que cette famille de disciplines est extrêmement diversifiée et qu’il n’est pas pertinent de l’appréhender comme un ensemble homogène.

Mots clés: présence auctoriale; énonciation; rhétorique dans l’écrit scientifique

Introducción

Los escritos científicos a menudo son considerados como un género «neutro», con una fuerte discreción enunciativa donde el autor se disimula detrás de la presentación de hechos objetivos y de modalidades de razonamiento compartidos por la comunidad científica. Los trabajos realizados sobre este tema en los últimos años (por ejemplo, Swales, 1990; Hyland, 2005; Fløttum et al., 2006; Rinck, 2006) muestran que no es de esta manera, en todo caso en ciertas disciplinas, y que el escrito científico es verdaderamente un texto argumentativo donde la dimensión retórica está fuertemente presente. Fløttum et al. (2006), al examinar un corpus variado de escritos científicos en ciencias humanas (lingüística), ciencias sociales (economía) y ciencias experimentales (medicina) pusieron también en evidencia, a través del estudio de diferentes marcas lingüísticas enunciativas, una importante presencia del autor en ciencias humanas y en ciencias sociales. Esta constatación se relaciona con el estudio hecho por Tutin (2010) y Cavalla y Tutin (2008) que muestra que el léxico evaluativo, fuertemente relacionado con estrategias de persuasión (léxico de la novedad, de la importancia), está muy presente en ciencias humanas y sociales.

En este artículo queremos profundizar en el estudio de la presencia autorial y del posicionamiento del autor, en conformidad con los objetivos del proyecto ANR Scientext que pilotamos en el seno de LIDILEM desde 2007 («Scientext: corpus y herramientas para estudiar el posicionamiento y el razonamiento en los escritos científicos»).4 Al comparar tres disciplinas de las ciencias humanas y sociales, la lingüística, la psicología y las ciencias de la educación,5 buscamos estudiar cómo se efectúa lingüísticamente el compromiso del autor y la dimensión argumentativa del discurso científico: analizamos por esto los verbos de posicionamiento asociados al autor a través de un pronombre sujeto (ejemplos, yo busco demostrar, nosotros pensamos que...).

El estudio está principalmente centrado en las introducciones y las conclusiones, partes textuales poco técnicas donde el posicionamiento del autor es particularmente marcado.6 De hecho, en la introducción, el autor debe, al mismo tiempo, justificar el interés y la necesidad del estudio emprendido, pero también debe situarse con respecto a sus antecesores inscribiéndose en una tradición o un marco teórico (Swales, 2009; Boch et al., 2009). En la conclusión, subraya generalmente los aportes específicos y resume los resultados del estudio emprendido.

Nuestra hipótesis es que la presencia autorial se presenta de forma diversa según las disciplinas de las ciencias humanas. Podríamos imaginarnos, tal como lo evidencian Fløttum et al. (2006), que esta se pondrá de manifiesto en ciencias del lenguaje donde el autor busca a menudo desarrollar un pensamiento o un modelo propio. En psicología cognitiva y social, por el contrario, podríamos suponer que los escritos que se relacionan por la estructura (IMRD) y los métodos (experimentales) de las ciencias duras, podrían entonces adoptar un estilo más «neutro», con menos uso de referencias explícitas a los autores y un uso menos marcado de verbos que expresan un punto de vista. Además, es también de esperarse que el verbo de posicionamiento utilizado esté fuertemente ligado al valor referencial del pronombre sujeto dependiendo de si remite estrictamente al autor o de si integra también a la comunidad de discurso.

En un primer momento, presentamos la metodología del estudio que se apoya en un corpus de 60 artículos y explicaremos cómo se seleccionó el léxico estudiado. Luego, presentamos más en detalle el léxico del posicionamiento. Analizamos seguidamente los resultados en un plano cuantitativo y cualitativo.

1. Metodología

1.1. El corpus

El corpus explorado en este estudio es un subconjunto del corpus Scientext, compuesto por 60 artículos de tres disciplinas de las ciencias humanas (3 x 20 artículos): la lingüística, las ciencias de la educación y la psicología cognitiva y social, exploradas en el marco del proyecto Scientext. El estudio trata aquí exclusivamente las introducciones y las conclusiones por dos razones: por una parte, como se mencionó en la introducción, ya que percibimos que las estrategias retóricas de persuasión se ponían particularmente de manifiesto en estas partes textuales; por otra parte, ya que queremos proponer un estudio cualitativo, lo que parece difícilmente realizable por razones prácticas en un corpus más voluminoso.

El corpus analizado, compuesto por un conjunto de revistas representativas de cada disciplina, se presenta en la tabla 1.

Cuando los artículos no presentaban secciones claramente identificadas con los términos «introducción» o «conclusión», consideramos como tales a todas las primeras y últimas partes del texto. En la tabla 1 se observan grandes disparidades en cuanto al volumen de las secciones. En general, los artículos de psicología son un poco más largos que los de las demás disciplinas y las partes introductorias y de la conclusión son, de forma particular, desarrolladas en el interior. En psicología, los artículos siguen a menudo implícitamente la estructura IMRaD vigente en las ciencias experimentales (Introduction, Materials and Methods, Results and Discussion) y las introducciones o conclusiones pueden integrar respectivamente las partes «Materiales y métodos» o «Discusión». Estas diferencias de volumen se tuvieron obviamente en cuenta en las evaluaciones cuantitativas.

1.2. El léxico explorado

Nos interesamos aquí, de forma exclusiva, en el léxico verbal que implica explícitamente al autor del artículo científico por medio de un pronombre personal sujeto de primera persona o un pronombre on7 que pone en juego al autor. Se exploran entonces secuencias como las siguientes:

pienso, escogimos, podemos pensar que, subrayamos... je pense, nous avons choisi de, on peut penser que, nous avons souligné…

Tabla 1 Composición del corpus 

La voz del autor, claramente, no se limita al uso de la primera persona sujeto o del pronombre on. Esta aparece implícitamente bajo otras formas en el escrito científico, por medio de la evaluación axiológica adjetival como en (1).

(1) Este sistema es adaptado tanto a un estudio lingüístico de marcadores... (Artículo de Lingüística).8

La voz del autor es también detectable, pero de forma distorsionada, en la mención de operaciones científicas que implican de forma evidente al autor/investigador. La utilización de estructuras pasivas (2) o impersonales pasivas (3) para verbos con un sujeto humano como definir o preguntar es frecuente en estos casos.9

(2) Los principios organizadores de la información fueron definidos alrededor de los vínculos mereológicos. (Artículo de lingüística).

(3) Al inicio de cada entrevista (entre media hora y una hora), se preguntó a los encuestados, bajo la forma de preguntas cerradas, si comprendían (recepción) cada una de las lenguas, dialectos o variedades presentes. (Artículo de lingüística).

El autor se manifiesta también implícitamente en los usos metonímicos del tipo: este artículo o este trabajo (ejemplo: Este artículo propone una revisión de la literatura bajo el ajuste postural [corpus de psicología]). Estas estrategias de evasión de la mención explícita del agente son corrientes en la escritura científica. Sin embargo, veremos que todos los verbos no lo permiten.

Al focalizar nuestro estudio en las estructuras yo - nosotros - on + verbo, como Fløttum et al. (2006), escogimos contextos verbales donde el sujeto se inscribe deliberadamente como un agente «que actúa» (hemos demostrado, pienso que...), algo que no es tan frecuente generalmente en estructuras sintácticas donde el pronombre ocupa otra función (ejemplos: nos parece...). También ncluimos en los patrones también yo - nosotros - on + verbo, las estructuras infinitivas donde el pronombre es un sujeto del infinitivo (ejemplo: esto nos permitió excluir esta posibilidad...). En ciertas construcciones infinitivas (ejemplo: quiero demostrar), se pudieron extraer dos verbos de posicionamiento (aquí, querer y demostrar).

En lo que concierne al léxico verbal, nos concentramos en el léxico que indica un compromiso fuerte por parte del autor, tanto si se trata de opiniones y de evaluaciones, como de decisiones o verbos que indican aportes científicos específicos. Con el fin de caracterizar los elementos del léxico que nos interesaban, se realizó una marcación semi-automática de las ocurrencias del corpus, excluyendo obviamente los contextos del discurso indirecto.10

2. El léxico verbal del posicionamiento

2.1. La voz del autor a través de los pronombres sujeto

Los pronombres sujetos que remiten al autor en la escritura científica son tres: yo, nosotros y on. Yo -muy escaso finalmente, como lo veremos- no presenta problemas: este remite prácticamente siempre al autor/locutor del escrito científico cuando se excluyen claramente los contextos del discurso indirecto, citas y otros.11 Nosotros y sobre todo on son, sin sorpresa, extremadamente ambiguos en el plano referencial y enunciativo y la interpretación es, por ende, delicada. Esta interferencia enunciativa puede ser una estrategia deliberada por parte del autor (Loffler-Laurian, 1983; Fløttum et al., 2007).

En el escrito científico, los pronombres on y nosotros pueden excluir completamente al autor. Este uso, que es genérico o indefinido, es diverso. En nuestro corpus, on y nosotros pueden también remitir a la condición de ser humano,12 como en el siguiente ejemplo de psicología. Este valor referencial no es raro en esta disciplina, ni en ciencias de la educación.

(4) De la vivacidad y de la indubitabilidad supuesta de esta experiencia, nosotros inferimos las propiedades de riqueza y de coherencia, que nosotros atribuimos no solamente al mundo exterior, sino también al mundo interior... (Artículo de psicología).

El uso genérico puede también remitir a un subconjunto de la comunidad social, por ejemplo, la comunidad de los educadores y de los que deciden, diferente de la comunidad de discurso (la de los investigadores). En esos usos, se prefiere on en lugar de nosotros (61 ocurrencias de on frente a 41 ocurrencias de nosotros).

(5) Si se quiere mejorar la democratización de la educación superior en Bélgica, es entonces hacia esos establecimientos que se deben concentrar los medios. (Artículo de ciencias de la educación).

Estos usos genéricos, tal como ha sido comentado por Fløttum et al. (2006), no están generalmente asociados a verbos específicos de los escritos científicos y no han sido integrados al estudio.

Además de este uso genérico, se identifican tres usos personales que incluyen claramente al autor/locutor. El autor singular puede estar representado por nosotros y más escasamente por on. Ese nosotros, que remite a un autor único, a menudo llamado «nosotros de modestia», sigue siendo entonces la norma en los escritos científicos para el francés, aun en ciencias humanas como lo veremos, contrario al inglés donde el I es predominante, en particular en las ciencias humanas (Fløttum et al., 2006; Hyland, 2001).

(6) De forma esquemática, se asociará a estas tres figuras, en la terminología de Jakobson, respectivamente las funciones poéticas para la enálage, conativa y expresiva para la hipérbole. (Corpus de lingüística).

Nosotros y on evidentemente se emplean también para remitir a los otros colectivos, muy frecuentes en nuestro corpus en psicología.

Estos pronombres pueden igualmente incluir el destinatario/lector (uso descrito como «inclusivo», por ejemplo, en Riegel et al. (1994),13 en particular en los pasajes donde el locutor busca tomar al lector como testigo en la demostración o el desarrollo de la investigación que se está leyendo. En ciertos contextos verbales, la interpretación inclusiva es además la única posible y el uso del pronombre de primera persona se excluye completamente (cf. 7 y 8).

(7) Tal como lo hemos visto, la progresión de nuestros patrones va al ritmo de la posibilidad de expresar dificultades cada vez más complejas. (Corpus de lingüística).

(8) *La progresión de nuestros patrones es, yo lo he visto, ...

Estos usos estrictamente inclusivos -y después de todo bastante escasos- son particularmente frecuentes con los verbos con función evidencial como ver, para los cuales el investigador busca asociar fuertemente al lector en la observación de las pruebas (Grossmann y Tutin, 2010).

Finalmente, se reconoce un último uso de on y de nosotros clásicamente llamado «exclusivo» (nosotros u on = yo + (él) ellos) que incluye al autor y a la comunidad de discurso en el sentido de Swales (1990), aquí la de los investigadores, como en (9). Como para el ejemplo (7) de más arriba, el yo es aquí excluido.

(9) Asimismo, toda una serie de obstáculos sintácticos parecen vinculados a lo que podría llamarse una «alergia» a la preposición. (Corpus de lingüística).

(10) *lo que podría llamarse una «alergia» a la preposición...

El lector que está integrado en la comunidad de discurso, está de hecho incluido en ese referente. Para este uso, on es mucho más productivo que nosotros, en particular con el verbo modal poder como lo subraya Gjesdal (2008) (ver también «Verbos y pronombres»).

En resumen, para el estudio de nuestro corpus, hemos etiquetado los valores de on/nosotros con la ayuda de los siguientes valores:

a. uso genérico: no se afinaron los diferentes tipos de usos;

b. autor singular;

c. autor colectivo;

d. autor + lector;

e. autor + comunidad de discurso.

Los valores utilizados aquí son cercanos a los de Fløttum et al. (2006), excepto los casos de on-lector, que no hemos identificado en nuestro corpus (ejemplo: nos referiremos a la figura 2 para observar esto).

La atribución de los valores referenciales de on y nosotros fue particularmente delicada, debido a una ambigüedad referencial que era tal vez en ocasiones deliberada, pero casi siempre presente. Se tuvo que examinar14 un contexto amplio, teniendo en cuenta el semantismo de las palabras del contexto, en particular de los verbos. También se utilizaron algunos test de sustitución, como lo vimos más arriba en los ejemplos 7 y 9. Para casos particularmente delicados, se solicitó el consejo de un colega lingüista.15

2.2. El léxico verbal del posicionamiento

Como se indicó más arriba, los verbos que se mantuvieron, por inscribirse en el posicionamiento, son verbos que indican un compromiso fuerte del autor, ya sea que se trate de verbos de opinión o de evaluación, o de verbos que indican un aporte único del autor en la demostración o el descubrimiento científico. No se integraron entonces aquí los verbos de funcionamiento puramente metadiscursivos (presentaremos, terminamos por...) o que remiten a la narración científica (realizamos 23 encuestas, analizamos los resultados...). En vista de que los verbos son fuertemente polisémicos y muy desemantizados, como en el caso de los verbos de apoyo (por ejemplo, formular una hipótesis, hacer una elección), se mantuvo toda la expresión verbal. Extrajimos empíricamente, a partir de observaciones en el corpus, tres grandes clases de verbos de posicionamiento:

  • Los verbos que remiten a una opinión o a un punto de vista (pensar, creer, considerar que, juzgar...), o a una distancia/adhesión con respecto a los pares (distinguirse de, reunir...), o a un cuestionamiento (preguntarse...);

  • Los verbos que indican una elección (elegir, retener, optar por...) o una intención (querer, desear, proyectar...). Bajo la clase de la elección, integramos la clase específica de formulación de las hipótesis (hacer, formular, emitir una hipótesis, suponer), que a nuestro parecer concierne a este tipo semántico en los escritos científicos;

  • Los verbos que indican un aporte científico del autor, ya sea que se trate de una propuesta (proponer...), de una prueba o demostración (mostrar, probar...) o de resultados obtenidos o alcanzados (extraer, subrayar...). El material léxico utilizado es bastante específico de los escritos científicos. Aunque no se trata de toma de posición en el sentido propio, el autor indica aquí su contribución al debate científico, y se compromete de esta manera fuertemente.

La figura 1 resume la tipología usada.

Claramente, se realizó una desambiguación fina de los verbos en contexto. Por ejemplo, considerar que es a menudo un verbo de opinión, considerar X como Y es más un verbo de evaluación mientras que en la construcción considerar SN (ejemplo: hemos considerado los puntos siguientes), no será completamente integrado entre los verbos de posicionamiento.

Figura 1 Clasificación de los verbos de posicionamiento asociados a un pronombre sujeto autor del texto 

4. Resultados y análisis

4.1. Los pronombres sujeto

4.1.1. Frecuencia de los pronombres sujeto que ponen en juego al autor

Hemos calculado la proporción de pronombres sujeto que remiten al autor en las diferentes disciplinas. Los resultados que aparecen en la tabla 2 son bastante contrastados. En general, los pronombres sujeto que remiten al autor no son muy numerosos en los escritos científicos examinados, lo que apoyaría la tesis de que los escritos científicos son un género con una fuerte discreción enunciativa, donde la voz del autor no se pone de relieve (como máximo, en lingüística, 13% de las ocurrencias léxicas). Sin embargo, se observan diferencias remarcables entre disciplinas de las ciencias humanas, lo que pone mucho en evidencia la diversidad en el seno de las ciencias conocidas como «blandas», diversidad que hay que tener en cuenta con el fin de evitar las presentaciones estereotipadas o reductoras. Los lingüistas son los investigadores que más expresan su voz, en particular cuando hablan solamente en su nombre (pronombres exclusivamente de autores). Para los demás usos (inclusivos y exclusivos), los lingüistas sobrepasan a los psicólogos y a los especialistas de las ciencias de la educación, pero en una mínima proporción. Estos resultados confirman entonces de cualquier manera los de Fløttum et al. (2006) quienes señalaban una proporción mucho más fuerte de este tipo de pronombres en lingüística que en economía y que en medicina. Además, como era de esperarse, los psicólogos usan poco el pronombre de primera persona; y las prácticas de escritura parecen, desde este punto de vista, cercanas a las observadas por Fløttum et al. (2006) para los médicos. Por el uso del pronombre, también es posible que haya más diferencias entre la lingüística y la psicología, que entre esta última disciplina y la medicina.16 Los resultados en ciencias de la educación parecen más sorprendentes: se acercan fuertemente a la psicología, aunque los métodos expuestos no son los de prácticas experimentales. Sin embargo, los artículos de nuestro corpus son muy diversos: algunos se acercan más a la filosofía (por ejemplo: «Sumisión y subjetivación: reflexiones sobre el uso de Foucault en educación»), mientras que otros utilizan las técnicas estadísticas y la encuesta sociológica (por ejemplo, «¿Se puede concluir acerca de los efectos de repetición?»).

Tabla 2 Proporción de pronombres que remiten al autor (sobre el número total de palabras, valores expresados por mil) 

3.1.2 Distribución de los pronombres según los referentes: autor singular o colectivo

¿Cómo los autores, bien sea singulares o colectivos, hacen mención de ellos mismos en los artículos científicos (tabla 3)? Las disciplinas en las ciencias humanas representadas aquí varían fuertemente en lo que concierne a las prácticas de redacción colectiva o individual: mientras que los artículos colectivos en psicología son netamente mayoritarios (15 de 20) -un rasgo que acerca aún más la psicología a las ciencias experimentales-, esto ocurre menos en lingüística (6 artículos colectivos de 2017) y no ocurre para nada en nuestros artículos de ciencias de la educación.

Nuestro corpus es bastante modesto pero da seguramente algunas indicaciones esclarecedoras sobre las prácticas de redacción que tendríamos que confirmar luego en un corpus más consecuente.

Tabla 3 Tipos de pronombres utilizados por los autores para referirse a ellos mismos (en % sobre el número total de pronombres de autores utilizados) 

Se observa igualmente (tabla 3) una gran disparidad en el seno de las ciencias humanas aquí representadas según la forma en la que los autores hacen referencia a ellos mismos, lo que confirma que no deben ser consideradas como un conjunto homogéneo. En nuestro corpus, el yo solo es utilizado en lingüística, donde aparece, sin embargo, de forma mucho menos frecuente (32 %) que el nosotros (61,5 %) de modestia. De forma más sorprendente, en ciencias de la educación, donde ningún artículo es colectivo, el yo está completamente ausente. Las cifras son más difíciles de interpretar en psicología donde el segmento de artículos colectivos es impresionante (solo 5 artículos individuales de 20).

La presencia, para nada despreciable, del yo en lingüística para los artículos individuales también es subrayada por Fløttum et al. (2006) quienes reconocen una proporción netamente más importante que en economía. Nuestras observaciones se relacionan también con las de Poudat y Loiseau (2005) quienes, comparando la proporción del pronombre yo en filosofía y lingüística, identifican igualmente una presencia masiva de yo en lingüística en relación con la filosofía. Rinck (2006) identifica cifras comparables con las nuestras: el yo es usado en 6 artículos de 20.

Sería interesante extender aquí el estudio a otras disciplinas de las ciencias humanas (historia, sociología, geografía, etnología, por ejemplo), pero podríamos, desde ahora, resaltar que la lingüística parece ser un poco la excepción en nuestro corpus, con un uso particularmente marcado del yo. Sin embargo, no hay que sobreinterpretar este uso en esta disciplina y considerarlo sistemáticamente como una responsabilidad individual particularmente fuerte del autor. Parecería de hecho abusivo considerar que un autor que recurre a esto sistemáticamente presenta un punto de vista más definido que el de un autor que utiliza el nosotros de modestia. Por una parte, la práctica del yo puede estar ligada a convenciones de escritura, variables de una disciplina a otra. El autor que la utiliza, se conforma también a las convenciones de su disciplina. Por otro lado, otras formas lingüísticas están por supuesto a disposición del redactor para expresar su subjetividad, en particular, para expresar sus posiciones y defender su punto de vista. Habíamos observado también (Tutin, 2010; Cavalla y Tutin, 2008) que los economistas, que emplean poco las marcas de primera persona (Fløttum et al., 2006), recurren, sin embargo, sobre todo al léxico evaluativo en comparación con los lingüistas para calificar los métodos, modelos y resultados, aunque se trate de los suyos y de los de sus pares. Los economistas tienden también a indicar más abiertamente su posicionamiento con respecto a sus pares, con la ayuda de marcas de «demarcación», por ejemplo: a diferencia de X, nosotros... como demuestra Chávez (2008) en el mismo corpus o a indicar explícitamente su filiación científica (García, 2008; Grossmann et al., 2009).

Sin embargo, el uso recurrente del yo en los artículos de lingüística, así como la frecuencia más marcada de pronombres que remiten al autor, indica una visibilidad más grande del autor en la disciplina. El recurso al yo aparece de forma muy modesta para el francés (32% de las ocurrencias para remitir a un autor singular), si lo comparamos con los escritos de lingüística en inglés donde es mucho mayor (32 artículos con yo de 35 en el corpus KIAP inglés de lingüística). La visibilidad del autor parece ser una especificidad de la escritura de investigación anglosajona en ciencias humanas, donde se valora la responsabilidad explícita del posicionamiento del autor:

Authorship in academic writing in English both carries a culturally constructed individualistic ideology and places the burden of responsibility for the truth of an assertion heavily on the shoulders of the writer. (Hyland, 2002, p. 1110).

Esta práctica es además a veces motivada por ciertos manuales de «academic writing»,18 pero ciertas comunidades culturales parecen reticentes a apropiarse de ella, como los estudiantes anglófonos de Hong-Kong (Hyland, 2002).

4. 2 Los verbos de posicionamiento

4.2.1 Tipos de verbos de posicionamiento

De los 506 pronombres sujeto que implican al autor (excluyendo los pronombres con valor genérico o indefinido), solo 195 acompañan verbos donde el posicionamiento y el compromiso del autor se ponen de manifiesto. Un gran número de verbos remiten de hecho a los procesos de la actividad científica (analizar, identificar, observar...) o al proceso de escritura (presentar, describir...) y no pueden ser considerados como verbos que comprometen fuertemente al autor. La distribución de los verbos de posicionamiento aparece esquematizada en la figura 2 y el detalle se muestra en la tabla 4.

Figura 2 Distribución de los verbos de posicionamiento asociados a pronombres sujetos que implican al autor (valores en porcentajes) 

Entre los verbos de posicionamiento examinados, los resultados muestran que los verbos más subjetivos (verbos de opinión y de punto de vista) no son los más frecuentes en nuestro corpus (64 ocurrencias), estos son substituidos por los verbos que indican una elección o una intención (queremos, escogimos) (79 ocurrencias). Este léxico indica las motivaciones del investigador y la forma como justifica elecciones, sin comprometerlo, sin embargo, tan fuertemente como los verbos de opinión y de punto de vista. Entre estos últimos, son los verbos que indican estrictamente una opinión (pensar, considerar que...) los más numerosos. El léxico verbal que indica una convergencia/divergencia no es muy frecuente bajo la forma yo + nosotros + on V; por ejemplo, en nos distinguimos de X en este punto: aparece probablemente

Tabla 4 Distribución de los verbos de posicionamiento que implican al autor (en número de ocurrencias y en porcentaje)  

sobre todo en otras construcciones léxico-sintácticas (por ejemplo: contrario a, a diferencia de, en comparación con, nuestros resultados se acercan a/difieren de...).19 Los verbos de aportes científicos son los menos numerosos (52 ocurrencias). Entre estos, los verbos que mencionan los resultados obtenidos (por ejemplo, extraemos, concluimos) son los más frecuentes.

Observamos convergencias en nuestras distribuciones con el estudio de Fløttum et al. (2006) en los verbos que acompañan al yo en los escritos científicos.20 Identificando la función semántica de los verbos, Fløttum et al. (2006) reconocían con sorpresa que el rol más frecuente asumido por el autor era el de investigador (46 % de las ocurrencias). Luego venía el rol de redactor («writer») con 26% de las ocurrencias y, finalmente, el de argumentador («arguer») con solamente 14% de las ocurrencias. Los autores se sorprendieron de que el porcentaje de los verbos de argumentación fuera tan reducido, dada la importancia de valorar sus investigaciones en un ámbito científico considerado como cada vez más competitivo. La tipología usada aquí es bastante diferente a la de Fløttum et al. (2006) puesto que excluimos los verbos de narración científica y los verbos metadiscursivos, dos categorías que representan 3/5 de las ocurrencias con un pronombre autor sujeto. Además, incluimos en los verbos de aportes científicos algunos elementos que estos autores asociaban a la función de investigador.

La mayoría de los verbos usados con los pronombres personales autores no son, por ende, verbos que manifiesten tomas de posición marcadas. El autor aparece esencialmente para describir los procedimientos científicos y acompañar el proceso de escritura y, menos frecuentemente, para expresar una opinión.

3.2.2 Distribución de los verbos por disciplina

La distribución en las diferentes disciplinas (figura 3) permite afinar el análisis y comprender mejor de qué manera el autor se compromete en el escrito científico. Todos los tipos de verbos son más numerosos en lingüística -recordemos que los pronombres sujeto son proporcionalmente mucho más frecuentes- en particular los que remiten a las opiniones, intenciones, a la demostración, a los resultados y a las elecciones efectuadas. Los verbos de opinión y de punto de vista se expresan aquí de forma bastante diversa (tabla 5), con la ayuda de pensar que (presente en las tres disciplinas) pero también con la ayuda de los verbos admitir, juzgar, pronunciarse acerca de, calificar...

En psicología, donde los verbos son globalmente menos numerosos, son los verbos de opinión, de hipótesis y de resultados los más productivos, lo que parece mostrar que la dimensión experimental (hipótesis y resultados) se pone más de manifiesto que la dimensión narrativa de la progresión intelectual del investigador. Para la expresión de las hipótesis, los verbos suponer y esperarse solo están de hecho presentes prácticamente en esta disciplina, excepto en dos artículos de psicolingüística sobre la adquisición de la escritura. La opinión se expresa principalmente con la ayuda del verbo pensar como en las dos otras disciplinas, por ejemplo, en el siguiente fragmento, en la conclusión:

(11) Por otra parte, la comparación del desarrollo de la integración de los conocimientos en el contexto en la anticipación aplicada a la vez al movimiento voluntario y a la postura no ha sido nunca, en nuestro concepto, llevada a cabo. Pensamos así mismo que debe ser posible crear un vínculo entre la conciencia del peso de los objetos al agarrarlos y la anticipación postural en el momento en que otra persona pone peso sobre el brazo/bandeja. (Artículo de psicología, conclusión).

Por el contrario, lo que caracteriza a las ciencias de la educación, dada la débil proporción de verbos de posicionamiento, es la importancia de los verbos de intención, de opinión, de pregunta y de resultados, los tres primeros tipos haciendo hincapié en las motivaciones y las razones de ser de la investigación. Los verbos de intención querer, buscar, proponer... aparecen frecuentemente como en el siguiente ejemplo:

(12) Esta pregunta se hace además en el conjunto de la educación nacional, en todos los niveles: ¿qué reflexividad sobre las prácticas? ¿Con qué herramientas y para qué hacerlo? Nos gustaría aquí desarrollar un segundo punto de conclusión. ¿En qué permite avanzar, en el marco teórico útil para pensar la resistencia a la evaluación, en el proceso que hemos descrito? (Artículo de ciencias de la educación).

Este fragmento es de hecho característico de los artículos de ciencias de la educación, con un número significativo de preguntas retóricas (los verbos que tienen rasgos del cuestionamiento: preguntarse, responder a la pregunta... son igualmente frecuentes en esta disciplina): se identifican proporcionalmente dos veces más frases interrogativas que en lingüística y cuatro veces más que en psicología, donde las problematizaciones no parecen introducidas por este procedimiento. En el ejemplo (12), el verbo querer no expresa en realidad una intención en el sentido estricto, sino que sirve para introducir un verbo metadiscursivo. En psicología, donde la escritura aparece más sobria, este tipo de introductor podría simplemente lexicalizarse por en segundo lugar.21

Figura 3 Distribución de los tipos de verbos por disciplina (por 10.000 palabras) 

En resumen, aunque el bajo número de ocurrencias observadas en la tabla 5 incite a la prudencia, el posicionamiento de los psicólogos parece sobre todo marcado por una formulación más explícita de las hipótesis y de los resultados, lo que parece poco

Tabla 5 Los verbos de posicionamiento más corrientes según las disciplinas (frec. ≥ 2) 

sorprendente en una disciplina en la que la experimentación tiene un rol central. Se observa en los lingüistas una distribución más equilibrada de los tipos de verbos utilizados mientras que en ciencias de la educación, los verbos que expresan una opinión son poco frecuentes (ninguno aparece en más de una ocurrencia), lo que puede parecer sorprendente en una disciplina de las ciencias humanas a menudo atravesada por debates polémicos.

4.3. Verbos y pronombres

Hasta ahora hemos analizado de forma independiente los pronombres y los verbos. Buscamos aquí observar las interacciones y afinidades entre estas dos categorías. Si seguimos la tendencia general observada hasta ahora (una presencia moderada de marcas del autor y una baja proporción de verbos que comprometen fuertemente al locutor), podríamos construir la hipótesis de que los posicionamientos verbales más fuertes serán en conjunto atenuados por una coincidencia diluida del locutor (por ejemplo, el uso de un nosotros que incluye a la comunidad de discurso).

Para observar estas asociaciones, se examinaron los tipos de verbos más frecuentes con los tipos de pronombres de autores (figura 4).

Figura 4 Distribución de los tipos de pronombres en función de los verbos (en % sobre la totalidad de pronombres de autores que aparecen con los verbos de posicionamiento) 

Los resultados muestran que la hipótesis formulada -las tomas de posición más marcadas serían mitigadas por la dilución de la conciencia del autor- es ampliamente verificada. Los verbos asociados exclusivamente a los autores (sin incluir a la comunidad de discurso) sirven sobre todo para indicar la formulación de las elecciones y de las intenciones, así como los resultados y la demostración realizada. Los autores, dado que hablan en su propio nombre, parecen ser ante todo investigadores antes que argumentadores, para retomar los términos de Fløttum et al. (2006). Por el contrario, cuando se introduce una dimensión argumentativa y polémica, con la ayuda de un verbo de opinión (podemos pensar que…) o de cuestionamiento (podemos preguntarnos si…), el pronombre es más frecuentemente (en proporción) exclusivo (autor + comunidad de discurso), tomando como testigos a la comunidad de investigadores, como para establecer un diálogo con ella. Aquí, el pronombre más frecuente es on, incluyendo claramente a la comunidad de pares. En este caso, los verbos de opinión son frecuentemente modelados o introducidos en una subordinada de condición22 (cf. ejemplo 14), lo que atenúa la toma de posición individual.

(13) Desde un punto de vista enunciativo, habría que excluir la exclamación debido al hecho de que, contrario a la aserción, la interrogación y la conminación, esta no tiene realmente un destinatario (Tomassone, op. cit.); podría admitirse por el contrario, con H. Renchon (1967) que esta constituye una toma de testimonio de la “galería” y eventualmente de aumento de una invitación por parte del locutor para compartir su sentimiento -casi para actuar en consecuencia (¡Cómo te peinas!). (Introducción, artículo de lingüística).

(14) Sin embargo, aunque se admita la idea de cierta universalidad del tratamiento ortográfico, la variedad de tendencias no es despreciable después de todo. (Conclusión, artículo de lingüística).

(15) Inversamente, se puede también sugerir que las convergencias constatadas entre los datos experimentales y teóricos reflejan lo que hay de común y de estable entre los juicios de similitud elaborados en contextos diferentes.

Si estas marcas lingüísticas atenúan la responsabilidad del autor implicando a los pares, estas instauran también un diálogo con la comunidad de lectores (el on es también inclusivo aquí) y una dimensión argumentativa. Al incluir a los pares, el autor indica que la opinión que defiende es la que la comunidad defendería al examinar hechos similares (si lo hiciera, de allí vendría el uso del modal poder). Su punto de vista no es únicamente personal, sino el de la comunidad completa, y por esto, la opinión defendida, gana validez científica: ya no es subjetiva sino compartida. La asociación de on y poder tiene prácticamente siempre una interpretación exclusiva (ver también Gjesdal, 2008): el modal introduce una dimensión dialógica que vuelve necesaria la inserción del se exclusivo (autor + comunidad de discurso). Se puede admitir y se puede sugerir en los ejemplos (13) y (15) son bastante esclarecedores desde este punto de vista. La primera persona del singular está completamente excluida en los siguientes ejemplos, pero es posible sin ese verbo (esto se demuestra en el corpus):23

(16) *puedo admitir por el contrario

(17) *de forma inversa, puedo sugerir

Las expresiones son acompañadas de conectores argumentativos (igualmente, inversamente) que indican que participan en un razonamiento expuesto al lector y refuerzan así mismo la dimensión dialógica.

En el ejemplo (14), la subordinada anticipa la objeción que la comunidad podría formular al autor y participa también en el juego convencional y un poco artificial del diálogo con el lector.

4.4 Los sujetos metonímicos: Este trabajo, este estudio muestra…

Otra forma del autor de no mencionarse explícitamente es la de recurrir a expresiones metonímicas como este trabajo o este estudio. El autor se esconde de esta manera detrás de la obra que construye. El uso de estas expresiones no impide en principio anteponer un posicionamiento afirmado con la ayuda del verbo. Asociaciones como: este artículo opta por o este estudio adopta… parecen de igual forma bastante naturales. Los verbos de opinión marcada (refutar, defender…) los vuelven más difíciles, no imposibles,24 pero son, sin embargo, absolutamente excluidos con verbos que ponen en juego un proceso cognitivo complejo: *este artículo piensa…, *este artículo admite…

En nuestro corpus, estas expresiones son relativamente escasas en posición de sujeto:25 solo se observan 14 ocurrencias de este estudio + V y 7 ocurrencias de este artículo + V. Con este pequeño número, es arriesgado hacer generalizaciones pero es interesante constatar que solo el verbo mostrar (3 ocurrencias) se puede considerar como una manifestación del compromiso del autor, como en el siguiente ejemplo:

(18) Además, este estudio muestra un vínculo negativo entre el objetivo de maestría-evitación y la motivación intrínseca. Ningún estudio ha probado ese efecto hasta ahora. (Corpus de psicología).

El sujeto del verbo mostrar se puede considerar fácilmente como metonímico (este estudio muestra: mostramos en este estudio), contrario a otros usos del verbo mostrar que no tienen un sujeto humano (estas cifras muestran no es el equivalente de mostramos en estas cifras).

De forma general, en nuestro corpus, las menciones despersonalizadas del autor con la ayuda de este artículo, este estudio, parecen entonces más que todo acompañarse de un léxico verbal más descriptivo o metatextual (este artículo presentará, este estudio contiene…).

Conclusión

De forma general, la mención explícita del autor/locutor no es frecuente en los artículos de ciencias humanas examinados y, desde este punto de vista, el género del artículo de investigación en estas disciplinas se caracteriza por cierta discreción enunciativa. Sin embargo, se observa una gran variación disciplinaria en el seno de las ciencias humanas examinadas (yendo desde 1 hasta 3 en el nivel del número de ocurrencias encontradas), lo que muestra que esta familia de disciplinas es extremamente diversificada y que no es pertinente aprehenderla como un conjunto homogéneo. Sería también particularmente interesante extender nuestro estudio integrando disciplinas diferentes a las que fueron abordadas aquí, como la historia, la sociología, la economía o la geografía. La mención de si se expresa escasamente con la ayuda de yo, excepto en lingüística, contrario a lo que fue observado para el inglés (Flottum et al., 2006). El argumento de autoridad mencionado por Hyland en la utilización del yo (I) parece probablemente menos pertinente para los investigadores francófonos, que tienen tal vez una concepción menos individualista de la actividad científica: el nosotros de modestia o el on y nosotros exclusivos incluyen al investigador en una comunidad y dan credibilidad de este modo a su palabra, no porque sea singular, sino porque es igual a la que habrían enunciado los pares en circunstancias análogas, y le dan también cierta objetividad (ejemplo: se puede pensar que…). Los verbos de posicionamiento asociados a los pronombres sujeto son menos frecuentes que los verbos de narración científica (hemos identificado…, hemos procedido a…) o los verbos con función metatextual (presento primero, terminaremos por). Entre los primeros, se identifican numerosos verbos que expresan las elecciones y las intenciones del autor (queremos, escogimos), y menos verbos que expresan un punto de vista afirmado (pensamos, creemos), mientras que los verbos que indican un aporte científico propio del autor conciernen principalmente a los resultados. Las distribuciones de verbos según las disciplinas revelan tendencias interesantes: los psicólogos tienden a hacer hincapié en las hipótesis y los resultados, los especialistas de las ciencias de la educación en las intenciones del investigador, sus opiniones y su cuestionamiento, mientras que los lingüistas utilizan numerosos verbos que tienen relación a la vez con el aporte científico (resultados y demostración), con las intenciones y con las opiniones.

Finalmente, lo que marca una tendencia, según nuestras expectativas, es que mientras más los verbos expresen un posicionamiento marcado, por ejemplo, los verbos de opinión, menos se ve una toma de responsabilidad por parte del locutor: se identifica también que los pronombres que remiten al autor solo (sea que se trate de un yo o de un nosotros o de un on de modestia), remiten sobre todo a los verbos que indican un aporte científico o una intención, mientras que los verbos de posicionamiento fuerte (verbos de opinión) son más a menudo introducidos con la ayuda de un pronombre que incluye a la comunidad de discurso (nosotros y on exclusivos) y son a menudo fuertemente modalizados (se puede pensar que…), lo que refuerza la impresión de que los artículos científicos franceses en ciencias humanas, sin excluir completamente al autor, lo integran, sin embargo, de forma muy discreta.

Este estudio podría ser prolongado en dos direcciones. Por un lado, como se enunció más arriba, sería seguramente pertinente extender nuestra investigación a otras disciplinas de las ciencias humanas con el fin de verificar en qué medida y de qué manera se confirman las disparidades observadas aquí. Por otro lado, sería interesante observar en qué medida aparecen fuertes disparidades enunciativas en el seno de una misma disciplina, como Rinck (2006) lo observaba para las ciencias del lenguaje. Una proporción reducida de estas separaciones en el seno de una disciplina podría así indicar una forma de normalización en las prácticas de escritura.

Agradecimientos

Un gran gracias a Magda Flórez quien compiló el corpus y sin quien este estudio no habría sido posible. Gracias también a Francis Grossmann quien ha releído una primera versión de este artículo (e hizo anotaciones muy pertinentes) y me ayudó a analizar algunos ejemplos de pronombres particularmente ambiguos. Gracias también a Aurélie Nardy por su ayuda con los tratamientos cuantitativos.

Este artículo fue elaborado en el marco del proyecto ANR Scientext: <www.u-grenoble3.fr/lidilem/scientext>.

Referencias bibliográficas

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1La referencia original del presente artículo es: Tutin, A. (2010). Dans cet article, nous souhaitons montrer que… Lexique verbal et positionnement de l’auteur dans les articles en sciences humaines. Lidil, 41. [En ligne]. Recuperado de http://lidil.revues.org/3040

2Grupo de Investigación en Traducción y Nuevas Tecnologías, Escuela de Idiomas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

3Grupo de Investigación en Traducción y Nuevas Tecnologías, Escuela de Idiomas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.

4http://www.u-grenoble3.fr/lidilem/scientext

5En el marco del proyecto Scientext se abordan otras disciplinas; pero hemos decidido limitarnos aquí a un subconjunto de ciencias humanas y sociales, Fløttum et al. (2006) ya han mostrado que la presencia autorial era débil en las ciencias experimentales como la medicina.

6En nuestro estudio sobre léxico evaluativo, habíamos observado una sobrerrepresentación neta de este léxico en las introducciones y conclusiones con respecto a otras partes textuales. Hyland (2001) observa también que las estrategias retóricas son particularmente marcadas en la parte de discusión.

7En francés el pronombre «on» puede tomar diferentes sentidos. Con el fin de sintetizar o generalizar su uso, se ha decidido mantener en esta traducción el pronombre tal cual «on» aunque a lo largo del texto sus traducciones más comunes son las que toman la partícula «se». [Nota de los traductores].

8El subrayado en los ejemplos es nuestro.

9Se marcan igualmente ocurrencias con estructuras impersonales del tipo: es posible pensar...

10La marcación semi-automática se realizó con la ayuda del programa NooJ, desarrollado por el Sr. Silberztein (2004).

11Yo puede también remitir a un uso genérico para el ser humano (Maingueneau, 1994; Rinck, 2006). Sin embargo, aún no hemos encontrado este uso en nuestro corpus. Este tipo de uso no es imposible, sin embargo, en el escrito científico. Rinck (2006), en su estudio sobre artículos de investigación en letras y ciencias humanas, identifica algunos como el siguiente en un artículo de ciencias del lenguaje: Un mismo sujeto hablante puede entonces hacer parte de varias comunidades lingüísticas en momentos diferentes donde es el locutor. Yo no me presento como miembro de la misma comunidad lingüística dependiendo de si hablo con mi patrón o con mi mecánico (la negrita es nuestra).

12Podríamos, de cierta manera, considerar este uso como incluyente del autor/locutor, pero esto nos parece un poco artificial y no hemos hecho esta elección, al contrario de Fløttum et al. (2006, p. 105-126).

13En el texto original no se incluye esta referencia en la bibliografía [nota de los traductores].

14Para trabajar en la atribución referencial de los pronombres sujetos, se excluye el trabajo con concordanceros. Es indispensable una lectura atenta de un contexto amplio.

15El mejor método para emplear aquí sería el de una doble anotación independiente, tal como se usa a menudo para las anotaciones semánticas complejas. Por falta de tiempo y de colegas disponibles para esta ingrata tarea, renunciamos a ella. Una solución podría ser adoptar «portmanteau tags» que agrupen etiquetas en caso de ambigüedad (esto fue, en particular, sugerido por un relector).

16No obstante, esta comparación es bastante difícil de hacer para el francés, pues los artículos de medicina son bastante escasos y no tienen el mismo estatus (internacional) que los artículos en inglés.

17La mayoría de los artículos colectivos en lingüística tienen una fuerte colaboración TAL.

18Por ejemplo, este fragmento, mencionado por Hyland (2002, p. 1095): « I herewith ask all young scientists to renounce to the false modesty of previous generations of scientists. Do not be afraid to name the agent of the action in a sentence, even when it is “I” or “we” (Day, 1994, p. 166).»

19Habría que hacer este estudio en nuestro corpus.

20No obstante, nuestro estudio incluye todos los tipos de pronombres de autores y no solamente el yo, el cual es además inexistente en ciencias de la educación.

21En nuestro corpus, solo identificamos los adverbios metatextuales, en primer lugar, y, en segundo lugar, en lingüística (4 ocurrencias) y en psicología (7 ocurrencias)

22Estos casos representan prácticamente la mitad de las ocurrencias.

23Obsérvese un ejemplo interesante que opone un se + verbo de opinión a un yo + verbo de opinión: Es su responsabilidad oponer sus representaciones y sus racionalizaciones a las de la psicología, del psicoanálisis, de la sociología y hasta de las ciencias cognitivas si no se unen a la hipótesis que la lengua es una estructura que se auto-organiza (lo que yo pienso). (Conclusión, artículo de lingüística).

24Todas las expresiones mencionadas aquí como certificadas aparecen varias veces en Google Scholar.

25Son, por el contrario, muy frecuentes en un complemento locativo: en este artículo, mostramos que…

Recibido: 26 de Octubre de 2016; Aprobado: 13 de Marzo de 2017

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