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Lingüística y Literatura

Print version ISSN 0120-5587On-line version ISSN 2422-3174

Linguist.lit.  no.78 Medellìn July/Dec. 2020  Epub Nov 10, 2021

https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n78a05 

Estudios lingüísticos

ALGUNAS CREENCIAS Y PERCEPCIONES DE LOS HABITANTES DE VALLEDUPAR SOBRE EL TÉRMINO VALLENATO COMO GENTILICIO1

SOME BELIEFS AND PERCEPTIONS OF THE INHABITANTS OF VALLEDUPAR ABOUT THE TERM VALLENATO USED AS A DEMONYM

Rosa Elvira Estrada Flórez1  * 

José Manuel Pérez Adárraga2 

1Universidad Popular del Cesar (Colombia) reestrada@unicesar.edu.co

2Universidad Popular del Cesar (Colombia) josemanuelperez@unicesar.edu.co


Resumen:

Esta investigación analizó las percepciones de los oriundos de Valledupar hacia el término vallenato empleado como gentilicio. Para ello, se intentó determinar cómo las percepciones de los hablantes configuran sus actitudes lingüísticas, así como las variables sociales que influyen en las actitudes de la comunidad de habla. La selección de la muestra se sustentó en los parámetros del Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y América-PRESEEA (2003). Los resultados indican que la creencia principal de los hablantes sobre el término vallenato está relacionada con el aspecto folclórico y musical característico de la ciudad de Valledupar (Colombia).

Palabras clave: creencias; gentilicio; percepciones; vallenato

Abstract:

This research analyzed the perceptions of the natives of Valledupar towards the term vallenato used as demonym. To this end, an attempt was made to determine how the perceptions of speakers shape their linguistic attitudes, as well as the social variables that influence the attitudes of the speaking community. The selection of the sample was based on the parameters of PRESEEA (2003). The results indicate that the main belief of the speakers about the term vallenato is related to the folkloric and musical aspect characteristic of the city of Valledupar, (Colombia).

Key words: beliefs; demonym; perceptions; vallenato

1. Introducción

Los estudios sobre las actitudes lingüísticas «se consideran esenciales para la compresión del aspecto social de la lengua» (Córdoba, 2012), ya que determinan el carácter predictivo de la sociolingüística en relación con los usos de la lengua y las actitudes que se generan en su contexto social. Estas investigaciones dan cuenta de las opiniones, las ideas y los prejuicios que tienen los hablantes en relación con el uso de su propia lengua o variedad lingüística. Estas actitudes reflejan el comportamiento lingüístico de los hablantes ante el dinamismo de la lengua.

La mayoría de las investigaciones que se han realizado sobre actitudes lingüísticas en Colombia concuerdan en que las conductas lingüísticas son reflejos de las actitudes positivas o negativas de los hablantes hacia el uso de la lengua. Dentro de estas investigaciones se encuentra la que realizaron Bernal, Munévar y Barajas (2014), titulada Actitudes lingüísticas en Colombia, que tuvo como objetivo identificar y describir las actitudes lingüísticas de los habitantes de Bogotá respecto a los dialectos del español de Colombia y de los demás países hispanohablantes. Los autores concluyeron que los hablantes tienen una actitud positiva hacia el dialecto bogotano debido a la falta de acento, el nivel de comprensibilidad, el empleo de términos apropiados y la evidencia de un nivel de instrucción alto; y una actitud negativa hacia el dialecto caribe o atlántico y hacia el nariñense (Bernal, Munévar & Barajas, 2014, p. 243).

Respecto a las investigaciones de tipo regional-local se encuentra que Salazar (2015) en su trabajo Las actitudes lingüísticas de los monterianos hacia el español hablado en Montería: la identidad cultural frente al prestigio lingüístico, analiza las actitudes lingüísticas de los habitantes de Montería en relación con el valor simbólico que estos le asignan a su variedad lingüística como elemento identitario. El análisis de esta investigación se centra en los componentes cognitivo, emotivo y conativo de las actitudes de los monterianos hacia su variedad lingüística, las variables sociales que inciden en la construcción de la variedad propia como elemento identitario y actitudinal que predominan en la configuración de las actitudes hacia el español hablado en Montería. Este estudio arrojó como principal conclusión que «para los monterianos su habla propia constituye un elemento fundamental de su configuración identitaria» y para ellos esa identidad es asumida como un arraigo (Salazar, 2015, p. 101).

En este contexto, dada la falta de estudios que aborden la relación entre el gentilicio y las actitudes lingüísticas en Colombia y en la región, es pertinente desarrollar una investigación sobre las actitudes de los hablantes hacia el término vallenato empleado como gentilicio. Las personas nativas de Valledupar tienen diversas apreciaciones y creencias respecto al vocablo vallenato. El objetivo de este artículo es analizar el componente cognitivo de la actitud lingüística de los habitantes de Valledupar para determinar, primero, qué creen y cuáles son sus percepciones frente a la palabra vallenato empleada como gentilicio; y segundo, cuáles son las variables sociales (edad, sexo y nivel de instrucción) que influyen en la configuración de la actitud lingüística de esta comunidad de habla.

2. Las actitudes lingüísticas y los gentilicios

Blas Arroyo (2004) sostuvo que las actitudes hacia la lengua comprenden «las posturas críticas y valorativas que los hablantes realizan sobre fenómenos específicos de una lengua o, incluso, sobre variedades y lenguas concebidas como un todo» (p. 322). Lo anterior quiere decir que los hablantes hacen juicios de valor sobre la lengua y los fenómenos de variación a nivel fonético, morfosintáctico, lexical y semántico.

Fasold (1996), citado por Álvarez y Medina (2001-2002), definió la actitud lingüística como «la valoración que los individuos hacen de los hablantes de ciertas lenguas o dialectos […]» (p. 2). Con base en lo anterior, las actitudes lingüísticas están determinadas específicamente por los juicios que se hacen a partir del uso de la lengua y de las variedades dialectales, y no por propiedades intrínsecas de la lengua. Moreno Fernández (1998), aludiendo a Agheyisi y Fishman (1970), dice que «las actitudes influyen decisivamente en los procesos de variación y cambio lingüísticos que se producen en las comunidades de habla». Estas actitudes pueden ser «favorables o positivas», o «desfavorables o negativas» (p. 179).

2.1. El componente cognitivo de las actitudes lingüísticas

Moreno Fernández (1998) sostuvo que la actitud lingüística implica la presencia de varios elementos o subcomponentes, que integran la estructura multicomponencial de las actitudes lingüísticas: «una valoración (componente afectivo), un saber o creencia (componente cognoscitivo) y la conducta (componente conativo)» (p. 183). Este estudio sociolingüístico se centra en el componente cognitivo, con el fin de analizar las creencias de los hablantes nativos de Valledupar hacia el término vallenato como gentilicio.

El componente cognitivo abarca el conjunto de creencias, ideas y convicciones de los usuarios de la lengua en una comunidad de habla (Makuc, 2011) e incluye las percepciones y los estereotipos presentes en los hablantes (López Morales, 2004). Este componente está relacionado con los conocimientos que las personas tienen respecto a su lengua; de allí que abarca las creencias, los estereotipos, los prejuicios y el prestigio que los hablantes le asignan a una lengua o variedad. Según Gómez Molina (1998), es probable que este componente sea el de mayor peso específico debido a los aspectos que lo integran. Para el autor, «este componente conforma, en gran medida, la conciencia sociolingüística» (p. 31).

La conciencia sociolingüística constituye la combinación de los conocimientos (creencias, percepciones y opiniones) de los usuarios sobre determinados fenómenos del uso de la lengua. Para Moreno Fernández (2005), la conciencia sociolingüística condiciona las actitudes de los hablantes (p. 180). De acuerdo con esto, las creencias, percepciones y opiniones de los hablantes con respecto a una lengua o variedad influyen en las actitudes lingüísticas. Por consiguiente, en esta investigación el componente cognitivo incluye el conocimiento de los informantes acerca de las creencias, los prejuicios y los estereotipos que tienen sobre el vocablo vallenato.

2.2. Los gentilicios

Respecto a los gentilicios, se plantea que estos determinan un sentido de pertenencia a una zona o territorio. La RAE (2019) a través del Diccionario de la lengua española define gentilicio como un adjetivo «que denota relación con un lugar geográfico», es decir, se trata de adjetivos que designan lo perteneciente o relativo a las personas propias de un espacio geográfico determinado.

Para Morera (2012), a las personas naturales de un lugar, sea este real o imaginario, se les puede designar de dos formas en español: de forma mostrativa o identificadora y de forma léxica (p. 103). Según esta autora, la primera forma de designación del gentilicio es el de un adjetivo derivado del nombre propio del lugar en que nacieron. A este tipo de palabras la tradición lingüística suele denominarlo como adjetivos gentilicios, ya que «denotan la procedencia geográfica de la persona o su nacionalidad» (Morera, 2012, p. 103), por ejemplo, a la persona originaria de Colombia se le llama colombiano. La segunda forma propuesta por la autora, la léxica, hace referencia a la denominación de las personas naturales de un lugar determinado a través de un signo que no se deriva del topónimo, sino de un signo descriptivo primitivo o derivado, sin alguna relación semántica con el nombre del lugar de procedencia, por ejemplo, a las personas nacidas en el departamento de Antioquia, (Colombia) se les duele denominar paisas.

De esta manera, el gentilicio generado para los naturales de un lugar no guarda relación con el nombre de dicha zona geográfica, sino con los diferentes aspectos sociales, culturales, históricos, hasta los psicológicos y prosopográficos. Sobre este respecto, sostuvo Morera (2012) que estos gentilicios son nombres que refieren a las cualidades morales, físicas y hasta a las habilidades, oficios, hábitos, maneras de hablar, etc., con que terceros son designados ya sea por envidia, desprecio, humor o resentimiento (pp. 119-120).

2.2.1. El término vallenato como gentilicio

Según Araujo (1994), en el Lexicón del Valle de Upar, tres son las acepciones para el término vallenato:

i) Gentilicio de los naturales del Valle de Upar. […] ii) Perteneciente o relativo a la ciudad de Valledupar o a la antigua provincia de Valledupar y Padilla, y iii) Género musical popular que se interpreta con acordeón, caja y guacharaca, en sus cuatro aires tradicionales: merengue, paseo, puya y son (p. 723).

De acuerdo con esta propuesta, se entiende como vallenato al gentilicio de la ciudad de Valledupar, y también al género musical propio de esa misma zona. Pero el término vallenato no siempre ha tenido tal denotación, respecto a esto, dice la autora que en un principio la palabra tuvo una connotación despectiva relacionada con lo rústico o campesino. Por esta razón, el término no gustaba a los habitantes de Valledupar (Araujo, 1973).

En Araujo (1973), también se asoció el nombre vallenato con una enfermedad que padecieron las personas de la clase baja de Valledupar. En palabras de la autora:

La Valledupar de la época se encontraba estratificada en una capa de clase alta, otra de clase media-baja y el pueblo raso, que vivía enormemente separado de la segunda y casi sin contacto con la primera, excepto con las relaciones amo-siervo y las muy ocasionales reuniones en las colitas. El término vallenato se usaba con frecuencia para designar a una persona de muy baja categoría social, víctima del carate, enfermedad que castigó durante mucho tiempo a la población de Valledupar (Araujo, 1973, p. 37).

En primer lugar, la enfermedad cutánea que abundó en la región de Valledupar, llamada carate o jabera, que afectaba la piel y se caracterizaba por causar una serie de manchas de color blanco o rosado, fundamentó el hecho de que la palabra vallenato se viera aún más relacionada respecto a su etimología con la palabra ballenato, con b, puesto que estas manchas son muy parecidas a las que tiene el hijo de la ballena al nacer, y debido a ello la palabra vallenato, con v, en aquel tiempo se utilizaba para referirse a las personas que sufrían de esta enfermedad y eran estigmatizados por la sociedad.

En segundo lugar, también es probable que el nombre provenga de la denominación de la capital del Cesar, que incluye la palabra valle. Sobre esto, Quiroz (1983) afirmó que Antonio Araujo Calderón, en un estudio sobre la historia de la provincia de Valledupar, brinda el sentido evolutivo que sufrió la frase original con la cual se designa geográficamente a aquella región (p. 17), que corresponde a los actuales departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena; extendiéndose desde Riohacha (exceptuando la Alta Guajira), el norte del Cesar hasta las estribaciones del Viejo Magdalena Grande.

Conviene subrayar, entonces, que es probable que el termino vallenato haya tenido su origen de la expresión Valle de Upar. Al respecto, sosuvo Quiroz (1983) que vallenato «es un neologismo que nació con los viajeros en mulas, que cuando en tierras lejanas se les preguntaba de dónde eran oriundos, en su decir campesino responderían: “Soy nato del Valle”, que es como decir soy del Valle nato» (p. 16).

3. Metodología

Esta investigación es de tipo exploratorio. Según Hernández et al. (1996), citados por Cazau (2006), el objetivo principal de este tipo de estudios es «familiarizarnos con un tópico desconocido, poco estudiado o novedoso» (p. 26). Poco o nada se ha estudiado sobre el tema de los gentilicios en Valledupar, la inexistencia de bibliografía sobre este respecto sustenta esta afirmación.

Este es un estudio con enfoque mixto que complementa el análisis de datos cualitativos y cuantitativos. Ruiz, Borboa y Rodríguez (2013) señalaron que «al utilizar el enfoque mixto, se entremezclan los enfoques cualitativo y cuantitativo en la mayoría de sus etapas, por lo que es conveniente combinarlos para obtener información que permita triangularla» (p. 11). Lo anterior brinda la posibilidad de encontrar diversos caminos para lograr una comprensión e interpretación más amplia de las actitudes lingüísticas de los hablantes.

Esta investigación emplea el método directo para el estudio de las actitudes lingüísticas. Para la recolección de los datos se diseñó una entrevista semiestructurada o semidirigida con un cuestionario mixto de preguntas abiertas y cerradas. Según Moreno Fernández (2005), en estas entrevistas «se maneja un guion previo de temas, que garantiza la tensión comunicativa y una cierta homogeneidad temática en todos los informantes» (p. 314). De acuerdo con esto, en estas entrevistas se logra mayor flexibilidad, naturalidad y fluidez entre los participantes de la conversación. La información fue recolectada por medio de la grabación de las intervenciones de los hablantes entre octubre de 2018 y marzo de 2019.

La población objeto de estudio la constituye los habitantes de la ciudad de Valledupar, Cesar. Para la selección de la muestra se tienen en cuenta los parámetros de PRESEEA2 y se propone un muestreo por cuotas, de acuerdo con las variables sociales de sexo, edad y grado de instrucción. En el apartado Cuestiones metodológicas de PRESEEA (2003), se distinguen las siguientes variantes para cada una de las variables:

  • Edad: se distinguen tres generaciones: i) de 20 a 34 años; ii) de 35 a 54 años; iii) de 55 años en adelante.

  • Sexo: se distingue entre hombres y mujeres.

  • Grado de instrucción: se distinguen los siguientes:

  • Analfabetos: sin estudios.

  • -Enseñanza Primaria: (hasta 10-11 años de edad aprox.), 5 años aproximadamente de escolarización.

  • Enseñanza Secundaria: (hasta 16-18 años de edad aprox.), 10-12 años aproximadamente de escolarización.

  • Enseñanza Superior: (universitaria, técnica superior) (hasta 21-22 años de edad aprox.), 15 años aproximadamente de escolarización.

El municipio de Valledupar cuenta con un total aproximado de 453 000 habitantes (Villa & Herrera, 2015), es decir, es una ciudad que, por sus características poblacionales, se categoriza como intermedia. Según los parámetros de PRESEEA, en los núcleos con un número de habitantes inferior a 500 000, es posible reducir a tres el número de informantes por cuota. Sin embargo, los investigadores decidieron reducirlo a dos, dada la naturaleza del fenómeno abordado y los recursos que tenían a su disposición. Esta elección se sustenta en lo que dicen Silva-Corvalán y Arias (2017) al respecto:

La respuesta a la cuestión del número de individuos, entonces, deberá depender tanto de cuestiones teóricas como prácticas, tales como la naturaleza del problema sociolingüístico que se desea resolver y los recursos que el sociolingüista tenga a su disposición para llevar a cabo la investigación (p. 46).

De hecho, en ese mismo texto los autores reseñaron una investigación adelantada por Silva-Corvalán en 1979 acerca de la variación fonológica y sintáctica en Santiago de Chile titulada An investigation of phonological and syntactic variation in spoken Chilean Spanish, en la que incluyó un número de dos hablantes por cada subgrupo (Silva-Corvalán & Arias, 2017, pp. 44-45). Este referente soporta la decisión de los investigadores para la selección de los treinta y seis (36) hablantes que integran la muestra, distribuidos de la siguiente manera:

Tabla 1 Distribución de la muestra poblacional 

Variables Generación 1 (20 - 34 años) Generación 2 (35 - 54 años) Generación 3 (55 + años)
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Grado de instrucción 1 2 2 2 2 2 2
Grado de instrucción 2 2 2 2 2 2 2
Grado de instrucción 3 2 2 2 2 2 2

4. Análisis de los datos

Cabe resaltar que, debido al enfoque de esta investigación, se presenta un estudio cualitativo y cuantitativo de la información recogida. En primer lugar, para el análisis de los datos se tuvieron en cuenta los conocimientos de los informantes acerca del origen, las creencias y las percepciones hacia el término vallenato empleado como gentilicio. De forma que, la información cuantitativa se complementa con los datos cualitativos tomados de los relatos de los informantes, de los que se presentan los más relevantes.

En segundo lugar, solo se incluye el análisis de las variables sociales que resultan más influyentes en el estudio de cada pregunta, es decir, cuando los datos cuantitativos reflejan la incidencia de una o más variables, se realiza un estudio detallado de estas. Por consiguiente, este apartado se organizó en dos categorías: la palabra vallenato: origen e historia, y la cultura vallenata.

4.1. La palabra vallenato: origen e historia

En esta categoría se analizaron las respuestas dadas a los siguientes interrogantes: ¿con qué relaciona usted la palabra vallenato y de dónde cree que proviene este término?, ¿cree usted que el término vallenato se usó primero para hacer referencia a los nacidos en Valledupar o al género musical? Y, hace varios años el término vallenato se utilizaba para demostrar desprecio o poco respeto, ¿qué piensa usted de eso?

4.1.1. Pregunta: ¿con qué relaciona usted la palabra vallenato y de dónde cree que proviene este término?

Esta es una pregunta abierta. En ella se les pidió a los informantes que expresaran las asociaciones que hacen al escuchar la palabra vallenato. La finalidad del interrogante era indagar sobre lo que los informantes saben acerca del origen e historia del término vallenato.

Gráfico 1 Resultados de las percepciones sobre el origen y asociación de la palabra vallenato entre los participantes encuestados 

El Gráfico 1 muestra que la principal asociación que hacen los hablantes al escuchar el término vallenato está relacionada con el aspecto folclórico y musical que caracteriza a la ciudad de Valledupar, incluidas las formas de manifestación, celebraciones y tradiciones, como el Festival Vallenato3 y la parranda, ambos centrados en la música vallenata. Los hablantes sustentan sus asociaciones así:

Bueno, to’o el mundo lo asocia es por la música, por el vallenato (FER0633M)4.

[…] A la primera vista, a la primera impresión, no… vallenato, la gente dice ah, la tierra donde se hace el Festival, la tierra […] del goce, […] de la parranda. […] (DIA0122M).

[…] Sabemos que la música que se genera, que se generó en Valledupar, el género vallenato, en realida’ es la combinación de unoh’instrumentoh que provienen de otrah parte’, pero sé que ese término está... claramente relacionado con la parte de la música (URQ1131M).

[…] La palabra vallenato, se la… se la suena a uno con la… con el folclor de acá, que eh con lo que uno reconoce que eh vallenato, el folclor vallenato neto de la música, del acordeón, la caja, el acordeón, de ella es que uno... y viene el término vallenato [...] (RAM1623M).

Con música, con caja, con guacharaca, con acordeón, con tradición, con... amor, con... mucho sentimiento. [...] Bueno, este término, pues, proviene... de una hihtoria, de una cultura, de una tierra donde... donde... se toca caja, guacharaca, acordeón, donde hay algo que la dihtingue como nuestro festival vallenato, nuehtrah costumbre, nuehtra historia, en fin (AND3032F).

La música… la música vallenata. Acordeón, caja y guacharaca. Río, sancocho, sabrosura, --risas-- to’ eso. [...] ¿El término vallenato? No sé, de pronto provenga de... todo está relacionado con la música, somos la... la capital mundial del vallenato, entonce’ Valledupar, vallenato (GUE3621M).

Se puede observar en los discursos de los hablantes que la palabra vallenato está ligada estrechamente con la música y todo lo que esta envuelve: los instrumentos, el festival, los sentimientos y las costumbres, como la de ir al «río» a comer «sancocho». Según los hablantes, tanto la relación del término como el origen del mismo están determinados por lo folclórico, musical, sonoro e idiosincrásico.

Por otro lado, el 14 % de los hablantes presentó una singular asociación del término vallenato con las «ballenas» o «los hijos de las ballenas». Esta relación con el «ballenato» se debe a una enfermedad cutánea que abundó entre las personas de la ciudad de Valledupar que les generaba unas manchas de color blanco y rosado, que a la vez presentaba el hijo de la ballena recién nacido (Araujo, 1973, p. 37). Sobre esta creencia, algunos hablantes expresaron:

[…] ese término y esa palabra, vallenato, eso viene es de la… el hijo de la ballena, que le dicen ballenato, no eh nada, el término vallenato no eh otra cosa, sino eh eso (VAR1322M).

Aquí le decían que era del […] de qué, ve... de la ballena. Uuu…, loh abueloh decían que... que la gente de aquí se conocía porque era pinta’. Que tenían unah pintas (ZUL2923F).

Las «pintas» a las que los hablantes se refieren se asemejan a las manchas que presentan los hijos de las ballenas al nacer. A pesar de que esta creencia existe entre las personas de Valledupar, algunos informantes no están de acuerdo porque consideran que el término siempre se ha referido a las personas nacidas y criadas en Valledupar. Ellos afirmaron que:

[…] Bueno, estee… muchos hablan de […] muchos lo han habla’o no, que eso viene por allá de la ballena, pero eso no eh […] (FER0633M).

Bueno, como ahora noh maman gallo con el cuento de que vallenato eh el hijo de la ballena, eso eh lo que se viene a la mente, pero vallenato eh un término que se le utiliza a lah personah nacidah acá, criadah acá, totalmente... cien por ciento vallenato como le digo yo […] (ROM2812M).

El devenir del término también puede asociarse con los aspectos de la historia y la geografía de Valledupar. El 17 % de los informantes concuerda con esta idea. La perspectiva varía de acuerdo con diversos aspectos que los hablantes mencionaron. Entre ellos se encuentran: el accidente geográfico sobre el que se ubica la ciudad, un valle; las raíces indígenas; la época de la conquista española y otros eventos históricos propios de la región. En palabras de los hablantes:

[…] Pueh, de valle, porque esto eh un valle. El valle del Cacique Upar, de ahí se origina el vallenato (OSO3523M).

[…] sé que la palabra vallenato debe venir como de la parte... indígena, de allá de venir, o por la, por la geografía que tiene el departamento, ¿ya?, porque ehto aquí es un valle, esto aquí es un valle, por ahí (MAE0513M).

[…] bueno, yo diría que por la… por la región donde se, esto es un valle, y resulta y pa... cuenta la historia que… que era el valle de un cacique, llamase el Cacique Upar, […] y como el nombre de Valledupar es… de la región es Valledupar, de la capital es Valledupar, pienso que por eso nos llamamoh vallenato (DIA0122M).

[…] según algunoh historiadores, esa palabra viene... eh... en la época de lah bananeras, la gente que trabajaba en esa zona, le preguntaban, este… -¿De a’onde eres tú? le preguntaban y decían... -no, yo soy de nato del valle- pero, con ese acento ca... de esta regió... -yo soy nato de valle- tonce’ de ahí... por... del valle se fue transfigurando a… a Valledupar (SUA1232M).

[…] en la historia del asentamiento de los españoles con los indios tupe, eso fue la gran batalla que hubo aquí, que decían que la virgen del Rosario, […] que es la virgen de acá, este… loh españole’, eh… eh…, por acabar con los indios tupe loh envenenaron en la laguna del Sicarare, y esa es una historia [La leyenda vallenata] que… que… que es del Cacique Upar, entonces esas palabra’ vallenato viene a raíz de esa parte, de, de la historia, de, de la conquista de acá (FER0633M).

Las percepciones de los hablantes dejan en evidencia los conocimientos que tienen acerca del término vallenato, de su devenir histórico y su origen etimológico. Estas creencias pueden relacionarse con la pregunta orientada hacia el uso inicial del término vallenato, como se detallará a continuación.

4.1.2. Pregunta: ¿cree usted que el término vallenato se usó primero para hacer referencia a los nacidos en Valledupar o al género musical?

Esta es una pregunta cerrada, con dos opciones de respuesta. En ella se les pidió a los informantes que dieran cuenta del origen del término vallenato. En esta ocasión se les cuestionó su creencia acerca de si el término nombró primero a las personas nacidas en Valledupar o al género musical.

Gráfico 2 Percepciones sobre la palabra vallenato entre los participantes encuestados 

Según el Gráfico 2, las percepciones acerca del uso inicial del término vallenato están divididas: mientras el 50 % de los informantes cree que nombró a los nacidos en Valledupar; el 42 % concuerda en que primero designó a la música de acordeón y, aunque solo se presentaron dos opciones de respuesta, el 5 % considera que el vocablo se utilizó simultáneamente para nombrar tanto al gentilicio como al género musical.

Este punto puede contrastarse con la pregunta anterior, en la que los informantes asociaban más la palabra vallenato con el género musical que con el gentilicio de la ciudad. Para los hablantes, la palabra vallenato primero nombró a la gente nacida en Valledupar y luego a la música que esas personas tocaban o interpretaban. Veamos sus comentarios al respecto:

A la gente de Valledupar, [...] despuéh fue que fue asumida al vallenato, que nació el vallenato (ZUL2923F).

[…] yo digo que debe de ser... pérate ahí, no, debe de ser a… a… a los nacidoh, porque eh que despue’ eh que revienta el vallenato. El vallenato revienta de último que nosotros que nacimo’ acá, […] (MAE0513M).

[…] pa’ mí, uno es de aquí de Valledupar, y despué’ vino la mú… la música vallenata, aunque eso existió to’a la vida, pero mah’ahora. Claro... qué, cómo se llama, ahora es como se conoce la música vallenata (GON0713F).

Otros informantes están en desacuerdo con esta percepción, creen que la palabra vallenato empleada como gentilicio fue heredada del género musical. Es decir, que inicialmente el término nombró a la música de acordeón que se escuchaba en la zona, y luego a los habitantes de la región. Ellos argumentan:

Pueh ahí... musicale’... sí, sí, mah bien musical porque la gente dice, «no, […] la tierra del vallenato». Eso se tiene, o sea por, por lo musical, porque […] de aquí sale el, […] el gremio de se’ vallenato. Porque aquí eh la capital del vallenato (FRE3211M).

Al género musical. [...] Lo que pasa eh que precisamente no recuerdo, pero eh que... en su momento, eh... había un grupo de personas que se reunían en determinadas… determinada región, pueh, a cantar ese ritmo musical o ese estilo musical y alguien se le ocurrió traerloh a la ciudad y… aglomerarlo […] (COR0832M).

Existe también un grupo minoritario (5 %), que sostiene que el término en principio nombró tanto al género musical como al gentilicio. Los hablantes sostienen que estos términos «van ligados de la mano» (FUE0212F) o que nombraron en primera instancia «un poquito de los dos» (ACU0931F).

4.1.2.1. Comportamiento de la variable social edad para la pregunta ¿cree usted que el término vallenato se usó primero para hacer referencia a los nacidos en Valledupar o al género musical?

Con respecto a la variable edad, se pueden anotar dos aspectos. En primer lugar, la creencia que el término vallenato se usó originalmente para nombrar a los nacidos en Valledupar está presente en las personas de la tercera generación, como se observa en el Gráfico 3. El 83 % de los informantes así lo cree.

Tabla 2 Resultados porcentuales de las percepciones sobre la palabra vallenato en relación con la edad de los encuestados 

¿Cree usted que el término vallenato se usó primero para hacer referencia a los nacidos en Valledupar o al género musical? Variable edad
Generación 1 (20 a 34 años) Generación 2 (35 a 54 años) Generación 3 (+55 años)
Nacidos en Valledupar 3 (25 %) 5 (42 %) 10 (83 %)
Género Musical 7 (59 %) 6 (50 %) 2 (17 %)
Ambos 1 (8 %) 1 (8 %) 0 (0 %)
NS/NR 1 (8 %) 0 (0 %) 0 (0 %)

En segundo lugar, se puede observar que quienes creen que el término se usó primero para nombrar al género musical son las personas de la generación 1 (20-34 años edad). El 59 % de los informantes de este grupo de edad concuerda en esta creencia.

Gráfico 3 Percepciones de la palabra vallenato en relación con la edad de los participantes encuestados 

Estos datos dejan en evidencia que las creencias acerca del origen del término vallenato giran en torno a lo musical y a la identificación como gentilicio, aspectos que varían de acuerdo con la generación o grupo etario de los informantes.

4.1.3. Pregunta: hace varios años el término vallenato se utilizaba para demostrar desprecio o poco respeto. ¿Qué piensa usted de eso?

Según Araujo (1973), el término vallenato se utilizaba para designar a las personas nacidas en Valledupar que pertenecían a una clase social baja, o para referir a lo rústico, campesino o provinciano. Con base en esta postura, en pregunta abierta se les pidió a los hablantes que expresaran sus opiniones acerca del uso despectivo del término vallenato para referirse a las personas de Valledupar.

Los informantes señalan que el término se usaba para diferenciar las clases sociales de Valledupar, y afirman que:

Anteriormente se usaba de pronto como una manera de diferenciarno’ entre lah clases sociales, como de ofenderno’, pienso que eso cambió… y darse cuenta, hahta la misma clase alta no se dio cuenta en qué momento cambió y hasta ello’ pasaron a ser vallenato’ (GON2222F).

Ante’ exactamente, ante’ porque el vallenato no tenía tanto como tiene ahora [ujum] nos trataban horrible, y ahora no, ahora mira cómo se ha ido por el vallenato por todo el país, que ahora es uno de loh mejore’ (NAR3411F).

Es evidente que los hablantes reconocen este uso. Sin embargo, hay quienes defienden que esa connotación despectiva ya cambió; y quienes consideran que pensar en ese uso del término es sinónimo de ignorancia, ya que actualmente tanto personas de las clases altas como de las bajas se reconocen como vallenatos. En palabras de los informantes:

Yo me siento orgullosa que me digan vallenata... […] entonce’ yo digo que ya eso no [...] si… si esas fueron circunstancias que se dieron por ignorancia porque somo’ ignorante’ de… de muchah cosas de, de qué significa esto, que ej esto, de que tú eres pobre, que tú ere’ humil… tonce’ por ignorancia, pero, noo (PAC2333F).

Pues... yo pienso así, o sea eh como una ignorancia porque arr... raza blanca, negra, como sea todoh somos igual. Porque ninguno eh mah que otro. Todoh somos iguale’ (MON3111F).

De pronto fue… fue la manera en que se originó, pero en la actualidad pienso que no se ve de esa manera (BAR2421F).

Yo digo que primero lo descriminaban a uno por uno se’ de aquí, de Valledupar, le decían corroncho a uno. Ahora eh que se ha da’o a conoce’ mah el vallenato y ahora sí quieren a uno presente (ROM2812M).

Aunque una parte de los informantes no supo responder a este interrogante, otros argumentaron que desconocían esta parte de la historia del término y manifestaron desacuerdo con el uso despectivo de la palabra. Respecto a esto, los hablantes reconocieron que ser vallenato no es una ofensa, y que el término no hace referencia a la estratificación de las clases sociales, además que no debería emplearse como forma de discriminación:

No sabía eso de que... [...] Para mí no eh una ofensa. Al contrario (GAL2632F).

Hasta ahora me entero de eso. Esa información no la manejaba. Pero, bueno, yo pienso que... que hoy por hoy no tiene porque, independientemente de la clase social o, o… el tipo de laboreh que se dedique la persona, no hay porque... porque haber esa discriminación. No estoy de acuerdo con eso (COR0832M).

Puede que sea cierto, pero... seguramente poco... lo asociarán lah persona actualmente o conocerán ese origen como tal. Lah personas, estoy seguro que lo primero que escuchan con la palabra vallenato es la música o el gentilicio (URQ1131M).

Se puede observar que las opiniones de los hablantes acerca del uso despectivo del término vallenato varían. A pesar de desconocer este uso, asumen que quizá fue la forma inicial en que se empleó el término, pero en la actualidad presenta otras denotaciones y connotaciones, lo que los lleva a demostrar un desacuerdo con este uso. Otros informantes demostraron estar conformes con el uso del término en cuestión.

4.2. La cultura vallenata

En esta categoría se analizaron las respuestas de los siguientes interrogantes: ¿cree usted que existe una cultura vallenata? ¿Cómo se caracteriza?; en la canción interpretada por Carlos Vives y Diomedes Díaz, titulada Compae Chipuco, dos versos dicen, soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá, ¿a qué cree usted que se refieren esos versos?

4.2.1. Pregunta: ¿cree usted que existe una cultura vallenata? ¿Cómo se caracteriza?

Esta es una pregunta abierta. Con ella se buscó que los informantes reconocieran la existencia de la cultura vallenata. Para ello, se les solicitó que expresaran cuáles eran las características que hacían de esta una cultura diferente a las demás de la región Caribe y de Colombia. Hablar de cultura es referirse al «conjunto de valores, costumbres, creencias y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo social específico» (Eagleton, 2001). Al indagar con los hablantes sobre la existencia de una llamada «cultura vallenata», estos reconocieron su existencia y le atribuyeron ciertas características relacionadas con las costumbres, creencias, formas de ser, gastronomía, fauna y flora, entre otros aspectos.

Los informantes caracterizan la cultura vallenata con particularidades diversas, entre ellas la música como símbolo fundamental de esta cultura: «la música vallenata, el Festival Vallenato, este […] eso es lo que más representa la cultura vallenata» (BEJ0331M). También reconocen cuáles son los orígenes de la música vallenata: «nosotroh somoh rico en la música, principalmente en la música, en lah historiah, en la poesía, en los cantos de vaquería, nosotroh tenemoh una riqueza que eso se ha ido perdiendo porque la música vallenata loh-a’rropa’o» (FER0633M) y los aires que la caracterizan: «claro, para mí la cultura vallenata es eso, la música vallenata, que tiene cuatro aires musicaleh y que… aquí, eh… a nivel nacional y mundial ahorita se escucha por todah parteh […]» (BAU0832F).

La música vallenata dentro de la cultura es reconocida como elemento identitario y los informantes demuestran sentido de pertenencia hacia ella: «nos identifica aquí como cultura, loh monumentos... loh compositores, esoh hacen parte ‘e la cultura, nuestroh instrumentos musicales que son los que nos identifican como vallenatoh, eeh… la música vallenata […]» (GAL2632F).

Estas afirmaciones de los hablantes pueden sustentarse en lo que Vargas (2018) refiere sobre la música vallenata. Para este autor, el vallenato es una recopilación de «recuerdos transmitidos y contados oralmente» que constituyen «la configuración de una sociedad en la que cada uno de sus individuos se reconoce total o parcialmente». Así mismo, esta música representa las «expresiones de la identidad, las costumbres y la continuidad generacional de la cultura» donde se manifiesta este fenómeno de expresión social (p. 8).

De igual manera, atribuyen a esta cultura aspectos característicos de la idiosincrasia de los habitantes de la ciudad. Describen a los miembros de la sociedad de Valledupar como personas alegres, con muchos valores y virtudes, tal como se sustenta en los siguientes discursos:

La persona de Valledupar eh como muy amable, eh..., acoge mucho a… al, antes se veía eso, las personah vieja acogían mucho, […] el ser buena gente […] (DIA0122M).

Son personah que... son muy conservadorah en relación a otra parte de la costa, […] (URQ1131M).

Bueno, para mí, primeramente, el ser amable, servicial, eso noh destaca a muchah personah, el ser servicial, el ser… eh… alojar a lah personah, al extranjero […] (MON2523F).

La gente es muy folocloróloga, muy… muy folclórica, muy relajada, aquí la gente no… el diario vivir aquí eh, vivimoh para susistir y no estresarnoh como lah otras ciudades (GAL2632F).

Los hablantes también caracterizan la cultura vallenata a partir de las creencias religiosas y costumbres de una familia tradicional de Valledupar, tal como lo demuestran los siguientes discursos:

Bueno, lo religioso también, tenemo’ una, la cuestión de la Semana Santa de que viene el lune’ santo que eh un tema cultural bastante con lo de Santo Ecce Homo, festajamoh un Corpuh Cristi muy bueno (DIA0122M).

Un cuadro que no puede faltar en donde esté el acordeón, la caja, y la guacharaca, eso son cosah que a nosotroh noh identifica (ROM2812M).

Dentro de los factores principales que integran la cultura vallenata, los informantes reconocen la variedad lingüística característica de la ciudad, que hace parte del superdialecto costeño,5 y que ellos definen como «el habla’o costeño» (BEJ0331M); así como las características sonoras y auditivas de esta variedad. De este modo lo expresa un hablante: «[…] a uno lo identificaban cuado uno hablaba y uno decía “veee y tú qué, veee” “vee, y eso quééé”, […]» (FER0633M). Al momento de referirse al dialecto, se evidencia el prestigio que atribuyen los informantes a la variedad lingüística propia frente a las formas de habla de otras zonas de la región Caribe:

[…] Y fíjaate que tenemoh un habla’o muy diferente a todoh loh de la costa… a pesar de que somoh costeño, no hablamoh tan costeño (BAU0832F).

[…] No tenemoh el acento tan pegado como en otrah regioneh [...] (URQ1131M).

Estas características sobre la cultura vallenata señaladas por los hablantes fortalecen la idiosincrasia de las personas nativas de Valledupar, lo que para ellos es importante debido a todas las connotaciones positivas con las que asocian el hecho de pertenecer a esta cultura.

4.2.2. Pregunta: en la canción interpretada por Carlos Vives y Diomedes Díaz, titulada Compae Chipuco, dos versos dicen soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá. ¿A qué cree usted que se refieren esos versos?

Esta es una pregunta abierta y está orientada a indagar por las creencias, percepciones y opiniones que tienen los hablantes sobre los versos soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá, de la canción titulada Compae Chipuco.6

Gráfico 4 Percepciones sobre los versos Soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá entre los participantes encuestados 

En el Gráfico 4 se observa que el 47 % de los informantes afirma que estos versos connotan que los nativos de Valledupar se caracterizaban por tener manchas o pintas en el cuerpo, y que el vallenato vallenato7 era pinta’o. Según ellos, los vallenatos originales eran aquellos que estaban pinta’os, así eran identificados en otras zonas de la región Caribe. En palabras de los hablantes:

[…] el vallenato (la palabra) se usaba con la persona que era pinta’o, que tenía carate, ese era el vallenato vallenato, [...] el propio vallenato (DIA0122M).

Bueno, yo hago referencia a que le está diciendo que es vallenato, eso [...] bien pintá, porque usted salía de aquí de Valledupar para Santa Marta, pa Barranquilla y apena le veían las pinta -oye, tú erej ej vallenato. - ¿por qué? -porque ta (estas) pinta’o. Ahí rectificaban, eso sí era un sello, una marca, que uno llevaba (MAE0513M).

Porque ese, ese era, eso, ese era lo que nos nombraban a nosotro’ ante... vallenato pata pinta’, vallenato, ¿ya? O bien sea, que a nosotro’... los vallenato’ los de aquí de Valledupar nos decían pata pintá […] (ROD1913M).

Las referencias de los informantes apuntan a creencias sociales y tradicionales que se presentaban en la ciudad de Valledupar. Estas creencias guardan relación con lo referenciado en el análisis de la pregunta 1 de la categoría sobre el origen e historia de la palabra vallenato, respecto a las pintas o manchas que presentaban los habitantes de Valledupar a causa de una enfermedad cutánea. Para los informantes, nunca fue motivo de desprecio tener manchas en la piel, asumen que quienes tenían esta característica eran reconocidos como los vallenatos originales, personas nacidas y criadas en la ciudad de Valledupar.

En el Gráfico 4 se evidencia que el 22 % de los hablantes sustenta que estos versos se refieren a que en Valledupar las personas siempre andaban a pata pelá, o a pie’ descalzo por costumbre, lo que demostraba que eran vallenatos de verdá. Los hablantes afirman:

[…] yo me imagino que... se refiere al pata’ pelá’, que se refiere al pata en el suelo, este... esa tradición don... cuando nosotroh éramoh niñoh jugando, este... voliból, fútbol, lo que fuera... eh..., la cabuya (AND3032F).

En esa... en esa época Valledupar era una ciuda’ que no tenía pavimento, ‘tonce lah personah se colocaban chancleta o andaban a pie pela’o por la calle, porque esto todavía era un pueblo, andaban a pie pela’o (GUE3621M).

Soy vallenata de verdá, será porque uno andaba a pie’ descalzo y uno sabe si se le rajan los pieh (NAR3411F).

Por otra parte, el 17 % de los informantes sostiene que estos versos demuestran la identidad y el arraigo de los habitantes de Valledupar por su tierra, por el lugar que los vio nacer.

Soy vallenato eh..., soy vallenato que amo al Valle, soy vallenato que... que me siento orgulloso de […] de mi Valle, que lo amo, que lo cuido, que me gusta mucho mi tierra, que no me... que nunca me quejaría de ella [...] (AND3032F).

Bueno, siento que es como una eh, eh, como reforzar de lo que estoy diciendo, ‘sea, que me siento como propio y empoderado de mi ciudad, orgulloso, exactamente, de la ciudad y de lo que soy, ¿no? (ACU0931F).

¡Erdaa! ahí e’ta defendiendo y le está diciendo que él viene y que está ahí, que él es nativo, que ej vallenato, que él no va cambia’ eso y así él vaya a donde él quiera ir siempre va a saber y a tene’ su identidad, de donde viene y quien lo vio crecer (VAR1322M).

Aunque esta pregunta está enmarcada en el componente cognitivo, se evidencian sentimientos y emociones en los discursos de los informantes. Ocurre aquí un encuentro entre el componente emotivo y cognitivo de la actitud. Es necesario señalar que, aunque los componentes de la actitud integran aspectos de diversa naturaleza; son interdependientes, se encuentran, se contradicen y coinciden en algunos aspectos. Para los hablantes, el apego por su tierra engloba todo lo que significa ser «vallenatos de verdá».

Baker (1992); Janés (2006) y otros, citados por Montoya (2013), sostienen que en los estudios sobre las actitudes lingüísticas se ha podido demostrar que las actitudes de un hablante «son dinámicas y pueden estar determinadas por factores de tipo social, individual, cultural y político que se interrelacionan» (p. 16). Al considerar el dinamismo de las actitudes lingüísticas, es posible plantear una interacción entre los componentes, es decir, las creencias y percepciones pueden estar relacionadas directamente con los factores emotivos y comportamentales de los hablantes.

4.2.2.1. Comportamiento de las variables sociales edad, sexo y grado de instrucción para la pregunta sobre los versos soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá, de la canción titulada Compae Chipuco

Las variables sociales sexo, grado de instrucción y edad inciden en el análisis de los datos de esta pregunta. Las respuestas a este interrogante se clasificaron en tres aspectos: «el vallenato-vallenato era pinta’o», «la identidad y el arraigo de los hablantes»; y «patah pela’ y otros».

4.3. Variable sexo

Con relación a la variable sexo, se puede observar en la Tabla 3 que entre los hablantes que asociaron los versos de la canción con el aspecto «el vallenato-vallenato era pinta’o», el 61 % (ver Gráfico 5 y Tabla 3) fueron hombres, por lo que su incidencia en esta creencia es superior a la de las mujeres, con un 34 %.

Tabla 3 Resultados porcentuales de las percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá en relación con el sexo de los encuestados 

En la canción interpretada por Carlos Vives y Diomedes Díaz, titulada Compae Chipuco, dos versos dicen: soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá. ¿A qué cree usted que se refieren esos versos? Variable sexo
Hombres Mujeres
«El vallenato-vallenato era pinta’o» 11 (61 %) 6 (34 %)
«La identidad y el arraigo de los vallenatos» 2 (11 %) 4 (22 %)
«Patah pela’ y otros» 2 (11 %) 6 (33 %)
NS/NR 3 (17 %) 2 (11 %)

Gráfico 5 Percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá en relación con el sexo de los encuestados 

De acuerdo con los datos presentados en la Tabla 3 y en el Gráfico 5, los hombres parecen tener más arraigo hacia el término vallenato, considerando que relacionan los versos soy vallenato de verdá tengo las patas bien pintá con el vallenato propio o nato de la ciudad. Un hablante señala que la palabra vallenato se usaba para referir a la persona que era «pinta’, que tenía carate’, ese era el vallenato-vallenato, [...] el propio vallenato» (DIA0122M).

4.4. Variable grado de instrucción

En este apartado, se puede resaltar que cada uno de los aspectos mencionados arriba incide significativamente en un grado de instrucción. En el aspecto referido a «el vallenato-vallenato era pinta’o», el 67 % de los informantes del grado de instrucción 1 relacionó los versos con ser o pertenecer a Valledupar. Con relación al aspecto «la identidad y el arraigo de los vallenatos», el 41 % de los profesionales entrevistados apuntó a que los versos se asociaban con la identidad folclórica y el hecho de sentirse propio de la ciudad. Finalmente, el 25 % de los informantes que se agrupa en el segundo grado de instrucción, se inclinó por la creencia que las personas de la ciudad andaban a pies descalzos.

Tabla 4 Resultados porcentuales de las percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá en relación con el grado de instrucción de los encuestados 

En la canción interpretada por Carlos Vives y Diomedes Díaz, titulada Compae Chipuco, dos versos dicen: soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá. ¿A qué cree usted que se refieren esos versos? Variable grado de instrucción
Grado de instrucción 1 Grado de instrucción 2 Grado de instrucción 3
«El vallenato-vallenato era pinta’o» 8 (67 %) 6 (50 %) 3 (25 %)
«La identidad y el arraigo de los vallenatos» 2 (17 %) 1 (8 %) 5 (41 %)
«Patah pela’ y otros» 1 (8 %) 3 (25 %) 2 (17 %)
NS/NR 1 (9 %) 2 (17 %) 2 (17 %)

Gráfico 6 Percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá, en relación con el grado de instrucción de los encuestados 

Cabe resaltar que el 67 % de las personas analfabetas o con estudios en básica primaria relacionan los versos con ser una persona natural de la ciudad de Valledupar. Lo anterior está enmarcado en el aspecto el vallenato-vallenato era pinta’o, por tanto, se puede afirmar que la variable nivel de instrucción influye en la configuración de la actitud lingüística de los hablantes con respecto al término vallenato (ver Gráfico 6).

4.5. Variable edad

Por último, la incidencia de la variable edad resulta significativa porque engloba el mayor porcentaje de hablantes en la primera categoría. En la Tabla 5 y en el Gráfico 6 se observan los datos que sustenta el evento sobre esta variable social.

Tabla 5 Resultados porcentuales de las percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá/tengo las patas bien pintá en relación con la edad de los encuestados 

En la canción interpretada por Carlos Vives y Diomedes Díaz, titulada Compae Chipuco, dos versos dicen: soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá. ¿A qué cree usted que se refieren esos versos? Variable edad
Generación 1 (20 a 34 años) Generación 2 (35 a 55 años) Generación 3 (+ 55 años)
«El vallenato-vallenato era pinta’o» 4 (33 %) 3 (25 %) 10 (83 %)
«La identidad y el arraigo de los vallenatos» 1 (8 %) 3 (25 %) 2 (17 %)
«Patah pela’ y otros» 5 (42 %) 3 (25 %) 0 (0 %)
NS/NR 2 (17 %) 3 (25 %) 0 (0 %)

Gráfico 7 Percepciones sobre los versos soy vallenato de verdá / tengo las patas bien pintá en relación con la edad de los encuestados 

Lo anterior se debe a que el 83 % de los informantes mayores de 55 años señaló que los versos soy vallenato de verdá,/tengo las patas bien pintá, hacen parte de un criterio de identidad con respecto al término vallenato, y que las patas bien pintá’ constituyen un sello que los identificaba como personas naturales de Valledupar, tal como se evidencia en el comentario de un informante: « -[…] oye, tú erej ej vallenato -¿por qué? -porque tah’ pinta’o. Ahí rectificaban, eso sí era un sello, una marca, que uno llevaba» (MAE0513M).

5. Conclusiones

Después de analizar los datos, se pueden extraer las siguientes conclusiones: primero, los hablantes creen que el término vallenato está estrechamente relacionado con el aspecto folclórico y musical que caracteriza la ciudad de Valledupar, incluidas las celebraciones y tradiciones, como el Festival Vallenato y la parranda. Además, explican el origen del término a través de historias y relatos de tradición oral que se han transmitido de generación en generación. Segundo, los hablantes asocian la caracterización del vallenato vallenato al rasgo de las pintas en la piel, que identificaba a los primeros nativos que habitaron el territorio que hoy corresponde a la ciudad de Valledupar.

En términos generales se puede decir que los nativos de Valledupar tienen una actitud positiva hacia el término vallenato, debido a su valor cultural y al reconocimiento regional, nacional e internacional que ha adquirido gracias al folclor, a la música vallenata y a las connotaciones que tiene esta palabra. Esta actitud positiva lleva a los informantes a identificarse con el término y a emplearlo como gentilicio.

Respecto a las variables sociales, se puede concluir que las creencias y percepciones de los hablantes dependen, principalmente, de su grado o nivel de instrucción y del grupo etario al que pertenecen. Además, se detalla la incidencia del sexo de los encuestados sobre una creencia particular. Por un lado, son las personas de la Generación 3 con el Grado de Instrucción 1 quienes creen que la persona originaria de Valledupar, el «vallenato vallenato», era pintado. Los hombres son quienes más asumen como verdadera esta creencia. Por otro lado, los informantes de la Generación 3 afirman que el término vallenato se utilizó en primera instancia para nombrar a las personas nacidas en Valledupar, creencia que difiere con la de los informantes de la Generación 1, para quienes vallenato se refirió en principio al género musical.

En resumen, las creencias y percepciones que tienen los usuarios sobre la variante en cuestión pueden ser asumidas como un fenómeno de identidad cultural, lo que ha permitido que el uso del término se mantenga a pesar de sus connotaciones despectivas originales. Este estudio sirve para que los habitantes de Valledupar reafirmen su identidad y su vinculación con lo que algunos denominan «cultura vallenata». Hay que señalar que las actitudes positivas se reflejan en el uso permanente que hacen los hablantes del término vallenato en las actividades cotidianas, lo que demuestra la influencia de las actitudes en los comportamientos lingüísticos de esta comunidad de habla.

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1. Este artículo hace parte del proyecto titulado El gentilicio de Valledupar: Actitudes lingüísticas hacia los términos vallenato y valduparense, desarrollado para optar al título de Licenciados en Lengua Castellana e Inglés de la Universidad Popular del Cesar.

2. Es pertinente aclarar que este proyecto no está oficialmente vinculado a PRESEEA, sino que solo acoge su propuesta metodológica en términos de criterios para selección de la muestra.

3. El Festival Vallenato, llamado oficialmente Festival de la Leyenda Vallenata, es una festividad folclórica de reconocimiento nacional e internacional celebrada en la ciudad de Valledupar, (Cesar) que conmemora las tradiciones de la música de acordeón que lleva el mismo nombre.

4. La información entre paréntesis corresponde a la codificación que permitió identificar a los informantes. El código se estructura de la siguiente manera: FER: iniciales del primer apellido, Fernández; 06: número de la entrevista; 3: grado de instrucción, enseñanza superior; 3: edad/generación, 55 años en adelante; M: sexo, masculino.

5. Montes (2012) clasificó los dialectos del español de Colombia en dos superdialectos: el costeño y el central o andino. A su vez, el superdialecto costeño está dividido en dos dialectos: el costeño caribe y el costeño pacífico. Respecto al dialecto costeño caribe o el habla del Caribe colombiano, el autor distingue entre los subdialectos el cartagenero, el samario, el guajiro y el costeño interior. Para este autor, los siguientes son rasgos característicos que presenta el dialecto costeño caribe de Colombia: aspiración o pérdida de /-s/ implosiva [las vaca, tres año, doh hombre, etc.], neutralización o pérdida de la vibrante /-r/ en final de palabra [mujé, hacé, etc.] y la líquida /-l/ implosiva [attar, en vez de altar, etc.], la pluralización del impersonal hacer [hacen años… días, meses, etc.], entre otros rasgos. A partir de esta clasificación, Trillos (2012) planteó como características del habla vallenata el escaso debilitamiento de la /-s/, el voseo y el mantenimiento de la vibrante /-r/ y la líquida /-l/ en posición implosiva, por ejemplo: voseo + [tarde] y [altar].

6. La canción Compae Chipuco, de autoría de José María “El Chema” Gómez, es interpretada en su versión moderna por Diomedes Díaz y Carlos Vives, y representa para los habitantes de la ciudad de Valledupar un símbolo de identidad y arraigo por la cultura vallenata.

7. La expresión vallenato vallenato es utilizada por los informantes para referirse a las personas originarias o propias de Valledupar.

Recibido: 15 de Enero de 2020; Aprobado: 08 de Mayo de 2020

*Autora para correspondencia: Rosa Elvira Estrada Flórez. Correo electrónico: reestrada@unicesar.edu.co

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