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Lingüística y Literatura

versión impresa ISSN 0120-5587versión On-line ISSN 2422-3174

Linguist.lit.  no.83 Medellìn ene./jun. 2023  Epub 09-Jun-2023

https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n83a03 

Dossier

Marcas prosódicas de la intensificación con adverbios de grado en el español de la Ciudad de México1 *

Prosodic Marks of the Intensification with Degree Adverbs in Mexico City’s Spanish

Dominic Lilian Bermúdez Castillo1  * 

1Universidad Nacional Autónoma de México (México), email: lilian.castillo25@gmail.com


Resumen

En la presente investigación se analizan las marcas de intensificación prosódica en construcciones con el adverbio de grado muy en hablantes de la Ciudad de México. Se aplicó una prueba para la obtención de datos con diferentes grados de control: mediante una entrevista semidirigida y una prueba de lectura. El objetivo principal de este trabajo es identificar los recursos prosódicos utilizados para intensificar partes específicas del discurso, en este caso un adverbio de grado, con el fin de describir y analizar una posible relación entre los compuestos semántico-sintáctico y prosódicos.

Palabras clave: prosodia; entonación; semántica; gradación; adverbios

Abstract

On the present investigation are analyzed the prosodic marks of intensification on constructions with the degree adverb muy on Mexico City speakers. A test was applied to obtain data with different degress of control by means of a semi-directed interview and a reading. The principal objective of this paper is to identify the prosodic resources used to intensify specific parts of the speech, in this case a degree adverb, aiming to describe and analyze a possible relationship between the semantic-syntactic and prosodic parts of language.

Keywords: prosody; intonation; semantics; gradation; adverbs

1. Introducción

La presente investigación surge de la curiosidad de entender cómo la entonación puede afectar la semántica de ciertos enunciados, especialmente aquellos que constan de la partícula escalable o adverbio de grado muy. La motivación principal fue la observación de ejemplos como los mostrados en (1) en el habla cotidiana. Ambos ejemplos constan de las mismas unidades léxicas y su única diferencia es el alargamiento en la sílaba de la partícula escalar, muy (1b), lo que provoca que este ejemplo sea comúnmente entendido como intensificado o exagerado.

(1)

  1. La ciudad es muy bonita porque está cerca del mar.

  2. La ciudad es muuuuy bonita porque está cerca del mar.

Por lo tanto, en el presente trabajo se plantea una investigación de interfaz entre sintaxis, semántica y prosodia en la que se analizan las marcas de intensificación presentes en construcciones con el adverbio de grado muy en hablantes de la Ciudad de México. Esto mediante el análisis y la descripción de una serie de enunciados obtenidos por medio de una prueba de elicitación de datos con dos diferentes grados de control: una entrevista semidirigida y una prueba de lectura, las cuales fueron aplicadas a hablantes jóvenes -entre los 23 y32 años- pertenecientes y habitantes de la Ciudad de México.

Una de las principales hipótesis en torno a esta investigación es la siguiente: para la expresión de enunciados con adverbios de grado, los hablantes suelen utilizar diversos recursos prosódicos, como el alargamiento silábico, las pausas, el uso de acentos bitonales, etc. Estos elementos intensifican el sintagma adverbial encabezados por adverbios de grado. El uso de estos recursos prosódicos es constante y medible, además de mantener una relación estrecha con su complemento sintáctico-semántico. Por medio de esta investigación se busca presentar un primer acercamiento para el posterior estudio de otras clases léxicas que también son enfatizadas en el discurso por medio de distintos recursos prosódicos, debido a que la intensificación prosódica no es exclusiva de los adverbios de grado.

La estructura del artículo es la siguiente: en la primera parte del capítulo 2 se hace una revisión de conceptos como prosodia y entonación, con énfasis en la jerarquía prosódica, el modelo métrico autosegmental, el Sp_ToBI en su versión 2008 y los códigos biológicos. En la segunda parte del mismo capítulo se expone brevemente el concepto de gradación desde la semántica, la sintaxis y la prosodia. En el capítulo 3 se describe la metodología que se siguió para la elicitación y análisis de datos. En el capítulo 4 se muestra la descripción y análisis de datos del adverbio muy. Finalmente, en el capítulo 5 se exponen las conclusiones generales y se plantean distintas líneas de investigación para el futuro.

2. Antecedentes

2.1. Una revisión general de la prosodia

Es posible definir la prosodia como la disciplina lingüística que se encarga del estudio de los elementos suprasegmentales de la lengua. Es decir, el estudio de los rasgos contrastivos del discurso hablado, tales como el tono, el ritmo, la duración o la entonación (Fox, 2000; Real Academia Española & Asociación de Academias de la Lengua, 2009; Velázquez Patiño, 2008). Mientras que los elementos segmentales son aquellas unidades lingüísticas que, según Quilis (1993), gozan de rasgos distintivos como lo son la acústica o la articulación, es decir, los fonemas.

2.1.1. Jerarquía prosódica

Antes de continuar con la descripción de los suprasegmentos, es importante mencionar la estructura prosódica con la que se organiza el discurso hablado. Para esto, Nespor y Vogel (1986), a partir de la fonología prosódica, proponen siete unidades que conforman la jerarquía prosódica. Cada uno de estos constituyentes proporcionan diferente tipo de información fonológica al discurso (Nespor & Vogel, 1986). Las siete unidades de la jerarquía prosódica, de menor a mayor, son: la sílaba ((), el pie ((), la palabra fonológica ((), el grupo clítico (C), la frase fonológica (ϕ), la frase de entonación (E) y el enunciado fonológico (EF).

Estas unidades se ordenan de manera n-aria, siguiendo el sistema arbóreo y las reglas de proyección de la teoría X’ planteada inicialmente para la morfosintaxis por la teoría generativa (Chomsky & Halle, 1968).2 Posteriormente, gracias a los trabajos de Selkirk (1986) se usó esta metodología para el análisis de las estructuras prosódicas.

En la Figura (1) se muestra el ejemplo de un enunciado en el que se representa la jerarquía prosódica a partir de un modelo arbóreo con las unidades prosódicas antes mencionadas:

Diseño propio basado en Gussenhoven (2002).

Figura 1 Ejemplo de jerarquía prosódica. El mar está muy tranquilo

El enunciado fonológico El mar está muy tranquilo consta de 8 sílabas, las cuales forman un total de cuatro pies: [El mar] [está] [muy] [tranquilo]. Los mismos elementos que forman los pies, al estar agrupados según sus acentos prosódicos, son también las palabras fonológicas y las frases fonológicas. Finalmente, se observan dos frases de entonación, las cuales agrupan dos frases fonológicas, respectivamente. Estas separan el sujeto y el verbo del resto de componentes del enunciado. La estructura arbórea de los enunciados permite una mejor organización y análisis de los componentes prosódicos presentes en la lengua hablada.3

2.1.2. Entonación

Algunas de las unidades suprasegmentales más estudiadas dentro de la prosodia son el acento, la duración y la entonación.4 A continuación, se hará una revisión sobre la entonación.

A grandes rasgos, la entonación puede entenderse como la consideración colectiva de la melodía y el acento al momento de emitir el discurso (Hidalgo Navarro, 2006, p. 15) o como «la función lingüísticamente significativa, socialmente representativa e individualmente expresiva de la frecuencia fundamental en el nivel de la oración» (Quilis, 1993, p. 410).

La entonación ha sido típicamente clasificada por su función en el sistema de la lengua (Hidalgo Navarro, 2006; Navarro Tomás, 1918; Prieto, 2003). Esta puede cumplir una función meramente gramatical o expresiva, ya sea para comunicar las intenciones de los hablantes, para hacer saber el estado de ánimo del hablante a su interlocutor, etc. Sobre esta diversidad de usos, Navarro Tomás (1918) menciona que «las inflexiones melódicas de la palabra sirven juntamente a la declaración del pensamiento, a la expresión de los movimientos del ánimo y a la manifestación de hábitos y maneras de decir el carácter local» (p. 8).

La entonación es también una función lingüística en la que intervienen tres niveles de análisis: el eje físico -la medición de la F0 a lo largo de la emisión del enunciado-, el eje fonológico -las unidades melódicas significativas de una lengua- y el eje semántico -los efectos significativos que producen estas variaciones melódicas- (Prieto, 2003; Martínez Celdrán & Fernández Planas, 2007).

En cuanto al continuo entonativo, este resulta de la suma del movimiento de la F0, el acento, la duración y las junturas. El análisis acústico de este continuo requiere de un modelo lingüístico, con el fin de observar sus repercusiones semánticas o pragmáticas. Uno de estos modelos es el métrico autosegmental -por sus siglas en inglés, modelo am a partir de ahora-.

El modelo am, inicialmente planteado para el inglés por Janet Pierrehumbert (1980), parte de la premisa de que el contorno entonativo de los enunciados, el continuo entonativo, es el resultado de la suma de distintos eventos fonológicos asociados a determinadas sílabas. Estos eventos son los acentos tonales, asociados con una sílaba acentuada, y los tonos de juntura o frontera, alineados con el límite de una frase, ya sea entonativa o intermedia. (Hualde 2003, p. 157). El modelo am es un marco teórico que sirve como punto de partida para el sistema de notación prosódica Sp_ToBI y sus adaptaciones para distintas lenguas, entre ellos la versión Sp_ToBI.

El sistema Sp_ToBI es una estandarización de la transcripción entonativa en el que se destacan los tonos (tones) y los índices de disyunción (break-indices). Este sistema de notación prosódica fue inicialmente planteado para la lengua inglesa por Mary Beckman y Julia Hirschberg en 1994. La primera propuesta del Sp_ToBI fue planteada por Beckman, Díaz-Campos, Tevis McGory y Morgan (2002); sin embargo, con base en la observación de diferentes investigaciones, se propuso una serie de adaptaciones a la primera versión en 2008.

Las dos unidades fonológicas fundamentales del sistema Sp_ToBI5 son: los acentos tonales y los tonos de juntura -los cuales se refieren a los límites de una frase, ya sea fonológica o intermedia-, usando la nomenclatura del modelo am: tonos altos con la letra H (high) y tonos bajos con la letra L (low). Las principales innovaciones fueron la presencia del acento tonal L*, acentos desplazados (L + > H*), así como la existencia de tonos de frontera bitonales y tritonales (Estebas Vilaplana & Prieto, 2008). Este sistema tiene como base cuatro niveles de análisis: i) nivel ortográfico; ii) nivel tonal; iii) nivel de separación prosódica y; iv) nivel misceláneo.

2.1.3. Códigos biológicos

Es importante recordar que el discurso hablado y, por lo tanto, las características entonativas que este conlleva están ligados a aspectos fisiológicos y físicos. Por ejemplo, el rango tonal de un hablante depende del tamaño de su laringe; la duración de una frase, de la respiración y de la presión del aire. Asimismo, la energía con la que se producen los enunciados puede generar alteraciones en ciertos aspectos, como la claridad con la que son recibidos por el oyente. Estos factores físicos son utilizados con fines lingüísticos según la lengua en la que se presenten. Al respecto, Gussenhoven (2002) reconoce y describe tres códigos biológicos: el código de frecuencia, el código de esfuerzo y el código de producción.

A grandes rasgos, el código de frecuencia es un código de tamaño, ya que su medición está relacionada con el tamaño de la laringe de los hablantes: una laringe más amplia genera tonos bajos, mientras que una laringe más estrecha produce tonos altos. Por otro lado, el código de producción está ligado a la cantidad de energía que los hablantes usan al momento de producir el discurso, debido a que esta energía repercute en la claridad con la que las palabras son producidas. Y, por último, el código de producción se relaciona con los procesos de respiración y, por lo tanto, con el fraseo de los enunciados.

2.2. La gradación desde tres ámbitos de estudio: semántico, sintáctico y prosódico

La gradación o intensificación es cualquier mecanismo lingüístico capaz de expresar exageración o depreciación de una cualidad dentro de una escala. Bolinger (1972) define la intensificación como «cualquier mecanismo que escala una cualidad ya sea en un punto mayor, menor o en algún lugar intermedio» (p. 17).

Desde el punto de vista semántico, la cuantificación de grado se describe como «cualquier medio gramatical que exprese cantidad, número o intensidad de una determinada realidad o cualidad de manera relativa respecto a una escala» (Sánchez López, 1999, p. 1090). Una escala, según Sánchez López (1999) «supone un conjunto ordenado de elementos que tienen alguna propiedad en común» (p. 1090), en donde la propiedad en común suele ser la cualidad modificada.

En cuanto al nivel sintáctico, una de las categorías léxicas encargadas de modificar cualidades y de ubicarlas en un lugar específico dentro de una escala son los cuantificadores de grado o partículas escalares. En el español, una de las principales categorías léxicas que cumplen la función de cuantificador de grado o intensificador son los adverbios de grado. Kovacci (1999) describe los adverbios cuantitativos o de grado y anota brevemente sobre su comportamiento sintáctico lo siguiente: «Los adverbios cuantitativos preceden al adverbio o al adjetivo y tienen restricciones de coocurrencia. Por ejemplo, (muy/mucho), bien, tan(to), algo, bastante, demasiado no admiten ser modificados por el intensificador muy» (p. 779). En cuanto a sus posibilidades combinatorias, estos adverbios suelen estar en adyacencia a un adjetivo, principalmente calificativo, de un adverbio de modo, o expresiones lexicalizadas con función adjetival o adverbial.

Mientras tanto, la intensificación entendida desde un punto de vista prosódico es un fenómeno comunicativo, el cual implica un mayor compromiso de los interlocutores en el discurso con el fin de ponderar o evaluar cierta información que consideran importante (Albeda Marco, 2005). Considerar la intensificación como una estrategia comunicativa implica que el hablante quiere que su discurso sea más creíble, relevante o tiene como objetivo garantizar la aceptación de su información por parte del interlocutor, lo cual implica una evaluación o ponderación del discurso. En cuanto a los recursos prosódicos que se utilizan para la intensificación prosódica, Albeda Marco (2005) los divide entre recursos segmentales y suprasegmentales. Dentro de los segmentales la autora menciona los alargamientos fonéticos -consonánticos y vocálicos- y fenómenos de relajación articulatoria. En cuanto a los recursos suprasegmentales, ella también menciona la pronunciación silabeada, las onomatopeyas, la entonación expresiva, la intensidad en la amplitud local.

3. Metodología

3.1. Consideraciones semánticas

Inicialmente, se habían considerado cuatro adverbios de grado para la presente investigación: muy, bien, súper y tan. Se escogieron estas cuatro piezas léxicas por sus similitudes y diferencias sintáctico-semánticas. Por ejemplo, en varias gramáticas (Kovacci 1999; Sánchez López, 1999; Real Academia Española, 2009) se consideran a los adverbios de grado muy y bien6 como sintáctica y semánticamente similares, ya que ambos son adverbios de grado que ubican a la cualidad modificada, principalmente adjetivos calificativos, en un lugar mayor dentro de la escala propuesta de enunciación.

Sin embargo, conforme avanzó la investigación, se decidió acotar el tipo de adverbios analizables, atendiendo a las características sintáctico-semánticas y a su productividad en la entrevista semidirigida. Por lo tanto, para el análisis únicamente se consideraron los enunciados con el adverbio de grado muy. Esto debido a que fue el adverbio con mayor incidencia en la entrevista semidirigida -usado en 93 enunciados- al igual que por su consenso como adverbio de grado o partícula escalable (Kovacci, 1999; Sánchez López, 1999; Real Academia Española, 2009).

3.2. Instrumento para la elicitación de datos

Con el fin de obtener datos para la presente investigación, se realizó una elicitación de datos que constó de dos partes: la primera, una entrevista semidirigida -esd a partir de ahora-, con menor grado de control sobre los datos; y la segunda, una prueba de lectura -pl a partir de ahora-, con mayor grado de control. El objetivo de dividir de esta manera el instrumento fue obtener datos con diferentes modos de enunciación y para observar si se presentaba una variación en las herramientas prosódicas para intensificar el discurso.

Los hablantes que prestaron su voz para esta elicitación fueron dos hombres y dos mujeres entre los 23 y 32 años, por lo que son considerados jóvenes de acuerdo con los criterios del Corpus Sociolingüístico de la Ciudad de México (Martín Butragueño & Lastra 2011-2015). Todos ellos hablantes nativos de español, pertenecientes y habitantes de la Ciudad de México, y con el mismo nivel de escolaridad: licenciatura.

La esd es considerada de menor grado de control, ya que consistió en una entrevista en la que se buscó que el informante hablara la mayor cantidad de tiempo con el fin de obtener datos en un discurso semiespontáneo. Se buscó que las entrevistas tuvieran una duración mínima de 20 minutos sin un máximo definido, por lo que la entrevista más larga fue la del hablante hombre de 31 años (H31), la cual tuvo una duración de 50 minutos, mientras que la más corta tuvo una duración de 23 minutos y fue la de la hablante mujer de 23 años (M23). En esta prueba se obtuvieron un total de 93 enunciados con el adverbio de grado muy.

Mientras tanto, la pl es la que se considera la de mayor grado de control. En esta segunda parte de la elicitación, se les solicitó a los informantes que leyeran un enunciado presentado en diapositivas de PowerPoint. Las instrucciones mencionan que, si el enunciado estaba escrito con tipografía negra, entonces este debía ser leído de manera «neutra» mientras que, si el enunciado estaba escrito con tipografía roja, entonces debían leerlo de manera «exagerada», sin agregar ninguna otra palabra a la frase. En la Figura (2) se muestra un enunciado con tipografía negra, el cual se esperaba que se leyera de manera «neutra» y, finalmente, en la Figura (3) se muestra el mismo enunciado, pero con tipografía roja, el cual se esperaba que se leyera de manera «exagerada».

Figura 2 Diapositiva de PowerPoint con el enunciado neutro pl 

Figura 3 Diapositiva de PowerPoint con el enunciado intensificado pl 

Se presentaron un total de 74 diapositivas7, de las cuales 70 fueron enunciados que los informantes debían leer en voz alta. Los enunciados se acomodaron de manera aleatoria y todos se mostraron dos veces a lo largo de la prueba; la única diferencia era el color en su tipografía, con el objetivo de encontrar diferencias prosódicas entre enunciados neutros e intensificados con el mismo contenido léxico. A partir de estas realizaciones, se obtuvieron 40 enunciados analizables con el adverbio muy: cinco con producción neutra y cinco con producción intensificada por hablante, multiplicado por cuatro hablantes.

Los enunciados diseñados con el adverbio muy mostrados en la pl son los siguientes:

  1. El festival del día de las madres estuvo muy aburrido.

  2. Mi hermana era muy delgada cuando era niña, luego creció.

  3. El edificio se derrumbó porque ya estaba muy dañado.

  4. La cena estuvo muy agradable, me gustó que hubiera música clásica.

  5. En la boda de mi hermano todos iban muy arreglados.

Sumados con la muestra de datos de la esd se obtuvieron un total de 133 enunciados analizables entre los cuatro hablantes.

Para realizar la grabación de datos se utilizaron dos medios distintos: 1) Para los hablantes H24 y M23 se utilizó una cabina de grabación, que es parte del laboratorio de lingüística del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam,8 con el fin de obtener una mejor calidad en el sonido; 2) Las entrevistas de los hablantes H31 y M32 se grabaron con el micrófono integrado de una computadora Lenovo en los domicilios particulares de cada uno de ellos.

Todas las entrevistas se procesaron de la siguiente manera: i) se grabaron en dos partes: primero, la esd. Después, se realizaba una pequeña pausa y se continuaba con la pl en un nuevo archivo de audio; ii) una vez realizadas las grabaciones, estas fueron editadas en el programa de edición de audio Audacity; iii) luego, se guardaron como archivos de sonido -en formato .wav-; iv) finalmente, se analizaron mediante el programa Praat en sus versiones 6.1.51 y anteriores (Boersma & Weenink, 2021).

3.3. Criterios para el análisis prosódico

Para este trabajo de investigación se utilizó el sistema de notación prosódica Sp_ToBI, en su versión del 2008(ver 2.1.2.). Teniendo en cuenta esto, se retomaron los cuatro niveles base de análisis para este modelo, aunque en diferente orden, más un quinto nivel:

  1. Nivel ortográfico

  2. Nivel de separación prosódica: en él se analizaron los enunciados según las unidades de la jerarquía prosódica -grupos clíticos, palabras fonológicas, frases fonológicas, frases intermedias, frases entonativas completas o enunciados-, cada uno marcado con números del 0 al 4, respectivamente.

  3. Nivel en el que se registraron los acentos tonales y los tonos de frontera.9 Para determinar un acento bitonal se tomó en cuenta el umbral de percepción mínimo de 1.5 semitonos propuesto por Pamies Beltrán, Fernández Planas, Martínez Celdrán, Ortega Escandell y Amorós Céspedes (2001) y Murrieta (2016).

  4. El cuarto nivel se utilizó para medir en milisegundos la duración de la sílaba del adverbio de grado o la sílaba más larga del enunciado.

  5. El quinto nivel es la medición en semitonos del techo y piso tonal, al igual que ascensos y descensos tonales en los acentos bitonales.

En la Figura (4) se muestra un ejemplo de un enunciado producido en la esd de la hablante mujer de 32 años, en el que se muestran todos los niveles de transcripción antes descritos.

Figura 4 Espectrograma y transcripción prosódica delenunciado «Es gente muy alegre», pronunciado por M32 

Como parte del análisis prosódico, se hizo la medición del campo tonal promedio de cada uno de los hablantes, así como de cada enunciado por tipo de adverbio. Para hacer la medición del campo tonal promedio de cada hablante, se seleccionaron 10 enunciados de foco amplio en la esd. Cinco de estos enunciados comenzaban con una sílaba tónica, mientras que los enunciados restantes tenían un inicio átono. Luego, se hicieron las respectivas mediciones a cada enunciado y después se calculó su promedio. En la Tabla 1 se muestra el campo tonal promedio de cada uno de los hablantes en semitonos y su inicio absoluto promedio en hercios.

Tabla 1 Relación de campos tonales e inicios absolutos promedio por hablante 

Hablante Campo tonal promedio Inicio absoluto promedio
M23 6.1 st 257.5 Hz
M32 9.9 st 194 Hz
H24 9.7 st 130.4 Hz
H31 7.2 st 115.8 Hz

Una vez obtenidas las mediciones acústicas de todos los enunciados analizables, se registraron estos datos en una hoja de cálculo de Excel, en la que se anotaron valores como el campo tonal, la duración en segundos del enunciado, el tono que se presentaba sobre el adverbio de grado, la medición de F0 del movimiento tonal en caso de presentarse un acento bitonal, entre otros.

Gracias a esta elicitación fue posible construir la base de datos necesaria para realizar el análisis del presente artículo. En el siguiente capítulo se analizan los enunciados obtenidos, tanto de la esd como de la pl del adverbio de grado muy. Todos los ejemplos y figuras fueron obtenidos gracias a esta prueba de elicitación y analizados bajo la metodología aquí descrita.

4. Resultados: Caracterización semántica y prosódica del adverbio muy

4.1. Descripción semántica

El adverbio muy es un cuantificador de grado, también llamado partícula escalable (Sánchez López, 1999; Real Academia Española & Asociación de Academias de la Lengua, 2009; Kovacci, 1999; Álvarez Martínez, 1992). Modifica una propiedad cuantificable, ya sea una cantidad o cualidad, dentro de la escala propuesta por el contexto de enunciación y la coloca en un lugar mayor dentro de esta escala. En el ejemplo (2) se muestra cómo este adverbio modifica la cantidad de tiempo que la hablante pasó en París, muy poco, y una cualidad de la misma ciudad, muy cara.

(2) En París fue muy poco, fueron como tres días, cuatro días, porque es muy caro.

Las propiedades modificadas por muy son expresadas principalmente mediante sintagmas adverbiales o adjetivales. En el siguiente apartado se explican estas posibilidades combinatorias y se ejemplifican con datos obtenidos en la prueba de elicitación con menor grado de control sobre los datos (esd).

4.1.1. Sintagmas adverbiales y adjetivales modificados por muy

Los adverbios de situación espacial aproximada o sin límite inherente, es decir, adverbios de lugar como lejos, cerca, abajo o arriba (Muñoz Núñez, 2010) aceptan cuantificación de grado por el adverbio muy, como se muestra en el ejemplo (3a), al igual que los adverbios con perspectiva temporal sin límite, como pronto o tarde (3b) y los de modo (3c). Esto debido a que son adverbios léxicos (Kovacci, 1999), los cuales presentan mayor contenido semántico y descriptivo. En cuanto a los adverbios de cantidad, muy únicamente puede modificar a poco tal como lo demuestra el ejemplo (2), ya que con otros adverbios de cantidad como mucho, bastante o más, resulta una estructura agramatical o semánticamente anómala.

(3)

  1. Es que la neta sí me siento mal, porque con Rogelio10 yo estuve como muy cerca de muchos de esos patrones.

  2. Lo tengo muy presente porque fue el veinte de abril.

  3. Me cuesta mucho trabajo, o sea me da sueño muy rápido.

El adverbio muy modifica a la partícula bien cuando esta actúa como un adverbio de grado y precede a un participio en función adjetival, como se muestra en el ejemplo (4). En este caso, se puede hablar de una intensificación (Albeda Marco, 2005), ya que al utilizar dos elementos gradativos, la cualidad modificada se ubica en una posición más alta dentro de la escala propuesta en el contexto de enunciación.

(4) Entonces es una ciudad muy bien diseñada, muy limpia. Con una oferta cultural impresionante.

Por otro lado, el adverbio muy modifica principalmente adjetivos calificativos; específicamente y, siguiendo la clasificación de Demonte (1999), adjetivos calificativos de dimensión, (5a), de velocidad, (5b), de edad, (5c),11 de valoración, (5d) y de aptitudes y (pre) disposiciones humanas, (5e).

(5)

  1. El metro es muy caro, pero está muy limpio, tiene botes de basura en los vagones, no ves nada sucio, no ves nada rayado, está muy amplio

  2. Ya no trabaja tanto, se cansa muy rápido.

  3. Ya la mayoría era gente muy grande que trabajaba y todo.

  4. Está Acumal que está muy, muy padre, es muy tranquilo y puedes nadar con tortugas.

  5. Como que es gente muy alegre.

En contraste con lo que sugiere la bibliografía sobre el tema (Muñoz Nuñez, 2010; Demonte, 1999) y de acuerdo con los datos del corpus que se analiza en este trabajo, el adverbio muy también puede modificar adjetivos relacionales. Estos adjetivos se caracterizan por «referir a un conjunto de propiedades con las cuales el nombre modificado establece una relación semántica determinada» (Demonte, 1999, p. 150). Por ejemplo, en (6a) el adjetivo mexicano refiere al conjunto de elementos con los que se puede identificar el ambiente en cuestión; mientras tanto en (6b), el adjetivo relacional teórico hace referencia a las características que deben tener las clases de las que se habla. Estos adjetivos a pesar de considerarse relativos aceptan la modificación de un adverbio de grado sin crear una estructura agramatical o semánticamente anómala.

(6)

  1. No nada más por la comida, sino también por todo el ambiente que hay, muy mexicano.

  2. O sea tienen que ser muy teóricas porque como son en línea tienen que ser muy teóricas.

El adverbio muy también modifica verbos en participio que cumplen con una función adjetiva como en el ejemplo de (7).

(7) Como que muy agradecida ¿no?

De acuerdo con los datos de la esd, los sintagmas adverbiales con mayor recurrencia fueron los de modo, como rápido, raro, chido o tranquilo, seguidos de adverbios de cantidad, locuciones adverbiales y de lugar. Por otro lado, los adjetivos calificativos con mayor recurrencia fueron los de valoración -bonito, padre, hermoso-; seguido de los adjetivos calificativos de (pre) disposiciones humanas -tranquilo, alegre-. En cuanto a los adjetivos relacionales, estos se encontraron en muy poca frecuencia, (N = 3).

En los siguientes apartados se analizarán los recursos prosódicos que recaen sobre los sintagmas adverbiales en los datos obtenidos en ambas pruebas (esd y pl), con el fin de determinar si existe un patrón relevante entre la gradación semántica y los diferentes recursos prosódicos propios de la intensificación.

4.2. Descripción prosódica

4.2.1. Fraseo

El sintagma adverbial cuyo núcleo es muy tiende a colocarse en el linde derecho de las frases fonológicas e intermedias, aunque también es común que se encuentren en una posición no final del grupo melódico. No obstante, a pesar de que las posibilidades combinatorias del adverbio no sean comunes, existen casos en los que este adverbio se encuentra al inicio de una frase fonológica o intermedia, por ejemplo, cuando se presenta una duplicación semántica.

De los 93 enunciados obtenidos en la esd, 64 (68.81 %) tienen el sintagma adverbial en el linde derecho de una frase fonológica o intermedia, como se muestra en el ejemplo (8a). De los 31 enunciados restantes, 25 (26.88 %) tienen el sintagma en una posición intermedia del enunciado (8b) y los últimos 6 (6.45 %) son el primer adverbio de una duplicación léxica (8c).12 Esta relación se muestra en la Tabla 2.

(8)

  1. ((Pues sí en)ϕ (general la ciudad es)ϕ (está muy limpia))E

  2. (Pero)E (como tienen un riesgo muy alto estos créditos)E

  3. ((Pero)E ((ahí como que es un ritmo muy)E ((muy)ϕ (tranquilo)E)EF

Tabla 2 Relación de los enunciados con el adverbio muy según su tipo (N = 93) 

Tipo de enunciado Número de enunciados Porcentaje
Enunciados con sintagma adverbial en el linde derecho 64 68.8 %
Enunciados con sintagma adverbial en posición no final 25 26.9 %
Enunciados con duplicación léxica 6 6.5 %
Total 93 100 %

El sintagma adverbial puede crear su propia frase fonológica o intermedia. Esto puede ser debido a la condición de binariedad (Prieto, 2003), por la restricción de envolvimiento sintáctico (Selkirk, 1986; Truckenbrodt, 1999) o por un mecanismo de focalización prosódica (Gutiérrez Bravo, 2008; Martín Butragueño, 2005). La diferencia entre frase fonológica o intermedia depende de las pistas prosódicas presentes en la enunciación. Por ejemplo, en la Figura (5) se observa la realización de dos frases fonológicas que coinciden con sus contrapartes sintácticas, ya que los verbos dentro de cada frase, es y tener, saturan su respectiva estructura argumental dentro del mismo grupo melódico. De igual forma, la segunda frase fonológica, porque tiene playa, es una oración subordinada a la oración principal, es muy bonito. Se propone una frase fonológica y no entonativa, debido a que el contorno melódico del enunciado no se ve interrumpido por una pausa o por un reajuste tonal como suele ocurrir en la creación de frases entonativas. En (9) se presenta el contexto más amplio de la realización.13

(9) (Sobre Valencia) Es muy bonito porque tiene playa y yo nunca había ido a la playa entonces pues fue, fue increíble ¿no?14

Figura 5 Oscilograma, espectrograma, curva melódica y transcripción prosódica del enunciado «Es muy bonito porque tiene playa» (M23) 

Es importante notar que la semántica de los enunciados no se ve afectada por la posición del adverbio ni por el tipo de frase que forman, ya sea en la esd o en la pl. Esto debido a que cualquier tipo de adjetivo calificativo o adverbio modificado por muy (ver apartado 4.1.1.) se encuentra en cualquier lugar de las frases y estos no presentan ninguna constante o modificación derivada de su lugar dentro del enunciado.

4.2.2. Acentos tonales

Los acentos tonales más comunes de las frases en las que se presenta el adverbio muy, ya sea la esd o la pl, son la forma monotonal ! H* y la forma bitonal ascendente L + H*. Como se muestra en las Tablas 3 y 4.

Tabla 3 Estructuras tonales de los enunciados en la esd 

Acentos tonales. esd Frecuencia y porcentaje
Monotonales altos (H*, !H* y ¡H*) 58 (62.3 %)
Monotonales bajos/bitonales descendentes (H+L*, L*; H*+L) 6 (6.4 %)
Bitonales ascendentes (L+H*, L+¡H*, L+< H*, L+>H*, L*+H) 21 (22.6 %)
Sin acento tonal* 8 (8.6 %)
Total 93 (100 %)

Tabla 4 Estructuras tonales de los enunciados en la pl 

Acentos tonales en la pl
Neutro. Frecuencia y porcentaje Intensificado. Frecuencia y porcentaje
Monotonales altos (!H*) 17 (85 %) Monotonales altos (!H*, ¡H*) 5 (25 %)
Bitonales ascendentes (L+H*, L+>H*) 3 (15 %) Bitonales ascendentes (L+H*, L*+H, L+¡H*, L+>H*, L+<H*) 12 (60 %)
Bitonales descendentes (H+L*) 3 (15 %)
Total 20 Total 20

De acuerdo con los resultados de la pl, los hablantes prefieren utilizar las estructuras bitonales como forma de intensificación, mientras que relacionan los acentos monotonales y las líneas melódicas sin inflexiones prominentes con la «neutralidad». También es importante rescatar que los acentos bitonales se producen principalmente sobre el adverbio de grado, por lo que las marcas prosódicas de intensificación guardan cierta relación con las marcas de gradación semántico-sintácticas para intensificar una parte específica del discurso, en estos casos, la cualidad modificada por el adverbio de grado.

En algunos casos (N = 14), los acentos bitonales suelen producirse en conjunto con otros parámetros prosódicos, como el alargamiento silábico, ilustrado en la Figura (6). En este ejemplo, la sílaba del adverbio muy tiene una duración de 0.346 ms, lo que la convierte en la sílaba más larga del enunciado. En este mismo ejemplo, el adverbio consta de un acento bitonal ascendente L + H* con una elevación tonal de 3.22 st.

La interacción entre dos recursos prosódicos también representa una manifestación del código de esfuerzo, ya que se utiliza mayor energía al momento de producir esta parte específica del enunciado. En el enunciado de la Figura (6) la realización de ambos parámetros prosódicos se podría interpretar como un mayor involucramiento por parte de la hablante, debido al juicio positivo sobre el lugar mencionado; el adjetivo calificativo modificado, bonito, tiene una interpretación prototípicamente positiva.

(10) Y recién fui a Hol-Box y está muy bonito es una isla con es diferente y sí es totalmente de descanso.

Figura 6 Oscilograma, espectrograma, curva melódica y transcripción prosódica del enunciado «Y recién fui a Xol-Box y está muy bonito es una isla» con alargamiento silábico (M32) 

Con base en los ejemplos anteriores, es posible proponer que la presencia de acentos bitonales sobre el adverbio de grado implica una expresión del código de esfuerzo (Gussenhoven, 2002), ya que se refuerza la intención de intensificación por parte de los hablantes y se aplica mayor energía en la producción.

En cuanto a las implicaciones semánticas, este recurso permite ubicar la cualidad modificada en un punto más alto dentro de la escala propuesta de enunciación, alejándose del grado positivo del propio adverbio de grado.

Y respecto al tipo de adjetivos modificados, de manera general en la esd, se observó que las cualidades modificadas por la presencia de acentos bitonales son adjetivos calificativos de valoración prototípicamente positiva, como bonito, hermoso, bueno, etc.

4.2.3. Realización de secuencias de acentos tonales adyacentes

Como se observó en el apartado anterior, el acento tonal más común en los enunciados es la forma !H*, por lo que la realización de este acento tonal implica una prominencia menor, en comparación con la forma bitonal L + H*. Sin embargo, en la muestra de datos se registró la conservación de la prominencia de acentos tonales adyacentes con la forma monotonal !H*, lo cual podría ser una pista prosódica de la intensificación.

En el español es común que cuando ocurre un proceso de choque acentual o stress clash, algunos de los acentos tonales adyacentes pierdan prominencia. Contrario a esta tendencia, en el corpus analizado se encontraron datos en los que dos o más acentos tonales mantienen su prominencia, a pesar de la adyacencia. En este sentido, es posible sugerir que este recurso podría considerarse una marca prosódica de la intensificación.

En el ejemplo (11), ilustrado en la Figura (7), se mantienen los acentos tonales, tanto en el adverbio muy como en la primera sílaba del adverbio modificado poco. Las pistas prosódicas que permiten marcar esta permanencia de prominencia acentual son los acentos tonales de ambas sílabas: en la sílaba del adverbio muy se presenta un acento bitonal ascendente L + H* con valor de 2.07 st. A continuación, en la sílaba tónica del adjetivo pocas se mantiene el ascenso tonal del acento anterior y se presenta un acento monotonal !H*. Es hasta la segunda sílaba del adverbio modificado cuando el contorno melódico comienza a descender.

El contexto enunciativo de este enunciado implica cierta indignación por parte del hablante, ya que la tercera persona en cuestión ocultaba información de una persona cercana a este, por lo que dicho involucramiento puede explicar la marcación de estas dos sílabas con el fin de hacer clara la poca información con la que él contaba.

(11) O sea neta yo no sabía absolutamente nada, yo cuando le preguntaba a Mario de ti siempre me decía como muy pocas cosas.

Figura 7 Oscilograma, espectrograma, curva melódica y transcripción prosódica del enunciado «Siempre me decía como muy pocas cosas» con Choque tonal (H24) 

De los 133 enunciados obtenidos en el corpus, el 37 % (N = 49) presenta casos de choque tonal. De este porcentaje, el 81.25 % (N = 41) de los casos presenta por lo menos dos acentos tonales adyacentes prominentes. En estos resultados se incluyen aquellos casos en los que debido a la permanencia de acentos tonales adyacentes, el sintagma adverbial se divide en dos frases fonológicas distintas. Estos resultados se desglosan en las Tablas 4 y 5. Ninguno de los enunciados de la pl presenta adyacencia acentual.

Tabla 5 Relación de los enunciados con adyacencia acentual 

Tipo de enunciado Número de enunciados Porcentaje
Enunciados sin adyacencia acentual 84 63.1 %
Enunciados con adyacencia acentual 49 36.8 %
Total 133 100 %

Tabla 6 Relación de los enunciados con adyacencia y prominencia acentual 

Tipo de enunciado Número de enunciados Porcentaje
Sin permanencia acentual 8 16.3 %
Permanencia de dos acentos 31 63.3 %
Permanencia de tres acentos 8 16.3 %
Permanencia de cuatro acentos 2 4.0 %
Total 49 100 %

Una anotación relevante en términos semánticos es que 5 de los 8 enunciados (62.5 %), en los que se pierde la prominencia acentual de alguno de los acentos tonales adyacentes, poseen cualidades cuya valoración es prototípicamente negativa, como difícil o estresante, o tienen una polaridad negativa expresada por el adverbio no, como se muestra en los ejemplos de (12).15

(12)

  1. Sí fue muy estresante ¿no?

  2. Sobre todo al principio me arrepentí porque fue muy difícil.

  3. Solo que todavía no lo tengo muy claro.

En contraste, las frases con permanencia tonal de dos o más acentos adyacentes suelen tener adjetivos con cualidades cuya valoración por parte de los hablantes es positiva. En total, fueron 21 de 39 enunciados (54 %) los que contaron con esta característica. Como se muestra en los ejemplos de (13):

(13)

  1. Es muy bonito porque tiene playa.

  2. Es una ciudad muy bien diseñada.

  3. En general la ciudad está muy limpia.

  4. Está Acumal que está muy muy padre.

La permanencia de la prominencia de acentos tonales adyacentes podría interpretarse como una expresión del código de esfuerzo por parte de los hablantes, pues en los enunciados intensificados, se mantienen los acentos tonales de cada una de las palabras con el fin de resaltar la importancia de la información vertida en el discurso. En esta línea de ideas, el recurso prosódico de preservación de prominencia en contexto de choques tonales, da cuenta de la relación entre el significado y realización de acentos tonales en adyacencia. En la muestra de datos se observó que los enunciados en los que se modifican adjetivos con valoraciones negativas no se mantiene la prominencia -en casos de choques tonales-, en contraste con los enunciados con adjetivos cuyas valoraciones son positivas, en los cuales se pueden realizar hasta cuatro acentos adyacentes con prominencia.

4.2.4. Campo tonal

La medición del campo tonal promedio de cada hablante (ver apartado 3.3) permite tener un marco de referencia para identificar los contextos en los que este parámetro funciona como una marca de intensificación prosódica.

Se encontraron algunos casos (N = 27), principalmente en la esd, en los que no se presenta ninguna otra marca prosódica para la intensificación -alargamiento silábico, presencia de un acento bitonal o adyacencia de acentos tonales- y, aun así, el campo tonal del enunciado es significativamente mayor (> 1.5 st) e incluso puede duplicarse con respecto al promedio de cada hablante. En estos casos, se puede plantear que el campo tonal funciona como un elemento para marcar intensificación.

En la Tabla 6 se muestra la relación entre el campo tonal promedio de cada hablante y el campo tonal promedio de los enunciados con el adverbio muy obtenidos en la esd. Se puede notar que el campo tonal promedio de los enunciados de la esd es significativamente mayor (> 1.5 st) al campo tonal promedio de todos los hablantes, a excepción del caso de la hablante de 32 años, en el que la diferencia es de 1.3 st.

Tabla 7 Contraste entre los campos tonales promedio en general y los. campos tonales promedio enunciados en la esd 

Hablante Campo tonal promedio (General) Campo tonal promedio (Enunciados de la esd)
M23 6.10 st 8.61 st
M32 9.97 st 11.27 st
H24 9.78 st 11.33 st
H31 7.21 st 10.01 st

De los 93 enunciados obtenidos en la esd, 50 de ellos (53.7 %) tienen un campo tonal mayor respecto al campo tonal promedio del hablante, por lo que 43 de estos enunciados (46.2 %) presentan un campo tonal menor. Esta relación se muestra en la Tabla 7.

Tabla 8 Relación de diferencias de campo tonal 

Tipo de enunciado Número de enunciados Porcentaje
Enunciados con campo tonal mayor al promedio del hablante 50 53.7 %
Enunciados con campo menor al promedio del hablante 43 46.2 %
Total 93 100 %

En el ejemplo (14) se puede apreciar cómo la curva melódica del enunciado tiene un techo tonal de 105.6 st, y el valor del campo tonal del enunciado es de 14.3 st, es decir, mayor que el campo tonal promedio del hablante, M23, (véase Tabla 6). Debido a este campo tonal tan amplio, se considera la intensificación general del enunciado. En este caso, el adverbio muy pierde prominencia debido al choque tonal con la palabra claro, y se puede observar la tendencia descendente de la curva melódica; por lo tanto, se propone que el campo tonal global funciona como un recurso compensatorio para marcar prosódicamente la intensificación.

Respecto al contexto de enunciación, la hablante contesta a una pregunta directa por parte de la entrevistadora, por lo que la respuesta afirmativa, , es la que presenta la medición de 106.5 st, debido a la expresividad de la entrevistada respecto al tema. También es posible que el tono tan alto al inicio pueda interpretarse como duda o menor certeza ante la respuesta (ver Código de frecuencia, Gussenhoven 2002).

(14)

  • E: ¿En un futuro sí te ves ejerciendo arquitectura o otra cosa?

  • I: Sí, solo que todavía no tengo muy claro no no me veo en un despacho trabajando de ocho a ocho ¿sabes?

Figura 8 Oscilograma, espectrograma, curva melódica y transcripción prosódica del enunciado «Sí, solo que todavía no tengo muy claro». Constraste entre el campo tonal promedio del hablante (6 st) y Campo tonal del enunciado (14.3 st) (M23) 

En los datos analizados, todos los enunciados de la pl con lectura intensificada, sin excepción, muestran un campo tonal más alto en comparación con el promedio de cada hablante. Por otro lado, el campo tonal de los enunciados neutros, en su mayoría, se muestra ligeramente superior en comparación con el campo tonal promedio, aunado a que para ninguno de los hablantes la diferencia supera el umbral de percepción entonativa de 1.5 st (Pamies, Fernández Planas, Martínez Celdrán, Ortega Escandell, & Amorós Céspedes, 2002; Murrieta, 2016).

En cuanto a la relación entre el campo tonal y la semántica de las cualidades modificadas, no se encontró ninguna constante entre los enunciados en los que el campo tonal funciona como un elemento compensatorio de la intensificación y el tipo de adjetivos o adverbios modificados, ya que tanto en los enunciados con un campo tonal promedio mayor, así como menor, se modificaron adjetivos de dimensión, de propiedad física, de edad, de valoración y de (pre) disposiciones humanas.

La medición del campo tonal promedio de cada hablante y de los enunciados permite determinar si la intensificación puede considerarse únicamente para el sintagma adverbial o si puede hablarse de la intensificación general del enunciado. En caso de presentarse una intensificación general del enunciado, se debe al contexto de enunciación y la expresividad de los hablantes, por lo que es posible proponer una escala gradual en la que se enmarca todo el discurso y en la cual estos enunciados se ubican en un punto más alto.

5. Recapitulación y conclusiones

En este artículo se revisaron las características semánticas y prosódicas del adverbio de grado muy. Este adverbio es la partícula escalable prototípica, debido a que modifica principalmente adjetivos calificativos, aunque también se encontraron datos en los que modifica adjetivos relacionales y diferentes tipos de adverbios.

Respecto a los aspectos prosódicos, en el fraseo se observó que este adverbio tiende a generar dominios prosódicos que se alinean en el linde derecho de las frases fonológicas e intermedias y que, al crear frases entonativas aisladas del resto del enunciado, se expresa el código de esfuerzo con el fin de enfatizar la información.

En cuanto a los acentos tonales, la forma monotonal !H* es la más recurrente en la muestra de datos, seguida del acento bitonal ascendente L+H*, esto en los datos de la esd y en los enunciados con lectura neutra de la pl. En el caso de los enunciados con lectura intensificada de la pl los acentos más comunes fueron las formas bitonales ascendentes, seguidos de las formas monotonales altas. La presencia de acentos bitonales, específicamente sobre este adverbio, representa una expresión del código de esfuerzo (Gussenhoven, 2002), ya que los hablantes utilizan una mayor marcación en la estructura tonal con el fin de intensificar el enunciado.

En el caso de secuencias con choque tonal se observó la permanencia de acentos tonales adyacentes como el recurso prosódico más utilizado, al estar presente en el 36.84 % de los datos. Este recurso presentó una constante semántica, ya que se observó con mayor frecuencia que los acentos de los adjetivos cuyas cualidades poseen valoraciones positivas por parte de los hablantes mantienen su prominencia acentual a pesar del choque tonal.

En la medición del campo tonal se encontraron casos en los que un campo tonal amplio funciona como marca de intensificación del enunciado en su totalidad, a diferencia de la intensificación de únicamente el sintagma adverbial. Por lo anterior, es posible proponer que, así como existe una escala gradual dada por el contexto de enunciación y el adverbio de grado, todo el discurso se encuentra inmerso en una escala similar y los enunciados se ubican en un punto más alto o bajo de esta escala según los recursos de intensificación prosódica, la expresividad y el involucramiento por parte de los hablantes.

La presencia de estas marcas prosódicas para la intensificación cambia el lugar que ocupa la cualidad modificada dentro de la escala propuesta por el contexto de enunciación. Esto quiere decir que, en los casos en los que no se presenta ninguna marca de intensificación, el enunciado cuenta por sí mismo con un grado positivo debido a la semántica propia del adverbio de grado. En ese sentido, cuando se utiliza uno de los recursos aquí descritos, la cualidad que modifica sube de nivel de acuerdo con la escala propuesta. Así que entre más recursos de intensificación se presenten en un enunciado, más alto será el lugar que ocupe la cualidad modificada dentro de esta escala de enunciación.

En suma, el análisis de datos permitió cumplir con el primer objetivo planteado para esta investigación, que fue el de identificar los recursos prosódicos presentes en los enunciados en los que se presenta un adverbio de grado con el fin de intensificar el discurso. Estos recursos prosódicos para la intensificación fueron la presencia de acentos bitonales sobre la partícula de grado, el aislamiento de frases entonativas mediante pausas, la variación del campo tonal en determinados enunciados16 y, el más común al presentar un mayor número de ocurrencias, la permanencia de acentos tonales adyacentes.

En esta primera aproximación se han propuesto las bases para un estudio en el ámbito de la interfaz sintaxis-semántica y prosodia. Se considera valioso ampliar la investigación a los adverbios que no se analizaron en este trabajo, así como a otras piezas léxicas para determinar la correlación entre semántica y prosodia en otras partes del discurso. El aumento de número de datos analizables también sería valioso para poder aplicar pruebas estadísticas, las cuales podrían arrojar resultados significativos que ayuden a determinar si existen patrones entre los recursos prosódicos y su correlación semántico-sintáctica.

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1. Artículo producto de la ponencia presentada en el Tercer Encuentro del Seminario de Prosodia, organizado por el Laboratorio de Fonética de la Universidad de Antioquia y la Universidad Autónoma de Querétaro, realizado en los días 7 y 8 de octubre de 2021.

2. Para la morfosintaxis se plantea una estructura binaria, no n-aria.

3. En el presente artículo no se abordará más sobre las características de cada uno de los componentes de la jerarquía prosódica. Por tanto, se recomienda ampliamente consultar el trabajo de Nespor y Vogel (1986) que se cita en este apartado.

4. Estos suprasegmentos no son los únicos, también están el ritmo, el tono y la pausa.

5. Y de cualquier sistema de notación adscrito al marco teórico Sp_ToBI.

6.Cuando tiene uso de adverbio de grado y no adverbio de modo.

7. Al momento de realizar esta elicitación se consideraron 4 adverbios de grado a analizar: muy, bien, súper y tan. A partir de ellos, se presentaron 5 enunciados, es decir, 20 enunciados analizables que se realizaron dos veces: una vez con tipografía en negro y otra con tipografía en rojo, dando como resultado un total de 40 enunciados analizables.

8. Agradecemos al doctor Samuel Herrera Castro por su apoyo en las instalaciones del laboratorio y la asesoría para el manejo del equipo técnico necesario para llevar a cabo de manera exitosa las entrevistas.

9. Los tonos utilizados fueron aquellos adscritos a la versión del Sp_ToBI de 2008.

10. Se cambiaron todos los nombres propios mencionados en las esd con el fin de mantener el anonimato de las personas allí mencionadas.

11. En el contexto de (5c) el adjetivo grande implica la edad de las personas a las que se califica.

12. En (8c) se observa que el adverbio y el adjetivo forman dos dominios prosódicos independientes, fenómeno que está ligado con la permanencia de acentos adyacentes. Véase el apartado 4.2.3.

13. Todos los ejemplos que vengan acompañados de una figura mostrarán el contexto más amplio de enunciación.

14. Las itálicas en los ejemplos corresponden a la enunciación de la figura que lo procede.

15. Sin embargo, es importante mencionar que en los ejemplos (12a) y (12b) la adyacencia de acentos tonales no incluye a la cualidad modificada, sino que ocurre entre el verbo y el adverbio de grado, lo cual difiere del ejemplo (33), por lo que se podría proponer la existencia de características locales —aquellas que incluyen a la permanencia acentual en el sintagma adverbial— y globales —aquellas que abarcan constituyentes más amplios en el enunciado, como es el caso de la permanencia de acentos tonales entre el verbo y el adverbio de grado—.

16. En los datos también se registraron otros fenómenos que no fueron descritos en este artículo, como el alargamiento silábico o la duplicación léxica.

*Cómo citar: Bermúdez Castillo, D. L. (2023). Marcas prosódicas de la intensificación con adverbios de grado en el español de la Ciudad de México. Lingüística Y Literatura, 44(83), 65-89. https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n83a03

Recibido: 20 de Abril de 2022; Aprobado: 23 de Agosto de 2022

*Autora para correspondencia: Dominic Lilian Bermúdez Castillo, email: lilian.castillo25@gmail.com

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