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Ingeniería e Investigación

versão impressa ISSN 0120-5609

Ing. Investig. vol.32 no.3 Bogotá dez. 2012

 

Editorial

Aspirantes a estudiar ingeniería en Colombia. ¿El fin de la crisis?

Aun cuando la crisis económica global sufrida en los últimos años ha producido una disminución en la demanda de nuevos profesionales, la demanda por ingenieros ha aumentado. Investigaciones muestran que, aun en economías amenazadas por la crisis, las empresas están buscando candidatos ingenieros a ocupar nuevos puestos tanto en producción como en gestión de organizaciones.

En contravía a este buen anuncio para los jóvenes ingenieros, el número de candidatos a estudiar ingeniería ha decrecido en prácticamente todos los países del mundo. La situación en Colombia pareciera ser la misma, si atendemos las quejas de las diversas escuelas de ingenieros. Sin embargo, debemos revisar las estadísticas, pues creo que la situación ha tenido un cambio en el último año.

Según las cifras de la Universidad Nacional de Colombia (UNC), en el último año: segundo semestre de 2011 y primer semestre de 2012, 38.724 jóvenes solicitaron ingreso a los 20 programas de ingeniería en las sedes de la UNC en Bogotá, Manizales, Medellín y Palmira, notándose un incremento de poco más del 10% en el número de aspirantes comparado con el periodo inmediatamente anterior. Los programas con más aumento en el número de aspirantes son ingeniería civil, ingeniería industrial, ingeniería de petróleos, ingeniería geológica, ingeniería química y los programas relacionados con el sector agrícola: ingeniería agrícola, ingeniería agroindustrial e ingeniería agronómica. También aumentaron los aspirantes a los programas de ingeniería ambiental e ingeniería eléctrica. Se presentó un leve descenso en el número de aspirantes a ingeniería electrónica en la sede Bogotá que fue compensado con un importante incremento de dicho programa en la sede Manizales. Otros programas, como ingeniería mecánica, ingeniería mecatrónica e ingeniería de sistemas, mantienen su número de aspirantes.

Cuatro programas atraen algo más del 55% de los aspirantes: ingeniería civil (18,6%), ingeniería industrial (16,2%), ingeniería de sistemas (10,6%) e ingeniería química (9,8%). La mala noticia consiste en que, ante una demanda tan grande, la UNC solo puede admitir muy pocos de ellos; por ejemplo, en ingeniería civil se admite 1 de cada 21, o, en el caso de ingeniería industrial, 1 de cada 35 aspirantes.

Pero entonces ¿por qué la queja de algunos programas de ingeniería? Hay varias razones. El número de bachilleres ha aumentado en los últimos años: en el 2002 se graduaron 414.424 bachilleres y en el 2010 el número fue de 625.466, casi un 50% más. Es decir que, cabría la esperanza de tener al menos un 50% adicional de aspirantes a estudiar ingeniería. Pero hay otra explicación que puede ser útil para comprender la queja de algunos administradores de programas de ingeniería: es el número de programas de ingeniería que se ofrecen y que en algunos programas puede ser muy alto para el número de aspirantes a ellos. Así, por ejemplo, si aceptamos la simplificación de que al menos quienes aspiran a estudiar un programa de ingeniería en la Universidad Nacional son aspirantes a estudiar el mismo programa en cualquier otra universidad podríamos ver algunos datos interesantes. Ingeniería civil tuvo 7.195 aspirantes a la UNC en el periodo ya mencionado; según el SNIES (Sistema Nacional de Información de Educación Superior), hay 64 programas activos, o sea que, en promedio, cada institución podría atraer 112 aspirantes. En el caso de ingeniería industrial, que tuvo 6.271 aspirantes, hay 150 programas activos, esto es, un promedio de 41,8 aspirantes por programa activo. El asunto se vuelve dramático en ingeniería de sistemas, que para 4.090 aspirantes, existen 223 programas activos, es decir, 18,3 aspirantes por programa académico cada año (9 aspirantes por semestre). Por el contrario, hay programas como ingeniería de petróleos, que tuvo 1.638 aspirantes pero en el país solo hay 4 programas activos para él, con lo que se tiene una media de 749,5 aspirantes por institución. La situación también es favorable en ingeniería química, con 210 aspirantes, o ingeniería eléctrica con 111 aspirantes, por institución.

El otro asunto importante a resolver es el de que, a pesar del aumento de instituciones de educación superior y la proliferación de programas en algunas disciplinas, el porcentaje de bachilleres colombianos que puede acceder a la universidad sigue siendo muy bajo: menos del 25% de los jóvenes ingresan a la educación superior. Las cifras también muestran una escalada importante del número de ingenieros extranjeros que están entrando al país y solicitan permiso para trabajar en compañías nacionales e internacionales.

Entonces, las facultades de ingeniería tenemos un importante reto: ser capaces de atraer más aspirantes y, sobre todo, retenerlos hasta que obtengan su grado.

Varios estudios han mostrado algunas causas que impiden la llegada a las escuelas de ingenieros: se ha mencionado que la principal posible explicación radica en que los estudiantes de bachillerato no poseen unas sólidas bases en matemáticas y ciencias y no disfrutan trabajar estas disciplinas.

Sin embargo, otras investigaciones también muestran que los estudiantes que abandonan las escuelas de ingenieros en los primeros semestres no son menos buenos en matemáticas y ciencias que los que permanecen.

Entonces ¿en qué se diferencian? Aquellos estudiantes que abandonan los estudios de ingeniería tienen una mala percepción hacia lo que son los estudios en la disciplina, poseen débiles conocimientos de lo que es la profesión de la ingeniería, tienen una visión negativa del tipo de actividades que hace un ingeniero en su vida profesional y no disfrutan el estudio de matemáticas y ciencias.

Otro elemento que he mencionado en varios escenarios es que los jóvenes no ven ingenieros en el desarrollo de sus actividades en programas de televisión, como sí ven médicos, abogados, gerentes, cantantes y últimamente profesionales de la gastronomía. Por el contrario, ven programas de televisión en los que se caricaturiza negativamente al ingeniero o al estudiante de ciencias y en las noticias relacionan el ejercicio de la ingeniería con el incumplimiento de las obras o con graves problemas de corrupción.

Si las escuelas de ingenieros deseamos aumentar el número de aspirantes entonces deberíamos tratar de enfrentar las posibles causas que impiden que los bachilleres acudan a ellas. Debemos trabajar para apoyar al Ministerio de Educación y a los establecimientos educativos a mejorar la didáctica y la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias. Debemos hacer conocer el ejercicio profesional al estudiante de primer semestre, mostrándole los retos, las responsabilidades, el tipo de trabajo, el impacto social y la responsabilidad social y ambiental de nuestro accionar. Debemos subsanar las debilidades en la formación en matemáticas y ciencias que trae el bachiller. Asimismo, podríamos tener más aspirantes a estudiar ingeniería si tuviéramos atractivos programas televisivos de historias de vida de ingenieros tal y como lo hacen las disciplinas que más atraen bachilleres a sus salones.

José Ismael Peña Reyes
Decano
Facultad de Ingeniería
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.