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Revista Colombiana de Cardiología

Print version ISSN 0120-5633

Rev. Col. Cardiol. vol.14 no.5 Bogota Sep./Oct. 2007

 

Fundación Abood Shaio:
50 años construyendo la historia de la Cardiología

Abood Shaio Foundation:
50 years constructing the history of cardiology in Colombia

Gilberto Estrada, MD.


Hablar de la Fundación Shaio, es recorrer 50 años de historia de la cardiología, no solo colombiana sino mundial.

Ha sido nuestra generación y la anterior, quienes hemos tenido la gran oportunidad de vivir la Fundación Abood Shaio en la historia de la cardiología. Personalmente he tenido el privilegio por más de 40 años de los 50 de existencia de Shaio.

Todavía recuerdo el sábado de la Semana Santa de 1963, cuando pisé por primera vez la Fundación Abood Shaio. Llegué en un bus por un camino prácticamente de herradura. En ese entonces conducía hacia Suba y por entre potreros se divisaba un par de galpones los cuales eran la sede de la Fundación Abood Shaio. No olvido el recibimiento del Doctor Fernando Valencia: «póngase una blusa y empiece a aprender».


Fue el Doctor Fernando Valencia líder controversial de la cardiología quien motivó y convenció al señor Abood Shaio para que realizara una donación y de esta forma auspiciar la creación de un centro cardiovascular. Es tal el entusiasmo del Doctor Fernando Valencia que convence al señor Shaio y con el dinero donado compra los terrenos donde se construyeron las instalaciones iniciales, doce camas, una sala de hemodinamia, una sala de cirugía y la cocina. En 1957 se iniciaron las primeras consultas cardiológicas en la institución. Por esa época se realizaron las primeras cirugías de cardiopatías congénitas. Los Doctores Fernando Valencia, Alberto Vejarano y otros galenos formaron un equipo entusiasta, dedicado, abnegado y le dieron forma a la idea para sacar adelante una institución que es líder en el país y en Latinoamérica.

He sido testigo presencial durante más de 40 años de todo tipo de cambios y revoluciones tecnológicas. Aprendí de mis maestros la disciplina, el arte del ejercicio médico, el como hacer una buena historia clínica y la semiología cardiovascular. Era en ese entonces el fonendoscopio el arma diagnóstica más importante del cardiólogo. Con el paso de los años este arte se ha perdido. Con el fonocardiograma aprendimos a auscultar y enseñar al oído a detectar y diagnosticar clínicamente las diferentes patologías. El advenimiento de la tecnología «eco» ha reemplazado desafortunadamente este arte.

El electrocardiograma persiste en el mismo estado, no se han visto mayores cambios en estos 50 años. El compás y la reglilla desaparecieron, ahora son interpretados automáticamente por un computador, pero su valor no ha pasado a un segundo plano.

La radiografía de tórax era clave para el diagnóstico de las diferentes cardiopatías congénitas y valvulares, sin ella era prácticamente imposible llegar a un buen diagnóstico clínico.

Nos tocó en ese entonces ver diariamente pacientes con fiebre reumática activa, una patología común en las salas de hospitalización. Afortunadamente los controles epidemiológicos han cambiado el curso natural de esta enfermedad.

La cirugía extracorporea se inició en los años 60. Fue el Doctor Alberto Vejarano Laverde y su grupo con Miguel Trias, Gerardo París, y otros. Ellos iniciaron en Colombia esta aventura la cual dió sus frutos. Con el tiempo se consolidaron las técnicas. La curva de aprendizaje se cumplió y los resultados positivos afluyen verdaderamente.

La Fundación Abood Shaio no solo ha dedicado su esfuerzo al tratamiento de la enfermedad. Desde su comienzo, la investigación ha sido un objetivo importante. Jorge Reynolds en el inicio de la institución desarrolló diferentes circuitos electrónicos hasta llegar a buen final e implantar el primer marcapaso (con una batería de automóvil de 12 voltios). En la actualidad su tamaño es mínimo y las baterías poseen una larga duración. Todos estos diseños tecnológicos han permitido que el mundo cambie la expectativa de vida por afecciones cardiovasculares.

¿Hace 50 años se hubiera pensado que un paciente con corazón enfermo terminal podría tener uno nuevo?. A finales de los años 60 aparece el Doctor Bernard con su técnica para trasplantar corazones. El país la inicia en Medellín en la Clínica Santa María con el Doctor Alberto Villegas. El es el pionero de esta técnica en Colombia. Con su experiencia y ejemplo se estimularon otros centros incluido la Clínica Shaio que en la actualidad tiene un programa formal.

Las enfermedades cambian, las cardiopatías congénitas y las enfermedades valvulares dejaron de ser las principales patologías. En la década de los 70 empezó a hacer presencia la enfermedad ateroesclerótica coronaria con el estudio de las arterias coronarias, la «coronariografía» y aparecen nuevas técnicas para el diagnóstico y la corrección de las obstrucciones coronarias. En esta misma década los «bypass» o puentes coronarios se popularizaron. Con el Doctor Rene Favaloro se inició una era apasionante en la investigación de la enfermedad ateroesclerótica coronaria. La cirugía cambia la historia natural de ésta enfermedad y en el país, en la Fundación Abood Shaio se inicia y no puedo olvidar los primeros casos operados en 1974. La investigación persiste y con el futuro aparecían nuevas técnicas. El Doctor Andreas Gruntzig en 1978 presentó sus experiencias con el tratamiento percutáneo de la enfermedad coronaria la «angioplastia trasluminal coronaria», la cual se popularizó en la década de los 80. Esto ocasionó un gran cambio de estrategia en el manejo de estas patologías. El desarrollo de esta técnica y el avance en el diseño de los diferentes elementos los stents, balones, etc., produciendo un cambio y una orientación diferente de esta problemática. La enfermedad coronaria es la primera causa de morbimortalidad en el mundo. Es la epidemia del siglo XX y XXI que no se ha podido controlar aún. La mortalidad por infarto agudo del miocardio y sus complicaciones ha disminuido con la aparición de las unidades de cuidado coronario y la utilización de diferentes sustancias trombolíticas como también con la utilización de la angioplastia primaria en el infarto agudo del miocardio. Sin embargo la incidencia de la enfermedad coronaria ha aumentado por la falta de establecer nuevas medidas en la prevención primaria, en la promoción de la salud, en la educación a la comunidad y por ende la inoperancia en producir un cambio en el patrón de los hábitos de vida de la sociedad en el mundo.

En los años 90 se inició la implantación de los «stents», con ella se produjeron toda clase de interrogantes y la subsecuente aparición de la reestenosis que se volvió un dolor de cabeza. Los diseños de los stents cambian y aparecen los medicados como solución ideal, sin embargo no han sido la panacea que esperábamos.

Se desarrolló el ultrasonido y con esta técnica empezó una revolución en la cardiología no invasiva. Primero fue el modo «M», posteriormente con el desarrollo de la sistematización y de la tecnología se implementaron el bidimensional, las reconstrucciones tridimensionales y todas las nuevas aplicaciones que se derivan de la misma tecnología, la cual hoy en día nos permite diagnósticos mas precisos en las diferentes patologías. El ultrasonido es el examen de preferencia en la enfermedad valvular, en la valoración de la función ventricular, en las malformaciones congénitas, etc. Se convierte el ecocardiograma en un examen de rutina, como ocurrió con el electrocardiograma hace 50 años. La medicina nuclear y sus aplicaciones nos permiten una evaluación funcional del flujo y de la perfusión coronaria ayudándonos a definir estrategias terapéuticas diferentes. La tecnología no deja de desarrollar nuevos equipos. Anteriormente creíamos que para ver la anatomía coronaria era mandatario realizar una arteriografía. Hoy en día con la tomografía multicorte se obtienen imágenes que sin ser invasivas nos permiten un buen diagnóstico. ¿Será este, el angiotac coronario el reemplazo de la coronariografía diagnóstica en la próxima década?
¿Cuántas otras historias pudieran relatarse? El espacio nos lo limita.

Ha tenido la Fundación Shaio la oportunidad de formar cientos de especialistas, cardiólogos, cirujanos, hemodinamistas, anestesiólogos, electrofisiólogos, pediatras cardiólogos, enfermeras, quienes aprendieron a luchar y a vencer los obstáculos que se les presentan diariamente. Ha sido la Fundación Shaio ejemplo para la creación de otros centros cardiovasculares del país. La medicina cambió en su ejercicio, pero en nuestras mentes y en nuestros corazónes se mantiene como hace 50 años, estudiando, investigando, actualizándonos y sobre todo, respetando a nuestros pacientes y a nuestros colegas.

La cardiología ha pasado del fonendoscopio a las técnicas nuevas y actuales como el TAC multicorte. De las hojas de digital hasta las actuales moléculas complejas y específicas que han cambiado la historia de la enfermedad.

¿Cuál será el futuro? Muy seguramente algunos de ustedes en 25 a 30 años luego de leer estas páginas continuarán la historia.

«Las personas, crecen, hacen, pasan y desaparecen, las instituciones no. Solamente la historia reconocerá el valor de cada una de ellas».

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