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Revista Colombiana de Cardiología

Print version ISSN 0120-5633

Rev. Colomb. Cardiol. vol.29 no.3 Bogota May/June 2022  Epub Sep 01, 2022

https://doi.org/10.24875/rccar.m22000150 

IN MEMORIAM

El doctor Matiz: un médico incluyente y líder generoso

Doctor Matiz: An inclusive doctor and generous leader

Dora I. Molina de Salazar1  2  * 

1Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Caldas

2Clinical Research MIC+. Manizales, Colombia


Los líderes que trascienden tienen algo en particular, viven para siempre en aquellos valores y principios que defendieron; en las historias que protagonizaron y en las anécdotas que nos sirven para recordarlos. También viven en el corazón de los que hemos aprendido de ellos, los hemos seguido y nos encargaremos de mantener vivo su legado en nuestros actos de hoy y del mañana.

El Dr. Hernando Matiz Camacho (Fig. 1) fue médico internista y cardiólogo, un educador moderno y un visionario. En resumen, un gran profesional. Pero de tantas cosas maravillosas que logró ser, hoy quisiera destacar dos: fue un médico incluyente y líder generoso.

Figura 1 Dr. Hernando Matiz Camacho (Q.E.P.D.). 

No todos los líderes son necesariamente generosos e incluyentes, de allí el inmenso valor del doctor Matiz Camacho. Con el tiempo entendí qué es lo que hacen los líderes que trascienden generaciones y tocan para siempre nuestros corazones.

El incluyente

En 1992 los conceptos de equidad de género e inclusión en los cargos directivos en la salud, la educación y las empresas en Colombia no eran prioridad. El respaldo abierto, sincero y efectivo a las mujeres médicas con perfil directivo era escaso. Compartí con él cuando era él era presidente y yo revisora fiscal de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI), y soy prueba de su mente progresista. En el año 2000 creí oportuno intentar ser presidente de dicha Asociación. Para una mujer, médico internista y de provincia, como lo era yo a los 44 años de edad, lograr apoyo de reconocidos médicos y así alcanzar posiciones de influencia era algo fuera de lo común, algo extraordinario.

Sin embargo, el doctor Matiz era uno de esos adelantados a su tiempo, uno de los extraordinarios, como me gusta llamarlos. En mi camino a ser la primera mujer presidente de la ACMI, recibí su apoyo entusiasta y desinteresado como el del visionario de la salud, la educación y el ejercicio de la medicina que el Dr. Matiz siempre fue.

Hernando fue una persona incluyente cuando la palabra no estaba de moda y nadó muchas veces como un salmón en muchos asuntos que lo requerían.

El líder generoso

Sabemos que los hombres lideran con las ideas y, sobre todo, con el ejemplo, pero no se habla mucho de un tipo de liderazgo, el silencioso, el de la generosidad.

Sé que muchas personas recibieron de él, lo más preciado, algo que ningún ser humano puede comprar: tiempo. Él se destacó por siempre estar dispuesto a donarnos su tiempo, su conocimiento y su experiencia. Con el doctor Matiz Camacho siempre se encontraba el sabio consejo y el apoyo, en persona, por teléfono o a través de sus textos.

Cuando Internet aún no era una herramienta del todo accesible para muchos médicos, él ya había escrito más de 47 libros con los que llegaba donde no podía hacerlo en persona con donaciones a las bibliotecas médicas de los hospitales regionales. En su donación al hospital San Juan de Dios de Honda Tolima en el año 2004, dijo: "Generalmente los médicos en los hospitales sufren porque no tienen la posibilidad de tener libros para que puedan leer y desarrollar sus actividades".

¿Y qué me dicen de la Telemedicina que lideró y que gracias a sus aportes hoy somos referente en América Latina? Esta es la bulla silenciosa que hacen los líderes generosos. "La Telemedicina es la medicina del futuro" ―decía él― hace más de quince años, cuando la violencia y la propia geografía del país hacían y aún hoy hacen difícil la prestación de salud.

"Es la forma de prestar un servicio con equidad" ―reiteraba― y, por supuesto, con especialistas.

El doctor Matiz perteneció a diecinueve sociedades científicas e hizo parte de los comités editoriales de más de siete revistas especializadas en medicina. Fue maestro y mentor de muchos médicos, pero no puedo evitar destacar en especial lo que hizo por muchas mujeres cardiólogas, internistas y doctoras de otras especialidades en el país.

Sus amigos y compañeros de universidad lo recuerdan, y al hacerlo, nos cuentan cómo fueron pioneros en la medicina en Colombia. El Dr. Jácome Roca es Internista-Endocrinólogo. En un homenaje escrito en un texto publicado por la Academia Nacional de Medicina de Colombia, evoca su trayectoria: "Fue presidente y/o cofundador de esta y de otras sociedades como la de cardiología, cuidado intensivo, simulación clínica y medicina crítica. Organizó las primeras UCI en diversos hospitales de la capital colombiana, y fue uno de los fundadores de la Universidad El Bosque".

El Dr. Matiz Camacho, nació en Barranquilla y, como dicen sus amigos, no tenía acento costeño; se caracterizó por su amplia formación y dedicación académica no solo en las ciencias de la salud, sino también en otras áreas del conocimiento.

El doctor era poeta

Lo recuerdo en la ciudad de Cali recitando sus poemas del libro Poemas de amor, vida y muerte. Cada año la Fundación Humanismo y Medicina, liderada por el doctor Adolfo Vera, creaba una atmósfera fantástica donde los médicos no hablábamos de medicina. Era una tertulia no académica donde aparecían los talentos ocultos de muchos médicos, y allí el doctor Matiz fue condecorado por lo que fue, un ser humano ejemplar.

Se formó como médico en 1963 en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, posteriormente se especializó en Medicina Interna en el Lahey Clinic en 1966 y en Cardiología en 1968, en el Veterans Administration Hospital, en Búfalo, Nueva York. Luego, regresó a Colombia donde fue un pionero de la cardiología a través de la formación de áreas de cuidado crítico y cateterismo en múltiples hospitales de la ciudad de Bogotá.

Realizo, además, una Maestría en Evaluación de la Educación en la Universidad Santo Tomás y una Maestría en Dirección Universitaria en la Universidad de los Andes, ya que siempre se interesó por la formación del talento humano. Así mismo, dirigió múltiples tesis de pregrado enfocadas en su área de experticia y varios cursos de reanimación cardiovascular. Debido a su interés permanente por la tecnología fue uno de los creadores de diversos cursos y libros sobre telemedicina, laboratorios de simulación clínica, entre otros, buscando siempre el avance continuo de la ciencia de la mano de la educación.

Desempeñó, a la par, funciones administrativas, como presidente y, en algunos casos, fundador, en varias asociaciones médicas reconocidas en el ámbito nacional, como la ACMI, la Sociedad de Colombiana de Cardiología, la Sociedad Colombiana de Cuidado Crítico y la Asociación Colombiana de Simulación Clínica. Fue, además, Fellow en el American College of Cardiology y el American College of Physicians, asesor de la Oraganización Panamericana de la Salud para la Organización del Cuidado Intensivo en Colombia, Chile, Ecuador y Perú y fue uno de los fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque.

Recibió múltiples distinciones a lo largo de su carrera profesional: Excelencia en Medicina Interna, otorgada por la ACMI; Excelencia en Cardiología, otorgada por la Sociedad Colombiana de Cardiología; Educador en Medicina, otorgada por ACMI; y Humanismo y Medicina, otorgada por la Asociación de Humanismo en Medicina. Publicó en 2011 su libro Poemas de amor, vida y muerte.

El Doctor Matiz, siempre será recordado por ser un hombre amable con quien te encontrabas en los congresos médicos, y más que un maestro fue siempre el innovador que te llevaba a conocer nuevos esquemas terapéuticos y nuevos aspectos formativos.

Recuerdo lo que decía de la cardiología en el año 2014: «La cardiología, y la medicina en general, ha sido ayudada enormemente por la tecnología y especialmente por la ingeniería electrónica. Estamos tratando a los pacientes de la forma adecuada. El ideal es que, con el tiempo, se logre dominar la enfermedad coronaria. Ya se está haciendo en muchos países a base de instruir a los pacientes, con una medicina preventiva. Es muy sabio el dicho: "es mejor prevenir que curar".

El Dr. Matiz Camacho nos deja muchas enseñanzas para seguir construyendo una mejor medicina en el país. Lamentamos de manera profunda su fallecimiento, y hacemos llegar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. Hoy también celebramos su tercer nacimiento; él estará por siempre vivo en nuestros corazones.

Recibido: 03 de Mayo de 2022; Aprobado: 07 de Mayo de 2022

*Correspondencia: Dora I. Molina de Salazar E-mail: doraines56@gmail.com

Creative Commons License Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Published by Permanyer. This is an open ccess article under the CC BY-NC-ND license