Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS), manifiesta que las enfermedades crónicas son las responsables del 80% de muertes en el mundo, lo cual equivale a 41 millones de muertes en todo el año; entre tanto, 17.9 millones de personas al año mueren a causa de las enfermedades cardiovasculares, que corresponden a una gran parte de la mortalidad por enfermedades no transmisibles, seguidas de los cánceres, con 9.3 millones, de las enfermedades respiratorias crónicas, con 4.1 millones, y de la diabetes, con 2.0 millones de muertes, por lo que su detección precoz y tratamiento oportuno son prioritarios1.
Colombia enfrenta un cambio poblacional que impacta su transición demográfica y epidemiológica, que se ve reflejado en el aumento de la prevalencia de las enfermedades crónicas no transmisibles2.
Según las estadísticas vitales del DANE en el 2022, en Colombia, las muertes por enfermedad cardiovascular corresponden al 32% del total de las muertes registradas, de las cuales un 55.3% se atribuyó a las enfermedades isquémicas del corazón. En el Valle del Cauca, en ese mismo año, se presentaron 10 449 defunciones por enfermedades cardiovasculares, de las cuales el 59.1% fueron causadas por las enfermedades isquémicas del corazón, mientras que, en Cali, para esta misma causa, el porcentaje de muerte fue del 56.6%3.
La enfermedad coronaria es considerada una enfermedad psicosomática dentro del marco de referencia del modelo psicosocial; este es el reflejo de una sociedad moderna en la que las personas y comunidades presentan alteraciones en sus estados de ánimo. La depresión ocurre con una frecuencia tres veces mayor en pacientes con enfermedad coronaria4.
Los síntomas depresivos son sentimientos y emociones que pueden ser generados por un cúmulo de factores estresantes, como incertidumbre laboral y económica, mal estado de salud, estado de ánimo, y preocupación por la salud propia y de los seres queridos, entre otros5.
Los estados de ánimo han estado presentes y muestran influencia en la progresión de enfermedades cardíacas desde siempre. De acuerdo con Bermúdez et al., y Vicario et al.6,7, una persona, después de un evento coronario, presenta una prevalencia más alta en alteración del estado de ánimo, sentido en el cual una posible causa es el hecho de tener que enfrentar una enfermedad grave, lo que podría conllevar importantes cambios en los hábitos de vida, pérdida de autonomía y, peor aún, autopercepción de salud, así como un amplio desgaste emocional por las sucesivas adaptaciones requeridas, contribuyendo así a una peor evolución del trastorno y menor respuesta a los programas de rehabilitación cardíaca.
El estado de ánimo se refiere a cómo una persona se siente en un momento dado, y este puede ser cambiante y estar influenciado por diversos factores, como eventos externos, pensamientos y experiencias personales. Los síntomas depresivos, por su parte, son manifestaciones específicas que pueden indicar la presencia de un trastorno depresivo8.
La población se encuentra constantemente expuesta a factores de riesgo que aumentan las probabilidades de presentar o vivir situaciones que generen un impacto inesperado, en este caso en la salud. Es así como, cuando la población recibe algún tipo de diagnóstico, debe realizar cambios en los estilos de vida y manejar un tratamiento farmacológico y no farmacológico que antes no practicaba, lo que lleva a un proceso adaptativo que no en todos los casos aplica con facilidad, y hace que aumente la posibilidad de desarrollar síntomas depresivos acompañados de enfermedades crónicas.
Los síntomas depresivos incrementan el riesgo de enfermedad coronaria y esta última desencadena o aumenta los síntomas depresivos, con lo que se muestra una relación bidireccional entre ambas enfermedades. Por otra parte, los factores asociados a los síntomas depresivos pueden ser biológicos, psicológicos (experiencias traumáticas, eventos estresantes o significativos como la pérdida de un ser querido, problemas de salud; el entorno social, la falta de acceso a recursos) y fisiológicos, que conllevan enfermedades crónicas y discapacidades. Una depresión no diagnosticada ni tratada de manera oportuna influye en el autocuidado, lleva a estilos de vida sedentarios y trae dificultades en la capacidad de adherencia al tratamiento médico, que desencadena en mal control de la enfermedad de base9.
Como se relaciona anteriormente, los pacientes con enfermedad cardíaca pueden llegar a desarrollar síntomas depresivos, que, cuando ocurren de manera simultánea, influyen negativamente en su pronóstico clínico y recuperación. En aquellos con enfermedad cardíaca, a menudo la depresión es subdiagnosticada y subtratada, lo cual agrava su problemática y afecta su proceso de salud-enfermedad; estos pacientes son tratados bajo la guía de práctica clínica de la Asociación Americana del Corazón y la guía de práctica clínica para la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la falla cardíaca en población mayor de 18 años, clasificación B, C y D, donde se encuentran las recomendaciones de tratamiento integral basadas en estudios científicos realizados por expertos.
En una cohorte retrospectiva llevada a cabo en Australia, con 5908 pacientes entre 2006 y 2017, los síntomas moderados de depresión fueron prevalentes en el 18% de los adultos que ingresaron en programas de rehabilitación cardíaca, en dos hospitales universitarios metropolitanos de Sydney. Estos adultos tenían una probabilidad significativamente menor de adherirse a la rehabilitación cardíaca, en comparación con aquellos con síntomas normales o leves10.
En Pereira, Risaralda, en el año 2018, se demostró que tener un antecedente de enfermedad coronaria tiene relación estadísticamente significativa con síntomas depresivos (p = 0.005), ya que fue 6.8 veces más probable que estos pacientes presentaran síntomas depresivos respecto a aquellos que no los tenían11.
En Colombia existen pocos estudios sobre la prevalencia y los factores asociados a síntomas depresivos en pacientes con enfermedad coronaria al inicio de un programa de rehabilitación cardíaca; sin embargo, en el año 2019, la Fundación Valle del Lili y la Universidad ICESI, de Cali, realizaron un análisis de la información de una cohorte retrospectiva de 1221 pacientes con enfermedad cardiovascular, que ingresaron a un programa de rehabilitación cardíaca con manejo médico al ingreso al programa, y en el que el 16.46% tenía síntomas depresivos de leves a agudos12.
Por consiguiente, la identificación temprana de los síntomas depresivos en la institución de salud, generará una ventaja clara para el paciente al momento de su ingreso al programa de rehabilitación cardíaca, ya que los síntomas depresivos desempeñan un papel importante en la falta de adherencia a la terapia farmacológica y en el abandono de una dieta saludable y de la actividad física, circunstancias que ofrecerán complicaciones tempranas, rehospitalización, pruebas diagnósticas e intervenciones repetidas, conformando así un gran costo económico y social en la tarea de asistencia en salud.
Este estudio tuvo como propósito identificar la prevalencia de síntomas depresivos y sus factores asociados al inicio del programa de rehabilitación cardíaca en pacientes con enfermedad coronaria que pertenecen a una institución de salud en Cali.
Materiales y método
Se realizó un estudio observacional de corte transversal con intención analítica, cuya población estuvo conformada por pacientes mayores de 18 años, con enfermedad coronaria, que iniciaron el programa de rehabilitación cardíaca entre el 1.o de noviembre de 2021 y el 31 de marzo de 2022 en una institución de salud de cuarto nivel de la ciudad de Cali, Valle del Cauca, Colombia. Se incluyeron pacientes que ingresaron al programa, que fueron atendidos por el fisioterapeuta especialista en rehabilitación cardíaca y que aceptaron participar en el estudio previamente. Se excluyeron pacientes con necesidades educativas y psicosociales especiales, con limitaciones físicas que les impidieran realizar las actividades del programa de rehabilitación, y también aquellos con enfermedades cardíacas hemodinámicamente inestables, sospecha o confirmación de COVID-19 en el momento, además de contar con algún diagnóstico y/o tratamiento psiquiátrico incluyendo depresión, y aquellos pacientes que no aceptaron diligenciar la escala y no presentaran información en las variables seleccionadas.
La variable «síntomas depresivos» se determinó mediante el puntaje de la escala DASS-21, que es un instrumento con rangos de desempeño aceptable y excelente al aplicarse en población clínica y no clínica, con validez convergente y discriminativa óptimas, especialmente para la subescala de depresión (rango = 0.91 a 0.97)13 que evalúa disforia, desesperanza, desvalorización de la vida, autodesprecio, falta de interés/implicación, anhedonia e inercia. Además, se ha demostrado que todas las escalas del DASS-21 tienen una alta consistencia interna y producen discriminaciones significativas en una variedad de entornos13,14, específicamente en la subescala de depresión, con una confiabilidad y consistencia interna de los ítems (3, 5, 10, 13, 16, 17 y 21) de 0.86 con área bajo la curva mayor a 0.90, sensibilidad de 88.46 y especificidad de 86.77. El término «con síntomas depresivos» se utilizó para definir los síntomas leves a extremadamente graves, indicados por una puntuación de la subescala DASS-21 ≥ 5, donde a mayor puntuación general, mayor grado de sintomatología15. Las variables de estudio fueron sociodemográficas, antecedentes y comorbilidades, factores de riesgo cardiovascular, capacidad funcional y actividad física.
Los datos sociodemográficos y clínicos se obtuvieron de los registros médicos y de un instrumento aplicado al inicio del programa de rehabilitación cardíaca. Todos los datos fueron consignados en un archivo elaborado en Microsoft Excel 2010. Una vez recolectada toda la información, se realizó un análisis exploratorio en busca de datos faltantes o incoherentes de los registros y se compararon contra los documentos fuentes, donde se verificó la información y no se encontraron discrepancias entre lo digitado y las fuentes de información.
Se estimó la prevalencia puntual de los síntomas depresivos. Por medio de un análisis univariado las variables cualitativas se resumieron mediante frecuencias y porcentajes, y para el caso de las variables cuantitativas se resumieron, en su mayoría, a través de las medianas y rangos intercuartílicos, dada su no normalidad determinada mediante la prueba de Shapiro-Wilk. Para evaluar la asociación entre los síntomas depresivos y las variables de interés (sociodemográficas, antecedentes, factores de riesgo cardiovascular, capacidad funcional y actividad física) se realizó un análisis bivariado en el que se evaluó la significancia de la comparación de las variables categóricas a través de la prueba estadística X2 o Fisher y para las variables cuantitativas T Student o Mann-Whitney según correspondiera su distribución; se consideraron variables significativas con valor de p ≤ 0.05 y para incluir al modelo con valor de p ≤ 0.2516; además que presenaran sentido clínico o epidemiológico de importancia para la variable «síntomas depresivos» en el análisis bivariado.
Posteriormente, se realizó un análisis multivariado por medio de una regresión de Poisson con varianza robusta para obtener razones de prevalencia (PR) ajustadas y sus intervalos de confianza al 95%17-19, además de ajustar los posibles confusores y determinar las variables que se asocian con tener síntomas depresivos en la población objeto de estudio. Se utilizó un modelo de regresión de Poisson con varianza robusta en lugar de la regresión log-binomial debido a que esta última no converge20. Los datos fueron analizados en el software Bioestadístico Stata 14.
Resultados
A partir de un grupo de 1087 pacientes con enfermedad coronaria de una clínica de cuarto nivel, se excluyeron 945 que no cumplieron con los criterios de selección, quedando 142 pacientes restantes que habían completado el cuestionario DASS-21 al ingresar al programa, pero solo 95 fueron elegibles finalmente como participantes del estudio (Fig. 1).

Figura 1 Diagrama para la selección de pacientes con enfermedad coronaria que asisten al programa de Rehabilitación Cardíaca de una clínica de alta complejidad de la ciudad de Cali, 2021-2022.
Se evidencia la información sociodemográfica y clínica del grupo a elección en la tabla 1, donde la mediana de edad fue de 68 años (RIC: 61-74 años). El 68.40% pertenece al género masculino, mientras que el 64.2% trabaja, el 91.6% vive en zona urbana, el 70.5% pertenece al régimen contributivo, y el 37.9% están casados. Por otra parte, la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria previa y la diabetes mellitus fueron los antecedentes más frecuentes (70.50, 61.10 y 38.90%, respectivamente); sin embargo, el 8.4% tiene antecedente de infección por COVID-19.
Tabla 1 Características sociodemográficas y clínicas de los pacientes
Características | Descripción | Medida de resumen | |
---|---|---|---|
n = 95 | RIC/DE/% | ||
Edad | Mediana/Rango intercuartílico | 68 | 61-74 |
Peso | Mediana/Rango intercuartílico | 69 | 60-78 |
FEVI | Mediana/Rango intercuartílico | 54 | 42-60 |
MET | Mediana/Rango intercuartílico | 7 | 4.5-7 |
IMC | Mediana/Rango intercuartílico | 26 | 23.62-28.65 |
Borg disnea | Mediana/Rango intercuartílico | 0 | 0-0 |
Borg fatiga | Mediana/Rango intercuartílico | 0 | 0-0 |
Intensidad del dolor | Mediana/Rango intercuartílico | 0 | 0-2 |
VO2P | Media/desviación estándar | 21.8 | 8.95 |
Talla | Media/desviación estándar | 1.62 | 0.086 |
Género | Femenino | 30 | 31.60% |
Masculino | 65 | 68.40% | |
A qué se dedica actualmente | Trabaja | 61 | 64.20% |
Desempleado | 34 | 35.80% | |
Estrato | Estrato 1 | 22 | 23.20% |
Estrato 2 | 28 | 29.50% | |
Estrato 3 | 38 | 40.00% | |
Estrato 4 | 3 | 3.20% | |
Estrato 5 | 4 | 4.20% | |
Área | Urbano | 87 | 91.60% |
Rural | 8 | 8.40% | |
Ciudad de residencia | Cali | 72 | 75.80% |
Fuera de Cali | 23 | 24.20% | |
Régimen | Contributivo | 67 | 70.50% |
Subsidiado | 28 | 29.50% | |
Estado civil | Soltero | 19 | 20.00% |
Casado | 36 | 37.90% | |
Unión libre | 20 | 21.10% | |
Divorciado | 8 | 8.40% | |
Viudo | 12 | 12.60% | |
HTA | No | 28 | 29.50% |
Si | 67 | 70.50% | |
DM | No | 58 | 61.10% |
Si | 37 | 38.90% | |
Dislipidemia | No | 79 | 83.20% |
Si | 16 | 16.80% | |
COVID-19 | No | 87 | 91.60% |
Si | 8 | 8.40% | |
Tabaquismo | No | 83 | 87.40% |
Si | 12 | 12.60% | |
Hipotiroidismo | No | 81 | 85.30% |
Si | 14 | 14.70% | |
EPOC | No | 91 | 95.80% |
Si | 4 | 4.20% | |
ERC | No | 82 | 86.30% |
Si | 13 | 13.70% | |
Cáncer | No | 89 | 93.70% |
Si | 6 | 6.30% | |
Obesidad | No | 85 | 89.50% |
Si | 10 | 10.50% | |
Enfermedad cardíaca previa | No | 37 | 38.90% |
Si | 58 | 61.10% | |
Riesgo cardiovascular | Bajo | 4 | 4.20% |
Medio | 20 | 21.10% | |
Alto | 71 | 74.70% | |
Funcionalidad independiente | No | 5 | 5.30% |
Si | 90 | 94.70% | |
Atrofia | No | 76 | 80.00% |
Si | 19 | 20.00% | |
Edema | No | 85 | 89.50% |
Si | 10 | 10.50% | |
Crepitación | No | 84 | 88.40% |
Si | 11 | 11.60% | |
Esternotomía | No | 70 | 73.70% |
Si | 25 | 26.30% | |
Safenectomía | No | 82 | 86.30% |
Si | 13 | 13.70% | |
Cateterismo | No | 15 | 15.79% |
Radial | 41 | 43.16% | |
Inguinal | 32 | 33.68% | |
Ambos | 7 | 7.37% | |
Dolor | No | 58 | 61.10% |
Si | 37 | 38.90% |
n: tamaño de muestra; RIC: rango intercuartílico; DE: desviación estándar; %: porcentaje.
En cuanto a las variables clínicas y físicas, la mediana del peso es de 69 kg (RIC: 60-78 kg), la de FEVI es de 54 (RIC: 42-60) y la de MET es de 7 (RIC: 4.5-7). La mediana de Borg disnea y Borg fatiga es de 0, y la mediana de la intensidad del dolor es de 0 (RIC: 0-2). Se encontró una prevalencia total de síntomas depresivos de leves a extremadamente severos de 70.5% (n = 67) al ingreso del programa de Rehabilitación Cardíaca, además de que los síntomas depresivos de moderados a extremadamente severos estuvieron presentes en el 63.2% (n = 60) de los participantes. En la figura 2 se describe la clasificación de la variable objeto del estudio según su grado de severidad, donde los síntomas depresivos moderado y extremadamente severo son del 25.3% (n = 24) y del 21.1% (n = 20) del total de los pacientes, respectivamente.

Figura 2 Prevalencia y gravedad de síntomas depresivos en pacientes con enfermedad coronaria que ingresan al programa de rehabilitación cardíaca de una clínica de alta complejidad de la ciudad de Cali, 2021-2022.
El análisis bivariado (Tabla 2) encontró asociación entre la presencia de síntomas depresivos y haber experimentado la pérdida de algún familiar amigo o conocido (RPc: 1.29; IC 95%: 1.02-1.65; p = 0.035), pertenecer al régimen contributivo (RPc: 0.75; IC 95%: 0.59-0.95; p = 0.016), tener alto riesgo cardiovascular (RPc: 0.65; IC 95%: 0.53-0.79; p < 0.001) y haber tenido una esternotomía previa (RPc: 1.28; IC 95%: 1.00-1.63; p = 0.047).
Tabla 2 Análisis bivariado entre variables sociodemográficas, antecedentes, factores de riesgo cardiovascular, capacidad funcional y actividad física con la presencia de síntomas de depresivos en pacientes con enfermedad coronaria
Características | Descripción | Total (n = 95) | Síntomas depresivos | RPc | IC 95% | Valor p | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Si (n = 67) | No (n = 28) | Inferior | Superior | |||||
Mediana de edad en años | < 68* | 43 | 31 | 12 | 0.96 | 0.74 | 1.25 | 0.761 |
≥ 68 | 52 | 36 | 16 | |||||
Sexo | Femenino* | 30 | 22 | 8 | 0.94 | 0.72 | 1.24 | 0.677 |
Masculino | 65 | 45 | 20 | |||||
Estado civil | Soltero* | 19 | 11 | 8 | ||||
Casado | 36 | 31 | 5 | 1.49 | 0.99 | 2.24 | 0.056 | |
Unión Libre | 20 | 10 | 10 | 0.86 | 0.48 | 1.55 | 0.624 | |
Divorciado | 8 | 7 | 1 | 1.51 | 0.95 | 2.41 | 0.083 | |
Viudo | 12 | 8 | 4 | 1.15 | 0.66 | 2.01 | 0.620 | |
Estrato socioeconómico | Estrato 1* | 22 | 16 | 6 | ||||
Estrato 2 | 28 | 17 | 11 | 0.83 | 0.56 | 1.24 | 0.370 | |
Estrato 3 | 38 | 29 | 9 | 1.05 | 0.77 | 1.43 | 0.763 | |
Estrato 4-5 | 7 | 5 | 2 | 0.98 | 0.57 | 1.68 | 0.948 | |
Área | Rural* | 8 | 3 | 5 | 1.96 | 0.79 | 4.86 | 0.146 |
Urbano | 87 | 64 | 23 | |||||
A qué se dedica | Trabaja* | 61 | 46 | 15 | 0.82 | 0.61 | 1.11 | 0.196 |
Desempleado | 34 | 21 | 13 | |||||
Experimentó una pérdida | No* | 74 | 49 | 25 | 1.29 | 1.02 | 1.65 | 0.035 |
Si | 21 | 18 | 3 | |||||
Ciudad de residencia | Cali* | 72 | 54 | 18 | 0.75 | 0.51 | 1.11 | 0.149 |
Fuera de Cali | 23 | 13 | 10 | |||||
Régimen | Subsidiado* | 28 | 24 | 4 | 0.75 | 0.59 | 0.95 | 0.016 |
Contributivo | 67 | 43 | 24 | |||||
HTA | No* | 28 | 22 | 6 | 0.85 | 0.66 | 1.11 | 0.232 |
Si | 67 | 45 | 22 | |||||
DM | No* | 58 | 42 | 16 | 0.93 | 0.71 | 1.23 | 0.622 |
Si | 37 | 25 | 12 | |||||
Dislipidemia | No* | 79 | 56 | 23 | 0.97 | 0.68 | 1.39 | 0.868 |
Si | 16 | 11 | 5 | |||||
COVID-19 | No* | 87 | 61 | 26 | 1.07 | 0.70 | 1.64 | 0.756 |
Si | 8 | 6 | 2 | |||||
Tabaquismo | No* | 83 | 58 | 25 | 1.07 | 0.75 | 1.53 | 0.698 |
Si | 12 | 9 | 3 | |||||
Hipotiroidismo | No* | 81 | 55 | 26 | 1.26 | 0.97 | 1.64 | 0.082 |
Si | 14 | 12 | 2 | |||||
ERC | No* | 82 | 61 | 21 | 0.62 | 0.34 | 1.13 | 0.121 |
Si | 13 | 6 | 7 | |||||
Cáncer | No* | 89 | 64 | 25 | 0.70 | 0.31 | 1.57 | 0.382 |
Si | 6 | 3 | 3 | |||||
Obesidad | No* | 85 | 60 | 25 | 0.99 | 0.64 | 1.53 | 0.970 |
Si | 10 | 7 | 3 | |||||
Enfermedad cardíaca previa | No* | 37 | 29 | 8 | 0.84 | 0.65 | 1.08 | 0.166 |
Si | 58 | 38 | 20 | |||||
Riesgo cardiovascular | Bajo-Medio* | 24 | 23 | 1 | 0.65 | 0.53 | 0.79 | < 0.001 |
Alto | 71 | 44 | 27 | |||||
Funcionalidad independiente | No* | 5 | 4 | 1 | 0.88 | 0.55 | 1.39 | 0.570 |
Si | 90 | 63 | 27 | |||||
Atrofia | No* | 76 | 56 | 20 | 0.79 | 0.52 | 1.18 | 0.247 |
Si | 19 | 11 | 8 | |||||
Edema | No* | 85 | 61 | 24 | 0.84 | 0.49 | 1.41 | 0.505 |
Si | 10 | 6 | 4 | |||||
Crepitación | No* | 84 | 61 | 23 | 0.75 | 0.43 | 1.31 | 0.315 |
Si | 11 | 6 | 5 | |||||
Esternotomia | No* | 70 | 46 | 24 | 1.28 | 1.00 | 1.63 | 0.047 |
Si | 25 | 21 | 4 | |||||
Safenectomía | No* | 82 | 56 | 26 | 1.24 | 0.94 | 1.63 | 0.128 |
Si | 13 | 11 | 2 | |||||
Cateterismo | No* | 15 | 10 | 5 | 1.07 | 0.73 | 1.57 | 0.736 |
Si | 80 | 57 | 23 | |||||
Dolor | No* | 58 | 42 | 16 | 0.93 | 0.71 | 1.23 | 0.622 |
Si | 37 | 25 | 12 | |||||
Peso | Mediana | 69 (60-78) | 69 (60-78) | 70.9 (62.5-77.5) | 0.99 | 0.98 | 1.01 | 0.310 |
Talla | Media | 1.62 (0.086) | 1.61 (0.083) | 1.65 (0.089) | 0.22 | 0.05 | 1.04 | 0.056 |
FEVI | Mediana | 54 (42-60) | 52 (42-60) | 56 (45-60) | 1.00 | 0.99 | 1.01 | 0.574 |
MET | Mediana | 7 (4.5-7) | 7 (4.5-7) | 7 (4.5-7) | 1.00 | 0.95 | 1.05 | 0.972 |
VO2P | Media | 21.81 (9.95) | 21.81 (9.07) | 21.80 (8.81) | 1.00 | 0.99 | 1.01 | 0.996 |
Intensidad del dolor | Mediana | 0 (0-2) | 0 (0-2) | 0 (0-2) | 1.00 | 0.95 | 1.06 | 0.908 |
Borg disnea | Mediana | 0 (0-0) | 0 (0-0) | 0 (0-0) | - | - | - | - |
Borg fatiga | Mediana | 0 (0-0) | 0 (0-0) | 0 (0-0) | 0.76 | 0.42 | 1.35 | 0.345 |
IMC | Mediana | 26.0 (23.6-28.6) | 26.0 (23.4-29.1) | 25.6 (23.8-27.6) | 1.00 | 0.97 | 1.03 | 0.910 |
RPc: razón de prevalencia cruda; IC: intervalo de confianza.
*Categoría de referencia.
Otras variables seleccionadas de acuerdo con criterios de importancia clínica en la literatura, el conocimiento y la experiencia previa de los investigadores fueron: estar casado (RPc: 1.49; IC 95%: 0.99-2.24; p = 0.056), hipotiroidismo (RPc: 1.26; IC 95%: 0.97-1.64; p = 0.082) y FEVI (RPc: 1.00; IC 95%: 0.99-1.01; p = 0.574).
En el análisis multivariado (Tabla 3) se halló que tanto pertenecer al régimen contributivo (RPa: 0.75; IC 95%: 0.60-0.94; p = 0.013) como tener un alto nivel de riesgo cardiovascular (RPa: 0.62; IC 95%: 0.50-0.77; p < 0.001), se asociaron a una menor prevalencia de síntomas depresivos, mientras que presentar esternotomía previa (RPa: 1.28; IC 95%: 1.01-1.62; p = 0.040) se asoció con mayor prevalencia de síntomas depresivos.
Tabla 3 Análisis multivariado de las características sociodemográficas, antecedentes, factores de riesgo cardiovascular, capacidad funcional y actividad física con la presencia de síntomas de depresivos en pacientes con enfermedad coronaria
Características | Descripción | Total (n = 95) | Síntomas depresivos | RPc | IC 95% | Valor p | RP Ajustado | IC 95% | Valor p | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Si (n = 67) | No (n = 28) | Inferior | Superior | Inferior | Superior | |||||||
Régimen | Subsidiado* | 28 | 24 | 4 | 0.75 | 0.59 | 0.95 | 0.016 | 0.75 | 0.60 | 0.94 | 0.013 |
Contributivo | 67 | 43 | 24 | |||||||||
Riesgo cardiovascular | Bajo-medio* | 24 | 23 | 1 | 0.65 | 0.53 | 0.79 | < 0.001 | 0.62 | 0.50 | 0.77 | < 0.001 |
Alto | 71 | 44 | 27 | |||||||||
Esternotomía | No* | 70 | 46 | 24 | 1.28 | 1.00 | 1.63 | 0.047 | 1.28 | 1.01 | 1.62 | 0.040 |
Si | 25 | 21 | 4 |
RPA: razón de prevalencia ajustada; IC: intervalo de confianza.
*Categoría de referencia.
Lo anterior sugiere que se presentó una reducción del 25% de la prevalencia de síntomas depresivos entre los pacientes que pertenecen al régimen contributivo, en comparación con aquellos que tienen régimen subsidiado, ajustado por las variables riesgo cardiovascular y esternotomía.
De igual manera, se presentó una reducción del 38% de la prevalencia de síntomas depresivos entre los pacientes que presentan riesgo cardiovascular alto en comparación con los pacientes que tienen un riesgo medio-bajo, ajustado por las variables régimen y esternotomía.
Por otro lado, es 1.28 veces más frecuente que los pacientes con esternotomía presenten síntomas depresivos al inicio del programa respecto a aquellos que no tienen esternotomía; es decir, que los pacientes con esternotomía tuvieron 28% más prevalencia de tener síntomas depresivos en comparación con los que no tuvieron esternotomía, ajustado por las variables régimen y riesgo cardiovascular.
Discusión
En este estudio se halló alta prevalencia de síntomas depresivos, los cuales fueron leves a extremadamente graves en el 70.5% de los pacientes con enfermedad coronaria que inician un programa de rehabilitación cardíaca, mientras que los síntomas depresivos de moderados a extremadamente graves fueron de 63.2%.
Como segundo hallazgo considerable, se evidenció que el régimen, el riesgo cardiovascular y tener esternotomía previa están relacionados con la presencia de síntomas depresivos.
La prevalencia de dichos síntomas es variable según los estudios publicados y oscila entre el 16 y el 75% en pacientes que inician programas de rehabilitación cardíaca; en esta investigación se obtuvo un porcentaje alto, pero incluido en el rango de los publicados hasta ahora en la literatura. Es importante tener en cuenta que la alta variación de los datos epidemiológicos puede estar sujeta a la diferencia de la población estudiada y a la escala utilizada como prueba de tamizaje para la identificación de los síntomas depresivos10,12,21,22.
Rao et al.10 reportan prevalencias de síntomas depresivos inferiores a las encontradas en esta investigación. En un estudio realizado en dos hospitales universitarios metropolitanos de Sydney, Australia, donde incluyeron 5908 pacientes que ingresaron a programas de rehabilitación cardíaca entre 2006 y 2017, prevalecieron los síntomas depresivos de moderados a extremadamente severos en aproximadamente el 18% de los adultos que ingresaron al programa.
Siguiendo con el aspecto sociodemográfico, sobresale que no hubo diferencia significativa entre los síntomas depresivos y el género en nuestra investigación, aunque la frecuencia fue superior en hombres, lo que coincide con lo reportado en el estudio de Rao et al.10 llevado a cabo en Sydney, Australia, en el que informan que una proporción significativamente mayor de adultos con al menos síntomas moderados de depresión eran hombres.
Los hallazgos mencionados por el presente estudio concuerdan con los reportados por otro autor en un estudio de pacientes con enfermedad coronaria, quien describe que los antecedentes clínicos, como hipertensión, diabetes y obesidad, no tuvieron relación con la presencia de síntomas depresivos23.
Por el momento, en el país no existen investigaciones en este tipo de población donde se aplique la escala DASS-21 y se asocie el régimen de salud con presentar síntomas depresivos, como sí lo revelan los resultados de nuestro estudio, donde se indica que pertenecer al régimen contributivo tiene una relación con los pacientes que ingresan a un programa de rehabilitación cardíaca para presentar síntomas depresivos, ya que los pacientes de este régimen tienen mayores facilidades para continuar con la atención integral de sus enfermedades; es importante resaltar que el régimen de salud puede estar influenciado por una variedad de factores, incluyendo el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica y otros determinantes sociales de la salud, además de que la relación entre el régimen de salud y los síntomas depresivos puede variar en diferentes contextos y poblaciones.
Por otra parte, en el estudio de Bichara et al.24 se muestran resultados similares a los del presente estudio, en los que se concluye que existe asociación entre el riesgo cardiovascular y los síntomas depresivos de los pacientes con enfermedad coronaria, pero con la diferencia que en el estudio de Bichara et al.24, se cataloga como un factor de riesgo, mientras que en nuestro estudio fue descrito como un factor de protección para síntomas depresivos. Esto puede deberse a que los pacientes con alto riesgo asisten a controles médicos con mayor periodicidad y reciben un acompañamiento específico e integral que puede influir sobre la autopercepción de salud que fundamenta una menor prevalencia de síntomas depresivos.
Teker et al.25 en un estudio clínico prospectivo con 65 pacientes que tenían diagnóstico de enfermedad coronaria, encontraron una relación significativa entre los síntomas depresivos y una intervención quirúrgica previa; otros resultados expuestos en el estudio de Fuentes et al.26 reafirman que existe relación entre una prevalencia mayor de depresión, después de una intervención quirúrgica, como lo es en el caso de la revascularización cardíaca. Entre tanto, los resultados de estas investigaciones se ajustan a lo encontrado en nuestro estudio, en el que haber tenido previamente una intervención quirúrgica, en este caso la esternotomía, se asoció significativamente con mayor prevalencia de síntomas depresivos; además, es importante identificar y tratar los síntomas depresivos en estos pacientes para mejorar su recuperación y pronóstico a largo plazo.
Los resultados de nuestro estudio nos llevan a reportar la misma necesidad que manifiesta el estudio de Kuhlmann et al.27, que es la de un mayor reconocimiento, referencia y manejo clínico continuo y mejorado de los síntomas depresivos en pacientes con enfermedad coronaria. Además, la rehabilitación cardíaca hospitalaria, con su enfoque multidisciplinario, ofrece una oportunidad ideal para la evaluación e intervención de la salud mental al inicio de los programas con vías de derivación adecuadas a psicólogos y psiquiatras de ser el caso28.
Este estudio estuvo limitado por un tamaño de muestra pequeño (muestreo no probabilístico), datos autoinformados y la selección de pacientes de una sola clínica de alta complejidad de la ciudad de Cali, lo que puede restringir los hallazgos en otras poblaciones o contextos, y, del mismo modo, la posibilidad de detectar un mayor número de asociaciones con significancia estadística.
Adicionalmente, está la influencia que pudieron tener los resultados al realizar la investigación en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia COVID-19. Sin embargo, pese a las limitaciones expuestas, consideramos que nuestro estudio brinda información valiosa para tener en cuenta en el manejo clínico de pacientes con enfermedad coronaria en los programas de rehabilitación cardíaca.
Conclusiones
El 70.5% de los pacientes con enfermedad coronaria que ingresaron a un programa de rehabilitación cardíaca en una clínica de la ciudad de Cali, Colombia, presentaron al menos síntomas depresivos leves al iniciar el programa, mientras que el 62.3% tuvieron síntomas depresivos moderados a extremadamente severos.
Las variables edad, sexo y antecedentes patológicos, como HTA, DM, tabaquismo, COVID-19 y obesidad, y clínicos, como FEVI, no se asocian con la aparición de síntomas depresivos en estos pacientes; estos resultados son específicos de esta investigación y pueden presentar variaciones en diferentes poblaciones.
Por otra parte, se logró identificar que el régimen de salud al que se encuentra afiliado el paciente, el riesgo cardiovascular que presenta y haber estado sometido previamente a una esternotomía se asociaron a la presencia de síntomas depresivos en esta población.
Estos hallazgos indican que es importante identificar los síntomas depresivos en pacientes con enfermedad coronaria al inicio del programa, ya que el control de estos síntomas al ingreso de la rehabilitación cardíaca podría ayudar a mejorar la adherencia e identificar la necesidad de apoyo psicológico adicional dentro de este programa en la institución.