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Semestre Económico

Print version ISSN 0120-6346On-line version ISSN 2248-4345

Semest. Econ. vol.14 no.spe29 Medellín Dec. 2011

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

ORGANIZACIÓN SOCIAL PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE EN CHIAPAS, MÉXICO*

 

SOCIAL ORGANIZATION FOR SUSTAINABLE DEVELOPMENT IN CHIAPAS, MEXICO

 

ORGANIZAÇãO SOCIAL PARA O DESENVOLVIMENTO SUSTENTÁVEL EM CHIAPAS, MÉXICO

 

Guillermo Montoya Gómez**; José Francisco Hernández Ruiz***; Juan Uriel García Cruz****

 

** Licenciado en Economía, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, México. Magíster en Economía Agrícola, Universidad Nacional Autónoma de México. Doctorado en Economía Agrícola, Universidad Nacional Autónoma de México. Investigador Nacional Nivel II, del sistema SEP-CONACYT. Investigador titular del Departamento de Gestión de Territorios, Colegio de la Frontera Sur, Chiapas, México. Dirección postal Carretera Panamericana y Periférico Sur S/n, barrio de María Auxiliadora, Cp. 29290, Teléfono: (01) 967 67 49000, Ext.1411. Correo electrónico: gmontoya@ecosur.mx.

*** Licenciado en Economía, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, México. Técnico académico titular, Departamento de Gestión de Territorios, Colegio de la Frontera Sur, Chiapas, México. Dirección postal, Carretera Panamericana y Periférico Sur, barrio de María Auxiliadora, S/n, Cp. 29290, Teléfono: (01) 967 67 49000, Ext.1411 Correo electrónico: jfhernan@ecosur.mx.

**** Licenciado en Economía, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, México. Técnico académico titular, Departamento Sistemas de Gestión, Colegio de la Frontera Sur, Chiapas, México. Dirección postal, Carretera Panamericana y Periférico Sur, barrio de María Auxiliadora, S/n, Cp. 29290. Teléfono: (01) 967 67 49000, Ext.1411Correo electrónico: juan-uriel1980@hotmail.com.

 

Recibido: junio 08 de 2010
Aceptado: enero 21 de 2011

 


RESUMEN

Se evalúan las fortalezas y debilidades de organizaciones de productores que han implantado esquemas sustentables de manejo de recursos maderables y no maderables en distintas regiones de Chiapas. Para obtener la información se efectuaron recorridos y entrevistas de campo con los representantes de las organizaciones y se hicieron talleres participativos. Lo más destacado resultó ser el grado de diferenciación, en términos de avance en las capacidades de agencia y de gestión de los colectivos, lo que les ha permitido ascender hacía fases superiores en la formación de cadenas productivas, de exclusión de intermediarios y de ampliación de sus mercados, consolidando así, su capital social. No obstante, entre las debilidades estructurales se encontró la crónica dependencia de las transferencias gubernamentales, para lograr una mayor capitalización y autonomía financiera, no sólo para ampliar la base de capital físico, sino sus capacidades instaladas.

PALABRAS CLAVE
Organización social, desarrollo sustentable, productos forestales no maderables, mercado, Chiapas.

CLASIFICACIÓN JEL
Q13; M14

CONTENIDO
Introducción; 1. Organizarse o no esa es la cuestión; 2. La dialéctica negativa del mercado; 3. Los elementos constitutivos actuales de los colectivos; 4. Estudios de caso; 5. Conclusiones; Bibliografía.


ABSTRACT

The strengths and weaknesses of production organizations that have implemented sustainable schemes of timber resource management in the different regions of Chiapas are evaluated. To obtain the information field visits and interviews with the representatives of the different organizations were done along with participative workshops. What stood out the most was the differentiation level in terms of the advancement in agency capacities and collective management, what has enabled them to advance to superior levels in the formation of productive chains, middlemen exclusion and market growth. Consolidating therefore its social capital. Despite these, in between the weaknesses, a chronic dependency in between governmental transferences to achieve a broader capitalization and financial autonomy was evidenced, not just to broaden the base of the physical capital, but it's installed capacities.

KEY WORDS
Social organization, sustainable development, non-timber forestry products, market, Chiapas

JEL CLASSIFICATION
Q13; M14

CONTENT
Introduction; 1. Organize or not to organize? That is the question; 2. The negative dialect of the market; 3. The actual constitutive elements of collectives; 4. Case studies; 5. Conclusions; Bibliography.


RESUMO

Avaliam-se as fortalezas e debilidades de organizações de produtores que tem implantado esquemas sustentáveis de gestão de recursos madeiráveis e não madeiráveis em diferentes regiões de Chiapas. Para obter a informação fizeram-se recorridos e entrevistas de campo com os representantes das organizações e fizeram-se reuniões participativas. O mas destacado resulto ser o grado de diferenciação, em termos do avance nas capacidades da agencia e da gestão dos coletivos, o que tem-lhes permitido entrar em fases superiores na formação de cadeias produtivas, de exclusão de intermediários e de ampliação de seus mercados. Consolidando assim, seu capital social. Não obstante, entre as debilidades estruturais encontrou-se a crónica dependência das transferências do governo, para lograr uma maior capitalização e autonomia financeira, não só para ampliar a base do capital físico mais também sua capacidade instalada.

PALAVRAS-CHAVE
Organização social, desenvolvimento sustentável, produtos florestais não-madeiráveis, mercado, Chiapas.

CLASSIFICAÇÃO JEL
Q13; M14

CONTEÚDO
Introdução; 1. Se organizar ou não se organizar, essa é a questão; 2. A dialética negativa do mercado; 3. Os elementos constitutivos atuais dos coletivos; 4. Estudos de caso; 5. Conclusões; Bibliografia.


 

 

INTRODUCCIÓN

Ante las limitaciones del mercado y del Estado, emerge la figura organizativa de productores como una alternativa, no sólo para incorporar mejoras en la estructura primaria de producción, sino para emprender acciones para iniciar o avanzar en el complejo proceso de agregación de valor, porque el mercado segmenta y empodera al capital comercial, industrial y financiero, (Boltvinik, 2009), en detrimento de los pequeños productores, al extraerles una fracción importante de la renta, pero también, porque el Estado ha mostrado signos de incapacidad para fortalecer, a través de políticas públicas, los persistentes esfuerzos que los productores despliegan para mejorar sus condiciones productivas y de vida. En efecto, la actual crisis del capitalismo puso en evidencia que el mercado no se autorregula, tal como asumió Greenspan (2008), supuesto fincado en el postulado del fin de la historia (Fukuyama, 1992). No obstante, en los hechos, los rescates bancarios e industriales han evidenciado que es pura ''la ilusión del fin'' (Boudrillard, 1992). El mercado, pues, al ser una construcción social no actúa ni mecánica ni automáticamente, requiere de instancias que regulen dichas irracionalidades que emergen en una especie de entropía social (Tyrtania, 2008), y es que el enfrentamiento que se instaura entre las partes en competencia termina por ser el de una guerra (Foucault, 2000).

En lo que al Estado se refiere, al calor del neoliberalismo y su proceso de desregulación, este abandonó su papel rector (gestado precisamente para mitigar el colapso de 1930), lo que abrió espacios por donde se filtraron acciones que actuaron al margen del mercado y del Estado mismo, es decir, en un terreno nebuloso donde ni mercado ni Estado vigilaban las contabilidades creativas de las empresas monopólicas; ahí está el ejemplo de Enron en Estados Unidos1 por citar un solo caso. Por su parte, la bolsa operó a sus anchas en un umbral desregulador donde la venta de instrumentos financieros chatarra recreaba una aparente actividad boyante.

En este marco se han desarrollado, lenta pero de manera sostenida, varias organizaciones de productores en la entidad chiapaneca. De manera que el objetivo del presente trabajo consiste en presentar los hallazgos en tres organizaciones que han impulsado esquemas de manejo forestal y dos que han trabajado con productos no maderables, en distintas regiones de Chiapas. Sus experiencias particulares evidencian las potencialidades que tienen los colectivos frente al embate del individualismo que privilegia el mercado y la relativa ausencia del Estado. Entre ellas destaca la práctica de una especie de plena individualidad en la plena colectividad (Dussel, 2007).

Para obtener la información, se efectuaron recorridos de campo y reuniones con los representantes de las organizaciones, se aplicaron entrevistas tanto a los líderes como a los productores, y se hicieron talleres participativos.

El trabajo se divide en cuatro partes: en la primera se discute la necesidad de los productores para organizarse; en la segunda se revisa la contradictoria estructura y función del mercado; luego, en la tercera parte, se analiza la estructura actual de las organizaciones, y en la parte final, se aportan datos cuantitativos de cada organización y se plantean las fallas del mercado, para cerrar con las conclusiones.

 

1. ORGANIZARSE O NO ORGANIZARSE, ESA ES LA CUESTIÓN

Algunos autores, Montoya y otros (2006), Reygadas y otros (2006), han encontrado que los procesos de organización cristalizados en proyectos de vida han fructificado en avances internos -diversificación en la estructura de ingresos, ampliación del capital físico, social y humano-, y externos tanto de las comunidades como de las familias de los colectivos: capacidad de gestión, formación de redes de productores, vinculación con mercados externos. Si bien ello ha fructificado en avances diferenciados en las dimensiones ambiental, económica y social, aun falta mucho por avanzar. Estudios más recientes, Montoya y otros (2009), indican que los procesos de organización que se fundamentan en los consensos, la religión y la competencia no excluyente tienden a ser mucho más robustos que aquellos donde hay acciones de exclusión, del bloqueo del acceso a través de normas internas que hacen las veces de barreras a la entrada de otros productores.

La organización, pues, permite adelantar procesos de apropiación de sus recursos naturales, consistentes en una especie de redescubrimiento de nuevos valores intrínsecos en sus acervos. Por ejemplo, en el caso más reciente, Sánchez y otros (2010) encontraron que hay cuatro fases cruciales:

  1. Una primera fase de apropiación social, cuando en los hechos, la familia rescata sus tierras e inicia la limpia para embellecer la caída de agua, que en Tzeltal se escribe Cha'ayja. En realidad es un verdadero cambio de uso del suelo, donde el linaje apostó una mejor relación de costo de oportunidad, dejar de producir maíz (en el corto plazo), para obtener un ingreso del sector servicios (en el largo plazo).
  2. Casi inmediatamente despliegan una segunda fase de apropiación. Cuando, ante las autoridades de SECTUR2 , registran verbalmente su proyecto. Y prácticamente inician formalmente su utopía, su proyecto de vida.
  3. La tercera fase de apropiación se dirime en disputas inter familias o linajes. Para entonces ya el proyecto ha empezado a generar envidias internas en la comunidad.
  4. Y la fase cuasi última de apropiación, consistirá cuando desplieguen acciones más profundas de conservación y restauración, para poder hablar de una sustentabilidad fuerte.

Obviamente también hay experiencias que, por el grado de diferenciación social y productiva que han alcanzado, por sus niveles de acumulación y por el grado de articulación con el mercado, muestran signos de agrietamiento y de una suerte de desazón que conduce a la inmovilización y la ruptura, lo cual quizá no signifique el fin del mundo sino la etapa de un proceso al que sin duda le sucederá otro esfuerzo en el futuro.

Todo, en un proceso dinámico y dialéctico, porque, si en el proceso no se generan valores e instituciones sociales que recreen la solidaridad, la confianza, transparencia, la participación y la inclusión, a la postre, el desgaste termina por dar al traste los esfuerzos de organización. Por ejemplo, la fortaleza de las organizaciones, cuando llega a trascender las cuestiones objetivas, empieza a incidir sobre las subjetivas, de manera que se da una interiorización y necesidad colectiva para reapropiarse de sus recursos naturales, constituidos en parte de su patrimonio. Se aventuran a evaluar costos de oportunidad, es decir, han aprehendido, a través del ensayo y el error, que la posesión y el control que logran ejercer sobre sus recursos naturales les permiten estructurar proyectos de vida colectivos cuyo significado represente una opción de vida, una utopía que vendrá en el futuro a jugar una función en la reproducción colectiva e individual. Si bien, los jóvenes, que no encuentran ni cabida ni recursos monetarios suficientes, no comulgan con el esfuerzo hoy día, si este logra ampliar su cobertura y la demanda de servicios en el mediano plazo, los jóvenes de hoy habrán de heredar un proyecto alternativo de vida.

 

2. LA DIALÉCTICA NEGATIVA DEL MERCADO

Las localidades que optaron por la privatización y el manejo individual de sus recursos han dejado que fuera la lógica del capital y del mercado la que orientara sus acciones, desprovistas totalmente de un mínimo de organización local, y no solo no han podido mejorar sus condiciones de vida sino que enfrentan el peor de los escenarios posibles: pobreza sin recursos naturales. Los agentes del capital comercial encuentran suficiente espacio para operar, ahí donde no hay estructuras sociales que limiten las acciones de estos agentes externos del capital. En efecto, en la medida en que se ha formado el mercado como estructura exterior, con capacidad para satisfacer materialmente, en parte y de manera relativa, algunas de las necesidades privadas de los sujetos, estos lo asume como un espacio necesario; así el mercado se ha apropiado de un nicho íntimo de los sujetos.

El mercado aparece como el terreno absoluto de las libertades o al menos de la económica, de la realización plena y efectiva de las necesidades subjetivas del individuo; hay una especie de exorcización, donde lo privado de pronto tiene que pasar por ese mecanismo mercantil, por ese dispositivo sancionador, por valores de cambio, por flujos monetarios legalizados, producidos por industrias especializadas. Lo privado, convertido en trauma, se convierte en algo moralmente ajeno al común.

Boltvinik (2009, p. 31), ahonda:

Las necesidades no son deseos (o preferencias) fuertes o inconsistentes, ya que mientras, necesitar no es un verbo intencional y no depende del pensamiento, desear es un verbo intencional que sí depende del pensamiento. Así, si necesito algo porque es F, tiene que ser realmente F sin importar que yo crea o no que es F, mientras que si uno quiere algo porque es F, uno cree o sospecha que es F (sin importar que lo sea en realidad).

En otro sentido Boltvinik, (2007 p. 28), menciona que:

Todos los motivos necesarios para que los compradores compren deben surgir de inmediato (...) repetir una y otra vez, el jubiloso momento en que uno se deja llevar y permite que su propio anhelo dirija la escena (...) rendirse a las propias ganas en vez de seguir un deseo, es algo momentáneo que infunde la esperanza de que no habrá consecuencias duraderas que puedan impedir otros momentos semejantes de jubiloso éxtasis.

Y es que el desarrollo sustentable no sólo se expuso a las trampas y limitaciones del mercado sino que desde su origen nació con serias deficiencias entre las que destacan la organización. En efecto, el planteamiento original del desarrollo sustentable, al ser muy general, dejó de lado los aspectos micro, es decir, los espacios locales donde se libra constantemente la batalla de la sobrevivencia contra corriente. Se asumió que el paradigma se retomaría mecánica y automáticamente por los sujetos sociales, por los colectivos y por todos aquellos actores que viven en el campo; sin embargo, el desarrollo sustentable realmente existente es muy limitado, vulnerable y en ese sentido sus avances son muy lentos.

 

3. LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS ACTUALES DE LOS COLECTIVOS

En la figura 1, se ilustran las bondades y deficiencias tanto del mercado como de los colectivos. ¿Cómo y de qué forma se reproducen los valores, normas, instituciones y ética de los colectivos? Estos han tenido la capacidad de interiorizar que es mejor enfrentar cualquier tipo de reto cuando se sabe que el otro y los otros forman la sociedad, compacta, unida, con la potenciación muscular de todos y cada uno. Tenemos al lado alguien que nos escuche para no tener que rumiar con uno mismo en su soledad, con sus ideas y sus sufrimientos.

En este proceso casi en forma imperceptible se configura una identidad de grupo, se trazan metas y objetivos comunes (donde todos jalan parejo, ''Pajal Yak'ctic''3, en las distintas actividades a implementar). Si bien quizá no se llegue a una identidad unívoca, por lo menos, puede haber similitudes y coincidencias, a partir de las cuales se unen esfuerzos que luego pueden ampliarse a redes cuya fortaleza sinérgica allana el camino que se hace al andar.

Esta suprema identificación hará las veces de factor articulador de liga flexible, de bisagra que permita no hacer rígida ni la comunicación ni el compartir esperanzas, anhelos y tristezas, porque la identificación es como tener claro lo que se quiere, el punto de llegada y los esfuerzos que hay que desplegar. Identificar es encontrar o localizar un elemento común para compartir. En este proceso se tejen amistades, relaciones de compadrazgo, estructuras de comunicación que más que entorpecer abren nuevas perspectivas de cambio e innovación; no significa que se conjuren las tentaciones, frustraciones, desgastes, sinsabores, traiciones, deslealtades o encontronazos, que a la postre deterioraran las relaciones y muchas veces derivan en rupturas y discontinuidades.

Para tratar de evitar las rupturas se deben aceptar las diferencias no estáticas, ni materiales intangibles, porque en el cambio y el caminar juntos indefectiblemente se da una diferenciación, a veces no deseable, que a la postre puede dar al traste con el avance, porque esta diferenciación no siempre es proactiva al grupo sino que privilegia a unos cuantos, como cuando es muy notoria la mejoría material del líder o de un pequeño grupo.

Debe prevalecer el respeto de creencias, ideologías, libertad de filiación política; parece, y es lógico, que las imposiciones generen rupturas, lo que demuestra una rica rigidez mental; lo que reflejaría que en el fondo no hay un diálogo genuino, sino simulación y formalismo, apariencias, donde cada uno se guarda su postura a la hora de firmar acuerdos, sin consenso. Por ello, hay que emprender la nada fácil tarea de captar las necesidades y prioridades de todos los socios para no sobreponer percepciones personales del mundo y de las metas; hay que tener claridad sobre el alcance, los tiempos, las acciones que se le destinarán al objetivo planteado en conjunción.

 

4. ESTUDIOS DE CASO

En el figura 2, se ubican los proyectos de estudio en las diferentes regiones de Chiapas, México, que a partir de procesos de organización y gestión han logrado avances, no sin retrocesos, en el desenvolvimiento de sus capacidades productivas, de agencia y de articulación con el mercado, experiencias que giran alrededor del aprovechamiento de los recursos naturales tales como la producción de la palma Camedor, pimienta, vainilla, pita o ixtle, de la instauración de reservas de bosque comunitario para proyectos de ecoturismo y venta de servicios ambientales. Son municipios considerados como prioritarios (Parra y otros 2002), y ubicados como de bajo y muy bajo nivel de desarrollo (Vázquez y otros 2005), localizados en regiones con elevados índices de biodiversidad: la Selva Lacandona, la Sierra Madre de Chiapas, y áreas naturales protegidas: Tacaná, Montes Azules y La Sepultura.

En el cuadro 1, se sintetiza a través de un Análisis FODA4, una especie de perfil de cada una de las organizaciones. En el trabajo de investigación se encontraron avances pero también deficiencias en cinco productos forestales no maderables: pimienta, palma xate, pita o ixtle y vainilla; valga decir que alrededor de estos productos existen importantes mercados nacionales pero sobre todo internacionales que aprovechan las vulnerabilidades en las que operan los productores para abastecerse a precios bajos los insumos que demandan sus industrias vinculadas tanto en la de los alimentos como en la de los arreglos florales, industrias boyantes, valga decirlo, donde se engarzan a verdaderas cadenas productivas, por ejemplo, la vainilla que sirve a la industria refresquera, la pimienta que se integra a la industria de elaboración de alimentos y la pita de la que se derivan importantes productos artesanales.

Muchas de las experiencias organizativas que se muestran en el análisis FODA han logrado avances no sólo en términos de la producción primaria sino en niveles de organización y de incipientes procesos de agregación de valor, lo que no implica que hayan dejado de requerir los recursos que provienen del exterior de sus regiones, de ONG o del propio gobierno municipal, estatal o federal, mientras que los últimos tres proyectos mencionados en el análisis FODA presentan todavía serias deficiencias no sólo en las actividades productivas, sino en los propios procesos de organización y gestión; hay por lo tanto procesos de organización y gestión diferenciados.

4.1. Productores de vainilla

El municipio de Marqués de Comillas se encuentra a una altitud de 200 m. s. n. m. De acuerdo con el censo de población y vivienda 2005 realizado por el INEGI5, el municipio cuenta con 8.538 habitantes. Es en este municipio donde nace La Sociedad Cooperativa La Flor de Vainilla del Marqués en el año 2003, con 50 socios, con el objetivo de producir vainilla (Vainilla Planifolia) y recuperar suelos, con un uso de potrero dedicados a la producción de ganado bovino, a una plantación agroecológica sustentable; para ello cada socio pasó por un proceso de capacitación donde se le enseñaron técnicas de cultivo y se construyeron algunos viveros para la reproducción de esquejes (tallos o brotes) con el objetivo de propagación en las parcelas de los socios; este proceso fue ejecutado bajo la dirección de una empresa privada que propuso a los gobiernos estatal y federal que el proyecto se realizara por veinte (20) años.

El proyecto elaborado por la empresa privada es un negocio rentable; todo sale bien en papel, pero a la hora de implementarlo en campo se dieron de cuenta que las condiciones eran otras. En un segundo momento, las parcelas se reforestaron con diferentes especies de árboles como el cocoite, chilpicoite, colorín, matarratón, como plantas de sombra para empezar la siembra de los esquejes de la vainilla y lograr su aclimatación.

La empresa invirtió una gran cantidad de recursos de capital financiero que en menos de dos años se les habían agotado por toda una serie de imponderables; entonces, empezó a gestionar con el Fondo Chiapas6 el apoyo para que participara como socio de este proyecto de la vainilla para lo cual tendría que poner un capital de 4 millones de pesos. El Fondo Chiapas acepta y en el 2004 decide invertir el capital requerido pero hoy día tiene un alto porcentaje de probabilidad de perder esa inversión y de no recuperarla.

Algunos testimonios de productores como el caso del señor Mariano Gutiérrez (2008) socio de la cooperativa menciona que:

Otras gestiones que han realizado ha sido ante PRODESIS7, que los empezó a apoyar para impulsar el cultivo de la vainilla en acahuales, otro apoyo lo han recibido de la Secretaría del Campo a través del IFAT8 por $500.000.00 mil pesos para el establecimiento de un vivero para producir esquejes de vainilla. Cuando sintieron que ya no había recursos y el agua les estaba llegando al cuello porque los productores estaban abandonando las plantaciones, decidieron enviarle una carta a Fox9 el cual los canalizó con el Secretario de Agricultura el Señor Usabiaga10, el cual a través de Firco11 les iba a otorgar un fideicomiso por 20 millones de pesos el cual no prospero.

En realidad, la culminación de la formación de la organización es el resultado de un largo proceso que se inicia en 1987 donde intervienen actores individuales que actúan por iniciativa propia, luego se articulan instituciones de gobierno para finalmente vincularse con una empresa privada. En este esfuerzo se ha invertido energía social, capital y recursos humanos; no obstante, los avances, aunque mínimos, generan esperanzas de que en el corto plazo se pongan las bases para que el proyecto camine. En este caso, hay mercado pero aún no hay producto porque no logran controlar el proceso productivo en todas sus fases, lo que significa que para poder alcanzar la fase de agregación de valor aún les falta mucho camino por andar (ver figura 3).

4.2. Productores de pita

Los productores de pita (Aechmea magdalenae) se ubicaron, al igual que los vainilleros, en la cabecera municipal de Marqués de Comillas, Chiapa. Este grupo comenzó en el año 1994 y desde entonces se construyó una incipiente estructura de organización, que se describe a continuación: en 1994 se crea la triple ''s'', Ixtles del Marqués S. S. S., inicialmente con 25 socios; en común acuerdo nombran a un productor como representante legal de la agrupación. En sus inicios y durante un largo camino de gestión reciben apoyos de SEMARNAT12 para el cultivo de la pita.

De los 25 socios únicamente empezaron a sembrar 20 productores; los otros cinco pensaron que el proyecto no iba a funcionar por eso decidieron retirarse y esperar a ver si el cultivo era lo suficientemente rentable como para arriesgarse a producir. (Ver diagrama donde se muestra la evolución de la organización) (figura 4).

El compromiso inicial era cultivar como mínimo cuatro tareas13, de acuerdo con comentarios de la Sra. María de Jesús Acosta (2008), ''como estaban motivados algunos productores querían sembrar aún más hijuelos de pita porque se tiene suelo disponible y lo que urge aquí en la selva son proyectos productivos, que nos saquen de la pobreza''.

Después de tres años empezaron con las labores de cosecha, la cual arrojó una buena productividad. El problema fue empezar a buscar mercado; aunque pudieron vender con buenas ganancias en el primero y segundo año, el precio pronto se vino abajo por lo que los productores entraron en un desánimo total y el no contar con apoyo del gobierno los obligó a pensar en abandonar la actividad productiva y buscar otra alternativa más rentable.

En palabras de la señora María de Jesús Acosta (2008) esta evolución se manifiesta de la siguiente manera:

Para empezar con el cultivo de la pita primero nos organizamos para buscar donde comprar las plantas madres, hicimos un recorrido por la región y en la comunidad de Boca de Chajul tenían la planta más adecuada. Cada mata o esqueje nos los daban a 4 pesos inicialmente pero como vieron que varios productores demandaban la planta el precio subió rápido a 10 pesos. Las actividades que hay que realizar son: primero se prepara el terreno y se realiza la siembra, posteriormente hay que limpiarlo. La planta tarda tres años en producir pero con un buen cuidado se tienen altos rendimientos por hectárea además es una planta noble como la piña que aguanto casi todo.

Por otro lado, los productores María de Jesús Cruz y Pablo Morales (2008) ante este contexto mencionaron que:

Le entramos sin capacitación a sembrar como podíamos, eso posiblemente nos sirvió porque hoy todos sabemos cómo cultivar de mejor manera la planta porque al inicio todos limpiamos totalmente el terreno donde se sembró, a la planta no se le dejaba sombra, según para que se desarrollara más pero no fue así, se le tenía que dejar sombra y de esta forma crece más rápido porque las hojas buscan el sol y esto hace que se crezcan más grandes, llegando a medir hasta tres metros de largo. Nos han dicho que hay varias especies de Pita pero la que tenemos aquí nos ha funcionado bien, para juntar un kilo de pita hay que cortar un promedio de 300 hojas de 2 a 3 metros o bien de 400 a 500 hojas de un metro o metro y medio, para que rinda un kilo de pita ya lavada que es como la vendemos.

 

4.3. Productores de palma Camedor

Durante las últimas décadas, el producto forestal no maderable con un mayor incremento en la demanda es la Palma Camedor (Chamaedorea spp), tanto por el mercado local que incentiva el comercio de flores de ornato como por el mercado externo; algunos países donde se dirige la producción principalmente es hacia Holanda y Estados Unidos, donde se vincula a las iglesias cristianas y evangélicas que lo utilizan como plantas de ornato para sus actividades religiosas.

En Chiapas existen dos regiones con las condiciones agroecológicas para su desarrollo: la primera es la Selva Lacandona de Chiapas, donde se aprovechaba de forma natural sin ningún control, lo que ocasionó que el gobierno empezara a restringir su extracción porque se realizaba dentro de la reserva de Montes Azules14.

La segunda región en importancia se ubica en los ejidos de Tierra y Libertad, municipio de Villaflores, Chiapas y en el ejido Sierra Morena, Villacorzo, Chiapas, donde la producción de palma Camedor se ha convertido en una actividad principal para los productores.

En este sentido el señor José Manuel, (2008) menciona que:

La comunidad de Tierra y Libertad, se fundó hace aproximadamente 30 años, mi papá fue uno de los fundadores, yo viene a estas tierras desde muy niño, recuerdo que ya se aprovechaba la Palma Camedor, era de forma extractiva con lo que había en la selva. Se vendía con los coyotes, no había mucho problema como ahora que, hay que tener permiso y hacer muchos tramites. Más recientemente en 1998 empezamos a sembrar nuevas plantaciones de Palma Camedor con el apoyo de SOCAMA15 pero hubieron varios problemas y ya no se siguió trabajando con la organización.

Por otra parte, el señor Jaime Pérez (2008), productor del ejido Tierra y libertad, Villaflores, comenta:

Después buscamos y buscamos quien nos apoyará pero nadie nos daba respuesta a nuestra solicitud, sino fue hasta el periodo del presidente municipal de Villaflores: Berlan Nigenda Torija, en el 2000 nos apoyo con algunos materiales durante sus tres años de gobierno, se compro malla y demás material para el vivero, entre ellos podemos mencionar la colecta de semilla y la preparación del terreno. En el año 2000 como muchos no le querían entrar al proyecto solo siete personas comenzamos con el cultivo de palma camedor, por lo tanto, nos toco 700 plantas por productor. Y así nos hemos ido organizando, así como hay presidentes que nos ayudan hay otros como en el siguiente periodo después de Berlan que no nos apoyaron en nada, en ese entonces el presidente municipal de Villaflores era Martín Ruiz Clemente.

A pesar de estos desafortunados aciertos y desaciertos con diversas organizaciones y autoridades locales, han buscado diversos mecanismos para conseguir apoyos que los han llevado a especializarse en el proceso de autogestión a diferentes escalas, lo cual ha procurado que consigan recursos semilla para iniciar la primera etapa de la cadena productiva y continuar el proceso hacia la fase de agregación de valor. Por ello, el señor José Manuel Cruz (2008) menciono que:

En el 2003 se hizo un nuevo vivero que compartimos con otras comunidades de Villaflores entre las que podemos mencionar a Viva Chiapas, Tres Picos, Nueva Independencia, y Josefa Ortiz de Domínguez, en ese entonces se produjeron 3000 plantas y para repartirlas medimos metros cuadrados y de esa forma repartimos la producción de plantas. En el 2005 ya éramos 67 productores que estábamos organizados para cultivar la Palma Camedor, ahorita tenemos un vivero en producción que próximamente repartiremos las plantas para que cada quien lo siembre en su parcela, el problema que hemos tenido es que no tenemos asistencia técnica y hay una pérdida importante de plantas porque del vivero lo tienen que trasladar a las parcelas que en algunos casos están cerca pero otras tienen que caminar unos 40 minutos y hasta dos horas.

Estos procesos de autogestión un poco tortuosos no han provocado el desánimo ni la pérdida del sentido de solidaridad; por lo tanto, no hay exclusión para otros grupos de productores, sino que por el contrario practican la inclusión no establecen barreras de entrada saben que la competencia los hace más eficientes y eficaces. En este sentido, el proceso de gestión ha tenido sus recompensas porque en el caso del ejido Tierra y Libertad se han visto beneficiados con proyectos productivos que les ha permitido reproducir el esquema productivo, como lo explica el señor José Manuel Cruz (2008):

En este año la presidencia nos aprobó un proyecto para la construcción de un vivero y producir alrededor de un millón de plantas para lo cual nos otorgo una cantidad de 200 mil pesos, quien sabe si nos alcance porque se requiere comprar semilla que tiene un costo de $150 pesos el kilogramo que ya se deben a productores de varias comunidades que recolectaron. Se requiere de pagar la mano de obra para el material orgánico para sembrar las plantas, con lo que nos dio la presidencia únicamente es un 50% del costo total del proyecto.

Esto los ha llevado también a reflexionar en torno a su papel para buscar nuevos mercados o bien una estrategia para no depender de un solo comprador y de avanzar en el proceso de organización que les permita obtener la documentación necesaria para poder comercializar, porque de acuerdo con el comentario del señor Jaime Pérez (2008):

Para comercializar la Palma Camedor dependemos de la organización de Sierra Morena del municipio de Villacorzo porque ellos están mejor organizados que nosotros ya que ellos tienen el comprador. La venta de la producción de Palma Camedor de varias comunidades se realiza con Jimmy que es de Texas, Estados Unidos, nos dicen que tiene un rancho muy grande y bonito en Catemaco, Veracruz, además por toda esa región se produce la Palma Elegante que tiene más precio en el mercado. Nosotros vendemos la Chameadorea Quetzalteca según es de menor precio, el producto lo llevamos a la comunidad de Domingo Chanona de Villaflores dónde está el centro de acopio.

Más aún tienen que cumplir con las normas y reglas de juego del comprador, las cuales están plagadas de varias inconsistencias como las que menciona el señor José Manuel Cruz (2008):

El precio que Jimmy nos paga por paquete es de US$ 14.50 Dólares, este precio ha estado estable desde el 2004, aún no le ha subido el precio pero a nosotros nos suben todo. Aquí en la comunidad dicen algunos estamos más jodidos que otros, porque aquí ya no hay dinero estamos volviendo a recuperar el trueque porque trabajo hay pero es de nosotros, de la casa y no se recibe el jornal, entonces no se pueden pagar trabajos que se requieren y hay casos que se les dice a los compañeros: no tengo dinero pero tengo maíz o fríjol o un queso si te sirve y me quieres hacer el trabajo te pago con eso.

En el mismo sentido el señor Jaime Pérez, (2008) argumenta:

En cambio nosotros tenemos que cumplir con las condiciones del contrato y del mercado, cada paquete de Palma Camedor lleva 660 hojas o palmitas, para eso se tiene que contratar a tres seleccionadores de hojas para el control de calidad, se les paga a $9.00 el paquete que les lleva en promedio 8 horas de trabajo seleccionar por lo menos 12 paquetes. Para entregar el producto se quiere calidad no cantidad y además el pago no es rápido, nos pagan una semana después de la entrega, si entregamos el viernes se nos viene pagando hasta el otro viernes, mientras tanto tenemos que quedar mirando porque no hay dinero.

Un personaje importante en la reproducción de la actividad ha sido el comprador que de acuerdo con el señor José Manuel, (2008):

Jimmy establece sus reglas, no nosotros, el compromiso de compra es de 85 paquetes semanales entre todas las comunidades de la organización, pero ahorita le bajo a sólo 80 paquetes y si recibe paquetes demás puede ser que lo pague pero otras veces no los paga. Mientras nosotros tenemos que ver los permisos que se vencen pronto, ya que solo es para 2 años y tramitar uno nuevo resulta muy caro porque vale más de 100 mil pesos ya que se tienen que contratar un despacho que lo haga y se ha realizado siempre con el apoyo de la CONAFOR16... Para nosotros también la lejanía de la comunidad al centro de acopio es un problema porque hay que pagar un responsable de la bodega de acopio y transporte.

En la figura 5 se observa el complejo proceso por el que han tenido que abrirse paso los productores de palma camedor del ejido Sierra Morena del municipio de Villacorzo, Chiapas, quienes son los pioneros en la región en cuanto a producción y comercialización de palma camedor y cómo han avanzado en una red de intereses en pro de sus beneficios individuales y colectivos.

4.4. Productores de pimienta

La Sociedad Cooperativa Pimienta Jotiquetz S. P. de R. L. es una organización de productores de pimienta (Pimienta dioica L.), fundada en 1983 por 42 comuneros, en la actualidad son 45 socios de los cuales 27 tienen una categoría de titulados17, 24 considerados18 y de 70 a 100 productores libres (ver figura 6).

La Sociedad Cooperativa nace de un grupo de productores que pertenecían a la organización Moki (La Pimienta, en lengua zoque), asociación agrícola fundada en 1970; la mayoría de los integrantes se salieron por malos manejos de los dirigentes que se prestaban a casos de corrupción. Otros socios provienen del grupo Totokuy (Hoja de Pimienta, también en legua zoque), fundada en 1980. Al igual que la primera, los productores alegaban una actividad deshonesta por parte de los dirigentes por lo que decidieron agruparse en la naciente Jotiquetz, la cual ha tejido una pequeña red de cooperación con algunos centros de investigación e instituciones gubernamentales; dentro de los más importantes consideran el apoyo recibido por la Secretaría de Desarrollo Rural, que fue quien los organizó y facilitó la constitución de la organización. Por otro lado, a través del INI19 hoy CDI20, reciben apoyos para impulsar la actividad productiva del café en la misma parcela donde tienen árboles de pimienta que utilizan como sombra; de FONAES21, en 1999, recibieron apoyos crediticios para empezar a operar (ver figura 7).

4.5. Productores forestales

Las actividades que realizan los ejidatarios de las organizaciones forestales que se asientan en los municipios de Coapilla y Ejido Puerto Rico, y Altamirano, Chiapas; implican proteger y equilibrar el medio forestal para asegurar los beneficios naturales y económicos; para ello se abren brechas corta fuego, podas, limpias o desmontes, reforestación, protección del suelo y la no expansión de la agricultura. En la extracción de madera se cumple con los permisos legales y se aprovechan solo los árboles marcados o áreas en explotación; esta actividad genera empleo de mano de obra local y vecinal, por ejemplo, el manejo lo hacen directamente los ejidatarios, y para la extracción se contrata mano de obra pagada especializada que puede ser o no del mismo ejido (gancheros, cubicadores, motosierristas).

El proceso de transformación de madera que se lleva a cabo localmente en el aserradero también demanda mano de obra pagada, tanto en el aserradero como en la extracción. La mano de obra pagada es principalmente la de los hijos de los ejidatarios y otros habitantes del ejido. Con esta actividad se abre una oportunidad laboral para los jóvenes y, de paso, se evita que abandonen el campo, fenómeno que ha ocurrido en casi todo el campo chiapaneco; por eso los mismos productores nos dicen que solo están quedando los viejitos (En la región istmo-costa los ganaderos rebasan en promedio los 50 años de edad). En el cuadro 2 se muestra la tipología de productores forestales de Coapilla, construida con base en observación directa, entrevistas a informantes calificados y recopilación de información estadística; sin duda hay un proceso de diferenciación que se explica por las distintas estrategias que despliegan las unidades productivas.

El aprovechamiento forestal en el ejido Puerto Rico se viene dando desde la década de los ochenta; la comercialización se hace de manera directa con las compañías e intermediarios de diferentes municipios de Chiapas: con Sergio Lobato de San Cristóbal de Las Casas, con la compañía de Don Octavio en Altamirano, la compañía ''Flor de Hormiguillo'' y ''Las Cañadas de Altamirano'' con establecimiento en la ranchería el ''Nantze'' en Altamirano y el señor Florentino del ejido ''Yashá'' del municipio de las Margaritas. El primer comprador y extractor de madera en el ejido fue Corporación Forestal de Comitán y actualmente ''Cañadas de Altamirano''; no obstante, es a partir del año de 1999 cuando se comienza el aprovechamiento del bosque; mediante un plan de manejo forestal se ha tratado de seguir el modelo de Coapilla para recuperar los ingresos que se obtenían por la venta de madera antes de la veda forestal22.

De acuerdo con los ejidatarios, tener un permiso de aprovechamiento no implica ninguna obligación sino que esta empieza cuando se ejecutan los primeros trabajos de corta y venta de madera; dentro de estas obligaciones los productores estaban obligados a evitar toda corta de árboles para la extracción de madera que no estuviera respaldada con los permisos de las autoridades ejidales y gubernamentales, a limpiar el área después del aprovechamiento, a podar árboles pequeños para su desarrollo, a forestar o reforestar el área después del corte de madera, y a abrir brechas cortafuego y a hacer cercado de mojones23.

Una vez logrado el resultado de los trámites, la extracción de madera ha sido sustentada bajo un permiso que tiene una vigencia de 10 años; a partir de entonces del año de 1999 hasta el 2007 ha existido una extracción por arriba de los 2.000 m3; la máxima extracción fue en el año de 2003 por 2.800 m3 (ver figura 8). Un caso particular, en el año de 2007 fue de 2.500 m3 con un valor de $1.925.000 de pesos que benefició a los 67 ejidatarios. Para el año 2008 los ejidatarios comentan que es posible que obtengan un permiso para aprovechar 3.000 m3, a partir de una pequeña negociación con el comprador de madera les pagarán a un precio de $780 pesos por m3 por lo que obtendrán un valor de $2.340.000 pesos.

La aportación económica de la venta de madera ha elevado los niveles de ingresos familiares y también ha servido para el fomento y mejoramiento de viviendas debido a que los ingresos que percibe cada ejidatario alcanzan una cifra de hasta $25.000 pesos al año. Se puede desglosar de esta manera: según el trabajo de campo realizado hay un promedio de $10.000 pesos por ejidatario y generalmente reciben por lo menos 2 veces al año y a veces se repite hasta tres veces al año pero reciben sólo la mitad de los ingresos anteriores, es decir, la suma aproximada de ingresos forestales anuales puede alcanzar hasta $25.000 pesos e incluso hasta por arriba de esa cantidad como en 2007 cuando el ingreso por ejidatario fue de $28.700 pesos.

Sin embargo, hay otras actividades como la venta de mano de obra, la ganadería y la producción de café que generan beneficios económicos representativos para algunos ejidatarios; de acuerdo con los excomisariados de la localidad en los años de 1980 se obligó a ejidatarios que recibían el pago forestal a comprar ganado, láminas y otras cosas más para el mejoramiento de las viviendas de tal modo que pudieran percibir el valor y la importancia que tienen los recursos forestales.

4.6. Fallas de mercado

En el caso de los productores de pita la producción respondió más a un plan sexenal, sin continuidad. Por otro lado, la fluctuación de precios en el mercado hizo que los productores participaran de forma distorsionada y diferenciada; tampoco hay una estructura de mercado regional para los productos forestales no maderables, pero sí hay empresas que comercializan materiales sustitutos con bajos precios, lo que provoca una competencia imperfecta.

La organización procuró mejorar el nivel de vida de la población al considerar como alternativa productiva el cultivo de la pita; hoy, gracias a la organización, han conseguido la construcción de una casa fabrica, donde fabrican artesanías que posteriormente comercializan en cinco de los principales destinos de ecoturismo en la Selva de Chiapas (Parque Nacional Montebello, Las Nubes, Las Guacamayas, Bonampak, Yaxchilán y Palenque), con lo cual han podido mejorar su nivel de vida.

Para el caso de la palma camedor, los productores no influyen en los precios de mercado es el Bróker quien determina los precios a través de la oferta y la demanda. Por otro lado, controla el volumen de exportación. Por otra parte, el mercado considera que los productores son homogéneos, cuando la organización agrupa a productores con diferentes tecnologías para producir: unos contratan mayor fuerza de trabajo y otros emplean la fuerza de trabajo familiar. Además, como en varias actividades, existen los Free Rider que aprovechan las oportunidades que las cooperativas y triples ''S'' han construido.

A través de la organización han conseguido que el gobierno les transfiera una serie de subsidios para construir viveros y sistemas de riego para mejorar la producción, además de recuperar vía subsidios los costos ambientales que el mercado no paga, como el de la conservación de las Áreas Naturales Protegidas y de los Servicios Ambientales generados.

En la producción de vainilla se han utilizado recursos públicos a través de la transferencia de subsidios y de capital de inversión para el desarrollo de la actividad productiva, que el mercado no paga vía precios. Por otra parte, los costos-beneficio son muy altos para los productores y muy bajos para el mercado; en este sentido hay un intercambio desigual que afecta a terceros y el gobierno no lo ha podido o querido regular.

Los productores, al estar organizados, han buscado diversas fuentes de financiamiento para hacer funcional la producción y para no entrar en el desánimo sino que, por el contrario, estén continuamente en la búsqueda de nuevas estrategias de producción y de comercialización, para mejorar el nivel de vida de la población local.

Los productores forestales tienen que competir con un mercado clandestino de madera el cual hace que los precios se vayan a la baja y no puedan competir en el mercado nacional. Por otro lado, no cuentan con sellos verdes que les permitan insertarse a los mercados dinámicos directamente sin la necesidad de los intermediarios.

Aun así, la fortaleza de la organización radica en que a través de esta se han re-apropiado de sus recursos naturales, incrementado la superficie forestal y han configurado un efecto multiplicador para otras comunidades interesadas en desarrollar el modelo de aprovechamiento forestal creado por los productores.

Para el desarrollo de la actividad de la pimienta dependen en gran medida de las transferencias de gobierno y de la fluctuación de precios en el mercado, que en gran medida lo determinan los intermediarios (Brókers). A pesar de estos imponderables a través de la organización han avanzado en la fase de agregación de valor, al envasar la pimienta y comercializarla en el mercado local. En otro sentido, los productores han conservado la superficie plantada y han desarrollado mejores estrategias de producción, así como mejoras la calidad del producto. En los últimos tres años han obtenido financiamiento que les ha permitido mejorar los precios e incidir en la estructura de los intermediarios locales.

 

5. CONCLUSIONES

El campo chiapaneco ha venido experimentado cada vez menor contribución a la generación de riqueza, no obstante que contiene una riqueza florística que lo posiciona como un Estado mega diverso en el ámbito nacional e internacional (González y otros, 2005; Miles y otros, 2008). En contraste, los campesinos que habitan el territorio rural viven en condiciones de bajo y muy bajo índice de desarrollo. ¿Cómo explicar esta condición secular? Creemos que ello se debe a que subsisten muchos de los esquemas productivos extractivistas de bajo nivel organizativo y alta dependencia hacia las transferencias de recursos del gobierno, porque ha habido incapacidad local de romper con las largas cadenas de intermediación y la no menos formación de cadenas de valor que podrían actuar como elementos de fortaleza interna y permitir a los productores salir de su situación de pobreza extrema. Lo anterior reza no sólo para la agricultura sino para todas las ramas del sector primario.

Si bien el desarrollo sustentable fue una propuesta novedosa y alternativa frente al denominado modelo único de crecimiento, a la postre fue evidenciando debilidades y limitaciones conceptuales que se reflejaron en la asimilación práctica; su fortaleza y potencialidad no se cuestionan porque sigue siendo una alternativa viable en un contexto que privilegia la rentabilidad por sobre la conservación, la restauración y las condiciones de vida de los dueños de los recursos naturales; lo que importa es encontrar la forma de integrar las subdimensiones que quedaron fuera: los sujetos sociales, el funcionamiento territorial, la incoherencia del entramado institucional y la limitada liberación de nuevas tecnologías, la ampliación de los mercados solidarios o justos, sin olvidar la cuestión de la interdisciplina que propició la revisión de viejos y nuevos conceptos tanto desde el ángulo de la ecología como de la economía.

En un espacio muy breve se intenta esbozar algunos indicios que evidencian los elementos que quedaron fuera del planteamiento inicial del desarrollo sustentable pero que aún no es tarde para reincorporarlos; si bien los datos requieren ser enriquecidos y ampliados para mostrar eventualmente su regularidad y universalidad en un esfuerzo de primer acercamiento, apuntan a mostrar esos huecos tanto teóricos como prácticos que demandan atención y esfuerzo y que en sí mismos se levantan como retos a superar. Porque si de nuevo se soslayan y atendemos a los cantos de sirena de los políticos-empresarios y de muchos académicos que dan por hecho el tránsito hacia el desarrollo sustentable, la fortaleza interna del paradigma-utopía de la alternativa se diluirá.

Se ha evidenciado que los productores, lejos de permanecer en el inmovilismo por el abandono a que se les ha sometido desde los años ochenta del siglo pasado cuando se privilegió la industria, han sabido estructurar un proceso lento pero seguro de agencia, lo que les ha abierto una brecha que les permite, a su vez, cuidar el tejido comunitario más íntimo, donde se mantienen las relaciones inter-subjetivas, cuidar las normas, el respeto y las costumbres que le dan sentido a su mundo, articulándose obviamente al mercado de manera cuidadosa sin perder el control de sus recursos ni de su cultura. Ven al capital y al mercado como un medio, no como un fin, y al Estado, como un aliado temporal.

No obstante hay que aceptar que experimentan distintos problemas que se explican por su grado de avance o fase en la que se reproducen.

  • Fase uno: control y dominio de la producción primaria.

  • Fase dos: incremento de la productividad y dependencia hacia el intermediario.

  • Fase tres: eliminación paulatina del intermediario e implantación de las primeras acciones para agregar valor.

  • Venta directa con valor agregado.

  • Exportación.

Se podría pensar que hay una relación entre años de esfuerzo y fase alcanzada pero no es el caso; por ejemplo, en la experiencia de la pimienta hay de por medio 21 años mientras que en el de la pita 12 años; no hay una explicación lineal, más bien en los casos de éxito relativo podemos decir que intervienen una serie de factores:

1. Ambiental.
a. Plagas.
b. Enfermedades.
2. Relación de precios.
3. Mercados.
4. Fortaleza en la organización.
5. Políticas públicas.
6. Inversión.
7. Infraestructura.

Factores que sin duda hace tensa o complicada la evolución del proyecto.

De seguro existen otras tantas micro experiencias muy localizadas en Chiapas que muestran que el modelo capitalista en su fase de financiación ilimitada no representa el fin de la historia, al contrario, que es una fase de su lenta agonía para dar vía a otros mundos posibles; en este sentido las experiencias aquí reseñadas son apenas los atisbos de lo que puede suceder en el futuro donde los colectivos y el campo se reapropien de la nueva cuenta de la historia y del destino de la humanidad. Porque fue precisamente el ansia de modernización que derivó en un industrialismo y luego en un urbanismo sin límite y de una exagerada fe en la razón las que han ubicado hoy día al ser humano al borde de su propia extinción. El calentamiento global es apenas un primer aviso.

 

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Entrevistas en campo:

Pérez Vázquez, Jaime (2008). Productor de la triple ''S'' Águilas de Cerro Bola, ejido Tierra y Libertad, Villaflores, Chiapas.

Cruz Vázquez, José Manuel (2008). Presidente de la triple ''S'' Águilas de Cerro Bola, ejido Tierra y Libertad, Villaflores, Chiapas.

Acosta Chable, María de Jesús (2008). Presidenta de la triple ''S'' Ixtle del Marqués, comunidad Marqués de Comillas, Chiapas.

Gutiérrez López, Mariano (2008). Productor de la Sociedad Cooperativa Vainilla del Marqués, comunidad Marqués de Comillas, Chiapas.

Morales García, Pablo (2008). Productor de la triple ''S'' Ixtle del Marqués, comunidad Marqués de Comillas, Chiapas.

 

 

Notas:

* Este artículo de investigación es resultado del proyecto denominado: ''Estudio de mercado de cinco productos forestales no maderables de importancia comercial en el estado de Chiapas, segunda etapa'', ejecutado en el período 2008-2009 y financiado por el Gobierno del Estado de Chiapas, México.

1 Slavin, Luis Pablo (2005 p.153), en su libro ''El capitalismo depredador'', responde a una serie de interrogantes como ¿en qué consistía el fraude? Enron contaba con empresas satélites a las que utilizaba para cargar sobre ellas sus deudas de tal forma que esta empresa aparecía luciendo ganancias que, en realidad, no tenia. Los bancos más importantes se prestaron a financiar el crecimiento de esta empresa.

2 Secretaría de Turismo, organismo federal del gobierno de México.

3 Esta palabra pertenece a la lengua indígena Tzotzil que mayormente habla la población indígena de la región económica de los Altos de Chiapas, México.

4 FODA: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Los productores de las organizaciones de producción identificaron las fortalezas y oportunidades para insertarse a mercados dinámicos, a su vez contabilizaron las debilidades y amenazas de la cooperativa que los aglutina.

5 Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática II Conteo de Población y Vivienda. 2005

6 Organismo dependiente de la Secretaria de Fomento Económico del Estado de Chiapas

7 Programa de Desarrollo Social Integrado y Sustentable, implementado por el gobierno federal y la Comunidad Económica Europea, en la región Selva de Chiapas.

8 Instituto para el Fortalecimiento de la Agricultura Tropical, dependiente de la Secretaría del Campo del Gobierno del Estado de Chiapas.

9 Vicente Fox Quesada, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en el período 2000-2006.

10 Secretario de Agricultua y Ganadería, durante el periodo de gobierno de Vicente Fox Quesada.

11 Fideicomiso de Riesgo Compartido, organismo federal del gobierno de México.

12 Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

13 Unidad de medida agraria que equivale a 629 metros cuadrados aproximadamente

14 La Reserva de la Biosfera Montes Azules se encuentra ubicada en el extremo oriental del estado de Chiapas, incluyendo la proyección triangular hacia Guatemala. Representa la porción central de la región conocida como Selva Lacandona, un área de aproximadamente 1.5 millones de hectáreas, delimitada hacia el norte por los ríos Usumacinta y Tulijá y las zonas inundables del estado de Tabasco; al este por los ríos Usumacinta y Salinas, colindando con el Petén guatemalteco; al sur por la línea fronteriza con la República de Guatemala y al oeste por los Altos de Chiapas y la cuenca del río Tulijá. La unidad fisiográfica en la que se encuentra inmersa la Lacandona (y por ende la reserva) se extiende hacia el este dentro del Petén y al sur hacia las sierras de Guatemala.

15 Organización de Solidaridad Campesina Magisterial.

16 Comisión Nacional Forestal, organismo de aplicar las políticas forestales a nivel nacional.

17 Categoría que se les asigna a productores que han ingresado solicitud para participar en la organización pero estos sólo con muy pocos beneficios dentro de la organización puesto que no son socios.

18 Categoría que se les asigna a productores que han ingresado solicitud para participar como socios en la organización pero que aun no cuentan con los beneficios propios de la organización puesto que en el orden ascenderían primeramente a titulados y después a socios.

19 Instituto Nacional Indigenista, organismo oficial encargado de promover la política indigenista en México durante el siglo XX.

20 Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos indígenas de México.

21 Fondo Nacional de Apoyo a las Empresas de Solidaridad, órgano desconcentrado de la Secretaría de Economía

22 Durante el período de gobierno de Patrocinio González Garrido, gobernador del Estado de Chiapas, decretó una veda forestal que duró más de una década.

23 Señalamiento que indica el límite del área que le corresponde a cada ejidatario, este señalamiento puede ser un árbol, matorral o cualquier otro elemento natural duradero que se pueda encontrar en el terreno y que sea fácil de distinguir.

 

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