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Revista EAN

versão On-line ISSN 0120-8160

Rev. esc.adm.neg  no.78 Bogotá jan./jun. 2015

 

Consideraciones teóricas sobre la calidad de vida en el Distrito de Santa Marta

Theoretical Considerations about the Quality of Life in Santa Marta

Considerations théoriques de la qualité de vie de la ville de Santa Marta

Considerações teóricas sobre a qualidade de vida no distrito de Santa Marta

Néstor Ramos N.*, Wilson Jiménez B.**, Analith Arcos T.***, David Acosta O.****, Andrés Hurtado R.*****

*Administrador de Empresas; Magíster en Administración de la Universidad Nacional de Colombia; especialista en Pedagogia y docéncia universitaria de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, Colombia; Especialista en gerencia de negocios internacionales de la Universidad Antonio Nariño, Bogotá, Colombia.
*Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Universidad de Manizales, Caldas, Colombia; Odontólogo, Universidad Nacional, Bogotá, Colombia; Especialista en Gerencia de Servicios de Salud, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia; Especialista en Gerencia y Auditoria de la Calidad en Salud, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia.
***Odontólogo Universidad Antonio Nariño, Bogotá, Colombia; Especialista en Gerencia y Auditoria de la Calidad en Salud, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia.
****Bacteriólogo y Laboratorista Clínico, Universidad de Boyacá, Tunja, Colombia; Odontólogo, Universidad de Valle, Cali, Colombia.
*****Especialista en Gerencia y Auditoria de la Calidad en Salud, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia.

FECHA DE RECEPCIÓN: 10 de enero FECHA DE APROBACIÓN: 2 de febrero


RESUMEN

La pobreza, la exclusión social, el fenómeno de gentrificación y la segregación espacial en las grandes urbes, son factores que generan disminución de los niveles de calidad de vida de sus habitantes, más aún, cuando estos fenómenos acarrean destrucción de recursos naturales necesarios para la conservación de la sostenibilidad ambiental.

Santa Marta, ciudad del Caribe colombiano, debe centrar su desarrollo en generar calidad de vida para sus habitantes a partir de un crecimiento sostenible; objetivo que debe alcanzarse a partir de la identificación de las variables que sus residentes consideran como determinantes para su calidad de vida.

En este artículo, se presentan los resultados de la fase inicial en la que se definen las bases teóricas de la investigación que se encuentra en desarrollo, denominada: "La calidad de vida en Santa Marta; una perspectiva desde el concepto de sus habitantes. El objetivo de esta fase es definir los principales conceptos que hacen parte de la investigación y realizar una descripción de la ciudad de Santa Marta, departamento del Magdalena. El proyecto ha sido financiado en su totalidad con recursos aportados por la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Palabras clave: Calidad de vida, Exclusión social, Pobreza, Gentrificación, Santa Marta.


ABSTRACT

Poverty, social exclusion, the gentrification phenomenon, the spatial segregation in big urban areas are factors that led to a decrease in the levels of the inhabitants' quality of life, even more when these phenomena involve the destruction of natural resources necessary for the preservation of environmental sustainability, starting with its sustainable growth. This objective could be reached when identifying the variables that its inhabitants take into account for their quality of life.

Santa Marta, a Caribbean city of Colombia, should focus its development on generating a good quality of life for its inhabitants.

This article shows the final outcomes of the study which define the theoretical bases of this research, being still in development; its title is The Quality of Life in Santa Marta, a perspective from its inhabitants' concepts. The aim of this final stage is to define the main concepts that are part of this research and to make a description of Santa Marta, Magdalena region. This project has been completely financed by Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Keywords: Quality of life, Social exclusion, Poverty, Gentrification, Santa Marta.


RESUMÉÉ

Pauvreté, exclusion sociale, phénomène de gentrification et de segregation spatiale des grandes métropoles sont des facteurs qui engendrent une diminution des niveaux de qualité de vie des habitants, d'autant plus lorsque ces phénomènes impliquent la destruction des ressources naturelles nécessaires à la préservation de l'environnement. Santa Marta, ville côtière des Caraibes colombiens doit axer son développement sur Vamélioration de la qualité de vie de ses habitants par le biais d'une croissance économique durable. Cet objectif doit être atteint à partir de l'identification des variables déterminantes pour la qualité de vie des citadins.

Cet article présente les résultats initiaux définissant les fondements théoriques de la recherche en cours dénominée: Qualité de Vie à Santa Marta; Perspective de ses Habitants. Lobjectif étant de définir les principaux concepts de Vétude et d'effectuer une description de la ville de Santa Marta, chef-lieu du département du Magdalena.

Le projet a été entièrement financé par les fonds apportés par l'Université Jorge Tadeo Lozano.

Mots clefs: Qualité de vie, Exclusion sociale, Pauvreté, Gentrification, Santa Marta.


RESUMO

A pobreza, a exclusão social, o fenómeno de gentrificação e a segregação espacial nas grandes cidades, são fatores que geram diminuição dos níveis de qualidade de vida de seus habitantes, ainda mais quando estes fenômenos provocam destruição de recursos naturais necessários para a conservação da sustentabilidade ambiental.

Santa Marta, cidade do Caribe colombiano, deve concentrar seu desenvolvimento em gerar qualidade de vida para seus habitantes, a partir de um crescimento sustentável; objetivo que deve ser conquistado a partir da identificação das variáveis que seus residentes consideram como determinantes para sua qualidade de vida.

Neste artigo, apresentamse os resultados da fase inicial quando se definem as bases teóricas da pesquisa científica, que se encontram em desenvolvimento, denominada: A Qualidade de Vida em Santa Marta; Uma Perspectiva desde o Conceito de seus Habitantes. O objetivo desta fase é: definir os principais conceitos que fazem parte da pesquisa científica e realizar uma descrição da cidade de Santa Marta, Departamento de Madalena. O projeto foi financiado em sua totalidade com recursos aportados pela Universidade Jorge Tadeo Lozano.

Palavras-chave: Qualidade de vida, Exclusão social, Pobreza, Gentrificação, Santa Marta.


1. INTRODUCCIÓN

El reto que enfrentan los gobiernos, bien sea de un país, región o ciudad, es la de garantizar a sus habitantes bienestar social mediante la distribución justa de la riqueza. Emprender la formulación e implementación de políticas que propugnen por dicho fin, debe ser la base de la gestión del gobierno, que centre su actuar en la dignificación del ser humano.

Para ello, desde la perspectiva del desarrollo humano, resulta importante conocer lo que los habitantes de un país, departamento o ciudad valoran como calidad de vida y en qué grado consideran que ven satisfechas esas expectativas, ya que, al identificar los sueños, logros y necesidades de los miembros de la sociedad, los gobiernos tendrán insumos que les permitirán orientar la planeación y evaluación de sus políticas y acciones hacia el logro de una sociedad más justa y equitativa.

Este artículo presenta la reflexión teórica y el marco contextual, fase inicial de la investigación: "La calidad de vida en Santa Marta; una perspectiva desde el concepto de sus habitantes", desarrollada por la Universidad Jorge Tadeo Lozano. El objetivo de esta fase es definir los principales conceptos que hacen parte de la investigación y realizar una descripción de la ciudad de Santa Marta, departamento del Magdalena.

2. METODOLOGÍA

a fase de la investigación que se presenta en este artículo, reflexión teórica y el marco contextual, se realizó mediante la revisión de literatura en bases de datos tales como: Scopus, Science Direct, Pro Quest, OECD Library y Redalyc; empleando como palabras de búsqueda: calidad de vida, exclusión social, gentrificación, segregación, pobreza, Santa Marta, entre otras.

Dentro de los criterios de búsqueda se tuvo en cuenta que los artículos seleccionados hubiesen sido evaluados por pares académicos y que se encontraran publicados en revistas indexadas nacional o internacionalmente.

Posteriormente, se realizó una pesquisa de documentos generados por instituciones internacionales como: UN-Habitat y OCDE. Luego, se continuó con una búsqueda de documentos provenientes de instituciones oficiales del orden nacional, lo que se realizó de dos formas: revisión de los documentos consignados en sus portales de Internet y para el caso del distrito de Santa Marta, visita directa a las diferentes oficinas de la alcaldía, en especial a la oficina de planeación, que pudiesen ser fuente de datos e información pertinente para el desarrollo de la investigación.

3. RESULTADOS

Los resultados de esta fase de la investigación se presentan en dos grandes acápites: el primero, presenta la conceptualización de las principales categorías teórico analíticas que hacen parte de la investigación; y el segundo, presenta una descripción del distrito de Santa Marta con base en fuentes secundarias, provenientes de documentos oficiales de los ordenes nacional, departamental y distrital.

4. CONCEPTUALIZACIÓN

Acontinuación se presenta la reflexión teórica de cada uno de los conceptos que conforman la investigación, a saber: calidad de vida, pobreza, exclusión social, segregación, gentrificación y ciudades sostenibles.

4.1 Calidad de vida

La calidad de vida, entendida como la posibilidad que tienen los seres humanos de ser y hacer lo que desean como proyecto vital, siempre en un marco de respeto por los demás y en general por la vida, debe constituirse en un objetivo prioritario del Estado. En tal sentido, el acceso que tengan los seres humanos a una serie de recursos en el orden personal, familiar y social, es la base para que puedan desarrollar sus capacidades y aprovechar las oportunidades que se generen en la sociedad de la que hacen parte (Jiménez González, 2014).

El atractivo de la ciudad tiene su origen en ser el lugar preferente para la generación de riqueza, ya que en ella confluyen tanto la demanda de bienes y servicios como la oferta que los satisface. Entre más atractiva es una ciudad para que los seres humanos puedan cumplir con su proyecto vital, mayor número de personas estarán motivadas a migrar y habitar en ellas. Como consecuencia, el mercado se expande y el nivel de riqueza aumenta.

Pero no solo la generación de riqueza describe un ordenamiento social dentro de las urbes, también incluye una visión axiológica. En este sentido, Sen expresa que: "el concepto de calidad de vida se centra en la forma en que transcurre la vida humana y no solo en los recursos o en la renta que posee un individuo" (Nusbaum & Sen, 2004). Sin embargo, para que este círculo virtuoso se cree y se sostenga, es necesario que la ciudad brinde condiciones de infraestructura y de acceso a una serie de bienes y servicios a todos sus habitantes, convirtiéndolas en espacio de dignificación del Ser.

Para conocer si este propósito se ha cumplido, la calidad de vida puede ser evaluada desde dos enfoques: cualitativo y/o cuantitativo. El primero de ellos, parte de asumir que solo cada ser humano se encuentra en capacidad de evaluar y determinar su calidad de vida; desde este enfoque, la calidad de vida se establece como la forma en que cada quien percibe e interactúa con su entorno social.

Para el segundo, es necesario identificar y evaluar el acceso que todos los integrantes de una sociedad tienen a una serie de bienes y servicios que facilitan el desarrollo de las capacidades y libertades, que les permitirán cumplir con su proyecto vital y por ende, tener buena calidad de vida.

Si bien el primer enfoque permite comprender cómo cada individuo percibe su calidad de vida, no es posible generalizar sus resultados a toda la población. Caso contrario sucede con el segundo enfoque, ya que este permite conocer el nivel de acceso de toda la población al grupo de bienes y servicios previamente definidos como esenciales, pero puede dificultar conocer cómo ellos facilitan el desarrollo de las capacidades y libertades en cada Ser humano de tal forma que les permitan disfrutar de buena calidad de vida.

A efecto de integrar conceptos que involucran la calidad de vida en las urbes, dada la complejidad de análisis que se han hecho en diferentes estudios y desde la multidisciplinariedad del tema, se exponen a continuación otros referentes teóricos que impactan sobre ella.

4.2 Pobreza

El Banco Mundial define como pobres a aquellas personas que viven con menos de dos dólares al día, y como pobres extremos a quienes viven con menos de un dólar diario (Moro, et al., 2012). Por su parte, la ONU ha definido la pobreza como "la condición caracterizada por una privación severa de necesidades humanas básicas, incluyendo alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información. La pobreza depende no solo de ingresos monetarios sino también del acceso a servicios".

Se pueden considerar un grupo de definiciones de pobreza que están relacionadas con lo material. La población es pobre cuando no tiene algo que necesita o cuando no tiene los recursos para acceder a las cosas que requiere, como comida, techo, vestido o combustibles. De acuerdo con Vic George "la pobreza consiste en un núcleo de necesidades básicas y en un conjunto de otras necesidades que cambian en el tiempo y en el espacio" (Spicker, Álvarez, & Gordon, 2009).

Sin embargo, la pobreza es un concepto mucho más complejo y extenso de definir ya que comprende diferentes variables a analizar y distintos puntos de vista desde donde se puede evaluar, incluyendo aquellos donde se tienen en cuenta factores diferentes al ingreso monetario.

En concordancia con el concepto de que la pobreza es la carencia de algo, Baratz y Grigsby hablan de la pobreza como "una privación severa de bienestar físico y bienestar mental, estrechamente asociada con inadecuados recursos económicos y consumos". (Spicker, Alvarez, & Gordon, 2009).

La pobreza urbana puede estar fuertemente ligada al crecimiento económico, industrial y turístico de las ciudades, al incrementar el número de personas del área rural y desplazados por la violencia que ven una posible oportunidad laboral y de bienestar en la ciudad, causando un efecto de cada vez mayor heterogeneidad en la pobreza (ONU Habitat, 2012) (Gomez, Silva, & Olmos, 2003), factores que se encuentran presentes en el caso de Santa Marta.

En complemento, la pobreza ha buscado ser medida de diversas formas. Una de ellas, es mediante la definición de una línea base o umbral, el cual corresponde con el nivel de ingreso mínimo necesario para adquirir una canasta básica de bienes y servicios que permitan llevar un nivel de vida aceptable (Boltvinik, 2013).

Otra forma de medirla es por medio del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), el cual tiene como objetivo realizar su medición empleando datos tanto discretos y cualitativos, como continuos y cardinales, que permiten a través de una serie de indicadores agrupados en dimensiones, conocer la situación de pobreza, y por ende, de calidad de vida de los individuos y/o las familias (Alkire & Foster, 2011).

4.3 Exclusión Social

Las buenas condiciones de calidad de vida de los habitantes de una urbe, repercuten en alto grado en la equidad que pueda percibir el ciudadano del común, aquel que trasciende en la sociedad como la mayoría, a partir de su entorno inmediato, su familia, sus allegados, la participación económica desde su empleo o la capacidad de goce de sus individualidades.

Por tanto, la participación ciudadana es el resultado de la inclusión social; es decir, que en la medida que se tenga acceso a los diferentes bienes y servicios que se ofertan en una ciudad en igualdad de condiciones con el resto de sus participantes, así mismo se les generará calidad de vida. Cuando se presenta el fenómeno contrario, o sea, exclusión social, se presentan una serie de factores que afectan negativamente las posibilidades de los individuos para vincularse a la sociedad en la que desarrollan su plan de vida.

La exclusión social puede ser entendida como lo expresaba Smith (1759), como la incapacidad de aparecer en público sin sentir vergúenza, o en términos de Sen (2000, p. 5), como la dificultad que encuentran las personas con mayores privaciones para participar en la vida de la comunidad.

En tal sentido, González (2012) expone que:

"La exclusión supone, lisa y llanamente, que una categoría de personas y de grupos, y hasta de territorios completos, puede quedar apartada de la participación en los intercambios y prácticas que facilitan la integración social, y que carece de los derechos que le son inherentes".

Se evidencia que, mientras en una sociedad prevalezca la exclusión social de uno o varios grupos, no podrá considerarse que en ella exista calidad de vida.

Como primer paso para eliminar este fenómeno, se debe partir por reconocer la existencia del otro, las diferencias y contrastes con el fin de no agudizar el rechazo, que generalmente sucede cuando las sociedades que se han marginado voluntariamente o por un efecto social, evidencian acciones del colectivo en contra de sus derechos sociales.

En la búsqueda de dicho propósito, deben existir políticas públicas orientadas a generar convergencia social. Esta última se construye cuando las diferencias son atenuadas y los diferentes confluyen en los mismos espacios, en los que se aprende a aceptar diversas cosmovisiones, y en el caso de ser necesario, a transformar las realidades que reducen las libertades y capacidades de los grupos vulnerables y vulnerados.

Para ello, deben incluirse como elementos básicos que facilitan la inclusión social, y por ende, reducen la segregación, la participación política, la garantía de los derechos sociales y las libertades civiles, así como el acceso a todos a los servicios sociales y a los mercados de trabajo; siendo el Estado quien tiene la capacidad y la responsabilidad de afectar directa o indirectamente estos factores (Americas Quarterly Special, 2012, pp. 114-115).

Para la evaluación de la exclusión social han de considerarse diferentes dimensiones, ya que es un resultado multifactorial y debe entenderse como un proceso de acumulación de los distintos factores (Subirats, 2005 p.21).

Los significados de la inclusión, se representan en participación social, política y económica de los individuos, en condiciones que provean bienestar y un acercamiento real a la igualdad de disfrute de beneficios, que para este caso, es la educación. "De hecho, a escala individual, el nivel de instrucción alcanzado representa probablemente un factor aún más significativo en cuanto al grado de acceso a determinados bienes sociales o laborales. El derecho universal a la educación se convierte, por ello, en una cuestión social clave" (González, Luzón & Torres, 2012).

4.4 Segregación espacial

La segregación espacial se presenta como un fenómeno que afecta a los habitantes de las urbes y que merece ser estudiado para observar las diferentes fuerzas que actúan sobre los grupos sociales de un conglomerado.

Se presenta mediante manifestaciones de aislamiento obligado o voluntario de cierta parte de los habitantes de una ciudad, originado por diferentes causas socioeconómicas, étnicas o culturales que obedecen a una forma de comportamiento de grupos, en ocasiones con características muy similares.

Evidencias de ello, son las denominadas tomas de terrenos o casas, por los okupas, siendo un ejemplo de ello el caso de la comuna de Penalolén en la ciudad de Santiago, donde la comunidad organizada luchó, ya no solo por el derecho a la casa propia, como en décadas pasadas, sino por poder habitar inmersa en las redes y oportunidades que entrega la ciudad (Sabatini & Brain, 2008).

Para realizar un acercamiento al concepto de segregación, se puede partir de la propuesta planteada por Rodríguez (2001, pp 11-12), que la clasifica en dos tipos: en términos sociológicos, significa la ausencia de interacción entre grupos sociales; en sentido geográfico, es la desigualdad en la distribución de los grupos sociales en el espacio físico. Si bien la presencia de un tipo de segregación no asegura la existencia del otro, en la práctica, ambos tipos suelen estar relacionados (Jiménez, González, 2014).

Partiendo de esta confluencia de los aspectos sociales y geográficos, se puede plantear el concepto de segregación espacial como el fenómeno mediante el cual ciertos grupos de población son apartados o se apartan, en forma intencionada o no, por causas culturales, religiosas, étnicas o económicas, concentrando su lugar de residencia en zonas específicas del territorio, en las cuales su población es homogénea. Al respecto, Sabatini (2008, p. 3) expresa que:

    En términos simples, segregación espacial o residencial es la aglomeración geográfica de familias de una misma condición o categoría social, como sea que se defina esta última, social o racialmente o de otra forma. En términos más complejos, podemos diferenciar tres dimensiones principales de la segregación: (a) la tendencia de un grupo a concentrarse en algunas áreas; (b) la conformación de áreas socialmente homogéneas; y (c) la percepción subjetiva que tiene la gente de las dimensiones objetivas (las dos anteriores) de la segregación.

Del mismo modo, González et al. (2007 p. 4), al relacionar la segregación con los factores socioeconómicos, establece que "existe segregación si en la unidad territorial escogida la varianza entre niveles socioeconómicos es pequeña. En tal caso, las condiciones socioeconómicas tienden a ser iguales y, por tanto, no hay mezcla entre ricos y pobres".

De lo anterior, se deduce que este tipo de concentraciones homogéneas generan una alta cohesión interna, acompañada de una divergencia externa, lo que dificulta la mezcla social y puede convertirse en fuente de odio, e incluso de violencia, ya que la separación de los diferentes genera desconocimiento del otro y agudiza su rechazo.

La segregación espacial y la exclusión social, pueden derivar en guetos que restringen el tránsito de personas diferentes a las del propio grupo. En algunas circunstancias, los grupos definen sus propias normas de convivencia y reaccionan vehementemente a cualquier tipo de intervención externa. En este sentido, la segregación se asocia al concepto de exclusión social.

Cuando una ciudad impulsa procesos de segregación espacial y exclusión social, inicia el recorrido hacia la degradación de la calidad de vida de sus pobladores, ya que se dificulta la construcción de tejido social, elemento fundante de la cooperación, la solidaridad y la equidad de una sociedad. Por ello, se debe esperar que "una sociedad está mejor si la segregación se reduce hasta niveles razonables. Y ello se consigue actuando sobre la distribución del ingreso y sobre el acceso a los equipamientos y al espacio urbano" (González et al. 2007, p. 4).

Es así, que la pobreza se constituye en una de las causas básicas y más duraderas de la desventaja social. Aquellos que viven en la pobreza enfrentan un alto riesgo de salud, baja autoestima y aislamiento social, todo esto reforzado con la falta de ingresos suficientes (Saunders, 2007, p. 16).

Para evitar la segregación, las políticas públicas deben buscar la convergencia social, atenuando las diferencias en cuanto a ingreso, acceso a servicios, vías, parques, etc. La inclusión social y la menor segregación se facilitan con la participación política, la garantía de los derechos sociales y las libertades civiles, así como con el acceso de todos a los servicios sociales y los mercados de trabajo. Recaen en el Estado la capacidad y la responsabilidad de afectar directa o indirectamente estos factores (Americas Quarterly Special 2012, pp. 114115, Citado por Jiménez & González, 2014).

4.5 Gentrificación

Otro aspecto que merece atención en el análisis de los cambios urbanísticos, es el generado por el desplazamiento voluntario de personas, de los centros de las ciudades, cediendo sus propiedades urbanas, para aprovechar las políticas de recuperación de espacios deteriorados o que son aptos para cambiar el aprovechamiento horizontal de las propiedades.

Es decir, se construyen grandes edificios con alto valor por metro cuadrado, en lugares donde existían construcciones antiguas o inadecuadas al entorno, pero con áreas amplias para la construcción. A este fenómeno se ha denominado gentrificación.

Con mayor precisión, se puede expresar que gentrificación significa la reocupación de un espacio urbano por parte de una clase socioeconómica, en detrimento de otra. Esta última es expulsada y excluida mediante la variación forzada, por los mecanismos de mercado, del precio del solar urbano (Checa, 2010).

Se trata de un fenómeno asociado a conceptos como reconversión urbana, recalificación urbanística, revalorización del precio del suelo, variación en el régimen de propiedad, entre otros. Todos ellos, alertan de una transformación del paisaje urbano, plasmada en una determinada valoración de ciertas tipologías de viviendas en detrimento de otras o bien por la construcción de nuevos edificios y el subsecuente derribo de otros (Checa, 2010).

Dicho fenómeno obedece al cambio de edificaciones antiguas por nuevos y modernos edificios que vienen acompanados por reformas urbanas y mejoras en la dotación de infraestructura nueva, apoyadas en políticas públicas de reforma de las urbes, para evitar su deterioro. La gentrificación evidencia de igual forma, el desplazamiento de los centros urbanos de personas de baja renta y que han permanecido allí por muchos años para dar paso a personas de mayores ingresos (Checa, 2010).

4.6 Ciudades sostenibles

La creación y crecimiento de las grandes urbes, se ha realizado en la mayoría de las veces por fuerzas económicas, comerciales o como puntos estratégicos para el desplazamiento a otras zonas geográficas, pero rara vez, se ha considerado el impacto que se causa sobre los recursos naturales que se consumen o son afectados por esos asentamientos. Su función política principal es la de asegurar la participación democrática; su función social, la de constituirse en instrumento para aumentar la equidad y la integración; y su función económica, la de obtener suficientes ingresos y distribuirlos con justicia (Umaña, 2009).

Hoy, las ciudades brindan la oportunidad a sus habitantes de obtener recursos para desarrollar su proyecto de vida, con ciertas limitaciones de tipo social o económico. Sin embargo, en este proceso las ciudades se han convertido en grandes centros de consumo, que por ende, conducen a la generación de desperdicios contaminantes. Evidencia de ello, es que aunque las ciudades ocupan apenas el 2% del Planeta, ya representan entre el 60% y el 80% del consumo de energía, y el 75% de las emisiones de CO2 (Barrionuevo, 2012).

Adicionalmente, el desarrollo y crecimiento de las ciudades, generalmente arrastra a conglomerados rurales que se ven influenciados por el devenir de las grandes urbes, especialmente por las conurbaciones que la expansión de las ciudades conlleva. Es decir, las grandes urbes aprovechan las tierras rurales y absorben las pequeñas poblaciones, por lo cual se cambia el uso del suelo. Este fenómeno, para evitar ser perjudicial para el ambiente, debe propender por generar equilibrio entre la ciudad y lo rural; ya que la tierra debe comprenderse como recurso finito y la forma en que se utiliza es uno de los principales motores del cambio ambiental, con impactos significativos en la calidad de vida y los ecosistemas. (Prieto, 2011).

Es por ello, que los impactos negativos por el consumo de recursos, especialmente los energéticos de combustibles fósiles, han obligado a los gobiernos de las ciudades a diseñar programas y estrategias tendientes a sustituir estos combustibles por energías menos contaminantes, como la solar o la eólica para el consumo en los hogares, e incluso, en las industrias de las grandes urbes. (...) es evidente que la energía y la contaminación, sobre todo la atmosférica, van a ser las claves que conformen las ciudades en el próximo futuro e incluso en el presente más actual (Prieto, 2011).

Estos cambios, deben estar acompanados de tecnologías que faciliten la implementación de nuevos procesos de consumo o productivos, limpios, dentro de la adaptación propia de tecnologías inteligentes, que impulsen hacia ciudades inteligentes.

    La inteligencia de una ciudad se sustenta en cinco activos: el capital económico (PIB, peso de cada sector, transacciones internacionales, inversión en el extranjero.), el humano (talento, innovación y creatividad, educación.), el social (tradiciones, hábitos, religión, familia.), el medioambiental (políticas energéticas, gestión de residuos y aguas, jardines.) y el institucional (compromiso ciudadano, autoridad administrativa, elecciones...) (Barrionuevo, 2012).

Otro elemento a tener en cuenta, es el relacionado con los contextos que pueden favorecer el aprovechamiento sustentable de los recursos y mejorando la calidad de vida de las ciudades. Uno de ellos es la vegetación, la cual, juega un papel muy importante en el enfriamiento de los espacios interiores, ya que el aire utilizado para enfriar las casas proviene del exterior; si la vegetación alrededor de las mismas es densa, el aire disminuirá su temperatura antes de entrar a las edificaciones (Chireno, 2013).

En resumen, el modelo que deben aplicar los dirigentes de las grandes urbes, se explicita según (Barrionuevo), basado en cuatro áreas claves que contemplan las variables a tenerse en cuenta para crear una ciudad inteligente.

Un ejemplo de integración de los diferentes sectores que interactúan en una ciudad, es el de Málaga, en Espana, donde se ha establecido el compromiso del sector productivo y los hogares para alcanzar altos niveles de cambios hacia una ciudad inteligente.

    El Plan está sustentado en tres ejes principales: la lucha contra el cambio climático, uno de los principales retos destacados en el PES 2008-2012 debido a su especial relevancia e implicaciones para el negocio; la búsqueda de la excelencia en la gestión ambiental, que desarrolla a su vez tres ejes esenciales: la gestión integral del agua, los riesgos y pasivos medioambientales y la gestión ambiental avanzada. Y el tercer eje se centra en la gestión de la conservación de la biodiversidad (Maderuelo, 2010).

En conclusión, hoy las ciudades deben repensarse, administrarse y proyectarse por parte de sus dirigentes, de una forma prospectiva y estratégica para suplir las necesidades de sus habitantes, buscando el menor impacto negativo sobre el planeta, por los efectos nocivos y contaminantes; papel en el cual, deben comprometerse no solo el sector público, sino también el productivo de cada ciudad. A su vez, el conocimiento acumulado en áreas como la dirección estratégica o el gobierno corporativo pueden resultar útiles para las administraciones públicas a la hora de planificar las grandes urbes del futuro. (ECOsostenible, 2012).

5. DESCRIPCIÓN DE SANTA MARTA

La ciudad de Santa Marta es la capital del departamento del Magdalena. De acuerdo con la información entregada por la oficina de Planeación Distrital, la ciudad tiene, al ano 2014, una población total de 449.530 personas, distribuidas entre las nueve comunas y cuatro corregimientos en que se haya dividida geopolíticamente.

En las comunas habita un total de 427.749 personas, lo que representa el 95% de la población de Santa Marta, siendo las mayormente pobladas las siguientes: María Eugenia - Pando con 81.694 personas y Gaira -Rodadero con 62.811; ambas comunas se encuentran localizadas al sur de la ciudad, y la población sumada de las dos, representa el 34% del total de la ciudad (Tabla 2).

Por su parte, la zona rural está poblada por 21.781 personas, que representan el 5% del total de la población de Santa Marta. El corregimiento con mayor población es Guachaca, el cual cuenta con 7.879 personas, es decir que en él se concentra el 36% de esta población (Tabla 3).

En el mapa , se observa la localización de las comunas dentro del territorio del Distrito (Figura 1).

Como se observa en el mapa, la ciudad ha crecido entorno al borde costero, en el cual se encuentran los puertos marítimos, fuentes de desarrollo económico y las playas que la caracterizan como destino turístico. La zona rural se encuentra en la parte Norte y en la Oriental, en la que se ubican las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, parque natural nacional, de gran biodiversidad y lugar de asentamiento de culturas ancestrales.

En cuanto a la distribución por estratos socio económicos de la población que habita las comunas, se encuentra que en cuatro de las nueve, hay presencia de todos los estratos, lo que puede estar evidenciando que en ellas existe un buen grado de mezcla social y por lo tanto, baja segregación socio espacial.

En las otras cinco comunas, existe población que habita en barrios que van desde el estrato 1 hasta el 4. Siendo tres de ellas, las que tienen los porcentajes más elevados de población viviendo en estrato 1, y por ende, en condiciones de pobreza, en su orden: Santafé - Bastidas (45%), María Eugenia - Pando (33%) y Pozos Colorados (30%).

Al analizar la ubicación geográfica de estas comunas, se puede deducir que el fenómeno de pobreza de la Ciudad tiene unas características de marginación hacia los extremos Norte y Sur de la ciudad. Lo anterior, puede estar empezando a denotar un paulatino proceso de segregación socio espacial, que de ser confirmado, requerirá de control por parte de la Alcaldía a través de políticas urbanas que garanticen la mayor integración y mezcla social en estas comunas.

En cuanto a la evaluación de la pobreza, Santa Marta presentó mejora en el índice de pobreza monetaria, al pasar de 36,3% en 2012, a 33,8% en 2013. Sin embargo, si bien mejoró el indicador de pobreza extrema, al evolucionar de un valor de 6,6% en 2012, al 6,5% en 2013, este avance es mínimo y por tanto, pone en relevancia la necesidad de implementar políticas públicas para reducir este fenómeno que degrada la dignidad humana.

En lo relacionado con la concentración de la riqueza, el indicador GINI en Santa Marta, presentó un avance al reducirse de 0,485 en 2012, a 0,458 en 2013. A pesar de este avance, se debe fortalecer las acciones encaminadas a reducir la brecha en el ingreso y posesión de la riqueza, existente entre los grupos sociales que se ubican en la parte superior de la escala social y aquellos que se localizan en la parte inferior de la misma. Para ello, políticas tributarias progresivas son necesarias, siendo en el orden local las más importantes el impuesto predial y el cobro de plusvalías.

Para complementar la información anterior, de acuerdo con ingreso per cápita, en 2012 el DANE informó que el departamento del Magdalena, se ubicaba en el puesto 18, de mayor a menor nivel de ingreso per cápita en Colombia con $310.000; lo que lo ubica por debajo del promedio nacional de $500.531. En términos porcentuales, el ingreso promedio del Magdalena es 38% más bajo que el promedio nacional y corresponde al 50% del salario mínimo legal vigente.

Sin embargo, y quizás como atenuante, el mismo informe localiza al Magdalena en el tercer lugar nacional, en la tasa de mayor crecimiento del ingreso per cápita, con un 11%, antecedido solamente por Valle en el primer lugar y Boyacá; esta situación denota que el Departamento está experimentando un crecimiento económico, que se espera se vea reflejado en el desarrollo humano de sus pobladores. Infortunadamente, no se tuvo acceso a cifras similares desagregadas para Santa Marta.

En cuanto a las inversiones contempladas a ser realizadas por Santa Marta dentro de su plan de desarrollo 2012-2015 "Equidad para todos, primero los niños y lañas", determina invertir $902.936 millones en Calidad de vida; en inclusión social, $800 millones; atención a víctimas, $4.910 millones; Distrito sostenible, $601.114 millones; biodiversidad con equidad, $17.390 millones; y transporte $223.800 millones, entre otros rubros pertinentes. Las anteriores cifras evidencian un esfuerzo en pro de mejorar el bienestar de todos los habitantes de la ciudad.

En adición, uno de los ejes del Plan, es el desarrollo sostenible atado al Plan de Ordenamiento Territorial, 2000-2009 (POT, 2000), lo cual evidencia la importancia que reviste el medio ambiente para el gobierno actual. De igual forma, se han constituido como ejes: la equidad social, la competitividad de Santa Marta, la participación y buen gobierno sobre los cuales se ejecutan los planes estratégicos y programas para el desarrollo 2012-2015.

En cuanto a la dotación y prestación de servicios públicos, Santa Marta continúa en deficiencia. Para el ano 2014, afronta en todas las comunas, deficiencias notorias en la provisión de servicios de acueducto y alcantarillado, aspecto que empeora con el incremento de la sequía a nivel regional. A efecto de mitigar esta situación, el DADMA ha realizado ocho de las nueve etapas del programa de recuperación y limpieza del río Manzanares, importante fuente de aguas para el Distrito, además de la recuperación de la misma cuenca por reforestación. Plan que se refuerza con el programa "árboles y barrio", que se centra en la comuna seis. De igual forma, la recuperación de los cerros que se encuentran dentro de la ciudad, se ha cumplido en un 35% del total de la propuesta.

En lo referente al programa de Viviendas de Interés Prioritario, que se ha generado en la ciudad de Santa Marta, este ha entregado 2600 viviendas de 4.000 proyectadas para 2014, lo que ha representado el traslado de 4.000 familias de las comunas cinco, seis y ocho, principalmente, hacia la comuna nueve, donde se ubica el proyecto. Todos los proyectos VIP, son de estratificación uno, lo cual viene a modificar la composición de la población de esta comuna, factor que puede aumentar la segregación espacial en la ciudad. Las comunas cinco, seis y ocho, donde se encontraban las personas beneficiarias de este proyecto, según información de la Secretaría de Planeación Distrital, reducirán su población de este estrato, la reducción se espera sea duradera, dado que las construcciones irregulares en que se asentaban estas familias, serán demolidas para darle paso a recuperación forestal o construcción de parques.

6. CONCLUSIONES

De la reflexión teórica se desprende que si se quiere evaluar la calidad de vida en una ciudad intermedia como Santa Marta, cobra especial relevancia el conocer si en ella se presentan fenómenos como: exclusión social, segregación espacial, gentrificación, entre otros, ya que la posibilidad de que los ciudadanos puedan gozar plenamente de la urbe se relaciona con la posibilidad que tiene cada uno de sus ciudadanos de desarrollar su proyecto de vida, propósito que puede verse socavado si no existe equidad en el acceso y goce de los espacios y las áreas que conforman la ciudad.

Adicionalmente, la calidad de vida se relaciona con las dotaciones que la Ciudad les brinda a sus habitantes, dado que si a ellos se les provee de una serie de bienes básicos como salud, educación, buena vivienda, cuidado de la infancia y la juventud, trabajo digno etc., la probabilidad de que lleven una vida feliz se acrecienta. Al respecto, resulta preocupante que al revisar los documentos e investigaciones previamente adelantados por las instituciones oficiales, se evidencie que los habitantes de la ciudad de Santa Marta presentan un alto índice de pobreza a nivel general, de igual forma, que la distribución de sus ingresos no muestra equidad. Sumado a esto, el alto índice de empleo informal, 63%, que disminuye las posibilidades de inclusión social.

Sin embargo, como atenuante, la cantidad de personas en condiciones de pobreza extrema ha tenido tendencia a la baja; igualmente, el gobierno local ha tratado de reducir la exclusión social mediante el desarrollo de campañas que llevan los beneficios de las instituciones gubernamentales, hasta las poblaciones más afectadas, colocados a disposición en su conglomerado de residencia.

En complemento, no se observa que exista una marcada segregación espacial dentro de la población de la ciudad de Santa Marta. Lo anterior, se afirma al analizar la clasificación por estratos de todos sus predios, la cual muestra un buen grado de mezcla social en la mayoría de las comunas del Distrito, pues, no se han establecido zonas donde predominen solamente los estratos más pobres u otras donde predominen los estratos socioeconómicos altos a nivel de comunas, sino que en todas ellas hay presencia de la mayoría de los estratos. Esta distribución muestra un comportamiento similar en todas las zonas geográficas.

Sin embargo, esta contextualización se deriva de los informes oficiales, los cuales deben ser contrastados con la precepción que los habitantes de Santa Marta tienen con respecto a su calidad de vida. Para ello, en una segunda etapa, esta investigación los consultará mediante el desarrollo de una metodología cualitativa que empleará como instrumento de recolección de datos para la realización de grupos focales. Con ello, se espera establecer las variables que los samarios identifican para su calidad de vida y así, conocer cómo valoran sus condiciones de vida y que esperan en un futuro que les brinde su Ciudad para lograr llevarla con pleno bienestar.


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