A menudo nos quejamos en nuestras universidades y hospitales de América Latina por la falta de estudios realizados con poblaciones autóctonas, lo cual obliga a que investigadores, docentes y estudiantes tengan que recurrir a fuentes norteamericanas y europeas para acceder a información sobre la epidemiología, sobre el diagnóstico o tratamiento de una cierta enfermedad, amén de tener que extrapolar datos de poblaciones disímiles a las nuestras.

Esta situación, la de falta de estudios propios, es parcialmente cierta, pues si bien las publicaciones realizadas en el medio no son tan numerosas y de tanta antigüedad como las que se producen en otras regiones, también es cierto que desde hace varios años se viene haciendo un enorme esfuerzo por generar un corpus de conocimiento a partir de la experiencia local, que pasa por los aspectos básicos de las enfermedades, hasta la epidemiología propia de los países y regiones y la respuesta a medicamentos y otras intervenciones en poblaciones no caucásicas.

Esta labor ingente de los investigadores de América Latina, muchas veces más reconocidos en otras latitudes que en la misma región, así como de clínicos y expertos en distintas áreas de la medicina y la salud en general, o la de aquellos estudiantes o profesores que apenas comienzan a trasegar por el mundo de la investigación y las publicaciones científicas, se ve materializada en revistas como CES Medicina y muchas otras que, lentamente, y a veces de forma casi invisible, facilitan que su trabajo sea conocido por sus coterráneos, primeros y naturales usuarios de la información que producen.

Igualmente, hay un importante acervo de recursos y bases de datos bibliográficas que son producidas y contienen publicaciones realizadas en el sur del continente, con la ventaja de que están en nuestro idioma y son de acceso gratuito. Scielo, BVS, Lilacs y Latindex, son solo algunos ejemplos de los sitios desde los cuales se puede acceder a miles de investigaciones y documentos en salud realizados en América Latina.

La citación propia y de autores locales es una de las tantas formas como se puede estimular el trabajo de estas revistas, lo que a su vez incentiva el crecimiento de los mismos autores, su producción científica y, obviamente, de los lectores. Es esta una invitación a mirar también al patio propio, a reconocer el esfuerzo y la calidad académica de lo local, que lo "hecho aquí" también es válido, de gran utilidad y diaria aplicabilidad.

En CES Medicina somos conscientes de la importancia que tiene una revista científica en el medio, de su función como elemento de divulgación, de ser una vía para la presentación de la investigación propia, de ser vehículo para el aprendizaje de autores nóveles o experimentados, y por todas esas razones le seguimos apostando a mantener la revista y fortalecer su quehacer y su relación con los lectores, autores y pares científicos y editoriales.