Introducción
La depresión es el trastorno mental más frecuente asociado al embarazo; la prevalencia en mujeres que cumplen criterios diagnósticos para depresión está entre el 13,6 % a las 32 semanas de gestación y 17 % a las 35-36 semanas de gestación 1. Aunque hasta el 70 % de las mujeres reportan algunos síntomas relacionados con cambios en el estado de ánimo durante el embarazo, los síntomas de depresión como cambios en el sueño, apetito y energía pueden llegar a ser difíciles de distinguir de las experiencias normales del embarazo 2.
En Colombia se cuenta con poca información respecto a la prevalencia de depresión mayor durante el embarazo. Un estudio realizado en Barranquilla con 151 embarazadas entre 18 a 45 años y en control prenatal de bajo riesgo, encuentra que la prevalencia de depresión fue de 19,2 %, la edad media de 24 años y 25 % de mujeres con depresión tenían antecedentes previos de depresión 3. Otro estudio con 194 puérperas hospitalizadas en la ciudad de Popayán, en quienes se realizó tamizaje para depresión posparto y 44,2% de ellas tuvo tamizaje positivo. Los autores reportan que tener una enfermedad obstétrica de alto riesgo fue uno de los factores asociados 4.
En estos estudios la prevalencia de la depresión es mayor a la reportada en otros países como Estados Unidos, en los que reportan prevalencias de hasta 16,6 % en pacientes en el ámbito ambulatorio 5. Se deduce entonces que la depresión no es fenómeno raro durante el embarazo; sin embargo, la tasa de interconsultas por psiquiatría en pacientes obstétricas hospitalizadas puede ser tan baja como 0,3 % 6.
La preeclampsia se define como una presión arterial mayor o igual a 140/90 mm/Hg en dos mediciones con cuatro horas de diferencia con la paciente en reposo, después de la semana 20 de gestación 7 y asociado a alguna de las siguientes: proteinuria mayor o igual a 300 mg/día, trombocitopenia (plaquetas menores a 100 000/microlitro), alteración de la función hepática (transaminasas hepáticas en sangre elevadas dos veces la concentración normal), insuficiencia renal aguda (creatinina sérica mayor 1,1 mg o que se dupliquen los valores de creatinina en ausencia de otra enfermedad renal), edema pulmonar, o alteración visuales o cerebrales agudas 7.
La depresión es un factor de riesgo reconocido para el desarrollo de enfermedad cardiovascular en adultos y comparte factores de riesgo y características fisiopatológicas con la preeclampsia. Por lo tanto, se ha considerado razonable plantear la asociación entre la presencia de depresión durante la gestación y la preeclampsia 8,9.
Dicha asociación podría ser biológicamente plausible, puesto que potenciales mecanismos causantes de enfermedad cardiovascular en el adulto también juegan un rol importante en la preeclampsia, incluyendo procesos inflamatorios intravasculares, desordenes metabólicos, neuroendocrinos e hipercoagulables 10.
La depresión mayor ha sido propuesta como factor de riesgo para preeclampsia y su relación ya ha sido estudiada; sin embargo, los hallazgos son contradictorios. Cuatro estudios clínicos apoyan la asociación entre preeclampsia y depresión mayor 11-14 y dos estudios no encuentran asociación 15,16.
El objetivo de este estudio fue establecer la presencia de depresión mayor en pacientes hospitalizadas por preeclampsia y caracterizar su funcionalidad familiar y apoyo social.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio descriptivo trasversal que incluyó pacientes en embarazo con diagnóstico de preeclampsia/eclampsia y que estuvieran hospitalizadas en la unidad de alta complejidad obstétrica de la Fundación Clínica Valle del Lili. Se ingresaron pacientes que cumplieran los criterios de inclusión desde el 1 de diciembre de 2015 hasta el 31 de mayo de 2016, para un total de 50 pacientes. La principal razón por la cual las pacientes fueron excluidas fue su negación a firmar el consentimiento informado.
Se emplearon escalas validadas en español y en Colombia: la Escala de depresión postnatal de Edimburgo (EPDS) 17 para determinar la presencia de síntomas depresivos, con un punto de corte de 13 puntos 18, la Mini entrevista neuropsiquiatrica internacional para establecer el diagnóstico de depresión mayor, el Apgar familiar 19 para evaluar la funcionalidad familiar y la Escala multidimensional de apoyo social percibido20 para evaluar el apoyo social. Adicionalmente, se utilizó un cuestionario desarrollado por los investigadores en el que se incluyeron variables sociodemográficas y clínicas.
Se realizó una base de datos en Microsoft Excel ®, la cual se importó y se analizó con el paquete estadístico Stata® 13. Se hizo análisis descriptivo y se presenta la información en cuadros.
Todas las pacientes eran mayores de 18 años y firmaron consentimiento informado antes de ser ingresadas al estudio. Se obtuvo previamente el aval del comité de ética de la Fundación Clínica Valle de Lili. Antes de la recolección de la información se llevaron a cabo sesiones de entrenamiento para la aplicación de las escalas a las pacientes, por parte de los dos psiquiatras participantes del estudio.
Nueve pacientes con diagnóstico de depresión mayor se encontraban en tratamiento por psiquiatría o psicología en el momento de ingresar al estudio. Solamente en una paciente se le informó al obstetra tratante para que solicitara interconsulta con el servicio de psiquiatría para definir la posibilidad de acompañamiento psicoterapéutico o tratamiento psicofarmacológico. Dos pacientes que reportaron haber experimentado maltrato físico durante la gestación fueron valoradas por el servicio de Trabajo Social, el cual determinó que contaban con una adecuada red de apoyo y no tenían contacto con el agresor.
El presente estudio contó con el apoyo logístico brindado por parte de la Fundación Clínica Valle del Lili; sin embargo, no recibió financiación económica por lo que no se declaran conflictos de internes.
Resultados
La edad promedio de las gestantes fue de 28,1 ± 6,7 años, la mayoría de las participantes se encontraban en el rango de edad entre 18 y 25 años (46 %). Predominó la convivencia con la pareja (casadas y unión libre). El 68 % de las pacientes pertenecían a un nivel socioeconómico bajo (estratos 1 y 2) y el 52 % trabajaba fuera del hogar. Cerca del 46 % de las pacientes tenían estudios superiores al bachillerato y el 58 % pertenecían al régimen contributivo de seguridad social (cuadro 1).
El grupo tuvo una media de edad gestacional de 34 semanas y 90 % se encontraba en el tercer trimestre de embarazo. El 44 % eran primigestante y el 94 % cursaba con un embarazo único (cuadro 2).
El 22 % de las embarazadas tenía antecedentes de depresión mayor; 10 % tenían familiares en primer grado con depresión, 16 % había sufrido cualquier forma de maltrato antes de la gestación y 6 % durante la gestación, 26 % reportó consumo de sustancias psicoactivas al menos una vez durante la gestación, aunque este consumo no se caracterizó en cuanto a frecuencia o tipo de sustancia.
Tuvieron nacimientos pretérmino 38 pacientes, el 21% tenían preeclampsia no severa, el 65% tenían preeclampsia severa y 14% eclampsia.
Según el Apgar familiar, el 54 % de las mujeres pertenecía a familias normofuncionales y 4 % con disfunción familiar severa. En el apoyo social según la Escala multidimensional de apoyo social se obtuvo una mediana de 63 puntos de un máximo posible de 70 (cuadro 3).
El tamizaje para depresión resultó positivo para el 26 % de las pacientes. La prevalencia de un episodio depresivo mayor según la Mini entrevista neuropsiquiatrica internacional fue del 20 % (cuadro 4). Todas las pacientes con diagnóstico de depresión mayor tuvieron un tamizaje positivo.
Discusión
Se encontró que en una de cada cinco mujeres que ingresaron al estudio presentaban criterios para diagnóstico de episodio depresivo mayor, lo que coincide con lo reportado por Brandon et al., en pacientes hospitalizadas y con alto riesgo obstétrico, quienes reportan una prevalencia de 19,5 % a través de entrevista clínica semiestructurada 22. Sin embargo, es mayor que la prevalencia obtenida por Thiagayson et al., también en pacientes de alto riesgo obstétrico hospitalizadas que fue del 11 % 23.
En dichos estudios se incluyeron pacientes de alto riesgo obstétrico y se sabe que este grupo de pacientes puede cursar con diversas enfermedades, dentro de las cuales se encuentra la preeclampsia; por lo que dicho grupo compartiría más características con las pacientes del presente estudio que pacientes de bajo riesgo en el ámbito ambulatorio.
En lo que respecta a síntomas depresivos en pacientes con preeclampsia, en este estudio se encontró una prevalencia del 26 %, la cual fue mayor que la reportada por Qiu et al., con un valor del 11,5 % 14. Kharaghani et al. y Kurki et al, reportan prevalencias del 31,2 % y 30 %, respectivamente 12,13. Y aunque cabe mencionar que estos autores utilizan instrumentos diferentes a los del presente estudio, es importante reiterar que en este estudio se utilizó una escala validada en población obstétrica colombiana, lo que implica una fortaleza de la metodología.
En Colombia se realizó un estudio en pacientes hospitalizadas en unidades de alto riesgo obstétrico en donde se encuentran síntomas depresivos en el 61,2 % de las gestantes. También se reporta que 27,6 % de las pacientes habían experimentado alguna forma de maltrato al menos una vez en la vida, aunque en el anterior estudio se utilizó un instrumento diferente de tamizaje 24.
En un estudio realizado en Bolivia, el 56 % de las pacientes de alto riesgo obstétrico tenían algún grado de disfunción familiar según el Apgar familiar 25; este valor es mayor al encontrado por el presente estudio.
La depresión está asociada a parto pretermino 26,27; sin embargo, está asociación no es observable en nuestro estudio, dado que a las pacientes con criterios de severidad o eclampsia se les terminaba la gestación de manera urgente.
Una cuarta parte de las pacientes reportó consumo de sustancias psicoactivas al menos una vez durante la gestación, lo que es similar el reportado en Francia, siendo este del 25,3 % en pacientes de bajo riesgo durante el control prenatal 28.
Es importante mencionar que el presente estudio tiene una muestra reducida y una selección de las mujeres incluidas que no fue probabilística, dado que las pacientes eran incluidas en el estudio según su ingreso a la unidad de cuidados obstétricos; sin embargo, este estudio es el primero en el país que evalúa la depresión mayor a través de una entrevista estructurada para realizar el diagnóstico.
Los hallazgos sugieren que en nuestra población la depresión mayor es una condición frecuente que debe ser evaluada, así como la posible necesidad de realizar alguna estrategia de tamización de los síntomas depresivos de manera sistemática, para poder mejorar la detección en este grupo de pacientes.