Introducción
Las enfermedades no trasmisibles como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y pulmonares afectan considerablemente la salud de la población mundial, siendo la primera causa de muerte en el mundo. Entre los factores asociados para su aparición se encuentran la obesidad, los estilos de vida no saludables y la inactividad física 1-3).
En Colombia, entre 2005 y 2013, la principal causa de muerte en la población general fue producida por enfermedades del sistema circulatorio y dentro de estas las enfermedades isquémicas del corazón responden por el 48,9 %; adicionalmente, se presentan más de dos millones de casos de hipertensión arterial en personas afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud y se reporta una prevalencia de 8,5 % de diabetes mellitus 4,5).
Las conductas poco saludables están fuertemente asociadas con la aparición de este tipo de enfermedades y tales comportamientos pueden aumentarse en la vida universitaria por la falta de tiempo y las exigencias académicas, tal como ocurre durante las residencias médicas debido a las extensas horas laborales académico-asistenciales, las cuales se acompañan de situaciones estresantes producidas por la alta carga de pacientes, las diferentes enfermedades que deben atender y la preparación que deben demostrar para dar una respuesta efectiva 2,6,7).
La residencia médica es un término registrado desde 1952 con el fin de cualificar y especializar médicos con competencias y habilidades específicas con un alto grado de complejidad 8). Este tipo de estudios avanzados se desarrolla con una alta carga hospitalaria, jornadas laborales extensas, disminución de las horas del sueño y alto desgaste físico y mental, que conllevan a cambios en la vida personal, en el estilo y calidad de vida de los estudiantes 9-11).
Contradictoriamente, el médico es uno de los principales actores en la consecución de prácticas más saludables por parte de sus pacientes: realizar recomendaciones en cuanto a la actividad física, alimentación saludable y manejo del peso corporal, son algunas de las indicaciones más relevantes para el tratamiento y la prevención de las enfermedades no trasmisibles 12).
A pesar de conocer la importancia de la educación en el paciente, algunos estudios demuestran que no todos los pacientes reciben por parte del médico la asesoría adecuada en temas relacionados con actividad física y alimentación 13,14). Así mismo, los pacientes encuentran consejos más creíbles y motivadores en médicos físicamente activos y con estilos de vida saludables 14).
Teniendo en cuenta lo anterior y encontrándose pocas investigaciones en estudiantes de especialidades médicas, el objetivo del estudio fue identificar el nivel de actividad física y estilo de vida en estudiantes de residencia médica de una universidad pública de la ciudad de Popayán- Colombia.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, con residentes de diferentes especialidades médicas: ginecología, cirugía general, anestesiología, pediatría, medicina familiar y medicina interna. Se tomó una población de 39 residentes que cumplieron los criterios de inclusión: encontrarse activos en el sistema de registro académico del periodo académico del año 2017 y manifestar aceptar la participación en el estudio.
A cada participante se le explicó el objetivo y la metodología de la investigación, se resolvieron las dudas y luego cada uno procedió a firmar el consentimiento informado. Posteriormente, se realizó la recolección de datos sociodemográficos obtenidos por auto-reporte y la obtención de las variables antropométricas. Para esta última, el sujeto debía estar con el mínimo de ropa posible para tomar la talla y el peso por medio de un tallímetro y báscula mecánica Detecto®. Posteriormente, se realizó la toma de pliegues cutáneos por medio de un plicómetro Slim Guide® previamente calibrado con un material rígido de medida estándar y se finalizó con la toma del perímetro abdominal con una cinta métrica de 1,50 metros D&T® - DGT® Tape measure. Las medidas fueron tomadas por una persona capacitada en medidas antropométricas y teniendo como referente las recomendaciones de la International Society for the Advancement of Kinanthropometry (ISAK).
Para la obtención del porcentaje de densidad corporal se aplicó la formula Durnin/ Womersley: DC = C -[M * Log (Suma de los pliegues)] y posteriormente se determinó el porcentaje de grasa (%G) mediante la densidad corporal aplicando la fórmula: %G= [(4,95/DC) - 4,5] * 100; donde, la suma de pliegues: bíceps + tríceps + subescapular + suprailíaco del lado derecho y C y M son constantes que dependen de la edad (mayor o igual a 19 años) y el sexo 15,16.
Después de la evaluación antropométrica, cada uno de los participantes diligenció el Cuestionario Internacional sobre Actividad Física (International Physical Activity Questionnaire, IPAQ) desarrollado por la O.M.S., que permite medir el nivel de actividad física por medio de cinco objetivos de actividad independientemente. Este cuestionario ha sido recomendado y validado en 12 países diferentes para propósitos de monitoreo o investigación en población adulta entre los 15 y 69 años 17. Su calificación permite generar tres categorías que van de 1 a 3, siendo 1 la más alta, 2 moderada y 3 baja. Se decidió utilizar este cuestionario para ampliar el conocimiento de los niveles de actividad física en diferentes dominios relacionados con el trabajo, el transporte, actividades domésticas y de ocio.
Por último, se evaluó el estilo de vida de cada uno de los participantes por medio del test Fantástico 18 que permite identificar y medir el estilo de vida de una población particular. Este cuestionario contiene 25 ítems cerrados, con los que se exploran 10 dimensiones de acuerdo al acrónimo de: F: familiares y amigos, A: asociatividad y actividad física, N: nutrición, T: toxicidad A: alcohol, S: sueño y estrés, T: tipo de personalidad y actividades, I: imagen interior, C: control de la salud y sexualidad y, O: orden 19. Su calificación permite generar cinco categorías que permiten resumir el estilo de vida evaluado: estar en zona de peligro, algo bajo, adecuado, buen trabajo y felicitaciones.
Para el procesamiento de la información se emplearon los programas PSPP y R wizard, ambos de uso libre. Se realizó análisis descriptivo con distribuciones de frecuencia y porcentaje y, posteriormente, un análisis inferencial para establecer la relación entre las variables antropométricas, sociodemográficas y estilo de vida, para lo cual se utilizó la prueba paramétrica de T test previa verificación de requisitos de distribución normal y homogeneidad de varianzas (Shapiro Wilk y Levene, respectivamente, con p≥ 0,05) entre las variables índice cintura cadera y sumatoria de pliegues; también se utilizó la prueba no paramétrica de U de Mann Whitney y la prueba exacta de Fisher para variables cualitativas y cuantitativas que no cumplieron requisitos.
Adicionalmente, se realizaron pruebas de correlación y se calculó de manera indirecta el riesgo mediante el odds ratio (O.R.). Todas las pruebas se tomaron con un nivel de confianza del 95 %, a dos colas, considerando valor estadísticamente significativo la p menor de 0,05.
Para la realización de la investigación se tuvieron en cuenta los aspectos éticos de la Declaración de Helsinki 20 y la resolución 8430 del Ministerio de Salud 21, clasificando esta investigación en un nivel de riesgo mínimo, además este estudio contó con el aval del comité de ética de la Universidad del Cauca.
Resultados
La edad promedio fue de 29 años de edad, hubo mayor frecuencia de hombres (64,1 %), el 17,9 % estudiaba y trabajaba al mismo tiempo. El 53,8 % presentaban sobrepeso, siendo más frecuente en los hombres. El 51,3 % tenían un porcentaje de grasa muy alto y riesgo cardiovascular de acuerdo con el índice cintura cadera (cuadro 1)
El 48,7 % presentó bajo nivel de actividad física y 43,6 % tenían un estilo de vida adecuado (cuadros 2 y 3). Quienes presentaban riesgo cardiovascular mostraron un mayor peso corporal (p= 0,000), así como mayor tejido adiposo calculado por la sumatoria de pliegues (p= 0,000) (grafico 1).
Se encontró asociación entre el índice cintura cadera y el sexo (p=0,008), índice cintura cadera y el índice de masa corporal (p=0,002) e índice cintura cadera y estilo de vida (p=0,047) (cuadro 4).
Discusión
El bienestar de una persona incluye medidas que buscan promover aspectos relacionados con una óptima salud física, mental, social y psico-afectiva, por medio de estrategias facilitadoras de entornos saludables, fomentando la adquisición de estilos de vida saludables y la prevención de enfermedades no trasmisibles, para el caso del estudiante se busca favorecer los procesos de aprendizaje que mejoren posteriormente el actuar personal, profesional y la calidad de vida del futuro médico especialista 12.
Un aspecto para evaluar y que identifica factores de riesgo de enfermedades no transmisibles es el índice de masa corporal. Al igual que en otras investigaciones, el sobrepeso aparece con mayor frecuencia en los estudiantes de residencia 12,22; sin embargo, estos hallazgos no concuerdan en relación con el sexo, puesto que, a diferencia del presente estudio, otros autores reportan que las mujeres presentan más prevalencia de sobrepeso 23. Un índice de masa corporal elevado es considerado un factor de riesgo para presencia de enfermedades crónicas 24.
Más de la mitad de estudiantes presentó un índice cintura cadera por encima de lo normal y mayor tejido adiposo, lo que puede estar relacionado con los comportamientos negativos en su alimentación y la falta de autorregulación por parte de los estudiantes para modificar su exceso de peso 25.Por el contrario, el control de los niveles de grasa, sumado a una dieta rica en vegetales, frutas y verduras, bajo consumo de alcohol y estar físicamente activo se relacionan con un riesgo muy bajo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus 26.
Referente al nivel de actividad física, los resultados encontrados en estos residentes son preocupantes, presentando un bajo nivel en dicho hábito, siendo paradójico con el conocimiento que deben tener respecto a los beneficios de la práctica cotidiana de ejercicio físico. Al respecto Mora et al., reportan que el 41,9% de estudiantes de postgrado en Medicina son sedentarios (12, muy similar a los encontrados en esta investigación. Otros estudios difieren, encontrando niveles más altos de actividad física, como el reportado en estudiantes universitarios españoles, en donde el 68,4 % de hombres y el 48,4 % de mujeres practican actividades deportivas frecuentemente (27; además, los mayores niveles de actividad física encontrados pertenecen a los estudiantes de sexo masculino 28.
Estos bajos niveles de actividad física pueden estar asociados a la falta de oportunidades que tienen los estudiantes dentro de los programas de formación 29, dada la disponibilidad restringida de tiempo y la sobrecarga académica; sin embargo, el conocimiento de estas razones puede ser motivo de estudio en próximas investigaciones.
Los bajos niveles de actividad y su relación con los bajos estratos socioeconómicos son reportados por otros estudios 30, que encuentran desigualdades en los dominios de actividad física para el aprovechamiento del tiempo libre, uso de la bicicleta y caminar como medios de transporte y evidenciando diferencias por sexo y nivel socioeconómico para cumplir las tareas necesarias para ser físicamente activos. El presente estudio muestra que los residentes de sexo femenino son quienes presentan mayores niveles de actividad física.
En cuanto al estilo de vida, un gran porcentaje presentó resultados adecuados, aunque otros estudios reportan un mal estilo de vida, debido a una práctica de actividad física muy irregular y hábitos de alimentación deficientes 23. Un estilo de vida inadecuado se puede presentar debido a comportamientos sedentarios, como jugar videos juegos, navegar en redes sociales y ver televisión en el tiempo libre 2,31, aunque se conoce que conductas sanas como realizar ejercicio, mantener una buena salud mental y comer saludablemente, permiten tener una adecuada calidad de vida 7,31.
Conclusiones
Los estudios de especialización medica implican una actividad laboral exigente, generada por una gran demanda de tiempo y dedicación, limitando el tiempo libre y aumentando la posibilidad de tener estudiantes sedentarios con comportamientos poco saludables, los cuales pueden afectar la salud del estudiante y la aparición de enfermedades no trasmisibles. Por esta razón, es importante incluir en los programas académicos, la formación específica del estudiante en aspectos relacionados con estilo de vida activos, así como también brindar los espacios necesarios y suficientes para su práctica.
En la población de estudio, existe una clara asociación entre el nivel de estilo de vida y el riesgo cardiovascular que podría ser de utilidad en futuros estudios de intervención para establecer metodologías que permitan mejorar el estilo de vida y disminuir el riesgo cardiovascular.