Tomás Quevedo Gómez, un médico ejemplar

Luciano Aponte López

Ex - Presidente

Al retornar a las páginas de la Revista Colombiana de Gastroenterología, gracias a la hidalguía de la actual Junta Directiva, me cabe afirmar, al igual que Fray Luis de Granada, al final del medioevo y después de una injusta y obligada ausencia: "Como decíamos ayer..."

Es una ponderada costumbre rendirle tributo póstumo a las personas connotadas que han sido ejemplo para imitar, cuando han llegado al final de su periplo vital, dejando huella perdurable en su entorno. Frente al nombre del Dr. Tomás Quevedo Gómez, la vida nos impone una actitud de respeto y acendrado reconocimiento, por sus dotes de caballero, de inmejorable médico, incomparable amigo y diserto contertulio de todas las horas y ocasiones en que la vida nos convocó alrededor de las infinitas actividades de nuestra Asociación Colombiana de Gastroenterología en el curso de sus 57 años. Lo siento irrepetible en nuestro ámbito colombiano, pues su bonhomía, adornada por el humor excelso que destilaba en todo momento, lo hacia descollar como un ser excepcional a quien siempre nos deleitaba rodear.

Figura 1 Dr. Tomás Quevedo Gómez 

Como se ha dicho en referencias múltiples, Tomás Quevedo Gómez, pertenece a una estirpe familiar que ha enriquecido la ciencia médica colombiana con hitos memorables. Es así como podemos señalar entre ellos, a quien practicó la primera cesárea en Latinoamérica, con feto y madre vivos, a la primera mujer médica en Colombia, a algún pionero de la neurología con la operación de un tumor cerebral o una estrella como Elkin Lucena Quevedo, máximo exponente de los trabajos exitosos de fertilidad en nuestro continente, con el primer "bebé probeta" en Latinoamérica. Como decía él mismo, fueron audacias desde hace 150 años.

Médico egresado de la Universidad de Antioquia el 8 de abril de 1943. Especialista en Medicina Interna y Gastroenterología con títulos avalados por ASCOFAME. Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina. Miembro de varias sociedades internacionales y nacionales. Galardonado con varias distinciones y medallas. Participó en 19 cursos y simposios médicos. Ponente en el Congreso Mundial de Gastroenterología de Washington en 1959 sobre Ascaridiasis Hepatobiliar. Asistió a 36 convenciones nacionales de gastroenterología de nuestra Asociación, faltando solamente a 3 de ellas por fuerza mayor.

Tomás Quevedo Gómez publicó numerosos trabajos sobre patología biliar, ascaridiasis hepatobiliar, amibiasis, hemorragia digestiva, etc., y enriqueció nueve números de Temas Escogidos de Gastroenterología de nuestra Asociación.

Autor de dos obras para descansar del diario discurrir médico. Excelsas integralmente, para disfrutarlas recordando. "Humor y medicina", una de cuyas ediciones fue apoyada financieramente por nuestra Asociación durante la presidencia de quien escribe esta sencilla nota y divulgada y obsequiada a los asistentes de la convención de Barranquilla en el año 1995. "Trabajo, enfermedad y ocio", versátil, pintoresca y de sencilla factura literaria.

Tomás Quevedo Gómez fue un gran amigo, no causaba heridas y, cuando las recibía, las curaba con gracejo fácil y a flor de labios. Fue sencillo, pero grande, distinguido, culto, independiente. Jamás supo doblegarse, fue enhiesto, incomparable. Me atrevo a afirmar que nuestras futuras convenciones sin su presencia ya no serán las mismas. Hará verdadera falta, lo echaremos de menos.

A sus amigos y coterráneos que tanto lo admiraron y, sobre todo, a Augusto, Tomás, Emilio y Raúl, sus preclaros hijos, nuestra sincera condolencia para ayudarles a sobrellevar su acendrado dolor. Igualmente como un homenaje póstumo, a su noble esposa Doña Luz que tanto lo acompañó y lo quiso.