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Revista colombiana de Gastroenterología

Print version ISSN 0120-9957

Rev Col Gastroenterol vol.30 no.1 Bogotá Jan./Mar. 2015

 

Revista Colombiana de Gastroenterología, 30 años de progreso continuo

Paulo E. Archila, MD, FACP . (1)

(1) Editor Fundador Revista Colombiana de Gastroenterología, Gastroenterólogo Clínica del Country. Bogotá, Colombia

Fecha recibido:     20-03-15    Fecha aceptado:   25-03-15

Estando yo recién posesionado como presidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología, en febrero de 1985, Germán Liévano, editor elegido en la asamblea para el libro Temas escogidos de Gastroenterología, me propuso que hiciéramos una revista periódica de la especialidad, pues el cubrimiento que daba el libro a la actualización científica era muy precario si se editaba cada dos años, con dos años de retraso en relación con la convención de donde se obtenían los artículos. Era nuestro libro tradicional una rememoración de lo que se discutía en la reunión científica, pero jamás lograría constituir una herramienta de actualización. En la Junta directiva se discutió la conveniencia de enfrentar una revista al libro en cuestión, y se concluyó que no tenía que haber competencia entre los dos, si se manejaba adecuadamente la metodología en cada uno.

Con ese criterio se aprobó emprender una publicación seriada y se buscó un patrocinio financiero para su primera etapa, para lo cual contamos con el gran apoyo e interés de Guillermo Ortiz y Jaime Alberto Naranjo, ejecutivos de la línea hospitalaria de laboratorios Abbott. Ellos se encargarían de editar los números correspondientes al primer año mientras nosotros proporcionaríamos el material científico, reservándose las páginas de publicidad con exclusividad para sus productos. Si al final de dicho período nos sentíamos capaces de continuar por nuestra cuenta, nos entregarían totalmente el manejo de la revista, aunque se reservarían durante un año adicional las contraportadas para su publicidad, con libertad de vender avisos en las páginas interiores a otras compañías. Después de ese lapso, Abbott se desvincularía de la publicación en su totalidad.

Nos pareció justo, pues la Asociación no tenía ni la capacidad económica ni los conocimientos para esa empresa, aunque sí estábamos en capacidad de aprender y crear suficiente expectativa entre los posibles patrocinadores, para tener una pauta que hiciera viable la publicación trimestral, y entre los miembros de la Asociación, para tener suficientes artículos de calidad para ser divulgados oportunamente.

Parecía fácil, pero el aprendizaje fue duro, más en una época en la cual la tecnología estaba muy rezagada. No se utilizaban computadores, los artículos se escribían a máquina, se debían levantar en la imprenta, y las gráficas y figuras eran hechas a mano. Las imágenes a colores debían ser financiadas por los autores, dado su alto costo. No había normas claras sobre publicación ni sobre revisión de artículos y la experiencia colombiana se basaba en dos revistas, Ginecología y Obstetricia, la más antigua, y Acta Médica Colombiana, diez años mayor que nosotros, cuyos editores nos ayudaron mucho para iniciar esta aventura. Al fin y al cabo, la Asociación era una de las más antiguas de Colombia y era imperdonable no tener proyectada una publicación seriada hacia el futuro.

Este reto lo asumieron todos los miembros de la Asociación así como los de las sociedades hermanas de la época: Endoscopia Digestiva y Coloproctología y, después, Hepatología. Esta actitud enriquecería nuestras páginas con trabajos muy variados, desde investigación pura, clínica, técnica quirúrgica, progreso en diagnóstico y terapéutica endoscópica, casos clínicos, así como actualizaciones, revisiones sistemáticas, historia y artículos de opinión, bioética y publicación de consensos, resúmenes y memorias de  nuestros congresos.

El primer número contenía un artículo histórico del Dr. Tomás Quevedo sobre los Precursores de la Gastroenterología en Colombia, dos trabajos originales y tres presentaciones de casos. Al comienzo nos costaba mucho tener suficientes artículos a tiempo para cumplir con la periodicidad de la revista, hecho fundamental para que inspirara confianza. Pero con la ayuda del comité editorial y de todos los gastroenterólogos pudimos cumplir la meta del primer año e independizar la revista. Desde entonces, el éxito ha sido cada vez mayor por la cantidad de contribuciones, la calidad de las mismas y el apoyo de la industria farmacéutica con una pauta suficiente para mantener a flote la empresa.

A partir del segundo año asumí el cargo de editor de la revista hasta 1995, cuando me reemplazó Carlos Serrano. Desde los inicios comenzamos a contar con colaboraciones internacionales, tanto de autores europeos como latinoamericanos, no solo de actualizaciones sino de trabajos originales. Durante 15 años se mantuvo la imagen de la revista mejorando la calidad del papel y de la impresión. A partir de 1989 se recomendó el seguimiento de los requisitos mínimos para publicaciones biomédicas de Vancouver, lo cual se volvió obligatorio después con el inicio de la evaluación por pares a partir del año 2000. Estos cambios gracias a la labor de los editores siguientes, Alberto Rodríguez y Fernando Sierra, llevaron a la conformación de grupos editoriales más fuertes y numerosos, con participación de las cuatro sociedades afines, lo que logró poner al día la publicación en materia de metodología, indización en diferentes bases de datos nacionales e internacionales, con una clasificación cada vez superior, para quedar en igualdad con las más importantes revistas de la especialidad en el mundo. La versión en inglés de la revista ha subido sus índices de consulta y de citación. La cantidad y calidad de opiniones en la sección de Cartas al editor dan muestra de la vitalidad de la publicación.

Se modernizó la carátula y se reorganizó el contenido con aportes de los siguientes editores: Luis Alejandro Orozco, Oscar Beltrán, Mario Humberto Rey, Luis Fernando Pineda, Rómulo Darío Vargas, John Ospina y su actual e incansable editor, Jaime Alvarado, quien aparte de mantener el nivel científico ha estructurado los comités editorial y científico de acuerdo con la normatividad vigente, para mantener la clasificación A2 del Publindex de Colciencias, además de la inclusión en las bases de datos internacionales Lilacs, Scielo, Ebsco Publishing y Redalyc.

Es la Revista Colombiana de Gastroenterología motivo de orgullo para todos los miembros de la Asociación Colombiana de Gastroenterología, con lo que se puede demostrar que después de 30 años de trabajo continuo con la colaboración de todos, es posible mantener un medio de comunicación de alta calidad al frente de las publicaciones médicas especializadas en América Latina, sin que el libro Temas escogidos de Gastroenterología y las múltiples publicaciones que están haciendo las sociedades del grupo pierdan vigencia.